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9;besos

No sabían como habían llegado a esa situación, en un momento estaban riendo y platicando tranquilamente, y al otro... 

Luzu estaba sentado sobre el regazo de Auron, parecía una presa queriedo devorar a su presa. Dejaba besos en su cuello descontroladamente mientras acariciaba su cintura por debajo de su ropa, no tenía pensado ir más allá, así que lo estaba disfrutando. 

— Joder Luzu... —jadeó el menor con los ojos cerrados. 

Esto le provocó una risilla al castaño. Nunca se imaginó que podría tenerlo así, bajo su poder. 

— Luzu... Deja que... Mhg —al parecer hasta hablar le costaba. 

— ¿Que? No te oí —bromeó coqueto mientras movía sus caderas de manera circular creando un roce con las entrepiernas de ambos— Repitelo. 

— Luzu... 

El menor tomó el rostro del contrario para besarlo. Sintió como su boca se llenaba de miel al momento que Auron introdujo su lengua en su boca. Lo tomó tan por sorpresa que no pudo evitar jadear. 

A diferencia de como se lo había imaginado la miel que emanaba Auron no lo empalagaba, era dulce, pero no demasiado y era perfecto. 

Lo sentía explorando su boca sin pudor alguno, también sintió sus manos tratar de quitarle su sudadera. Se estaba dejando llevar por el beso que fue finalizado con una mordida en el labio inferior del castaño. 

Se miraron jadeantes y sonrieron, Auron ayudó a Luzu a limpiar la miel en sus labios. 

— Te amo —susurró en su oído— de verdad te amo muchísimo. 

— Y yo a ti —sonrió Luzu. 

De nuevo fue el turno del castaño para besar. Fue dejando pequeños besos desde su nariz, bajando por su barbilla, hasta llegar de nuevo a su cuello. 

— ¿Te gusta mucho mu cuello? —preguntó Auron riendo un poco. 

Recibió como respuesta un chupeton. 

Luzu se detuvo de repente, lo que extrañó a su ahora novio. 

— ¿Que pasa?

Luzu levantó la mirada y se ruborizo. Señaló hacia abajo, la mirada de Auron se encontró con que ambos tenían una pequeña erección. 

— Oh... —Auron tomó a su pareja de la cintura y le sonrió— ¿Quieres que lo arreglemos? 

— Yo... No quiero ir tan rápido Auroncito... —confesó Luzu bajando la mirada— ¿Lo entiendes? Te amo y no dudaría en hacerlo pero yo aún no... 

Fue rodeado por los brazos de Auron junto con uno que otro beso en su mejilla. 

— No me tienes que dar explicaciones Luzu, nunca te obligaría a hacer algo que no quieres —susurró de manera sincera— cuando te sientas listo puedes decírmelo. 

Cuando se separaron Auron se alarmó al ver a Luzu llorar. 

— ¿Dije algo malo? Lo siento, ahg lo arruine... 

— No darling, no hiciste nada malo... Gracias por entenderlo, te amo —dijo el castaño abrazandolo de vuelta y besando sus mejillas. 

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Luzu versátil es mi religión