Why are you so angry? [©]

By LeoLunna

306K 39K 34.5K

¿Por qué siempre estaba tan enojado?, ¿por qué parecía que nació con el ceño fruncido? Bueno, ¿cómo no estarl... More

Why are you so angry?
I: See you in another life
II: Lovesick
III: They don't know
IV: Notion
V: Things I don't understand
VI: I can't say
VII: Wish
VIII: Who could love you?
IX: Maybe it's the best
X: Let me alone
XI: It's so cold here
XII: Like the sun
XIII: I need time
XIV: Be careful
XV: For you
XVI: Remember
XVII: If you're happy, me too
Two: Why are you so silent?
I: I want you
III: Keep walking
IV: Silent hearts
V: Let time pass
VI: I could love you
VII: Breathe
VIII: Fireworks
IX: Field of roses
X: Fallen leaves
XI: Were you happy?
XII: Second chance
XIII: Red thread
XIV: Patience
XV: Bindweed
XVI: Winter
XVII: Half prince
XVIII: I know you
XIX: Stay here
XX: We'll talk later
XXI: Together
XXII: I'll wait for you
XXIII: Where no one finds us
XXIV: I can see our future
Three: Why do we need to care?
I: Home
II: Bittersweet
III: True love
IV: Stressed out
V: Cold bed
VI: Days and days
VII: Night without stars
VIII: White veil
IX: Their names
X: Breaking news
XI: Keep calm
XII: Take me home
XIII: Insomnia
XIV: Lost in paradise
XV: Insufficient
XVI: Where is the sun?
XVII: Sorrow looks back
XVIII: Different ways
XIX: Two suns in the sunset
XX: Inmarcesible
Epilogo: Why are you so happy?
Agradecimientos

II: Meet you

4.7K 650 674
By LeoLunna

Incluso antes de que pudiese reaccionar, Ochako lo empujó hacia el interior de su propio cuarto cuando intentaba salir. Retrocedió, mientras que la chica cerraba la puerta fuertemente y, con la misma mirada que le dio en el festival deportivo del año pasado, lo observaba. 

No se inmutó bajo su mirada, pero tampoco podía negar que el gesto le molestó bastante.

—¿Qué demonios sucede contigo, Ochako? —inquirió Katsuki—. Si hubiese sabido que tenías ese carácter de mierda desde un principio entonces-

—¿Estas saliendo con Hitoshi? —interrumpió, y logró arrebatarle verdaderamente las palabras—. ¿Lo estas haciendo? Porque de otra forma no me explico porqué demonios te abrazó hace un rato en la cocina. 

Bakugou resopló. Se sentó al borde de la cama y desvió la mirada.

—Es un bastardo pegajoso-

—Territorial.

—Pegajoso —insistió—. No entiendo porqué demonios lo es, a penas comenzamos. Y sí, estamos saliendo.

Ochako suspiró. Su expresión no parecía contenta, pero si resignada a una idea que no le era completamente de su agrado.

—Insisto, está actuando territorial —murmuró la chica, y mantuvo la mirada en el piso—. Después de todo, lo hizo a la vista de toda la clase, pero era especialmente para que Todoroki lo viera... 

Si, lo sabía, pensó el rubio. Sabía que de una u otra forma, por el pasado que los tres conocían, Hitoshi no podía evitar sentirse un poco inseguro a causa de la presencia del bicolor ahí. Cabe mencionar que, después de esa escena, lo arrastró a un rincón, le dio un zape y lo regañó por esa jodida actitud que detestaba. Aunque lo entendía, o intentaba hacerlo, y demostrarle que no tenía nada de qué preocuparse. 

Ya no estaba enamorado del príncipe que veía en sus sueños. Ya no veía a Todoroki como aquel, solamente... veía a Todoroki como quién era. Un idiota ajeno, hijo de Endeavor, con un quirk horripilantemente poderoso y un buen rival. 

Se dio cuenta que, durante tanto tiempo, siempre afirmó conocer a Shouto. Pero no al del presente. No lo conocía ni en lo más mínimo. 

Bakugou suspiró. Intuyó que Ochako no lo dejaría salir de su propia habitación tan facilmente y se recostó sobre la cama. Uraraka se sentó en el borde inferior, moviendo los pies del rubio sin delicadeza alguna y dejando sentir su apatía. 

— ¿Por qué estas tan jodidamente molesta de que este saliendo con él? —preguntó el rubio, ligeramente pateando la espalda ajena—. Te dije que crecieras de una puta vez y que dejaras de creer en el maldito cuento de hadas que fue mi vida anterior.

—Cállate, no estoy molesta por eso, ya comprendí que no puede ser lo mismo de antes... —suspiró. Pareció que se llenó de energía de un momento a otro y golpeó el colchón—. ¡Pero pudo haber sido mejor! ¡Saliste con Todoroki el viernes, salieron solos, pero entonces hoy te veo bajar con Hitoshi, lo veo abrazarte y cuando Kaminari bromea si es que están saliendo vas y lo afirmas!

—¿Y qué querías que hiciera? ¿Qué lo negara? —resopló—. ¡No soy un maldito cobarde! 

—¡No se trata de si eres un cobarde o no! ¡Se trata sobre lo que estás haciendo ahora mismo!

—¡¿Quieres dejar de actuar como mi puta consciencia y dejar de cuestionarme?! —Le lanzó una almohada, Uraraka fácilmente la bloqueó—. ¡Estoy siguiendo con mi maldita vida, es eso lo que estoy haciendo! 

—¿Seguir con tu vida? ¡Parece más un capricho! —recriminó, e ignoró el brillo de amenaza en los iris ajenos—. ¡Hace unos días estuviste desesperado por salvar a Todoroki y ahora estas con Shinzou! ¡¿Cómo puedes cambiar de opinión tan rápido?! ¡El corazón no actúa así! 

—¡Recordé todo, ¿bien?! —Ochako callo, su expresión se tornó sorprendida. Katsuki se llevó la diestra hacia el pecho, tomó en su puño parte de la tela de su playera—. Recordé como morí. Recordé la estúpida cara del príncipe llena de angustia y no quiero volver a ver esa expresión en esta maldita vida. No se lo merece, no me lo merezco.

El silencio se mantuvo, más grande y profundo entre ellos como nunca antes lo fue desde que todo comenzó. Katsuki notó como la expresión de la chica pasaba de sorprendida a contemplativa, algo deprimida, y fácilmente pudo adivinar que ella lo sabía. 

Ah, por esa mierda la primera vez le preguntó cuánto recordaba. Ella ya sabía el final de su historia pasada. 

—Estás escapando...

Katsuki suspiró, negó y volvió la mirada al techo.

—Estoy "cerrando ciclos". ¿No hiciste lo mismo con tu crush por Deku? —No recibió una respuesta—. No estoy escapando o ignorando que sucedió hace seiscientos años, pero, joder, Ochako son seis malditos siglos atrás. Todo cambia, acéptalo. Tenemos vidas diferentes... 

— Y no tiene que ser igual a la anterior—completó la chica—. Si, lo sé... 

—Idealizaste mucho esa relación.

—Era bonita.

—Lo era, pero terminó en tragedia —Bajó los párpados, el aire olió a melancolía—. No quiero que se repita.

Callaron otra vez. El picor de la ira desapareció y el aroma a nostalgia se expandió por la habitación. Era agrio, muy, muy agrio. De una u otra forma esa sensación llevó a Bakugou de vuelta al día anterior, la despedida que le dio al príncipe. 

El adiós a los sentimientos que desarrolló por un recuerdo al cuál ya no podía aferrarse más. Si lo hacia, continuarían caminando a ciegas y clavándose espinas, anhelando algo que ya no podría recuperar porque jamás volvería a ser lo mismo por mucho que lo deseara. No con los mismos matices, ni con la misma intensidad, ni los mismos lugares ni tampoco el mismo hombre.  

Debía continuar y, tal vez, conocer al Shouto de este tiempo sin tener la imagen del pasado cubriendo el verdadero ser. 

Pero era un "tal vez". Podría ocurrir que lo conociera algún día, o nunca. 

—¿Sabes qué demonios sucedió con él después de mi maldita muerte...? —preguntó en un susurro.

Sus ojos se mantenían en el techo. Sabía que Ochako lo observaba, pero mirando un espacio en blanco todo era más fácil de soportar. 

—Dijiste que ya habías "cerrado el ciclo" —comentó la chica, y sonrió agriamente—. Lo dijiste hace cinco segundos...

Si, con sus sentimientos. Pero nunca dejaría de preocuparse por el idiota del pasado y presente, supuso. Sabía que si lo veía en peligro otra vez, de una u otra forma iría a por él.

Porque quería conocerlo. Conocer a la persona que era en el presente.  

Ochako se tomó su tiempo en responder. Katsuki no la apresuró. Y, después de un silencio nostálgico, habló. 

—No lo sé —murmuró Uraraka por lo bajo. La expresión de Bakugou pasó de sorprendida a decaída—. No lo sé. Nunca nadie lo supo. Después de ese día... Desapareció, se exilió a si mismo y jamás volvimos a verlo en esa vida...

—Recuerdo ese maldito día —masculló—. Lo dejé en una playa, le prometí que lo esperaría en la siguiente vida en un lugar en especifico y que él me encontraría ahí.

Rió. La amargura se mantendría en esos gestos por un tiempo más.

—Jodidamente cursi... Todo un maldito cuento de hadas.  

—¿Lo sigues haciendo? —preguntó Ochako—. ¿Lo sigues esperando? 

Katsuki no respondió. Uraraka no lo obligó a decir nada más. 

Con un gesto cansado la chica se levantó de la cama. Era bastante tarde, y aunque era un día domingo y tenían una semana de descanso, quería dormir. Después de esa plática la cabeza le dolía y el pecho también. Dolía por ambos, por la pareja que Katsuki y Shouto fueron en el pasado, y la distancia que existía en el presente.

Pero tampoco podía olvidar que el rubio tenía algo de razón. Las cosas cambiaban, para bien o para mal, y no tenían ni idea de que les depararía el futuro. Eran adolescentes, viviendo en tiempos de "paz". Tenían todo el tiempo para equivocarse, arrepentirse y aprender.

Y, mientras caminaba hacia la puerta sin darle una despedida al otro, recordó un detalle que Bakugou sabría tarde o temprano. 

—Por cierto, tal vez no lo sepas, pero... 

—¿Qué demonios no sé?

— Todoroki y Deku terminaron.

Silencio otra vez. La puerta se abrió y se cerró con un ruido vacío. Y luego, la calma deprimente.  

[•••]

Una nueva semana llegaba, una nueva clase de entrenamiento de héroe. 

Aizawa realmente parecía aficionado por hacerlos luchar uno contra otro últimamente, y en parte lo comprendía, pensó Todoroki. 

Sentando en las bancas alrededor de la arena, con solo Yaoyorozu a su lado, los entrenamientos comenzaron antes de que se diera cuenta, y realmente no estaba prestando atención hasta que Erasehead llamó a Bakugou e Iida al frente. 

El desafío era que el rubio debía igualar la velocidad del representante de la clase. Tenya mejoró bastante durante el último año, era más veloz y resistente que antes, así como Bakugou, pero de todas formas le hacia falta un poco más. En algún momento todo el sudor que sus palmas acumulaban se volvía más débil, y el ambiente fresco dentro del recinto solo ayudaba a que su piel secara más rápido. 

Al final del entrenamiento, los brazos de Katsuki se acalambraron al igual que las piernas del otro chico. El héroe tan solo los observó con una expresión en blanco, así como a todos aquellos que vinieron antes que ellos, y simplemente masculló que ambos debían mejorar su resistencia. Todo lo que avanzaron durante el año anterior no era suficiente.

La mirada heterocromática se mantuvo fija en el chico de ojos rubí. Siguió todo el trayecto, notó como sus labios se movían en obvios reclamos y como se sobaba los brazos de vez en cuando hasta llegar junto a su grupo de amigos y novio. Se sentó entre Kirishima y Shinzou, y este último le tendió una botella de agua. Entonces, el rostro de Yaoyorozu bloqueó su visión. 

—No seas tan obvio —regañó Momo.

—No lo estoy siendo —respondió, y volvió la mirada hacia el profesor, de pie frente a sus alumnos y decidiendo quienes serían los siguientes—. Solo quiero salir pronto de aquí...

—¿Por qué estas tan desesperado? A penas es lunes. 

Se alzó de hombros y simplemente tomó la botella a un lado. La abrió, y mientras bebía, el maestro llamó su nombre junto al de otra persona que no sabía si le agradaba o no.

—¡Todoroki, Shinzou, son los siguientes! 

Suspiró. Le dio la botella a Yaoyorozu y la chica le murmuró un bajo "ánimo" antes de que descendiera de las gradas hasta el centro de la arena donde eran esperado por el adulto con una libreta en mano; anotando cada uno de sus errores y más. 

A la misma velocidad, caminando paralelamente y sin mirar al otro, llegaron frente a Aizawa al mismo tiempo, distanciados y con los ojos puestos sobre el héroe. 

—¿Puedo preguntar porqué? —inquirió el bicolor.

—No —respondió Eraserhead—. Pero de todas formas lo explicaré. Esto es más un entrenamiento para Shinzou que para ti. Aún tienes que mejorar en combate cuerpo a cuerpo pero eso puede esperar.

—No estoy entendido...

—Yo tampoco —comentó Shinzou. 

Aizawa suspiró.

—Todoroki utiliza ataques a larga distancia, por lo que es un problema para ti si quieres lograr atraparlo con el arma de captura —Señaló la máscara de cuerda vocales artificiales alrededor de su cuello—. Además tienes que hacer hablar a tu oponente para lograr atraparlo bajo tu quirk, y Todoroki es el más silencioso de la clase después de Koda. 

Pero Koda no suponía ningún reto, pensó Shouto una vez comprendió hacia dónde Aizawa quería dirigirse. 

—Si logras inmovilizar a Todoroki o él te atrapa, entonces el combate termina.

El par bicolor se cruzó con el violeta oscuro por un solo segundo, tensas. La segunda se veía un poco conflictuada, intuía que no sería nada fácil hacer hablar a Todoroki ni tenía un medio para lograr hacerlo.

 Eraserhead siguió hablando sin percatarse de la tensión y solo les ordenó ponerse en posición. Todoroki le dio la espalda inmediatamente, y deslizándose con un poco de hielo, se alejó considerablemente de Shinzou. No se la dejaría nada fácil. Hitoshi suspiró.

—Bien, estoy jodido —masculló para si mismo. 

El pelimorado miró hacia las gradas. Su mirada se posó en su novio, no pudo evitar sonreír al imaginar la clara expresión de fastidio que debería traer. Era mejor que ganara, no quería escuchar las burlas de Katsuki ni mucho menos ser llamado débil. 

Se distrajo, casi no percibió el momento en el cual Aizawa les indicó proceder, y por poco no logra esquivar la avalancha de hielo que casi atrapa su cuerpo. 

Pudo sentir el hielo rozarle la piel, la punta filosa de la estaca logró hacerle un fino corte en la mejilla y dejarle la piel sumamente fría incluso con un contacto tan pequeño. Al alejarse del montículo se llevó una mano al rostro, sus dedos se mancharon de una fina gota de sangre. 

—Hey, hey, ¿qué rayos? —dijo, mirando a Todoroki lejos de él—. ¿Estas intentando matarme? 

Bien, no sería la primera vez que lo intenta, pensó Shinzou, aunque la única vez que sucedió fue en su vida anterior, estando en medio de una guerra y el chico frente a él bajo una maldición. 

Esperó una respuesta de parte de Todoroki, pero esta no llegó. Volvió a levantar filosas estacas de hielo hacia su dirección sin siquiera dudarlo o pensarlo más de una vez. Hitoshi agradeció profundamente el entrenamiento que Aizawa le daba desde el año anterior; su agilidad para moverse era envidiable y, aunque los ataques del bicolor eran rápidos, pudo esquivarlos con un poco de esfuerzo.

—¡¿No vas a decir nada?! —inquirió, y solo recibió más silencio—. ¡¿Por qué estas tan callado?!

Silencio una vez más. Una mirada seria que lograba apreciarse entre los cristales helados que lo cubría. Lo vio dar una exhalación de aire frío, y cuando intentó acercarse una vez más; con el arma de captura entre las manos e ideando un plan, una muralla de hielo creció y lo hizo retroceder. 

Cuando Todoroki quería simplemente actuar desde la defensiva, era bastante bueno y un problema al mismo tiempo.

Avanzó, esquivando cada estaca, intentando no caer ante el hielo que se formaba en el piso de la arena. Pasos seguros, pasos rápidos. Pensando en como atraparlo, como hacerlo hablar pero, ¿qué podría ser lo suficientemente disuasivo u ofensivo para lograrlo? Parecía un maquiní tan vacío y carente de emoción que nada le afectaba. 

Cuando logró posicionarse por la espalda de Todoroki, creyó que lo tenía. Preparó el arma de captura, solo debía movilizarlo y ya, pero no contó con los movimientos rápidos, casi parecía que el chico había previsto su plan y, al lanzar el arma de captura, una muralla helada se alzó; atrapó el objeto y, sin otra opción ya que el hielo se extendía, Shinzou retrocedió.

Si, sin duda estaba muy jodido. Necesitaba una respuesta, solo una y lo tendría. 

—¿Estás repitiendo la tactica del festival deportivo? —inquirió—. ¡Solo el maldito hielo no te servirá!

No recibió respuesta, toda la arena estaba en un completo silencio. Solo podía escuchar el sonido de su agitada respiración y el latir desesperado de su corazón. 

Tendría que ocupar esa opción, se estaba impacientando y frustrando por no poder llegar al otro.

—¡¿Realmente solo vas a esconderte tras una muralla de hielo?! —preguntó, moduló su máscara de cuerdas vocales falsas y habló  —. ¡¿Eh, medio idiota?!

El hielo se rompió con una explosión producto por el fuerte choque entre el calor y el frío. Hitoshi se cubrió con los antebrazos de los cristales filosos que saltaron y volaron hacia todas partes. 

Shinzou notó el claro momento, entre el hielo que tomó el color anaranjado del fuego, que se derretía y parecía magma; cómo la expresión neutra de Todoroki se deformó. Vio la ira brillar en los ojos casi siempre tranquilos y distantes, recordó el ligero temor que sintió hacia él en la última parte de sus vidas.

El frío se alejó, las llamas se extendieron y abalanzaron hacia él.  

Estuvo tan cerca de quemarse vivo, sintió un fuego tan extremo y abrasador tocar sus antebrazos, más poderoso que el fuego normal, más cercano al fuego del infierno, y si no hubiese sido por Aizawa que lo envolvió en su arma de captura y lo alejó de las llamas, sin duda en ese momento tendría una horrible marca. 

—¡Es suficiente! —gritó Eraserhead y con la vista fija en Shouto anuló su poder—. ¡Esto es solo un entrenamiento, no un combate a muerte, Todoroki!

La ira se esfumó. A los iris volvió ese vació. El bicolor bajó la cabeza, miró su alrededor; las estacas de hielo seguían en lo alto, pero en el piso de la arena había un camino oscuro creado por sus llamas.

—Lo siento —murmuró, sin mirar al héroe profesional—. Me lo tomé muy en serio...

Aizawa suspiró, liberó a Shinzou; miró la marca rojiza en sus brazos, luego a Todoroki, y volvió a suspirar.

—Derrite el hielo —ordenó—. La clase todavía no termina. 

El bicolor asintió. Con la mirada en sus pasos caminó hacia la estaca más cercana. Una a una las derritió mientras Shinzou volvía a las gradas e ignoraba la orden de Eraserhead para que se dirigiera a la enfermería en ese mismo momento. La piel de los brazos le ardía, pero no dejaría ninguna marca. Con un poco de agua y hielo estaría bien. 

Katsuki bajó desde los escalones en los cuales estaba sentando, con Kirishima y Kaminari a su lado, y lo recibieron inmediatamente.

Se sentaron en la primera escala. El rubio del rayo en el cabello le tendió una botella de agua fría. Hitoshi la tomó, murmurando un agradecimiento, y esparció el líquido sobre la piel.

Siseó de dolor. 

—Ve a la enfermería, idiota —murmuró Bakugou. Shinzou lo ignoró.

—Después. Es algo pequeño.

—¿Pequeño? ¿Me estás jodiendo? 

Esta bien, tal vez no era tan pequeño. A pesar de que continuaba derramando agua sobre la zona afectada, el ardor y picor continuaba siendo insoportable. 

—Amigo, ¿es idea mía o al final Todoroki se volvió un poco demente? —comentó Kaminari a su derecha—. ¡Lanzó el fuego directamente a tu cuerpo!

—Vamos, no creo que fuese así —dijo Kirishima—. Todoroki no es ese tipo de persona... Seguramente solo cometió un error, ¿no? 

Si, un error. En ese mismo momento debía estar lamentado no haber logrado rostizarlo, pensó Hitoshi. 

—¿Qué le dijiste? —inquirió Katsuki. El pelimorado mantuvo la mirada lejos del rostro ajeno, tenso—. Hey, ¿qué mierda le dijiste para que utilizara el fuego? Y no intentes decirme que "nada", porque te vi regular tu maldito cambiador de voz.

Shinzou suspiró. 

—¿Qué? ¿Estas preocupado por mí o por él?

—¿Ah? ¿Qué clase de estúpida pregunta es esa?

—Lo que parece —Miró los iris ajenos, rubí amenazante—. Yo soy el que tiene putas quemaduras en los brazos pero Todoroki siempre va a ser el primero, ¿no? 

No sabía porqué se enfadaba... pero lo hacia. Sabía que estaba a la defensiva cada vez que el rubio hablaba sobre Todoroki porque, bien, es Todoroki. ¿Hacía falta más explicación? 

Ignoró las miradas sorprendidas de Kirishima y Kaminari. Ignoró como uno parecía sacar sus propias conclusiones y el otro solo se sentía confundido. Solo observó los iris rubíes, la estupefacción en ellos que se transformó en indignación. 

—Eres un idiota —siseó Katsuki—. Un jodido idiota...

—Solo responde sinceramente.

No debería sentirse enojado ni temeroso, pero lo estaba. No quería perder lo que al fin obtuvo. 

—Chicos, chicos, por favor —Eijiro se levantó, se interpuso entre ellos y les sonrió nerviosamente—. No discutan ahora mismo, ¿si? Sé que ambos están tensos por la batalla. Shinzou, amigo, Bakugou está preocupado por ti, solo por ti y de nadie más.  

—¡No pongas jodidas palabras en mi boca!

—¡Pero si lo está! —comentó Kaminari, intentando aligerar el ambiente al igual que el pelirrojo—. ¡Son novios, por supuesto que está preocupado por ti! Pero ya sabes, es un tsundere y no sabe expresarse. 

Bakugou resopló. Shinzou rió ante las palabras del otro rubio y sintió que parte de la tensión se aligeraba. Denki sonrió ampliamente al notar que evitó un problema que pudo haber escalado a algo grande. 

—¡Ahora, beso de reconciliación!

No lo hicieron. Los ojos rubíes fueron los primeros en captar a Todoroki acercarse a ellos, con la misma expresión en blanco de siempre, pero con la mirada distante que poco a poco comenzaría a impacientarles. 

No hubo saludos, solo miradas. Kirishima y Kaminari le sonrieron, y sintiendo la tensión alrededor, le preguntaron amablemente a Todoroki qué necesitaba de ellos.

—Ten — Le tendió un trozo de hielo a Shinzou—. Sé que no debí ocupar mi fuego, pero bien... El hielo te ayudará. 

Hitoshi tomó el trozo dudoso, pero no podía negar que se sentía agradable contra la herida.

—¿Ni siquiera una disculpa por todo los ataques homicidas?—cuestionó en broma.

Todoroki lo observó con su expresión vacía, y le dio la espalda. 

—No la necesitas —murmuró y comenzó a caminar—. Ni lo lamento.  

Los cuatro pares de ojos, en absoluto silencio, siguieron la silueta de cabello desigual hasta que este salió de la arena en una dirección que desconocían. 

En ese momento Aizawa continuó llamando nombre tras nombre, y veinte minutos después, dio por terminada la clase. Los alumnos caminaron lentamente, agotados y fatigados, hacia fuera del recinto. 

Caminaron en grupos como siempre lo hacían, pero la distancia entre la clase se sentía mucho mayor en ese momento. Al frente de la clase Midoriya e Iida caminaban lentamente, Ochako y Tsuyu estaban con ellos y se burlaban del representante de la clase por lo extraño que andaba. Detrás de ellos seguían algunos más, entremezclados, pero las miradas roja y dorada se fijaron en dos; la primera en Mina y Hanta, que parecían estar más cerca que nunca, y la segunda en Jirou y Yaoyorozu. 

Bakugou observó de reojo a su mejor amigo, notó el suave brillo de tristeza en los ojos de su similar color, pero bien. Eijiro no tenía la más grande confianza en si mismo, lo sabía, y era más dificial ver como cada día Ashido y Sero se acercaban más, aunque el último no parecía darse cuenta de la razón detrás de esto. 

El pelirrojo suspiró y simplemente desvió la mirada, sin percatarse de la atención del rubio sobre él. 

—¿Otra vez Jirou no está contigo? —cuestionó Kirishima a Kaminari—. ¿Volvieron a discutir?

—¿Eh? ¡No! Simplemente decidimos que nos daríamos el espacio suficiente para estar con nuestros amigos, y ya sabes que es muy cercana a Yaomomo —Denki miró hacia las dos chicas pláticando y, tranquilamente, regresó la mirada a su amigo—. Pero, a todo esto, ¿no crees que Todoroki parece un poco extraño? Más distante y callado que antes. 

—Se siente un poco... ¿triste?—murmuró Kirishima—. Si, parece triste.

—Terminó con Midoriya hace poco y no se hablan, ¿qué esperabas que sintiera? Incluso Todoroki, con lo distante que es, siente dolor, ¿no?

Si, lo sentía, pero parecía que Midoriya no era completamente la razón detrás del silencio, pensó Shinzou.

Al mirar hacia su izquierda, a su novio caminando pensante junto a él, notó que los ojos rubíes se mantenían en la distancia, en el camino que Todoroki tomó.

Esa picor volvió a él. Incluso si tenía el título de pareja, Bakugou seguía buscando unos iris bicolores.

— Hey, Katsuki...

—Ya vuelvo, estoy jodidamente sediento — interrumpió, y sus pasos se adelantaron al resto, con las manos dentro de los bolsillos del buzo y caminando con seguridad.

— Espera un poco — llamó Shinzou—. Te acompaño.

— Solo ve a las malditas duchas, apestas.

No tuvo tiempo de seguirlo. La expresión corporal del rubio tan solo envío un simple mensaje; quería estar solo.

[•••]

No podía dejar de pensar. No podía dejar de preguntarse la razón detrás de la ruptura de Todoroki y Deku. Sabía que no era tema de su incumbencia, pero quería saber.

Después de todo, Shouto había dicho que era feliz, ¿no? Y le pidió a Midoriya que cuidara de él y de su felicidad. Maldito nerd, ¿qué estaba haciendo? Aunque, por lo que vio del peliverde,
se veía bastante afectado.

Suspiró. Caminó hacia los bebedores a un lado de la arena y se echó agua en el rostro. El frío era agradable, la frescura que sentía necesitar en ese punto del verano que seguía creciendo y crecerían mientras más se acercaban al punto máximo de este.

Se apoyó contra las baldosas mojadas, con los ojos cerrados, y disfrutando del silencio. La cabeza le dolía un poco a pesar de que los sueños se detuvieron después de que recordó su muerte. El sonido del viento pasear entre las copas de los árboles, el suave ruido de la plática del alumnado de la UA y los maullidos... ¿Maullidos?

Su cabeza se movió hacia todo lugar, buscando el ruido. Casi era sorprendente que un gato hubiese logrado entrar a la UA, pero mientras más escuchaba, más notaba que el sonido era pre-grabado y repetitivo.

Siguió el ruido, y tras doblar la esquina de los bebedores, ocultó bajo la sombra del edificio y frente a un sector repleto de vegetación; encontró a Todoroki.

Sentando contra la muralla, con el teléfono en mano y jugando un estúpido juego de alzar una torre hecha de felinos.

Su torre de gatos alcanzaba casi los 50 metros.

—¿Qué demonios estás haciendo aquí? — Todoroki ni siquiera se inmutó, lo miró de reojo y volvió la atención al juego—. ¿Qué haces aquí como un maldito asocial y jugando esa estupidez?

No recibió respuesta, solo se escuchaba los maullidos de los gatos cada vez que bajaba y se sumaban a la torre que seguía creciendo.

Su entrecejo se frunció.

— Hey, ¿por qué estás tan malditamente callado? — insistió, los maullidos comenzaban a desesperarlo—. ¿Por qué terminaste con Deku? Dijiste que eras feliz...

Silencio, solo constante silencio. No podía resistirlo. Los maullidos, los iris que no se fijaban en él, la falta de respuesta y el pensamiento de que no comprendía al chico, darse cuenta de que no lo conocía.

Exasperado, le quitó el móvil de las manos y el bicolor no pudo hacer nada para evitarlo.

—¡Deja de ignorarme, medio idiota!

El teléfono en su mano vibró. La expresión de Todoroki reflejó el pesar cuando recuperó el aparato y notó que la torre de gatos tan solo llegó a los 65 metros.

—Ah, quería llegar a los 100...

—¿Por qué eres tan raro...? — inquirió Bakugou—. Solo es un estúpido juego de gatos. Ni siquiera es un jodido reto.

— Me gustan los gatos.

Si, lo sabía, pero porque asumió que era así. Jamás escuchó decir a Todoroki abiertamente que le gustaban lo felinos, solo lo asumió porque parecía ese tipo de persona y nada más.

—Entonces... —La voz ajena atrajo la atención de Katsuki—. ¿Qué haces aquí?

—Yo pregunté eso primero. ¿Por qué te estás escondiendo?

—¿Por qué no puedo hacerlo?

—Es raro.

— Siempre he sido raro— Comentó y volvió a jugar con su teléfono—. Siempre lo dices.

Bakugou suspiró. Lentamente se sentó a un lado de Todoroki, sin mirarlo, solo observando la vegetación frente a ellos y cuestionando sus propias acciones.

Lo admitía, quería saber que sucedía con él. De una u otra forma no podía evitar la curiosidad.

—¿Qué pasó con Deku? — cuestionó, los maullidos volvieron—. Ese día... Cuando salimos dijiste que te hacía feliz.

— Dijimos muchas cosas, ambos — respondió sin mirarle—. Dijiste que estabas enamorado del chico de tu vida pasada, pero ahora sales con Shinzou. ¿Era él de quien hablabas? Si es así, felicidades, supongo que tuvieron un final feliz...

Se escuchaba deprimido, casi como si supiera en el fondo que esa persona era él, como si conscientemente esperara que esa persona fuese él.

Katsuki sintió su corazón contraerse dolorosamente.

— Hitoshi no es esa persona — respondió—. Ni de cerca.

—¿Entonces porqué...?

— Los sentimientos cambian, medio idiota. Quería a un recuerdo, no la realidad.

— Eso... Eso tiene sentido para mí — murmuró Todoroki—. Y bueno, es lo que dijiste... Los sentimientos cambian o se estancan. Es lo que sucedió con Midoriya.

— Ja, ¿así que volvieron al apellido?

Shouto asintió.

— Es un buen amigo — comentó—. Mi primer amigo. Supongo que confundí un poco lo que sentía.

La pantalla del teléfono se apagó. Todoroki suspiró y guardo el aparato.

—Aun así intenté quererlo de verdad, pero el amor no puede fingirse, solo se calla...

—¿Qué quieres decir eso...?

Todoroki no respondió, solo le sonrió, se levantó y se alejó.

Y en la soledad Katsuki volvió a comprender que no conocía completamente a Todoroki. Había tanto que lo diferenciaba de su pasado, tanto que lo hacía único.

Recordó tiempo atrás, cuando el bicolor dijo que quería conocerlo y Bakugou se negó. Ahora, el rubio quería hacerlo.

Quería saber que había más allá de ese silencio constante.




•••••••••(•••)•••••••••

Hubo una persona que me gustó mucho, y me aferré a ese sentimiento por bastante tiempo. Al final de cuentas, solo extrañaba y anhelaba los buenos momentos del pasado, donde todo parecía bonito y en paz, todo idealizado y los recuerdo de mi misma siendo feliz. Después de mucho tiempo decidí que ya era suficiente, que no podía más porque seguía anhelando el pasado y no el presente, debía aceptar que las cosas cambian para mejor o para peor, y que debía soltar esos recuerdos para avanzar y conocer.

Supongo que con esta explicación, explico al mismo tiempo como Bakugou se siente y las decisiones que toma.  Por supuesto en los fanfics siempre es diferente, pero me encanta acercarlos un poco más a la realidad.

El juego de formar una torre de gatos existe y lo tengo en mi teléfono.  

He demorado algunos días más de lo normal porque, bueno, me distraje con unos pocos vídeos de Youtube y estuve planeando el correcto desarrollo de esta parte. Esperemos el próximo capítulo llegue pronto. 

Gracias por el apoyo. 

Continue Reading

You'll Also Like

26.6K 2.7K 21
Apolo se acostumbró a ser el chico mas guapo de su colegio. Era común para él sentir los suspiro de las nueve musas cuando pasaba frente a ellas, o r...
21.5K 2.2K 15
Segunda temporada de Amor de Niños. Todoroki y Bakugou al fin se han vuelto a encontrar, y volvieron a ser una pareja feliz como antes. Aunque ahora...
63.5K 8.6K 24
-¿Está mal si te deseo? -preguntó viendo al ángel al lado suyo, quien se removía incómodo ante lo dicho. -Si es un deseo impuro, entonces está mal -v...
8.5K 766 14
Eren un joven de primera clase, rodeado de lujos y dinero, pero aún así, sentía que el no era feliz. Estaba comprometido con un tipo millonario, pero...