De acuerdo, ahora que se que Patch quiere hablar con mi padre he estado nerviosa todo el día, meter a Patch, mi padre y la palabra "novio" en la misma habitación no es saludable.
Llaman a la puerta y yo contesto:
-¡Adelante!--mi timbre de voz sono algo histérico, espero que quien sea que este detrás de la puerta no lo halla notado.
-Hola guapa--es Amelia, que se queda de pie en el umbral de la puerta, sonriente.
-¿Por qué tienes esa sonrisa tan tonta?
-Porque estas super nerviosa, lo veo en tu cara. Relajate, todo irá sobre ruedas.
-Amelia--digo con la voz entrecortada--no, definitivamente no irá sobre ruedas. ¿Por qué estoy haciendo esto? Debería cancelar la cena, debería...-Amelia me interrumpe.
-Hey, tranquila--dice acercándose a la cama, se sienta en el borde de esta--Ve a darte un baño, ponte guapa. Pero hazlo ahora, porque tu madre no tardará en subir a comprobar que no haz colapsado.
Si, con tan solo oír a mi madre, mi autocontrol se fortalece.
Si, yo puedo.
Treinta minutos después salgo de la ducha. Amelia se ha ido y yo sigo hecha un manojo de nervios.
Decido ponerme un vestido verde hasta las rodillas con un cinturón a juego, y unos zapatos de piso.
-¡Phoebe!--escucho que alguien me grita, creo que es mi madre.
Bajo las escaleras de la enorme casa y me dirijo hacia el vestíbulo, donde creo que esta mi madre.
-¿Qué pasa?
-¿Estas lista para esto?
Yo he perdido la capacidad de hablar y solo asiento con la cabeza.
Escuchó como tocan el timbre y yo tengo el corazón en la boca.