-¿Y cómo te fue Jungkook? –el chico en el asiento trasero levantó la vista para ver los ojos de su padre a través del espejo retrovisor, sonriendo un poco con timidez.
-Uh, bien, creo.
Hoseok, con su cabeza apoyada en el vidrio de la ventana, se acomodó en su lugar y volteó a ver a su padre, ocupando el asiento copiloto –Kookie lo hizo genial –aclaró volteando a ver a su hermano menor con una sonrisa orgullosa-, el maestro le aceptó, tendrá que ir a practicar un poco más estos días pero todo está bien.
-¿Es cierto? –quiso saber Namjoon, le gustaría que su hijo más pequeño fuese quien contara aquello con emoción.
El chico asintió algo cohibido –Dijo que no tendré el solo que Hoseok hyung tenía, pero me dijo que bailo muy bien. –se encogió de hombros.
-Desde pequeño también te felicitaba el maestro, ¿Recuerdas? –preguntó su padre a lo que el de 14 río asintiendo, suspirando antes de dejarse caer y acostarse en el asiento de atrás. Le había gustado bailar, lo había disfrutado así como de los halagos del profesor a pesar de que empezó bailando con pena, pero al final se desenvolvió sin problema alguno, recibiendo aplausos del profesor y de Hoseok, los únicos presentes al principio.
Así como le dijo Namjoon antes, Hoseok se tomó en serio eso de supervisar a su hermano, se mostró serio observándole con completa atención, no perdiéndose ni un solo detalle y haciéndole parar cada que se equivocaba por los nervios. Jungkook le temió por un momento a su hermano, estaba muy serio.
Pero cuando acabó de bailar la coreografía completa sin errores, su hermano mostró una de esas sonrisas grandes en las que sus mejillas se elevaban y aparecían sus hoyuelos, aplaudiendo orgulloso y felicitándole antes de bromear con el maestro diciéndole que le entregaba a un chico de oro que hacía todo bien.
Jungkook no pudo evitar avergonzarse más, pero disfrutando mucho del momento. Esperaron a que llegaran el resto de compañeros, unos llevando regalos a Hoseok para que se sintiera mejor junto a palabras de apoyo, y dándole la bienvenida a Jungkook con alegría. El apodado Hobi se quedó sentado detrás del maestro viendo como el ensayo se llevaba a cabo con Jungkook, su hermanito, entre sus amigos y no pudo evitar sonreír, su hermano era una estrella brillante con mucho potencial.
Para cuando el ensayo terminó, Namjoon ya les esperaba para irse a su hogar, ayudando a Hoseok a andar con las muletas que les prestó un familiar. Al muchacho le costaba trabajo andar y mantenerse de pie, pero estaba aprendiendo.
-El profesor dijo que seguramente mi ropa para el concurso podría quedarle a Kookie, así que podría usarla para no comprar otro cambio. –le contó el de sonrisa de corazón a su padre, quien comparó los tamaños, si bien Hoseok no era muy alto y Jungkook no distaba mucho de su altura, no estaba seguro de que fuera conveniente ello.
-Eso lo veremos, no queremos que los pantalones se le caigan a media presentación –rió junto a Hoseok, el adulto volteando a ver a su hijo que mantenía una expresión seria, su vista fija en la ventana-, Jungkook, ¿Qué opinas?
No pareció oírle, eso lo confirmó el adolescente de 18 años cuando volteó a ver a su hermano, estirándose para picarle el costado -¡Eh! –se sobresaltó.
-Appa te preguntó algo.
Nervioso, el menor se sentó correctamente y dijo lo que creía sería la respuesta que buscaba –No tengo problema con venir mañana a la academia luego de la escuela, ya se acabó mi castigo.
Namjoon rió negando con su cabeza, prefiriendo no preguntar pues la respuesta a su pregunta no le parecía de importancia de momento. Cuando llegaron a su hogar, Namjoon fue el primero en bajar, rodeando el vehículo para ofrecer su ayuda a Hoseok, Jungkook le sostuvo las muletas mientras apoyaba su pie sano en el suelo, dando apenas unos saltos aferrado a los hombros de su padre antes de tomar las muletas y usarlas de manera incómoda.
-Ya te acostumbrarás –Nam intentó reconfortar a su hijo caminando a su lado-, ¿Recuerdas cuando tu padre uso unas?
Hoseok asintió entrando a su hogar, concentrándose más en avanzar seguro que en responder en voz alta –¡Yo me acuerdo!, se quedaba conmigo toda la mañana y nos poníamos a ver películas o a jugar. –suspiró Jungkook cargando las bolsas de regalo para Hoseok, recordando como amaba estar solo con su padre antes de que llegaran sus hermanos de la escuela y le quitarán la atención de su padre.
-Me refería a cómo le costó adaptarse a las muletas –apuntó entre risas el adulto, cerrando la puerta de su hogar-, luego de unas semanas, casi hasta corría.
-Sí me acuerdo. –susurró Hoseok suspirando cansado, dirigiéndose a la sala.
-Hola hyung, hola appa, hola Kookie. –saludó Taehyung sentado en el suelo con Yoongi a su lado, el mayor de rodillas en la mesa ratona haciendo su tarea con la compañía de Taehyung. Debería estar en su habitación, pero prefería estar abajo para estar más cerca de su hermano por si necesitaba algo.
-Hola –Hoseok dijo, llegando al sillón para sentarse con dificultad, quejándose porque su pie dolió al tocar un poco el suelo. Jungkook lo notó y fue a tomar un banco que tenían en el baño para cuando necesitaban tomar algo que se encontraba a una altura que no alcanzaban, trayéndolo consigo para que su hermano apoyara su pie lastimado ahí sobre una almohada-, oh, gracias Kookie.
Namjoon miró la escena mientras tomaba sus cosas para irse a la compañía, disfrutando del cuadro cuando Jimin bajó las escaleras cantando y llamando su atención -¡Appa! –gritó contento al verle y corrió a sus brazos, el mayor riendo y abrazando a su hijo- ¿Quiere comer algo rico? Le ayudé a appa Jin a hacer un pastel ¡Debe probarlo! –se separó de él y se fue hacia la cocina para cortar un trozo de la tarta, tomando un plato pequeño y sirviendo antes de darse la vuelta y dárselo a su padre que recién entraba a la cocina.
-Gracias Jiminnie.
El chico asintió contento y se dirigió a la puerta para gritarle a sus hermanos -¿Alguien quiere pastel?
-¡Yo! –Tae levantó su mano, riendo porque ya había comido su porción rato atrás, y Jin le dijo que era suficiente hasta la hora de la cena.
-Tú no comerás nada dulce, te va a doler el estómago. –Taehyung bajó la mano haciendo una mueca por las palabras de Yoongi, bufando después.
-Bueno, entonces creo que Hobi y Kookie deben probar lo que hiciste Jiminnie. –animó el de sonrisa cuadrada, teniendo en mente pedirles un poco a sus hermanos. El cachetón asintió regresando a la cocina, casi chocando con Seokjin quien estaba por también entrar.
Los dos rieron e ingresaron, el menor yendo al pastel para servir más, y el adulto acercándose a su esposo que se encontraba sentado degustando de su rebanada –Les quedó muy bueno. –halagó sin dejar de masticar, a lo que Seokjin río sentándose a su lado.
-Gracias –pronunció y le empezó a acariciar el brazo, los momentos incómodos habían disminuido tanto que casi desaparecían, ya casi no estaban presentes, pero Jin seguía pensando que necesitaban algo. Comenzó a acariciarle el brazo-, ¿Vas a ir al trabajo ahora?
Namjoon asintió –Sí, Jinnie, ya terminé la canción pero hay más trabajo que nunca por el álbum –suspiró volviendo a dirigir un trozo de la tarta a su boca-, quizá regresé tarde del trabajo.
-¿Qué dices si te llevo y voy por ti? –preguntó el castaño con una pequeña sonrisa- Podría dejarte en el trabajo, y cuando salgas me llamas.
Namjoon rió, viéndolo como algo innecesario –Sería dar una vuelta en vano, yo me llevó la camioneta y ya está, ¿O la necesitas? –eso cambiaría las cosas, pero Seokjin negó a lo que su esposo siguió pensando lo mismo- Entonces no te preocupes, regresaré tan pronto como pueda, Yoongi va conmigo.
-De acuerdo. –sonrió Seokjin ligeramente, riendo al recibir un cariñoso beso de parte del menor en su frente cuando se levantó a dejar los trastes sucios. Esos pequeños detalles le gustaba a Jin mucho, pero de momento era lo máximo que recibía, así que seguía sintiendo que debía hacer algo para su esposo.
Notando esa expresión concentrada, Namjoon se acercó de nuevo y le acarició sus hombros –No estés tan tenso, ¿Por qué mejor no planeas algo para todos? Dime a dónde te gustaría que fuéramos a comer este fin de semana y les llevaré, ¿Qué dices?
-Digo que te amo –pronunció levantando la cabeza, sonriendo tan grande como su esposo y recibiendo gustoso ese corto beso en sus labios-, ve con cuidado. –le dijo al verle alejarse hacia la puerta de la cocina.
-Lo haré, vámonos Yoongi.
-No... apenas iba a hacer mi tarea. –Taehyung se quejó con un puchero al ver a su hermano mayor comenzar a rejuntar sus cosas para irse con su padre, metiendo a escondidas el libro de Taehyung para contestarle las páginas que le habían dejado, la tarea más pesada.
-Tú puedes con el resto. –le animó antes de despedirse de todos sus hermanos, marchándose detrás de su padre para irse al trabajo. Pasados unos segundos, Taehyung sonrió y tomó sus cuadernos para guardarlos, no pensaba hacer su tarea, ya tendría quien se la pasara en clases. Jimin rió al notar eso y negó con su cabeza, llamándole tramposo.
Jungkook no les hizo caso, seguía comiéndose feliz el trozo de pastel que le trajo Jimin, mientras a su lado estaba Hoseok, picando nada más la rebanada –No tengo hambre, aunque se ve delicioso Jiminnie. –dijo regresándole el plato. El cachetón lo aceptó mirando a su hermano mayor con un leve puchero, no era difícil notar que se encontraba triste.
-¡Yo sí lo quiero, Jiminnie! –exclamó Tae estirando su brazo sano para aceptarlo, tarareando feliz cuando lo obtuvo y pudo comer más. Ignorando aquello, el cachetón se sentó al lado de su hermano y le pasó un brazo por los hombros, suspirando triste cuando notó que Hoseok se inclinó recostándose en él, sintiéndose tan decaído.
-Yo realmente quería bailar en la presentación, Jimin. –le confesó en un susurro, aunque eso no era algo que no se supiera.
Jungkook escuchó y aquello le provocó culpabilidad, le quitó el apetito. Dejó su plato en la mesa ratona, lamentablemente al alcance de Tae pero no notó ello –Hyung –le llamó a Hoseok-, si quieres puedo decirle que no al maestro.
Hoseok rió con fuerza, negando con su cabeza –Claro que no Kookie, lo hiciste genial y te gusto, ¿Cierto?
Mucho, el menor asintió seguro » ¿Ves? Anda sigue, que me siento muy orgulloso de verte bailando ¡Yo te enseñé esos pasos! –le pellizcó la mejilla- Kookie tierno, pequeño Kookie.
-¡Yah hyung! –se apartó entre risas empujando las manos de su hermano que le estaban apretando las mejillas, forcejearon entre risas un rato hasta que la calmada voz de su padre se escuchó.
-Estaré arriba por si me necesitan, ¿Sí? –apuntó a las escaleras, sus cuatro hijos asintiendo a la vez y haciendo reír al hombre quien les lanzó un beso de manera inesperada sacándoles risas a sus hijos. El adulto subió pensando en la escena que había visto y en las palabras de su marido, obviamente Hoseok se sentía decaído. Quizás debería planear algo para contentar al chico con sonrisa de forma de corazón.
Jungkook vio a su padre desaparecer al llegar a la cima de las escaleras, entonces suspiró y volteó para ir a por su pastel, o donde debía estar su pastel pero no había nada. Su plato estaba vacío, y Taehyung reía con una mano cubriendo su boca.
-¡Hyung!
Taehyung siguió riendo divertido, Jungkook decidió olvidarlo y se recostó en el sillón mientras oía a Jimin y Hoseok ponerse a platicar de la práctica, lanzándole preguntas de vez en cuando que respondía con fingida flojera. En realidad, estaba pensando en otra cosa, había estado dándole vueltas y pensaba que era momento de confesárselo a sus hermanos.
Mientras tomaba valor, los hermanos de 16 prestaban su atención a los ojos húmedos de Hoseok, no decía nada ya pero lucía tan triste, decepcionado de sí mismo. Sentía que había arruinado por completo esa oportunidad de bailar a nivel nacional, y aunque el maestro aseguraba que su lugar estaba seguro, Hoseok no se sentía capaz de volver a bailar luego del vergonzoso momento.
-Oigan –Jungkook se sentó derecho y empezó a hablar-, yo... quiero contarles algo a ustedes primero, uhm –se acomodó en su lugar, luciendo nervioso. No le era difícil mentirle a sus hermanos, lo había hecho tantas veces pero siempre existía una pequeña culpabilidad que le incomodaba, y luego de mantener ese secreto sentía que era el momento de decir la verdad. Al menos a los presentes-... yo... bueno hablé con Yugyeom y él –el grito de Tae le interrumpió.
-¡Ya sé! –y se levantó para irse corriendo, demostrando no le estaba poniendo toda su atención al menor. Los tres siguieron con la mirada al adolescente que corrió escaleras arriba sin importarle su brazo, con Jungkook mirándole con el ceño levemente fruncido.
-¿Qué querías decirnos Kookie? ¿O es importante que Tae esté aquí? –preguntó Jimin.
Negó, pero apenas iba a volver a hablar, los tres escucharon como gritó el nombre del menor de los hermanos. Jungkook suspiró y se puso de pie para ir con él, ambos regresando con un tapete muy grande que le habían comprado a Taehyung meses atrás y con las pinturas de este.
Con su ayuda y la de Jimin, Tae les pidió que quitarán la mesa ratona y extendieran el tapete para sentarse contento -¡Hyung, debe venir!
-¿Yo? –Hoseok preguntó frunciendo el ceño- ¿Para qué?
-¡Venga!
Lucía emocionado, así que Hoseok accedió moviéndose lentamente y con cuidado, deslizándose para acabar sentado sobre el tapete junto a su hermano. Taehyung sacó sus pinturas y brochas, confundiendo a Hoseok hasta que le vio acercar el pincel con pintura azul en sus hebras a su pierna -¿¡Qué vas a hacer!? –exclamó alarmado.
-Voy a decorar las vendas, ay hyung, es obvio –movió el pincel azul en su mano derecha, volvió a acercarse cuando Hoseok le pegó en la muñeca- ¡Hyung!
-¡Qué no Taehyung! ¡No es un yeso, es una venda!
-¿Y? –preguntó haciendo un puchero- Anda hyung, por favor, prometo hacer algo muy muy bonito para que te guste y no te sientas tan triste al ver tu pie.
Escuchar eso hizo que el corazón de Hoseok se encogiera de ternura, dejando de estar tan a la defensiva. Quizás no era mala idea, después de todo, su hermano lo hacía con intenciones de hacerle sentir mejor. Mientras parecía pensarlo, Tae agregó » Y yo dejaré que pinte lo que quiera ne mi yeso.
-¿Aunque dibuje mal? –preguntó con diversión, aumentando su sonrisa al ver a Taehyung asentir.
-¡A mí me va a gustar lo que sea que dibuje hyung!
Y con eso le convenció por completo. Hoseok recargó su espalda en el sillón y dejó la pierna estirada en dirección a Taehyung quien empezó a pintar el vendaje con concentración, los dos mirando al mismo punto con sonrisas. Jungkook miró la escena, dando por hecho que lo mejor sería no hablar, en vez de eso se dio la vuelta listo para ir a su cuarto cuando Jimin le llamó la atención preguntándole a donde iba.
-Voy a ver si Yugyeom quiere jugar en línea. –y con eso se fue, dejando a Jimin con dudas dentro de su cabeza. ¿Qué habría sido eso que quiso decirles el menor? ¿Acaso él y Yugyeom les ocultaban algo? Jimin entrecerró sus ojos, pensando que estaría muy atento a su hermano menor. Suspiró y se fijó en sus hermanos, los cuales por supuesto que seguían en sus cosas ignorando lo que sospechaba Jimin.
-¡No me pintes los dedos! –soltó una carcajada Hoseok cuando la brocha pasó por su dedo gordo, Taehyung también río y pintó de verde el dedo pequeño del pie de Hoseok -¡TAEHYUNG!
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Se suponía que este capítulo iba a estar para el lunes pasado pero me enfermé y aparte pasaron cosas que me impidieron escribir, así que apenas lo publico hoy miércoles. Que no ha pasado tanto tiempo, pero sí es verdad que quería que fuera el lunes para compartirles lo del concurso.
Así es, si no lo vieron en Instagram, hay un concurso de portadas que se acabaría el viernes, pero debido a que recién les avisó este miércoles aceptaré también portadas el sábado. No importa, por la noche les diré el ganador.
Les animó a que participen y me manden sus trabajos por Instagram o por correo, estaré feliz de recibir sus portadas ¡Ojalá participen!
Ahora sí me retiro, gracias por leer ¡Les amo mis galletitas!