Capítulo 8
Caminamos un poco más de un kilómetro hasta llegar a una fiesta en la playa. Nuestros zapatos y el saco de Cole se los había llevado el carro de los fuegos artificiales. Llevaba la camisa blanca abierta.
Al llegar a la fiesta, Cole comenzó a buscar algo… o a alguien.
-¿Qué buscas?-. Lo miré sonriendo
-amigos
-bien-. Miré a la tarima y había una banda de rockeros tocando.
Llegaron amigos de Cole y comenzaron a saludarse. Me presentó y recibí halagos por parte de ellos. De repente Ro y Andy aparecieron a mi lado derecho y me echaron papeles de colores encima.
-oigan-. Dije riendo-. ¿Qué hacen acá?
-¿no pensabas decirme que vendrías?-. Bromeó que estaba lastimada haciendo pucheros
-lo siento, Rosie. Yo sólo tuve tiempo de arreglarme
-lo sé. Cole hizo esto con mi ayuda. ¿Crees que él puede solo?
-¿Qué?-. Miré a Cole que estaba sonriendo.
-si-. Fue lo único que mi novio dijo. Miré a Ro.
-oh, Ro, gracias. Fue hermoso.
-bueno, tu novio dio la idea. Yo sólo llamé a unos amigos expertos en fuegos artificiales y elegí el menú.
-eso fue bastante. Te amo.
-de nada, Blake. Te amo.
-vamos a cambiarnos-. Dijo Cole mirándome
-vamos
-te amo, Blake.
-oh, amor-. Lo besé y sus amigos nos silbaron.
Nos cambiamos y fuimos a la fiesta de nuevo. Los amigos de Cole estaban en trajes de baño. Algunos musculosos, otros no, pero ninguno se comparaba a mi novio. Ro usaba un bikini blanco con lunares negros que yo le había regalado. Andy llevaba un bóxer de baño negro y Cole uno negro con elástico rojo.
-¿fue mi mamá?-. Miré su bañador. Rió alto.
-no amor, eso fue casualidad. Mi suegra no me ha dicho el color de tu bikini. Me acabo de enterar y te ves hermosa.
-cumplí mi cometido-. Sonrió.
Las chicas de nuestro alrededor miraban a mi novio con ganas de comerlo. Yo lo besaba cada vez que podía.
-ahora la celosa es otra-. Dijo leyendo mis pensamientos.
-no-. Dije
-sí-. Susurró en mi oído.
-no-. Repetí
-no-. Repitió
-sí-. Contraataqué equivocándome. Cole rió
-¿ves que sí?
-tramposo-. Dije empujándolo, pero no se movió ni un centímetro
“Stay” de Rihanna comenzó a sonar en los amplificadores y Cole me volteó para que lo mirara. Empezamos a bailar.
-“If you dare, come a little closer”-. Cantó Cole separándose de mí. Siempre me atrevía a estar a su lado, así que me acerqué. Me cargó y me llevó a la playa -nuestros amigos mirándonos-acto seguido, me metió. Salí corriendo porque tenía frio. Estaba helada y feliz. Cole me abrazó dándome calor. Me volvió a cargar y me llevó a una mesa en donde había toallas.
-vamos a la fogata-. Caminamos hasta ella y me senté a calentarme. Cuando estuve lista, volvimos con los chicos y bailamos más.
¿Más playa?-. Me preguntó
-ni se te ocurra. ¿Qué hora es? No sé hasta cuanto pueda quedarme.
-tus padres me han dicho que no pase del almuerzo de mañana-. Lo quedé mirando
-¿Qué?-. Mis padres eran los mejores y me daban libertad, pero no les encantaba que me quedara a dormir afuera.
-estarás conmigo hasta mañana, Blake. Luego almorzaremos con tus padres.
-eso es genial. Te aman, Cole.
-lo sé-. Me dijo
-¿y Rosie?-. Pregunté
-nos vamos los cuatro mañana. Deja de preocuparte y disfruta.
-bien
-bien-. Me remedó. Lo besé. Metí mi lengua en su boca y exploré cada lugar. Sabía a menta fresca. Yo amaba a ese chico y ahora era mío.
XXXXX
A las 3:30 am aun estábamos disfrutando de la maravillosa fiesta en la playa.
-¿Dónde dormiremos?
-¿Quiénes?-. Cole me miraba divertido.
-nosotros
-oh nena, ¿me estás invitando a dormir contigo?
-¿no dormiremos juntos?-. Pregunté pícara
-no, pero si tú me lo pides, no podré negarme jamás.
-duerme conmigo-. Dije
-duermo contigo-. Afirmó
A las 4:30 am nos fuimos al hotel. Era lujoso y espacioso. Sus paredes de mármol me recordaban Orange. Mi antiguo hogar.
-habitación 502-. Dijo la mujer del otro lado de la mesa. Miraba a Cole sin importar que yo estuviera ahí.
-los acompaño-. Dijo un camarero
-gracias-. Dije. Me besó delante de la recepcionista. Él leía mis pensamientos.
Cole le dio propina y cerró la puerta. La habitación era grande y la cama perfecta. Me quité la toalla que me había puesto para caminar de la playa al hotel. Me miró.
-creo que pediré otra habitación-. Dijo mirándome.
-no
-bromeaba, nena, duerme.
-duerme conmigo-. Me acerqué a él
-lo haré-. Dijo besándome-. Pero primero, tomaré una ducha fría-. Reí
Dormimos abrazados el uno al otro. Me había puesto la camisa de Cole y él durmió en su bóxer.
A la mañana siguiente, desperté con Cole a mi espalda, abrazándome. Dormía aun.
-buen día, nena-. Dijo con voz ronca y con los ojos cerrados aun.
-te amo-. Le di un beso corto.
-me gustaría despertar así siempre
-y a mí.
- voy a llamar a Andy para que pidan el desayuno en el restaurante del hotel, mientras bajamos.
Miré el reloj que había en la pared, eran las 7:20 de la mañana.
-no dormimos nada-. Dije levantándome.
Entré al baño y me cepillé los dientes, luego entré a la ducha. Sentí la puerta abrirse.
-¿Cole?
-ya quisieras-. Respondió Ro. Abrió la puerta corrediza de la ducha y con cara sonriente atacó: -¿tuvieron sexo salvaje?
-no
-te creo-. Cerró la puerta. Sé que me creía. No le guardaría eso y ella lo sabía.- estamos aquí en la habitación esperándote para bajar los cuatro, no demores
-entendido.
Salí de la ducha y me cambié. La misma brasilera con sujetador y vestido de la noche anterior. No había traído maquillaje, así que estaría natural.
Entré a la habitación y estaban los tres tirados en la cama viendo un programa en la tv.
-listo-. Dije
-vamos-. Dijo Cole-. Estás hermosa
Desayunamos frutas frescas y jugo de naranja.
-no puedo más-. Dijo Ro.
-no más-. Dije yo
Nos dirigimos a la limusina que nos esperaba a la salida del hotel.
-vaya… ahora las transportas en limusina-. Volteé. Una chica rubia y alta, de ojos grises y nariz operada miraba a Cole.
-Lucy-. Dijo Andy
-Lucy-. Saludó Cole.
-hola Andrew, hola Cole. Tiempo sin verlos. Aproximadamente desde que Cole…
-cállate-. Dijo Andy a la chica.
Ella miraba la mano que Cole me tenía agarrada. Era obvio que ellos habían tenido algo. Algo que no había terminado bien.
-¿es ésta la nueva?-. Dijo mirándome-. ¿Ya la vas a despachar? Estoy en la 310 si estás interesado-. Mi sangre hervía.
Ro y su novio estaban enojados, su cara me lo decía. Ro trató de acercarse a ella, pero Andy la detuvo.
-no te permito que hables de ella, Lucy. Es mi novia-. Cole también estaba enojado.
-vaya, ya usas la palabra novia. Estas avanzando
-Lucy-. La voz de advertencia de Cole me hizo temblar.
-te va a lastimar-. Me miraba-. Se va a aburrir de ti y te arrastrarás por sus migajas.
-Lucy lárgate-. Gritó Cole. Nunca lo había visto tan enojado. Ella se fue.- Blake, ¿estás bien?-. Me agarró la cara con ambas manos y me besó la frente, luego los labios.-. Nada de lo que ella dijo con respecto a ti es verdad.
-¿no?-. Pregunté viéndolo a los ojos
-no, Blake. Jamás jugaría contigo. Jamás.
-ella está herida
-Blake-. Me dijo en tono de advertencia
-¿te la has tirado?
-eso fue hace mucho tiempo. Eso no es nada ahora.
-¿Cuánto es mucho tiempo?-. Me separé un poco. Se quedó reparándome.
-un poco antes de conocernos-. Dijo al fin
-hmm
-Blake, no puedo arreglar la mierda del pasado, pero algo seguro es que te amo y que jamás te lastimaría. Nunca dejaría que mendigaras nada a nadie, menos a mí. Tú mereces el cielo y nadie debe darte menos. Ella es nada para mí, nada-. Sus labios tocaron los míos cuidadosamente. Los abrí y lo besé.
-vamos-. Dijo Andy
Sonreí a mis amigos porque las palabras de Cole me dieron calma.
-es una perra y esta operada-. Dijo Ro mirándome. Me reí los más alto que pude.
-pareces hija de mi madre…
Al llegar a casa a las diez de la mañana, mamá y papá nos recibieron. Estaban felices.
-Blake, mi niña, felicidades.
-gracias-. Dije-. ¿Por qué?
-se dijeron las palabras-. Cole reía. Estos dos…
-mamá no entiendo cómo haces para que Cole te diga todo, pero tienes que dejar eso.
-¿Qué? Yo no hago nada. Él me llama-. Lo miré.
-culpable-. Dijo. Me hizo reír eso-. Me has traicionado-. Le dijo a mi madre.
-lo siento. ¿Perdonada?
-perdonada-. Respondió mi loco novio
-están mal. Ambos-. Dije abrazando a papá.
-tengo que irme, nena. Tengo que almorzar con papá. Me ha escrito. Nos vemos luego, te amo.
-oooooh, lo dijo ahora-. Mamá, mamá, mamá.
-te amo, adiós.
Entré con mis padres del brazo.
-vez a bañarte-. Me dijo cuando estuvimos en el apartamento-. Te serviré algo para que desayunes y me cuentes.
-ya desayuné.
-entonces báñate y baja, porque tienes que contarme-. Reí.
Bajé con un short beige y camisa roja de algodón. No me coloqué nada en los pies, pues no me disponía a salir.
-¿mami?
-cocina-. Gritó. Entré.- cuenta
-bien, llegamos…-. Le conté todo lo que pasó, exceptuando algunas cosas con Cole. Le dije lo de Lucy.
-¿Qué? ¿No tiene acaso un poco de dignidad? ¿Cómo te dice eso? No tenía por qué decirte nada. Tú no eres culpable del pasado que tuvo con Cole.
-lo sé.
-¿Dónde están mis bebés?-. Dijo papá entrando a la cocina.
-aquí-. Gritamos mamá y yo juntas.
-acabó mi episodio. Cuéntame cómo les fue.
Mamá contó todo. Ahora mi padre era otro molesto más a la lista.