¡Esto NO es Un Fanfiction! (T...

Bởi MY_REALLY_MACHINE

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TodoBaku/Bakutodo «-Hola -saludó Todoroki, con aquel tono neutral de siempre- ¿Me recuerdas? Soy el chico que... Xem Thêm

Nota importante
Capítulo 01: Un tropiezo conveniente.
Capítulo 02: Pizzas debajo de la luna.
Capítulo 03: Sigamos adelante.
Capítulo 04: Por la razón o la fuerza.
Capítulo 05: Una fiesta cualquiera.
Capítulo 06: Chico lindo con vida linda.
Capítulo 07: Prejuicios confesados.
Capítulo 08: No hay mejor lugar que el hogar.
Capítulo 09: El pasado fue mejor.
Capítulo 10: Una desastrosa navidad.
Capítulo 11: Lo que se evitó contar.
Capítulo 12: ¿Quién se supone que somos?
Capítulo 14: Cuando Troya arda en llamas.
Capítulo 15: Con amor, de COLD_Fire a Blasty_23.
Extra: Molestas telas que nos ocultan.
Capítulo 16: Prueba y error, quiero seguir intentando.
Capítulo 17: Cosas y personas buenas.
Capítulo 18: Lo que se anticipaba.
Capítulo 19: Ciclos que se cierran
Epílogo: Solo queremos ser felices.
Extra: Locos, jóvenes y enamorados
Comentario final

Capítulo 13: Desempolvando recuerdos.

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Bởi MY_REALLY_MACHINE

Recomiendo ver las notas finales del capítulo para poseer una imagen mental del tipo de vestuario que los personajes utilizan.

『 °*• ❈ •*°』

Al final, por desgracia de Bakugou y alivio de Todoroki, ninguno de los dos cayó enfermo.

Mitsuki, sin embargo, no les permitió salir a la calle mientras la mujer del tiempo no pronosticara, aunque sea, un día nublado.

El tiempo que pasaron los dos encerrados fue suficiente como para que Bakugou acabara por aburrirse de fruncir el cejo y comenzara a leer un nuevo fic en el teléfono y Todoroki investigara la minúscula casa junto a Masaru, que parecía encantado de tener otro hijo por una semana.

—Mitsuki me pidió que bajara los yukata del ático; quizás incluso podríamos ver si encontramos un traje para ti, Todoroki-San.

Shoto subió junto a Masaru al ático, teniendo que encorvar un poco la cabeza para no chocar con el techo; Masaru buscó la caja donde guardaban los trajes, permitiéndole a Todoroki revisar con la mirada los distintos artículos que yacían arriba cubiertos de una viejísima capa de polvo.

Se agachó al chocar con una caja que dictaba "NO BOTAR O LOS MATO". Supuso de inmediato que se trataba de las cosas de Katsuki.

—¡Aquí están! —exclamó Masaru, arrastrando una caja, para acabar dirigiendo la mirada hacia Todoroki—. Oh... ¡Buena idea! Katsuki hace años que guarda esa caja, tal vez ya sea momento de que la revise para que vea que tirar a la basura... —señaló Masaru, acercándose con los brazos en jarras y una expresión radiante— Como puedes ver, no le gusta que se metan en sus cosas.

Entre los dos bajaron ambas cajas, apartando la de Katsuki.

Los trajes tradicionales se hallaban doblados con meticulosidad en la caja. Masaru llamó a Mitsuki y Katsuki; para que se probaran las ropas y comprobaran si aún les quedaban bien.

—Lo más probable es que te quede corta Todoroki-San, pero pruébate esta —le dijo Masaru, entregándole un Monstuki (1) azul marino—. ¿Mitsuki, te acuerdas de...?

—¡Oh, fue el que usaste en nuestra boda! —señaló Mitsuki, maravillada.

—Esto... no creo que sea apropiado que...

—¡Ni hablar, Todoroki! —interrumpió Mitsuki—. Estoy segura de que en ti lucirá mucho mejor que en Masaru o Katsuki.

Masaru pareció mostrarse de acuerdo con Mitsuki, aunque Bakugou saltó de inmediato.

—¡¿Qué estás insinuando vieja bruja?!

—Bueno... si quieres puedes usar tú el traje, niño —le dijo Mitsuki, rodando los ojos.

Katsuki chasqueó la lengua y se metió al cuarto para probarse la yukata (2). Todoroki se quedó con el de Masaru en brazos sin saber del todo que hacer.

—Tu tranquilo, Todoroki-San, de verdad que no me molesta que utilices mi ropa. Póntela y yo me encargo de las modificaciones que sean necesarias.

—Sí, querido. No hay alguien mejor que pueda hacerlo que la persona que los confeccionó ¿no es así?

—¿Usted es modista?

Masaru le dedicó una sonrisa como afirmación—. Espero que el diseño no haya quedado obsoleto.

Todoroki dejó de darles vueltas al asunto y se dispuso a ponerse el monstuki, lo que no le tomó demasiado tiempo, porque al venir de una familia que aún no cambiaba el tatami (3) del suelo por piso flotante; se encontraba acostumbrado a tener que usar ese tipo de atuendos.

No obstante era la primera vez que utilizaba un monstuki, que poseía marcadas diferencias con los atuendos que se acostumbró, en cierto minuto, a emplear.

La tela era bastante más gruesa de lo que esperaba y pronto se percató que no era como aparentaba doblado, en realidad, era blanco, y que el hakama era de un celeste que se iba degradando a un azul marino. La chaqueta del haori, era de las mismas tonalidades, pero con un delicado estampado que se asimilaban a llamas de fuego azules.

Hacer el nudo en la cintura fue la parte difícil, y dio con un par de accesorios extras que se colocaban en las mangas, para agregarle más volumen al conjunto, al igual que un par de broches dorados.

Sin dudarlo, ese atuendo no era para nada parecido a algo que en el pasado utilizó; destellaba creatividad y también amor. Quedaba implícito en el diseño (y trabajo), que el traje lo hizo Masaru con la emoción de su propia boda como contexto.

—En efecto, el hakama te queda algo corto, pero luce muy bien en ti, Todoroki-san.

—¡¿Solo bien?! —exclamó Mitsuki—. ¡Ahora tiene todo el sentido del mundo! Eras modelo ¿verdad? Estás guapísimo. La chica que algún día se case contigo va a ser muy afortunada.

Todoroki sonrió un poco incómodo, y dejó que Masaru le tomara las medidas. Notó el yukata que Katsuki se probó apartado.

En el mismo segundo en que Masaru clavó un alfiler en el dobladillo de la manga, Katsuki bajó deslizándose por la escalera.

—Ya basta ma'... no ves que lo agobias —juzgó Katsuki, dándole a Todoroki una mirada cómplice. Lo examinó de pies a cabeza—. Pareces el personaje de un Donghua, mientras no te vuelvas un maestro de la cultivación demoniaca (4) o algo por el estilo...estaremos bien.

Todoroki suprimió una risa y Mitsuki los miró sin comprender. Cuando Masaru terminó con Todoroki, llevó la mirada a Mitsuki por primera vez, sonrojándose de forma instantánea.

—Sigues igual que la primera vez que te probaste, cariño.

Todoroki se fijó en Mitsuki, advirtiendo lo joven que lucía, con un yukata en tonalidades cálidas, de un diseño casi místico de unos peces koi que parecían estar danzando por la tela. La madre de Katsuki, sin atisbo a duda, aparentaba ser una mujer de entre veinticinco y treinta años, no podía darle más edad, porque eso significaría que Mitsuki sería la poseedora del secreto de la eterna juventud.

Katsuki suprimió una arcada fingida al ver a sus padres ponerse cariñosos entre ellos; tanto que acabó por irse de nuevo a su dormitorio y le hizo un gesto a Todoroki para que se fuera.

Volvió a ponerse el buzo y dejó el traje doblado sobre el traje de Katsuki, dándose cuenta de que los padres del mismo ya no estaban por ningún lado. Subió la caja de Katsuki al segundo piso y entro a la habitación con los ojos brillando de emoción.

—Tu papá dijo que deberías revisar si algo de esto no lo necesitas —dijo colocando la caja en la cama. Katsuki desvió la mirada del teléfono, para dejar escapar un gruñido molesto—. ¿Qué son?

—Basura del colegio.

—¿Entonces no necesitas nada?

—¡No! Bueno... no, pero son mis cosas.

Katsuki acabó por dejar el teléfono a un lado y abrió la caja, topándose de frente con un peluche Sanrio (Kiki (5)) dentro. Katsuki lo sostuvo un momento con una enorme sonrisa, antes de darse cuenta de que sonreía, y la suprimió.

—Es como el que te regalé.

—Si... pero ese lo dejé en el apartamento —explicó Katsuki, dejando que Todoroki lo tuviera un rato—. Ese me lo regaló Himiko, se supone que ella debe tener a Lala.

—¿Lala?

—Son los "Little twin star." Lala es la hermana de Kiki, ella me regaló este peluche después de que yo atrapara a Lala en una de las máquinas de garra —contó, con las mejillas algo sonrojadas—. Ya sabes... mierdas cursis.

Todoroki le quitó un poco de polvo al peluche, dejándolo encima del escritorio.

—¿Y mi otro regalo? ¿Te gustó?

—También lo dejé en el apartamento... el día que vine salí apurado y me olvidé de varias bolsas; lo abriré al llegar a casa —respondió Katsuki, sacando una pila de libros—. Si quieres puedes ir un día y lo abro contigo presente... así aprovecho de darte tu regalo de navidad.

—¿Me compraste algo? ¿Está aquí?

Todoroki le dio un vistazo a la habitación para caer en cuenta de una bolsa apoyada contra la cómoda.

—Si, es eso...

—¡Está bien! ¡Abrimos los regalos juntos! —contestó Todoroki, inclinándose sobre la caja— ¿Qué es esto?

Sacó un libro algo contundente, y Katsuki al darse cuenta de lo que era, se lo arrebató de las manos.

—¡Esto sí que no!

—¿Es un álbum de fotos? ¿Puedo ver... Una? Por favor~

—No.

—Porfiiis~

—NO.

—Una ojeada.

Estuvieron de ese modo cerca de cinco minutos, hasta que Bakugou acabó accediendo más que nada por hastío.

Katsuki heredó los genes jóvenes de su madre, eso fue claro desde el minuto uno; en donde un Katsuki de cinco años miraba a la cámara con el cejo fruncido y con un traje de hombre lobo listo para salir a pedir dulces en Halloween.

El rostro de Katsuki, con el tiempo, adquirió un poco más de dureza, pero en esencia, era igual.

Aparecieron fotos con un chico de pelo negro, que Bakugou le señaló que era Kirishima. Sorprendido, se quedó escrutando el rostro tímido y la sonrisa sin un par de dientes de Kirishima de siete años.

—¡Qué ternura! Mira cómo te da la mano...

—¡Cállate! ¡Trágate tus comentarios insidiosos!

Las fotos no poseían orden alguno, porque apreció un Katsuki adolescente, en plena faceta rebelde con varios piercing en la oreja, junto a Kirishima (ya con el pelo teñido de rojo) que flexionaba el brazo para demostrar un poco de músculo y la tez bronceada que contrastaba con la de Bakugou.

—Empezó a teñirse a los catorce, ya no me acordaba. ¡Por algo tiene el pelo tan muerto! Me acuerdo de que el día antes de volver al colegio debía lavarse como siete veces y teñirse de negro.

Bakugou cubrió una foto y luego de tironear un rato, Shoto logró ver un chico con un delineado, tratando de aparentar un estado de ánimo casi deprimente.

—¡JA, JA, JA!

—Ya, basta... demasiado —gruñó Bakugou, cerrando el libro y lo volvió a colocar de vuelta a la caja.

—Solo falta que me digas que escuchaban Linkin Park y leías crepúsculo, porque de verdad que te lo creo —bromeó Todoroki, viendo en el fondo de la caja un par de delineadores de lápiz bastante gastados. Tomó uno y lo probó en el dorso de la mano—. ¿Cuánto tenías?

—... quince.

—¿Me estás diciendo que ese Kats ya leía fanfics gays?

—Cállate, hijo de puta.

Todoroki volvió a reírse, parándose frente al espejo de cuerpo completo colgado en la puerta y se comenzó a pintar los ojos.

—¿Lo estoy haciendo bien? —preguntó al terminar un ojo.

Katsuki lo miró estupefacto, negó con la cabeza y le apuntó la cama—. ¿Buscas maquillarte o disfrazarte de fantasma? Dios santo... Ven, siéntate; te voy a enseñar como se hace.

Todoroki obedeció y Katsuki se puso de pie frente suyo, se acercó al rostro de Todoroki con el lápiz, apegándose lo suficiente al cuerpo de Todoroki para que sintiera el roce de la pierna de Bakugou.

Katsuki gozaba de unas pestañas rubias, cortas y tupidas, al igual que los ojos de un violento color sangre. Trató de no ponerse nervioso al tener el delineador tan cerca del ojo, al igual que el rostro del chico.

—¡Chicos! ¿Qué hacen tan encerrados?

La puerta se abrió de improvisto, y Katsuki pegó un a exclamación que lo hizo tropezar con las rodillas de Todoroki, quien alcanzó a atraerlo para que no se golpeara contra el escritorio.

Mitsuki se encontró con una escena curiosa al ver a Katsuki, sentado sobre las piernas de Todoroki, maquillándolo. Se quedó paralizada, y tras un par de segundos sonrió.

—No cierren la puerta, que no dejan que circule el aire de la estufa —dijo Mitsuki, maravillada, dándose media vuelta y gritar—. ¡Masaru, Katsuki es Gay!

Bakugou se puso rojo de vergüenza, levantándose—. ¡No es cierto!

—Tranquilo hijo, te apoyamos en tu decisión —tranquilizó Masaru, abrazando a Mitsuki por los hombros. Todoroki se rió sin control—. Apruebo a tu chico.

—Muchas gracias —agradeció Todoroki, para seguirles el juego— les prometo que cuidaré bien de su hijo.

—¡Agh! ¡Los odio!

Masaru lanzó varias carcajadas, y se dio media vuelta. Todoroki se percató al instante del tipo de humor que los padres de Katsuki conservaban; el único objetivo era hacer enfadar a Katsuki.

Bakugou acabó el delineado de mala gana, regañando a Todoroki por haber ayudado a sus padres a molestarlo. Para cuando Todoroki se miró al espejo, descubrió una versión bastante interesante de sí mismo.

—Hubo una sesión de fotos en la que me maquillaron como gótico —mencionó Todoroki, sacando el teléfono para buscar en la galería.

En una viejísima carpeta del 2015 halló la imagen. Como se lo esperaba era para la revista NIKKEI, con un traje de pies a cabeza negro, el pelo larguísimo de la misma tonalidad (usaron una peluca muy realista) y lo único que destacaba eran los labios rojos y los accesorios plateados.

—Joder... esto sí que es gótico —aseguró Katsuki, desliando para ver la siguiente foto. En donde Todoroki posaba como si estuviera cansado de vivir—. ¿Pero qué rayos?

—Hay todo un grupo de maquillistas detrás de cada sesión, además de que el vestuario, en realidad, te lo ajustan con pinzas para que se ajuste mejor al cuerpo —explicó Shoto, como si eso le quitara crédito a las fotografías.

Lo que no recordaba era que, esa sesión fue en conjunto.

Junto a Shinsou.

—¿Quién es él? Su cara me suena... ¿No es el tipo del dorama en donde puede controlar a otros? Según Kirishima es brillante.

—Eh... si, supongo.

—¿Sucede algo?

La siguiente foto ya no era profesional, sino que se trataba de una selfi, donde Todoroki enseñaba los dientes como si fuera un vampiro y Shinsou tiraba de los surcos de los ojos mientras apoyaba la cabeza en el hombro de Shoto.

—Él es Shinsou... el chico que me metió al mundo del fanfic.

—¡Ah! ¿Tu amigo?

Todoroki forzó una sonrisa—. Nah... mi ex.

『 °*• ❈ •*°』

"Sacerdotisa Akiko: Tu poder... tu poder es algo de otro mundo... Eres la pesadilla de cualquier cazador de demonios.

(La puerta rechina abriéndose. La sacerdotisa se aferra al talismán, cortándose la palma de la mano para dibujar otro. El maestro Kazaku entra, dejando las espadas apoyadas contra la pared)

Maestro Kazaku Hitoshi (Shinsou): Por esto mismo es que vine... si haces lo que te ordeno, no tendré que usarlo en contra tuya, Aki. Acabo de terminar con todos tus niñatos que juegan a ser aprendices.

Sacerdotisa Akiko: ¿Te atreves a llamarme con tanta confianza? Cuando tú mismo estableciste que ninguno de los dos debería continuar con esto (las manos de la mujer tiemblan, agarrando una piedra con fuerza) ¡Acabaré contigo de una vez! Lo lamento por el clan Kazaku, pero hoy mueres.

(El maestro Kazaku Hitoshi ladea la cabeza, cubriéndose la cara y sonreír malicioso. Los talismanes se rompieron, pero la sacerdotisa Akiko no tembló)

Maestro Kazaku Hitoshi: No digas que no fui razonable... ¡Poseer!"

De: Los susurros del más allá, capítulo piloto. Trasmitido por primera vez por TV Asahi el 15 de junio de 2019.

『 °*• ❈ •*°』

Sin el factor lágrimas, riesgo de enfermedad y cansancio; Katsuki notó que estaba metido en una situación de "solo una cama" por milésima vez en su vida.

Todoroki se colocó el pijama y en el momento en que deseó meterse a la cama, Bakugou lo miró con el cejo fruncido.

—¿Qué ocurre? ¿Te duele el estómago?

Katsuki negó y se mordió el labio, rondado encima del colchón. El pecho se le contraía queriendo desbordarse y, estando seguro de que poseía un sonrojo inmenso, optó por darle la espalda.

¡Todo era culpa de ese maldito fanfic de Pokémon que incluía el mismo trope! (6)

Que, de cualquier modo, era uno de sus gustos culposos; pero solo en la literatura... no era como si los quisiera vivir.

Sintió el calor del cuerpo de Shoto acomodado a unos pocos centímetros, no negaba que en las noches gélidas como aquella, el dormir junto a otra persona era de lo más reconfortante, pero aun así no comprendía esos sentimientos.

¿Por qué la misma escena, al vivirla con Kirishima, era por completo diferente?

—Voy a apagar la luz —avisó Shoto.

Según Bakugou, olía a menta y al Shampoo que él y Masaru utilizaban, el cual Mitsuki compraba dos por uno en el supermercado, no obstante, el simple hecho de que lo llevara alguien como Todoroki, ya le brindaba al producto elegancia.

La habitación se fundió en la oscuridad y Katsuki aguantó la respiración. Las piernas de Todoroki eran más largas que las de él por varios centímetros (¡Cuánto lo odiaba!) y no tardó en adivinar que Shoto se encontraba algo incómodo al tener el par de extremidades dobladas; así que las estiró soltando un largo bostezo.

Kirishima de alguna forma "acostumbró" a Katsuki a eso de dormir acompañado (o eso creyó). Recordaba largas noches antes de las evaluaciones donde se quedaban a dormir en la casa del otro y, como las dos eran casi iguales en tamaño, no les quedaba otra opción que compartir la cama. Entre bromas, al final, ninguno de los dos notaba quien caía dormido primero.

Era un ritual amistoso. Nada de segundas intenciones; eran un par de adolescentes preocupados por pasar de curso.

—No puedo dormir

—Idiota —dijo Katsuki por primera vez—llevamos recostados como diez minutos.

Supuso que pasó ese tiempo, pero la concepción del paso de los minutos en la cama era poco fiable.

—Estaba pensando en ir a visitar a Himiko.

Bakugou se dio media vuelta dando con los brillantes ojos de Todoroki reluciendo por la vaga luz de la luna; se relamió los labios y disipó un poco los nervios.

—Y una mierda... ni siquiera son cercanos —señaló Bakugou—, no es necesario que vayas.

Todoroki pestañeó y Bakugou contrajo las piernas, pasando a rozar la piel de Todoroki bajo las sábanas.

—No es necesario, pero quiero hacerlo para no arrepentirme después. Además, dijiste que iba a estar hasta el viernes ¿no? Me gustaría terminar el año sin tantos temas pendientes.

—Ella... quizás no te deje pasar.

—Al menos lo habré intentado.

Katsuki quera consciente que aquella decisión era tomada bajo un intenso foco de culpabilidad. Por más bonitos que fueran los ojos de Shoto, ellos emanaban un aura nostálgica casi triste, si es que no fuera por la fuerte determinación del gesto completo.

—Vayamos a las diez; mamá quiere tomar desayuno contigo.

—¿Me vas a acompañar?

—No entraré si no quieres, pero... ¡No puedo dejar que te pierdas de camino a la consulta! Mi mamá me asesinaría ¡Esta loca!

Shoto soltó una somnolienta risa, desordenándole el pelo a Katsuki.

—¿Y eso qué? ¡Ya no soy un niño!

—Pensaba que eres adorable cuando te preocupas —declaró Shoto, riéndose—, además estamos en una isla minúscula, creo que mis probabilidades de perdida son bastante bajas, la verdad.

—Agh... cállate —bufó Katsuki, volviendo a darle la espalda—. ¡Soy un chico! No me agrada, para nada que digas que soy adorable ¡No lo soy! Tu criterio debe estar dañado o algo por el estilo.

Para Katsuki, algo adorable eran los personajes de Sanrio, Kayaku o la gata de Todoroki.

—Verdad, adorable era ese niño emo de las fotos —meditó Todoroki, ganándose una patada por debajo de las sábanas— ¡Ay! Tampoco es para que te enojes... de cualquier modo: gracias.

Katsuki estuvo seguro de que de haber estado de pie, Todoroki le hubiera dado una reverencia torpe.

—¿Por qué?

—Por preocuparte por mí.

Si Bakugou estuvo nervioso, ahora se hallaba al borde de un colapso emocional. Apretó las sábanas con las manos y cerró los ojos, controlando la respiración ¿Por qué demonios Todoroki se acercaba a Él? Y, aún peor, ¿Cómo era que lograba decir todas esas estupideces de una manera tan monótona?

El idiota hablaba como un maldito personaje literario y eso lo alteró más de lo anticipado.

No tuvo el valor de darse la vuelta y comprobar si Shoto se durmió esperando una respuesta; sin embargo, el peso de Todoroki se hizo más consistente y, si se llegaba a mover un poco, las piernas de ambos acabarían por rozarse.

—No... No, no... no me preocupas.

Dijo eso de forma tan poco convincente (ni el mismo se lo creyó), que por el rabillo del ojo identificó una media sonrisa de Todoroki volviendo a sentir la mano derecha sobre su cabeza. Bakugou, suspiró, pero tampoco se molestó en apartarla.

Se sentía seguro con esa parte de Shoto encima suyo.

『 °*• ❈ •*°』

"Eran sobre las once, los profesores insistieron en darles un "breve" paseo por la isla, y ellos por cortesía (y agradecimiento por la cena); aceptaron.

Terminaron tarde, porque el profesor Oak quiso darle una revisada a la Pokedex de ambos antes de dejarlos partir. Ya en la habitación, Azul y Rojo, comenzaron a pelearse por el lado de la cama que cada uno ocuparía; quedando Azul como ganador de las preciosas vistas de la costa de Alola.

Acostados Azul le dio la espalda a Rojo, casi pegándose al borde de la cama de dos plazas. A Rojo se le ocurrió que, si de verdad querían marcar distancias en esa cama, lo mejor era dejar que uno de los Pokémon de ambos se pusiera en medio, pero tampoco iba a dar desfavorecedoras ideas.

Alola era una isla calurosa. Rojo, ansioso por la situación, se puso de pie y abrió la ventana; Azul examinaba cada movimiento sin dejarle ni un atisbo de margen.

—Buenas noches —dijo Azul. Rojo asintió, volviendo a meterse a la cama, con los ojos puestos en la espalda de Azul.

Por las sábanas no podía observar más abajo de la cintura de su amigo. Rojo era un tipo de pocas palabras y que incluso le costaba identificar sus propios sentimientos, pero pronto se percató que el calor que le recorría el cuerpo no era un tema ambiental.

Iban a ser unos largos tres meses."

De: "¡Maldito idiota!" Capítulo especial, por: COLD_Fire, publicado en enero del 2014. (7)

『 °*• ❈ •*°』

Notas:

1) Monstuki:

Ciertamente, esta imagen señala las partes esenciales del monstuki, aun así a la hora de pensar en el vestuario que usa Todoroki me basé en la siguiente imagen, con sus respectivas diferencias:

Esas son las diferencias más notorias, el resto del atuendo se los dejo a su interpretación. (Lamento las faltas ortograficas de la imagen 😅)

2) Señalo que la diferencia de ambos vestuarios recae sobre todo en la formalidad de ambas prendas ya que el monstuki es una prenda muy formal y el yukata es más ligero. El yukata de Katsuki es descrito en capítulos siguientes, por lo que por el momento no colocaré imagen.

3) Tipo de suelo tradicional japones:

4) Referencia al Donghua "Mo dao zu shi" o "maestro de la cultivación demoniaca" en español.

5) Kiki es el de pelo azul y Lala es la de pelo rosado.

6) A diferencia de los cliches los tropes son como situaciones comunes para nada negativos. Por ejemplo el trope de solo una cama que ayuda como conductor de varias historias para seguir la narrativa, incluso los AU son tropes de por si; en cambio un cliché suele ser un acontecimiento tan gastado que, si no es usado de buena manera, puede resultar cansino ya que no introduce novedad; ejemplo, amenesia.

7) Autorreferencia a mi fic "Maldito idiota! Aunque esta versión es 10000 veces mejor que la publicada Ja, ja, ja.



Muchas notas, muchas notas. Estos capítulos me hacen sentir soft; amo demasiado la dinámica de la familia Bakugou. ♥♥

Este capítulo es la calma antes de la tormenta.

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