Leyendo: "Harry Potter, una h...

By Mitologia_13

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Obviamente, se leerá la historia de Harry Potter en el pasado con las tres generaciones, pero será diferente... More

1. Volviendo al pasado (Parte 1)
2. Volviendo al Pasado (Parte 2)
3. La mágica verdad.
4. Hogwarts.
5. Fortaleciendo nuestra amistad.
6. Halloween.
7. Quidditch.
8. Navidad.
9. Nicolas Flamel.
10. Norberto, el ridgeback noruego.
11. El bosque prohibido.
12. A través de la trampilla.
13. El hombre de las dos caras.
14. Gryffindor
15.Obligaciones en vacaciones.
16. Cumpleaños en la madriguera.
17. Borgin y Burken. (Parte 1)
18. Borgin y Burken (Parte 2)
19. De regreso a Howgarts (Parte 1)
20. De Regreso a Hogawrts (Parte 2)
21. Los "sangre sucia" y una voz misteriosa. (Parte 1)
22. Los sangre sucia y la voz misteriosa (parte 2)
23. El cumpleaños de Muerte (parte 1)
24. El cumpleaños de Muerte (parte 2)
25. Inscripciones en la pared (parte 1)
26. Inscripciones en la pared (parte 2)
28. Una blugger loca (parte 2)
29. El club de duelo (parte 1)
30. El club del duelo (parte 2)
31. Poción Multijugos.
32. El diario secreto (parte 1)
33. El diario secreto (parte 2)
34. Cornelius Fudges (Parte 1)
35. Cornelius Fudges (Parte 2)
36. Aragog (parte 1)
37. Aragog (parte 2)
38.La cámara secreta (parte 1)
39. La cámara secreta (parte 2)
40. El Heredero de Slytherin. (Parte 1)
41. El Heredero de Slytherin. (Parte 2)
42. La recompensa de Dobby.
43. 1G vs 2G
44. Black.
45. El reencuentro.
46. Dementor (parte 1)
47. Dementor (parte 2)
48.Pozos de té y garras de hipogrifo.(Parte 1)
49. Pozos de té y garras de hipogrifo. (Parte 2)
50. El Boggart.
.51 La huida de la Señora Gorda.
.52 La derrota.
53. El Mapa de Merodeador.
.54 Sorpresa en Navidad.
.55 Patronus.
56. Gryffindor contra Ravenclaw
57. El rencor de Snape.(parte 1)
58. El rencor de Snape (parte 2)
59. La final de Quidditch.
60. La profecía de la Profesora Trelawney.
61. El perro, el gato y la rata.
62.Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta.
63. El Vasallo de Voldemort.
64. El beso del dementor.
65. El secreto de Hermione.
66. Más lechuzas mensajeras.
67. Último día.
.68. Disciplina mental.
.69. El traslador.
.70. Bagman y Crouch.
.71. Los Mundiales de quidditch.
.72. La marca tenebrosa.
.73. Alboroto en el Ministerio.
.74.El expreso a Hogwarts.
.75. El torneo de los tres magos.
.76. Ojoloco Moody.
.77. Maldiciones imperdonables.
.78.Beauxbatons y Durmstrang.
.79.El Cáliz de fuego.
.80. Los cinco campeones.
.81. La comprobación de las varitas.
.82. El colacuerno húngaro.
.83. La primera prueba.
.84.El Frente de Liberación de los Elfos Domésticos.
85. Una prueba inesperda.
86. El baile de Navidad.
87. La primicia de Rita Steeker.
88. El huevo.
.89. La Segunda prueba.
.90. El regreso de Canuto.
.91. La locura del Señor Crouch.
.92. El Sueño.
.93. El pensadero.
.94. La tercera prueba.
.95. Hueso, carne y sangre.
.96. Los Mortifagos.
.97. Priori Incantatem
.98. El suero de la verdad.
.99. Caminos separados.
.100. El comienzo.
SEGUNDA PARTE.

27. Una blugger loca (Parte 1)

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By Mitologia_13

- Bien, leamos uno más antes de comer algo - les sugiero.

- Yo leo este - me dice Ginny y le paso el libro - Una blugger loca.

- Eso no suena muy alentador - comenta Molly.

-¿Habrá problemas de nuevo en su primer partido de Quidditch? - nos pregunta James.

- Sí, fue un caos...

- Si mal no recuerdo, tú querías seguir jugando - le interrumpo.

- ¿Si recuerdas que tú quisiste seguir jugando en el partido del siguiente año? - me dice en cambio.

- De acuerdo, estamos a mano - le digo.

- Sospecho que no queremos saber - me dice mi abuela.

- Fue peor verlo, pero ya lo sabrán - le dice en cambio Herms.

Después del desastroso episodio de los duendecillos de Cornualles, el profesor Lockhart no había vuelto a llevar a clase seres vivos. Por el contrario, se dedicaba a leernos pasajes de sus libros, y en ocasiones representaba alguno de los momentos más emocionantes de su biografía. 

Habitualmente sacaba a Harry para que lo ayudara en aquellas reconstrucciones; hasta el momento, Harry había tenido que representar los papeles de un ingenuo pueblerino transilvano al que Lockhart había curado de una maldición que le hacía tartamudear, un yeti con resfriado y un vampiro que, cuando Lockhart acabó con él, no pudo volver a comer otra cosa que lechuga.

- Hijo, tienes mi palabra que con los Merodeadores le haremos una visita - le dice James.

- Era un fastidio, pero era tolerable - le dice en cambio - A demás, al final recibe su lección.

En la siguiente clase de Defensa Contra las Artes Oscuras sacó de nuevo a Harry, esta vez para representar a un hombre lobo. Si no hubiera tenido una razón muy importante para no enfadar a Lockhart, se habría negado.

—Aúlla fuerte, Harry (eso es...), y en aquel momento, créanme, yo salté (así) tirándolo contra el suelo (así) con una mano, y logré inmovilizarle. Con la otra, le puse la varita en la garganta y, reuniendo las fuerzas que me quedaban, llevé a cabo el dificilísimo hechizo Homorphus; él emitió un gemido lastimero (venga, Harry..., más fuerte..., bien) y la piel desapareció..., los colmillos encogieron y... se convirtió en hombre. Sencillo y efectivo. Otro pueblo que me recordará siempre como el héroe que les libró de la terrorífica amenaza mensual de los hombres lobo.

- No importa, le haremos una visita cuando estemos de vacaciones - le asegura Sirius molesto, mirando de reojo a su amigo Remus que parece estar ofendido.

- Iré con ustedes - agrega mi padre.

- Ya te teníamos en cuenta Freddy - le asegura James - Eres un Merodeador más.

Eso le saca una gran sonrisa a mi padre y al resto, aunque no tanto a la Profesora McGonagall.

Sonó el timbre y Lockhart se puso de pie.

—Deberes: componer un poema sobre mi victoria contra el hombre lobo Wagga Wagga. ¡El autor del mejor poema será premiado con un ejemplar firmado de El encantador!

Todos nuestros compañeros salieron primero y como consecuencia de sentarnos al final, Lockhart nos interceptó.

—Así que, Harry — dijo Lockhart —, mañana se juega el primer partido de quidditch de la temporada, ¿verdad? Gryffindor contra Slytherin, ¿no? He oído que eres un jugador fundamental. Yo también fui buscador. Me pidieron que entrara en la selección nacional, pero preferí dedicar mi vida a la erradicación de las Fuerzas Oscuras. De todas maneras, si necesitaras unas cuantas clases particulares de entrenamiento, no dudes en decírmelo. Siempre me satisface dejar algo de mi experiencia a jugadores menos dotados...

- Le agradezco Profesor, pero si necesito algún consejo se lo pediré al padre de Hannah - dijo Harry y sonaba bastante molesto y salió de allí, dejando desconcertado a todos.

- Harry, ¿Qué sucede? - le pregunto al alcanzarlo.

- Lockhart me saca de quicio - dijo intentando calmarse.

- Es un idiota, no lo voy a negar, pero no dejes que te moleste.

- Te he visto molesta, pero nunca te escuche llamar así a un Profesor.

- Este se lo ha ganado - le dije y justo nos alcanzaron Ron y Hermione - Vayamos a la sala común y les enseñaré mis notas.

- Mamá eres genial, en realidad si lo eres pero... tú me entiendes - me dice J.S y me hace sonreír.

- Sí, lo hago - le digo - Pero recuerden que no pueden hacer nada de lo que hemos hecho.

- Como si pudiéramos...

- Ésta es la poción más complicada que he visto nunca — dijo Hermione, al mirar la receta—. Crisopos, sanguijuelas, Descurainia sophia y centinodia — murmuraba, pasando el dedo por la lista de los ingredientes—. Bueno, no son difíciles de encontrar, están en el armario de los estudiantes, podemos conseguirlos. ¡Vaya, miren, polvo de cuerno de bicornio! No sé dónde vamos a encontrarlo..., piel en tiras de serpiente arbórea africana..., eso también será peliagudo... y por supuesto, algo de aquel en quien queramos convertirnos.

—Perdona — dijo Ron bruscamente —. ¿Qué quieres decir con «algo de aquel en quien queramos convertirnos»? Yo no me voy a beber nada que contenga las uñas de los pies de Crabbe.

Hermione continuaba como si no lo hubiese oído.

- Es un buen método - le dice Ginny dejando de leer - Suelo hacer lo mismo.

- Que bueno es saberlo - le dice Ron.

-¿En serio tenía que preguntar si ibas a beber algo que contenga uñas de los pies?

- Esperaba el no con ansías sabionda.

- Ya lo dos - les dice Bill - Ginny sigue leyendo.

—De momento, todavía no tenemos que preocuparnos porque esos ingredientes los echaremos al final.

Sin saber qué decir, Ron se voltea a Harry, que parecía tener otra preocupación.

—¿No te das cuenta de cuántas cosas vamos a tener que robar, Hermione? Piel de serpiente arbórea africana en tiras, desde luego eso no está en el armario de los estudiantes, ¿qué vamos a hacer? ¿Forzar los armarios privados de Snape? No sé si es buena idea...

Hermione cerró el libro con un ruido seco.

- Ahí debieron correr - les digo divertida.

- Nos hubiese regañado tarde o temprano - me dice Ron.

- Es cierto - agrega Harry.

- ¿Si recuerdan que sigo aquí? - nos dice ella.

- Lo sabemos Herms, solo bromeamos.

—Bueno, si van a acobardarse los dos, pues vale —dijo. Tenía las mejillas coloradas y los ojos más brillantes de lo normal — Yo no quiero saltarme las normas, ya lo saben, pero pienso que aterrorizar a los magos de familia muggle es mucho peor que elaborar un poco de poción. Pero si no tienen interés en averiguar si el heredero es Malfoy.

—No creí que fuera a verte nunca intentando persuadirnos de que incumplamos las normas — dijo Ron — Está bien, lo haremos, pero nada de uñas de los pies, ¿vale?

—Pero ¿cuánto nos llevará hacerlo? — preguntó Harry, cuando Hermione, satisfecha, volvió a abrir el libro.

—Bueno, como hay que coger la Descurainia sophia con luna llena, y los crisopos han de cocerse durante veintiún días..., yo diría que podríamos tenerla preparada en un mes, si podemos conseguir todos los ingredientes.

—¿Un mes? — dijo Ron —. ¡En ese tiempo, Malfoy puede atacar a la mitad de los hijos de muggles! — Hermione volvió a entornar los ojos amenazadoramente, y él añadió sin vacilar —: Pero es el mejor plan que tenemos, así que adelante a toda máquina.

Esta vez con Harry no pudimos evitar reír junto al resto, pero nosotros si recordamos ese día.

- Que carácter niña - le dice Sirius.

- Y no se de que te ríes Harry, también he presenciado sus discusiones - le dice Ron.

- Solo aprovecho mis momentos para reír y ambos conocemos a las chicas y que no debemos llevarle la contraria...

- O posiblemente ya estarían muertos - agrega Draco.

Sin embargo, mientras Hermione volvía a concentrarse en su lectura, Ron susurró a Harry:

—Sería mucho más sencillo que mañana tiraras a Malfoy de la escoba.

Me desperté temprano el sábado por la mañana y me quedé un rato en la cama pensando en el partido de quidditch. Me ponía nerviosa, sobre todo al imaginar lo que diría Wood si Gryffindor perdía. Nunca había tenido tantas ganas de vencer a Slytherin. Era mi primer partido y mis están por llegar mis padres, tampoco quiero decepcionados. 

- Es normal Hannah, siempre el primer partido te entran los nervios - me dice James - Yo por ejemplo no pude dormir.

- Y por ende, esa noche nadie lo hizo - agrega Sirius - No dejaba de hablar.

- Y jamás nos decepcionarías - agrega mi padre.

- Ya veremos que dices cuando les gane - comenta Remus.

- ¿De qué lado estás? - le pregunta James.

- El de mi sobrina.

Después de estar tumbada media hora con las tripas revueltas, me levanté, me vestí y bajé temprano a desayunar y llevaba conmigo mi bolso en el que cargaba mi cuadro. Allí encontré al resto del equipo de Gryffindor, apiñado en torno a la gran mesa vacía. Todos estábamos nerviosos y apenas hablábamos.

Mis padres aparecieron poco después del desayuno y los aparté de todo el mundo para hablar con ellos antes del partido.

- ¿Cómo ha ido todo, cariño?- me preguntó mamá.

- Estoy bien mamá, pero tengo los horarios apretados, mucha tarea y eso, pero bien...

- Sabemos acerca de lo escrito en la pared y nos preocupa - dijo papá - ¿Por qué no nos contaste?

- No quería preocuparlos por estar tan lejos, además nadie sabe quien lo hizo - le respondí.

- No importa que tan lejos estemos, necesitamos saber de ti - dijo papá - Sobre todo si el heredero loco de Slytherin anda suelto, no queremos que...

- No pasara nada - les dije, aunque me sentía horrible en ocultándole que de a poco me estaba involucrado - Falta poco para que el partido comience y quería pedirte algo.

- Hannah Lilianne Gryffindor - me dice reconozco ese tono de regaño - Podía ayudarlos.

- Solo quería protegerlos y conociéndote, después de lo ocurrido con la primera guerra, me hubieras llevado bien lejos del peligro - le respondo con calma - Pero no podía abandonar a mis amigos a su suerte, ni a Hogwarts.

- No es fácil ser padre - le dice mi abuelo - Pero... Hannah y sus amigos son casos especiales y crecieron más rápido de lo esperado. Debemos aceptarlo.

- Fuimos obligados a crecer - lo corrige Harry - Pero ustedes podrán evitar eso.

- Lo que quieras - dijo papá y saqué el cuadro de mi bolso.

- ¿Hay alguna manera en que puedas hacer que él vaya al partido sin que se vea raro? - le pregunté.

- Es bueno volver a verlos Frederick y Marlene - dijo Godric.

- Lo mismo digo - responde mamá con una sonrisa amable.

- Uso el chantaje emocional y no pude decirle que no.

- Esta bien, yo me encargo - dijo papá y ambos sonreímos al mismo tiempo - Vayamos al terreno.

Cuando faltaba poco para las once, veía a todos los demás estudiantes empezaban a dirigirse hacia el estadio de quidditch. Hacía un día bochornoso que amenazaba con tormenta. Cuando nos acercamos hacia los vestuarios, vi primero a Harry y fui hacia donde estaba. 

- ¿Y nosotros qué? - me dicen los gemelos.

- Estaban entretenidos hablando con sus futuras esposas - le respondo en cambio - Ya mamás gallinas.

Ron y Hermione se acercaron corriendo a desearnos buena suerte y se marcharon con mis padres, luego de que le entregue mi bolso. Todos los jugadores vestimos nuestras túnicas rojas de Gryffindor y luego nos sentamos a recibir la habitual inyección de ánimo que Wood les daba antes de cada partido.

—Los de Slytherin creen que pueden obtener la copa una vez más. Pero nosotros tenemos mejores jugadores sobre las escobas. Hemos entrenado más que ellos y hemos volado bajo todas las circunstancias climatológicas («¡y tanto! —murmuró George —, no me he secado del todo desde agosto»), y vamos a hacer que se arrepientan del día en que dejaron que ese pequeño canalla, Malfoy, se comprara un puesto en el equipo - Con la respiración agitada por la emoción, Wood se vuelve a Harry.— Es misión tuya, Harry, demostrarles que un buscador tiene que tener algo más que un padre rico. Tienes que agarrar la snitch antes que Malfoy, o perecer en el intento, porque hoy tenemos que ganar - luego se giró hacia mí - Y tú Hannah, vas a demostrar lo que es ser una verdadera Gryffindor.

—Así que no te sientas presionado, Harry — le dijo Fred, guiñándole un ojo.

Todos se encaminaban hacia la salida con sus escobas en mano y detuve a Harry antes de que salga.

- Nos irá bien, no quiero que sientas presión - le dije con calma.

- Eso tendría que decirtelo a ti. Estarás genial - dijo Harry y me dio un corto abrazo antes de continuar con nuestro camino.

- Okey Lily, tenemos veinticinco años para planear la boda de nuestros hijos - le dice mi madre.

- Dalo por hecho y no quiero quejas - le advierte la pelirroja a mi padre.

- Yo las ayudaré - comenta Molly junto con nuestras abuelas.

Con Harry nos miramos divertidos, al menos lo llevan bien y lo aprueban.

Cuando salimos al campo, somos recibidos con gran estruendo; son sobretodo aclamaciones de Hufflepuff y de Ravenclaw, cuyos miembros y seguidores estaban deseosos de ver derrotado al equipo de Slytherin, aunque la afición de Slytherin también hacía oír sus abucheos y silbidos. La señora Hooch, que era la profesora de quidditch, hizo que Flint y Wood se dieran la mano, y los dos contrincantes aprovechaban para dirigirse miradas desafiantes y apretar bastante más de lo necesario.

- No exageraban cuando decían que los partidos de antes eran más como batallas - nos dice Al.

- Solo con Slytherin, sin contar que con Malfoy no nos llevábamos bien - le comenta Harry.

—Cuando toque el silbato — dijo la señora Hooch —: tres..., dos..., uno...

Animados por el bramido de la multitud que nos apoyaba, los catorce jugadores nos elevamos hacia el cielo plomizo. Harry ascendió más que ningún otro, aguzando la vista en busca de la snitch.

—¿Todo bien por ahí, cabeza rajada? — le gritó Malfoy, saliendo disparado por debajo de él para demostrarle la velocidad de su escoba. 

Harry no tenía tiempo de replicar. En aquel preciso instante fue hacia él una bludger negra y pesada; falto tan poco para que le golpeara, que al pasar lo despeinó.

—¡Por qué poco, Harry! — le dijo George, pasando por su lado como un relámpago, con el bate en la mano, listo para devolver la bludger contra a Slytherin.

Vi que George da un fuerte golpe a la bludger dirigiéndola hacia Adrian Pucey, pero la bludger cambia de dirección en medio del aire y se fue directa, otra vez, contra Harry. Harry desciende rápidamente para evitarla, y George logró golpearla fuerte contra Malfoy. 

Una vez más, la bludger viró bruscamente como si fuera un bumerán y se encaminó como una bala hacia la cabeza de Harry. Harry aumentó la velocidad y salió zumbando hacia el otro extremo del campo. Oigo a la bludger silbar a mi lado. ¿Qué ocurre? Las bludger nunca se enconan de aquella manera contra un único jugador, su misión es derribar a todo el que pudieran... Fred aguardó en el otro extremo. Harry se agachó para que Fred golpee la bludger con todas sus fuerzas.

- Es evidente que estaba hechizada - comenta J.s - Pero, ¿Por qué?

- Me quería derribar para que me lastimara a tal grado que debiera irme de Hogwarts - le responde.

- ¡Eso es una locura! - dice molesta Lily - ¿Quién fue?

- No tenía malas intenciones - le dice Harry - Ya lo sabrán en este capítulo.

—¡Ya está! — gritó Fred contento, pero se equivocó: como si fuese atraída magnéticamente por Harry, la bludger volvió a perseguirlo y Harry se vio obligado a alejarse a toda velocidad. 

Había empezado a llover. No tenía ni idea de lo que pasa con los otros jugadores hasta que escucho la voz de Lee Jordan, que era el comentarista, diciendo: «Slytherin en cabeza por seis a cero.» Wood iba asesinarme por distraerme. Regresé a la jugada y con la ayuda de las otras cazadoras empatamos el partido. 

Mientras tanto, la bludger loca hacía todo lo que podía para derribar a Harry. Fred y George se acercaron tanto a él, uno a cada lado, que Harry no podía ver otra cosa que sus brazos, que se agitaban sin cesar, y le resultaba imposible buscar la snitch, y no digamos atraparla.

—Alguien... está... manipulando... esta... bludger... —gruñó Fred, golpeándola con todas sus fuerzas para rechazar un nuevo ataque contra Harry.

—Hay que detener el juego — dijo George, intentando hacerle señas a Wood y al mismo tiempo evitar que la bludger le partiera la nariz a Harry.

Wood captó el mensaje. La señora Hooch hizo sonar el silbato y con Harry, Fred y George bajamos al césped, todavía tratando de evitar la bludger loca.

- ¿Cancelaron el partido? - nos pregunta Molly y miro a Harry.

- No, pedí que no lo hicieran - le responde.

- ¡Esto es tu culpa James! - le grita Lily.

- ¿Por qué mía? - le pregunta desconcertado.

- Porque hubieras hecho lo mismo.

- Tal vez, pero no se lo hubiera recomendado a él - le responde - Intentaban atacarte Harry, debiste ser más prudente.

- Sí debía dejar de hacer mi vida por todos lo que intentaban atacarme en eso siete años... me habría mudado a una cueva en medio de la nada - le dice en cambio - Como dijo Hannah, tampoco los hubiera abandonado a ellos a su suerte.

—¿Qué ocurre? — preguntó Wood, cuando el resto del equipo de Gryffindor se reúnió, mientras la afición de Slytherin nos abucheaba — Nos están haciendo papilla. Fred, George, ¿dónde estaban cuando la bludger le impidió marcar a Angelina?

—Estábamos ocho metros por encima de ella, Oliver, para evitar que la otra bludger matara a Harry — dijo George enfadado — Alguien la ha manipulado..., no dejará en paz a Harry, no ha ido detrás de nadie más en todo el tiempo. Los de Slytherin deben de haberle hecho algo.

—Pero las bludger han permanecido guardadas en el despacho de la señora Hooch desde nuestro último entrenamiento, y aquel día no les pasaba nada... — dijo Wood, perplejo.

La señora Hooch vino hacia nosotros. Detrás de ella, con Harry vemos al equipo de Slytherin que lo señalaban y se burlaban.

—Escuchen — nos dijo Harry mientras ella se acercaba —, con ustedes dos volando todo el rato a mi lado, la única posibilidad que tengo de atrapar la snitch es que se me meta por la manga. Vuelvan a proteger al resto del equipo y dejadme que me las arregle solo con esa bludger loca.

—No seas tonto — dijo Fred—, te partirá en dos.

- Si se me hubiera ocurrido hacer algo similar, me hubieras regañado por horas - le dice J.S.

- Cosa que ha hecho bastante seguido - agrega Teddy.

- Miss Perfecto, tus comentarios quedan afuera - le responde - El punto es, que hasta yo sé que es una locura.

- Ahora me doy cuenta, en ese momento tenía doce años y no quería perder frente a ellos - le dice Harry.

- Es solo un juego - agrega su abuela.

- Pero es lo que me hacía sentir estar cerca de mi padre - le responde con honestidad y la mayoría guarda silencio.

- Lo entiendo, pero no por eso hubiera querido que te maten por un partido - le dice James y le hago un gesto a Ginny para que siga leyendo.

Wood tan pronto miró a Harry como a los Weasley.

—Oliver, esto es una locura — le dije enfadada — no puedes dejar que Harry se las apañe solo con la bludger. Esto hay que investigarlo.

—¡Si paramos ahora, perderemos el partido! — argumentó Harry—. ¡Y no vamos a perder frente a Slytherin sólo por una bludger loca! ¡Venga, Oliver, diles que dejen que me las apañe yo solo!

—Esto es culpa tuya —dijo George a Wood, enfadado—. «¡Atrapa la snitch o muere en el intento!» ¡Qué idiotez decir eso!

Llegó la señora Hooch.

—¿Listos para seguir? —preguntó a Wood. 

Wood contempló la expresión absolutamente segura del rostro de Harry.

—Bien — dijo — Fred y George, ya lo han oído..., dejen que se enfrente él solo a la bludger.

- Escuchen ambos - le digo a Olliver y a Harry - Si esto termina mal, me conocerán enojada.

- Gracias por intentarlo Hannah - me dice Lily.

- No me gusta que se arriesgue así, pero ahora no soy quién para decir algo, también hice algo similar - le digo.

- Se nota que son el uno para el otro - comenta Sirius.

- No pensé que estaba tan mal - le digo en cambio - Ya, sigamos con esto.

La lluvia volvió a arreciar. Al toque de silbato de la señora Hooch, Harry dio una patada en el suelo que lo propulsó por los aires, y enseguida se oye tras él el zumbido de la bludger. Harry asciende más y más. Giró, dio vueltas, se traslada en espiral, en zigzag, describiendo tirabuzones.

Ligeramente mareado, mantiene sin embargo los ojos completamente abiertos. Continuó con el juego y anoto otros dos tantos y el capitán de Slytherin intenta derribarme, pero logro escabullirme y George le devuelve el golpe.

Me fijo en Harry que inició un vuelo a lo montaña rusa por los bordes del campo, intentando vislumbrar a través de la plateada cortina de lluvia los postes de Gryffindor, donde Adrian Pucey intenta pasar a Wood...

—¿Haciendo prácticas de ballet, Potter? — le gritó Malfoy, cuando Harry se vio obligado a hacer una ridícula floritura en el aire para evitar la bludger.

- No sabia que eso ocurría, me pareció gracioso - le dice Draco a su hijo que estaba por protestar.

- No dije nada...

- Conozco esa mirada y solo iré empeorando.

- Ya entendí eso, solo... me cuesta oírlo.

Harry escapó, pero la bludger lo seguía a un metro de distancia. Vi que Harry observaba detenidamente a Draco y me di cuenta de que la snitch estaba unos centímetros más arriba de la cabeza del Slytherin, él cuál por estar riéndose no se dio cuenta. Durante un angustioso instante, Harry permaneció suspendido en el aire, sin atreverse a dirigirse hacia Malfoy a toda velocidad, para que éste no mirara hacia arriba y descubriera la snitch.

¡PLAM!

Se había quedado quieto un segundo de más. La bludger lo alcanzó por fin, le golpeó en el codo, y puedo jurar que le había roto el brazo. Débil, aturdido, desmontó a medias de la escoba empapada por la lluvia, manteniendo una rodilla todavía doblada sobre ella y su brazo derecho colgando inerte. La bludger volvió para atacarlo de nuevo, y esta vez se dirigió directo a su cara. 

Harry cambió bruscamente de dirección, con una idea fija en su mente aturdida: agarrar a Malfoy. Ofuscado por la lluvia y el dolor, se dirigió hacia aquella cara de expresión desdeñosa, y vi que Malfoy abrió los ojos aterrorizado: pensaba que Harry lo estaba atacando.

—¿Qué...? — exclamó en un grito ahogado, apartándose del rumbo de Harry.

Harry se soltó finalmente de la escoba e hizo un esfuerzo para agarrar algo. Dirijo mi escoba hacia él, la multitud, abajo, profiraba gritos cuando Harry empezó a caer, intentando no perder el conocimiento. 

- No lo vi y estoy alterada - le dice Lily - ¿En serio esperas que permita que te deje jugar?

- Sí, porque soy bueno en lo que hago y porque no estoy solo - le responde- Siempre tengo a alguien que cubra mi espalda, como yo cubro la de ella.

Al decir eso, besa mi cabello y le sonrió agradecida.

- Buen punto par de enamorados, pero ambos son unos dementes - nos dice George explotando nuestra burbuja.

- Y gracias a eso, todos seguimos vivos - le dice Luna.

- Me voy a volver loco y los culparé - me dice Lily.

Por la velocidad en la que caía, no me fue suficiente para mantenernos a ambos en mi escoba. Con un golpe seco chocamos contra el barro y salimos rodando, al menos mi intervención hizo la caída más suave. 

- A eso se referían a que Hannah también jugaba a las atrapadas - nos dice mi madre.

- Sí, pero no soy muy buena en eso - le respondo - La caída de Harry era muy alta, si no intervenía iba a ser peor.

El brazo le colgaba en un ángulo muy extraño. Escucho, como si llegara de muy lejos, muchos silbidos y gritos.

Miro la snitch que tenía en su mano buena.

—Ajá — dijo sin fuerzas —, hemos ganado.

Y se desmaya. Cuando vuelve en sí, todavía estamos tendido en el campo de juego, con la lluvia cayendo en la cara.

Alguien se inclinó sobre él. Vi brillar unos dientes.

—¡Oh, no, usted no! — gimió y ya sabía de quién se trataba.

—No sabe lo que dice — explicó Lockhart en voz alta a la expectante multitud de Gryffindor que se agolpa alrededor — Que nadie se preocupe: voy a inmovilizarle el brazo.

—¡No! — dijo Harry — me gusta como está, gracias.

Intentó sentarse, pero el dolor parecía terrible y enseguida lo ayudo. Escuchamos cerca un «¡clic!» que nos resultaba familiar.

—No quiero que hagas fotos, Colin — dijo alzando la voz.

- Eso suena abrumador - comenta Teddy.

- Me dolía el brazo y estaba mareado por el golpe, pero me preocupaba más que él estuviera cerca.

- Y toda la gente que no nos daban espacio, no ayudaba demasiado - agrego - Solo esperaba que mis padre se apresuran en llegar.

—Vuelve a tenderte, Harry — dijo Lockhart, tranquilizador — No es más que un sencillo hechizo que he empleado incontables veces.

—¿Por qué no me envían a la enfermería? — masculló Harry.

—Así debería hacerse, profesor — dijo Wood, lleno de barro y sin poder evitar sonreír aunque su buscador estuviera herido — Fabulosa jugada, Harry, realmente espectacular, la mejor que hayas hecho nunca, yo diría. Y tú Hannah, gran atrapada.

Por entre la selva de piernas que nos rodeaba, vemos a Fred y George forcejeando para meter la bludger loca en una caja. Todavía se resistía.

—Apártense — dijo Lockhart, arremangándose su túnica verde jade.

- ¡No se atreva! - le grito - ¿En dónde está mi padre?

- Sí, ¿en dónde estabas Freddy? - le pregunta James.

- Como lo voy a saber, si todavía no lo viví - le responde con obviedad.

- La tribuna en la que estaban, se encontraba bastante lejos de donde aterrizamos y por eso tardaron en llegar - les explico.

—No... ¡no! — dijo Harry débilmente, pero Lockhart estaba revoleando su varita, y un instante después la apunta hacia el brazo de Harry.

Estaba horrorizada con el resultado y Harry parecía no querer ver su propio brazo.

—¡Ah! — dijo Lockhart —. Sí, bueno, algunas veces ocurre esto. Pero el caso es que los huesos ya no están rotos. Eso es lo que importa. Así que, Harry, ahora debes ir a la enfermería. Ah, señor Weasley, señorita Granger, ¿pueden ayudarle? La señora Pomfrey podrá..., esto..., arreglarlo un poco.

Y desapareció cuando mis padres se apresuraban en llegar.

- ¿Pero qué rayos te ha hecho? - gritó mi padre y lo ayudó a ponerse en pie.

Miré hacia su lado derecho. Lo que vi casi me hace querer desmayarme. Por el extremo de la manga de la túnica, se asomaba lo que parecía un grueso guante de goma de color carne. Intentó mover los dedos. No le respondían. Lockhart no le había recompuesto los huesos: se los había quitado.

- Esta decidido, mataré a ese idiota - dice James muy seguro.

-Papá, Pomfrey me sanó - le dice en cambio - No hagas algo tonto que te dejara en Azkaban.

- Bien, no lo mataré - le responde resignado - Pero sigue en pie que lo iremos a visitar.

- Con eso no tengo objeción - le dice Harry - Dolió bastante que mis huesos volvieran a crecer.

Mi madre me ayudó a poner de pie y me analizó preocupada, buscando alguna herida.

- No te intento sanar, ¿verdad? - preguntó y papá se giró para verme.

- No, solo me golpee un poco al caer, pero estoy bien - le respondí - Hay que llevarlo al castillo.

A la señora Pomfrey eso no le hizo gracia lo sucedido.

—¡Tendrían que haber venido enseguida aquí! — dijo hecha una furia y levanta el triste y mustio despojo de lo que, media hora antes, había sido un brazo en perfecto estado — Puedo recomponer los huesos en un segundo...,pero hacerlos crecer de nuevo...

—Pero podrá, ¿no? — dijo Harry, desesperado.

—Desde luego que podré, pero será doloroso — dice en tono grave la señora Pomfrey, dando un pijama a Harry —. Tendrás que pasar aquí la noche.

Con Hermione aguardamos al otro lado de la cortina que rodea la cama de Harry mientras Ron lo ayudaba a vestirse.

—¿Te atreves ahora a defender a Lockhart, Hermione? — le dijo Ron a través de la cortina —. Si Harry hubiera querido que lo deshuesaran, lo habría pedido.

—Cualquiera puede cometer un error —dice Hermione—. Y ya no duele, ¿verdad, Harry?

—No — respondió Harry —, ni duele ni sirve para nada. 

 Al echarse en la cama, el brazo se balanceaba sin gobierno. Con Hermione y la señora Pomfrey cruzamos la cortina. La señora Pomfrey llevaba una botella grande en cuya etiqueta ponía «Crece huesos».

- Tiene un sabor horrible - nos dice James con un gesto de desagrado.

- lo sabemos - le respondo - Pero es la más efectiva.

- Eso nadie lo discute.

—Vas a pasar una mala noche — dijo ella, vertiendo un líquido humeante en un vaso y entregándoselo— Hacer que los huesos vuelvan a crecer es bastante desagradable.

Lo desagradable parece ser, tomar el crece huesos. Sin dejar de criticar los deportes peligrosos y a los profesores ineptos, la señora Pomfrey se retiró, dejando que Ron y Hermione ayuden a Harry a beber un poco de agua y me dio una poción para el dolor.

—¡Pero hemos ganado! — le dijo Ron, sonriendo tímidamente —. Todo gracias a tu jugada. ¡Y la cara que ha puesto Malfoy... Parecía que te quería matar!

—Me gustaría saber cómo trucó la bludger — dijo Hermione intrigada.

- ¿Me acusaran también de eso? - les pregunta algo molesto.

- Somos buenos en algunas cosas, pero he de admitir que somos muy malos en señalar a los culpables - le responde Harry.

- Sobre todo tú, en segundo y tercero tuve razón en señalar que los culpables eran los inocentes - le digo.

- Lo sé, lo sé - me dice él -Pero...

- Ya lo discutimos y quedo atrás, no importa - lo interrumpo.

—Podemos añadir ésta a la lista de preguntas que le haremos después de tomar la poción multijugos — dijo Harry acomodándose en las almohadas — Espero que sepa mejor que esta bazofia...

—¿Con cosas de gente de Slytherin dentro? Estás de broma — observa Ron.

En aquel momento, se abrió de golpe la puerta de la enfermería. Sucios y empapados, entraron para ver a Harry los demás jugadores del equipo de Gryffindor.

—Un vuelo increíble, Harry — le dijo George — Acabo de ver a Marcus Flint gritando a Malfoy algo parecido a que tenía la snitch encima de la cabeza y nose daba cuenta. Malfoy no parecía muy contento.

- Y excelente atrapada hermana, pero te pudiste haber roto algo - agrego Fred - Sin ofender Harry.

- No, tienes razón - dijo Harry - Te lo agradezco, pero pudiste haber sido herida por la budger loca.

- No lo hubiese hecho si me hubieran escuchado - le dije seria - Estoy feliz de que ganamos, pero pudo haber costado más esa victoria.

- Pero ganamos Gryffindor...- me dijo con una sonrisa.

- Sí Potter, ganamos... - le respondí de mejor ánimo.

- Realmente no estaban enojados con el otro - comenta Ron.

- De lo contrario, todos hubiéramos escapado - agrega Hermione con una sonrisa.

- Mira quienes hablaron - le digo - Y sí, estaba molesta, pero me sentía más aliviada de que se estuviera recuperando.

- Y a mí también me molesto lo que hizo, pero al ver que estaba bien, me tranquilizaba - agrega Harry.

El equipo había llevado pasteles, dulces y botellas de zumo de calabaza; se situaron alrededor de la cama de Harry, y ya estaban preparando lo que prometía ser una fiesta estupenda, cuando se acercó la señora Pomfrey gritando:

—¡Este chico necesita descansar, tiene que recomponer treinta y tres huesos! ¡Fuera! ¡FUERA!

Y dejamos solo a Harry, sin nadie que lo distrajera de los horribles dolores de su brazo inerte.

- Poppy, al menos debiste dejar a uno - le dice James - Es horrible pasar por eso solo.

- Algo me dice que no lo pasará solo - comenta Sirius mirándome.

- Y no te estarías equivocando - le respondo con una ligera sonrisa.

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