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Kyesun
—Ok, ya subimos al auto— el mánager de Namjoon arranca, el hecho de que esté mordiendose las uñas me anervia— ¿Qué pasa? ¿Estás en problemas? Tu nunca estás en problemas.
—Haces demasiadas preguntas cuando estás asustada, al parecer.
—Estoy a punto de hacerme pipi de los nervios— confieso, aquello le saca una risa pequeña— no te muerdas las uñas, te sacará sangre.
Tomo sus manos y las aprieto entre las mías, finalmente se detiene y suelta aire, mirando como Namsun se muerde la cola.
—Antes de llegar allí... no quería que fuese de esta manera, pero en vista de que no tengo mucho tiempo, lo haré rápido y conciso— se relame los labios y me ve fijo— ¿Yo te gusto?
Y con toda la vergüenza del mundo...
—Creo que es obvio que si— asiente, susurrando un "vale, vale".
—Tu también me gustas— antes de celebrar, me mete nervios de nuevo— me gustas mucho, así que sabes muy bien que no me gusta andar escondiéndome, pero me gusta dejar en privado lo que es privado.
—S-si, lo sé, no me asustes y dilo.
Toma aire y el auto se detiene, la puerta del conductor se abre y es cerrada luego, le doy mi atención a Namjoon de nuevo.
—¿Quieres ser mi novia?
Mi boca se abre y el grito que emana no es de este mundo, Namsun ladra asustado y yo aprieto las mejillas de un consternado Namjoon que parece no saber que hacer conmigo.
—¡Por supuesto que si!— beso de manera efímera sus labios— mil veces si, no tienes ni que dudarlo, es un rotundo e indiscutible si— lleno su rostro de besos, importandome cero mancharlo con labial, toma mis muñecas y aparta mis manos, sonríe una vez lo libero— ya estabas tardandote, pensé en hacerlo yo.
—Me hubiese sentido muy ofendido si lo hubieses hecho— suspiró, jaló de mi brazo invitandome a subirme a su regazo, simplemente lo hice sin rechistar viendo sus brazos caer en mi cintura y su frente hacer contacto con la mía, solo unos segundos— en una hora, anunciarán la cancelación del programa y por ende nuestra "separación"— asiento, eso lo sé— y más tarde en la noche, harán otro comunicado anunciando nuestra relación.
Oh.
—Tu empresa confirmará que efectivamente estamos juntos realmente— ósea que este era su plan si yo aceptaba, me pregunto cuál era el plan de repuesto— y... nada, que arda troya.
Bueno, el podía bromear en esta situación, aquello me aliviaba un poco.
—¿Estás bien con eso? No tenemos que decirle a nadie nada si no quieres, puedo mantener una relación-
—Estoy seguro, quiero que sea así— se inclina y besa mi nariz— no puede ser tan malo, ya están acostumbrados a vernos juntos de todas formas.
Tiene un punto.
—Está bien— entrelazo sus manos con las mías, jugando con ellas— hagámoslo.
—Estamos en la empresa, quiero que estés conmigo cuando todo esto se desate— puchereo, y así me decía a mi misma que no me iba a gustar tanto— ¿Algo que tengas que decirme antes de entrar?— me observa, sus ojos pasan de ser dulces a inquisidores y oh, se me ilumina el cerebro.
—Fui a que me revisarán, señor mandón— blanqueo los ojos, es un exagerado— todo está muy bien, no me rompiste nada.
—Si hubiese algo roto, por primera vez no habría sido mi culpa— resoplo, aunque tiene razón— entonces asumo que todo está perfectamente y no hay nada por lo que deba sorprenderme o preocuparme.
Entrecierro los ojos, pero finalmente asiento.
—Asumes bien.
—Bien— me abraza, pega mi torso al suyo y suelta mis manos apretandome a él— vamos, entonces.
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¿Cómo están ustedes?
¿Si respiran?