Narra _____ (Tn)
Estaba a pocos centímetros de él. Me hizo un gesto para que me acercara y cuando sentía que nuestra atracción aumentaba a medida que nos acercábamos, sentí un toque brusco seguido por múltiples llamados. "_____(Tn)" "_____(Tn)"
—¡Hey! ¡_____(Tn)! ¡Despierta ya!
Abrí un poco los ojos para encontrar a una cabreada Ariana. ¿Por qué no podía esperar un ratito más? Hasta que pasara algo de acción, digo yo.
—Ya, ya, ya. Estoy despierta.
Lamentablemente...
—¡Aleluya! Porque ya vamos llegando ¡Mira! —dijo señalándome la vista. Era realmente hermosa, se veían las casas, los edificios y el hermoso litoral. Todo en miniatura y de apoco se iba a agrandando. No pude emitir ninguna palabra, estaba anonadada. Estaba feliz.
"Atención pasajeros, hemos llegado a destino. Bienvenidos a Australia." Mi corazón se aceleró y en mi rostro se dibujó una estúpida sonrisa. Ariana me apretó la mano y me dedicó una tierna y feliz mirada. ¡Estoy en Australia! A-U-S-T-R-A-L-I-A.
Una vez que estuvimos en tierra firme, fue guerra para recoger nuestras maletas. Había mucha gente de muchos lados, los podía notar claramente por sus rasgos. Claramente yo no parecía una chica australiana, inglesa o gringa... Parecía lo que realmente era. Una Latina. Ariana por su parte, con sus ojos verdes, su contextura y su hermoso cabello podría claramente pasar colada como una de ellas.
—¡Agh, Dios! Esto es tan difícil. Nadie me toma en cuenta. —reclamaba una y otra vez mi querida amiga, yo solo reía ante su comentario, aunque en realidad estaba perdida en lo que me rodeaba.
Mientras Ariana trataba impacientemente que el caballero la tomara en cuenta para sacar nuestro equipaje, yo miraba por todos lados donde hubiera alguien que nos llevara a nuestras casas, bueno, el lugar donde nos alojaríamos. No quería sonar patuda, no quería llevarme mal con nadie o incomodarlos.
—¡Al fin! ¿A quién buscas? —dijo ella acercándose con nuestras maletas.
—A la persona, que se supone, que nos debe venir a buscar... —dije aún con mi mirada perdida entre la gente. ¿Cómo sabríamos quién es?
—¡Ahí! —gritó mi querida amiga para mi sorpresa.
Nos tomamos de la mano para poder pasar por entre la gente. Había tanta que era muy fácil perderse o perder algo. El que sostenía el cartel era un señor alto y con una cierta postura elegante.
— Ustedes deben ser... ¿Ariana Sánchez y _____(Tn) Torres? —dijo en un marcado acento inglés. Ambas asentimos con dificultad y el volvió a su teléfono—. Señora las he encontrado.
Una señora morena, alta, delgada y joven se acercó. Vestía glamurosamente y su sonrisa irradiaba luz. Su cabello lucía a la perfección, castaño con visos rubios. Desde lejos su imagen gritaba: Soy joven y exitosa.
—Hola, mi nombre es Sonia. Soy la encargada de que su llegada y su estadía en Australia sea un éxito. Yo soy la que se encargara de sus notas, de su nuevo hogar y de todo. Seré el adulto responsable de ustedes. ¿Alguna pregunta?
Ariana y yo nos miramos y nos largamos a reír. Todo estaba pasando muy rápido, estábamos tan emocionadas. Muchas palabras en pocos minutos y mucha alegría sin poder contener. Ambas negamos con la cabeza.
—¡Ah! Antes que lo olvide. Por hoy, solo por hoy, se quedaran juntas, debido a que la familia que recibirá a Ariana anda fuera del país y lo más probable es que llegue mañana. —nos miramos y sonreímos vagamente tratando de esconder nuestra felicidad—. Vamos al carro.
Nos subimos al automóvil mientras ambas mirábamos emocionadas el lugar. Era todo realmente hermoso, las calles, las casas, la playa... Todo.
De repente sentimos que el auto paro y ambas nos miramos más que felices. El lugar era lindo y la casa era grande, pero acogedora. No era una mansión, pero tampoco era tan pequeña.
Bajamos nuestras maletas y caminamos detrás de Sonia. Ella nos hablaba y nos decía como debíamos comportarnos, la educación, la amabilidad y agradecimiento. Y fue ahí cuando comenzaron las sorpresas. Salió a recibirnos una mujer morena, de pelo negro, ondulado y corto, no muy alta, pero muy familiar. La conocíamos, la habíamos visto antes. Sabíamos quien era.
Quedé petrificada sin saber que estaba pasando o por qué estaba pasado. Mi corazón empezó a galopar con fuerza, porque sabía exactamente donde estaba y no sabía si era una buena señal o si debía salir corriendo ahora que podía. ¿Era posible que fuera una broma?
—¡Sra Hood! Buenos días ¿Cómo está usted?
—Oh muy bien gracias. —dijo ella sin poder dejar de sonreír. Nos miraba emocionada, contenta, muy feliz. Yo estaba muy nerviosa, no sabía cómo actuar. Ariana me miro inmediatamente y disimuladamente me apretó la mano.
—Es que hay un pequeño problema. —la sonrisa desapareció del rostro de la señora—. ¡Oh no! No se preocupe, es sobre... Mire, lo que pasa es que la familia que recibiría a Ariana —apuntó a mi amiga—, no se encuentra en casa y quería pedirle si puede recibirla por hoy nada más.
—¡Pero por supuesto! No tengo ningún problema. Pasen, pasen —nos invitó. Ella fue muy amable, nos hizo sentir muy cómodas.
Ellas comenzaron a hablar sobre todos los papeleos y los asuntos del intercambio. Comencé a mirar las fotos que había alrededor de la casa. Había muchas fotos de su hija, había muchas fotos de él. De repente sentí que alguien se me aproximaba. Ariana.
—No lo puedo creer. Dime que estoy soñando ¡No! Mejor no me despiertes... —dijo mi amiga susurrándome descontroladamente.
—Yo... no me lo puedo creer aún. —dije sin despegar la vista de las imágenes de él, de su rostro, su sonrisa.
Me sentía en shock, a penas podía respirar regularmente. Sentía que lo conocía de toda la vida, pero al mismo tiempo que no.
—¿_____ (Tn)? —me llamó y la miré—. ¿Qué piensas hacer cuando los veamos?
Buena pregunta... En realidad solo quiero escapar. No puedo creer lo que está pasando, nunca pensé que fuera posible esto ¿En realidad está pasando?
—No lo sé, ignorar que son famosos. No quiero que piensen que soy interesada, no quiero incomodarlos... Así que no tengo que hablar con él. Con ninguno.
Si hablaba con ellos pensarían que solo quería atención o fama.
—¿Estas segura? —yo solo asentí. Esto era mucho para mí, todo esto me había llegado de sorpresa, ni siquiera me lo había imaginado en mis mejores sueños.
—Bueno. —una voz me saco de mis pensamientos—. Ella es Ariana Sanchez —apuntó a mi amiga y la señora Hood se acercó a ella, la saludo cordialmente y la abrazó—. Y ella... —todas las miradas se vinieron a mi—. Es _____ (Tn) Torres, la chica que tendrá en su casa por seis meses.
Ella me observó atentamente, caminó hacia mí, me miró y habló—: ¿Puedo abrazarte?
No sabía que contestar. Sí quería, solo que todo era tan raro, tan increíble que no me lo podía creer. Solo asentí tímidamente.
—Bueno, creo que es hora de irme. —dijo la sra. Sonia mirando a la sra. Hood para luego voltearse a nosotras—. Sus maletas las hemos dejado en su habitación. Que descansen, pórtense bien.
Dicho esto desapareció por la misma puerta por donde habíamos entrado. Por la misma puerta por la que tendré que entrar y salir muchas veces por seis meses.
—Bueno. —dijo la Sra. Hood cerrado la puerta—. Creo que es hora de conocernos... Cuéntenme todo chicas, no sean tímidas.
Se nos fue toda la tarde hablando. Ella era sumamente amable, cariñosa y muy atenta. Se había preocupado de absolutamente todo, de si estábamos cómodas, de cómo dormiríamos, cosa que no era problema porque estábamos acostumbradas a dormir juntas.
—Así que vienen de Chile. —nosotras asentimos una vez en nuestra habitación—. Pues que bien, me gustaría conocer allá.
—Cuando quiera, estoy segura que le gustará. Aunque no es tan lindo como acá. —le dijo Ariana para luego largarse a reír.
—¿Les gusta la música? —dijo muy interesada, como si fuese algo importante.
—Sí, yo toco guitarra y mi amiga canta y toca el teclado.—respondió nuevamente mi amiga. Yo seguía en shock y a penas podía procesar las cosas.
—¿Podrían tocar algo para mí? —pregunto tímidamente la Sra. Hood. Ariana me miró inmediatamente, ella sabe que no me gusta tocar en público y menos cantar—. ¿Hay algún problema?
—Yo... Emm... No soy muy buena... —dije de una vez. Me daba mucha vergüenza, no era que tocaba muy bien y para que decir cantar, no era tan buena y no me gustaba que me escucharan.
—Oh vamos, por favor. ¿Qué les parece si tocan y yo les doy el visto bueno? —dijo sin despegar su vista de mí.
—Está bien... ¿Usted tiene...? —me maldije mentalmente. ¡Que pregunta más ridícula! Obvio que debe tener los instrumentos.
—¿Los instrumentos? Si.
Caminamos hacia una sala gigante. En una esquina se encontraba un hermoso piano de cola blanco, el que siempre quise. Mis ojos brillaron, los sentía iluminados. Corrí hacia él y lo toque con delicadeza, lo observé, cada uno de sus detalles para luego sentarme y probarlo.
—¿Estas lista? —me preguntó Ariana instalada en el sillón del lado con una guitarra y yo asentí sin quitar mi vista de ese hermoso piano.
Y solo deje que la música me guiara. Fluir y no pensar en nada más...
«Give me love like her
'Cause lately I've been waking up alone
Paint splattered teardrops on my shirt
Told you I'd let them go»
(Dame amor como a ella
Porque últimamente he estado despertando sola
La pintura salpico lágrimas en mi camiseta
Te dije que las dejaría ir)
«And I'll fight my corner
Maybe tonight I'll call you
After my blood turns into alcohol
No, I just wanna hold you»
(Y que pelearía por mi esquina
y que puede que esta noche te llame
Después de que mi sangre se transforme en alcohol
No, solo quiero abrazarte)
«Give a little time to me or burn this out
We'll play hide and seek, to turn this around
All I want is the taste that your lips allow»
(Dame un poco de tiempo o quema todo esto
Jugaremos a la escondida para cambiar todo esto
Todo lo que quiero es el sabor que me permiten tus labios)
«My, my, my my, oh, give me love...»
(Mí, mi, mi mi oh dame amor...)
En ese momento mi mente volvió al lugar que estaba, concentrándose en la figura que se encontraba mirando en la entrada... Era él.
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*Capítulo corregido*