❝Brillo Lunar❞, Mikelex.

By cloudwxrds

15.3K 1.4K 794

El bello mundo de fantasía, Mineworld, sucumbe en el caos tras la llegada de una extraña tormenta que, por ll... More

00. Información.
0½. Prólogo.
01. Capítulo uno.
02. Capítulo dos.
03. Capítulo tres.
04. Capítulo cuatro.
05. Capítulo cinco.
06. Capítulo seis.
07. Capítulo siete.
08. Capítulo ocho.
09. Capítulo nueve.
10. Capítulo diez.
11. Capítulo once.
12. Capítulo doce.
13. Capítulo trece.
14. Capítulo catorce.
15. Capítulo quince.
XX. Pequeño tag.
16. Capítulo dieciséis.
18. Capítulo dieciocho.
19. Capítulo diecinueve.
20. Capítulo veinte.
XX. Otro tagcito.
21. Capítulo veintiuno.
22. Capítulo veintidós.
23. Capítulo veintitrés.
24. Capítulo veinticuatro.
25. Capítulo veinticinco.
26. Capítulo veintiséis.

17. Capítulo diecisiete.

387 44 10
By cloudwxrds

❝ ARMANDO LA VERDAD ❞
• • •

Es de tarde, el sol está a pocas horas de ocultarse, el viento sopla hacia el Norte, la temperatura es templada, las aves viajan en bandada hacia la dirección antes mencionada. La ciudad está tranquila, no hay gente afuera, ni siquiera cyberzombies. Y, de todos los lugares, uno en específico destaca por una extraña luz morada, una aura oscura y humo que salía de ahí. Incluso se podían escuchar susurros y una extraña voz hablando a modo de quejas.

Esa misma vo, se hallaba lanzando maldiciones, gritaba, gruñía, incluso golpeaba alguna que otra pared tratando de cesar su ira. Hasta que se calmó y, posando sus manos sobre una mesa circular de madera, habló en voz baja.

— No lo encuentro, no sé dónde rayos está —dice con una mezcla entre ira y melancolía—. ¿Por qué?, ¿dónde está? —quejaba hasta levantarse y apoyarse en una pared—. No, no, no, no, esto no era como debía suceder, nada de esto debió pasar.

Se lamentaba la persona portadora de dicha voz mientras caminaba en círculos, necesitaba ayuda, obviamente, pero necesitaba a alguien que no hiciera tantas preguntas, quizás a un amigo, o alguien no tan listo. Entonces, como si un regalo fuese, escuchó a alguien ingresar al local donde se hallaba. Rápidamente, cerró el libro de encantamientos, el cual era el que emitía dichas luces y humo, desapareciendo todo aquello.

— ¿Hola?, ¿hay alguien? —llama aquél chico con un par de gallos en su voz.

— Ehm, ¿quién es? —grita la otra voz desde el interior de lo que vendría siendo un almacén de alimentos, dejando el libro en ese mismo lugar y saliendo.

— No soy malo, ¡lo juro! —suplicó el chico levantando sus brazos en señal de paz.

El ser misterioso salió hacia donde se hallaban las mesas, al parecer, era un restaurante el lugar donde se hallaba. Observó a través de la barea que separaba a la cocina de la zona de comensales y habló oculto en ésta.

— ¡Identifícate o muere! —amenazó.

— ¡Vale, vale, vale! —tartamudeó el contrario—. Soy Raptor, no sé si me conozcas, señor, voz rara, emm...

— ¡Mi voz no es rara! —renegó—. Y, vaya, Raptor.

— El mismo, hehe —rió un poco—, bueno, uh, estaba aquí con un chico. No sé si lo has visto. Es un poco bajo, llevaba una sudadera celeste, algo gordito, cara de bebé... Se llama Sparta.

— No, no lo... —respondía, pero decidió mentir, pues un plan pasaba por su mente—. ¡Sí!, sí lo he visto.

— ¡Genial! —grita de emoción—. Es que estaba en el baño, esos burritos sí que llenan, y, bueno, al salir encontré todo este desastre y él se había ido. Ya que lo haa visto, ¿sabes a dónde fue?

— No, pero puedo ayudarte a buscarlo.

— ¡Gracias! —saltó feliz y se acercó a la barra—. Por cierto, ¿quién eres?

— Uh, no, nadie importante —dijo nervioso—. ¡Y no te acerques!

— Vale, vale, lo siento. Y... entonces, ¿me ayudarás?

— Sí, tengo un plan. Ahora sí, acércate un poco al cristal donde van los postres...

El joven de chaqueta roja con diseños de dinosaurio obedeció y caminó hasta donde el otro le pedía, avanzó a pasos lentos, con algo de miedo, ya que no sabía de quién se trataba, y eso no le daba mucha confianza. Se sintió nervioso por lo que ocurriría.

Y sí, acertaron, tal parece que la supuesta cita de Sparta, antes de todo este caos, era nadie más y nadie menos que el señor RaptorGamer, un joven alto y muy risueño, otaku, loco, y fan de las lolis, se había convertido en el amor platónico del menor y había aceptado una cita con él, sobre todo porque él también sentía algo por Sparta.

• • •

Todo comenzó cuando el mayor salía de la universidad, estaba cargando su mochila y una tostada sobre su boca, como esos clásicos animes donde el o la protagonista sale tarde de casa.

Caminó hasta afuera de la universidad, dirigiéndose a una parada de autobuses, pero algo detuvo dicha acción. Alguien le había agarrado de la sudadera roja de dinosaurio que llevaba. Se dio la vuelta para ver quién había hecho eso y su sorpresa fue alegre al verlo.

— ¡Sparta!, ¿saliste temprano de clases? —dijo mirando al menor.

— Sí —respondió en seco—. ¿Cómo te fue?

— ¡Excelente! —dijo con alegría—. Aunque claro, terminar el día con un examen de una hora matemáticas no es de mis pasatiempos favoritos. ¿Sabes?, creo que el profesor me odia.

El menor se aguantó las ganas de reír, pues ya deducía a lo que se refería el de rojo, y que, probablemente, no solo el rojo se hallara en su ropa, sino en su calificación de dicho examen también.

— Yo apenas salgo de la escuela con Flex, dijo que tenía que irse a casa rápido y pensé en... ya sabes, ¿venir a verte? —comenta—. ¡Te-Tengo el resto del día libre!, así que... no sé, ¿quisieras ir a comer algo?

— ¿A cuál KFC quieres ir esta vez? —pregunta entre risas.

— ¡MUY gracioso! —refunfuña haciendo un puchero—. Olvídalo, voy a buscar a Flex.

— No, no, hahaha, perdóname —suplicó terminando de reír—. Vamos a comer algo, yo invito el postre.

— ¡Vale! —aceptó sin dudar.

Ambos cambiaron de ruta, atravesando la parada del autobús y cruzando la autopista para caminar hasta el centro de la ciudad. En el transcurso, Raptor le preguntó al chico si sus padres estaban de acuerdo con que salga a comer. Sparta asintió, ya había planeado todo desde hace varios días, incluso le suplicó a Flex que le ayudara con sus deberes.

Llegaron pronto a un restaurante, uno que no era de lujos, sino uno más sereno y humilde en cierta forma, pero que tenía una fama increíble por su exquisita comida.

Raptor se colocó frente a la puerta y jaló de ésta, aunque no se abría. Emitió una pequeña risa sarcástica y volvió a jalar, tirando de ésta con cierta fuerza.

— Hehe, debe de estar malograda —se excusó.

— O tal vez solo hay que —dijo mientras presionaba la puerta de cristal con su mano, abriéndola hacia adentro— empujar.

— Uh... ¡sí, sí! —replicó—. Ya lo sabía, solo quería asegurarme de que esas neuronas trabajen bien.

— Claro —rió bajo y abrió paso a que Raptor ingresara primero, luego entró él y dejó que la puerta se cerrara sola.

Buscaron una mesa para dos y se sentaron en esa misma, cerca al gran ventanal que les permitía ver a la calle. El local era bastante grande, con muchos comensales comiendo felices, el ambiente rústico y cálido, además de las macetas con plantas. Sonrieron cómodos.

La mesera llegó atendiendo con una sonrisa amable, tomando las órdenes de ambos: de entrada, pidieron un burrito y una sopa; de plato principal, tallarines rojos y una ensalada; de postre, tazones de helado. Sparta fue el más feliz, ya que pagaría menos en esta ocasión.

Comenzaron a charlar acerca de muchas cosas, de la universidad, de la escuela, amigos, amigas, exámenes, casa, pasatiempos, incluso Raptor se emocionó de más con esto último y le contó a Sparta toda la saga de un anime que se había puesto a ver.

— Con razón jalas mate —dijo entre risas al de rojo.

— ¡Eh!, ¡ya te dije que el profe me mira feo! —de excusa Raptor.

Al cabo de unos minutos, la sopa de Sparta y el burrito de Raptor llegaron. Ambos abrieron la boca por el hambre y tomaron cada quien su comida, agradecieron a la chica y comenzaron a comer. Cuando terminaron, se limpiaron con una servilleta.

— Uff, ese burrito sí que era grande —comenta Raptor.

— Glotón —presume Sparta.

— Con esa pancita, eres el menos indicado para decirlo —ríe Raptor.

— ¡Maldito! —maldice el menor golpeando la mesa.

— Hahah, calma, calma —dice el de rojo entre risas—. De tosas formas, eso te hace tierno.

Se quedaron en un silencio incómodo por el comentario. Sparta se sonrojó por ello, y Raptor se puso algo nervioso, y mezclar nervios con un burrito es una pésima idea.

— Raptor... tengo que decirte algo —habla Sparta—. ¡Pero es algo serio!

— Te escucho —respondió con una sonrisa, dirigiendo su mano derecha a su estómago.

— Bueno, ¿por dónde empezar? —tosió para aclarsr su garganta—. Bien, sabes que hemos pasado muchas cosas juntos y, ya sabes, desde hace años que nos conocemos. Eres... un grandioso amigo. Estuviste conmigo en momentos difíciles, momentos felices, tristes, aburridos, raros. No sé, me haces sentir... bien, pero no ese "bien" común como cuando estoy con Mike, o Flex, o Pinky, sino... otro nivel, uno mucho más arriba y... ¿estás llorando?

— ¡N-No, no! —mintió y se limpió una lágrima con su dedo—. Solo son estos burritos, me cayeron pesado.

— Pues ve al baño —dijo aguantando las risas.

— ¡No tardo! —se levantó y salió corriendo hacia el baño.

— Eres un idiota —habló para sí mismo cuando vio que se fue—, y así me gustas.

Ya en el baño, Raptor se miró frente al espejo, después de ocupar el cubículo y asearse, se lavó la cara repetidas veces y realizó uno de esos famosos diálogos de hombre a reflejo, siendo motivador e incluso amenazante consigo mismo. Se animaba diciendo que él podía, que era el momento adecuado. O bueno, casi, pensó tomándose del estómago.

De pronto, escuchó que golpeaban a la puerta para entrar al baño. Gritó que estaba ocupado, pero los golpes siguieron, cada vez más fuertes y desesperados. Volvió a gritar que estaba ocupado hasta que salió y el sujeto ingresó rápidamente. Se veía raro, sin colores y con los ojos blancos. Probablemente estaba borracho.

Volvió con Sparta y notó que en su sopa había en cabello, por lo que exclamó victorioso, asustando al menor.

— ¿Qué rayos? —cuestionó el de sudadera celeste.

— ¡Un pelo! ¿Sabes lo que significa? —hablaba con emoción—. ¡Comida gratis! Ahora vengo —avisó y se fue corriendo a la barra.

• • •

Desde ese momento, no recuerda nada más de lo que pasó después.

Volviendo al presente, Raptor continuó avanzando hasta la barra y asomó la cabeza en la parte rota del cristal de los postres, esperó a que aquél ser con el que estaba conversando se aparezca para ayudarle a buscar a su cita. Sin embargo, lo que recibió fue totalmente lo contrario, una gran sorpresa.

— Espera... yo te conozco —señaló con su dedo—. ¡Eres...!

Un fuerte golpe en la cabeza lo interrumpió.

Raptor perdió el conocimiento y se desmayó.

¡Misión completa!
Dulces sueños.

★ ★ ★

¡Llegó Raptooooor!, aunque, apenas apareció, y ya fue atacado, jsjzjs. Qué malo soy :). Bueno, dos nuevos personajes entraron a la historia.

Prrreguntas: ¿Quién es ese ser misterioso que atacó a Raptor?, ¿y qué es todo eso que hacía con el libro de encantamientos? ¿Qué le pasará a Raptor? Descúbranlo en el próximo capítulo.

Pd: Estaré corrigiendo errores de capítulos anteriores, he visto varias cosas mal escritas, letras, acentos, puntuación, jsjzjs. Hora de arreglar eso para que sea más cómodo el leerlo.

See ya, ladies and gentlemen!

Palabras → 1816.
Hora → 1:03 a.m.
Cartoon → Clarence 👌.

Continue Reading

You'll Also Like

43.2K 7.8K 76
Mientras un joven Peter Quill muere lentamente de hambre en una celda de prisión en el barco devastador de Yondu, aparece otra alma y se fusiona con...
32.6K 1.2K 12
Buenos será un crossover entre kokujin no kensei no ru bnha y jujutsu no kansei
83.8K 10.6K 49
Si yo digo que bailes , tu bailas . Vete a la mierda Jeon , no soy un strip. Historia completamente mía , NO SE PERMITEN COPIAS NI ADAPTACIONES NO...
13.3K 777 15
Naruto: a partir de hoy naruto namikaze ya no existe hoy nace naruto uzumaki no quiero tener un apellido tan asqueroso como el mismo portador ...