Llegue al 1k de seguidores y estoy tan Feliz que quise actualizar Laila.
Snape tropezó con Lupin, Pettigrew y Ron, que se habían detenido de repente. Sirius se quedó inmóvil. Con un brazo indicó a Harry y a mi que no avanzáramos, lo vi alertada.
Mi tío se puso rígido y empezó a temblar.
—¡Dios mío! —dijo Hermione con voz entrecortada—. ¡No se ha tomado la poción esta noche! ¡Es peligroso!
—Tío Remus...—traté de hablar pero solo escuche un gruñido.
—¡Corran!—gritó Sirius.
—¡Pero mi tío...
—Corran! ¡Ya!
Pero no me podía mover, Ron estaba encadenado a Pettigrew y a mi tío, Harry Saltó hacia delante, pero Sirius lo agarró por el pecho y lo echó hacia atrás.
—Déjenmelo a mí. ¡CORRAN!
Oí un terrible gruñido. La cabeza de Lupin se alargaba, igual que su cuerpo. Los hombros le sobresalían. El pelo le brotaba en el rostro y las manos, que se retorcían hasta convertirse en garras. A Crookshanks se le volvió a erizar el pelo. Retrocedió, Presidente Besos en mis brazos dio un maullido lastimero.
Mientras el licántropo retrocedía, abriendo y cerrando las fauces, Sirius desapareció del lado de Harry. Se había transformado. El perro grande como un oso saltó hacia delante. Cuando el licántropo se liberó de las esposas que lo sujetaban, el perro lo atrapó por el cuello y lo arrastró hacia atrás, alejándolo de Ron y de Pettigrew. Estaban enzarzados, mandíbula con mandíbula, rasgándose el uno al otro con las zarpas, quise llorar.
—¡No!—chillé, pero ¿que podia hacer yo contra un licántropo?—. Escúchame bien Morgana si tienes algun poder magico oculto y poderoso este es el momento!
Pero nada pasó, ningún poder oculto salió de mi y me volví más desesperada , en especial cuando
Pettigrew había saltado para tomar la varita caída de Lupin. Ron, inestable a causa de la pierna vendada, se desplomó en el suelo. Se oyó un estallido, se vio un relámpago y Ron quedó inmóvil en tierra. Otro estallido: Crookshanks saltó por el aire y volvió a caer al suelo.
—¡Expeliarmus! —exclamó Harry, apuntando a Pettigrew con su varita. La varita de Lupin salió volando y se perdió de vista—. ¡Quédate donde estás! — gritó Harry mientras corría.
Demasiado tarde. Pettigrew también se había transformado. Vi su cola pelona azotar el antebrazo de Ron a través de las esposas, y lo oí huir a toda prisa por la hierba.
—¡COBARDE!—le grite.
Luego se escuchó un aullido y un gruñido sordo. Al volverse, vi al hombre lobo adentrándose en el bosque a la carrera.
—Sirius, ha escapado. ¡Pettigrew se ha transformado! —gritó Harry.
Sirius sangraba. Tenía heridas en el hocico y en la espalda, pero al oír las palabras de Harry volvió a salir velozmente y al cabo de un instante el rumor de sus patas se perdió.
Los tres nos acercamos aprisa a Ron.
—¿Qué le ha hecho? —preguntó Hermione.
Ron tenía los ojos entornados, la boca abierta. Estaba vivo. Oía su respiración. Pero no parecía reconocernos.
—No sé. Pero al menos respira—dije, luego vi a nuestro alrededor; Black y Lupin habían desaparecido... No había nadie cerca salvo Snape, que seguía flotando en el aire, inconsciente.
—Será mejor que los llevemos al castillo y se lo digamos a alguien —dijo Harry, apartándose el pelo de los ojos y tratando de pensar—. Vamos...
Oímos un aullido que venía de la oscuridad: un perro dolorido.
—Sirius —murmuró Harry, mirando hacia la negrura. No tuve que ver si me té para saber en lo que estaba pensando , a juzgar por sus gemidos, Black se hallaba en apuros.
Harry echó a correr; mire a Hermione alarmada.
—Quédate con Ron—le oredene, mientras dejaba a Presidente Besos junto a Crookshanks, él maullo y me vio sin entender lo que estaba pasando.
—Laila...
—¡QUEDATE CON RON!—grité apuntándole, antes de seguir a Harry, corriendo lo mas rápido que podía para poder alcanzarlo, una vez lo logre, estaba jadeando pero nos detuvimos por un segundo una vez no vimos mas rastro de los dos, pero un aullido parecía proceder de los alrededores del lago. Corrimos en aquella dirección y un escalofrío me recorrió toda la espalda, sintiedo un frió intenso y queriendome abrazar a mi misma.
Aléjate escuche la voz de Morgana en mi cabeza.
¡Laila, alejate!
El aullido se detuvo. Al llegar al lago vi por qué: Sirius había vuelto a transformarse en hombre. Estaba en cuclillas, con las manos en la cabeza.
—¡Noooo! —gemía—. ¡Noooooo, por favor!
Di un paso atras al ver lo que eran; Eran los dementores. Al menos cien, y se acercaban a nosortos como una masa negra. Escuchaba los latidos de mi propio corazón como un tambor constante, sintiendo que mi corazón iba a explotar en cualquier segundo, por cada lado, por cada salida que trataba de encontrar un dementor la bloqueaba, mas oscuridad y mas dementores...Nos estaban rodeando...
—¡Laila, piensa en algo alegre! —gritó Harry levantando la varita—¡Expecto patronum! ¡Expecto patronum!
Algo feliz, algo feliz, algo feliz, ¡Vamos Scamander piensa en algo feliz! ¿que podia hacer? ¿Cuando llegó mi carta de Hogwarts? ¿Cuando mi abuelo me mostro su maleta? ¿Cuando mi abuelo me había dado a Gabe? no! ¿Saber que Sirius esra inocente...?
Black se estremeció. Rodó por el suelo y se quedó inmóvil, pálido como la muerte.
«Piensa positivo, Laila, piensa positivo, Harry se iria vivir con Sirius, te irias a vivir con tu padre!»
—¡Expecto patronum! ¡Expecto patronum!
—¡Expecto...! —susurré tratando de hacerlo también, pero nada salia de mi varita—. ¡Expecto... patronum!
Pero no era capaz. Los dementores se aproximaban y ya estaban a tres metros escasos de nosotros. Trague el vomito que me subia por la garaganta, formaban una sólida barrera en torno a Harry y a mi, y seguían acercándose...
—¡EXPECTO PATRONUM! —gritó Harry, intentando rechazar los gritos de sus oídos—. ¡EXPECTO PATRONUM!
Un delgado hilo de plata salió de su varita y bailoteó delante de él, como si fuera niebla. Deje de intentar, bajando mi varita, suspire profundamente antes de tomar la mano de Harry y entrelazarla con la mía, él me vio confundido, pero yo solo negue con la cabeza, me estaba a punto de desmayar, y me sentia tan debil que lo unico que queria hacer era acostarme en el suelo y dormir por mucho tiempo.
—¡Expecto...! ¡Expecto patronum!--Harry seguia intentando, pude ver su mente, el pensamiento constante en su cabeza que le hacia seguir luchando Sirius era inocente, inocente... «Todo saldrá bien. Voy a vivir con él y Laila. Seremos uan familia...»
—¡Expecto patronum! —dijo entrecortadamente.
A la débil luz de su informe patronus, vio detenerse un dementor muy cerca de él. No podía atravesar la niebla plateada que Harry había hecho aparecer, pero sacaba por debajo de la capa una mano viscosa y pútrida. Hizo un ademán como para apartar al patronus.
—¡No... no! —exclamó Harry entrecortadamente—. Es inocente. ¡Expecto patronum!
Le apreté la mano mientras ambos comenzabanos a caer de a poco al suelo, senti mis rodillas rasparse contra la hierba mojada, puntos de colores bailaban por todo mi campo de vision, y el dementor más cercano parecía haberse fijado en nosotros. Levantó sus dos manos putrefactas y se bajó la capucha.
En el lugar de los ojos había una membrana escamosa y gris que se extendía por las cuencas. Pero tenía boca: un agujero informe que aspiraba el aire con un estertor de muerte.
—Cuatro ojos...—murmuré—. No me siento bien...
Ya no veia nada, de un segundo a otro solo veía negro sin embargo seguia consciente, sentí mucho pero mucho mas frio, lo único que podia sentir era la mano de Harry que me la apretaba tan fuerte como podia, que casi me quebraba los dedos, sin emabrgo ya ni tenia fuerzas para sostenerle la mano.
🌙
Desperté agitadamente, estaba sentada en un sillón morado con dorado, trague viendo a mi alrededor, por todos lados, frente a mi, había una mesita con una charola de plata y dos tazas de té, y Justo viéndome estaba aquella mujer de cabello negro y ojos verdes llamada Morgana, sorbió un poco de su té y me vio con una ceja alzada.
—Te dije que te alejarás—Ella me regañó, luego tomó otro sorbo—. Sírvete, tomas con cuantas cucharadas de azúcar? ¿Dos?
—Cinco—respondí todavía un poco incrédula, ella alzó las cejas y le puso cinco cucharadas excesivamente generosas de azúcar; justo como me gustaba, lo revolvió y me lo tendió, yo lo tome viéndola confundida.
—¿Donde estamos?—pregunté, viendo con más detenimiento, había una cama enorme, al igual que un espejo, todo era de seda y bonito, la habitación digna de una reina.
—En mi antigua alcoba—ella respondió sencillamente, traté de recordar lo que había pasado; los dementores, mi padre a punto de morir por las peores criaturas, mi mano con la de Harry, como había tratado de hacer su patronus, y habíamos fallado estrepitosamente, el frío, los escalofríos y temblores...
—¿Todo esto es real?—pregunte frunciendo el ceño.
—Mmmm...estamos en tu mente—ella respondió.
—Ah...genial, estamos tomando el té mientras me estoy muriendo? Al igual que mis seres queridos? ¡Por Merlín!—dije suspirando.
—Te agradecería si no usaras su nombre aquí—ella hizo una mueca.
—Lo siento, ¿pero estoy muerta? ¿Ya me estoy muriendo?—pregunté por qué ya no me sentía tan mal.
—Nah, estamos a salvo—ella se encogió de hombros—. Solo tienes que descansar.
Cuando iba a abir la boca, ella me interrumpió.
—Tu Harry está bien.—me aseguró.
—¿Y Sirius?
Ella se encogió de hombros.
—Por lo que sé tú amigo está vivo.
—¿Tu me salvaste?—pregunté—. Por qué ya era tiempo.
Ella negó con la cabeza,
—Todavía no alcanzamos ese nivel de poder querida, ojalá hubiera sido yo, pero en realidad fue un encantador ciervo—ella dejó su taza de té en la charola y yo hice lo mismo.
—¿Un ciervo?
—Alguien hizo un patronus y los salvo—explicó—. Y ahora cuando despiertes tendrás un horrible dolor de cabeza por no escuchar, querida.
—¿Así que haremos esto? ¿Tomaremos el té mientras estoy desmayada junto con mi padre que es un ex convicto y mi mejor amigo casi muerto? ¿Esperando que alguien nos encuentre?
—Ya estás a salvo, Laila.
🌙
—Black los había encantado. Me di cuenta enseguida. A juzgar por su comportamiento, debió de ser un hechizo para confundir. Me parece que creían que existía una posibilidad de que fuera inocente. No eran responsables de lo que hacían. Por otro lado, su intromisión pudo haber permitido que Black escapara... Obviamente, creyeron que podían atrapar a Black ellos solos. Han salido impunes en tantas ocasiones anteriores que me temo que se les ha subido a la cabeza... Y naturalmente, el director ha consentido siempre que Potter goce de una libertad excesiva.
—Bien, Snape. ¿Sabe? Todos hacemos un poco la vista gorda en lo que se refiere a Potter.
—Ya. Pero ¿es bueno para él que se le conceda un trato tan especial? Personalmente, intento tratarlo como a cualquier otro. Y cualquier otro sería expulsado, al menos temporalmente, por exponer a sus amigos a un peligro semejante. Fíjese, señor ministro: contra todas las normas del colegio... después de todas las precauciones que se han tomado para protegerlo... Fuera de los límites permitidos, en plena noche, en compañía de un licántropo y un asesino... y tengo indicios de que también ha visitado Hogsmeade, pese a la prohibición.
—Bien, bien..., ya veremos, Snape. El muchacho ha sido travieso, sin duda.