—Kai, luego hablamos. —digo y corto la llamada para dirigirme a Luke que está mirándome con una sonrisa burlona.—Explícame que sucede. —digo sería.
—¿No crees que soy yo quién tendría que preguntar eso? En fin, dime ¿Por qué mandaste a tomar esa foto?
¿¡Qué yo hice qué!?
—Sé que no debería dar explicaciones, pero tú eres él único que puede arreglar todo este desastre.
—Te escucho...
Baboso de miércoles.
—Primero... ¿¡Cómo rayos yo mandaría a tomar esa foto si no sabía que "eso" iba a suceder!?. —exclamo o grito, la verdad me da igual ahora.
—Ya, pero y el beso con Chase, ¿Cómo explicas eso, eh?
«Esto quiero escucharlo» Cállate conciencia mía.
—Bueno... ¡Aishhh, ¿Enserio debo de contar eso?!.
—Si quieres que se arregle, sí. —dice.
—Ya... Con Chase nunca nos besamos, solo que él...
—¿Él...?
—Él...
—¡Habla de una vez...!
—¡Él estaba reventando mi granito!. —grito interrumpiendo.
—¿¡Qué!? ¿Enserio?. —asiento y Luke se empieza a reír. —P-pero en la foto...
—Es perspectiva. —vuelve a reírse como foca con retraso crónico. —Ya, ahora sí, diles la verdad.
—No. —dice entre risas y se va corriendo. Sí, cómo vieron, se fue.
Y, ¿Qué hice yo?
A) ¿Seguirlo y matarlo?
B) ¿Dejarlo ir e irme a dormir a mi casita?
C) ¿Dejarlo ir e irme a dormir a mi casita hasta que sea mañana para así tener más fuerza para matarlo lenta y cruelmente?
¡Si! Acertaron. Necesito mucha fuerza para destrozarlo.
En fin... A casita.
Mañana Luke dejará de existir. MUAJAJAJA.
***
—¿Y, qué pasó luego?. —dice Kai a través del celular.
—Bueno...
Luego del estúpido beso con Luke.
—Ya se fue. —digo evitando verlo.
—Lo sé.
Entonces, ¿por qué no se aleja?
Sigue estando muy cerca mío.
«Retrocede tu, tonta»
Cierto.
Intento dar un paso atrás pero Luke lo impide.
—¿Q-qué haces?. —tartamudeo nerviosa.
—¿Qué crees que quiero hacer?.—dice acercándome más a él.
Dios, no...
—Quiero volver a besarte.
No...
Luke se acerca lentamente y cuando cierra los ojos aprovecho para retroceder saliendo de sus brazos.
¿Sabían que cuando una persona cierra los ojos en un beso bajan sus defensas y su fuerza?
Es en ese momento donde se debe actuar, señoritas.
—¿Qué te pasa?. —me dice incrédulo.
—¿Sabes? Ya es muy tarde, debo ir a casa. Adiós. —digo y me voy alejando lo más rápido que puedo.
Cuando siento que me aleje lo suficiente comienzo a caminar como normalmente lo hago.
Y como no estoy muy lejos del parque, decido que necesito ir a despejarme.
—¡Emma!. —rayos, el otro primo. —Veo que lograste salir sin problema.
—Si, yo no me acobardo como "otros". —digo y se ríe nervioso.
—Lo siento...
—Ya no importa, me tengo que ir.
—¿A dónde?. —pregunta curioso.
—A Narnia. —levanta una ceja como diciendo "enserio". —Ya, me quiero ir al parque a... ¿Pensar?.
—Te acompaño.
No.
—No, es neces...— empiezo a decir pero me corta.
—No te pregunté. — dice y empieza a caminar.
¿Y quién se cree? ¿Acaso no se da cuenta que quiero estar sola?
—Bueno, ya me voy a mi casa. Adiós.
—Espera, ¿No ibas a ir al parque?
Quería.
—No, ya no.
—Emma, tienes... —me mira minuciosamente el rostro poniéndome incómoda. —Hay algo aquí, espera yo lo quito.
Acerca sus manos a mi casa y siento un pequeñito dolor entre mi nariz y mejilla.
—¿Qué haces?. —le pregunto alejándome.
—Ese grano estaba horrible. —dice empezando a reír el maldito.
-_-
—Adiós. —lo digo apenas audible y me voy.
Fin de la historia de mi grano. Y del supuesto beso de Chase.
—¿Enserio reventó tu grano?— pregunta aguantando la risa.
—Si te vas a reir, mejor hazlo ahora por teléfono que en el colegio. —apenas termino de decirlo escucho su escandalosa risa.
Luego de haber escuchando sus carcajadas y bromas durante media hora, me despido y espero a que nunca llegue el día de mañana.