Remus y Sirius se encontraban en una cafetería cercana al trabajo del primero.
- El me va a matar Canuto- se quejaba un cansado Remus- últimamente ha sido malvado, MALVADO.
- Ujum- respondió el ojiazul observando el café que se encontraba en la mesa como si fuera la cosa más interesante del mundo.
El ojidorado lo observo preocupado.
- ¿Qué tienes?- indagó sacando al otro de sus pensamientos.
- Nada Rem... Problemas de la empresa...-respondió sin ni siquiera disimular la mentira en sus palabras.
- Si y yo soy un elefante volador- el castaño lo miró serio- Es por Harry ¿Acaso la visita no salió bien?
- La visita salió perfecta- sonrió el ojiazul- es solo que...
- ¿Qué?
- Alguien me dijo algo que me hizo reflexionar- contesto Sirius con tristeza- y debido a eso decidí que quiero ser parte de la vida de Harry, el problema es que eso quiere decir que tarde o temprano... tendré que hablar con James.
Remus no supo que decir, era difícil opinar desde su posición, ambos hombres eran importantes amigos para él y no quería que ninguno saliera más herido de lo que ya estaban.
- Todo saldrá bien- le ánimo sonriéndole y decidió cambiar de tema para aligerar el ambiente- Ahora que lo recuerdo tenías una conquista pendiente ¿Qué tal te va con Severus?- indago con picardía.
- Me rendí con él..- respondió de inmediato el ojiazul impresionando al otro.
- ¿Tu rindiéndote?- le toco la frente fingiendo preocupación seria- ¿Estás enfermo o algo?
- Hablo en serio Rems- se quejó Sirius ante la actitud de su amigo.
- Vaya me impresiona, digo se ve que él es un chico difícil pero tú no eres de los que desisten.
El ojiazul recordó entonces que en la última visita de Harry él había terminado llorando sobre el chico que simplemente lo apoyo en silencio y al final se marcho sin exigir respuestas ni quejarse de ser usado como pañuelo de lágrimas.
- Con él no puedo jugar Monny.... con él no...- concluyó Sirius para luego tomar un sorbo de su ahora frío café.
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- No hay mejor forma de pasar mi día libre- dijo Regulus que observaba a un entusiasta Severus mirar con alegría los libros en la vitrina.
- ¿Comprando libros?- preguntó el ojinegro ladeando la cabeza, que el supiera su amigo no era tan adicto a la lectura como él.
- No Sev, habló de pasar el día contigo- respondió el ojiplata sonriendo- eres mi mejor amigo después de todo.
Severus le sonrió.
- Tu eres muy especial para mí también Reg- respondió con algo de timidez el ojinegro.
Regulus que estaba distraído en una vitrina no presto atención a la respuesta del otro.
- Sev mira esto- dijo señalando una libreta con forma de gato que se encontraba en la vitrina.
- ¿Gato?- preguntó el ojinegro acercándose a verlo también.
- Si al Señor James le gustan los gatos, creó que se la regalaré- explicó el ojiplata entrando a la tienda sin notar la expresión de tristeza en la cara de su amigo.
- Otra vez no...- Severus suplicó en un susurro a la nada.
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- Sirius deprisa- le llamaba entusiasmada Lily que lo esperaba junto al auto.
- Ya voy pelirroja, ten paciencia- se quejaba el ojiazul mientras abría las puertas del automóvil.
- Lo siento pero sabes que no puedo estar tranquila con lo de hoy- respondió la chica subiendo al vehículo alegremente.
- Recuérdame porque soy yo el que te tiene que llevar- refunfuño el hombre ajustándose el cinturón de seguridad.
- Porque James está ocupado, eres mi amigo y esto a ti también te interesa- contesto con la ojiverde con una risita traviesa.
- ¿Sigues con eso?- el ojiazul miró a su amiga con indignación.
- Por supuesto después de todo hoy.....
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Sirius fue despertado por el sonido de la alarma de su reloj.
- Aparato del mal- se quejó apagando el reloj que no dejaba de sonar.
Restregó sus ojos y bostezó con pereza, el sueño que había tenido esa noche con Lily era diferente a todos los demás.
- Es cierto, lo olvidé por completo ¿Qué era lo que íbamos a hacer ese día?- intentó recordarlo pero un fuerte dolor de cabeza lo atacó y finalmente decidió evitar el asunto, después de todo ¿Qué importancia podría tener ahora?