Te tocará llorar.

By Muffinschocolat

2.9M 170K 31.8K

Khalessy es una mujer lobo, todos creen que es débil y que será una omega. Todos la humillan y maltratan pero... More

Personajes.
Malditos.
No es lo que parece.
El alpha.
Stefan.
Un nuevo día
¿Será ella?
Transformacion.
¿Que? ¡NO, NO Y NO!
¿Alteza?
Joder, es ella.
La carta.
Estilismos.
La fiesta.
Lo siento.
Ella debe ser nuestra Luna
¡Los odio!
¡Fuera!
Grosero.
Sexy idiota.
VERGUENZA INTERGALACTICA
¡Hija de fruta!
¿Éste es mi fin?
¡Lo mataré!
SÓLO UN AVISO.
Ayuda
Te amo...
¡Eso es imposible! o no.
Despertar.
Lágrimas.
¡Sorpresa!
Tóxico.
Sangre. (Lean la nota del final)
Voy a luchar.
"Un momento"
El amor y la muerte van de la mano.
Perfecta.
Tienes que irte.
Su lugar especial.
El plan.
La manada.
La aldea.
AVISO IMPORTANTE
no se me ocurre un nombre (: ¿ayuda?
La cascada
Aura
¿Eres de monstruos o de héroes?
¿Mala o rota?
Un par de errores.
Un extraño favor.
Enfrentados.

Desconocido.

54.4K 3.2K 399
By Muffinschocolat

Me desperté por culpa de una punzada de dolor en mi cuello. Definitivamente no había sido una buena idea eso de acampar en la sala, tardé varios minutos en poder levantarme sin gemir de dolor. Rápidamente mire la hora, bien, aún quedaban 2 horas para que empezaran las clases, caminé hacia el baño en "modo zombi" y me di una ducha rápida. Ya que iba a estar sola, caminé completamente desnuda hacia mi habitación. Abri el closet y me puse esto:

Me dirigí a la cocina y esta vez la punzada de dolor fue en mi pecho, extrañaba a Ryan, estaba acostumbrada a entrar en la estancia y él ya estuviese ahí, preparando el desayuno, recibiendome con su gran y hermosa sonrisa, un suspiro de nostalgia escapó de mis labios. Vale, tal vez estaba siendo dramática, no hacía ni 24 horas que se había marchado, pero... él siempre estaba, siempre había estado y que ahora no estuviera era... extraño, y triste. Era tristemente extraño.

Suspiré pesadamente caminando hacia la nevera, más me valía darme prisa en preparar el desayuno, si quería llegar a tiempo a clase. Mi mente vagaba sobre que podía prepararme, nada de lo que pudiese hacer se compararia con los deliciosos hotcakes de Ryan, maldito Ryan, ¡lo extrañaba! ¡lo quería de vuelta! Solte un gruñido de resignación. Al abrir la nevera mis ojos se dirigieron a un tupper de color rosa chillón, sobre él había una especie de nota, frunci el ceño contrariada y saqué el tupper de la nevera, lo coloqué sobre la encimera y me dispuse a leer la nota:

Mi pequeña tonta ¿acaso creías que me iba a olvidar de ti y de tu desayuno? Te he dejado hotcakes, tus favoritos, el chocolate está en el armario, hay para estos dos días, sólo tienes que calentarlos, te quiero, mi pequeña princesa.

Instintivamente una sonrisa asomó en la comisura de mis labios, él no me había olvidado, él también me extrañaba y se preocupaba por mi aún que no estuviera. Guardé la nota en el bolsillo de mi chaqueta. Cogí un plato para servir y calentar mi desayuno y serví el chocolate sobre la mesa, cuando estaba a punto de empezar a comer el timbre de la puerta principal me hizo sobresaltar. Enserio odiaba que interrumpieran mi desayuno, ciertamente odiaba literalmente todo cuando me acababa de levantar, excepto a Ryan... un pequeño puchero asomó en mis labios. Me dirigí hacia la puerta y al abrir lo primero que vi fue su hermosa sonrisa.

-Oh dios... esto es raro.- me miraba de arriba a abajo con confusión.- enserio creí que tendría que hechar la puerta abajo para subir a despertarte.- no pude evitar reír.

-¿Enserio? Después de días sin ver a tu supuesta mejor amiga ¿eso es todo lo que se te ocurre decir?- pregunté en tono burlón, cruzando mis brazos bajo mi pecho. Sus ojos se abrieron como platos.

-¡JURAME QUE NO LEISTE EL MSJ DE KEYLA!- gritó de pronto, medio histérica. Lo había olvidado por completo.- Juralo Khalessy.- dijo pausadamente, un poco más calmada y mi cara de confusión se lo dijo todo.

-No tengo ni la más mínima idea de por qué te volviste loca, quiero decir... aún más.- dije divertida invitandola a pasar, quería mi desayuno y lo quería ¡ya!- ¿ya comiste?- ella se limitó a asentir. De pronto parecía nerviosa.- vamos, escúpelo.- comenté empezando a deborar mi desayuno.

-Eh... esto... bueno, en realidad, no he estado faltando a clase por que estuviese enferma.- dijo... ¿avergonzada? Fruncí el ceño ligeramente, esperando a que hablara.- yo... bueno...- inspiró profundamente.- encontré a mi mate.- una sonrisa se formó en mi cara.

-Oh pero... ¿qué tiene que ver eso con tu ausencia?- sabia que había algo más, ella era muy responsable como para que eso fuera todo.

-Eh.. claro, tuve que reunirme con el alpha para que lo aceptara en la manada y después de eso ayudarlo a instalarse aquí.- su sonrisa creció, se notaba que estaba emocionada.- por supuesto estudiará con nosotras y... oh dios... estoy tan nerviosa.- alce una ceja, divertida, nunca la había visto así.

-¿Nerviosa por que?- pregunté con la boca llena.- y bueno... ¿cómo es el? Espero que te trate bien, o tendrá que vérselas conmigo.- comenté con una sonrisa de inocencia.- tu mate o no, no tendré piedad con quien ose lastimar a mi pequeña.- revolví su pelo cariñosamente, levantándome para limpiar mi plato.

-Porque dios... deseo tanto que se llevan bien, eres mi mejor amiga. Odiaría que se llevaran mal.- dijo preocupada, fijando su vista en el suelo.- y bueno él es...- una gran sonrisa adornó su cara.- es genial, atento, cariñoso, caballero, maldita sea... es tan perfecto, que tengo miedo de meter la pata.- miré en su dirección y no pude evitar sonreír, al ver su cara pensativa.

-Si te trata como dices, de seguro me gustará.- mi comentario la hizo sonreír con ganas.- y tranquila enana, tu también eres perfecta.- le guiñé el ojo terminando de fregar los platos.

-Venga ya basta de charla, vamos a llegar tarde a clase.- dijo arrastrándome hacia la puerta.

El camino al instituto fue silencioso, Kiara estaba nerviosa, la conocía, siempre que lo estaba, jugueteaba con su pelo y se mordía los labios, era exactamente lo que estaba haciendo en este momento, una sonrisa bailó en mi labios mientras la observaba. Mi móvil vibró anunciando un nuevo mensaje. Lo busqué dentro de mi mochila hasta que dí con él. Abrí el mensaje y no pude evitar fruncir el ceño.

Desconocido.
¿Quién eres?

Yo.
¿Que? ¿eso no debería preguntarlo yo?

Desconocido.
Sabes a lo que me refiero, responde ¿quién eres? ¿Que es lo que te hace especial?

Yo.
Oh dios... me tocó un loco. ¿Quién eres tú y qué quieres?

Desconocido.
Eso no importa. Quiero saber quién eres.

Yo.
No pienso responder a un posible psicópata acosador, adiós.

Guardé el teléfono sin esperar respuesta, aún que lo sentía vibrar, MUCHO. No voy a negar que sentí cierto temor de que pudiera ser una de esas personas que querían acabar conmigo. Ya habíamos llegado al instituto y yo caminaba hacia mi taquilla, en modo automático, con miles de pensamientos rondando por mi cabeza, mirando inconscientemente a mi al rededor, alerta ante cualquier peligro.

Abre el link.

Para ya con eso, estúpida. Somos fuertes, mucho más que cualquiera.

Eso no necesariamente aplacará mi miedo.

Relájate. Juntas, podemos.

¿Estás completamente segura de eso?

Sin duda. Ahora coge tus cosas y vete a clase, si no quieres llegar tarde.

Cierra el link.

Inspiré profundamente y me dispuse a coger mis libros intentando no pensar en ello. Caminé por el pasillo hacia mi salón sumergida en mis pensamientos, casi no prestaba atención a todos los estudiantes que había, pero notaba sus miradas ¿qué tal si era uno de ellos? ¿O varios? Creo que ese mensaje me estaba volviendo paranoica y para colmo... mi móvil seguía vibrando y una pizca de ansiedad me recorría todo el cuerpo.

Seguía tan perdida en mis pensamientos que creo que caminaba simplemente sin rumbo, entre estudiantes que charlaban despreocupadamente. En medio de una multitud alguien me agarró del brazo, instintivamente mi cuerpo se tensó, mi pulso aumentó considerablemente y la boca se me empezó a secar. Podía notar incluso la sangre palpitar en mis venas. Recta como un palo, me giré mecánicamente para encarar a la persona que me había agarrado, entonces... solté el aire que no sabía ni que estaba reteniendo.

-Tienes mal aspecto.- me miró entre confundido y preocupado, mi cuerpo se relajó de inmediato.

-Oh.. yo sólo... iba a clase.- agradecí internamente por que no me temblara la voz.

-Pero... das clase con Kendra. Vas en dirección contraria y...- miró su reloj.- veinte minutos tarde.- comentó frunciendo el ceño.

-Mira West... no te metas en mis asuntos ¿de acuerdo?- respondí dispuesta a marcharme de ahí.

-Sabes que no te dejarán entrar en clase, ¿cierto?- comentó en tono burlón y no pude evitar resoplar.- vamos, ven conmigo al patio chucho, no creo que me dejen entrar a mi tampoco.- se giró y comenzó a caminar, pero yo no di ni un solo paso.- No me obligues a arrastrarte.- dijo entre risas, provocando que apretara los dientes y lo siguiera entra gruñidos de exasperación.

Caminamos hacia el patio trasero para asegurarnos de que nadie nos veía, hacía un día increíble, el sol brillaba con intensidad. Así que decidimos sentarnos en la hierba, bajo un gran árbol que adornaba los alrededores. Pero yo no podía disfrutar del clima, ni del cosquilleo de la hierba bajo mi cuerpo, ni siquiera de la repentina amabilidad de West.

Aún que bueno, claro, como ya habréis notado su amabilidad es algo... ¿cómo decirlo? Especial... creo que es la palabra. A pesar de todo, yo seguía preocupada, con mis ojos clavados en la nada, dándole mil vueltas a la cabeza, estaba asustada ¿quién sería aquel desconocido? ¿Tal vez le conocía? ¿Querría de verdad hacerme daño? Una voz me sacó de mis pensamientos, su estupida voz...

-Hey vamos, ¿cuánto vas a tardar en contarme lo que te preocupa?- le miré con desconfianza, entrecerrando mis ojos.- hablo enserio, no es ningún truco, se nota de lejos que algo no anda bien.- examiné su cara en busca de cualquier rastro de malicia... pero nada. Suspiré profundamente.

-Tal vez sea una tontería pero...- dudé antes de hablar y West me pasó una mano por el pelo, intentando tranquilizarme.- es solo que... hoy me escribió alguien y yo... bueno, me preocupa que alguien quiera lastimarme.- dije por fin, tapandome la cara con las manos. West parecía confundido.

-Pero... ¿ese "alguien" te amenazó?- negué con la cabeza.- Entonces... ¿qué te hizo pensar eso.- resoplé frustrada. En realidad...no tenía ni idea, sólo tuve miedo. Me encogí de hombros y media sonrisa adornó sus labios.- Así que.. nuestra pequeña pulgosa es asustadiza ¿eh?- lo fulminé con la mirada y me acosté en el césped.

-No sabes nada de mí.- aseguré molesta.- tengo... motivos para tener miedo.- dije en un susurro. West se acostó a mi lado, nuestros hombros se tocaron y sentí una corriente eléctrica y sé que él también la sitió, porque sacudió su cabeza como si pretendiera deshacerse de un pensamiento.

-¿Cuales son esos motivos?- preguntó acomodándose de lado en mi dirección. Suspiré cansadamente.

-Eso... prefiero no hablar de ello.- me limité a responder. Me gustaba que ya no se metieran conmigo, pero odiaba sentirme diferente, odiaba sentir que pensaban que yo era superior, solo con ellos volvía a sentirme normal... y guardaría mi secreto mientras fuese posible.

-Bien, cómo quieras.- West volvió a tumbarse boca arriba, notablemente molesto.- Creo que va siendo hora de volver a clase.- dijo mirando su reloj y se levantó de un salto.- ¿Vamos?- me tendió su mano provocando que arqueara una ceja en su dirección.

-¿West, el rey del hielo, está siendo amable con "la pulgosa"?- pregunté incrédula y una sonrisa asomó en la comisura de sus labios. Tomé su mano y me levantó gentilmente... ¿de qué me perdí?

Caminamos en silencio hacia las aulas de nuevo, West me acompaño a clase. Y vale, lo admito, lo miré cómo si estuviese viendo a un extraterrestre. Pero no me culpen, se estaba comportando extraño... quiero decir ¡ERA AMABLE! ¡CONMIGO! Después de plantarme un beso en la frente caminó hacia su aula sin voltear, bajo mi mirada atónita. Enserio... empezaba a tener miedo, ¿tal vez se iba a morir y por eso se comporta así? ¡pero que tontería! Es un vampiro... Son inmortales... sacudí mi cabeza restándole importancia a todo esto.

Caminé hacia mi pupitre, Kendra ya me esperaba sentada en el de al lado, me miraba con los ojos entre cerrados. Oh dios... ¡que no lo haya visto! Miré a mi al rededor y todos me miraban de la misma forma, no sabía si por qué simplemente era yo... o tal vez también habían presenciado que el vampiro de hielo me habia besado en la cabeza. Fingí mi mejor sonrisa mirando hacia Kendra, esta sólo arqueó una ceja, definitivamente lo había visto. Seguramente TODOS lo habían visto, me senté a su lado fingiendo normalidad.

-Vaya... pequeña lobita ¿dónde te metiste?- preguntó con una sonrisa en la cara, analizando la mía.

-Oh bueno yo... llegué tarde, ya sabes.- me limité a responder, quitándole importancia.

-Entonces... ¿estabas con mi hermano?.- volvió a preguntar con esa gran sonrisa que en este momento me incomodaba.

-Oh solo... olvídalo.- dije nerviosa, jugueteando con mis manos.- no es nada importante, llegué tarde y me lo crucé, lo típico.- concluí sin querer darle más importancia. Kendra subió y bajó las cejas con diversión, ganándose un resoplido por mi parte.

-¡Ah! Recuerda que hoy pasaré con Jake a buscarte.- una gran sonrisa se extendió por sus labios y yo me limité a asentir volviendo mi atención a la clase.

Las clases transcurrieron con normalidad, en el receso había estado con Logan, Kiara, Kendra y Jake, a Kiara al principio no le agradó la idea de "hacer vida" con vampiros... debisteis ver su cara cuando los sintió aparecer, en parte fue muy gracioso. Ahora mismo no es que esté muy contenta pero Kiara es una buena chica, se le pasará y le dará una oportunidad.

Logan y Jake por su parte, se han hecho buenos amigos, se pasaron todo el receso bromeando y hablando de deportes. ¿Acaso no sabíais? Logan es el capitán del equipo de fútbol y bueno... digamos que Jake optará a ser un defensa. Si, cómo leéis, digamos que Logan es un gran conversador, aún que aún no le a dado esas "explicaciones" y eso me irrita profundamente aún que bueno, eso es otro tema.

Lo extraño es que no he vuelto a ver a West desde el momento del patio trasero, es como... si hubiese desaparecido. Y Stefan... bueno, me lo he cruzado un par de veces por los pasillos pero... es cómo si fuésemos dos extraños, no me ha dirigido ni una mirada, yo no le he dirigido ni una palabra. En cierto modo me pesa, es cierto que él estuvo, cuándo nadie más estaba.

Al final de clases volví a casa con intención de comer algo y descansar. No se porque tengo la sensación de que me espera una noche larga...

Continue Reading

You'll Also Like

107K 24.8K 188
⚠️Solo a partir del capítulo 201, primera parte en mi perfil.⚠️ En un giro del destino, Jun Hao, un despiadado matón callejero conocido por su fuerza...
38.1K 5.9K 171
Breve resumen En su cumpleaños, Yan Heqing se despierta repentinamente y se da cuenta de que es un sustituto de carne de cañón en una trágica histori...
155K 10.6K 22
Todo en mi vida era normal. Hasta que entre a ese bar. ¿Dirás cuál es el problema? Ahi los conocí, conocí el secreto de este pueblo. No puedes confia...
370K 52.2K 127
Titulo Original: Después de Renacer, ya no quería ser Carne de Cañón! Capítulos: 405 (novela original) Mu Chen estaba acostado en la cama, pensando s...