Un golpe insistente me saca de mi sueño inquieto y me arrastro debajo del montón de mantas. Lanzando mis pies por el costado, me siento en el borde y miro con cansancio la estúpida puerta. Tal vez la otra persona se rendirá y se irá. Los golpes continúan, así que me levanto y doy un paso más cerca.
ㅡ¿Kongpob? Kong, ¿estás ahí?
Cualquiera menos él, no puedo soportar verlo en este momento. Me arrastro de regreso al centro de la cama mientras esa voz familiar continúa, su tono es lo suficientemente fuerte como para atravesar la puerta.
ㅡKong, por favor, ¿podemos hablar? ¿Por favor? Estás ahí, ¿no? Te busqué por todo el campus, pero nadie te ha visto en todo el día. Por favor, déjame entrar, Kong.
El dolor que atraviesa mi pecho casi me ahoga cuando lo escucho. Se extiende hasta que incluso me duelen las yemas de los dedos y me arden los ojos. El recuerdo de ese beso parpadea frente a mis ojos y no puedo respirar.
ㅡKongpob, abre la puerta...
Golpea de nuevo y el sonido late en mi corazón hasta que sangra. Desesperado por escapar pero sin tener a dónde ir, tomo mis auriculares de la mesa y me los llevo dolorosamente a las orejas. Enchufándolos en mi teléfono, oprimo en la música y escojo una canción al azar. Subiendo el volumen lo más alto posible, cierro los ojos y entierro la cara en mis brazos mientras descansan sobre mis rodillas dobladas. El sonido de los tambores llena mi mente mientras la melodía me envuelve.
🎼🎶🎶🎵🎶🎵🎶
Arctic Monkeys
"Do I Wanna Know?"
¿Tienes color en tus mejillas?
¿Alguna vez tuviste la sensación de no poder cambiar el rumbo?
Que se queda cómo algo entre tus dientes.
Ah, hay algunos ases en tu manga.
¿No tienes idea de que estás en lo profundo?
Soñé contigo casi todas las noches esta semana.
¿Cuántos secretos puedes guardar?
.................................
Varias canciones después, no estoy seguro de cuántas, mi teléfono suena interrumpiendo la música. Lentamente, quitándome los auriculares, me da miedo escuchar los golpes y a esa persona llamándome, pero todo está en silencio. Apago la música y espero más pero no hay nada. Él se fue.
Debería estar aliviado. No iba a abrirle la puerta. No quería verlo, no quería escucharlo. Debería ser bueno que se haya ido, pero no se siente así. El dolor en mi pecho parecido a un cuchillo, se retuerce, y esa maldita voz en los espacios ocultos de mi corazón me susurra que se rindió tan fácilmente porque ya no soy su persona importante.
Duele mucho. El dolor es tan grande que me siento hueco por dentro. No queda nada de mí. Se lo llevó todo con él y no me dejó ni los peores pedazos. Quiero odiarlo, pero no me queda nada para odiar a nadie, ni siquiera a él.
Otro sonido de mi teléfono irrumpe mis tristes pensamientos y lo observo, atrapado en la palma de mi mano. La pantalla está iluminada pero distorsionada por las gotas húmedas que salpican sobre ella. Las lágrimas caen, corren sin control por mi cara sin permiso. ¿Cuándo comenzaron? Limpiando la pantalla, sostengo el teléfono y reviso mis notificaciones. Treinta y seis mensajes de texto y catorce llamadas perdidas. La mayoría de ambos son de la misma persona y los paso rápidamente. No quiero saber qué tiene que decir, todavía no. Algunos son de mis amigos, en su mayoría preocupados y preguntando dónde estoy. También los omito porque no tengo idea de qué decirles. La verdad es demasiado dura para expresarla y no estoy de humor para fingir que estoy bien. Por hoy, por esta vez, sólo déjenme ser.
Hay dos mensajes de texto de una persona, los cuales abro.
Prem (12:36 pm): ¿Almorzaste? ¿Quieres que te lleve algo?
Prem (4:04 pm): Estaré allí en 10.
Trato de escribir una respuesta diciéndole que no venga, que quiero estar solo. Mis dedos se tambalean sobre las letras y la autocorrección no ayuda. De alguna manera, me las arreglo para escribir: "Dom Conwell está aquí. Lo preocuparse. Quieto solo"
No importa cuántas veces lo intente, no puedo escribir. Las lágrimas se convierten en un río cuando arrojo el teléfono sobre la cama con frustración. Olvídalo. Déjalo venir. No es que tenga que abrirle la puerta. Arrastrándome debajo de las sábanas, entierro mi cara en la suavidad de la almohada y espero a que el sueño me alcance una vez más. Es mejor ahí. No tengo que pensar, sentir o recordar.
Ni siquiera estoy cerca de dormirme cuando hay un fuerte golpe en mi puerta, pero al menos las lágrimas se han desvanecido en mi funda de almohada. Mi cara está rígida y con picazón mientras arrojo las mantas a un lado. Hay otro golpe y tengo ganas de gritar. ¿No puede una persona revolcarse en su propio infierno personal en paz?
ㅡKongpob, abre la puerta. Soy Prem.
El superior me llama después del tercer golpe. El escucharlo me recuerda la seguridad que sentí antes. Esta es la persona que me cuidó cuando nadie más lo hizo. Antes de darme cuenta, ya estoy a medio camino de la puerta y alcanzo la manija. Llama de nuevo y me congelo en mis pasos. ¿Y si él también está afuera? ¿Qué pasa si P'Prem no está solo? Doy un paso atrás y bajo mi mano, mi respiración se atora en mi garganta y un frío temor se arrastra sobre mi piel. Aún no. No puedo enfrentarlo aún. No estoy listo para escuchar esas últimas palabras. No soy lo suficientemente fuerte.
ㅡSólo soy yo, nadie más.
Como si hubiera escuchado mis pensamientos, P'Prem responde a mi pregunta no formulada. Tranquilizado, lentamente abro la puerta al apuesto mayor. Me observa detenidamente y me empuja dentro de la habitación, cerrando la puerta detrás de él.
ㅡTe ves como una mierda.
ㅡGracias.
Él no se pierde mi sarcasmo y me pone los ojos en blanco antes de dirigirse al baño. Pronto escucho la ducha corriendo y P'Prem regresa a revolver mi ropa. Después de agarrar boxers, pantalones cortos grises y una camiseta negra, me empuja a la pequeña habitación y coloca la ropa en el mostrador con la toalla que arrebató de la percha.
ㅡNo salgas hasta que hayas eliminado el hedor de la cama.
P'Prem cierra la puerta en mi cara y me quedo solo, el vapor arremolinándose a mi alrededor. Una mirada en el espejo y sé que tiene razón. No soy yo el que devuelve la mirada. Es un extraño feo con cabello irregular y aliento desagradable. Los ghouls* tienen más color que yo, y mis ojos están tan hinchados que parece que tuve diez rounds en el ring con el Champ.
Me quito la ropa, la dejo caer al piso y me meto en la ducha. Está lo suficiente caliente para que arda, así que la dejo quemar el sudor, las lágrimas secas y los residuos de la miseria. Mi piel está roja como una cereza cuando cierro el grifo y me duele un poco cuando me seco, pero ya no me siento cómo un cadáver andante. Después de cepillarme los dientes y vestirme con la ropa limpia, salgo del baño para encontrar a P'Prem sentado en mi pequeña mesa con los contenedores para llevar en la parte superior. Afortunadamente, mis cortinas todavía están bien cerradas, así que no tengo que mirar el balcón vacío al otro lado de la calle. Desechando la idea de cuántas veces he mirado allí esperando ver a esa persona, aparto los ojos y camino hacia la mesa. P'Prem se concentra intensamente en su teléfono hasta que me siento frente a él.
ㅡBueno, ahora pareces más vivo. Un poco cómo una langosta recocida, pero vivo.
Él sonríe mientras abre uno de los recipientes y lo coloca frente a mí con un juego de cubiertos y un café helado. Tengo miedo de preguntarle cómo sabe qué pedirme mientras miro el cerdo picado sobre el arroz con un huevo frito. Es mi comida habitual, pero mi estómago se revuelve en protesta. ¿Esa persona le dijo qué ordenar?
ㅡCome antes de que ponga más fríoㅡP'Prem abre su propio contenedor y tiene la misma comidaㅡNo estaba seguro de lo que te gustaba, así que pedí lo que me sonó bien. Espero que esté bien.
ㅡEstá bien, P'Prem.
La agitación desaparece y se reemplaza con un bajo gruñido de hambre. Dándole a P'Prem una pequeña sonrisa de agradecimiento, recojo los cubiertos.
ㅡGracias.
Doy unos bocados a la comida y sabe a ceniza en mi boca, pero sigo metiendola. Al otro lado de la mesa, P'Prem está cavando en la suya mientras observa cada bocado que tomo, cómo un halcón. Parece complacido mientras continúo comiendo, así que sigo adelante hasta que todo se acaba, no queriendo decepcionar sus buenas intenciones. No hablamos durante la comida o después, mientras él limpia la basura y yo limpio la mesa. No dice nada mientras me acuesto en mi cama y miro hacia el techo. Caminando hacia el otro lado, se estira en la cama y se apoya cómodamente contra la cabecera. De alguna manera, el que P'Prem esté aquí mientras juega tranquilamente en su teléfono, me consuela. Me pongo los auriculares y los enchufo al teléfono. Pasando a una lista de canciones al azar, cierro los ojos y espero que la música me lleve.
🎼🎶🎶🎵🎶🎵🎶
Clean Bandit
"Symphony"
He estado escuchando sinfonías
Antes de que todo lo que oyera fuera silencio
Una rapsodia para ti y para mí
Y cada melodía es atemporal
La vida me estaba atando
Luego viniste y me soltaste
Estaba solo, cantando solo
Ahora no puedo encontrar una clave sin ti
Y ahora tu canción está en repetición
Y estoy bailando a tu ritmo
Y cuando te vas, me siento incompleto
Así que si quieres la verdad, sólo quiero ser parte de tu sinfonía
¿Me abrazarás fuerte y no me soltarás? Sinfonía
Como una canción de amor en la radio
¿Me abrazarás fuerte y no me soltarás?
.................................
¡Mierda! ¿Por qué tiene que ser esta canción? La letra me persigue y ruedo de lado hacia el centro de la cama para hacerme una bola. Duele. Todo duele. Quiero llorar pero no quedan lágrimas que exprimir. Quiero gritar pero mi voz se apaga en un patético gemido.
Unas manos suaves me quitan los auriculares y me quitan el teléfono. P'Prem pasa sus dedos sobre mi cabello y luego me da una palmada en el hombro mientras me muevo. Acurrucado más cerca, presiono el costado de su cintura dejando que su presencia me tranquilice. Él no habla, sólo continúa acariciando mi hombro cómo si me estuviera asegurando que no estoy solo.
Mi teléfono comienza a sonar y me alejo del sonido, enterrando la cara en la camisa de P'Prem y tirando un brazo sobre mi cabeza. Lo siento moverse y el sonido se corta. Un momento después, llaman a mi puerta. Me acurruco lo más fuerte que puedo para tratar de bloquear el ruido.
ㅡ¿Kong? Kong, por favor abre la puerta.
Ha vuelto de nuevo. Su voz trae consigo el recuerdo de su sonrisa con hoyuelos y ojos suaves. La cara que podría haber mirado felizmente durante el próximo siglo sin aburrirme. Ahora, trae un dolor oscuro, ya que es la misma cara que recuerdo haber visto ayer cuando sostuvo a otra persona en sus brazos. La llave afilada me retuerce las tripas y tengo arcadas, trató de sujetar mi estómago mientras corro hacia el baño. Todo lo que comí vuelve, y lo escucho tocar otra vez.
Al mirar hacia arriba, veo que P'Prem cierra la puerta del baño y vuelvo a vomitar. Puedo escuchar voces agitadas y apagadas al otro lado de la puerta, pero estoy demasiado ocupado devolviendo todo cómo para saber lo que dicen. Una puerta se cierra de golpe cuando descargo el inodoro y me recuesto contra la fría pared de azulejos. La puerta del baño se abre pero no me molesto en abrir los ojos. El agua corre por el fregadero por un momento y luego un paño húmedo y fresco limpia las gotas de sudor de mi cara.
ㅡVamos, Kongpob. Ya que has terminado de adorar al dios de la porcelana, vamos a llevarte de vuelta a la cama.
Con él apoyándome, me las arreglo para arrastrarme de regreso a la comodidad de mi cama. No le pregunto de qué habló con esa persona y él no me lo dice. Es mejor así.
Me arrastro hasta donde estaba antes y hundo la cabeza sobre la almohada. P'Prem regresa a su lugar, apoyado contra la cabecera con su teléfono en la mano. Al acercarse, arrastra las mantas sobre mí. Cuando lo siento moverse, el pánico me golpea y me aferro al borde de su camisa. No te vayas. Aún no. Solo quédate conmigo un poco más. Me siento patético pero no lo dejo ir.
P'Prem me palmea el hombro para calmarme y también tira las mantas sobre su regazo. No hay palabras entre nosotros mientras se acomoda. Mi mano todavía está envuelta en su camisa pero no parece importarle. Todos los pensamientos confusos desaparecen cuando lo escucho respirar y el suave toque de sándalo* en su piel me envuelve. Mis ojos se cierran y finalmente me pierdo en el infinito vacío del sueño.
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(*) Ghouls: Son demonios que según el folclore árabe, están clasificados como monstruos no muertos.
Sándalo: Es un árbol originario de la India que tiene un aroma muy particular y es usado para aromaterapias, medicinas naturistas, etc.
N/T:
Disculpen si ayer les llegó una notificación de actualización, fue falsa alarma </3 Publiqué el capítulo sin editar por error. Lo siento :(
Gracias por los votos y comentarios^^
Esperen el siguiente capítulo~