5;hanahaki

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Tosió de nuevo, esta vez tomándose el pecho con fuerza. Le dolía demasiado incluso respirar. 


Había dejado pasar la situación por mucho tiempo pero ahora era imposible ignorarlo. Las flores rojas que salían de su boca ahora estaban acompañadas de sangre. 

Sabía que eso podía matarle pues lo había leído ya, además de que a causa de haberlo dejado pasar por tanto tiempo, el proceso era cada vez más rápido. Las flores ya estaban en su corazón y ahora llenaban sus pulmones. 


Se limpió el rededor de la boca con agua y se miró al espejo. Se veía mal, realmente mal, las ojeras delataban que no había podido dormir bien y era por que a cada rato se despertaba asfixiandose por flores y sangre. 


Se sonrió a si mismo al espejo y salió del baño manteniendo esa sonrisa. Los demás estaban demasiado ocupados en sus asuntos como para darse cuenta de que Luzu había desaparecido por unos momentos. 


— ¡Eh calvos! —gritó Auron subiéndose a la mesa— ¡Tengo un anuncio, así que ponganme atención! 


Vegetta y Mangel le hicieron caso mientras que los demás seguían en su desorden. Luzu se acercó a la escena curioso. 


— ¡Que se callen! ¡Joder! —gritó de nuevo ahora si llamando la atención de todos los presentes. Aclaró su garganta— tengo un anuncio. 


— ¿Ya no eres virgen? —bromeó Fargan con una sonrisa. 


— Gilipollas... 


El joven castaño sintió una sensación extraña en su pecho. Sentía como su garganta se cerraba y las flores empezaban a subir. 


— ¡Me voy a casar! —exclamó Auron con una gran sonrisa. 


Luzu empezó a toser como nunca lo había hecho, las flores salían de su boca sin control alguno, su secreto había sido revelado. 

Luego llegó el dolor, era tanto que cayó al suelo. 


La atención de todos los presentes se puso sobre el, se acercaron preocupados. Pudo ver a Alexby llamar a una ambulancia. 


— Hanahaki —dijo Vegetta tratando de buscar una manera de ayudar— ¿Por que no nos dijiste nada? 


Más el castaño no podía responder, sentía las flores obstruir su garganta, obstruir el aire que luchaba por llegar a sus pulmones. Pero estos también estaban llenos de flores. Y sangre. 


— ¡No hay tiempo lo llevaremos nosotros! —exclamó Auron con notable pánico en su voz. Se agachó para tomar a Luzu entre sus brazos— Ven aquí, estarás bien. 


Ahora las lagrimas caían de los ojos de Luzu, el dolor físico y emocional lo estaban matando y de una manera muy literal. 


Levantó una mano y la llevó a la mejilla de Auron, acariciandolo lentamente. Su pecho dolía pues desde hace un buen rato el aire ya no llegaba a sus pulmones. 


— Estarás bien... —susurró Auron sonriendole tristemente tratando de no alarmarse por la sangre que acompañaba a las flores. 


Luzu sollozó como pudo y se aferró al menor con toda la fuerza que le quedaba, esperando que el agarre le transmitiera todos los sentimientos que habían florecido por el todo ese tiempo. Trataba de decirle que lo amaba pero su boca no podía pronunciar palabra, y sus ojos estaban cerrándose. 


'¡Te amo!' gritó. O eso creyó hacer. Solo cerró los ojos junto con un quejido de dolor. 


Y Auron entendió todo, demasiado tarde. Luzu había dejado de respirar. 


Parecía dormir, las flores adornaban su boca y su regazo. Flores que lo habían matado, tan hermosas. 

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F

luzuplay;monthWhere stories live. Discover now