"No quiero ir a la escuela"
Es el primer pensamiento que se me viene a la cabeza cada mañana, pero aunque lo desee con todas mis fuerzas, mi hermosa y "comprensiva" madre no me apoya.
-¡Ma.... Puedo faltar solo por hoy!. -grito desde mi cama esperando a que ella lo escuche.
-¡Claro y si quieres luego te vas a París! -adoro el sarcasmo de mi madre. -¡Ya me voy, llegas temprano a la escuela y que ni se te ocurra faltar!. -grita desde abajo y a los pocos segundos la escucho cerrar la puerta.
-¡Odio la escuela!
Luego de arrastrarme al piso, bañarme y ponerme mi ropa... obviamente, salgo para la escuela.
«¿Y el desayuno?»
¡Mi desayuno! Tengo que tomarlo.
«Pero ya es muy tarde»
Cierto, si tomo es desayuno llegaría tarde, la profesora tal vez no me deje pasar, me baje puntos, me lleve a dirección por mis recurrentes tardanzas...
¡Voy a tomar mi desayuno! ¿Sabían que el desayuno es la comida más importante del día?
•••
-Hola, Kai.
-¿Qué haces aquí? Espera, no me digas... Llegaste tarde. -dice y asiento.
-¿Y tú? -pregunto desde mi recurrente asiento de la dirección.
-El profesor me mandó a entregar estos papeles. -dice y luego de decirle unas pocas palabras a la secretaria, deja los papeles. -Ya tengo que volver a clases, te veo luego.
-Okey... Y cuidado con ese profesor, hay rumores que es un mañoso.
-Okey... Bye.
Luego de nuestra maravillosa despedida, sé abre la puerta del director.
Y no adivinan quién sale de ahí.
La persona que más quería encontrar.
Me paro inmediatamente de mi asiento y me adelantó justo antes que el director hable.
-Hola, rubia. Necesitamos hablar. -me acercó a ella y prácticamente la sacó arrastrándola. No sin antes despedirme del director. -Luego lo veo, y ande pensando en mi castigo. ¡Qué sea uno no muy fuerte, please!
-Tenemos que hablar. -le digo apenas salimos de la dirección.
-Primero: ¿Quién rayos eres?. -dice mirándome de manera despectiva.
«¿Qué le pasa? Ella no parecía de ese tipo de chicas.»
-La otra vez en los casilleros... Tu... -comienzo a decir pero una llamada proveniente de su celular me detiene.
-Hola, si estoy aquí. Y al parecer una niñita tonta quiere hablar contigo. ¿No sabía que tenías este tipo de amigas?.-le habla a la persona detrás del teléfono mientras sigue con esa mirada. -...Okey. Bye.
Corta la llamada y extiende su mano.
-Tu celular. -se lo doy.
La verdad no sé porque se lo doy. ¿Qué idiota da su celular solo porque alguien desconocido se lo pide?
Si esa idiota soy yo.
-Ahí te apunte el número de la persona con la que quieres hablar. No me molestes, ¿Okey?. -dice y se va.
¿¡Qué mierda acaba de suceder!?
-Ahora si no me vas a ignorar. -escucho he inmediatamente me comienzan a arrastrar.
-Suéltame, Luke.
-No.
•••
-¿Ahora sí me puedes decir que quieres?. -digo ni bien me suelta.
-¿Por qué me colgaste la llamada? -¿Y por eso me arrastró hasta aquí?
Maldito psicópata.
-¿Es enserio?-asiente. -Te colgué porque tenía cosas mejores que hacer. ¿Feliz? Adiós.
-Espera... No te voy a preguntar más y no me voy a molestar por haberme dejado plantado, porque supongo que no leíste mi mensaje.
Esto es raro... ¿Estará enfermo?
Eso es lo más lógico.
-¿Estás bien? ¿No te detectaron una enfermedad terminal o algo así? Osea, estaría feliz de no volverte a ver, pero no creo que sea para tanto, ¿O si? Si quieres te puedo acompañar a la enfermería si no te sientes bien. Hace tiempo tenía un gato que estaba actuando raro y pensé que era porque había comido mucho y al día siguiente se murió. Lloré mucho.... ¿Alguna vez se te murió un gat....
-Callate. -dice justo cuando tapo mi boca con su mano.
«¿No crees que está muy cerca»
Cierto, ¿Por qué siempre se acerca así?
-Mdjxismxnsldoxh. -trato de hablar pero lo único que logró es que Luke sonría.
Linda sonrisa, nunca la había visto.
-Toma, y no digas nada luego. -dice haciendo que ponga una cara de confusión.
Luke deja una pequeña bolsa celeste en el suelo, me suelta y da la vuelta para irse dejándome parada como sonsa.
¿Qué le pasa a este chico hoy?
Miro el suelo dónde se encuentra la pequeña bolsa sospechosa.
Me agachó para abrirla y encuentro un pequeñito pastel de fresa.
¿Por qué Luke está haciendo esto?
Espera... ¿Por qué me gustó su sonrisa?
¿Qué mierda acaba de pasar?
•••
Vuelvo al aula con el pastelito rosa en la mano sin dejar de mirarlo.
Aún se me hace raro que Luke me halla dado un pastelito.
Al alzar la mirada me percató que Chase está en la puerta de un aula conversando con...
¡La rubia!
Espero que esta vez no se comporte raro. Y también quiero hablar con Chase, siento que fue hace años la última vez que hablé con él.
Me acerco a ellos y al estar a unos pasos de llegar la rubía se da cuente de mi presencia haciendo que Chase también lo haga. Lo extraño es que ambos cambian su expresión al verme, lo cuál me hace sentir incómoda.
«Creo que es mejor no acercarse a ellos por ahora»
Dejo de mirarlos y sigo mi camino pasando al lado de ellos.
Pero cuando creí que ahora sí ya no podría pasarme algo típico de una vieja telenovela mexicana....
-¡Amor! Parece que te gustó el pastelito que te compre. -exclama Luke apareciendo delante mío. -Hola, primito. -da una mirada a Chase quién está detrás mío y lo siguiente que hace me deja helada.
Me da un pequeño beso en la mejilla muy cerca de mis labios, y la cosa no queda ahí. Soy cogida del hombre y obligada a darme la vuelta en dirección de Chase quién sigue parado al lado de la rubia pero ahora con la mirada fija en nosotros.
Chase estaba con la mirada seria.
La rubia tenía como una mirada... No sé cómo podría describirla.
Y Luke... No podía mirar su rostro por la posición y la forma en la que me tenía parada.
Pensé que luego de este incómodo silencio, sería Luke quien primero abriría su bocota, pero me equivoqué...
-¿Enserio piensas seguir con esto, Emma?.
¿Ah? ¿A qué diablos se refiere Chase?.
-Ya sé que sabes todo sobre la apuesta.