De Príncipes y Princesos ©

By isaaccm17

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Paris Donahoe es un príncipe encerrado en su propio castillo. Hijo de uno de los empresarios más influyent... More

De Príncipes y Princesos
1. Érase una vez un príncipe encerrado
2. Planes que vaticinan desastre
3. Un primer paso para ser libre
4. La libertad es de color azul cielo
5. Sentimientos ocultos tras grietas invisibles
6. Luces interiores y situaciones a lo Romeo y Julieta
7. Todo príncipe necesita un caballero
9. Porque no habrá ningún tipo de sentimiento
10. Situaciones doblemente incómodas
11. El mago que embotellaba estrellas fugaces
12. Cuando el escudero idiota pide ayuda
13. Cámaras de vídeo y tablas de surf
14. Un poco más cerca
15. Espacios vacíos
16. Ganar una batalla no significa ganar la guerra
17. Enfrentar al propio miedo
18. El Principito, su Rosa, la princesa y el sabio
19. Secretos, confesiones y miedo al rechazo
20. Reinas benévolas y brujas malvadas
21. Aceptar la frustración y combatirla es de valientes
22. Extraña e irritante tentación
23. Relaciones que se derrumban como castillos de arena
24. Conversaciones que profundizan sentimientos
25. Tormenta
26. De huracanes y bufandas rojas
27. Parches que cicatricen corazones y almas rotas
28. Algo que nunca fue pero podría haber sido
29. A veces un príncipe ha de luchar solo
30. El poder de un ejército
31. Dudas que acuchillan, corazas inexpugnables y heridas de guerra
32. Los humanos tenemos miedo de atrevernos a intentarlo
33. Los cobardes temen empuñar su valentía
34. Pero del mayor de los temores surge el valor que les hace frente
35. De tsunamis y marcas que desbordan
36. Palabras silenciosas que inician una nueva historia
37. Enlaces y despedidas
38. Vistas al futuro y sueños del pasado
39. Una melodía hacia el mañana y su nombre bajo la lluvia
40. De vorágines y lágrimas liberadas
41. Citas familiares de sabores inesperados
42. La persona en quien me he convertido
43. Una declaración de amor y de guerra en medio de todo
44. El futuro que hemos decidido
45. El impacto de un corazón humano
46. El desenlace en la historia de un mago, un rey y dos reinas
47. Risas, promesas y pólvora
48. Respira hondo, sonríe y no me olvides nunca
49. Lo que el tiempo nos depare
50. Epílogo: Érase el final de un cuento y el inicio de otro
Extra 1: Concurso
Extra 2: Curiosidades sobre la historia
Extra 3: Tres pequeños relatos sobre sus vidas
Resultados del concurso
Agradecimientos

8. Personas que desarrollan lazos por otras personas

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By isaaccm17

(Paris)

La enorme sonrisa que estaba dibujada en mi cara, reflejaba a la perfección la enorme felicidad que sentía en estos momentos.

Aún no me creía que fuese a pasar todo un día con Darel y los demás. A pesar de que me habían dicho que esta vez no se irían, y había puesto mi confianza en ellos, tenía cierto ápice de miedo de que todo fuese una nueva broma de mal gusto. Pero no había sido así.

—¿Y dónde vamos a ir? —Lori metió las manos en sus bolsillos, y comenzó a inflar una pompa con el chicle que llevaba en la boca.

—Podemos acercarnos al S.K. —respondió el de ojos azul cielo—. Le pediré a Judha que me deje la cocina, y de esa forma podríamos comer todos juntos.

Miré hacia él y arqueé una ceja.

—¿Vas a cocinar tú? —pregunté sorprendido.

Darel sonrió y posó sus ojos en mí antes de hablar.

—Claro que sí —se llevó una mano al pecho—. Aunque no te lo creas, cocino bastante bien. No soy un inútil que solo sabe hacer surf —rió.

—Es cierto que cocinas bien... —Lori hizo otra pompa y siguió hablando—. Pero lo extraño es que vayas a hacerlo. No recuerdo la última vez que nos invitaste a comer algo hecho por ti, así que imagino que hoy ha pasado algo especial para que nos hayas invitado con tanto entusiasmo —entrecerró los ojos y miró a Darel divertida—. ¿O me equivoco?

El aludido frunció el ceño y la ignoró por completo.

—Lo que yo decía —la de pelo rosado rió de nuevo—. Pero en fin... ¿dónde se han metido “cerebro entrepierna” y “el caballero idiota”?

Miré haca atrás al darme cuenta de que habíamos dejado olvidados a Kiam y a Barb, y cuando vi llegar a mi amigo con una expresión extraña, no pude evitar preguntar a ver qué le pasaba.

—¿Estás bien? —pregunté, pero el de pelo color arena me ignoró, y siguió bufando incoherencias por lo bajo.

Me encogí de hombros sin saber lo que le ocurría y, de nuevo, me acerqué a los demás.

—¿Ha sucedido algo, Barb? —preguntó ahora Darel a su amigo.

El de la dilatación se encogió de hombros y sonrió divertido.

—Qué va, qué va —hizo un gesto con la mano para quitar importancia al asunto—. Simplemente, que me lo voy a pasar muy bien a partir de ahora.

Miré hacia Darel confundido, y éste me devolvió la misma mirada.

—Señoras y señores —la voz de Lori tomó mi atención—. El cuento se ha puesto aún más interesante —le echó un rápido vistazo a Kiam y a Barb, que ahora iban delante de nosotros, y siguió hablando—. Con que ahora el “caballero” y el “escudero” entran en el juego... en fin, creo que voy a tener diversión por una larga temporada.

Lori DeFiore comenzó a carcajearse sonoramente, y yo le piqué en el hombro a Darel para que me prestase atención.

Sus ojos se toparon enseguida con los míos, y una extraña sensación volvió a invadir mi estómago.

—¿A q-qué se refiere con lo de “escudero” y caballero”? —balbuceé apartando mis ojos de los suyos.

Darel se acercó un poco más a mí, y pude escuchar una pequeña risa provenir de sus labios.

—Es mejor que esa pregunta la responda la persona que creó el juego —anunció—. Así que ten un poco de paciencia que ya estamos a punto de llegar.

Miré otra vez hacia él, y después de que dibujase en su cara la típica sonrisa que lo caracterizaba, asentí y seguí caminando en silencio.

_______________________________

Sand King —leí en alto las letras que había escritas en el enorme cartel de la entrada—. ¿Éste es el local al que llamas S.K.?

Darel asintió.

—Es el pub de mi hermano —contestó—. Como ves, no está muy lejos de la playa, y es un lugar bastante famosos aunque no lo parezca.

—Y si es un pub, ¿por qué sirve comidas? —farfulló Kiam molesto.

El de ojos azul cielo lo fulminó con la mirada y siguió hablando.

—Mi hermano no quería que este lugar fuese un simple pub para salir de fiesta por las noches —confesó—, así que decidió que por las mañanas y durante la mayor parte de la tarde, lo abriría con la intención de servir cafés y demás cosas parecidas. Como un pequeño bar o cafetería de ocio.

Kiam enarcó una ceja, resopló, y entró de mala gana en el local —seguido de un divertido Barb y de la de pelo rosado.

—¿Entramos? —miré hacia Darel y asentí, para acto seguido entrar en el S.K. delante de él.

No dudé ni un segundo en inspeccionar todo el lugar, el cual, era raro y maravilloso al mismo tiempo.

El local estaba formado por dos plantas, y mientras que en la primera había una barra de bar con adornos cristalinos de varios colores, y alguna que otra mesa y sillas en el centro de la misma, la segunda era algo diferente. Si subías las escaleras que llevaban a ella, se podían observar varias mesas de billar y objetos de un estilo distinto a los de abajo, como si la segunda planta sirviese para “divertirse” y la primera tuviese un toque más “familiar”.

—Vaya, no tenía ni idea de que ibas a venir ahora —dijo una persona de cabellera oscura mientras se acercaba a nosotros.

—Paris, éste es Judha, mi hermano mayor —Darel señaló al chico.

En realidad, si observabas a ambos, podía notarse que eran familia. Los dos tenían el mismo color de pelo, pero al contrario que Darel, los ojos de su hermano eran de un tono azul oscuro.

—¿Eres un nuevo amigo del enano? —sonrió y me tendió una mano—. Encantado de conocerte entonces. Y que sepas que siempre serás bienvenido al S.K.

Le di mi mano también y sonreí.

Nunca me hubiese imaginado que el chico al que idolatraba tuviese un hermano mayor, aunque lo cierto era que no sabía mucho sobre él...

—Y yo soy Kiam —mi amigo se interpuso entre los dos, y se cruzó de brazos—. Así que dile a tu hermanito que tenga cuidado. Si le hace algo a Paris, no respondo de mis actos.

Darel volvió a fruncir el ceño mientras analizaba a Kiam de arriba a abajo, y Judha abrió y cerró los ojos perplejo.

Suspiré, y agarré al de pelo color arena de la camiseta apartándolo a un lado.

—No le hagas caso —hablé al fin—. Su instinto de “mamá gallina” está demasiado desarrollado, pero al final le acabas cogiendo cariño.

Kiam enarcó una ceja y maldijo algo por lo bajo, pero lo único que hice fue reírme al ver cómo se sentaba en una de las sillas que estaban pegando a la barra, y sacaba su móvil para distraerse.

—El chico tiene algo de genio —Judha silbo sorprendido—. Pero es interesante tener un amigo así.

—No es mi amigo —rectificó el hermano pequeño—. Pero si no me queda más remedio, tendré que comenzar a llevarme bien con él.

Darel no apartó la vista de mí mientras decía esas palabras y, por alguna extraña razón, esa sensación que se alojaba en mi estómago apareció de nuevo.

—¿Y para qué habéis venido? Pensé que pasaríais todo el día en la playa —dijo ahora Judha.

El de ojos azul cielo abrió la boca para hablar, pero Lori DeFiore lo cortó antes de que dijese algo.

—Tu hermanito quiere cocinarnos algo. Le dijo a Paris que su comida estaba deliciosa, así que ha querido mostrársela —miró hacia el que había acabado de nombrar—. ¿Verdad que sí, Darel? Y no pienses que todo lo que he dicho va con segundas...

Éste apretó los labios, y me agarró de un brazo alejándome de los demás para acercarnos a la barra.

Mis ojos hicieron contacto con la mano con la que me sujetaba, y la extraña sensación de mi estómago incrementó aún más.

—Espera aquí —dijo cuando me dejó al lado de la silla donde estaba sentado Kiam—. Voy a preparar las cosas y salgo enseguida.

Sonrió, y comenzó a caminar adentrándose en lo que parecía ser la cocina del local.

—Idiota —Kiam chasqueó la lengua y, antes de que se quejase de nuevo, Barb posó la mano sobre su hombro.

—¿Por qué no dejas de refunfuñar por un rato? —preguntó, aunque la única respuesta que obtuvo fue un manotazo por parte de Kiam para que apartarse su mano—. Pero que humos tiene hoy el señor... ¿quieres que te los baje? Yo también se hacer muy buena comida...

El de la dilatación sonrió perverso, y Kiam se levantó de la silla con el ceño fruncido.

—Paris, lo siento pero me voy —anunció—. Mi padre me ha mandado un mensaje para que le ayude en algo y, la verdad, tampoco tengo muchas ganas de andar con estos idiotas.

Y sin dejarme decir algo, fulminó a Barb con la mirada y salió del local.

—Aburrido... —Barb se encogió de hombros—. Creo que me voy también. Al contrario que él, a mí sí que me han mandado un mensaje para que vaya a ayudar a algo en casa. Así que hasta mañana, Principito.

Barb me revolvió el pelo, y salió por la puerta al igual que lo había hecho Kiam.

—Par de idiotas... —Lori se sentó en la silla donde anteriormente había estado Kiam—. Yo que quería reírme un rato más de esos dos, y al final se largan.

—¿Pero ha pasado algo entre ellos? —Judha entró por la otra parte de la barra y se acercó a nosotros.

La de pelo rosado se encogió de hombros.

—Parece que al caballero de brillante armadura no le gusta nuestra presencia, pero me juego lo que quieras a que no tardará mucho en acostumbrarse.

Miré hacia los dos, y fue entonces cuando recordé lo que había hablado con Darel hace un rato.

—Lori, ¿puedo hacerte una pregunta? —la chica asintió—. Verás... antes le pregunté a Darel que por qué llamabas a Barb y a Kiam por esos sobrenombres, pero me dijo que esperase a que llegásemos al S.K., aunque no entiendo por qué...

La de pelo rosa formó una pequeña sonrisa con las labios y señaló a Judha con el mentón.

—El hermano del otro idiota te lo contará —encogió los hombros—. Al fin y al cabo fue el que inventó ese juego tan molesto.

—Oye, no decías eso cuando eras pequeña —Judha se cruzó de brazos—. Con lo adorable que eras antes... pero da igual, siempre serás nuestra princesa.

El de ojos azul oscuro comenzó a carcajearse, y Lori apretó los labios algo sonrojada.

—Si me vuelves a llamar así —se levantó de la silla y agarró a Judha del cuello de la camisa, haciendo que éste se inclinase sobre la barra—, te parto los dientes con un grácil puñetazo.

Lo soltó, y se sentó de nuevo.

No sabía muy bien lo que ocurría, pero la asustada mirada con la que Judha la observaba, me dio a entender que meterse con Lori DeFiore... no era algo bueno.

—Vale, vale —se acomodó la ropa—. No hace falta que seas tan agresiva... pero volviendo al tema principal —miró hacia mí—. Esos sobrenombres se los puse yo cuando éramos más pequeños —apoyó los codos sobre la barra—. Cuando eras pequeño, ¿nunca quisiste escapar del mundo real y adentrarte en un mundo de fantasía? Cuando era un crío siempre soñé con que mi vida fuese igual a la de un cuento de hadas, así que el mismo día que descubrimos nuestro pequeño refugio en la playa, nos inventamos un juego.

Me acomodé en la silla y seguí escuchando en silencio.

—Al principio sólo éramos mi amigo... y yo —dudó un momento y siguió hablando—. Pero con el tiempo, Darel, Barb y Lori también se unieron. Sólo éramos unos críos que se inventaron que aquel pequeño refugio era su reino, y que cada uno de nosotros representaba un papel diferente —sonrió—. Yo era “ el rey”, y acordamos que Darel sería “el príncipe” dentro del juego. Barb siempre acompañaba a mi hermano en sus fechorías, así que fue proclamado su “escudero”. Y Lori era nuestra pequeña “princesa”, pero si fuese ahora, su papel en el cuento sería el de un temido ogro.

—Se acabó —anunció Lori levantándose repentinamente de la silla, y se dirigió a la pequeña entraba que daba acceso al otro lado de la barra, pero Darel llegó en ese momento y la detuvo.

—¿Quieres dejar de atizar a la gente cada vez que te molesta algo? —preguntó, pero Lori se zafó de su agarre y volvió a sentarse a mi lado.

Las ganas de reírme aumentaron, pero sabía que si lo hacía, el que iba a ser golpeado por Lori sería yo.

—En fin... parece que ya te lo han contado —Darel se acercó a mí—. Aunque solo era un juego de niños, aún recuerdo lo divertidas que fueron todas aquellas tardes.

Sonreí, y abrí la boca dispuesto a hablar.

—Entonces fue por eso que me llamaste “falso príncipe” aquella vez, por que en realidad ese sobrenombre es el tuyo —ensanché la sonrisa y Darel apartó la vista hacia un lado... ¿avergonzado?

—S-sí... bueno... siento aquello también —se disculpó—. Pero puedes quedarte con el mote, en realidad no me importa.

Darel me clavó sus ojos en mí otra vez, y ahora fui yo el que agachó la cabeza avergonzado.

—En realidad... no me gusta ese mote —confesé—. No sé quién fue el que me empezó a llamar así, pero no me gusta. El sentido que le dan es diferente al significado que tiene el tuyo, y cada vez que alguien me llama así, me siento incómodo. Da a entender algo que no soy.

Darel se quedó en silencio, y Lori colocó una mano en mi hombro.

—Por eso te pega más que te llame “Principito” —inquirió—. Aunque algún día te revelaré por qué decidí llamarte así —me guiñó un ojo, y dibujé una sonrisa en mi cara de nuevo.

—Está bien —Judha dio varias palmadas tomando la atención de los tres—. Supongo que Darel ya ha preparado todo, así que id a la cocina y tomad juntos un tentempié.

Le sonreí, y me levanté, aunque la puerta del S.K. se abrió en ese momento.

Varios chicos de mi edad —o eso imaginé— entraron al local, pero uno de ellos, el mismo cuyo cabello era de color rubio ceniza, se acercó a nuestra posición.

—¡Darel! —exclamó alegre—. No pensaba verte a esta horas por aquí. Ya que pareces estar libre, ¿por qué no nos vamos a dar una vuelta?

No sabía si nos había ignorado al resto, pero cuando Darel lo apartó y el chico rubio dirigió su vista hacia mí, formó una extraña mueca en su rostro.

—¿Y éste que mierdas hace aquí? ¿Ahora va de guay solo por teñirse el pelo de azul? —dio unos pasos más acercándose a mí—. ¿Qué pasa “príncipe”? ¿Ahora te juntas con Darel y su pandilla?

Quería hablar, pero por alguna extraña razón, su mirada me intimidaba.

—Cap, déjalo en paz —el de ojos azul cielo lo apartó de mi lado—. A ti te da igual quién se junta o no conmigo, así que métete en tus asuntos y vete.

El aludido lo observó de arriba a abajo y sonrió.

—Vaya, ¿desde cuándo lo defiendes? No sabía que os hubieseis hecho tan amiguitos —dirigió su vista hacia mí de nuevo—. Espera un momento... no me digas que te lo quieres tirar y por eso estás con él.

Darel se tensó y Lori se levantó de su sitio, aunque yo no comprendía lo que el chico llamado Cap acababa de decir.

—Vete —la voz de Darel sonó algo lúgubre, pero el rubio no desdibujó su sonrisa en ningún momento.

—¿Puede ser que él no lo sepa? —sin saber muy bien por qué, comenzó a carcajearse con fuerza—. No me lo puedo creer. Quieres tirarte al “príncipe” de Aussi High —dijo entre risas.

El de ojos azul cielo dio un paso hacia él, pero Judha —sin saber muy bien cuándo había salido de la barra— se adelantó a su hermano.

—Cap, será mejor que te vayas ahora. Estás molestando a los amigos de mi hermano y a mis clientes —observé a varias personas que estaban dentro del pub contemplar la escena—. No quiero líos, así que vete.

El grupito de personas con las que había entrado se reunió a su alrededor, y Cap me mostró una extraña sonrisa.

—Está bien, está bien —ensanchó su sonrisa—. Pero será mejor que cuides tu culo, “príncipe”. Darel es gay, por si no lo sabías, así que será mejor que estés atento. Aunque la verdad es que folla muy bien, por lo que creo que si lo haces con él repetirías más de una vez.

—¡¿Quieres largarte de una maldita vez?! —la voz de Darel me sobresaltó, pero al parecer Cap ni siquiera se inmutó.

—¿A caso es una mentira? Te recuerdo que t-

—Mira, zorrón verbenero —Lori apartó a Judha y a Darel a un lado y se acercó a Cap—. Que a ti te guste revolcarte con todo el mundo, no significa que los demás sean iguales que tú, así que si no quieres que te parta esa carita de subnormal que tienes, ya te estás largando. Y ni se te ocurra hablar mal de Darel o meterte con Paris —me señaló con el mentón—. Porque no dudaré ni un segundo en cumplir mis amenazas.

El de pelo rubio ceniza tragó saliva y, después de observarnos a Darel y a mí con asco, salió del S.K. con su grupito de amigos.

—Maldita sea... —Lori le dio una patada al aire—. Ya me ha puesto de mal humor. ¿Dónde está el estúpido de Barb para pegarle un puñetazo y descargar mi frustración con él?

Miré hacia todos ellos y, sin poder evitarlo, comencé a reírme.

Los tres me observaron curiosos, y cuando por fin pude volver a la normalidad, miré a la de pelo rosado divertido.

—Nunca hubiese imaginado que la estudiante número uno del instituto tendría esa personalidad —controlé mi risa lo mejor que pude—. Pero me ha encantado. Eres muy divertida, Lori. Y muchas gracias por defenderme.

Lori DeFiore enarcó una ceja, y acto seguido apartó la cara sonrojada.

—Lo que tú digas.

Sonreí, y esta vez me concentré en Darel, que al contrario que Lori tenía una expresión extraña.

—No... ¿no vas a decir nada? —preguntó.

—¿Nada de qué?

El de ojos azul cielo se pasó una mano por la sien y suspiró.

—De lo que dijo el imbécil de Cap. De que soy... bueno, de que soy homosexual. Puede que ahora te parezca asqueroso o algo así...

Medité un segundo su respuesta, y le mostré también una sonrisa.

—¿Por qué eso me tendría que parecer asqueroso? —negué con la cabeza—. Me sorprendió saber que te gustan los chicos, pero yo no le veo nada de malo. Cuando era algo más pequeño, una persona a la que aprecio mucho me dijo que no existían ni heterosexuales ni homosexuales, sino personas que desarrollan lazos por otras personas, sin importar su raza, color o género. Así que ni se te ocurra pensar que me puedes parecer asqueroso.

Darel agachó la cabeza y entrecerró los ojos, mientras que Judha plantó en su rostro una enorme sonrisa.

—Me gusta tu nuevo amigo, enano —inquirió—. Pero olvidémonos de lo que ha pasado e id, ahora sí, a tomar ese tentempié. Y será mejor que yo vuelva al trabajo —rió.

Judha volvió a entrar por el otro lado de la barra, y Lori me pico en el hombro llamando mi atención.

—Será mejor que lo dejes un momento solo —se encogió de hombros—. Creo que con tus palabras le has dado muchas cosas en las que pensar.

Observé a Darel preocupado el ver que no decía nada, pero sin que me lo esperase, me agarró del brazo y detuvo mi avance hacia la cocina.

—¿E-estás bien? —balbuceé al encontrarme con sus ojos.

Darel sonrió, y soltó mi brazo para revolverme el pelo con esa misma mano.

—Con que personas que desarrollan lazos por otras personas... —apartó su mano de mi cabeza—. Creo que ya lo tengo todo claro.

Y sin decir nada más, se adelantó a la de pelo rosado y a mí, entrando en la cocina sin esperarnos.

—Repito: el cuento se ha puesto aún más interesante.

Lori sonrió, y comenzó a caminar en la misma dirección por la que había ido Darel.

Mis manos temblaron por un momento debido a esa extraña sensación, y sin saber muy bien por qué, me llevé una de ellas a mi cabello, sintiendo como mis mejillas enrojecían al recordar la sensación de sus dedos sobre mi pelo.

 _________________________________

Creo que han pasado muchas cosas en este capítulo... pero en fin, ¿que os ha parecido la reacción de Paris cuando se enteró de que Darel es gay? ¿Qué creéis que “tiene claro” el de ojos azul cielo? ¿Algo que comentar sobre Judha, Lori, Kiam o Barb? Y Cap... ¿a qué es una buena persona? Jajajajaja ainsh... no os olvidéis de él xD

Por otra parte, se ha revelado uno de los por qués de los sobrenombres y... creo que también se ha dejado claro qué dos personas forman parte de la 2º y 3ª pareja respectivamente, aunque aún falta por descubrirse quién es el último integrante de la 3º jajajaja

Y como siempre se me olvida algo que tenía que deciros referente al capítulo... en fin. ¡Ah! Y tenéis foto de Judha en multimedia ;)

Una última cosa: creo que “DPyP” y “CotS2” serán actualizadas los fines de semana, que es cuando puedo ponerme a escribir tranquilo. “Say I love you” puede actualizarse entre semana (ya que los caps. son más cortos), y “Más allá de lo imposible” y “The World in Shambles” no tendrán un día o fecha fija de actualización, ya que son más complejas y tardaré en actualizarlas a partir de ahora.

Mañana respondo comentarios y privados, que no he estado en todo el día en casa y en cuanto he llegado me he puesto a escribir... y me muero de sueño (>.<)

Creo que eso es todo, así que espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo ;D

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