- ¡Feliz cumpleaños!
Paul y Kristen están parados frente a Kimberly, quién se encuentra en su cama, con un paquete en las manos. La rubia se destapa y sonríe con emoción abrazándolos.
- Mi niña - solloza su madre cuando ella se apoya en su hombro. - Los quince serán uno de los mejores años.
- Toda una aventura - completa ella.
- Toma tu regalo - le entrega Paul el paquete. Es bastante grande y se pregunta que habrá allí. Kimberly lo toma y le pesa. Lo apoya en el escritorio y lo abre. - Espero que te guste.
- ¡No puedo creerlo! - exclama la rubia llevándose las manos a la boca cuando ve a un hermoso cachorro que sacudía su cola. Es un poodle de color marrón muy clarito y Kimberly lo agarra para alzarlo a los aires. - ¡Eres un hermoso cachorrito!
El cachorro le lamió la cara y empezó a acariciarla con su rostro. Kimberly se sienta en la cama y le rasca detrás de las orejas mientras él se tira boca arriba.
- ¡Gracias, gracias, gracias! - corre a abrazar a sus padres. - No me lo esperaba...
- ¿Y cómo vas a llamarlo?
- Liam - responde con orgullo. Pero sus padres la miran confundidos. - Es mi favorito de One Direction.
Liam comienza a saltar para llamar la atención y Kimberly lo abraza feliz. De repente, suena el timbre. Después de unos segundos, su madre baja a abrir y aparece Peter con una sonrisa en su rostro. Esta vez fue él quien la abrazó con mucha fuerza mientras que ella mantenía sus brazos pegados contra el pecho. Hasta que su mejor amigo la mira por unos segundos y siente esa necesidad de besarla.
- No te separes de mí - lo arrima ella nuevamente y él se apoya sobre su hombro. Paul y Kristen los observan con ternura. - Me alegro que estés aquí, ¡mira!
Levanta a Liam y Peter abre los ojos sorprendidos pero no deja de sonreír y lo acaricia detrás de las orejas mientras que él lo lame.
- Qué lindo es... - dice Peter mirándola a los ojos cuando ella no despega la vista de él. - Te traje algo... No es tan grande como esto... Es decir, yo quiero que te guste pero... Igual...
- Ya dámelo - lo interrumpe la rubia tomando la bolsa que está en las manos de Peter y él espera. La abre y hay una pequeña caja. Kimberly mira por un segundo a su mejor amigo para luego observar atentamente su hermoso regalo. Es un collar dorado con una estrella del mismo color. Es idéntica que la que posee su traje de Marvel Girl y se queda inmóvil. - Es bellísma...
- ¿Enserio te gusta?
- Me encanta - apreta sus labios Kimberly dándose la vuelta y entregándole el collar a Peter para que se lo coloque alrededor del cuello. Paul y Kristen se retiran y Peter se lo ata corriendo su cabello de lado. Kimberly toca la estrella y se gira: - ¿Cuánto te ha salido esto, Pete?
- Eso no importa...
- No deberías haber gastado tanto...
Peter ha ahorrado cada centavo de su dinero para comprarle ese collar diseñado precisamente para su mejor amiga. Solo alza los hombros y se quedan mirándose unos segundos. Peter le corre un cabello de su rostro mientras que Kimberly se acerca a él y quedan pegados nariz con nariz. A ambos le laten el corazón con mucha velocidad y el morocho se resiste a no besarla. Qué bonito sería si te encantara como me encantas a mí, piensa Peter.
- Gracias, Peter, la usaré siempre.
- Me alegro mucho que te haya gustado... - sonríe él y se separan antes de que el impulso los domine. Observa que la rubia, por alguna razón, está mal y la toma de los hombros levantándole el mentón para que lo mire a los ojos. - Ey... Dónde sea que esté tu hermana, ella está observandote... Ella desearía que vos estés feliz en tu cumpleaños... Cumples quince, Kim...
- Lo sé... - solloza y no puede evitar que se le escapara una lágrima. - Sólo quisiera saber por qué, si está viva, no ha venido a buscarme... Ya no le importo...
- Cuando las cosas están mal, no dudes en decirme, yo siempre estaré para ti... - la abraza fuertemente y a ella le cae una lágrima en su hombro. - Quería saber si deseas hacer algo nosotros dos, solos... Estaba pensando en ir a KFC como es tu restaurante favorito... Y luego podíamos ir a dar una vuelta por la ciudad...
- Me encantaría.
Toma su bolso, saluda a sus padres y su teléfono suena. Es un mensaje de Flash, su novio: «Feliz cumpleaños, Kim, nos vemos en la noche». No le responde. Este es un momento para ella y Peter, sin novios, sin padres, sin nadie que los interrumpa.
Hacia KFC hablan de la vida y de cómo se conocieron, cantan canciones y se ríen de sus recuerdos. Aunque hayan pasado los años, Peter no se deja de sorprender de la belleza de Kimberly. Su sonrisa, su cabello, sus labios, sus ojos. Hasta se ha enamorado de su forma de hablar, de ser y de ver las cosas.
Luego, Peter y Kimberly van por un callejón mientras que el morocho se coloca la máscara de Spider-man y la toma de la cintura a su mejor amiga, dando un salto y columpiandose con sus telarañas.
- ¡Esto es increíble!
La rubia se aferra con sus dos manos al cuello de Peter y rodea su cuerpo con las piernas para no caer. El morocho niega con aire divertido y Kimberly grita llamando la atencion de todos.
...
- Y recuerda, hija, cuida la casa que está recién nuevita.
Kimberly se encuentra hablando con sus padres adoptivos en el sillón de su hogar, el cual ha sido reparado justo para esta noche. La rubia asiente con seguridad. Ya están llegando sus invitados y saca las bebidas apagando las luces. Peter ya estaba ahí desde el principio pero se va alejando cuando ve a Flash llegar. El rubio va directo a su novia elevándola en sus brazos.
- ¡Whoa! - exclama ella riendo. - Que linda camisa.
- Gracias, tú también te ves hermosa - la alaga él. - ¿Recuerdas ese día que pasamos por una librería y me dijiste que querías "El Gran Gatsby"? Bueno, aquí está, tus gustos por los libros clásicos.
- ¡Gracias, Flash! - lo abraza y toma el libro oliendolo como hace siempre. Aunque su regalo favorito no deja de ser el de Peter.
Los próximos días para la Kimberly de quince años fueron fabulosos. Las vacaciones de invierno empezaron ese mismo 19 de Diciembre y fue como un anillo al dedo. Las Navidades pasaron y 2017 ha llegado. Un nuevo años con nuevas oportunidades y desafíos.
Todo había ido tranquilo, sin Doctor Octopus, ni ninguna explosión. Solo robos o algún asalto callejero en el cual Kimberly y Peter siempre ayudaron. Hasta hoy.
Se encuentran en el centro comercial cuando se oye algo muy extraño. Para la suerte de los dos adolescentes, la rubia logra oírlo antes y avisar a todos. El doctor Octopus ha aparecido y Marvel Girl y Spider-man están listos para pelear.
- ¿No me esperaban? - pregunta asustando a la gente mientras corren de un lado a otro. - ¡Ahora que sé sus identidades no hay forma de escapar!
- ¡No vas a detenernos!
Ya no hay nadie en el centro comercial pero Kimberly percibe que algo malo está por pasar. Comienza con sus rayos electromagnéticos amarillos y Peter lo enrrollaba con telarañas.
- ¡Kimberly Danvers, ya sé que eres tú!
- ¿Por qué hace esto?
- ¡Quiero el poder, soy mi propia creación y voy a hacer que el mundo sea igual a mí dominando la tecnología! - grita Octopus saliendo del centro comercial y Kimberly y Peter lo siguen. Van combatiendo por toda la ciudad hasta llegar a un lugar más oscuro, una casa que parece estar deshabilitada.
- ¿Cómo descubriste quién soy? - le pregunta la rubia esquivando sus golpes.
- ¡Fue tan fácil! - ríe él como el villano que es. - ¡La mejor amiga de Peter Parker, May siempre hablaba de ustedes y su amor que tienen!
Kimberly ha logrado distraerlo y Peter se ha escondido en la parte de arriba de la casa cuando se ha llegado a llover. La rubia encendió sus manos y Spider-man cae rompiendo el vidrio pero Octopus lo atrapa. Los ojos de Kimberly se abren como dos platos y su corazón late rápidamente.
- ¡Bajalo ya! - le suplica Kimberly alzando sus manos pero el doctor la detiene con la mirada. - ¡No tienes que hacer esto!
Frente al rostro de Kimberly, el doctor Octopus le muestra a la rubia a su mejor amigo. Lo ahorca con sus brazos y él no puede decir ni una sola palabra.
- Tienes dos opciones: o dejás que tu mejor amigo muera... o me entregas tus poderes.
Todo el cuerpo de Kimberly comienza a sudar y da vueltas en su lugar al mismo tiempo que observa a Peter. Llora, se toma la cabeza y está preparada para disparar. Pero sabe que si lo hace, el morocho terminaría muriendo.
- N... No... L... Lo... A... Arriesgues... P... Por... M... Mí... - dice con la voz entrecortada Peter y ella apreta los labios.
Peter es su mayor debilidad. Su única al parecer. Lo puede dejar que le haga nada, si le pasa algo, ella nunca se lo perdonaría. Baja sus manos y el doctor Octopus ríe con maldad. Peter cae al piso y empieza a toser concentrándose en no desmayarse. Kimberly va corriendo hacia él y lo toma del rostro para asegurarse que está bien pero Octopus la toma llevándola a una máquina gigantesca donde la enganchó con varios cables. El morocho quiere detener lo que está pasando pero no puede mover ni un músculo de su cuerpo.
- Ahora, esta máquina me transferirá todos tus superpoderes... Tú solo debes resistir...
Al encender la máquina, Kimberly siente que su cuerpo va a estallar. Cada vena de ella siente una descarga eléctrica y la rubia ya está brillando por sus ondas electromagnéticas amarillas. El doctor Octopus no puede creer lo que está logrando hasta que Peter dispara con sus telarañas al botón de apagar. Los poderes no han sido transferidos pero Kimberly siente como si la hubiera atropellado un cohete. Antes de caer por los cables desconectados, su mejor amigo la atrapa y ella cierra los ojos en sus brazos.
- ¡No! - exclama el doctor Octopus cuando ve a los dos adolescentes escapar por los aires pero él no lo va a dejar pasar. Los persigue por la cuidad y Kimberly todavía está inconciente en los brazos de Peter. - ¡Malditos!
Observan un tren pasar y Peter decide aterrizar en el techo pero el doctor Octopus lo rompe. La gente que está allí, se corre muy asustados y la rubia se despierta al fin.
- ¡Kim! - se alegra Peter dándole un beso en la frente y corriendola a un costado mientras Octopus se acerca. - Quédate aquí...
- No... Yo puedo...
Traga saliva y le dispara con las manos en alto al doctor y él la mira sorprendido como nunca antes.
- ¡Osborn me ha quitado todo!
- ¿Y qué tienes contra nosotros?
Él no responde pero empieza a intentar atraparlos con sus brazos de metal. Pero el tren se ha descarrilado y están por caer. Kimberly logra pegarle elevándose y aterrizando en él. Finalmente, se queda desmayado en el piso. Ahora el problema es cómo detener el tren. Peter lanza una telaraña a un edificio por la derecha y otra por la izquierda y el tren va disminuyendo su velocidad. La rubia sale del tren y se pone frente a él deteniéndolo con sus manos. La gente se agarra de los postes y el tren solo se queda a unos metros del piso.
- Lo logramos... - suspira Peter y va en busca de su mejor amiga quién la oberva entrando nuevamente al tren. Al verla, corre a abrazarla y se levanta un poco la máscara para darle un beso en la mejilla. - No puedo creerlo...
- Enserio lo conseguimos... - dice Kimberly y ayudan a la gente a bajar.
Luego de esa lucha, el doctor Octopus fue llevado a la cárcel y Spider-man y Marvel Girl fueron reconocidos por toda la ciudad. Kimberly y Peter no pueden creer todo lo que han logrado y por fin tienen la total aceptación.
Ya han pasado dos meses desde aquel entonces y ya están a fines de enero. Marvel Girl sigue rescatando la cuidad como Spider-man y descubriendo más sus habilidades.
Un día de esos, Kimberly encuentra unos ladrones robando el banco. No está Peter con ella pero debe arreglar el crímen. Como es de esperarse, los detiene. Los eleva con sus rayos electromagnéticos y se caen contra el piso. De repente, siente que alguien está detrás de ella y gira lentamente.
- Marvel Girl, debemos hablar.
Era Capitán América quién se encuentra sonriéndole y esperando una respuesta pero ella solo puede regalarle una sonrisa con los ojos llenos de admiración.
Fin de la Parte 1
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Holaaaaaaa!
Oh, por Dios. Cuánto estaba deseando escribir este capítulo. Lo sé, fue muy largo pero es el final de la primera parte y bueno.
Bueno, espero que les haya encantado.
Ahora vamos a ver qué tal Civil War.
Besos,
Mel Barragán :)