[mx] 30 oneshot challenge; wo...

By xuncontrol

4.9K 563 239

Ideas difusas de un alma desgraciada plasmadas en treinta cachitos narrando las aventuras y desventuras de mi... More

《Introducción 》
-Day 01-
-Day 02-
-Day 03-
-Day 04-
-Day 05-
-Day 06-
-Day 07-
-Day 08-
-Day 10-
-Day 11-

-Day 09-

214 26 47
By xuncontrol

# Going out with friends.
-

Hacía alrededor de dos meses que MinHyuk había terminado su relación con HyunWoo. Su ruptura amorosa no era un tema del cual el rubio se sintiera capaz de hablar, de hecho, odiaba hablar de ello, porque no importaba cuánto hubiese llorado aquella noche que encontró a su novio revolcándose con otro chico en la misma cama en la que le había hecho el amor incontables veces a él, volvía a llorar igual o más.
MinHyuk se sentía profundamente herido, no lograba entender en qué había fallado como novio para orillar a HyunWoo a hacer algo así, si él siempre intentó dar lo mejor, y aún así, parecía que su amor no había sido suficiente.

Sus amigos se sentían cada vez más angustiados por el rubio, quien pasó de ser la vitamina del grupo a ser un cachorro ojeroso y taciturno. Siempre parecía fuera de sí, no ponía atención en el trabajo, y estaba perdiendo peso con una velocidad alarmante.
Sabían que debían actuar rápido o ese chico terminaría muriendo de pura tristeza.
Fue por eso que un viernes a las 8:30 p.m., hora en que la librería en la que MinHyuk trabajaba cerraba, dos chicos le esperaban afuera.
KiHyun y HyungWon habían estado unidos como gomas de mascar en su zapato desde el primer semestre en la universidad. Los tres eran inseparables, tanto así, que incluso luego de graduarse, haber conseguido empleos totalmente distintos, e incluso HyungWon estando casado y con un bebé en camino, siempre se hacían tiempo una vez a la semana para salir sólo ellos tres como cuando eran jóvenes universitarios.

—¿Qué hacen aquí?, no acordamos salir hoy —dijo un MinHyuk notablemente confundido al ver a aquel par, de pie frente a él una vez salió del establecimiento.
—Bueno, digamos que nuestra cita dominical se recorrió para hoy —comentó HyungWon, quien aún llevaba su elegante y costoso traje. HyungWon trabajaba en una firma de abogados bastante respetable en la ciudad, y era el mejor acomodado de los tres, aún así, el chico seguía siendo el mismo de siempre, el dinero no lo había cambiado en absoluto, y sus amigos agradecían eso.
—¿Y puedo saber por qué recorrieron nuestra cita dominical para hoy, sin consultarme? —preguntó de nuevo, mientras era arrastrado por aquel par hacia el auto de HyungWon; era el único que tenía uno.
—Porque hoy se presenta Monster X, en este club que no recuerdo cómo se llama, pero muchas bandas underground van ahí —KiHyun respondió, notablemente emocionado. KiHyun era fanático de aquella banda cuyo nombre y música MinHyuk en la vida había escuchado—. Y quería compartir la experiencia con ustedes.

Claramente aquello era una excusa. KiHyun podría haber ido solo, o con alguno de sus ligues, pero el plan era hacer algo divertido, algo fuera de su habitual ida al café al mediodía. KiHyun pensó que alocarse un poco por una noche en mucho tiempo no les haría daño, y ayudaría a MinHyuk a salir de esa tóxica rutina en la que se había enfrascado tras su ruptura.

—Chicos, estoy cansado, de verdad, sólo quiero ir a casa, ducharme, cenar mi cena congelada y acurrucarme con Dambi a dormir —decía con pesadez, pero fue como si le hubiese hablado al poste de luz que a un par de metros estaba, pues ni uno ni otro le hizo caso, y lo empujaron dentro del auto.
MinHyuk realmente estaba tan cansado como para siquiera forcejear, o protestar.
—Nada de eso, hoy es nuestra noche y lo pasarás en grande —aseguró KiHyun al colocarle el cinturón de seguridad en el asiento del copiloto y cerrar la puerta para ir a treparse en el asiento trasero.

*

El club se encontraba inesperadamente abarrotado para sorpresa de MinHyuk, por lo que pudo apreciar, eran diferentes bandas de rock las que se estaban presentando, ¿desde cuándo a KiHyun le gustaba el rock?, no lo recordaba, pero tampoco quiso pensarlo demasiado, y se dejó arrastrar por HyungWon hacia la barra que al otro extremo del recinto se encontraba.
El abogado de mirada perezosa pidió dos vasos de cerveza, y aunque MinHyuk dudó un poco, al final aceptó la bebida que su amigo le ofrecía con una sonrisa.
—Sabes que lo hacemos por tu bien, ¿no es así? —preguntó HyungWon en voz alta, intentando hacerse escuchar por sobre los gritos emocionados del público frente al escenario donde un grupo tocaba efusivamente—. Nos preocupas, Min.
—Lo sé..., y lo lamento. Sé que es difícil para ustedes verme en este estado, para mí también lo es... Odio mirarme al espejo y escuchar esta voz en mi cabeza diciendo lo inservible que soy, lo reemplazable que soy, lo idiota que soy por haberle dado cinco años de mi vida a alguien que me cambió tan fácilmente y lo único que pudo decirme fue "Vete a casa". No le merecí siquiera una excusa —la voz de MinHyuk se quebró, nuevamente iba a llorar, y HyungWon se apuró a abrazarlo. Sabía que para MinHyuk aún era difícil, HyunWoo había acabado con toda su autoconfianza.
—Es un idiota, nunca te mereció —dijo en voz baja, acariciando su espalda—. Por eso es momento de que continúes, no puedes continuar así. Ahora eres libre de él, deberías sentirte feliz —agregó, y el rubio asintió con suavidad, apartándose con una tenue sonrisa mientras limpiaba sus mejillas húmedas con la manga de su sudadera.
—Lo siento, ensucié tu carísimo saco —bromeó, y HyungWon negó con una divertida sonrisa, revolviéndole el cabello.

Hasta el momento ninguno de los dos parecía preocupado sobre dónde podría estar KiHyun, quien de pronto desapareció, y no fue sino hasta casi diez o quince minutos más tarde que volvió casi que corriendo, tomando las manos de ambos con urgencia para arrastrarlos consigo hacia el cúmulo de personas.
—¡Ya van a tocar! —exclamó emocionado.
MinHyuk echó un vistazo al escenario y se encontró con un grupo distinto al que momentos atrás estuvo tocando.

«¡Buenas noches, gente!, somos Monster X, y este es nuestro más reciente sencillo; pero antes les aviso que estaremos vendiendo copias de nuestro nuevo álbum al terminar el show.»

Algunos en el público rieron ante la forma en que el simpático vocalista se preparó para comenzar a cantar, pero luego dar aquel otro aviso, y finalmente, el espectáculo comenzó.
MinHyuk nunca había sido fan de ese tipo de música tan ruidosa, pero la energía que el vocalista desprendía mientras cantaba y tocaba la guitarra le mantuvo bastante entretenido. El ritmo de sus canciones era particularmente pegajoso, y en algún momento se encontró siendo contagiado por el buen ánimo de KiHyun y el resto de los presentes, que saltaban y coreaban algunas partes que continuaban repitiéndose en las canciones.
Había pasado tiempo desde la última vez que MinHyuk se sintió así..., tan vivo, tan eufórico y feliz. Gritó hasta que su garganta dolió, porque descubrió que con eso su cuerpo se sentía menos tenso, estaba descargando todo con lo que por dos largos y dolorosos meses había estado cargando solo.

Esa noche iba a ser la última noche que HyunWoo le doliera. Lo había decidido ya. Quería volver a ser feliz.

*

—¡Eso fue malditamente genial! —chilló KiHyun una vez el show de Monster X hubiera terminado, su voz estaba ronca tras tanto gritar.
—Fue bastante divertido —admitió MinHyuk con una amplia sonrisa, y sus dos amigos parecían estar bastante complacidos—, ahora entiendo por qué morías por verlos, son realmente buenos.
—¿¡Estás de joda!?, ¡hermano, son geniales! —HyungWon y MinHyun rieron, al parecer el alcohol se le empezaba a subir un poco al más bajo del trío dinámico, y eso sólo se confirmó tres vasos de cerveza más tarde, cuando este hubiera terminado vomitando en los zapatos del abogado.
HyungWon se hizo una nota mental: no volver a salir a beber con sus ropas de trabajo.
—Este tonto parece que alcanzó su límite, lo llevaré ya a casa, ¿quieres te dé un aventón también? —preguntó mientras sostenía a KiHyun para evitar que fuese a caer.
MinHyuk por su parte parecía bastante sobrio, quizás porque casi no había bebido nada aparte del primer vaso que HyungWon le ofreció.
—No, tranquilo, tomaré un taxi, tu mujer debe estar preocupada —dijo y el contrario asintió no muy seguro de dejarle ahí—, anda, vete ya, le das saludos a MinJi de mi parte.

Cuando HyungWon y KiHyun salieron de ahí, MinHyuk suspiró, frotó su rostro y se dispuso a abandonar el lugar. Sin embargo, tal fue su sorpresa al encontrarse a quien menos hubiese deseado encontrar en la entrada de aquel club.
Sus miradas chocaron, aunque de inmediato Min desvió la vista, y apresuró sus pies para salir de allí y alejarse de él..., del objeto de sus desdichas y más dolorosas penas.

—MinHyuk espera, por favor —le llamó al alcanzarle para sostener una de sus manos, obligándolo a detenerse.
—Por favor, suéltame, HyunWoo —dijo el rubio en voz baja, pero intentando sonar lo más firme posible; no iba a permitirse llorar frente a él y sus estúpidos amigos.
—No, si lo hago escaparás, y necesito hablar contigo —aseguró, MinHyuk forcejeando por soltarse de aquel agarre que HyunWoo apretaba cada vez más.
—Yo no tengo nada que hablar contigo —insistió—, y aunque lo hubiera, no planeo hablarlo contigo en este lugar, así que por favor suéltame ya —su voz sonaba más firme, más segura, y sorprendentemente, cargada de rabia.
—Min, cachorrito, no sabes cuánto te he extrañado, podemos hablarlo, yo te amo, MinHyuk —una mínima parte de sí quiso creer en las palabras de aquel alto moreno frente a él, pero otra, la más razonal, le hizo llevar su mano libre al antebrazo ajeno para tratar de apartarlo.
No caería.
—¡Mentiroso! —explotó—, ¡eres un maldito mantiroso!, ¿crees que por venir con palabras bonitas voy a caer por ti como cada vez?, se acabó, HyunWoo, acéptalo, no volveré con un cerdo como tú, no me rebajaré de nue...
No logró terminar su oración cuando la pesada mano del mayor chocó contra una de sus mejillas.
—Esto se acabará cuando yo lo decida, MinHyuk, eres mío te guste o no, podrás ignorar mis llamadas y mensajes, pero sabes perfectamente bien que siempre te voy a encontrar. ¿Pensaste te iba a dejar ir tan fácil? —los ojitos de MinHyuk se cristalizaron, y el pánico comenzó a apoderarse de él. Recuerdos de innumerables noches en las que el mayor le golpeaba hasta el cansancio sólo porque MinHyuk insinuaba que le era infiel sin siquiera tener pruebas, y después se lamentaba, y se odiaba por desconfiar de él, que era tan bueno y amoroso, y aceptaba el que lo castigara así por ser una horrible persona.

Sus amigos muchas veces intentaron convencerlo de que debía dejarlo, pero MinHyuk lo amaba.
Hasta esa noche en que sus sospechas se confirmaron, y supo que había sido un idiota por haberse dejado manipular tanto tiempo por él.

—Vámonos —ordenó, tomando un puñado de sus cabellos para tirar de él.
—No quiero, suéltame —pedía entre sollozos, dando tropezones mientras era arrastrado bajo la mirada angustiada y curiosa de varias personas que no se atrevían a involucrarse, nadie quería meterse en problemas ajenos después de todo.
—¡Eh!, te está diciendo que lo sueltes —una tercera voz se hizo escuchar; MinHyuk se sintió aliviado.
—¿Y tú quién te crees que eres para meter tus narices dónde no te llamaron? —espetó HyunWoo al detener sus pasos para encarar al sujeto aquel—, ¿o es que se conocen? —agregó enseguida con notable recelo, antes de tirar de los cabellos del menor para obligarlo a mirarle—, ¿¡lo conoces!?, ¿acaso ahora te estás revolcando con él?
MinHyuk negó de inmediato, pero su salvador no pareció estar en el mismo canal.
—Si así fuese no es asunto que te incumba, él estaba solo —decía mientras acortaba de forma tentativa la distancia hasta alcanzarle—, y te lo ha dicho ya, no le interesa volver con un hijo de puta como tú —sus palabras volaron junto con su puño, estampándolo al centro del rostro impropio con la clara intención de romperle la nariz.

MinHyuk se zafó del agarre, sin embargo, enseguida se vio sujeto de nuevo, aunque por la mano de aquel extraño que hasta ese momento reconoció como el vocalista de aquel grupo que a KiHyun tanto le gustaba.
Lo arrastró consigo hacia el pequeño stand afuera del club donde sus compañeros de grupo  vendían sus discos, y quiénes no se habían atrevido a hacer nada, hasta que el vocalista salió del club y no dudó en ir a socorrer al rubio muchacho.
HyunWoo quedó tirado en el suelo con la nariz sangrando mientras gritaba sabría quién sabe qué improperios.

—Dame las llaves de la furgoneta —pidió el vocalista a uno de sus compañeros, un chico de ojos muy rasgados y mejillas rellenitas que si MinHyuk no mal recordaba, era el baterista de la banda—. Lo llevaré a casa.
—Espera, ni siquiera lo conoces, ni sabes si él quiere que lo lleves, ¡mira cómo de asustado está el pobre! —alegó el baterista, pero al pelinegro parecía no importarle lo que su compañero dijera.
—JooHeon, dame las jodidas llaves.
—Oye, no hace falta... puedo coger un taxi —dijo MinHyuk, y el chico que sostenía su muñeca le miró con el ceño fruncido. ¿Estaba molesto?, ¿con él?, ¡pero si él era la víctima aquí! 
—No puedo dejarte ir solo, no es seguro, no cuando ese condenado psicópata puede aparecerse en tu casa y entonces las cosas serán peor para ti.

No iba a negar que el razonamiento del vocalista tenía sentido, HyunWoo sabía dónde vivía, y no sería la primer vez que lo buscara e intentará entrar a su departamento forzando la puerta. Ya lo había hecho anteriormente, a pesar de sus intentos por cambiar cerrojos una y otra vez.
HyungWon le había dicho que él podía hacerse cargo de manera legal para enviarlo a prisión, pero MinHyuk, con ese enorme y bobo corazón suyo, se negaba continuamente porque no quería arruinar la vida del chico que amaba... aunque fuese un hijo de puta.

—¿Y cómo sé que tú no eres también un condenado psicópata?, mírate, tienes toda la pinta —replicó al barrerle de pies a cabeza con la mirada: botas negras, pantalones rotos, camiseta negra con el logo de AC/DC estampado al frente y una chaqueta de cuero —aunque realmente era piel sintética, estaba en contra del maltrato animal, pero eso Min no lo sabía—.
—¡Yah!, ¿cómo te atreves a hablarle así luego de que te ha salvado?, ¡sé más agradecido, imbécil! —escupió rabiosamente un muchachito de cabellos castaños tras el stand. JooHeon pronto lo detuvo para evitar que se lanzara encima, conocía a su explosivo compañero y era mejor evitar más líos.
—Chang, tranquilo, es normal que el chico desconfíe... aunque es ofensivo que nos catalogue como condenados psicópatas por nuestra apariencia —dijo ese tal JooHeon, quien vestía de forma similar al vocalista y al otro chico.
Okay, tal vez no debió juzgarlos así.

—¡MinHyuk, maldita zorra, regresa aquí!, ¡esto no se quedará así! —escuchó gritar a HyunWoo quien trataba de ir hacia ellos aunque sus amigos intentaban detenerlo.
El vocalista lo miró, y seguidamente observó al rubio quien casi que por inercia pareció ocultarse tras su fornida figura, como un cachorro asustado.
—Entonces, ¿volverás solo? —cuestionó, y MinHyuk sin dudarlo más, negó repetidas veces—. Eso pensé. Heon, dame las llaves.

*

El camino al hogar de MinHyuk fue silencioso e incómodo, Min no sabía qué decir, y el pelinegro aquel tampoco parecía tener intención de querer hablar. Y eso le resultaba curioso, ¿cómo era que no estaba atacándolo con preguntas sobre su relación con HyunWoo?, cualquier otro podía estar haciéndolo.
Su mirada se perdió en el camino, y de pronto, cierto nerviosismo le atacó..., ese no era el camino a su casa.
—Uh, disculpa... esta no es la dirección que te dije —musitó con una nerviosa sonrisa.
Joder, después de todo sí era un condenado psicópata.
—Lo sé.
—Oh, lo sabes...
—Vamos a mi casa.
—¿Me vas a secuestrar?, porque de verdad, no llevo mucho conmigo encima, y mis padres no tienen dinero para un rescate, a menos que quieras vender mis órganos al mercado negro...
—Oye, ¿podrías cerrar la boca?, no me dejas escuchar y esa canción me gusta —repuso el vocalista al tiempo en que alcanzaba el radio para subir el volumen mientras MinHyuk se encogía nervioso en su sitio.
Diosito, soy yo otra vez... —pensó.

*

Al llegar al departamento del vocalista, MinHyuk no sabía qué le esperaba, pero el chico no parecía tener intenciones extrañas, pues una vez entraron, se sacó la chaqueta para lanzarla a uno de los sofás mientras se perdía por un pasillo.
—Si tienes sed, o hambre, puedes tomar algo de la nevera —se escuchó desde algún lugar del apartamento, aunque MinHyuk no se movió de su lugar, inseguro y confundido—. No soy un psicópata, ¿quieres relajarte? —repuso una vez volver, con ropas más relajadas y cómodas. MinHyuk entonces notó, gracias a la camiseta sin mangas, los tatuados brazos del chico, quien se dirigía a la cocina—. Él puede ir a tu casa, o a buscarte con tus conocidos, por eso te traje aquí. No sabe dónde vivo, es imposible que te encuentre.
—¿Por qué haces esto?..., no me conoces...
—¿Está mal ayudar a alguien en peligro? —cuestionó, apoyado en el marco de la puerta de la cocina luego de haber tomado una botella de té verde helado para beber directamente de esta.
—No, pero...
—KiHyun.
—¿Qué?
—KiHyun. Es mi amigo. Yo le pedí nos presentara..., no se suponía que las cosas terminaran de esta manera.
—Espera, no estoy entendiendo —la confusión era evidente en su rostro. Movió sus pasos en dirección a la pequeña sala de estar donde pasó a tomar asiento en uno de los sofás.
El pelinegro le siguió.
—Te ví con él en una de sus fotos de Instagram, le pregunté por ti hace tiempo pero me dijo que era imposible, que tú no estabas pasando por un buen momento.
—¿Y pensaron que hoy lo era? —ironizó. Por algún motivo, se sentía molesto con su mejor amigo, era como si lo hubiera vendido.
—No, no es lo que crees, tranquilo. Sólo le pedí te invitara, quería al menos verte..., y fue muy grato ver lo emocionado que lucías mientras tocábamos. KiHyun me había contado lo mal que lo has estado pasando, y verte así de feliz se sintió bien.
—¿Por qué has actuado como si me odiaras cuando según tú dices que te gusto? —soltó de repente, al recordar aquel momento en el club, dónde el pelinegro tocaba y cantaba con una energía que terminó contagiando a MinHyuk. Lucía tan feliz, tan cool, tan agradable, y de pronto se había vuelto una persona tan diferente con él.
No lo entendía.
—Lo siento..., no era mi intención, no estaba molesto contigo, más bien... me sentía avergonzado. No pude llegar antes para ayudarte... y eso me hizo enfadar conmigo mismo —admitió tras soltar un pesado suspiro, aunque enseguida se acercó al rubicundo chico, inclinándose para acariciar su enrojecida mejilla, esa donde HyunWoo le había abofeteado.
—Me sentí impotente. Quería matarlo.
Los ojos de MinHyuk se abrieron con asombro, ¿es que ese tipo estaba loco?
—Te estás involucrando demasiado en algo que no te concierne... Sólo terminarás en problemas si sigues haciéndolo...
—Lo sé..., y no me importa si puedo sacarte de ese infierno en el que te ha tenido todo este tiempo.

*

MinHyuk se encontraba en su lugar de trabajo, ordenando los nuevos libros que habían llegado y retirando otros que ya no se estaban vendiendo tanto. Afuera nevaba, era víspera de navidad y por primera vez en mucho tiempo, se sentía feliz. HyungWon lo había invitado junto con KiHyun a cenar con él y su familia para festejar, y MinHyuk claro que no se negó.
Esa noche era especial.

Cuando terminó su turno, volvió a casa, se duchó, cambió sus ropas y salió de allí con rumbo a casa de HyungWon.
La cena transcurrió de lo más agradable, abrieron regalos, y cuando se hallaban todos en la estancia bebiendo algo de vino y contando viejas anécdotas, Min supo que era momento.

—Chicos, tengo algo importante que decir —comenzó, todos mirándole extrañados y curiosos.
Min tomó un hondo respiro, sus mejillas tomando un suave rubor rosado. Alzó su mano derecha, y mostró aquel anillo que decoraba su dedo anular.
—¡Oh por Dios!, ¡te vas a casar! —chilló KiHyun, quien pronto saltó a brazos de su amigo, estrechándole con fuerza, siendo seguido por HyungWon, quien llevaba a un chiquillo de año y medio aferrado a él con uno de sus brazos.
—Vale, vale, suficiente, me lo van a magullar mucho —se escuchó, mientras una mano cubierta en tatuajes tomaba al rubio para sacarlo de aquel sándwich—. Y lo necesito entero para nuestro viaje a Taiwán.
—¿Se casarán en Taiwán?, WonHo, tú..., ¡cabrón!, ¿¡cuándo planeabas decírmelo!? —repuso KiHyun al darle un suave golpecito en un brazo—. Sabía que lo estaba poniendo en buenas manos.
—En las mejores —agregó MinHyuk con una amplia sonrisa.

-------


No sé cómo llegó todo a esto, pero es lo que hay. Poco a poco intento recuperar mi inspiración para escribir. Ténganme paciencia.  

Continue Reading

You'll Also Like

475K 9.8K 7
𝙃𝙤𝙪𝙨𝙚 𝙊𝙛 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 || 𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 "Ser una Black digna de su apellido" Madelyn siempre tuvo esos pensamientos al saber q...
158K 16.8K 38
⠀⠀⠀⠀ ⠀★ jeongguk es un ⠀⠀⠀⠀⠀⠀famoso actor porno ⠀⠀⠀⠀⠀⠀y taehyung un lindo ⠀⠀⠀⠀⠀⠀chico que disfruta de ⠀⠀⠀⠀⠀⠀public...
697K 19.5K 80
"...Vamos a pecar juntos..." ❝One-Shots sobre personajes masculinos del anime "Naruto" , escritos por un fan para otros fans , con alto contenido +18...