"Que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima, eso es de admirar"
Mario Benedetti
***
Pierre pone su mano en mi espalda baja y me hace entrar primero antes que él en la tienda mística de la señora Allison, la armonía del lugar y el olor a incensó de rosa fue un buen producto de relajación para mi cuerpo, es como si mis propios sentidos fueran dominados por el ambiente del lugar y permitieran decirme que en este lugar estoy muy protegida de cualquier mal; todas las plantas y flores que se encuentran en masetas han empezado a crecer con el tiempo, algunas de ellas han florecido y otras sus ramas se han alargado, el sonido de la música extraña me hace preguntar sobre quienes deben ser sus autores o el nombre que llevaran, la verdad está tienda siempre me traerá un misterio, al punto de no comprender en qué lado bueno o malo debe estar o si se encuentra como en un punto medio como el ying y el yang.
—Mucho gusto de volver a verlos a ambos. —Alcé la mirada para ver a Kim, la nieta de la señora Allison. — ¿Parece que aún no se han llegado a matar?—Lo dice de forma irónica. — ¿Están aquí porque rompieron nuevamente el hechizo?—Suspiro al ver lo engreída que puede ser a veces esa chica.
—No Kim, queremos ver a tu abuela por otros asuntos. —Mencioné con amabilidad.
— ¿Está ocupada?—Pierre también ignora sus palabras.
—Tiene clientes ahora mismo, si quieren pueden esperar en nuestro rincón de espera—nos señala unas bancas cerca de un jardín interior.
Pierre encoge los hombros y me toma de la mano para esperar un momento a la señora Allison; no dejo de pensar que solución nos dará ella para hacer ver real esta relación ante los ojos de otras personas, como me lo ha hecho saber Pierre, llegarán personas muy importantes que siempre han buscado a su constructora para cualquier proyecto, por lo cual, lo conocen a él y sus socios; eso sin agregar que estarán familiares y amistades de Ian y Vanya.
Kim nos ofrece varias bebidas mientras esperamos a que la señora Allison termine con los primeros clientes, así que ella siguiendo las políticas del negocio de su abuela, nos brinda esa comodidad y servicio. A pesar de que Pierre se marcha unos minutos porque me hace saber que a unas cuadras de la calle, pasará Ezra a dejarle unos documentos, me quedo vagando por la tienda, ya que nunca la observado con detenimiento debido a que siempre solemos marcharnos rápido con Pierre, porque frecuentemente cuando venimos aquí las cosas han sido entrada por salida.
— ¿Ya sabe Pierre que estás enamorada de él?—me quedo petrificada al escuchar esas palabras de Kim.
No me debe de asombrar cuando ella también en psíquica igual que su abuela, solo que sigue siendo su aprendiz con el tiempo que le queda de vida a la señora Allison, ya que por lo que sé, Kim heredara el negocio de ella.
Me encojo de hombros porque sé que será difícil negarlo cuando puede ser evidente que mi cuerpo, mis emociones o mis acciones demuestren lo contrario, pero aun así no puedo aceptar todo cuando el plan consiste separarnos uno del otro. De todas formas, cómo podré olvidar un sentimiento que nació durante siglos, mi vida en todas aquellas épocas eran diferentes a lo que estoy viviendo, lo que tienen por igual es que viven con esa misma esencial apasionada en el amor, pero aun así, a mí no me está sirviendo de mucho.
—Y sabes que él, está enamorado de ti.
Enarco la ceja y me doy la vuelta para verla, no es posible que eso suceda cuando el más centrado en el plan sea Pierre, él me trata bien y me respeta luego de la discusión que tuvimos acerca de que no volvería a pasar otra pelea como la que se dio en mi cumpleaños, a partir de ahí, sé que él cambio y si se ha estado llevando bien conmigo, esa es la razón.
—Deja de mentir, él solo está siguiendo el acuerdo que tenemos con tu abuela de separarnos. —Me quedo observando unas hermosas orquídeas blancas.
— ¿Por qué debería mentirte con un asunto de amor eterno?—dice con seriedad.
La veo a los ojos y quisiera encontrar ese motivo por el cual debería estarme mintiendo para yo no creerle y saber que lo que me ha dicho sobre Pierre es solo más que un simple engaño para herirme u ofenderme, pero al ver la verdad a través de sus ojos me hace saber cada vez que ella no está ni por cerca de estar bromeando con el asunto.
—Alaska, no soy tonta para no darme cuenta que ambos se miran con amor. —Reprimo una sonrisa porque sé que aunque así fuera, Pierre no se comprometería a fallar en nuestro plan porque él es quien se quiere alejar de mí. —En serio, ¿quieres acabar con su historia?—ella intenta hacerme razonar.
—No... Pero ¿qué opción tengo? No quiero tenerlo atado a mi lado cuando él desea en un futuro estar con otra—juego con el anillo para calmar mi ansiedad.
—Sabes que en el tiempo aproximado que estarán así, podrán seguirse enamorando, ¿no?—Menciona.
— ¿Sabes algo de esto?—ella asiente con mi pregunta.
—Debo saberlo, un día esté será mi trabajo... —Mira toda la tienda con una sonrisa de amor y orgullo. —Por eso menciono, si tu deseas esto, la primera vez sé que lo hiciste porque estabas bajo presión pero no crees que mereces tú, tomar también esta decisión—hago una mueca.
Todo fuese muy fácil así como ella lo hace ver, pero no, sé que si tomase mi propia decisión jamás haría que esté lazo se corte, yo... quiero a Pierre pero él está acostumbrado a otra vida que siento no poder dársela, él añora además de eso su libertad y también no ser manipulado por un plan del destino.
— ¿Cómo se llegará a sentir cuando esto acabe?—Intento cambiar un poco la dirección del tema.
—El día en que mi abuela les designe para buscar a su nueva pareja, solo sentirán como un despliegue de una parte de su cuerpo. —Explicó. —Sentirás un vacío prolongado en unos días pero con tu nueva pareja, sentirás como si hubo algo nuevo que te llenará.
Hago una mueca al darme cuenta de dejaré en un instante de querer Pierre, para que en otro momento ya empiece a ver e interesarme por otro hombre. Es extraño que las cosas terminen así pero creo que es lo mejor para no sentir dolor ante la pérdida de la persona que amo.
Unos instantes después llega Pierre con un cartapacio en la mano, me da una sonrisa y se la devuelvo con el fin de que no se entere sobre la tristeza que me provoca saber cómo será nuestro final; son unos minutos en que nos mantenemos conversando con Kim cuando unos clientes salen de la entrada para ir hacía la señora Allison, ella al vernos no se impresiona y solo se despide sus clientes para hacernos una señal que entremos a sala privada.
— ¿Cómo están? Me da gusto de verlos y de saber que siguen manteniendo el lazo—se sienta encima de un cojín.
—Hemos estado comprometidos con el acuerdo—Manifiesta Pierre.
—Es bueno saberlo—nos muestra un gesto amigable—y ¿qué los trae hoy aquí?—pregunta con interés.
—Queremos saber si nos puede ayudar a que nosotros nos veamos como una pareja—ella eleva una ceja sin comprender lo que quiere decir Pierre.
—Hoy tenemos una boda y habrán personas importantes para Pierre, lo cual no podemos mostrarnos con simples besos en la mejilla cuando en la actualidad eso no muestra una garantía de una relación en pareja. —Le hablo un poco más del asunto.
—Entonces, desean que otros los vean como una pareja real—afirmamos moviendo la cabeza, Pierre y yo.
Ella se levanta y va en dirección a unos cajones de un pequeño gaveta, parece buscar algo importante pero no lo encuentra con facilidad, apenas puedo ver como agarra varias pulseras y con la luz del sol que entra por una ventana del salón, ella inspecciona si es la piedra adecuada. Es aquí, en donde hace un sonido de victoria al encontrarla para luego cerrar el cajón y volverse a dirigir con nosotros, alza una pulsera que tiene una piedra blanca en medio para empezar a explicar lo que haremos ahora con ese objeto.
—Tendrás que ponerte esto al momento en que necesitaran ambos fingir ante todo el público... —La interrumpe Pierre.
—Que bien, es perfecta para ti—me dice él.
—Ella no se la pondrá, tú debes hacerlo—lo reprende la señora Allison.
— ¿Qué?—él se queda atónito.
—Sí, así que si quieres fingir ante todos, debes usarla. Sino... Sería bueno que practicaras opciones de excusas para todos. —Pierre pone los ojos en blanco con las palabras de la señora Allison.
—Bien y luego ¿qué?—pregunta al agarrarla.
La señora Allison nos da una larga explicación acerca de cómo funcionará la pulsera para nosotros, nos hace saber que la perla mientras este en color blanco nosotros podemos besarnos o hacer cualquier otra cosa, pero mediante lo hagamos seguido o repetidas veces muy constantes se irá tornando negra, al punto de convertirse en una piedra de color del ónix. En ningún momento Pierre debe quitársela una vez que ya la tenga en su muñeca, ya que si esto sucede los efectos ya no serán iguales. A su vez, esto no implica que podemos mantenernos es festejo durante la medianoche, por lo cual, siempre Pierre y yo debemos de permanecer sentados, acostados o juntos en un lugar, sin separarnos. La perla una vez que se convierta en color negro, Pierre se la puede quitar, mientras tanto debe de hacer lo posible para que el efecto acabe, pero eso sí, tiene que estar atento que cualquier acción que haga no debe sobrepasarse luego de que la perla sea negra, ya que si por ejemplo, él me besa cuando ya la piedra se haya tornado negra, la consecuencia será que nuestro plan se termine por romper, por tanto, debemos tomarnos con seriedad y responsabilidad el efecto de la perla.
—Y ¿esto incluye que podemos tener sexo?—hago un sonido avergonzado por la pregunta de Pierre luego de que la señora Allison nos dijera si tenemos alguna duda.
—Pueden tener relaciones coitales, pero eso sí, debo decirles que si las tienen, la perla se volverá más rápido color negra, ya que absorberá el tiempo y la energía en la cual debería durar solo con besos en la boca. —Comenta.
—Comprendo. —Pierre se queda pensando.
Una vez terminada la sesión de trabajo, nos despedimos de la señora Allison y pagamos por la pulsera que usará Pierre.
El resto de la mañana que nos queda mayormente la ocupamos para entretenernos en dar unas cuantas vueltas por la ciudad y pasar a comer a uno de los restaurantes, ya cuando cayó la tarde, regresamos al penthouse para prepararnos para la ceremonia de matrimonio de Ian y Vanya que se celebraría en el hotel Rosewood London, para luego pasar a la recepción que será en el mismo lugar.
Termino por usar un vestido corto pero elegante color plata y brillantina, que deja en visto mis espalda y el escote en forma de corazón mientras que mis hombros van cubiertos por los tirantes gruesos del vestidos. Cuando me veo en el espejo no dejo de pensar lo mucho que me encanta el vestido y eso sin decir que uso un maquillaje sencillo y adecuado para que no se vea un exceso de tonalidades de color mate. Mi cabello está recogido por un peinado low rolled updo que me hace ver elegante. Sinceramente el tiempo en que me he dedicado ha sido muy paciente y delicado y agradezco que haya tenido la tolerancia de poder haber hecho bien todo sin ayuda de nadie.
Escucho como Pierre entra a la habitación ya con su traje gris puesto y con una camisa blanca por dentro, aún no ha llegado a verme porque intenta ponerse uno de sus relojes de la marca Omega, murmura unas maldiciones al no poder colocárselo como desea, así que camino hasta él y agarro su reloj color plata para ponérselo y así quedar a la perfección en la muñeca de su mano izquierda.
Elevo mi rostro al no escuchar unas gracias de su parte, pero al verlo, me doy cuenta de impresión que tiene su rostro al darse cuenta de mi aspecto físico, así que dejo ir una risa al ver que no quita sus ojos en mí.
— ¿Qué?—digo sonriendo.
—Es que... Tú... Tú... Tú... —Río al ver que se le entrecorta las palabras.
— ¿Yo qué?—elevo una ceja de forma pícara.
—Estas bellísima. —Me mira de cabeza a pies. —Como todo un ángel. —Me encojo al ver cómo pasa sus manos sobre mis brazos.
Antes de poder continuar, Pierre saca una cajita que estaba dentro de la chaqueta de su traje, la pone en frente de mí y espera a que la tome.
—Pierre... —intento negarme a tomarla.
—Ábrelo, sé que te gustaran. —Insiste.
Con manos temblorosas, agarro la cajita azul y mientras la observo por unos minutos puedo sentir la mirada de Pierre presionarme para que la abra pronto, así que no espero más y con solo abrirla, me encuentro con un juego de aretes largos de diamante. Son hermosos que no tardo en poner mis ojos en Pierre, él con una sonrisa en la boca espera de forma impaciente para que le dirija unas palabras.
—Pierre, no puedo aceptarlos. —Él conocedor de mis palabras me toma del mentón para centrarme en su mirada.
—Son tuyos, los compré para ti porque se verán hermosos junto con tu vestido. —Mi corazón empieza a latir rápido.
—Pero yo no tengo nada para ti—respondo inmediato.
—Claro que sí—enarco la ceja—. Te tengo a ti y es suficiente. No necesito de un obsequio para que me hagas sentir bien, con tenerme a mi lado, es más de lo que puedo pedirte. —El labio empieza a temblarme con sus palabras.
No tengo palabras que decir porque todas se atoran en mi garganta y me dejan con la boca entre abierta, pero apenas me distraigo con la mirada de Pierre cuando él empieza a besarme de forma de apasionada que lograr que mis piernas se debiliten con su beso; me acercó más a su cuerpo y puedo sentir como su mano me sostiene de la espalda mientras que la otra, aleja un mechón de mi cabello que se ha soltado del peinado.
Me derrito con aquel beso y siento las ansias de poder hacerlo mío, porque aunque solo él sea quien ha demostrado propiedad sobre mí cuando tenemos sexo, por un lado, también él ha sido mío, quizás no haya sido su primera vez, pero de todas formas, con el tiempo que nuestros antepasados han estado juntos, me ha pertenecido.
—Estás ansiosa, ángel—ríe al cortar el beso.
Muerdo mi labio y me detengo unos minutos para tomar aire, siento como el efecto que él tiene hacía mí empieza a invadir mi cuerpo y provocarme ansiedad; es posible que esto solo sea el inicio de la noche pero en realidad, será una tortura que pasemos solo con besos durante las próximas horas.
—Veo que llevas la pulsera puesta—analizo la situación cuando me ha besado de forma inesperada.
—Sí, llegar allá y ponérmela sería un reto en no besarte antes. Así que preferí ignorar el tiempo y hacerlo unas horas anticipado. —Sus ojos brillan de lujuria.
Minutos después convencida en usar el regalo de Pierre, tomo los aretes y los coloco en el lóbulo de mi oreja para estar preparada; así que en el camino solo nos tomamos media hora para llegar al hotel famoso y elegante Rosewood London, unos de los mejores y más clásicos de la historia del país, sinceramente su estructura al estilo francés, me encanta, pero eso no es nada cuando camino dentro del hotel y veo el contenido fantástico que me hace dudar si en verdad estoy en un hotel y no en un museo, todo lo clásico y antiguo invaden el lugar al punto de imaginar que esto es un castillo como el de los cuentos de hadas. Por lo me menciona Pierre, él hotel es considerado como uno de los mejores al punto de ser evaluado como de cinco estrellas por su calidad, ambiente y servicio.
A las cuatro de la tarde, Pierre y yo nos dirigimos al salón en donde se llevará a cabo la boda, tomamos unos asientos y esperamos a que comience la ceremonia, pero antes nos dirigimos a Ian quien se ve nervioso ante el inesperado día de su boda, así que mientras Pierre y yo le damos un par de consejos, el sonido típico de la música de entrada para la novia llega, y es momento en que nos despidamos de Ian para ver a la novia entrar al salón.
Apenas tomamos nuestros lugares cuando aparece Erza y se sienta al lado de Pierre mientras que le hace unas señales a Ian para darle suerte; ya con lo poco concentrado que Ian se mantiene con los invitados, es entonces que empieza la boda; abren la puertas y todos quedamos admirados al ver a Vanya con su hermoso vestido de novia, ella se encoje de los nervios y toma el brazo de su padre para comenzar a caminar por la alfombra color crema.
A través de velo, no puedo observar mucho su rostro pero es de reconocer que esta alegre porque ha llegado su día; varios fotógrafos empiezan a capturar el apreciado momento en que Ian y Vanya guardaran para siempre en sus vidas; el padre de Vanya le dice unas palabras a su hija antes de darle su mano a Ian y de la misma forma, el señor hace lo mismo con Ian.
Minutos después la ceremonia empieza a dar paso, cada vez con alguna lectura, con una promesa y con un padrino o madrina que le entrega algún objeto a los futuros esposo. Cuando los votos llegan, todos escuchan de forma atenta a Ian y Vanya quienes bajo el juramento de su palabra y de Dios, se prometen cuidarse, amarse y apoyarse en la salud y la enfermedad hasta que la muerte los separé.
Le doy una mirada a Pierre y puedo ver como él no ha despejado sus ojos en la pareja, está muy atento a todo el procedimiento dela ceremonia que no ha sido capaz de interrumpir en hablarme en algún momento pero apenas se da cuenta que lo observo de forma detenida cuando de reojo me observa y me regala una bonita sonrisa que logra entrecruzar su mano contra la mía y dejar un corto beso en mis labios.
Una vez que Ian y Vanya se ponen los anillos de matrimonio y el sacerdote le dice a Ian que puede besar a la novia, varios gritos y aplausos llegan con la finalización de la boda cuando Ian le da un beso lleno de amor y ternura a su esposa, puedo ver como Vanya abraza del cuello a su esposo y no lo suelta, al punto de casi descubrir que ambos esperaban eso.
Cuando la boda acabo, varios niños y niñas empiezan a lanzarles flores a los novios mientras que unas personas, empiezan a arrojarles burbujas. Los esposos son los primeros en salir de la sala y por consiguiente sus padres y familiares cercanos hasta terminar por los amigos e invitados.
(...)
Horas más tarde, después que los novios mencionaran unas palabras y dieran paso al brindis y la cena, empezaron a acercarse a cada una de las mesas de los invitados para saludarlos, antes de que ellos llegaran a nosotros sigo observando como Pierre y Ezra mantienen una conversación entretenida que nos hace reír a mí y a otros amigos de Ian y Vanya que están sentados en nuestra misma mesa.
—Espero que Pierre sea el siguiente en casarse con Alaska, así que esperaré la invitación para ir a su boda—comenta uno de los amigos de Ian y conocido por Pierre y Ezra.
— ¿Tan rápido lo quieres ver en el altar, René?—se ríe Ezra.
—Míralo, con treinta años y comenzando un noviazgo, me preocupa que pasen los años y sus hijos nazcan y en vez de llamarle padre le digan abuelo—Todos los de la mesa empiezan a carcajearse.
—Gracioso, tú tienes mi misma edad y sigue soltero... A ver si también tus hijos no te llaman abuelo. —Bromea Pierre.
Pronto siento como alguien me toca el hombro y veo a Vanya detrás de mí con una sonrisa imborrable de su rostro, no tardo en levantarme y abrazarla fuerte para comenzar a felicitarla por su matrimonio y además de ello, elogiarla por lo hermosa que se ve y agradecerle por invitarme. De la misma forma, hago con Ian, quien no deja de sonreír y agradecer por nuestra llegada a su boda.
—Pierre, ¿estás preparado?—miro al hombre que tengo a mi lado.
— ¿Para qué?—dice él sin saber lo que pretende su amigo.
—Prometiste en hacerlo, así que debes cumplirlo—le señala en dirección en donde está el grupo de músicos.
—No... Estaba ebrio esa noche, no lo dije en serio—Pierre se negó.
—Yo te vi seguro, así que lo haces o yo te pondré en esa postura ridícula que no deseas ver en mí—Pierre abre los ojos.
Ian al ver que Pierre no se levanta, camina en dirección hacia el grupo de músicos quienes están tocando varios instrumentos de viento y cuerda mientras que el cantante se mantiene cantando baladas románticas de los 80's.
—Quédate aquí, ¿sí?—No puedo ni responderle a él cuando se levantaba y alcanza a Ian antes que esté tomara el micrófono del cantante.
— ¿Qué hará?—pregunto en voz alta.
—Una noche Pierre le prometió a Ian que para su boda cantaría una canción dedicada para él y Vanya, así que eso hará este momento. —Explicó Ezra.
— ¿Pierre sabe cantar?—dije admirada.
— ¿No lo has escuchado aún?—Dice sorprendida Vanya. —Su voz es preciosa, te encantará cuando la escuches.
Esperando para sorprenderme en escuchar a Pierre cantar, veo como agarra el micrófono y un poco irritado por la sonrisa malvada de Ian, se sube a la plataforma en donde están todos los músicos, golpea el micrófono llamando la atención de todos y un poco avergonzado por lo que hará, dirige unas palabras antes de cantar.
—Buenas noches a todos... No esperaba cantar ahora mismo pero mi querido amigo Ian no me dio mucha opción, así que no me quedo tiempo en prepararme para dedicarle a él y a su querida esposa Vanya, una canción. —Miro al pianista y le dijo unas palabras antes de que se moviera y él se sentara. —Así que, esto es para ustedes, Ian y Vanya.
La primera impresión me dejo impactada al ver como empezó a tocar el piano con facilidad, pero cuando acerco su boca al micrófono para escuchar su melódica voz, fue lo segundo que me dejo consternada...
What would I do without your smart mouth
Drawing me in, and you kicking me out
Got my head spinning, no kidding, I can't pin you down
What's going on in that beautiful mind
I'm on your magical mystery ride
And I'm so dizzy, don't know what hit me, but I'll be alright
My head's under water
But I'm breathing fine
You're crazy and I'm out of my mind
'Cause all of me
Loves all of you
Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections
Give your all to me
I'll give my all to you
You're my end and my beginning
Even when I lose I'm winning
'Cause I give you all, all of me
And you give me all, all of you
How many times do I have to tell you
Even when you're crying you're beautiful too
The world is beating you down, I'm around through every mood
You're my downfall, you're my muse
My worst distraction, my rhythm and blues
I can't stop singing, it's ringing, in my head for you
My head's under water
But I'm breathing fine
You're crazy and I'm out of my mind
'Cause all of me
Loves all of you
Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections
Give your all to me
I'll give my all to you
You're my end and my beginning
Even when I lose I'm winning
'Cause I give you all of me
And you give me all, all of you
Give me all of you
Se levanta y deja que el pianista siga tocando la letra de la canción para empezar a acercarse a mí, al principio pensé que se la cantaría a Ian y Vanya pero cuando se quedó en frente de mí y me tomó de mi mano para levantarme y dejar en el dorso de ella un beso, luego me siguió cantando lo que restaba de la canción, casi provocó que terminará por llorar mientras acariciaba mi rostro y me observaba a los ojos.
Cards on the table, we're both showing hearts
Risking it all, though it's hard
'Cause all of me
Loves all of you
Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections
Give your all to me
I'll give my all to you
You're my end and my beginning
Even when I lose I'm winning
'Cause I give you all of me
And you give me all of you
I give you all, all of me
And you give me all, all of you
Apenas termino de cantar cuando se acercó a mí para darme un abrazo, pero por lo emocionada que me encontraba, termine por besarlo dejando que nuestras bocas se juntaran y terminaran en un apasionado beso que me quito pronto el aire y me dejo con el rostro acalorado.
Todas las personas del salón empezaron a aplaudirnos y mientras que ocultaba mi rostro en el cuello de Pierre por mostrarle a los invitados el beso ansioso que le di a él hace unos minutos, puedo escuchar como Ian y Vanya le agradecen a Pierre y no solo eso, como ellos nos mencionan lo bien que nos vemos como pareja.
—Pierre... —Llamo su atención.
— ¿Sí?—Toma mi rostro entre sus manos.
Vamos dile... dile lo que amas.
—Eso fue hermoso. —Él sonríe antes de dejar un pequeño beso en mis labios.
—Gracias ángel.
(...)
Con un par de risas, Pierre empuja la puerta de la habitación para empezar a besarme, no me queda ni tiempo de preguntarle cómo ha conseguido una de las suites deluxe cuando baja el cierre de mi vestido y empieza a besar mis hombros y mi clavícula.
—Oh... Sí... Así Pierre...
Quito la parte de arriba de su traje para empezar a acariciar sus músculos, así que mientras dejo que me muerda y me toque los pezones, gimo en su oído para hacerle saber lo mucho que me gusta.
—Pierre no puedes tardarte mucho—le hago el recordatorio.
—Shhh... Lo tengo todo controlado mon amour.
Terminamos por caer en la cama y mientras él me baja las bragas y acaricia mi intimidad, lo escucho decir unas palabras antes de prepararse para entrar en mí.
—Te haré llegar al paraíso, ángel. Porque es ahí en donde debes estar.
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Continuará...