Un amigo y un hermano
La vida era verdaderamente complicada, y era muy duro cuando eso era una de las primeras cosas que aprendía un niño, algo usual en el orfanato. Eran muchos niños, y pocos cuidadores, incluso con voluntarios no podían atender bien a todos y eso era verdaderamente frustrante.
Como esa noche. La temporada de lluvias no había hecho más que llegar con fuerza ese año, azotando el lugar viejo y gastado, algunas puertas estrellándose con los marcos con tanta fuerza debido al aire que se filtraba por algunas ventanas que estaban en mal estado, los truenos resonando y aparte, las luces fallando en ocasiones, eran el peor de los tormentos para muchos de los niños y las niñas.
Taehyung era uno de ellos. Con dos años cumplidos unas semanas atrás, el niño era de los más pequeños en el lugar y uno de los que más sufrían con las tormentas. Tenía tanto miedo, que ni las dulces canciones entonadas por las mujeres, ni sus amables brazos podían distraerles del tronar del cielo. Lamentablemente, Taehyung no era el único niño sufriendo, otros más a su alrededor sollozaban esperando protección de la cruel tormenta, y con tantos niños, los presentes adultos no podían calmarlos. Cuando uno dejaba de llorar, otro empezaba a gritar, y cuando ese se calmaba, uno se escondía bajo sus sabanas y se negaba a salir sin dejar de sollozar.
Era sin duda alguna una terrible noche.
Yoongi, desde su cama asignada, no podía dejar de verle ni de oírle, estaba sintiéndose muy incómodo porque el no hacer nada por Taehyung siempre le había parecido incorrecto, él quería cuidarle, quería ser un buen hermano a pesar de que le dijeran en más de una ocasión que ellos no eran hermanos, que Taehyung era un varón y no su pequeña hermanita.
Sin importarle eso en absoluto, se sentó viendo al niño que sollozaba sentado en su cama mirando a la mujer a unos pasos que atendía a una pequeña que se estaba enfermando y que también estaba llorando, sin poder hacer más por Taehyung que asegurarle que no les pasaría nada, que estaban seguros de la tormenta dentro de ese edificio.
Los pies del pálido niño de cinco años tocaron el suelo antes de ir despacio hacia el pequeño que no dejaba de sollozar en su cama con barrotes, razón que si bien le era un obstáculo para llegar a él, Yoongi decidió pasarlo. Se subió, esforzándose para pasar a la cama del menor, sorprendiendo al niño que dejó de llorar un momento observando al otro niño con ojos grandes y llorosos, hipando constantemente mientras Yoongi se sentaba con intenciones de darle un abrazo.
Vaya sorpresa se llevó cuando el propio Taehyung, reconociéndolo como el niño que había estado a su lado desde que comenzó a identificar lo que le rodeaba, fue hacia él sentándose sobre sus piernas, haciéndose de lado hasta que cayeron al colchón, el menor haciéndose cada vez más chiquito entre los brazos del peli negro.
Por supuesto que de ese modo, los rayos no pararon, tampoco la potente tormenta, pero sí de poco a poco su llanto. Se sentía más protegido, querido por ese niño que le cuidaba tanto –Yoongi. –susurró entre lágrimas, apegándose a él. El nombrado jamás le hacía sentir solo, con él había jugado, había reído, había aprendido y sobre todo, había sido protegido como en ese momento. Quizás estaban solos sin una verdadera figura paterna o materna, pero estaban juntos y sentir que Taehyung le regresaba el abrazo y le llamaba por su nombre, hizo que Yoongi pensaran que mentían las mujeres y él verdaderamente era su pequeño hermano.
-No –la joven mujer susurró al verlos, arrullando a la niña que ya estaba dormida y cuya fiebre había bajado apenas un poco. Se dio cuenta de la situación de Taehyung cuando volteó a verle pensando que ya estaba dormido, pero verlo abrazado de Yoongi le hizo sentir un fuerte apretón en su estómago-, Yoongi, tú no puedes...
Qué difícil situación tenía frente a ella. Su abuela le había dicho que a pesar de que era bueno que los pequeños se relacionaran entre ellos y formarán amistades para sentirse acompañados, no era tan bueno que dos (que no eran hermanos) se apegaran tanto el uno con el otro, ya que las posibilidades para ser adoptados juntos eran muy pocas y una separación sería muy fuerte para ellos.
Yoongi y Taehyung no eran hermanos, no podía permitir que se acercaran tanto el uno al otro » Yoongi, ve a tu cama, por favor. No pueden dormir juntos.
El nombrado levantó la cabeza para verle, sin querer moverse de su lugar pues realmente quería permanecer junto al pequeño llorón y acompañarle, aunque fuese esa noche. Min Lee, la adolescente, no tenía tanto tiempo apoyando a su abuela en la casa hogar, no tenía mucha experiencia y solo podía pensar que aunque el pálido le estuviera ayudando a calmar a Taehyung, no podía permitir que se quedaran así.
» Yoongi, por favor –pidió de nuevo-, ve a tu cama.
No le era de su agrado desobedecer, pues siempre pensó que si le pedían algo era porque debía hacerlo, así que se apartó poco a poco de Taehyung observándole, notando como el niño negaba y empezaba a llorar de nuevo –No, no, no, no, no. –sollozó, apretando con sus manitas su ropa para que no se fuera de su lado, no quería hacerlo.
Era obvio que Taehyung quería seguir abrazándolo, de ser posible toda la noche, y por ello no quería soltarle. El mayor no tenía tanto problema con eso, pero viendo que la mujer sí quería que durmieran separados, se puso a pensar en qué podía hacer. Y la respuesta la encontró al pensar que había cierto peluche que él casi no usaba ya y que Taehyung podía abrazar sin problema alguno.
-¡Te voy a dar un juguete! –le dijo de pronto, confundiendo tanto a Taehyung que le dio tiempo a separarse, pasando por sobre los barrotes para ir a su cama mientras Tae se sentaba mirándole con atención, preguntándose qué iba a hacer o qué le iba a dar. Curioso.
Yoongi tomó al peluche de un zorro, uno que en su momento fue un obsequio de su abuela. Se aseguró de que estuviera presentable, acomodándole las orejas y limpiando poco polvo de la nariz negra y los botones que tenía por ojos, y entonces, sonrió llevándoselo a Taehyung.
Extendió el zorro hacia el pequeño, quien lo aceptó enseguida y lo observó con atención, maravillándose con su naranja vivo y lo suave que se sentía entre sus dedos. Procedió a hacer la prueba de oro, saber que tan abrazable era, y luego de rodear al peluche con sus brazos, sonrió feliz de sentirlo tan cómodo y reconfortante. Prefería abrazar a Yoongi, pero el peluche también era una buena opción.
Mostrando una sonrisa sincera, miró a Yoongi, agradeciendo por el regalo » Abrázalo fuerte cuando tengas miedo, él te va a proteger. –señaló al peluche viendo al menor asentir contento.
Sin dejar de ver la escena, Min Lee sonrió más tranquila y pidió en un susurro –Ahora a dormir, los dos.
Yoongi asintió, regresando a su cama mientras Taehyung se recostaba lentamente, sin soltar al zorro y apegándose a él tratando de dormir. Los minutos pasaron y Min Lee salió del cuarto luego de recostar a la pequeña, asegurándose de que nadie la necesitara ahí antes de pasar a la siguiente habitación y preguntar a su abuela si necesitaba algo más sin saber que Yoongi se levantaría luego para descubrir feliz que Taehyung se había podido dormir con el zorro. Los días pasaron y apenas Taehyung pudo saltar por su cuenta los barrotes, iba a dormir con Yoongi y su pequeño zorro en las noches en las que tenía miedo. Los meses pasaron y Taehyung le puso nombre con ayuda de Min Lee cuando le preguntó cuál era esa letra del abecedario que se veía para él como la nariz de su zorro. Los años pasaron y cada vez eran más unidos Yoongi y Taehyung, junto a V claro, logrando encontrar a su familia perfecta.
Primer día de clases
Ese día tan importante en el que se llega a un lugar nuevo y desconocido, invadiéndote de nervios como de expectativas jamás le había asustado al joven muchacho, no a él que le encantaba conocer lugares y personas nuevas, hacer amigos a donde fuera y aprender un montón de cosas nuevas. Jamás se había acobardado de entrar a un salón de clases donde no conociera a nadie.
Pero todo cambio esa vez.
La universidad es un mundo completamente distinto, Taehyung lo sabía, y le atemorizaba bastante. Por supuesto que no era un cambio tan radical si se ponía a pensar que estaba en la misma ciudad de donde vivía y que relativamente no le costaba llegar a ella, pero aun así estaba temblando de los nervios, asustado qué pasaría ese nuevo año.
El muchacho próximo a cumplir 20 dentro de unos meses, había pasado recientemente por todo un año en el que no estudió y se dedicó a trabajar con su padre y a pensar a qué podía dedicarse, sabía qué quería ir a estudiar arte pero, ¿Fotografía? ¿Pintura? ¿Dirección cinematográfica? ¿Artes audiovisuales? ¿Canto? ¿O mejor actuación? No podía decidirse, le costó tanto pero al final, su pasión por pintar relució entre todas y terminó aplicando un examen para entrar, llevando sus más preciadas obras a los superiores para que vieran si le aceptaban o no.
Estuvo llorando toda la noche cuando la respuesta fue afirmativa, no podía con la emoción, aún más cuando fue reconocido entre los mejores y le ofrecieron una beca, su sueño estaba haciéndose realidad.
Luego de meses esperando el gran día, este había llegado, con Taehyung avanzando dudoso por el campus enorme temiendo perderse y no entrar a su primera clase (a pesar de que iba con media hora de sobra). Tenía su horario en mano, su bolso con sus blocs y montón de colores, acuarelas y rotuladores, y la boina que le hizo ponerse Jimin asegurándole de que así se vería más profesional.
Se detuvo de repente observando uno de los edificios con aulas, fijándose en el reverso de su horario que mostraba un mapa del centro universitario, tratando de ubicar nuevamente dónde estaba y a dónde se dirigía, tenía que ir directamente a una de las oficinas para presentarse como uno de los alumnos becados. Se sentía perdido, algo preocupado y lo único que le brindaba algo de calma, y quizás era tonto, era el pequeño colgante de peluche que se balanceaba del cierre de su bolso, un pequeño zorro que le obsequio Yoongi con la excusa de que se sintiera más seguro con ese "mini V", pequeño peluche que Taehyung miraba cada que se sentía abrumado entre tanta gente.
Efectivamente el edificio a su derecha era el indicado, así que se dio la vuelta y caminó hacia allí, sonriendo ligeramente y preparándose para presentarse adecuadamente -¡Hola! ¿Eres de nuevo ingreso? –se sobresaltó ante la inesperada aparición de un chico mayor a él, quien le sonreía en grande.
Taehyung se fijó en seguida en su camiseta con el logro de la universidad y el pequeño diseño que le acompañaba señalando que formaba parte de la comunidad de alumnos de la carrera de actuación -¿Se nota? –preguntó algo avergonzado, viendo al chico apuesto reír y asentir.
-Todos tienen la misma cara de perdidos, ¡No te preocupes! Me presento –hizo una reverencia- Park Seojoon, estudio actuación, ¿En qué puedo ayudarte?
-Kim Taehyung –respondió la reverencia-, yo en realidad vine porque soy alumno becado y me dijeron que debía venir aquí a las oficinas de...
Se quedó callado, olvidando el nombre por completo. Quiso golpearse, aún más al recordar que Yoongi le aconsejó que se escribiera el nombre en la mano por si se le olvidaba y él le dijo que no lo necesitaba. El mayor volvió a reír, empezando a caminar e invitando a Taehyung a seguirle –Seguramente te pidieron que fueras con el rector, pero está muy ocupado así que puedo llevarte al departamento de becas, acompáñame Kim Taehyung.
Con una sonrisa, el joven le siguió sintiéndose más animado por el hecho de ya estar hablando con alguien, sintió que podrían ser amigos –Muchas gracias.
-No agradezcas, dime, ¿Qué vas a estudiar? Uhm... espera ¿Será acaso dibujo y pintura?
El menor abrió en grande sus ojos, asombrado porque acertara a la primera. Sin poder preguntar, el hombre señaló riendo » Quise suponerlo por la boina, veo que adivine. Excelente elección, si recibiste una beca debes ser muy bueno.
-No lo sé, me tomó mucho tiempo elegir, es que me gusta pintar, me gusta actuar, me gusta cantar, y hasta bailar, aunque prefiero la fotografía ¡No sabía qué elegir! –recordó sus duros momentos para elegir, sintiéndose presionado por ver que sus hermanos ya estudiaban o se preparaban para lo que querían dedicarse mientras él se sentía tan confundido.
Fijándose en el menor a su lado, preguntó verdaderamente interesado -¿Y cómo hiciste para decidir?
-Pues mi familia me dijo que debía verme a futuro e informarme, estuve yendo a conferencias y pregunte con mis amigos hasta que decidí que lo que más me gusta es pintar, y que podría estudiar luego algún curso o taller relacionado con el resto.
Eso pareció alegrar más al mayor, quien mostró una sonrisa más grande e invitó –Entonces puedo hacerte directamente una invitación al taller de teatro, si estás interesado puedes hablar conmigo y revisaremos tu horario para encontrar el horario en el que todos podamos reunirnos.
Ahora Taehyung estaba más emocionado y feliz, agradeciendo haberse topado con ese chico -¡Eso es genial! Sí, sí, yo quiero ir, por favor.
Ambos rieron, Taehyung entusiasmado y el chico enternecido, pensando que eran realmente adorables los de primer ingreso, con esa emoción por todo en sus ojos antes de que la universidad les arrancara lentamente el alma. Quizás no tanto así pero Taehyung aún tenía la energía a tope, algo que no se podía presumir de muchos de los estudiantes.
-Entonces podemos pasarnos nuestro teléfonos, pero primero –se detuvo de repente, señalando a una puerta abierta que tenía por sobre el marco una placa anunciando que ese era el lugar que buscaban-, pasa, te puedo esperar si lo deseas.
-¡Gracias! Te lo agradecería mucho –pronunció antes de entrar, solo, fijándose en las personas sentadas en sus escritorios, adultos ocupados y atareados por el primer día de clases. En un momento nadie pareció notarle, había alguien pidiendo que se apuraran con las copias mientras otra persona se quejaba de que la tinta se había acabado, y un tercero regañando a quien fuera por no haber revisado un día antes cuánta tinta había para comprar más paquetes. Y eso a simple vista, pero el descontrol era definitivamente mayor. Dudó en saber a quién acercarse, acabando por ir hacia una mujer joven (seguramente recién egresada) revisando unas carpetas-. Buenos días –llamó su atención de ella, quien le miró fijamente cerrando la carpeta en su mano-, yo, uhm, recibí una beca y me- le interrumpió.
-Ve con el profesor. –señaló a un hombre que buscaba algo en uno de los cajones de su escritorio, apurado.
Taehyung susurró un agradecimiento antes de caminar hacia el hombre, carraspeando antes de repetir –Buenos días, yo recibí una beca y me dijeron que viniera aquí. –el hombre se acomodó la corbata asintiendo luego de oírle, rascando detrás de su oreja y entrecerrando sus ojos en busca de identificar al muchacho frente a él.
-¿Cómo te llamas? –se rindió y preguntó.
-Kim Taehyung.
Eso pareció ser suficiente, el hombre abrió en grande sus ojos, dándose la vuelta para ir hacia una cajas con varias carpetas, buscando ahí hasta que sacó una gruesa que Taehyung identificó como suya, o al menos esa fue la que usó para traer sus pinturas. Como queriendo asegurarse, el mayor se sentó en su escritorio y abrió la carpeta, observando los dibujos de Taehyung, pasando desde uno que hizo bastante realista de su zorro de peluche (con detalles asombrosos) hasta el más reciente que había hecho de un paisaje de una calle mojada por la lluvia y obscurecida por la noche.
Nervioso, observó al hombre analizar con detalle los dibujos, sonriendo y asintiendo, mientras Taehyung se vio de repente asustado ante la idea de que le dijeran que no era tan bueno y que habían cometido un error, que él no era quien habían aceptado y que debía retirarse. Pasó saliva sintiéndose ahogar de preocupación.
De repente el hombre cerró la carpeta, y sin decir más, empezó a tomar otras cosas de su escritorio, como un recopilador, un termo y un estuche con marcadores, aparte de su bolso con la laptop –Acompáñeme, señor Kim –se sintió extrañó de oír que le llamaba de señor y por su apellido, pero asintió y siguió al hombre cuando este salió de su escritorio y se dirigió hacia la puerta, encontrándose con Seojoon-. Buenos días señor Park, ¿Acompañando a los nuevos?
El joven asintió –Así es profesor, planeaba llevarle a su salón. –apuntó con la cabeza a Taehyung quien veía interesado la interacción.
-No hay por qué preocuparse, yo le llevaré, su primera clase es conmigo. –aquello fue una sorpresa para el recién ingresado, fijándose en su horario y bufando cuando notó que no anotó los maestros, solo el nombre de las materias.
-Está en buenas manos entonces, un gusto verle profesor Chan, te veré después Taehyung, tenlo por seguro. –se despidió de ambos, retirándose a paso seguro y luciendo tan genial que Taehyung quiso frenarle y pedirle que le diera su número para hablar luego, pero en eso el adulto empezó a caminar y no le quedó más que seguirle de cerca.
-Sígame señor Kim, me parece que su primera clase es Historia del Arte I –en muchacho ni pudo revisar su horario de nuevo para darle la razón al hombre que siguió hablando-, un gusto conocerle finalmente, señor Kim, un placer, déjeme presentarme adecuadamente. Soy su profesor de Historia del Arte I, también imparto otras materias en otros semestres, me encantaría volverle a ver en semestres posteriores, joven.
A pesar de que podría decirse que hablaba rápido, caminaba con calma y con una sonrisa, manteniendo un paso tranquilo mientras que su voz seguía sonando sin tomarse muchas pausas, sin dejar que respondiera el menor.
» No sólo trabajo en eso, sí, soy docente desde hace unos 20 años, aparte soy parte del departamento de becas e intercambios, por sí está interesado en hacer un intercambio a otro país cuando alcance los créditos solicitados no dude en comunicarse conmigo señor Kim. Será un gusto para mí ayudarle, puede preguntar por el profesor Chan y le llevarán directamente a conmigo.
-Gracias. –susurró luego de dudar si hacerlo o no, pero no importó mucho al final porque el hombre siguió hablando cambiando de tema.
» Cuando estábamos viendo las solicitudes para ingresar a esta universidad, que debe saber señor Kim son miles, me encontré personalmente con sus obras y déjeme decirle que son excepcionales –sacudió la carpeta blanca con su nombre en medio y el número de registro que se le asignó, segundos después se la entregó a Taehyung, quien la tomó y luego la abrazo, contento de tenerlas de vuelta entre sus brazos-. Soy un apasionado por el arte, claro que sí, incluso soy el director de un museo que se encuentra en el centro de la ciudad, si lo conoce, y debería hacerlo señor Kim, debe saber que me gusta exponer obras de gran potencial, ofrecer lo mejor de lo mejor por gente como yo que quiera admirar la pinturas que se exponen. Exponemos más de 200 pinturas, esculturas y fotografías, debe saberlo ya señor Kim.
Le avergonzó decir que no había ido, lo sabía a pesar de que el hombre ni siquiera le había dicho el nombre del museo, pero era verdad que Taehyung nunca había ido a un museo en el centro, no al menos a una que describiera de esa manera, iba más a exposiciones pequeñas. Taehyung no dijo nada, siguió caminando con la cabeza baja, escuchando al hombre.
» Cada año me encargo personalmente de mostrar nuevos talentos, señor Kim, jóvenes como usted que se esfuerzan en mi clase y a los cuales les doy esta valiosa oportunidad –Taehyung de pronto puso más atención, volteando a ver al hombre mayor-. Apenas vi sus pinturas lo supe, usted es verdaderamente talentoso, ¿Desde qué edad empezó a dibujar?
-D-desde niño –carraspeó, aclarando su garganta-, a los 7 mis padres me inscribieron en una escuela de arte pero desde antes pintaba.
Asintió, contento –Como lo sospeche, un muchacho con sensibilidad al arte desde edad temprana, qué gusto señor Kim –a Taehyung podría empezar a abrumarle tantos "señor Kim", pero centró su atención en lo que le dijo después-, justo muchachos como usted es a quien yo busco. Escúcheme con atención, que haré la invitación a sus compañeros también en clase pero me gustaría hacérsela personalmente a usted –se detuvo, volteando a ver de frente a Taehyung, sonriendo hacia el joven-. Según el desempeño y talento que presenten mis alumnos en el semestre, escojo a dos de ellos para que expongan sus obras en mi museo. Señor Kim, apreciaría mucho si usted fuera uno de ellos, me interesa mostrar su trabajo, darle una sección donde pueda poner sus mejores obras, un espacio para usted en mi museo por dos meses.
Taehyung no supo cómo le hizo para no gritar de la emoción, no podía creer que apenas fuera el primer día y tremenda oferta haya llegado a él, que si bien no era seguro sí era verdad que el profesor se la había hecho personalmente y eso le hacía sentir tan feliz, seguro de que había tomado la decisión correcta al escoger dibujo y pintura.
-Profesor Chan, eso es... genial, muchas gracias, ¡Yo daré lo mejor de mí! –e hizo una gran reverencia que hizo reír alegremente al hombre que le dio palmadas en la espalda pidiendo que se pusiera derecho.
-¡Arriba señor Kim! ¡Qué no será de a gratis! Para nada –y de nuevo a caminar-, quiero ver que sus rendimientos sean excelentes, que si bien tiene talento para ser un artista quiero confirmar que también lo tiene para ser un buen estudiante ¡Destaque de entre sus compañeros!
Asintió sin borrar su sonrisa, pensando que era un excelente primer día. Sus clases fueron increíbles, tanto como podían serlo entre presentaciones por parte de compañeros y maestros, con ellos conoció un poco más del centro universitario e incluso salieron a comer juntos, conociéndose y divirtiéndose. Taehyung se sentía tan feliz, aun más cuando se reencontró con Seojoon y este le presentó a algunos compañeros del taller de actuación, todos siento tan amables que fue imposible para el menor desparecer su sonrisa mientras tomaba el camino de regreso a su hogar.
Estaba ansioso por llegar a casa con sus padres y hermanos, sobre todo por contarles todo lo que vivió ese día tan inolvidable para el muchacho.
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¡Hola!
Espero que hayan tenido una excelente semana, ya sea en la escuela o fuera de ella <3
¿Cómo están mis galletitas? Espero que excelente, y si no fue así, animo, les mandó un abrazo fuerte a todos.
Sobre la precuela, esta será publicada en cuanto acabe los extras, les recuerdo que van a ser 6. n.n
Muchas gracias por leer, les quiero un montón ¡Nos vemos pronto!