Auron detuvo sus actividades para tomar su teléfono, había sonado ya un par de veces y lo había ignorado hasta el momento, pero luego pensó que debía ser algo importante como para que el teléfono hubiera sonado ya tres veces seguidas.
Eran de Luzu, sonrió al ver su nombre. No se habían visto desde que le había mostrado su nueva casa, de eso ya eran dos días.
'Auroncito'
Ponía el primer mensaje.
'Creo que olvidaste algo importante en tu antigua casa y ahora está en la mía'
Después de eso había una imagen de Frederick junto a Manolo, el cerdito de Luzu.
Soltó una pequeña risa. Se sentía tan tonto al haber olvidado a Frederick en su antigua casa. Seguramente Luzu ahora pensaría que era un irresponsable sin remedio.
'Ahora voy por el' respondió el joven hecho de miel.
'Apresurate, zorra' recibió como respuesta lo que obviamente lo hizo reír.
Después de un buen rato de caminata, llegó a la fortaleza de Luzu. Sonrió de lado al recordar todos los momentos que habían pasado en ese lugar. La mayoría eran buenos y agradecía eso totalmente.
— Auron —dijo Luzu asomándose por la gran puerta antes de que el contrario tocara a la puerta— Shh no hagas ruido...
— ¿Por-?
— Shh.
El castaño tomó la mano de Auron con delicadeza y lo guió al interior de la fortaleza. Caminaron por el jardín hasta entrar en la casa, dentro, estaba Frederick acurrucado a un lado de Manolo.
Ambos chicos miraron en silencio la escena, sin caer en cuenta de que seguían tomados de las manos. Luzu aprovechando esto entrelazó lentamente sus dedos con los de Auron, siendo bien recibido.
— Creo que Frederick nos extraña —susurró Luzu sin despegar la vista de sus mascotas— nos agarró bastante cariño.
— Yo también los extraño —respondió de la misma manera.
El castaño sonrió levemente y sintió sus mejillas arder. No entendía como alguien podía hacerle sentir tan bien con solo unas palabras, ni siquiera Lana lo hacía sentir de esa manera en su momento.
¿Sería así como se siente el amor?
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Ayer no tenía ganas de escribir así que hoy subiré el de ayer y el de hoy.