Llega hasta donde quieras llegar.
Lee YoungMi
Hoy saldría de nuevo con SeokJin, estaba colocándome el Pin cuando un mensaje de Odioso apareció en mi pantalla.
Odioso.
¿Que harás esta noche?
7:01PM
Contesté rápidamente ya que Seokjin debería estar aquí en cualquier momento.
YoungMi
Saldré a cenar ¿y tu?
7:01PM
Odioso
Igual yo, ¿A que restaurante irás?
7:02PM
No sé porqué sentía a Odioso muy interesado en mí especialmente hoy, pero sin pensarlo mucho le dije.
YoungMi
Se llama Vindicta, un restaurante español.
7:03PM
Mandé ese último mensaje y luego guardé mi celular lista para salir.
Antes de salir de mi habitación un mensaje cayó.
Odioso
Nos vemos allí.
7:04PM
No sabía a lo que se refería con ese mensaje. ¿Quien me vería allí? ¿Odioso estaría allí? Sin saber cómo procesar eso, escuché el pito del auto de SeokJin.
Guardé mi celular y salí de mi habitación.
Abrí la puerta principal encontrándome a SeokJin de pie frente al auto.
-Que hermosa estas-dijo dándome un pico en la mejilla lo cual no rechacé por respeto.
-Gracias-dijo sonriendo lo más simple que pude y avanzando al auto.
Me había colocado un vestido rosa pálido, y me había colocado unos tacones no tan altos.
Estando ambos en el auto, nos pusimos en marcha. No pude evitar como SeokJin se miraba más nervioso de lo normal, sus manos viajaban por el volante y golpeteaban su pierna.
De pronto un vago recuerdo voló a mi cabeza, Nos vemos allí, eso me había dicho odioso, será que mi hombre misterioso era SeokJin. ¿Podía ser eso posible? No lo creo. Mi hombre misterioso estaba antes de conocer a SeokJin, el no podía ser. Me relaje un poco pero mi mente aún pensaba en qué tal vez hoy conocería al hombre lindo, tierno y amable que conocí por mensajes.
Llegamos al restaurante, al entrar me percaté que estaba vacío. Solo había una mesa en el centro alumbrada con 3 velas .
-¿Esto era una cena romántica?-pregunté sorprendida, nunca imaginé que SeokJin pudiera ser tan detallista.
-Si-dijo y tomándome de la mano me llevo hasta la mesa ayudándome a acomodarme.
-Que bonito gesto-sonreí en su dirección.
Mi panza rugió, no había almorzado y ahora moría de hambre-Ordenemos la cena-sugerí.
-Hagamos un brindis primero-dijo elevando la copa-Por ti, por mi y por Vindicta.
Elevé la copa que estaba ya llena a mi lado derecho y ambos la chocamos al aire. Me la bebí de golpe, tenia hambre.
Esa champaña sabía diferente. Me ha caído como ladrillo al estómago.
-Ya-dije sonriendo en su dirección y colocando la copa en la mesa.
-Ordenemos la cena entonces-dijo sonriendo mientras regresaba la champaña a la mesa.
-Oye, no has bebido nada-reclame viendo su copa llena.
-Oh tranquila, no quiero beber esta noche.
Su sonrisa no me tranquilizo, había algo mal. Por gracia de Dios traía el pin de Jimin y tenía la ubicación del celular encendida.
De pronto, comencé a sudar como si hubiese corrido varios kilómetros. Mi vista se empezó a nublar.
mierda, ¿Que fue lo que bebí?
- YoungMi ¿Te sientes bien?-la voz de SeokJin se escuchaba a lo lejos.
-¿Que me has dado de beber?-mi voz se escuchaba distorsionada.
Comencé a sentirme agobiada, todo a mi alrededor me molestaba y me apretaba. No podía respirar.
Mis manos viajaron a la parte de atrás del vestido y quería arrancarlo de mi piel. Sentí como el pin de Jimin se cayó.
Traté de recogerlo pero al ver al suelo mi cabeza dio vueltas haciendo que cayera de golpe quedándome en el suelo sin poder levantarme.
-Vamos, antes de que te golpees más-escuchaba la voz de SeokJin a lo lejos pero sentía como unas manos me levantaban y me arrastraban hacia unas gradas.
Subimos a un lugar, ¿habitaciones? Casi no podía ver nada gracias a mi vista nublada.
-Ven, aquí estarás relajada-la voz de SeokJin me daba asco, por un momento se me cruzó por la cabeza que me podría hacer algo muy malo.
-Suéltame desgraciado-demande con la poca fuerza que tenía.
-No preciosa, te quedarás aquí-dijo tirándome hacia una cama que estaba situada en el centro de la habitación.
-Ya regreso-dijo a alguien más. ¿Hay mas gente aquí?
Se escuchó una puerta cerrarse cuando SeokJin salió.
-Hola YoungMi, tiempos sin verte.
La voz de Stella inundo mis oídos enviando escalofríos en todo mi cuerpo.
-Tú ¿Que quieres de mí?-pregunté aún sobre la cama, no podía moverme, mi cuerpo se sentía pesado y débil.
-Que te alejes de Taehyung y como nunca entendiste, te dije que lo haría por las malas-puedo imaginar que esta sonriendo, estúpida.
-¿Que me han hecho?-rogué por respuestas mientras me retorcía en la cama.
-Te hemos dado Forget Pills. Forget Pill es el nombre comercial del flunitrazepam, una droga sin color, sin olor que puede hacerte sentir débil, pesada y confundida. ¿Algunos síntomas querida?
Su risa causó que mi estómago se revolviera. Me han drogado, no debí haber confiado mucho en SeokJin.
Taehyung...¿Donde estas? Te necesito.
Mis ojos comenzaron a llorar, lágrimas tras lágrimas bajaban por mi rostro. Me harían daño y todo por caprichos de una loca.
-Quítale los zapatos- Stella le dio la orden a alguien más, mi vista giró un poco para ver quien era.
-¿So Hyun? -dije en un susurro-¿Tu también?
Mi cabeza iba a explotar, no podía procesar todo lo que estaba pasando.
-Si, yo solo vine a ayudar a Stella, esto fue un gran plan para deshacerte de YoungMi, Stella
-Lo sé.
Ambas hablaban de lo bien planeado que estaba el plan mientras que So Hyun me quitaba los zapatos.
-¿El vestido también?-preguntó y temblé ante la idea.
-Quítaselo, debemos hacerlo convincente para que Taehyung la vea y la odie como a ti So Hyun.
No podía hacer nada más que llorar, mi cuerpo no reaccionaba. Solo sentía las astutas manos de So Hyun sacar mi vestido. Había quedado en ropa interior sobre la cama, estaba siendo humillada por dos mujeres.
-Bien, So Hyun ve abajo que Taehyung estará por llegar. Subes hasta que te de la señal.
¿Taehyung estará aquí? STOP, ¿Acaso era mi hombre misterioso? ¡Claro! Como no darme cuenta. El siempre sabía que haría, cuando saldría, el supo lo del vestido y me lo compró.
Taehyung era mi hombre misterioso. Lastima que no podré decirle nada.
-Ya está abajo, esperaré la señal.
So Hyun salió de la habitación pero SeokJin entró. Tenía vergüenza, estaba desnuda a la vista de SeokJin.
-Que preciosa eres YoungMi - dijo SeokJin pasando una mano por mi pierna.
Todo mi cuerpo tembló.
-No te me acerques patan.
Susurré las palabras tratando de moverme pero era imposible. No podía resistirme a lo que pasaría.
-Hoy nos divertiremos mucho-dijo sonriendo mientras avanzaba cerca de Stella quien ordenaba unas cosas en el escritorio de la habitación.
-Claro, tú llega con ella hasta donde quieras.
Me congelé en mi lugar.
Me harían daño.
¡Socorro Jimim, es hora de que te aparezcas!