Leyendo: "Harry Potter, una h...

By Mitologia_13

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Obviamente, se leerá la historia de Harry Potter en el pasado con las tres generaciones, pero será diferente... More

1. Volviendo al pasado (Parte 1)
2. Volviendo al Pasado (Parte 2)
3. La mágica verdad.
4. Hogwarts.
5. Fortaleciendo nuestra amistad.
6. Halloween.
7. Quidditch.
8. Navidad.
9. Nicolas Flamel.
10. Norberto, el ridgeback noruego.
11. El bosque prohibido.
12. A través de la trampilla.
13. El hombre de las dos caras.
15.Obligaciones en vacaciones.
16. Cumpleaños en la madriguera.
17. Borgin y Burken. (Parte 1)
18. Borgin y Burken (Parte 2)
19. De regreso a Howgarts (Parte 1)
20. De Regreso a Hogawrts (Parte 2)
21. Los "sangre sucia" y una voz misteriosa. (Parte 1)
22. Los sangre sucia y la voz misteriosa (parte 2)
23. El cumpleaños de Muerte (parte 1)
24. El cumpleaños de Muerte (parte 2)
25. Inscripciones en la pared (parte 1)
26. Inscripciones en la pared (parte 2)
27. Una blugger loca (Parte 1)
28. Una blugger loca (parte 2)
29. El club de duelo (parte 1)
30. El club del duelo (parte 2)
31. Poción Multijugos.
32. El diario secreto (parte 1)
33. El diario secreto (parte 2)
34. Cornelius Fudges (Parte 1)
35. Cornelius Fudges (Parte 2)
36. Aragog (parte 1)
37. Aragog (parte 2)
38.La cámara secreta (parte 1)
39. La cámara secreta (parte 2)
40. El Heredero de Slytherin. (Parte 1)
41. El Heredero de Slytherin. (Parte 2)
42. La recompensa de Dobby.
43. 1G vs 2G
44. Black.
45. El reencuentro.
46. Dementor (parte 1)
47. Dementor (parte 2)
48.Pozos de té y garras de hipogrifo.(Parte 1)
49. Pozos de té y garras de hipogrifo. (Parte 2)
50. El Boggart.
.51 La huida de la Señora Gorda.
.52 La derrota.
53. El Mapa de Merodeador.
.54 Sorpresa en Navidad.
.55 Patronus.
56. Gryffindor contra Ravenclaw
57. El rencor de Snape.(parte 1)
58. El rencor de Snape (parte 2)
59. La final de Quidditch.
60. La profecía de la Profesora Trelawney.
61. El perro, el gato y la rata.
62.Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta.
63. El Vasallo de Voldemort.
64. El beso del dementor.
65. El secreto de Hermione.
66. Más lechuzas mensajeras.
67. Último día.
.68. Disciplina mental.
.69. El traslador.
.70. Bagman y Crouch.
.71. Los Mundiales de quidditch.
.72. La marca tenebrosa.
.73. Alboroto en el Ministerio.
.74.El expreso a Hogwarts.
.75. El torneo de los tres magos.
.76. Ojoloco Moody.
.77. Maldiciones imperdonables.
.78.Beauxbatons y Durmstrang.
.79.El Cáliz de fuego.
.80. Los cinco campeones.
.81. La comprobación de las varitas.
.82. El colacuerno húngaro.
.83. La primera prueba.
.84.El Frente de Liberación de los Elfos Domésticos.
85. Una prueba inesperda.
86. El baile de Navidad.
87. La primicia de Rita Steeker.
88. El huevo.
.89. La Segunda prueba.
.90. El regreso de Canuto.
.91. La locura del Señor Crouch.
.92. El Sueño.
.93. El pensadero.
.94. La tercera prueba.
.95. Hueso, carne y sangre.
.96. Los Mortifagos.
.97. Priori Incantatem
.98. El suero de la verdad.
.99. Caminos separados.
.100. El comienzo.
SEGUNDA PARTE.

14. Gryffindor

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By Mitologia_13

- Capítulo doce: Gryffindor - comienza a leer -  ¿A qué se refieren?

- A lo que he postergado todo el año, ya es hora de que sepas de nuestro pasado y tus raíces.

 - ¡Al fin! - dice James - Me debes una buena explicación de por qué mi ahijada creció sin conocer del Quidditch.

- Y en menor grado, que haya desconocido del mundo mágico - agrega Lily.

- Eso también.

- Si lo prefieren, podemos esperar afuera - dijo Hermione.

- No querida, ustedes son de plena confianza - les aseguró mi madre.

- Gracias - dijeron los tres.

Papá comenzó a caminar de un lado a otro como un león enjaulado. Sabía que lo que me debía de decir lo preocupaba.

- Muy cierto querida - me dice mi abuelo.

- Hace lo mismo cuando esta nervioso o preocupado - agrega mi abuela.

- Hannah, heredó eso también - les comenta Harry.

- Solo ocurrió un par de veces y no me daba cuenta de que lo estaba haciendo - me defiendo.

- Frederick, debes decirle - dijo Dumbledore.

Mi padre pareció reaccionar y se acercó para sentarse a los pies de mi cama. No me gustaba verlo así de preocupado.

- Cuando con tu madre nos fuimos a los Estados Unidos, tuvimos que cambiar muchas cosas para permanecer en secreto... El cambio más grande fue nuestro apellido... Nosotros no somos Gryffton... sino Gryffindor.

- Definitivamente no tienes mucho tacto para decir las cosas - le dice James.

- Tú tampoco lo tienes - le responde mi padre - Recuerda como reaccionaste en la presentación de tu hijo.

-Buen punto.

Mi respiración quedó trabada en mi garganta. Creo que no lo escuche bien...

- Sé que es mucho que asimilar y voy a explicar todo - dijo enseguida - Pertenecemos al linaje directo de Godric Gryffindor. No quise decírtelo antes porque no es fácil cargar con el peso del apellido. No digo que no este orgulloso de donde pertenezco, pero al ser un Gryffindor no es fácil... la mayoría de las personas piensan que somos unos mimados, que tenemos que ser perfecto y los mejores magos de la historia... puras idioteces, para ser honesto. 

- Pero si somos mimados, perfectos y los mejores magos de la historia - comenta J.S

- Tienes que reconsiderar el ponerle esos nombres en el futuro , por que de alguna manera lo afectan - dice Remus.

- Ni se les ocurra escucharlo - dice Sirius - El pequeño tiene razón en lo que dice, mi sobrina es tal lo que describís. 

- Tal vez, pero también somos humanos y nos equivocamos - le digo - A eso se refiere mi padre, el gran peso de poder que cargar nuestro apellido, nos transforman en el centro de atención. Cuando solo somos igual al resto.

- Exacto, gracias por entender.

En mi época de aquí en Hogwarts, fue muy difícil al igual que varios Gryffindor anteriores. No podía encajar, los de mi casa me veían como un líder, cuando no lo soy y otros intentaban ser mis amigos solo por interés y las serpientes me odiaban a más no poder... Me aísle por completo, hasta que un día los merodeadores me salvaron.

-¡Molestan a mi niño! - protesta mi abuela haciendo sonrojar a su hijo a más no poder.

- Ya no lo hacen - le dice para que se calme - ¿No escuchaste eso último?

- No me agrada que te molesten.

- Todos hemos pasado por eso - comenta mi abuelo - A excepción de Hannah que tuvo la suerte de encontrar tantas buenas personas en su vida.

- ¿Quienes?

- Cornamenta, Canuto y Lunático - respondió con nostalgia - O sea, James Potter y su grupo.

- Eso fue muy tierno muchachos - les dice la Señora Potter.

- Freddy siempre nos pareció un buen muchacho, pero con lo... alborotadores que somos, pensamos que no le caeríamos bien - comenta Sirius.

- Hasta que vimos a varias serpientes molestándolo y... lo ayudamos - dice James pensando bien su última palabra.

- ¿Fue a mitad del año pasado cuándo nos mandaron a llamar a todos? - le pregunta mi abuelo.

- Sí, fue una reunión de padres e hijos bastante interesante - acota Remus.

-¿Se metieron en una pelea? - les pregunta divertido J.S.

- Ganamos con creces una pelea en la que nos superaban en número - le responde James con una ligera sonrisa - Pero ustedes no sigan nuestro ejemplo.

- Debes decierle eso sin sonreír - lo regaña Lily.

- Soy nuevo en esto, tenme un poco de paciencia.

- ¿Mi padre?

- Sí Harry, ellos me ofrecieron su amistad sin pedir nada a cambio y por primera vez, me sentí aceptado. Deje de preocuparme por lo que todos pensaran de mí y en esos días me toco hacer un trabajo con Lily Evans, me di cuenta enseguida que ella también era especial y que podía darle mi confianza.

-Gracias Freddy, tú también me caíste bien enseguida - le dice con una sonrisa - Tienes mi bendición para casarte con mi mejor amiga.

-¡Lily!

- Ya mamá, más adelante seguro que aparecerá una charla que tuvimos y podrás vengarte - le digo.

- Bien, me conformo con eso.

En vacaciones antes de nuestro último año, fui a casa para saludarla por su cumpleaños, ya que pasaba a ser mayor de edad y fui yo quien recibió el mejor regalo de todos - agregó mirando con mucho amor a mi madre.

- Con Lily eramos mejores amigas, éramos vecinas de toda la vida y era la única "muggle" fuera de su familia a la que le contó que era una bruja. Estaba muy orgullosa de ella, solo me entristecía el no ir más juntas a la escuela y verla solo en vacaciones. Pero por más distancia y tiempo que había entre nosotras, nuestra amistad siempre estuvo firme - nos dijo mi madre - Para su cumpleaños diecisiete, nos presento y fue amor a primera vista.

- Eso es muy tierno - le dice mi abuela a ambos adolescentes sonrojados.

-¿Entonces ahora cuándo se vieron ocurrió lo mismo? - les pregunta Luna.

- Por el color de sus caras, supongamos que fue así - le responde James - Así que el nacimiento de mi ahijada está asegurado.

- Papá, deja de avergonzarlos - le pide Harry.

-Pides demasiado.

- Fui el primero de mi familia en enamorarme de una muggle. Mis padres, la adoraron y no les molesto en lo más mínimo perder la condición de sangre pura.

- Claro que eso no nos importa - agrega mi abuelo.

- Mientras que ellos se amen, nosotros somos felices.

- Es lo mismo que pensamos nosotros - comenta la Señora Potter, mirando a Lily y luego a mi abuela - Lo lindo es que nuestras familias se unirán y compartiremos bisnietos.

-Eso también me alegra muchísimo.

- Tus abuelos Leonard y Bryony Gryffindor, me abrieron la puerta de su casa y de su corazón sin dudarlo - comentó mamá - Lamentamos mucho no haberte hablado de ellos antes, es difícil hablar de como murieron.

Mi padre al escuchar eso, intentó que no viera cómo algunas lágrimas caían de sus ojos.

- A un león nunca lo pueden ver abatido - dijo y no sabía si lo decía en broma o no, pero esas palabras se habían grabado en mi mente.

- Te aprecio tío Frederick, pero no debiste decirle eso - comenta Harry sorprendiéndome - Más de una vez se negó a hablar de lo que le ocurría y se molesta bastante si derrama alguna lágrima.

- Muy observador Potter - le digo.

-No te molestes Gryffindor, hablamos de esto varias veces.

- Lo sé, pero tú sabes el por qué.

-Y a eso también lo hablamos.

- Ya suenan como un matrimonio - nos dice Ron divertido.

- Mira quién hablo - le digo en cambio en broma - A demás, en un año lo seremos.

- Ni me lo recuerdes - comenta mi padre con una sonrisa - Hannah, tal vez por lo que tuve que pasar me hizo darte ese pésimo consejo. Derramar lágrimas no te hace menos débil y no creo que haya alguien que piense eso de ti.

- Tarde en comprender eso - admito - Pero soy necia por genética.

- Ni que lo digas - comenta James.

- Papá, lo que viene... quiero que intentes tomarlo con calma - le pido y mis abuelos comprenden a lo que me refiero.

- Frederick...

- Lo sé Marlene, verás hija, nosotros apenas terminamos nuestros estudios, no dudamos en casarnos. Fue un caos, porque un Gryffindor se casaba con una muggle, la familia de ella les dieron la espalda y Voldemort se hacia más fuerte. Mis padres y nuestros amigos nos respaldaban, aunque a muchos les parecía incorrecto nuestra mezcla. Por cuestión de seguridad, vivíamos en la mansión de la familia. Tu madre quedaba protegida en casa, mientras que estudiaba para Auror junto con James o cuando tenía reuniones con la Orden del Fénix.

- ¿Estaremos en la Orden del Fenix? - pregunta James.

- Sí - le digo y pienso un poco en mi explicación - Voldemort tendrá interes en reclutarlos a ti y a Lily, principalmente. Obviamente, ustedes se negaron y eso a él no le agrado. Para estar más seguros, se unieron a la Orden y junto con el resto de su grupo.

- ¿Intentará reclutarme? - pregunta Lily desconcertada - ¿No es que odia a los hijos de muggles?

-Para que quede claro, Voldemort es un hipócrita - le respondo - A él no le molestaría eso porque tú eres una de las brujas más brillante y poderosa de tu generación. A él solo le importa incrementar su poder.

- ¿La qué? - preguntó Ron.

- Es una historia para otro momento - dice mi papá con una ligera sonrisa - Poco tiempo después tu madre estaba embarazada y poco después Lily también. Todos éramos felices, pero comenzaron los ataques, todos estábamos en la mira. Un día que con James salíamos del Ministerio, apareció el patronus de la pelirroja, diciendo que debíamos ir urgente a su casa.

- Ese día que tu padre aún no llegaba, con tus abuelos hablábamos de como decorar tu cuarto, realmente estaban felices por tu llegada y de pronto... las paredes comenzaron a temblar. No entendía que sucedía, solo recuerdo que Bryony me abrazo y me dijo: "Los queremos".

- Hijo, nosotros elegimos protegerlos y nos alegra saber que seguirás adelante con una maravillosa esposa y tendrán una hija - le dice su padre para calmarlo.

-Te puedo asegurar que no nos arrepentimos de elegir ese destino - le afirma su madre.

- No tienen que sonar como si se despidieran - les dice Al - Si ellos están aquí ahora, cambiarán todo ese futuro.

- Confiamos que será así pequeño.

Mamá lloraba aún más, pero con papá intentábamos mantener las lágrimas dentro de nuestro sistema porque a un león nunca se lo podía ver abatido.

- Ambos muriendo protegiéndolas y fue golpe fuerte para mí, el perderlos - me dijo y noto su dolor - Cuando llegamos a la casa de los Potter, tu madre estaba dormida en el sofá. Lily le había dado una poción para que duerma porque estaba muy alterada y me contó todo... Quise ir a matar a Voldemort en ese momento, pero el golpe que me dio Lily me hizo considerarlo. Recuerdo muy bien ese momento, tu madre Harry, puso su varita en mi cuello y como era de esperar, James dio un paso atrás. Ella me dijo que deje de pensar como un idiota y que no permita que el dolor me nuble. Me hizo reacción y también me hizo prometerle que protegería a mi familia a toda costa, aun si para eso debíamos desaparecer del mapa.

- Suena a Lily - comenta Marlene.

- Cornamenta ya sabemos quien lleva los pantalones en esa ralación - le dice Sirius y su amigo lo mira mal.

- Lo lamento si fui muy ruda - le dice la pelirroja, ignorando al par de amigo discutiendo a su lado.

- Lily, todavía no lo has hecho y tu método me hizo ordenar mis prioridades, así que no te disculpes - le dice él.

- Desperté poco después, confundida y triste. Me pusieron al día con todo, no teníamos mucha opción más que la de escondernos y ellos también. Acordamos a que ese día sería el último que nos veríamos hasta que nos reencontraríamos cuando los acompañáramos a tomar el tren - la voz de ella sonaba cada vez más apagada - James y Lily son tus padrinos Hannah y Harry, yo soy tu madrina.

Esas palabras nos dejaron aún más sorprendidos y me sentía feliz por saber el tipo de personas que fueron mis abuelos y mis padrinos.

- Que ternura, nuestras niña era adorable - comenta los gemelos.

- Gracias por pensar así - me dice James.

- Nosotros los admiramos, sabemos de sus errores y de sus triunfos - le digo.

- Todos somos familia.

- ¿Así qué ahora entiendes por qué no le dije nada al respecto? - le pregunta mi padre a su amigo.

- Te disculpo, pero te haré entrenar más este año - le responde en cambio.

- Aún queda una parte muy importante de todo esto, existe una historia que dice que una de las futuras generaciones de los Gryffindor, nacería uno que heredaría los mismo poderes que Godric. Siempre pensé que era una leyenda... hasta el día que naciste - dijo mi papá - Cuando vi tus ojos, me desmayé en la sala de parto. Godric era el único con ese color tan brillante y perfecto. Me quise convencer de que tal vez sea una coincidencia, pero con lo de tu varita...

- Entonces la otra le pertenecía a Godric Gryffindor - dedujo Hermione.

- Así es, señorita Granger - dijo Dumbledore.

- ¿Entonces tú y Godric tienen varitas gemelas? - me pregunta Remus.

- Sí y a diferencia de las demás, es que por más que nos llegarán a desarmar, la lealtad seguiría siendo nuestra y no del otro.

- Eso es increíble y debió ser difícil de dominar.

- Tengo un gran mentor que conocerán en el primer capítulo del próximo libro - les aseguro.

- Te encanta dejarnos con la intriga - protesta Sirius.

- Ahora que sé que te molesta, lo disfruto más.

- Adoro a mi ahijada.

- Están al tanto, entre nosotros no hay secretos - dije antes de que preguntara como lo sabían.

- Esta bien, lo respeto - dijo él - Estoy seguro de que tú eres la legítima heredera de Gryffindor, cosa que te explicaremos con Dumbledore más tarde - agregó - Solo espero que entiendas porque no te lo dije antes, solo queríamos que tuvieras un primer año sin preocupaciones y que hicieras buenos amigos. También solo espero que no pienses, al igual que muchos, que fui un cobarde por abandonar al mundo mágico y...

- Detente - le pedí - Siendo honesta, me siento cansada y aturdida por toda esta información, pero papá... yo jamás pensaría eso de ti. Para mí eres el hombre más increíble del mundo e hiciste lo correcto en escuchar a Lily porque sino estaríamos los tres muertos. También entiendo y agradezco que me dieras la oportunidad de que me conocieran como Hannah, sé que mi apellido sea cual sea, no forma una diferencia entre mis amigos y conocidos. Y el que se atreva a insultarlos a ti o a mamá, no les irá bien.

- Sacaste el caracter de tu abuela - comenta mi padre.

- Y el de su madre - agrega Lily.

- Sí, papá me lo recuerda seguido - le digo con una sonrisa.

- Pues por mi parte, me alegra mucho lo que le dijiste - me dice mi abuela.

- Y con respecto a los insultos hacía ellos... digamos que desaparece su lado amable y saca sus garras - comenta Draco divertido.

- Soy una leona, ¿Qué esperabas? - le digo en cambio -  Nadie tiene derecho a referirse a mi padre como un cobarde y a mi madre como poco cosa por ser muggle. Yo estoy más que orgullosa de ellos y de ser una mestiza.

- ¿La gente decía eso? - pregunta molesto mi abuelo.

- Solo las malas lenguas, como es de esperarse de ellos.

Nadie dice nada, mis padres solo se acercaron a abrazarme. Estaba confundida con muchas cosas, pero tenía en claro que siempre ibaan a estar a mi lado.

- Toda la vida - me dice mi madre con una sonrisa y sentía una pizca de culpa por lo que se enteraría más adelante.

- Lo sé y siempre nos esforzamos para que así sea.

- Estamos orgullosos de ti.

- ¿Por más que les provoque un infarto?

- Evita hacerlo en el futuro - dijo mi papá.

- Lo intentáremos.

- Esas son promesas vacias, así suenan cuando les pedimos que dejen de meterse en problemas y vuelven hacerlo - comenta la Señora Potter.

- Creo que sabré a lo que se refiere - agrega Molly mirando hacia los gemelos en particular.

- Bien, pero también nos tocará pasarlo - comenta Harry mirando a nuestro hijo mayor.

- El abuelo Fredderick dice que soy un santa a comparación de todo lo que han hecho ustedes - nos dice en cambio.

- Tienes un punto, pero nosotros no teníamos muchas opciones y tú sí - le respondo.

- Me parece que acaba de hacerte un nuevo jaque mate - le dice Teddy.

- Siempre lo hace... igual que Lux - comenta él.

- Creo que ustedes necesitan un momento, luego dejare que el resto del clan Weasley entre, pero solo cinco minutos porque necesitan seguir descansando - dijo mi padre y los tres adultos se retiraron.

- ¿Hannah, Harry, están bien? - dijo Hermione.

Mi amiga se sentó a mi lado y miré hacia los chicos. Ron estaba al lado de Harry, quien parecía tan aturdido como yo.

- Ahora entiendo varias cosas - dije y los tres me prestaron atención - Mi nombre completo es Hannah Lilianne... Gryffindor. Suena muy extraño... yo... no quiero... yo no quiero que mi vida cambie.

- Es normal la reacción - comenta Lilly.

- Estaba preocupada, más que asustada - les digo - No sabía lo que sería ser la heredera de Godric en especifico.

- Nadie lo sabe mejor que tú - me comenta Bill.

- Estarás bien, cuentas siempre con nosotros - dijo Ron.

- Es cierto, nosotros te queremos por como eres Hannah, la chica valiente, leal y la más genial- dijo Hermione - Al igual que a Harry, lo queremos por quienes son, no por la fama.

- Eso es cierto Hann, luego de lo que hemos pasado es más que claro, que lo que tenemos nosotros es único y que juntos podremos con cualquier cosa que nos repare el futuro - dijo Harry.

- Gracias, son muy importante para mí, en verdad los quiero - dije con una sonrisa, aunque me sentía un poco adolorida - Ustedes también son las mejores personas, las más valientes y grandiosas que he conocido.

- Me los imagino a los cuatro con once años diciéndose esas cosas y son muy adorables - nos dice la abuela de Harry.

- Concuerdo, sacaremos fotos de esos momentos - agrega mi abuela.

La puerta se abrió y tres pelirrojos, se apresuraron por entrar.

- ¡George! Mira cómo luce nuestra niña - exclamó Fred.

Hermione se apartó para que no la atropellaran. Cada gemelo se colocó a un lado de la cama bastante cerca y me inspeccionaron el rostro, en cambio vi que Percy se acercó a ver a Harry.

- ¿Cómo se les ocurre hacer semejante locura?- protestó George.

- Nosotros somos dementes, pero nos han ganado - dijo Fred - Aprenderé hacer caldo de pollo y lo beberás.

- No estoy enferma...

- No discutas señorita - me dijo George. Ambos estaban en fase de mamás gallinas, intenté permanecer seria, pero era imposible y reí a grandes carcajadas, poco después no era la única.

- Par de bobos - digo - Gracias, son las mejores mamás gallinas del mundo.

- Estábamos muy preocupados, primero nos llamaron por Ron y su golpe en la cabeza y ustedes inconscientes en las otras camas. Nosotros no hemos visitado tanta la enfermería como ustedes dos - nos dice Fred.

-¿Cómo es eso?

- Pues que Poppy ya le tiene reservada sus camas para cada año - le responde George a nuestras familias.

-Soplones - les dice Ginny.

- Poppy es la mejor enfermera del mundo y le tenemos un gran aprecio  - les digo para que se calme - Ella siempre nos sanó, a veces fueron leciones leves de Quidditch y otras... bueno, ya lo sabrán.

- Van a infartarnos.

- Poppy los sanará.

- Por fin un reconocimiento digno - dijo Percy - ¿Cómo están?

- Adolorida...

- Adolorido...

- Suficiente de visitas por hoy - dijo la enfermera.

- Los veremos mañana - se despidió nuestra amiga y empujando al clan Weasley junto con la ayuda de Percy.

- Harry, sigo lamentando lo que sucedió con tus padres y me hace muy feliz llevar su nombre y que sean mis padrinos. También gracias por detenerlo a tiempo.

- Gracias Hann, pero tú te quedaste a mi lado cuando no tenías que hacerlo. Sé que siempre nos cubriremos las espaldas.

- Ni lo dudes.

- Once años y ya se juraban lealtad - comenta Molly con una sonrisa.

- Mis padres siguen igual y eso que acaban de cumplir hace poco sus veinte años de casados - le comenta J.S.

- ¿Veinte años?

- Tuvieron sus discusiones, pero siempre se reconcilian - agrega Teddy.

- Eso ya lo hacen desde ahora - les dice Herms con una sonrisa divertida - Ya lo verán.

- No somos los únicos - comenta Harry.

Después de una buena noche de sueño, con Harry nos sentimos casi bien.

—Queremos ir a la fiesta — le dijo a la señora Pomfrey, mien­tras ella le ordenaba todas las cajas de golosinas —. Podremos ir, ¿verdad?

—El profesor Dumbledore dice que tienen permiso para ir y tus padres señorita, también estarán ahí — dice con desdén, como si considerara que el profesor Dumbledore no se daba cuenta de lo peligrosas que eran las fiestas —. Y tienen otra visita.

—Oh, bien — dice Harry —. ¿Quién es?

Mientras hablaba, entró Hagrid. Como siempre que es­taba dentro de un lugar, Hagrid parecía demasiado grande. Se sentó entre medio de ambas camas, nos miró y se puso a llorar.

—¡Todo... fue... por mi maldita culpa! — gimió, con la cara entre las manos —. Yo le dije al malvado cómo pasar ante Fluffy. ¡Se lo dije! ¡Podían haber muerto! ¡Todo por un huevo de dragón! ¡Nunca volveré a beber! ¡Deberían echarme y obligarme a vivir como un muggle!

- Hagrid, tampoco fue tú culpa - le digo al verlo de acuerdo con lo que dijo en el libro - Voldemort es capaz de engañar hasta las grandes mentes, no te sientas mal.

- Ustedes son buenos niños y pudieron haber muerto...

-Pero no fue así - lo interrumpe Harry - Los cuatro juntos somos más fuerte de lo que te imaginas.

- Es cierto, por algo son llamados el cuarteto de oro - agrega Neville.

—¡Hagrid! — dijo Harry, impresionado al ver la pena y el remordimiento de Hagrid, y las lágrimas que mojaban su barba  —. Hagrid, lo habría descubierto igual, estamos ha­blando de Voldemort, lo habría sabido igual aunque no le di­jeras nada.

—¡Podrían haber muerto! — sollozaba Hagrid —. ¡Y no di­gas ese nombre!

—¡VOLDEMORT! — gritó Harry, y Hagrid se impresionó tanto que dejó de llorar —. Me encontré con él y lo llamo por su nombre. Por favor, alégrate, Hagrid, salvamos la Piedra, ya no está, no la podrá usar. Toma una rana de chocolate, tengo muchísimas...

- Por Merlín... el cachorro tiene el carácter de la pelirroja - comenta Sirius.

- Eso no es tan malo - le dice ella con el ceño fruncido.

-Dependiendo la situación y la paciencia de la otra persona con la que explota - les dice Hermione.

- Esa vez, ambos explotamos por qué no estábamos de buen humor - nos defiendo.

- ¿Por cuál de todas las veces lo decis? - me pregunta Ron divertido.

- Sospecho que del primer día que nos vimos antes de comenzar nuestro quinto año - responde Harry por mí.

- Lo recuerdo - comenta Fred.

- Casi te colgamos afuera por ponerla triste - agrega George.

- En su defensa, él no sabía lo que estaba pasando.

-¿Y qué pasaba? - pregunta mi padre.

- Algo que no quiero que se entere, pero lo harán - le respondo y guardo silencio. 

Hagrid se secó la nariz con el dorso de la mano y dijo:

— Eso me hace recordar... Te he traído un regalo.

— No será un bocadillo de comadreja, ¿verdad? — dijo preocupado Harry, y finalmente Hagrid se rió.

—No. Dumbledore me dio libre el día de ayer para hacer­lo y tus padres Hannah, fueron de gran ayuda. Por supuesto tendría que haberme echado... Bueno, aquí tienes...

Parecía un libro con una hermosa cubierta de cuero. Harry lo abrió con curiosidad... Estaba lleno de fotos mági­cas. Sonriéndole y saludándolo desde cada página, estaban su madre y su padre...

- Gracias amigo - le dice James.

- Sí, fue un gesto muy tierno - agrega Lily.

- Son mis amigos y su hijo es un gran muchacho, creó que era lo mínimo que podía hacer por él.

—Envié lechuzas a todos los compañeros de colegio de tus padres, pidiéndoles fotos... Sabía que tú no tenías... ¿Te gusta?

Harry no podía hablar, pero Hagrid entendía.

- Es muy hermoso Hagrid - le dije con una sonrisa.

Mis padres pasaron gran parte de la mañana mimandonos.
Con Harry bajamos solo a la fiesta de fin de curso de aquella noche. Nos ayudaron a levantar la señora Pomfrey y mis padres, insistieron que nos examinaran una vez más, así que, cuando llegamos, al Gran Comedor ya estaba lleno. Estaba decorado con los colores de Slytherin, verde y plata, para celebrar el triunfo de aquella casa al ganar la copa durante siete años seguidos. Un gran estandarte, que cubre la pared detrás de la Mesa Alta, muestra la serpiente de Slytherin.

Cuando entramos se produjo un súbito murmullo y to­dos comenzaron a hablar al mismo tiempo. 

- Después de todas las alocadas historias que habíamos escuchado en esos días... verlos entrar nos sorprendía bastante - comenta Cedric.

- Sí, pero ninguna se asemeja con lo que en realidad pasó - agrega Luna.

- Los chismes nunca pasan de moda - dice Sirius.

Mis padres se despidieron, para ir a sentarse al lado de los profesores. Nos deslizamos, entre Ron y Hermione, en la mesa de Gryffindor, y tratamos de hacer caso omiso del hecho de que todos se ponían de pie para mirarnos.

- Eso debió ser algo incomodo - nos dice Remus.

- Un poco, luego de ese año aprendimos a como sobrellevarlo - le responde Harry.

- Tú en quinto, casi te agarras a los golpes en nuestra sala común - lo acuso riendo, hasta que recuerdo la presencia de nuestro hijo.

- ¿Por qué ? - me preguntan todos los Potter.

- El Profeta difamaba el nombre del director, el de Hannah y el mío por haber hablado acerca de un asunto de Voldemort - les responde Harry - Lo que escribían, más el apoyo del Ministro, nos hacían quedar como los mayores mentirosos del mundo mágico.

- ¿Dudaban de sus palabras? ¿Y también en la Dumbledore? - nos pregunta sorprendida Molly.

- Sí, éramos pocos los que le creíamos - le responde Ginny.

- Además Hannah, tú también has querido golpear a alguien desde segundo año - me dice Harry para cambiar de tema.

- Ella se lo merecía y se ganó ese ojo negro - le respondo.

- Me hubiese encantado filmar ese golpe - comenta Fred.

- Fue un gran derechazo - agrega George.  

- ¿Golpeaste a alguien? - me pregunta mi abuela.

- Sé que la violencia no soluciona nada, pero espera escuchar todo lo que toleré de ella y que me hizo enojar para que la golpee - le respondo.

- Tengo una gran ahijada.

- Gracias Padrino, pero tío Sirius me enseñó a pelear sin varita - le respondo.

- No voy a dejar que la cuides Black - le dice mi padre.

- No seas malo papá, adoro a mis tíos.

Por suerte, Dumbledore llegó unos momentos después. Las conversaciones cesaron.

—¡Otro año se va! — dijo alegremente Dumbledore —. Y voy a fastidiarlos con la charla de un viejo, antes de que puedan empezar con los deliciosos manjares. ¡Qué año hemos tenido! Esperamos que sus cabezas estén un poquito más llenas que cuando llegaron... Ahora tienen todo el verano para dejarlas bonitas y vacías antes de que comience el próximo año... Bien, tengo entendido que hay que entregar la copa de la casa y los puntos ganados son: en cuarto lugar, Gryffindor, con doscientos sesenta y dos puntos; en tercer lugar, Hufflepuff, con trescientos cincuenta y dos; Ravenclaw tiene cuatrocientos veintiséis, y Slytherin, cuatrocientos setenta y dos.

Una tormenta de vivas y aplausos estallaron en la mesa de Slytherin.

- Solo por estas dos adorables serpientes, me ahorro mi comentario - nos dice Sirius.

- Aunque te cueste creerlo, hay serpientes de está época que son diferente a lo que piensan - le dice Harry.

- Ya lo veremos.

—Sí, sí, bien hecho, Slytherin — dijo Dumbledore —. Sin embargo, los acontecimientos recientes deben ser tenidos en cuenta.

Todos se quedaron inmóviles. Las sonrisas de los Slythe­rin se apagaron un poco.

—Así que — dijo Dumbledore — tengo algunos puntos de última hora para agregar. Dejadme ver. Sí... Primero, para el señor Ronald Weasley...

Ron se puso tan colorado que parece un rábano con inso­lación.

-¡Hannah! - me dice algo molesto por las risas del resto.

- No te enojes hermano, pero era cierto - le digo intentando dejar de reír - No controlo lo que pienso.

- Nunca lo haces.

—... por ser el mejor jugador de ajedrez que Hogwarts haya visto en muchos años, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos.

Las hurras de Gryffindor llegaron hasta el techo encan­tado, y las estrellas parecen estremecerse. Se escuchaba que Percy le decía a los otros prefectos: «Es mi hermano, ¿saben? ¡Mi hermano menor! ¡Consiguió pasar en el juego de ajedrez gigante de McGonagall!».

- Toda la familia estaba contenta - le dice Bill - Percy nos envió una carta.

- No lo sabía...

- Siempre, buscamos saber como están todos - le avisa Charlie - Estamos lejos, pero eso no disminuye nuestro interés.

Por fin se hizo el silencio otra vez.

— Segundo... a la señorita Hermione Granger... por el uso de la fría lógica al enfrentar momento de pánico, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos.

Hermione enterró la cara entre sus brazos. Tenía la casi seguridad de que estaba llorando y la abrazo. Los cambios en la ta­bla de puntuaciones pasaron ante nosotros: Gryffindor estaba cien puntos más arriba.

—Tercero... al señor Harry Potter... — continuó Dumble­dore. La sala estaba mortalmente silenciosa —... por todo su temple y sobresaliente valor, premio a la casa Gryffindor con sesenta puntos.

Todos en la mesa parecían querer rugir de la euforia. Harry tenía una sonrisa avergonzada a causa de tanta atención.

- Mira Conarmenta, en eso no salió parecido a ti - le dice Sirius con gracia.

- Mejor, me doy cuenta de que mi ego no es lo más importante - le responde.

- Freddy, Remus... ¿James está madurando?

- Superalo y sigue su ejemplo Sirius - le dice en cambio mi padre.

- Ya estas pidiendo milagros - acota Remus.

- Cuarto... a la señorita Hannah Gryffindor - dijo Dumbledore y hubo un momento de silencio mortal y luego, llegó la ola de murmullos. Harry tomó mi mano por debajo de la mesa y ese gesto ayudó a calmarme - Por su ingenio, valor y lealtad, premio a la casa de Gryffindor con sesenta puntos.

- Hay que admitir que son adorables - dice mi madre.

-Lo son - concuerdan las demás mujeres.

- Pero es mi niña, será mi bebé - protesta.

 - Toda la vida papá.

El estrépito fue total. Los que se pusieron sumar, además de gritar y aplaudir, se dieron cuenta de que Gryffindor tenía los mismos puntos que Slytherin, cuatrocientos setenta y dos. Si Dumbledore le hubiera dado un punto más a Harry... Pero así no llegamos a ganar.

Dumbledore levantó el brazo. La sala fue recuperando la calma.

—Hay muchos tipos de valentía — dijo sonriendo Dum­bledore —. Hay que tener un gran coraje para oponerse a nuestros enemigos, pero hace falta el mismo valor para hacerlo con los amigos. Por lo tanto, premio con diez puntos al señor Neville Longbottom.

- ¡Ese es mi muchacho! - grita su padre.

- Es cierto, no cualquiera se enfrentaría a un amigo si cree que hará algo malo, fuiste muy valiente - lo felicita su madre.

- Gracias a ambos - le dice sonrojado.

Si alguien hubiese estado del otro lado de la puerta del Gran Come­dor habría creído que se había producido una explosión, tan fuertes eran los gritos que salían de la mesa de Gryffindor. Con Harry, Ron y Hermione nos pusimos de pie y vitoreamos a Ne­ville, que, blanco de la impresión, desapareció bajo la gente que lo abraza. Nunca ha ganado más de un punto para Gryffindor y ahora había ganado los que necesitamos para quedarnos con la copa. Vi que Harry, sin dejar de vitorear, le dio un codazo a Ron y señaló a Malfoy, que no podía estar más atónito y ho­rrorizado, como si le hubieran echado el maleficio de la Inmovili­dad Total.

- Eso no fue justo - protesta Draco - Entiendo que merecen los puntos, pero debieron habérselos dado antes del banquete y no haber ilusionado a nuestra casa.

-Tienes un buen punto Dragón, no me di cuenta antes - le digo poniéndome en su lugar - Eso no volverá ocurrir.

- Tienen mi palabra - nos dice el Director.

—Lo que significa — gritó Dumbledore sobre la salva de aplausos, porque Ravenclaw y Hufflepuff estaban celebran­do la derrota de Slytherin —, que hay que hacer un cambio en la decoración.

Da una palmada. En un instante, los adornos verdes se volvieron escarlata; los de plata, dorados, y la gran serpiente se desvaneció para dar paso al león de Gryffindor. Al verlo, sabiendo lo que ahora sabía mi corazón latió con fuerza y me abarcó un sentimiento de protección y gran aprecio. 

- Eso debió ser el llamado de Godric - me dice mi abuelo con una sonrisa.

- No lo dudo, le gusta esas cosas por lo que sé - le respondo con una sonrisa.

Snape es­trechó la mano de la profesora McGonagall, con una horri­ble sonrisa forzada en su cara. Mis padres nos sonrieron y sabía que estaban felices porque ganamos, pero no por la causa que ganamos esos puntos. Parecía que la vida iba a volver a la normalidad en el año próximo, o a la normalidad típica de Hogwarts.

La cena pasó con risas y charlas, fueron pocos los que se me acercaron para saber si en verdad me apellido Gryffindor, solo bastó que diga que sí una sola vez y luego los gemelos se encargaron de que nos dejaran comer en paz.

- Las generaciones se ponen cada vez más curiosas - dice Molly.

- Todas nos parecemos un poco - comenta Teddy.

- Gracias chicos, por cuidarlos - le dice la Señora Potter.

- Hicimos cuanto pudimos, dentro de lo que sabíamos - le responde George.

- Nunca cuentan de sus planes o nos dejan involucrarnos - agrega Fred.

- Y es por todas esas quejas que decidí invitarlos a venir - les digo.

Casi no recordaba que debíamos recibir los resul­tados de los exámenes, pero éstos llegaron. Para la gran sor­presa de ellos, tanto Harry como Ron pasaron con buenas notas. Hermio­ne, por supuesto, fue la mejor del año y compartíamos ese puesto. Hasta Neville pasó a duras penas, pues sus buenas notas en Herbología compen­saban los desastres en Pociones. Ellos confiaban en que sus­penderían a Goyle, que era casi tan estúpido como malo, pero él también aprobó. Era una lástima, pero como dijo Ron, no se podía tener todo en la vida.

- A ver... Ustedes tuvieron que sacar un dragón a escondidas del castillo, fueron ignorados por los de su propia casa y pelearon contra Voldemort, pero... ¿Aún así sacaron buenas notas? - nos dice sorprendido Sirius.

- Claro que sí, también nos hacíamos tiempo para estudiar - le dice Hermione - Más sabes, más fuerte eres frente a tu adversario.

- Concuerdo con ella, la sabiduría y una buena causa, son más fuerte que el odio y la codicia - agrego.

- Palabras muy sabias Señoritas - nos dice la Profesora McGonagall - Esperaré con ansias impartirles sus clases.

- Gracias Profesora.

- ¿Y ustedes? - le pregunta James a su hijo y a Ron.

- Nosotros tenemos suerte de que nos quieran y nos hayan apoyado y ayudado a estudiar - le responde con Harry.

- Muy cierto, o no nos hubiese ido muy bien - acota Ron.

Y de pronto, los armarios se vaciaron, los equipajes es­taban listos, el sapo de Neville apareció en un rincón del cuarto de baño... Todos los alumnos recibimos notas en las que nos prevenían para que no utilicemos la magia durante las vacaciones («Siempre espero que se olviden de darnos esas notas», dijo con tristeza Fred). Hagrid estaba ahí para llevarnos en los botes para cruzar el lago. Subimos al expreso de Hogwarts, charlando y riendo, mientras el pai­saje campestre se volvía cada vez más verde y menos agreste. Comimos las grageas de todos los sabores, pasamos a toda veloci­dad por las ciudades de los muggles, nos tuvimos que quitar la ropa de magos y nos pusimos nuestras camisas y abrigos... Y bajamos en el an­dén nueve y tres cuartos de la estación King Cross.

Tardamos un poco en salir del andén. Un viejo y enjuto guarda estaba al otro lado de la taquilla, dejándonos pasar de dos en dos o de tres en tres, para que no llamemos la atención saliendo de golpe de una pared sólida, pues alarmaríamos a los muggles.

—Tienen que venir y pasar el verano conmigo — dijo Ron —, los tres. Les enviaré una lechuza.

—Gracias — dijo Harry —. Voy a necesitar alguna perspectiva agradable.

- Mis padres estarán de acuerdo.

La gente nos empujaban mientras se mueven hacia la esta­ción, volviendo al mundo muggle. Algunos decían.

— ¡Adiós, Harry!

— ¡Nos vemos, Potter!

— Sigues siendo famoso — dijo Ron, con sonrisa burlona.

—No allí adonde voy, eso te lo aseguro — responde Harry.

Con Harry, Ron y Hermione pasamos de a dos hacia a la estación.

—¡Allí están ellos , mamá, allí están, míralos!

- Por Merlín... salteen esa parte - nos pide Ginny sonrojada y un poco avergonzada.

- Eres adorable hermana, no tiene nada de malo - le digo intentando no sonreír demasiado.

- Recuerda que aún falta lo de segundo año - le dice Ron.

- Tenías que recordarmelo - le dice aún más avergonzada.

- Por supuesto que sí.

Era Ginny Weasley, la hermanita de Ron, pero no seña­laba a sus hermanos.

—¡Harry Potter! ¡Hannah Gryffindor! — chillaba —. ¡Mira, mamá! Puedo ver...

— Tranquila, Ginny. Es de mala educación señalar con el dedo.

Los hermanos de la pelirroja intentan reír disimuladamente para no hacerla enojar y que les lance algún hechizo.

-Dejen en paz a su hermana - los regaña Molly.

- Ella se ríe de nosotros siempre.

- Porque ustedes causan gracia.

- ¿Nos estas diciendo payasos? - le pregunta indignado Fred.

- Si el traje te queda.

La señora Weasley nos sonría.

—¿Un año movido? — nos preguntó.

—Mucho — dijo Harry —. Muchas gracias por el jersey y el pastel, señora Weasley.

- Sí, Señora Weasley es mi jersey favorito.

—Oh, no fue nada.

—¿Ya estás listo?

Un hombre con el rostro púrpura, con bigotes y con aire furioso ante la audacia de Harry, que llevaba una lechuza en una jaula, en una estación llena de gente común. Detrás, estaban su esposa e hijo, con aires aterrorizados ante la sola presencia de Harry y el resto de nosotros. Unos metros más atrás, vi a mis padres llegando y conocía esa sonrisa de mi papá.

- A ver... stop, detengan el mundo - dice James confundido - Primero, tu cuñado es un idiota de primera Lily.

- Eso no te lo discuto.

- Segundo y más importante - me dice - Nuestro Freddy... Nuestro inocente y tímido Freddy Gryffindor, ¿Le gusta bromear?

- Te diré que me sorprendí y hasta creo que me reí cuando mamá me dijo que papá era tímido y callado de joven - le respondo - Mi padre, el de mi tiempo, es súper alegre y divertido. Le gusta mucho conversar y hacer bromas. Él nos hace reír siempre.

- Y le gusta jugar al Quidditch con nosotros o darnos concejos de estrategias - agrega Harry.

- ¿Entonces lo logramos y lo llegamos a corromper? - me pregunta contento Sirius.

- Ustedes no lo corrompieron - le aclaro - Le dieron confianza y eso lo ayudó a ser el hombre increíble que tengo de padre.

- Al menos, por la manera en que hablas de mi yo futuro, sé que no haré mal las cosas.

- Papá, me ocultaste que era una bruja y descendiente de Godric y aún así jamás me enoje contigo - le digo con calma - Siempre lo dije y lo voy a seguir diciendo, tengo la enorme suerte de tener unos padres tan increíbles como ustedes.

—¡Usted debe de ser de la familia de Harry! — dijo la se­ñora Weasley.

—Por decirlo así — dijo el hombre con un tono grosero —. Date prisa, mucha­cho, no tenemos todo el día. — Dio la vuelta para ir hacia la puerta, pero se congeló en su lugar - ¡Señor Gryffton!

- Por las barbas de Merlín ¡Eres el jefe del idiota! - dice James muy alegre.

- Eso parece, pero sé que a esa versión mía no le habrá agradado lo que dijo.

- Dursley... ¿Verdad? - dijo con tono serio - ¿Qué lo trae por acá?

El tío de Harry, tartamudeó algo sin sentido, mientras que se movía para ocultar a mi amigo.

- Con mi esposo e hijo, solo queríamos averiguar el precio de unos boletos, nada de gran importancia. Soy Petunia Dursley. - se apresuró por hablar la mujer.

-¡Nada de gran importancia! - grita Lily muy enojada - Así habla de su sobrino.

- Tranquilízate mamá, te agradará escuchar lo que sigue  - le dice Harry.

- Vaya Tuney, no puedo creer en lo que te transformaste - dijo mi madre apareciendo a la vista y parecía molesta.

- Marlene...

- Oh, me recuerdas... Fanático, eso facilita más las cosas. ¿Cómo pueden tratar así a mi ahijado?

-¿Tu ahijado? - dijo sorprendida - ¿Apareces luego de diez años y crees que tienes algún derecho?

- No supe de lo que pasó con Lily, hasta que mi hija entro en Hogwarts...

- ¿Así que tú también haz tenido un fenómeno? - dijo con desprecio y fue una mala idea porque mamá estaba dispuesta a golpearla. El tío de Harry, se interpuso, hubiese sido interesante ver como mamá le daba una lección.

- No te preocupes que las cosas no quedarán así cuando regrese a casa - me dice mi madre muy enojada - Nadie los insulta y mucho menos te tratarán de fenómeno.

- Espérame para las vacaciones de invierno y nos encargaremos de Tuney - le dice Lily.

- Las abuelas dan miedo - comenta Teddy en tono bajo para que solo lo escuchemos con Harry.

- Espera a escuchar los complot de ella con Hermione - le avisa Harry.

- No sé quién se cree...

- Ni una sola palabra más o comience a buscarse otro trabajo - dijo molesto papá - Su esposa le hablo mal a la mía e insulto a nuestra hija.

Los tres Dursley se apartan y cuando me vieron, capté su desprecio, sobretodo por mis ojos. No me molestaba como veían, lo que si lo hacía era que se metieran con Harry. No era la única que le devolvían una mirada de desprecio, también lo hacía Hermione y toda la familia Weasley.

- El asunto es el siguiente, Señor Dursley - dijo mi padre y dio un paso adelante con una expresión muy intimidante - Soy muy consciente que ustedes son una familia de muggle que desprecian a nuestra gente... así es, soy uno de ellos. Los padres de Harry fueron nuestros amigos y vamos a proteger al niño. Créeme Dursley, le hacen pasar un mal momento más y no querrás verme enojado.

- Te debo una Freddy.

- No me debes nada, tú hubieras defendido a Hannah.

- En realidad, James lo hubiese golpeado y tendríamos que ir a pagarle la fianza - comenta Remus para aligerar el ambiente - Y Sirius seguramente hubiera hecho alguna estupidez para ir hacerle compañía a James en la celda.

-Lo negaría, pero es cierto - le dice Black haciendo que riamos. 

La pequeña familia, captó perfectamente el mensaje y no podía estar más orgullosa de mi papá. Mis padres pasaron por al lado de ellos y abrazaron a Harry.

- Estaremos en contacto, Harry - dijo mamá - Cuídate mucho cariño.

- Gracias...

- Tíos, eso es lo que somos para ti - dijo mi papá en alto.

- Despídete, estaremos esperando en el auto - dijo su tío - Nos vemos el lunes en el trabajo señor.

- Por supuesto.

Los vemos marcharse y Harry suspira aliviado, con nuestro amigos esperamos nuestro turno para abrazarlo.

- Escríbenos Potter.

- Lo haré Gryffindor - dijo con una sonrisa antes de irse.

- Siguen siendo adorables - nos dice mi abuela.

- Preferimos eso a que nos regañen - le respondo.

- Señora Weasley, es un gusto conocerla - dijo mi madre - Somos Marlene y Frederick Gryffto... Gryffindor.

- Lo mismo digo querida, mis hijos han hablado muy bien de todos ustedes, por favor díganme Molly.

- Tiene buenos hijos, Molly - dijo papá - Para ustedes también va, pueden llamarnos tíos, somos familia ahora.

- Ginny, tus hermanos nos adoptaron como sus hermanas, ¿A ti no te molesta? - pregunté preocupada, no quiero que sintiera que le robaríamos la atención de ellos.

- Hann, creo que ese par estaba más preocupado por perder de tu atención - me dice ella señalando a los gemelos.

- Mis madres gallinas, son especiales.

- Es un elogio extraño, pero lo aceptamos - me dicen ambos.

- Para nada, yo también quiero hermanas... No es tan divertido tener seis hermanos mayores - dijo la pequeña pelirroja.

-¡Oye! - protestaron los cuatro hermano.

- Los quiero, pero no es lo mismo...

- Ahora compartimos el peso de tener tantos hermanos sobreprotectores - le digo a ella y a Herms.

- Y aún así nos aman - nos dice Bill.

-Es cierto y por herir nuestros frágiles sentimientos, reclamamos galletas de disculpas - agrega Charlie y el resto de los Weasley están de acuerdo.

- Bien, ustedes ganan. Más tarde prepararé - le digo.

- Tiene razón - dijo Hermione - Ginny, considérate también nuestra hermana.

- Son adorables - nos dijo la señora Weasley, para luego abrazarnos.

El ambiente en la estación mejoró notablemente, a Hermione fue a la siguiente que buscaron y a la hora de despedirnos con los Weasley, fue todo un show. Fred y George, fingieron llorar, diciendo que extrañaran mucho a su niña. Su madre como el resto, solo nos quedaba negar y reírnos, sin contar de que nos veríamos en vacaciones. 

- Fin de este capítulo y de este libro - nos dice el Señor Potter y me lo devuelve.

-¿Podemos tener la esperanza que el próximo libro será más calmado?

- Tío Fredderick, no te vamos a mentir - le dice Ron.

- El próximo es más peligroso - le afirma Hermione.

- Intentamos no involucrarnos, pero... de alguna manera terminamos metidos en eso y había vidas en peligro - agrega Harry.

- Y algunas de esas personas en peligro, son muy cercanos a nosotros y no podíamos quedarnos con los brazos cruzados - les comento - Lo mejor será que nos tomemos unas horas para relajarnos y antes de la cena leeremos el primer capítulo.



N/A: Me disculpo por la demora, pero comencé a trabajar y a cursar. Apenas me sobra algo de tiempo. Voy a intentar subir otro capítulo este fin de semana.

Quería recomendarles que pasen por mi muro @mitologia_13  y le den una oportunidad a mi historia "Guardianes de la Tierra". Es un libro escrito por mí y ya está completo, iré subiendo un cap por semana.

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