•Perdido En Tus Ojos• LS.

By TeamVersatil

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Harry y Louis son dos amigos cercanos. Louis terminan compartiendo un departamento con Harry gracias a que él... More

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Nota.
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H&L
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XLIX
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LI
LII
LIII
LIV
LV
LVI
LVII
LVIII
LIX
LX -Final
Epílogo. ♡
Agradecimientos.
Agradecimientos Informales.
Here We Go Again

XVIII

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By TeamVersatil

Capítulo 18.



—Estás loco si crees que me voy a poner eso —. 

Louis rió con incredulidad.

—¿Por qué no? Dijiste que te gustaban mis diseños —.

—Sí, pero eso es muy diferente a decir que yo me los pondría, no tengo el cuerpo para lucir eso —. Negó sin siquiera pensarlo.

—Sólo por esta vez, no pierdes nada —. Se encogió de hombros.

Louis le dio otro vistazo al traje que colgaba en la mano de Harry.
—Ni loco, usar esa ropa no es mi estilo —. Admitió.

Harry se acercó y meneó el atuendo.
—Anda, sólo por esta vez, nunca nadie ha vestido lo que yo he hecho —.

—¿Y se supone que eso debe convencerme? —. Se burló.

El rizado picó su hombro con un dedo.
—¡Por favor! Intenta sólo la blusa —.

Louis frunció el ceño.
—No me toques —. Dice molesto, picando dos veces su dedo índice en el abdomen de Harry. 

—No te estoy tocando —. Le sonrió y volvió a picar su hombro.

El castaño rió al entender la alusión en sus palabras.
—No te estés haciendo el divertido, Harold —. Le advirtió.

—Yo no estoy haciendo nada, sólo quiero que te pruebes el traje —. Lo volvió a picar con el dedo.

—Te lo advierto, no me estés molestando, te dije que no —. Tomó un trozo de sandía.

Justo cuando lo iba a llevar a su boca, Harry meneó su brazo haciendo que se cayera. Parpadeó mirando la sandía, que tanto le había costado cortar, en el suelo.

—Te lo advertí —. Murmuró.

Y antes de que Harry pudiera defenderse, Louis se levantó, lamió su meñique y lo metió en el oído del más alto.
—Willy mojado! —.

—¡Auch! ¡Louis, eso es asqueroso! —. Harry se alejó con rapidez llevándose una mano a la oreja intentando quitar esa sensación húmeda y desagradable.

El castaño soltó una carcajada, parecía que el hacer maldades era lo que más lo hacía feliz.

Harry lo miró con furtivas miradas mientras colgaba el traje de vuelta en el perchero.

Louis dejó de reír observándolo receloso. Miró con claridad las intenciones ajenas en los ojos esmeralda.

—No te atrevas—. Le advirtió señalandolo con un dedo. Retrocedió un paso golpeado su talón con la orilla del sofá —Ya no tengo 19 ni tú 16, Harry —.

El chico se rió y se acercó con presteza hasta él, comenzando a  atacarlo con cosquillas en el estómago.

Louis cayó sobre el sofá, quedando indefenso ante Harry. El rizado no se detuvo a pesar de las súplicas de su compañero.

Las risas estridentes de Louis llenaron la habitación en un segundo.

—Basta, maldita sea —. Jadeó intentando detenerlo, su voz ahogada en risas.

Lo tomó con fuerza por las muñecas y lo giró en el sofá quedando sobre él. Invirtiendo posiciones.

Harry reía al igual que Louis.
Se miraban mutuamente, recordando aquellos días en la casa de los padres de Niall, cuando eran más jóvenes.

Sus sonrisas se fueron desvaneciendo cuando notaron la cercanía.

Un flashback de aquel beso en la cocina se apareció en ambas mentes con rapidez, llevándose cualquier rastro de comodidad.

Ambos se miraban atentos. Louis recapacitó su posición. Su pierna entre las de Harry, sus manos tomando las muñecas ajenas a ambos lados de la melena rizada, y su camisa rozando la de su compañero ante la fuerza de gravedad. Pero él no fue quien se movió.

Harry fue quien movió sus muñecas logrando que Louis reaccionara y lo soltara. El ojiverde lo empujó sin fuerza por el pecho, él se quitó de inmediato.

Harry realmente no quería volver a caer en la tentación.

La risita que soltó regresó el ambiente a su normalidad, sin tensión.
—Teníamos años sin hacerlo —. Dice divertido.

Louis asintió estando de acuerdo con él.
—No me hacés actuar conforme a mi edad, no lo vuelvas a hacer —. Pero el tono divertido en su voz le quitaba la seriedad.

—¿Actuar conforme a tu edad? —. Se burló el menor.

Louis le golpeó el hombro.
—Sí, Harry, soy alguien maduro ya —. Fingió una voz más gruesa y firme.

Ambos se miraron y soltaron una carcajada. La voz usada por Louis realmente no le quedaba.

—¿Qué quieres comer? —. Preguntó después de que el silencio amenazara en llevarse aquella atmósfera cálida que se había formado.

El castaño lo pensó por unos segundos.
—Pollo frito con ensalada —.

Harry bufó.
—Tú ni siquiera te comes la ensalada —.

—Por eso, para mí el pollo y para ti la ensalada —. Le explicó tomando un pedazo de sandía, lo observó.

—Eso no suena tan mal, podría hacer pollo al vapor, es más saludable —. Volvió su mirada a Louis, quien veía alternativamente entre él y el pedazo de fruta en su mano.

—¿Cómo pueden ser del mismo color? —.

—¿... el qué? —. Harry frunció el ceño, confundido ante la pregunta al azar del mayor.

Louis sacudió ligeramente la cabeza botando el pensamiento del color de los labios ajenos.

¿Por qué mierda estaba pensando en eso?

—No es nada —. Hizo un ademán para después llevarse el trozo a la boca —Iré a pedir el pollo frito —.

—Vale, terminaré de coser la manga e iré a hacer la ensalada —.

Louis asintió y salió del lugar cerrando la puerta detrás de él. Caminó hasta el baño y se encerró. Se recargó contra la puerta sintiendo su corazón latir con fuerza, no había podido calmarlo, sin embargo, sabía manejarlo para no hacerlo notar.

Se llevó una mano al pecho. Él en serio necesitaba ir al cardiólogo.

🔆🔆🔆

Era miércoles, y como cada mitad de semana, los chicos se reunían para acompañar a Zayn en la hora del almuerzo.

Pero aquel día era diferente al resto, pues se cumplían las cuatro semanas del reto que los chicos le habían impuesto a Harry.

Zayn, Liam y Niall sacaron sus carteras despacio, vacilando mientras las abrían.

—Esto es trampa —. Dice el irlandés cuando le entregó el dinero a Harry.

—De seguro se pusieron de acuerdo —. Zayn los acusó mientras deslizaba el billete por la mesa.

—Debimos apostar otra cosa —. Bufó Liam dándole las quinientas libras. 

—Son unos malos y jodidos perdedores —. Louis se burló —No nos pusimos de acuerdo, simplemente que tenemos una relación de respeto mutuo, por eso pudimos lograr convivir juntos —. Aclaró.

—Zayn y tú deberían llevar una relación de respeto mutuo también, así como ellos —. Niall se dirigió a Liam.

El chico asintió.
—Eso es lo que tenemos —. Aseguró.

El irlandés bufó con una sonrisa, riéndose de algo que al parecer nadie había captado.

—¿Y qué piensas hacer con el dinero? —. Zayn preguntó haciendo que todos desviaran su atención de Niall.

Harry se encogió de hombros.
—De hecho ya tengo en qué gastarlo —.

Louis frunció el ceño.
—¿Lo tienes? —.

El rizado asintió con una sonrisa apretada que marcaba sus hoyuelos.

—¿En qué? —.

—Es secreto —.

El jadeo ruidoso de Niall tomó la atención del resto.
—Ya estoy harto de secretos, somos amigos ¿Por qué tiene que haber secretos? —.

—Buen, punto —. Zayn concordó con él.

Niall lo miró con los ojos entrecerrados.
—Tú ni hables, que sigues manteniendo tu relación con Liam en secreto —. Lo acusó.

El morocho resopló.
—Ya te dije que a mí no me gusta Liam, ¿por qué no te resignas? —.

—¿Por qué eres tan mentiroso? —.

Y mientras ellos discutían varias preguntas aparecieron en la cabeza de Louis.

¿Por qué Niall no insistía en que Harry y él estaban también en una relación después de aquella prueba tan sólida que se pudo mal interpretar? ¿Acaso no los había visto en realidad?

Bufó para sí mismo. Niall no sería esa clase de persona que desaprovecha algo así.

¿Entonces por qué pretendía que no había visto nada?

—Niall, ya deja de molestarlos, los vas a hacer sentir incómodos —. Harry intentó detener la discusión. Louis sonrió.

Lo miró. El rizado observaba la situación casi con preocupación, a pesar que él sabía que esas discusiones no pasaban de preguntas e insultos leves. Harry siempre había sido así, por fuera era fuerte y si fruncía el ceño hasta podría darte miedo con todos esos músculos y altura, pero la realidad era muy diferente. Harry era suave, cálido, y amoroso hasta la médula. Primero se dañaba a sí mismo antes de dañar a alguien más, era aquello lo que siempre había molestado a Louis.

—No te preocupes, te va a doler la cabeza por una tontería—.

Harry giró la cabeza para encontrarse con los ojos cerúleo mirándolo.

—Nunca sabes si puede pasar a más —. Se encogió de hombros.

—Y si pasa entonces déjalos que se golpeen, a nadie le importa —.

—Yo soy nadie —. Dice divertido.

La respuesta de Louis fue interrumpida por el celular del rizado.

—Oh, ya es hora de que me vaya —. Suspiró poniéndose de pie.

—¿Tan rápido? —. El castaño murmuró. El tiempo se le había ido volando.

—Siempre me voy a esta hora —. Dice algo confundido por la actitud del mayor. Louis asintió, intentando parecer indiferente —¿Crees que puedas ir al mercado a hacer las compras? —. Le tendió un billete. —Prometo hacer lo que quieras de comer —. Dice antes de que el castaño retobara.

Louis ni siquiera lo pensó mucho.
—Hecho —. Tomó el dinero.

Los chicos se despidieron del rizado con un movimiento de mano cuando él les dijo que era hora de irse.

—Te veo más tarde —. Le sonrió y Louis asintió.

Siguió con la mirada al ojiverde hasta que lo perdió de vista cuando salió del lugar.

Se giró encontrando las tres miradas de sus amigos sobre él.

—¿Qué? —. Soltó volviendo a prestarle atención a la hamburguesa a medio comer frente a él.

—Parecen esposos —. Se burló Zayn —Ya ni siquiera Eleanor pudo hacer que fueras a la tienda por un mísero aderezo —.

Niall le soltó un codazo por debajo de la mesa. Lo miró enojado y negó ante lo que había dicho. Pero, para su sorpresa, a Louis no pareció afectarle el nombre de su ahora ex-novia, de años.

—Es lo menos que puedo hacer, ni siquiera lo he ayudado con la renta —. Admitió —Además me va a hacer comida —.

—Abuso —. Zayn dice entre carraspeos ganándose risas por parte de Liam y Niall.

Pero Louis no lo insultó, al contrario de eso, lo dejó pensando.

🔆🔆🔆

Salió del restaurante de comida rápida y pudo divisar a Niall abriendo la puerta de su coche. Ese era el momento, no se iba a quedar con la duda.

—¡Niall, espera! —.

El irlandés alzó las cejas y cerró la puerta del auto viendo al castaño acercarse.

—¿Pasa algo? —.

—Necesito... preguntarte algo —. Niall lo miró expectante. Se aclaró la garganta y miró a todos lados menos al ojiazul frente a él —¿Por qué...por qué tú, hum, no has dicho nada sobre lo que miraste el otro día en la cocina de Liam? —.

Un par de segundos pasaron hasta que el irlandés respondió.
—¿De qué hablas? ¿Qué se supone que ví? —.

Louis se encontró con los ojos azules.
—Ya sabés... —.

—No sé —.

Jadeó desesperado.
—El beso —.

—¿Un beso? —. Dice confundido.

—¡El beso entre Harry y yo! —.

—Aaah, ese beso —. El chico rió y se encogió de hombros —Han comprado mi silencio —.

Ahora el confundido fue Louis.
—¿De qué hablas? —.

Niall vaciló un poco.
—Harry me compró el palo de golf que quería a cambio de que hiciera como que no sabía nada —.

Hubiera esperado cualquier cosa, menos aquello.

—¿Qu-qué?¿Harry? —.

—Dijo algo así como que si yo hablaba tú te ibas a poner peor, pero supongo que las cosas ya se arreglaron entre ustedes, ya se sentaron juntos de nuevo —. Sonrió con complicidad.

—No sé qué ideas locas pienses, pero no hay nada de eso entre Harry y yo... solo fue un accidente —.

—Uy, yo también quiero tener un accidente así con Shawn Mendes —. Se burló.

—Es en serio lo que te digo, nosotros somos amigos —.

El irlandés suspiró.
—Solo te diré que tienes que aprender a ver con otra perspectiva las cosas, Louis, todos somos diferentes, todos hacemos tonterías diferentes —.

—¿De qué hablas? —.

Niall se encogió de hombros.
— Ya me voy —.

Fue lo último que le dijo antes de subirse al auto y dejarlo confundido. Ni siquiera había entendido del todo a qué se refería el irlandés.

Suspiró volviendo a pensarlo, Harry había sobornado a Niall por él.

🔆🔆🔆

Cuando llegó al supermercado se bajó del auto con una solo idea en la cabeza.

Iba a cocinar para Harry, nunca lo había hecho, así que esperaba que el rizado lo apreciara.

Buscaba recetas en internet mientras ponían en el carrito todo lo que estaba en la lista que le había enviado Harry.

Absolutamente todas las recetas lucían complicadas para alguien como él que no sabía ni hace un pancake regular.

De alguna manera se sentía emocionado. Nunca había hecho una comida completa en su vida, siempre hacía cosas básicas o comida congelada.

Al final se decidió por hacer un pescado empapelado con salsa de piña y mostaza, en la foto lucía delicioso que, aunque odiaba la mostaza, hasta a él se le había antojado. Además, era el tipo de comidas saludables que Harry consumía.

Llegó al departamento con una gran sonrisa, aún faltaba una hora y media para que el rizado llegara, y el tiempo de la receta era de 30 minutos, así que realmente no le importó tomarse su tiempo guardando las cosas en la alacena -cosa que jamás había hecho-.

Comenzó a preparar todo, incluso puso música y tarareaba la letra al ritmo. Todo le estaba saliendo de maravilla -según él-.

Terminó la preparación y lo metió al horno, el cual incluso recordó que tenía que precalentar. Se sentía en una competencia de MasterChef.

Limpió la cocina rápido, pues cada vez la hora de llegada de Harry se acercaba más. Si sus cálculos no fallaban, el pescado estaría uno o dos minutos antes de que el rizado cruzara la puerta.

Pero no fue así. El pescado estuvo, pero Harry ya tenía veinte minutos de retraso.

Louis observaba la charola plateada frente a él cuando su celular vibró sobre la barra. Corrió por él, pero cuando miró el mensaje de Harry, el poco entusiasmo en su cuerpo se fue.

Harry:
Louis, iré a cenar con Tom Holland, prometo mañana hacerte la comida que quieras!

No supo identificar aquél malestar en el pecho, pero fue el causante de que su orgullo se sintiera herido y tirara la charola con comida a la basura.

Sentía tanto enojo. Había aguantado el hambre por nada, había cocinado por nada, incluso había hecho dos jarras de agua de jamaica, una sin azúcar y otra con azúcar, por nada.

Tomó las llaves y salió del departamento dando un puertazo. Lo único que se le ocurrió fue ir a la pizzería que estaba cruzando la calle.

Pidió la pizza más grande que había y al no haber lugares vacíos en la pizzería, se sentó donde un hombre que bebía un refresco y miraba su celular, estaba sentado.

Ni siquiera le pidió permiso.

—Si quiere, puede agarrar —. Murmuró tomando un trozo grande mordiéndolo con fuerza.

El hombre mayor, de barba oscura al igual que sus ojos, le dio un vistazo y tomó un trozo en orden a cobrarle el asiento al joven frente a él.

—Gracias —. Louis ni se inmutó a mirarlo. Estaba absorto en sus pensamientos —¿Pero por qué compras esta pizza tan grande? no creo que la puedas terminar —. Intentó hacer conversación.

—Ustedes no sabe hasta cuánto puedo comer cuando estoy enojado —. Murmuró molesto.

—¿Y por qué estás enojado? —. Pregunta con amabilidad.

Louis bufó, qué más daba que aquel extraño supiera, lo único que necesitaba era desahogarse.

—Hice comida, limpié, guardé las cosas, le hice incluso agua de jamaica, sin azúcar como le gusta ¡Y resulta que se fue a cenar con otro! Yo sólo quería agradecerle por su amabilidad hacia mí, pero se fue y, y... estoy tan molesto que tiré todo y me vine a comer pizza —.

El hombre sonrió.
—Ah, esos celos son muy malos compañeros, muchacho —. Dice con gracia.

Louis frunció el ceño.
—Oh, no, no, no son celos, es sólo que- —.

—Incluso tiraste la comida porque tu chica se fue con otro a cenar, muchacho. Mírame, sé lo que te digo —. Habló con sabiduría.

El castaño rió, incrédulo.
—No, usted no lo comprende, no es mi chica- —.

—Oh, eso lo confirma aún más, estás celoso porque la puedes perder —.

—¿Qué? No, no es una chica, es un amigo, hombre, no mujer —. Le aclaró.

Sin embargo, el hombre no se inmutó.

—¿Y cuál es la diferencia? La comida sigue en la basura. Son celos —. Se encogió de hombros.

Louis se rió y negó mientras la sonrisa en sus labios se iba desvaneciendo al ver que el anciano frente a él no se reía, no lo estaba diciendo de broma.

Negó mientras desviaba la mirada.
—No, somos... no... no —. Dice con simpleza, intentando volver a reír.

Pero le fue imposible. La duda ya estaba dando vueltas en su cabeza.

¿Estaba celoso?

Pero sus celos hacia Eleanor eran diferentes, no se sentían como lo que estaba experimentando en ese momento. Definitivamente no podían ser celos, no, él los conocía. ¿O no?










××××

¿Qué pensaron? ¿Qué iba a usar El chicken stuffed with mozzarella wrapped in parma ham with a side of homemade mash potatoes para que lo tirará a la basura? Pues no mis cielas xdxd.

 


×Gracias Por Leer<3×

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