— No, te vez gordo con ese — Abanica su mano en rechazo de la prenda y Jimin se coloca frente al espejo con otro atuendo — el gris no es tu color, amigo — luego de otro modelo — muy ancho — Jimin resopla y se prueba otro — es rojo, Jimin, vas a una boda, no a una gala de los Emmy.
— Arg... esto no tiene sentido — Masculla el rubio, cansado de estar probándose trajes toda una tarde.
— Lo que no tiene sentido es que seas novio de Yoongi — farfulla Taemin sentado frente al probador — mucho menos que estés invitado a la boda de sus tíos como SU novio.
— ¿Puedes dejar de llamarlo así? — Protesta levemente molesto y avergonzado.
— ¿Como? ¿Novio? O¿TU novio? —Jimin entorna los ojos cerrando la cortina. Él no tenía la culpa de que el señor Min no aceptara un "no" por respuesta, tenía la fuerte impresión de que, si decía todo lo contrario al él frente a su familia le iría mal, y termino aceptando ser novio de Yoongi por pura presión a pesar de que Yoongi quisiera matarlo con la mirada.
Suspiro resignado, haciendo una mueca con sus labios. Por mucho que intentara despejar la mente, sus recuerdos se empeñaban en volver una semana atrás y revivir todo lo ocurrido con Yoongi y su familia.
No podía sentirse más avergonzado que ahora, ni siquiera había tenido el valor de mirar la cara de Yoongi después de eso, y al parecer no era el único, puesto que el mismo Yoongi no había dado señales de vida desde entonces. Jimin tampoco tenía planeado asistir a la boda,de no ser por el mensaje que le había llegado hace horas de la Sra.Min, que lo había obligado de forma sutil a aceptar la invitación.
Y por mucho que se arrepintiera ahora, no había marcha atrás y tenía que darle la cara a su "novio", él solo quería volver a esos días tranquilos y divertidos en el campamento, esos días donde estar con Yoongi sin presión ni incomodidad era realmente relajante.
Porque había pasado días juntos a él y fue gratificante encontrarse con un Yoongi muy diferente al que pensaba que sería al conocerlo realmente, y a pesar de su mutismo, Jimin se esforzaba con afán en comprenderlo, porque todo en Yooongi le interesaba, sus ojos, sus expresiones, sus manías, sus ocurrencias y todo aquello que en palabras no podía salir pero que en acciones y presentes si.
No sabía desde cuando exactamente se desarrolló ese tipo de afecto, hasta hace poco que pudo sentirse más cercano al pelinegro. Cerro sus ojos frustrado al recordar que incluso se besaron, no podía evitar sentirse avergonzado de solo recordarlo, después de todo no se conocían lo suficiente como para ese tipo de afecto.
Y ni porque se conocieran de toda la vida, Jimin no era el tipo de chico que llegaría tan lejos con alguien que no portaba el título de "novio" aunque bueno, técnicamente ahora lo son.
— Oh, ese te queda bien. — Jimin se mira en el espejo de cuerpo entero,asintiendo en favor de su amigo con respecto al ultimo traje de gala — ¿Cuánto cuesta? — Ambos miraron la etiqueta que colgaba a un costado con el monto, la cifra escandalosa hizo que se miraran de inmediato totalmente alarmados. Casi de inmediato dejaron el traje donde lo habían encontrado antes de que la tienda le cobrara por estar dentro de ella.
***
Respiro hondo estando frente a la entrada de la casa de los Min, sintiéndose patético de llevar más de un minuto debatiéndose en tocar el timbre o salir corriendo y devolver el traje de gala rentado.
Tomootro bocado de aire y su mano se dirigió al timbre, deteniéndose asegundos de oprimirlo para cerrar los ojos con fuerza, empuñar susmanos y dar saltitos de frustración.
¿Que se supone que diga cuando entre? "Hola suegra" Peor... "Buenas tardes suegro" Devastador si resultara ser Yoongi: "Hola mi amor""Que tal cariño" Dios, él estaba realmente aterrado de que el Sr. Min descubra que rento el traje en una tienda de segunda mano, de seguro él diría"¡Ese es el futuro que pretendes darle a mi hijo, poca cosa!"
¿Pero que estaba pensando? Ellos NO eran novios realmente, ¿Por qué se preocupaba tanto por causar una buena impresión? Suspiro nuevamente,balanceándose en sus pies y frotando sus manos. No podía dar marcha atrás, eso solo lo haría un cobarde, y él no era un cobarde,además, necesitaba aclarar muchas incógnitas y solo Yoongi tenía las respuestas.
— Vamos Jimin... no es difícil — Tráquea su cuello y mira el timbre —solo es un botón — su dedo vuelve a vacilar a solo milímetros del botón y para sorpresa del rubio, fue otro quien hizo sonar el timbre.
Giro rápidamente, encontrándose con el rostro inexpresable de Taehyung.
— ¿Qué?— Dice como saludo — si esperaba a por ti mi cabello comenzaría a desteñirse.
Jimin frunció levemente el ceño, sin poder decir nada cuando la puerta fue abierta y ambos fueron forzados a sonreír ante la presencia imponente del señor Min.
Para Taehyung, la ventaja de haber ido muchas veces a ese hogar era que podía ir directo a la habitación de su amigo luego de saludar a la Sr. Min, esa era la rutina de siempre, sin embargo Jimin, que se vio obligado a estar de pie en una esquina de la espaciosa sala mientras el señor Min veía las noticias sentado en el sofá y la Sr. Min corría de un lado a otro arreglando su cabello.
— ¿Se puede? — Dice Taehyung cerrando la puerta después de entrar.
Yoongi estaba tumbado en la cama solo en bóxer y sudadera.
— Hey ¿Por qué no te has arreglado? — El pelinegro sacude su mano con poca importancia — vamos, aún hay tiempo — y camina hasta el escritorio donde está el traje de gala — sé que es incómodo con todo el asunto de Jimin, — Yoongi enterró su cara bajo la almohada solo oír el nombre — está bien, no lo nombrare más, ¿de acuerdo? — Y Yoongi pareció estar satisfecho con eso, porque destapo su cara y se sentó en la cama — aunque está allá abajo esperándote.
Los ojos del azabache se abrieron desmesuradamente, pego un salto de la cama y sin esperar a más tomo un bate de béisbol para salir corriendo hasta la puerta.
¿Acaso aquel rubio oxigenado no entendía lo realmente perturbador que eran este tipo de eventos para él como para sumarle la presión de tener un NOVIO ante TODA su familia? Yoongi realmente no quería ser un mal tipo, tampoco dar una mala impresión a Jimin, pero si asustarlo y hacerlo correr lejos de él con ayuda de un bate le evitaba las molestias de tenerlo en lo que podría ser la boda mas aburrida y empalagosa del mundo, lo aria.
— ¿Ah donde crees que vas? — Salto Taehyung a detenerlo antes de que saliera, ambos forcejeando — tú no puedes salir así, ¿acaso quieres que tu prometido te vea en paños menores antes de la boda? Desvergonzado. ¡Suelta ese bate!
***
— Todo un galán. — Taehyung da palmaditas en el hombro del mayor, ambos viéndose en el espejo luego de que Yoongi accediera a colocarse el traje.
¿Qué se suponía que hará ahora? Sabía que el reencuentro con Jimin iba ser de todo menos cómodo para ambos, por eso la idea de salir a espantarlo a si sea con un bate, el objetivo era que se fuera y no volviera más. Realmente quería que Taehyung le ayudara de una vez, ¿Por qué tenía que ser después de la boda y no ahora? Estaba sufriendo, y es que se le caía la cara de la vergüenza tener que enfrentar a Jimin como si nada hubiera pasado, como si no hubieran estado a punto de hacer algo que se supone es íntimo.
A través del espejo miro su cama. Esa que presencio sus masturbaciones toda una semana, día tras día, tarde tras tarde y madrugadas luego de sentir las manos de Jimin en su cuerpo.
¿Hacia mal con sentirse culpable? ¿Hacia mal en pensar en Jimin cuando se masturbaba? Él no debería de formularse esas preguntas, por supuesto que estaba mal. Aunque bueno, el masturbarse con la imagen de Jimin no era gran cosa, es decir. Anteriormente él usaba a Scarlett Johansson como musa sexual, cambiarla por Jimin no era un delito, ambos eran personas. Así que todo estaba bien.
Lo malo es que él conocía a Jimin, ¿Cómo mirarlo a la cara luego de imaginarlo en poses sexys, con lengua afuera, gimiendo su nombre, y miles de escenas indecorosas nada actas para vírgenes?
Yoongi no estaba lejos de ser un verdadero pervertido, ¿En qué momento de su vida había cambiado? Que alguien le explique desde cuando era tan depravado. Las masturbaciones ahora eran diarias, más de una vez al día.
— ¡Yoongi!— El nombrado giro hasta su amigo, saliendo del ensoñó — Vamos, tu mamá nos está esperando.
Y Jimin también...
Pensó que podía comportarse, nada podía ser peor que todo lo que había vivido, pero no fue así, porque tan solo ver a Jimin su corazón salto como grillo en matadero.
Solo había pasado una semana, y a ojos de Yoongi, Jimin parecía una persona totalmente distinta, más atractivo, dejo escapar el aire acumulado en sus pulmones por la nariz, se rehusaba a abrir la boca,pues temía no poder cerrarla de la impresión.
Llego a planta totalmente nervioso, mirando a sus padres, no queriendo vera Jimin en absoluto.
— Yoongi cariño, ¿No le dirás nada a Jimin? — La mirada del azabache fue escéptica, mientras su hermano reía en una esquina.
— Si Yoongi, dile algo.
Anteriormente podía afectarle esas clases de comentarios, pero ahora no eran más que simples bromas que tomaba bien viniendo de su familia.
— Dios hijo, no me refería a eso — se excusó la madre — ¿Por qué mejor no le haces algo?
Las cejas de los presentes volaron hasta tocar el techo.
— Eso Yoongi, hazle algo a tu novio — Youghyun parecía realmente divertido bajo el sufrimiento del menor que se encontraba tan rojo como el color de cabello de su amigo.
— Cuidadito con lo que vallan a hacer — amenaza el Sr. Min mirando de reojo al rubio. Este sonriendo forzosamente.
— Sea lo que sea que vallan a hacer, avísame para irme, no quiero ser un mal tercio — susurra Taehyung al oído de Yoongi con toda la intención de molestar. Recibiendo un codazo.
Los ojos de los presentes seguían en la "pareja" que se miraban cohibidos. Yoongi suspiro, frunció el ceño y sin ver a Jimin,avanzo hasta donde se encontraba, dio una leve palmada en su hombro y siguió caminando hasta salir de la casa y tomar su lugar en el auto.
— ¿Eso fue todo? — Mascullo Youghyun — ¿Qué paso con el romanticismo y la cosa loca?
El señor Min asintió, orgulloso de su hijo menor, pasando por el lado de Jimin y entrando también en el auto. Poco después se unió Taehyung, y Jimin se sentía fuera de lugar, pues debía estar acostumbrado al poco afecto de Yoongi, lo que no esperaba, es que sus expectativas estuvieran tan altas, a la espera de algo más emotivo,quizás un abrazo o un contacto más cercano, y le decepcionaba lai dea de que así no fuera.
La Sra. Min fue quien lo condujo hasta la camioneta.
No tuvieron que preocuparse del silencio en el trayecto, pues Youghyun y la Sra. Min se encargaban de que no hubiera.
Yoongi:
¿Entonces no ira?
Taehyung lee el escrito en el móvil.
Taehyung:
Claro que ira, pero no podrá llegar a tiempo para la iglesia, le mande la dirección del salón de fiesta para que supiera llegar. ¿No habrá problema, cierto?
Yoongi niega y sus ojos se deslizan rápidamente en Jimin que miraba la ventana, sumergido en sus pensamientos. ¿Había hecho bien en saludarlo de aquella forma? Es decir, seguían siendo amigos, ¿no? Pues no lo tenía muy claro.
Bajaron del auto cuando ya estaban frente a la iglesia, conocidos y familiares se acercaban a saludar y Yoongi huía de todos, sobre todo de sus primas fresas chillonas que no dejaban de acosar a Jimin por ser el novio de su primo el mudo.
Yoongi entorno los ojos, sujeto del brazo a Jimin, miro con desdén a las primas y salió arrastrando al rubio junto a él.
— Dios mío, es tan celoso — dijo una de ellas.
— Sí, ¿viste como se lo llevo? — La otra asintió ofendida — nos miró como si dijera: "Es mío zánganas"
—Tan calladito y resulto peligroso el primo — ambas asintieron, sus ojos chocaron directamente con un curioso Taehyung que no dejaba de mirarlas mientras hablaban — ¡Hola! — dijo, luego de que ambas llegaran hasta donde el pelirrojo, — Eres amigo de nuestro primo, ¿verdad? — Taehyung asintió incomodo, notando el leve tono de niña buena en su voz.
— ¡Ay pero que color de cabello tan bonito! — chillo, extendiendo su mano hasta acariciar el cabello del chico — Yo soy Hanna, ella es Momo — Ambas sonrieron grande, Taehyung puso sus labios en una línea, asintiendo y levantando sus cejas — ¿Tu cómo te llamas?
—Taehyung — su voz gruesa retumbo en los oídos de las chicas, que tomaron un leve suspiro disimulado.
—¿Sabes Taheyung? — Dice Momo — Siempre quise pintarme el cabello de rojo, ¿Me lo tiñerías? Es que soy inexperta.
—Pero si a ti no te gusta el rojo — comenta Hanna.
—Pero ¿Qué dices? ¡lo amo! — Corrige — ¿Qué dices Taehyung?
—Esta bien... — dice ausente, su atención centrada en Yoongi y Jimin sentados en la plaza que esta frente a la iglesia.
—Bueno, a mí también me gusta el rojo — Taehyung gira hasta ver a Hanna guindada de su brazo, y era incómodo, sus cejas frunciéndose levemente — píntame de rojo a mí también.
—Yo se lo pedí primero — interviene Momo, tomando el otro brazo de Taehyung, mirando retador a su hermana.
—A ti ni te gusta el rojo.
—A ti tampoco.
—¿Qué te pasa? — Chillo — El rojo es el mejor color del world.
El teléfono del chico suena, Taehyung suspira y toma su móvil con dificultad, aun tenia a Momo en su brazo.
—Ah... tengo que irme — retira sus brazos delicadamente luego de leer el mensaje.
—Pero la boda está a punto de comenzar Oppa — Momo abre la boca en ofensa mientras mira el descaro de su hermana, Taehyung parpadeando sobrellevado de la situación.
—No me iré de la boda, solo tomare una llamada — aclara para apretar sus labios y salir casi huyendo del lugar.
—¿Oppa? — Pregunta Momo en una mirada filosa para una sonriente Hanna. Cuando Taehyung está fuera de rango — Lo vi primero. Emigra de aquí.
—¡Sho! Lo vi primero. Apártate tú.
***
—Te queda bien ese traje — Rompe el silencio incomodo, Yoongi seguía observando a los niños jugar en el pequeño parque de la plaza. —Oye... perdón por no presentarme toda esta semana a tus entrenamientos — Yoongi seguía inmutable, su objetivo era ser un chico desinteresado del asunto, pero las mejillas rojas, el sudor de su frente y temblor de sus manos lo hacía lucir todo lo contrario. —Pero quiero que sepas, que a partir de la semana que viene comenzare a ir de nuevo a tu casa.
El cuerpo del mayor se tensa y en cuestión de nanosegundos se encontraba negando con su cabeza.
— ¿No quieres que vaya a tu casa? — Pregunta, y Yoongi asiente. Jimin frunce el ceño mirando el suelo, él ya se esperaba esa reacción —entiendo.
Pero no lo hacía. Por supuesto que no, él no comprendía los sentimientos de Yoongi, ¿Cómo se supone que lo aceptara de nuevo en su casa cuando solo tenerlo así de cerca lo mantenía con el corazón brincándole en la garganta? Yoongi no podía aguantar eso todos los días mientras veía a Jimin ejercitarse, sería malísimo para su pureza, pues ahora solo con imaginarse a Jimin con nada más sus brazos expuestos al aire le causaba una erección.
¿Qué tan necesitado estaba como para llegar a ese extremo?
En este momento, él ni siquiera podía mirar a Jimin a los ojos, porque solo con verlo directamente era capaz de lanzarse a besarlo y reclamar lo que su cuerpo exigía desde hace una semana. Pero obviamente, él no podía hacer eso, primero que todo, porque lo dejaría como un tonto chico falto de amor, y su recién construido ego a base de admiración en la escuela se lo impedía. Así es,Yoongi había crecido emocionalmente.
Entretanto dilema mental, un niño que trababa de escalar una atracción infantil, fracaso al caer sentado en el suelo, para luego llorar. Yoongi sonrió sin dejar de observarlo fracasar por segunda vez, eso le había hecho el día feliz.
— Siento interrumpir — Taehyung acercándose al par en silencio.
— No interrumpes nada — Palabras que salieron con leve brusquedad, Jimin se levantó del asiento y con su ceño fruncido, cruzo hasta estar frente a la iglesia. Taehyung levanta una ceja y mira a Yoongi en reclamo de una explicación, pero este parecía ausente, mirando con preocupación al chico que salió notablemente molesto de ahí.
—¿Qué le hiciste, Yoongi? — Ahora el mayor se toca el pecho,señalándose, frunciendo el ceño en reclamo — algo tuviste que haberle hecho, Jimin no se esponja por nada. — Yoongi se encoge de hombros — ¿No me contaras? Mal amigo — frunció el ceño — tu madre te busca — soltó luego, Yoongi mirándole interrogante — a Jimin también.
La duda creció en el pecho del pelinegro. Cruzo la calle, y al estar frente a su madre, que charlaba con un sonrojado Jimin, Yoongi llama la atención de ambos, Jimin apartando rápidamente la mirada y su madre tomándolo por los hombros.
—Yoongi, mi bebé — oh, oh, a Yoongi no le gustaba ese tono —necesito un enorme favor tuyo — no, claro que no le gustaba, Jimin prenso sus labios, su ceño fruncido. Esto no iba a ser bueno.
***
Ya todos sentados dentro de la iglesia, Taehyung siendo acosado por las primas de Yoongi teniendo una a cada lado.
Pero eso no fue impedimento para ver a la tierna parejita de niños que entraba a la iglesia regando pétalos de flores en el camino. Al final, los niños se separaban y se colocaban a cada esquina para dar paso a la siguiente pareja de niños, esta vez más grande, que seguían regando pétalos de flores en pasos marcados.
Así fue hasta que la novia entro, la marcha nupcial en proceso, su vestido deslumbrando y el novio inflando el pecho como paloma. Las cejas de Taehyung elevándose cuando al llegar la novia al altar la cola del vestido aún no se le veía final, ¿Qué no era demasiada tela desperdiciada? ¿Qué tanta cola tenía la tía de Yoongi?
Fue ahí, cuando los novios estaban a punto de dar sus votos, Taehyung tuvo que morderse la lengua para no reír a carcajadas. Caminando a pasos marcados por la música, Yoongi y Jimin entraban con coronas de flores en sus cabezas, sujetando un cojín rojo, en medio de este dos argollas de boda. Yoongi realmente la estaba pasandolo mal, sus manos estrangulando el cojin era la pura evidencia. ¿Por qué precisamente él?
Ese trabajo podía ejecutarlo cualquiera, incluso un perro puede llevarlas argollas de matrimonio, pero no, su tía quería que fuera su simpático sobrinito junto a su primer novio para así simbolizar su noviazgo como algo eterno.
Noviazgo y una mierda.
Con razón su madre se disculpaba tanto con él, ella sabía lo mucho que Yoongi trataba de alejarse de esas cosas tan cursis, pues no era un experto en romance, pero era la boda de su tía, ¿Cómo negarle el capricho de tener a su sobrino llevando los anillos?
Las mandíbulas apretadas de los chicos, sus manos sudando y el corazón a punto de estallar hizo que Yoongi acelerara el paso con el fin de salir de aquel embrollo, afortunadamente Jimin lo siguió sin importar perder el ritmo de la canción. Muchas miradas en ellos aumentaban los nervios, más para el mayor. Que aumento más el paso y en un intento torpe de Jimin por seguirlo perdió el equilibrio del cojín.
El cojín cayendo al suelo,
Yoongi haciendo todo lo posible para tomarlo en el aire,
las argollas girando en la nada,
Jimin lanzándose en barrida para sujetarlas,
la iglesia entera colocándose de pie,
la novia sujetándose el rostro con horror,
Jimin cayendo al suelo sin sujetar los anillos,
Los anillos saliendo rodando por el suelo,
Yoongi saltando a Jimin y corriendo detrás de los anillos,
Luego tropezando con la cola del vestido de la novia y cayendo encima de Jimin.
Ambos en shok, rápidamente Yoongi se levanta, pero la cola enrollada en su pie le vuelve a perder el equilibrio, siente un movimiento brusco cuando jala a la novia y esta cae al suelo, las argollas siguiendo rodando, el sacerdote con intenciones de ayudar a la novia pisa mal un escalón y cae encima del novio que trataba de ayudar a la novia yambos caen encima de ella, partiéndole la nariz, tiñendo el vestido blanco de rojo, y la gente exclamando en asombro.
—¡Perdón por la tardanza! — Se escuchó, todos girando a la entrada, viendo a una señora mayor corriendo en traje de novia blanco con velo y ramo de flores junto a un señor de esmoquin.
—¡Mamá!— Balbucea la novia sujetándose la nariz para más atrás salir la señora Min diciendo:
—¡Mamá!¿Qué haces con tu traje de boda?
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Hola gente.
Lo sé, me tarde una eternidad!
Inserte sus insultos aquí <<<<<<
Lo siento, pero hay una buena noticia y es que ya estoy libre de las responsabilidades que me atajaban e impedían mi trabajo con este fit, así que bueno, eh vuelto, nos vemos la próxima semana.