"Perdona siempre a los demás, nunca a ti mismo"
Publio Siro
***
| Pierre |
No me extraña en nada que mi vida vuelva de nuevo a ser la misma que antes, no del todo pero he podido recuperarme de todas aquellas cosas que por mi mala suerte me llegaron a suceder, aunque siendo un poco sincero, nunca he llegado a preocuparme tanto con todo aquello que respecta mi vida y mi futuro, lo pongo como una observación porque hace poco creí tener veinticinco y ahora, ya tengo treinta y uno; el problema de esto es que no siempre llegaré a ser eterno y si no me llego a comprometer con seriedad en una relación es muy probable que termine por ser uno de aquellos millonarios que se la viven viviendo en una lujosa mansión, cubiertos de dinero y con una estabilidad económica perdurable de la cual lograra que me sienta conforme y sin preocupaciones pero aunque antes esa era mi preferencia agregando a mujeres de todo tipo y clase en mi vida puede llegar a decir que hoy en día he cambiado mi forma de pensar, no sé si llamarlo como dicen las personas adultas mayores como mi abuelo, es decir, la madurez.
Reconozco que mi tiempo en tener que sentar cabeza ha llegado y en el paso que vamos, estoy muy seguro que mi madre tendrá que soportar otra década más para tener nietos, si es que Skandar no se aferra mucho a su carrera como a su futuro como actor y quiera continuar su vida como un soltero codiciado, eso si ya será un problema muy grande en la familia y más para mi madre quien desea tener nietos y sería el doble para mi abuelo quien ha mencionado un par de veces que también desea conocer a sus bisnietos.
Creo que por el momento parece que soy la única esperanza y más cuando Ruby no está interesada en tener una relación amorosa con un hombre por su condición médica y eso sin agregar lo de tener un bebé. Esto parece no tener un progreso muy lento y más cuando el tiempo que llevo con Alaska cada vez se va haciendo más corto a punto de que ya solo nos quedan dos meses; esos dos benditos meses que para mí, ya son una angustia y no solo lo digo porque están a punto de acabarse sino porque aún no me siento preparado emocional y mentalmente para cambiar de nuevo mi vida, sé que al principio fue difícil, tener que convivir con una persona que no conocía en mucho tiempo, acoplarme a una nueva rutina, revelar mis secretos privados de mi pasado, ser una mejor persona, preocuparme por una mujer que ahora es importante para mí y la verdad de todos, comenzar a sentir algo por ella cuando no debía de haber sido de esa forma, además suponía que tener que sentir algo por Alaska nunca terminara por pasar, debido a que simplemente me llegaría a conformar solo con su presencia pero creo que conocerla más, logró que no solo me acostumbrará a ella sino que me enamorará de su forma de ser.
Estoy confundido, demasiado para no saber qué hacer ahora que puedo o no hacer lo correcto, a veces quisiera no pensar solo en mí, es decir, haría lo posible para alargar más el tiempo para decidir si quiero romper este plan para tener una relación seria con Alaska pero en sí, no puedo llegar a ser siempre un egocentrista, porque ante mis ojos puedo ver que ella se siente conforme al estar a mi lado pero qué sucedería si no fuese así, creo que no puedo retenerla más tiempo para estar conmigo, eso sin decir que espero que ella no se vaya a ir del país luego de saber que su padre se encuentra en un estado severo de salud y que su madre le es difícil cuidar de él y trabajar a la vez para salir adelante; en todo casi si Alaska elije irse, no sé qué iniciativa puedo llegar a tomar porque mi vida está en Reino Unido, mi trabajo, mi casa, mi familia y todo... Lo que puede respectar a mi futuro pero también lo mismo puedo decir de Alaska, la mayor parte de su vida la tiene en Estados Unidos, allá tiene su familia, una casa y un posible empleo seguro que puede llegar a tener pero mientras tanto, aquí todo es inseguro e incierto.
Necesitaré tomarme unos días para poder organizar mis pensamientos y mis sentimientos si no quiero que todo se vuelva más complicado, además debo de ser rápido antes que no pueda llegar a una conclusión coherente que respecte con mi futuro.
Bajo de mi auto para entrar a la delegación de Manchester, no sé a qué se debe la reunión que ha programado Ian pero es posible que sea de algún contrato o del progreso de algún proyecto, ya que al realizarla de contratiempo me hace ver que es muy importante. Saludo a la secretaria y me dirijo pronto a la oficina en donde se realizan las reuniones de la junta directiva; a penas entro y me encuentro a Ian, Ezra, a nuestro contador de la compañía, al jefe de los trabajadores de la construcción y nuestro asistente. Me siento en mi lugar y le hago un gesto a Ian para que pueda empezar a hablar. Se levanta de su lugar, se arregla el blazer intentando disimular en abotonar uno de sus botones hasta que nos da una mirada a todos.
—Tengo malas noticias. —Ezra y yo nos damos una mirada al unísono. —Parece que el proyecto Sunflower será cancelado.
— ¿Por qué?—Resalto sorprendido.
—El arquitecto Platten renunció y ahora se llevó los planos de la construcción quien los vendió a una nueva constructora. —Me toque la boca pensando en quien podría haber comprado esos planos.
—Pero la construcción del proyecto ha quedado a medias—respondió Ezra preocupado.
—Exacto y ese es el problema, ni podemos renunciar al trabajo que ya se empezó y solo le quedaban meses por terminar. —Explico Ian.
—Según nuestras estadísticas, el proyecto debe de ser terminado antes que acabe el año y si no conseguimos esos planos o por lo menos una semejanza de ellos, estaremos en problemas con el gobierno. —Pase mi mano sobre mi cabello.
Realmente esto no lo esperaba, un proyecto no puede quedar a medias y más cuando forma parte del gobierno y no solo eso, hablo también porque trata de la remodelación de un orfanato el cual tiene que terminarse antes de navidad, ya que será la sorpresa que se le daría a los niños y a los trabajadores sociales pero con este problema que acaba de presentarse creo que se debe de buscar una solución rápida.
— ¿Por qué habrá tomado esa repentina decisión el arquitecto Platten?—pregunto nuestro contador.
— ¿Chantaje? ¿Amenaza? O ¿le ofrecieron una buena paga para hacernos esto?—Dijo entre dientes Ezra.
—Recuerdan que está ya es la tercera vez que nos sucede esto—hice un reencuentro de recuerdos.
Observo como Ezra e Ian empiezan a pensar sobre mis palabras, se quedan por un momento en silencio hasta que me doy cuenta como uno de ellos abre los ojos en grande y su boca se queda abierta, es posible que el impacto de un recuerdo le haya hecho reaccionar así.
— ¡Ese idiota me las pagará!—Ezra se levanta y va directo a la puerta.
Ian me da una mirada intentando comprender la actitud de Ezra pero apenas puedo levantarme sin tropezarme para cerrarle la puerta en su nariz, para que no salga de la oficina y pueda llegar a hacer un escándalo que dejé en mal a la constructora.
— ¿Qué pasa Ezra?—Le da una mirada Ezra a Ian.
—Iré a partirle el rostro a Dave... —Ian abre los ojos en grande.
— ¿Fue él?—intento que Ezra se vuelva a sentar.
—No lo dudo, no creo que sea casualidad que nos esté pasando esto. —Le doy una mirada a todos. —Dave ya lo ha hecho dos veces con nuestra compañía y un tercer no sería de sorprendernos. —Mencioné.
—Pero, ¿si no fue él?—Ian no lo cree.
— ¡Fue él, Ian! Siempre busca una forma de destruirnos—Ezra respaldo mi idea.
—Pero no tenemos pruebas—pongo los ojos en blanco.
Aunque fuera o no Dave, no me explico cuál ha sido la razón por la que ahora quiso destruir uno de nuestros proyectos pero en la condición en que nos encontramos no podemos pensar en pelear si no que es tratar de armonizar nuestras diferencias para que pueda darme los planos de la construcción.
No me queda otra solución que ser yo quien me encargue de conseguir y traer de vuelta esos planos, no por ser el mayor accionista de la construcción sino que también porque soy quien vela por lo mejor de la empresa y su imagen.
—Les avisaré que sucederá con este problema, espero solucionarlo pronto. —Les índico a todos. —Ahora pueden dejarme solo con mis socios, necesito discutir unos asuntos con ellos.
El contador y el asistente salen de la oficina para dejarme a solas con Ezra e Ian, ahora me toca convencerlos a ellos sobre lo que llegaré a hacer para que Dave me devuelva los planos, porque ese presentimiento que tengo me conlleva a estar seguro que él es quien los tiene, posiblemente haber persuadido a nuestro arquitecto para que le vendiera de una forma ilegal los planos, porque de alguna u otra forma, existe un contacto que tenemos con el señor Platten, el cual demuestra que nosotros tenemos esos derechos de los planos de la reconstrucción del orfanato, por lo cual venderlos sería ilegal e inválido porque mi constructora tiene esos derechos.
—Tenemos que pensar en algo rápido—propone Ian.
Puedo ver como uno de mis amigos y socios se encuentra estresado pero mantienen un equilibrio corporal que no busca la violencia, mientras que el otro, camina de un lado hacia el otro como un león enjaulado en buscar de una salida, Ezra murmura maldiciones y ha empezado a mantener un descontrol en su cuerpo, es posible que si se le dejará que pasara por aquella puerta, no tardaría mucho en ir a la constructora de Dave y masacrarlo a golpes hasta que nos devuelva nuestros planos y a la vez, nos dejé en paz.
—Iré a la constructora de Dave y amablemente le pediré que nos devuelva los planos. —Les anuncio a ambos mi idea.
—Dudo que te los devuelva, Pierre. Conocemos a ese idiota y sabemos lo calculador que es—opina Ian.
—Deberías dejarme que resuelva este asunto—refunfuña Ezra.
—No—me niego a aceptar esa idea—. Tú solo buscaras más problemas, así que te pido que te calmes, Ezra. —Él gruñe molesto.
Él no se queda tranquilo con mis palabras hasta ha empezado a morderse las uñas que estoy seguro que si esté día no encontramos una solución, ni siquiera va a poder dormir en paz.
—Tenemos un contracto, recuerden. Y no puede llegar a romperse solo porque los planos fueron vendidos o quién sabe Dios donde han terminado. —Les comento.
—Dave no te los devolverá—dice preocupado Ezra.
—Haré lo que tenga en manos. —Les prometo a ambos. —Ian llama al arquitecto Platten, quiero que lo contactes y que te dé un buen motivo para que nos haya hecho esto si no quiere meterse en problemas legales y Ezra, necesito que busques los documentos del contrato, espero que tengamos una copia de los planos por si Dave no nos lo quiere regresar. —Ambos asienten.
—Pierre, no quiero seguir dudando de esto pero ¿estás seguro que fue él?—suspiro resignado al ver que no me cree.
—No tengo otros motivos para creer que esos planos estén en manos de otras personas o se encuentren en un basurero... De todas formas, no pierdo en confrontar a Dave y saber la verdad, ¿no?—con eso termino de convencer a Ian. —Los mantendré al tanto, adiós.
Salgo de la sala de juntas para pronto ir por mi auto, necesito hacer todo esto rápido para poder resolver el problema, porque si no tengo aunque sea un plan B para esto, el proyecto se llegará a retrasar y cada semana un representante del gobierno llega a visualizar el avancé de la construcción y si se llega a enterar que los planos están perdidos o en manos de otra persona, es probable que de nuevo la imagen de la construcción este en problemas.
(...)
De manera formal pero exigente le pido a la secretaria de Dave que me dejé verlo, no estoy nada cómodo en tener que estar en la construcción de mi enemigo y rival, más con haberle dado un buen golpe en la última visita que tuvimos en la galería y competimos para tener ese contrato con el artista, aunque mayormente fue gracias a que me encelo por hablar cosas inapropiadas de Alaska. Eso fue lo que más me altero pero no puedo decir que sea el único motivo por el que siempre quise golpearlo más cuando durante seis años hemos estado en los mismos conflictos y no hemos llegado a alzar la bandera de la paz.
La secretaria me hace esperar una hora hasta que me deja pasar a la oficina de su jefe, me ofrece algo de beber pero no le acepto nada, por lo cual solo le agradezco su amabilidad. Apenas doy un paso en el territorio de Dave cuando él de forma burlesca me da una sonrisa, como si ya hubiera esperado que esto sucedería pero eso sin decir que debajo de sus manos puedo ver un enorme pliego de papel, el cual se encuentra enrollado como un pergamino y sin dudarlo, sé que se trata de los planos.
—Por fin te dignaste a querer conocer mi constructora. —Dice orgulloso.
—Vamos al grano, Dave. —Alzo mi voz. —Quiero los planos de mi proyecto. —Le digo con seriedad.
Se levanta y hace unas muecas con su boca que me provocan a golpearlo, intentaría tomar el plano y huir de su constructora pero es posible que los guardias me detengan y me los quiten, por lo cual no es una buena idea.
— ¿Hablas de estos?—Me lo señala. —Toma. —Me los pone en frente. —Agárralos, sin pena. —Enarco la ceja.
Esto es un engaño, no puede ser así todo tan fácil cuando creo que me llevo más tiempo en quejarme de lo difícil que sería tenerlos de nuevo cuando ahora todo está siendo lo contrario.
Alzo la mano y estoy a punto de tomarlos cuando él los hace hacía atrás y los esconde en su espalda; ya sabía que las cosas no podrían ser fáciles y más añadiendo que se trata de Dave.
—Si los quieres, necesitaremos ante todo hacer un intercambio—achico los ojos.
— ¿Qué quieres?—le doy la voluntad a que escoja algo.
—Tu novia. —Abro los ojos. —Creo que ha quedado claro que me gusta y la quiero en mi cama—mis manos se hacen unos puños—es bellísima pero quisiera saber que hay debajo de toda aquella ropa, sé que ya te la debes de haber follado pero no importa, porque yo puedo... —Lo agarro de las solapas de su traje y lo empujo hasta su escritorio.
—Ni te atrevas a verla a los ojos... —le amenazo. —Ella es mi mujer, que te quede claro y lo que menos haría en esta vida, es intercambiarla por unos planos. —Él se queda estático.
—Sabes que puedes estar en problemas si no tienes estos planos, ¿no?—siento como mi sangre empieza a hervir de enojo.
—Puedes estar en problemas también por tener unos planos de forma ilegal, ¿lo sabes?—él ríe.
—Sabes que la reputación de tu construcción depende de esto—me enseña el plano—, puedo ir a la cárcel, Pierre pero sabes que dejarías sin empleo a muchas personas agregando a tus socios y eso sin contar que dejarías sin hogar a unos niños, le faltarías la palabra al gobierno y tú familia... Sé que están pasando por mucho y verte detrás de unas rejas no sería lo correcto y qué sería de tu apreciada novia, ¿te llegaría a ver a prisión o esperaría por ti?—se burla en mi rostro al decirme todo aquello.
Lo suelto se las solapas de su traje y me alejo un poco de él, ambas partes son malas es casi como estar entre la espada y la pared y no encontrar una estrategia por donde salir, solo esperaría que Ezra encontrase las copias de los planos para tener todo resuelto pero mayormente nosotros nos quedamos con el original y esta vez no tengo la idea como es que el arquitecto los tenía y no nosotros. No puedo arriesgar la construcción pero tampoco puedo exponer de esta forma a Alaska... es lo incorrecto, prometí protegerla ante todo peligro y si este es uno de los casos, creo que prefiero perder una parte de mi trabajo antes que a ella. Es posible que encuentre una solución mejor antes que irme por una estúpida decisión que me puede hacer perder todo.
—No... Mi novia se queda conmigo. La elijo a ella antes que el plano. —Digo con mucha seguridad.
Dave se molesta con mi decisión que solo veo como abre el plano y lo rompe en cuatro pedazos hasta tirar cada trozo en una trituradora de papel, siento como el mundo se me va por encima y de los problemas que ahora tendré con eso... Si no hay copias los planos ya no existen y si estos ya no están en papel... Eso solo significa una cosa... El proyecto quedará estancado.
—Ahí esta tú decisión. —Dice relajado.
Con mucha furia me lanzo encima de él y lo golpeo repetidas veces por todo su cuerpo hasta ya no ser consciente del número de golpes que le estoy dando. Solo sé que mis nudillos empiezan a arder y de cómo la sangre empieza a salpicar, pero me detengo al darme cuenta que estoy haciendo lo que le pedí a Ezra que no hiciera, me levanto y con ganas de matar a Dave, tomo aire e intento no perder la poca cordura que me queda. Él se levanta tranquilo y se ríe en mi rostro, su boca y nariz sangra mucho pero eso no crea una compasión en mí.
Me voy de su oficina y me dirijo a mi auto, nunca creí tener que pensar en otra opción para salir de problema así que creo que es hora de ocupar mi plan B.
(...)
Llevo una media hora sentado y sin saber que decirle a la persona que tengo en frente, pensé que tener la voluntad de visitarlo lograría que estableciéramos un pequeño vínculo como en los viejos tiempos así cuando nos peleábamos, nos manteníamos un tiempo sin hablar, dejábamos a un lado nuestro orgullo y por fin había unas disculpas sinceras sin tener tanto que pensarlo pero esta vez, eso no sucedió.
Desde que di un paso a su empresa, lo único que he hecho es intentar poder verlo a los ojos sin dudar y recordar aquella noche de navidad, estoy un poco cansado de tener que estar en estas condiciones cuando a veces lo extraño, sin embargo está vez no es fácil perdonar y no soy bueno correspondiendo una disculpa si aún no me siento cómodo con esta situación, quisiera decir que todo ya está solucionado pero no, aún verlo y tener una conversación se me hace difícil hasta soy sincero que desde que me senté en frente de él, ni siquiera he podido verlo a los ojos, siempre desvió la mirada a otra cosa y eso sin añadir que se me revuelve el estómago cada vez que su celular suena y de reojo veo que se trata de ella.
No sé si ya será el destino o para mi desgracia tengo que seguir viviendo este tormento, pero no estoy dispuesto a querer seguir de esta forma cuando Alaska tiene razón en decir que si sigo de esta forma, seguiré viviendo en el pasado y no podré avanzar con mi futuro.
—Hijo...
Aquellas palabras fueron como un eco que resonó por lo más profundo de mí ser, reaccioné y levante la mirada para poder hablar de una vez con él.
—Seré breve... —jugué con mis dedos para distraerme de su mirada—Estoy en problemas y necesito contactar a German lo antes posible. —Le explico.
El abogado de mi padre puede ayudarme en esta situación en la que me encuentro para prevenir cualquier conflicto que se me venga encima con eso de que Dave rompió y trituró los planos.
— ¿Qué hay de Holland?—pregunta por mi abogada.
—Está de viaje en Irlanda y no regresará dentro de dos semanas y siendo sincero, no puedo esperarla. —Suspiro. —Y German sabe un poco de mis asuntos legales de la constructora. —Le comento.
— ¿Qué ha sucedido?—tomo aire intentando no mantener una larga conversación ahora que necesito contactar a todo el mundo rápido.
—Problemas. —Simplemente le digo.
—Pierre, por favor. —Suplica con voz triste. —Ya quiero dejar de estar así contigo y con tus hermanos... —Le corto su argumentación.
—Lo sé pero me es difícil no pensar en esa noche... —Lo miro a los ojos. — ¿Crees que no he intentado olvidar como te acostabas con Ginger? Te admiraba, eras la persona que yo deseaba ser en un futuro pero toda esa imagen se arruino con lo que hiciste—me toco la cabeza—, no sabes lo complicado que ha sido esto y también en lidiar con todo el peso que vino por encima con el cáncer de Ruby y ahora con el divorcio en donde quien más lo está pasando mal es Skandar y no se diga de mamá quien sufre calladamente con tu traición. —Niego. —No ha sido fácil cargar con los problemas de la familia, papá.
Ahora todo se siente tan desconocido y frío, llamarlo "papá" de nuevo es como probar el limón, ácido y que te deja con un amargo sabor en la boca. Ya nada tiene el mismo efecto, he perdido casi todo tipo de afecto que le tengo, ni siquiera ahora puedo decir que le tengo confianza o hasta respeto cuando he tenido peleas con él, las cosas cambiaron y por primera vez, no ha sido por algo positivo.
— ¿Por qué lo hiciste?—desde que descubrí su amorío con su amante, me lo pregunte. — ¿Ya no amabas a mamá?—él suspira.
Se queda callado y reflexiona todo lo que le he dicho en los últimos minutos, no sé si tratará de decirme una mentira o solo busca la forma de explicarme su historia sin confundirme y hacerme enfadar más de lo que ya puedo estar.
—La relación con tu madre se volvió fría, Pierre. —Me da una mirada avergonzada. —Yo en ningún momento pensaba en engañarla pero llegó Ginger y me sedujo... —Lo detuvo.
—Eres un adulto, debías haberte controlado. Tenías que pensar que estabas casado, que tenías una esposa y unos hijos. Y Ginger es menor que tú por... ¿20 o 30 años?—Digo asqueado. — ¿No tuviste remordimiento de consciencia cada vez que te acostabas con ella?—Asiente.
—Lo tuve pero me sentía bien con ella—escuchar aquello era más que una pesadilla.
Inhalo suficiente aire para no derrumbarme fácilmente, muchos pensamientos, imágenes y dudas llegan a mi mente, entre ellos, imaginar como él cada día tenía sexo con Ginger y mientras lo hacían, él pensaba en mi madre. Dios, crear aquello en mi mente es grotesco.
— ¿No crees que hubiera sido más fácil hablar con mi madre y separarse?—aunque en realidad el dolor siempre hubiera podido ser el mismo.
—Lo intenté, hijo. Pero tu madre siempre ha sido buena conmigo y yo no tenía la valentía suficiente de decírselo. —Niego.
De alguna u otra forma, creo que hubiera sido mejor que se separaran si ellos ya no sentían algo uno por el otro, hasta es probable que se quedaran juntos solo por mis hermanos y yo, pero eso puso en juego la confianza y el amor de la familia, ahora todo está roto y no creo que haya suficientes vendas o pegamento para poder unir todos aquellos pedazos rotos no solo del corazón, sino que recuerdos y la felicidad que parecíamos demostrar.
—Lamento haberte causado tantos problemas, hijo. —Me quedo callado al no saber que decir. —Entre ellos, haberte querido separar de Alaska. —Me asombro con eso.
No me esperaba que se disculpara también por haberme causado tantos problemas cuando llevaba a Alaska a un evento o unas vacaciones que fueran en familia, eso es nuevo y me ha tomado por sorpresa.
—Ella no solo merece estar contigo sino que también tú te la mereces. —Me quedo atónito al verlo seguro de lo que dice y sin retractarse.
— ¿Por qué me dices esto?—trato de comprender todo.
—Porque quiero arreglar mis errores contigo, Pierre. Me equivoque con Alaska, es una mujer fiel, cariñosa, honesta y tiene muchos valores. —Una pequeña sonrisa sale de mi boca. —Espero que ella sea quien lleve el apellido Beckham. —Hago una mueca.
¿Otra palabra que se le debería añadir a Alaska? Suficiente tengo que pensar que el tiempo se nos está agotando para que ahora, mi padre quiera tenerla de nuera, está vez no creo que me éste diciendo esto por tratar de complacerme sino más bien, lo dice con sinceridad pero la verdad, no creo poder cumplir esa nueva opción de mujer que él ha elegido para mí y mi futuro.
—Sé que no es el momento pero, ¿crees perdonarme algún día?—pregunta con la esperanza que pueda decirle que sí.
—Sí, por lo menos, puedo perdonarte por lo que le has hecho a Alaska pero por lo de Ginger... Necesitaré un poco más de tiempo. —Asiente con una sonrisa.
Termina por ayudarme a contactar su abogado para que pueda apoyarme en resolver mi problema sobre el plano, por lo menos en los últimos minutos que estuve con él, no hubo palabras cortas, ni distancia u alguna pelea que podíamos armar con lo sucedido hace unos meses. Al hablar con él me di cuenta que me hacía falta poder corresponderle no solo sus risas sino que también aquellas demostraciones de cariño que un padre le puede dar a su hijo, la verdad es que por un momento olvide todo y más del tema se Ginger.
Me despido de él y estoy a punto de irme cuando me detengo al abrir la puerta, le doy una mirada y por fin puedo decir unas palabras que se sintieron bien al mencionarlas.
—Papá... —Elevo su cabeza.
— ¿Sí Pierre?—espera que hable.
—Te perdono.
Casi puedo imaginar que está a punto de llorar pero prefiero irme antes que sea el siguiente en ponerme frágil con la situación. Cierro la puerta y voy en dirección a la salida de la empresa pero en el momento en que estoy a punto de cruzar la puerta, se escucha unos gritos que marcan el eco de los pasillos, las personas de mi alrededor se quedan desconcertadas y pronto veo a una mujer salir corriendo y gritar palabras poco coherentes, uno de los vigilantes parece entenderle y de inmediato sale corriendo.
— ¿Qué sucede?—me acerco a la mujer quien ha empezado a hacer un disturbio en la empresa.
—Le dispararon... —Agitaba sus manos intentando hablar. —Oh Dios mío... Oh Dios mío... —se cubrió la boca.
— ¡¿A quién le dispararon?!—le dije preocupado.
—Al señor Beckham...
Mi mundo se detuvo en ese momento, solo sé que mis pies empezaron primero a caminar, luego a trotar y por último a correr, mi corazón se agito en cada paso que daba y podía sentir mis lágrimas a punto de salir de mis ojos, me decía en la mente que no podía ser cierto, que todo era una mentira y solo es para asustarme, pero pronto al llegar a su oficina, observé al vigilante terminar de hacer una llamada a los oficiales pero mi mirada se centró en mi padre, quien estaba tirado a un lado de su escritorio boca hacia abajo, ni siquiera tarde en ir hacia él cuando me tire al suelo y lo agarre, le empecé a hablar pero él no respondía, eso sin decir que su pecho sangraba demasiado, puse mi mano en el lugar en donde suponía que estaba la bala, casi creí que podía detener la sangre pero pronto observe como mi padre agonizaba e intentaba abrir los ojos.
—Pierre... —Lágrimas salían de sus ojos. —Lo siento...
—No digas eso, papá... —Lo abracé.
—Dile a tu madre que ella siempre será mi primer amor verdadero... —Me niego. —Cuida de tus hermanos, ellos te necesitan. —Se me hizo un nudo en la garganta. —No dejes que tu abuelo se escape en las noches para ver a sus amigos. —Ambos reímos pero el dolor volvió.
—Papá... No... —Volvió a aparecer ese miedo que no había reconocido hace un mes.
—Y dale mucho amor a tu hermana... —Enarco la ceja.
—Pero, si ya lo hago... —Intento comprender eso.
—No... No me refiero a Ruby... Si no que... Tu nueva hermana. —Me quedo atónito con esa noticia. —Pierre... Llama a Alaska y dile que es hora. —Pestañeo repetidas veces.
— ¿Qué? ¿Para qué?—Empezó a toser.
—Solo hazlo.
Saque mi celular y marque el número de Alaska rápido, esperaba a que contestara y no estuviera ocupada y ya al segundo sonido, escuche su voz, con palabras entre cortadas por el miedo, intente ser rápido y breve pero al ver unos paramédicos llegar, les pregunte donde llevarán a mi padre y a penas ellos me dijeron cuando empecé a perseguirlos para irme con ellos en la ambulancia.
— ¡Pierre!—Salte del susto cuando volví a escuchar la voz de Alaska.
—Alaska... Mi padre ha sufrido un accidente y voy directo al hospital, me ha dado un recado para ti... Dice que ya es hora... ¿Qué significa eso?—le pregunte.
— ¿A qué hospital se dirigen?—me devuelve la pregunta.
—North Manchester General Hospital—le comento.
—Voy hacía allá, le informare a tu familia de esto. —Me comunica.
—Gracias, nos vemos allá.
(...)
Llevan a mi padre al quirófano mientras que me quedo en la sala de espera impaciente y con temor de que a él le suceda algo...
Doy varias vueltas en el mismo lugar e intento no pensar en cosas malas y negativas que me puedan llevar a preocuparme más, pero ni siquiera puedo quedarme tranquilo cuando veo a mi familia llegar pero entre ellos Alaska y otro médico parecen llevarse a mi hermana entre los pasillos de urgencia, intento alcanzarlos pero mi madre me agarra del brazo y me detiene.
—Mamá, ¿dónde llevan a Ruby?—ella no reacciona pero me doy cuenta que es porque tengo sangre en mis manos y en la ropa.
— ¿Qué te paso?—ahora no sé cómo explicarle lo de mi padre.
—Hirieron a papá... —Ella abrió los ojos en grande.
—Señor... —Llegó Mason.
Suspiro y me dirijo hasta él, no es buen momento para recibir noticias pero creo que debe ser algo importante para que me haya llamado y me esté interrumpiendo. Es ese momento en que nos apartamos de mi madre, de mi abuelo y de mi hermano, estoy a punto de preguntarle que debe decirme cuando me entrega una cajita.
—La dejaron afuera del penthouse, señor. —Responde.
No tardó mucho en abrir la caja cuando encuentro por dentro una bala y entre ella una nota, la cual la letra me pareció reconocible, la agarre y empecé a leerla llegando al grado de sentir varias emociones y entre ellas las más similares, el enojo, el miedo y la ira.
"Feliz cumpleaños querido, espero que te haya gustado tu regalo que próximamente te será entregado en un ataúd. A la siguiente, pueda ser que sea tu madre, uno de tus hermanos, tu abuelo o Alaska. ¿A quién elijes?"
Tu único amor, Inés
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Continuará...