Leyendo: "Harry Potter, una h...

By Mitologia_13

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Obviamente, se leerá la historia de Harry Potter en el pasado con las tres generaciones, pero será diferente... More

1. Volviendo al pasado (Parte 1)
2. Volviendo al Pasado (Parte 2)
4. Hogwarts.
5. Fortaleciendo nuestra amistad.
6. Halloween.
7. Quidditch.
8. Navidad.
9. Nicolas Flamel.
10. Norberto, el ridgeback noruego.
11. El bosque prohibido.
12. A través de la trampilla.
13. El hombre de las dos caras.
14. Gryffindor
15.Obligaciones en vacaciones.
16. Cumpleaños en la madriguera.
17. Borgin y Burken. (Parte 1)
18. Borgin y Burken (Parte 2)
19. De regreso a Howgarts (Parte 1)
20. De Regreso a Hogawrts (Parte 2)
21. Los "sangre sucia" y una voz misteriosa. (Parte 1)
22. Los sangre sucia y la voz misteriosa (parte 2)
23. El cumpleaños de Muerte (parte 1)
24. El cumpleaños de Muerte (parte 2)
25. Inscripciones en la pared (parte 1)
26. Inscripciones en la pared (parte 2)
27. Una blugger loca (Parte 1)
28. Una blugger loca (parte 2)
29. El club de duelo (parte 1)
30. El club del duelo (parte 2)
31. Poción Multijugos.
32. El diario secreto (parte 1)
33. El diario secreto (parte 2)
34. Cornelius Fudges (Parte 1)
35. Cornelius Fudges (Parte 2)
36. Aragog (parte 1)
37. Aragog (parte 2)
38.La cámara secreta (parte 1)
39. La cámara secreta (parte 2)
40. El Heredero de Slytherin. (Parte 1)
41. El Heredero de Slytherin. (Parte 2)
42. La recompensa de Dobby.
43. 1G vs 2G
44. Black.
45. El reencuentro.
46. Dementor (parte 1)
47. Dementor (parte 2)
48.Pozos de té y garras de hipogrifo.(Parte 1)
49. Pozos de té y garras de hipogrifo. (Parte 2)
50. El Boggart.
.51 La huida de la Señora Gorda.
.52 La derrota.
53. El Mapa de Merodeador.
.54 Sorpresa en Navidad.
.55 Patronus.
56. Gryffindor contra Ravenclaw
57. El rencor de Snape.(parte 1)
58. El rencor de Snape (parte 2)
59. La final de Quidditch.
60. La profecía de la Profesora Trelawney.
61. El perro, el gato y la rata.
62.Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta.
63. El Vasallo de Voldemort.
64. El beso del dementor.
65. El secreto de Hermione.
66. Más lechuzas mensajeras.
67. Último día.
.68. Disciplina mental.
.69. El traslador.
.70. Bagman y Crouch.
.71. Los Mundiales de quidditch.
.72. La marca tenebrosa.
.73. Alboroto en el Ministerio.
.74.El expreso a Hogwarts.
.75. El torneo de los tres magos.
.76. Ojoloco Moody.
.77. Maldiciones imperdonables.
.78.Beauxbatons y Durmstrang.
.79.El Cáliz de fuego.
.80. Los cinco campeones.
.81. La comprobación de las varitas.
.82. El colacuerno húngaro.
.83. La primera prueba.
.84.El Frente de Liberación de los Elfos Domésticos.
85. Una prueba inesperda.
86. El baile de Navidad.
87. La primicia de Rita Steeker.
88. El huevo.
.89. La Segunda prueba.
.90. El regreso de Canuto.
.91. La locura del Señor Crouch.
.92. El Sueño.
.93. El pensadero.
.94. La tercera prueba.
.95. Hueso, carne y sangre.
.96. Los Mortifagos.
.97. Priori Incantatem
.98. El suero de la verdad.
.99. Caminos separados.
.100. El comienzo.
SEGUNDA PARTE.

3. La mágica verdad.

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By Mitologia_13


N/A: Cuando escriba en negrita, es lo que estarán leyendo del libro y recuerden que en la historia me baso en los libros, pero también hay de mi parte.


- ¿Quieres que lea el primero? - me pregunta Hermione al ver que no abro todavía el libro.

- Gracias - le digo entregándoselo.

- Capítulo 1, La mágica verdad - empieza y veo la expresión confusa de mi padre - Un día más en ese infierno y eso que apenas tenía mis once años.

-¿Qué? - dicen varios bastante confundidos.

- No es lo que piensan, sigue leyendo Herms.

- Once años y ya consideraba mi vida un calvario. Nací en Estados Unidos y viví allí hasta mis tres años cuando regresamos a Londres, la ciudad natal de mis padres.

-¿Por qué naciste en América? - me pregunta mi abuela.

- Porque Voldemort nos estaba cazando y luego, cuando fue seguro regresamos.

- Ellos son asombrosos, papá se llamaba Frederick Gryffton, él trabajaba en una empresa, pero no sabía exactamente qué era lo que hacía y mamá se llamaba Marlene Gryffton, ella era ama de casa y la mejor cocinera que pudiera existir.

-¿Gryfton? ¿Cómo qué Gryfton? - me pregunta mi padre confundido.

- Al final del libro estará la explicación, no nos adelantemos a los hechos - le digo con calma.

 - Ambos eran excelentes padres, súper amorosos y protectores... ¿Entonces de qué me quejaba tanto? Mi problema era cuando estaba fuera de mi hogar, de mi refugio... más específicamente cuando estaba en la escuela. Solía tener dos mejores amigas, pero todo cambió cuando un grupo de niñas mayores comenzaron a molestarnos y me enoje mucho cuando empujaron a una de mis amigas e hicieron que se lastimara, entonces sucedió. Todas las ventanas que estaban cerca de nosotras explotaron. Por suerte, nadie salió herido, pero todas me acusaron de ser la causante de eso y me etiquetaron como "la rara extremadamente peligrosa"

- ¿Hiciste explotar ventanas con tu primer brote de magia accidental? - me pregunta mi padrino James sorprendido - ¿Qué edad tenías?

- Seis años.

- No puedo creer que te hayan tratado así - protesta mi hijo menor.

- No importa ahora - le aseguro - Mira a nuestra familia, ellos son mejores que cualquiera que haya querido insultarme.

- Pero eras solo una niña - agrega mi madre.

- Sí, pero fue hasta que llegue a Hogwarts y encontré mi lugar en el mundo.

- Desde entonces nadie volvió a querer ser mi amigo y me hacían sentir pésima, porque ya me consideran un fenómeno por el color de mis ojos, que son de un extraño y brillante verde agua. Al principio pensé que no había sido yo, es imposible de creer, pero luego comenzaron a ocurrir más cosas extrañas a mí alrededor que no he podido darle sentido. 

- ¿Mi nieta no sabía que era una bruja? - pregunta mi abuelo mirando con ganas de regañar a mi padre antes de tiempo.

- Ya será explicado el por qué y personalmente, mis padres siempre hicieron lo mejor para protegerme.

- Mis padres solo estaban al tanto de la explosión de las ventanas, pero no he querido decirles lo demás para que tampoco me vieran como una loca peligrosa.

- Hannah Gryffindor, jamás pensaríamos eso de ti - me dice mi madre en tono de regaño.

- No sabía lo que era, me asustaba.

- Y esperen a leer todo lo que ha hecho y tal vez si la consideren una loca - comenta bromeando Fred.

- Todo eso se redujo a ese momento, cuando esa mañana llegó junto con el correo, un gran sobre café. 

- ¡La carta a Hogwarts! - grita Sirius - Es el mejor día en la vida de cualquier mago.

- Mi papá por poco se desmayó al verlo, aunque mamá lo tomó con más calma. Quería preguntar, ya que era muy curiosa por naturaleza, pero por primera vez preferí mantenerme en silencio hasta que ellos me lo contaran. Papá llamó a su trabajo para avisar que no iría a trabajar y mamá llamó al colegio para informarles que no asistiría al último día de clases y eso me alegraba y me preocupaba a la vez.

Estaba sentada en el sofá de la sala, observando como papá caminaba de un lado al otro con el sobre en mano.

- ¿Por qué le preocupaba tanto? - pregunta Lily.

- No lo sé y no me agrada - le dice él.

- Cariño, cálmate y vamos a sentarnos a hablar - le pidió mi madre ingresando a la sala - Ya hemos postergado demasiado está charla.

- Aún no estoy listo, ella es mi niña, es nuestra bebé - respondió y nunca lo he visto tan preocupado como en ese momento.

- Ustedes dos son adorables - les dice mi abuela haciéndolos sonrojar - Y suenan como unos muy buenos padres.

- ¿Qué sucede? - me animé a preguntarles.

- Ella ya está lista para saberlo.

Siempre he admirado la calma con la que mi madre sabía manejar las situaciones y sobre todo, como sabía contener a mi padre. Tomó su mano y lo guió hasta el sofá delante de mí.

- Hannah, hay algo que debo de contarte y puede que te enojes mucho cuando te enteres por no habértelo dicho antes.

- ¿Qué sucede papá? Me estoy preocupando.

- Hija, sé que tendrás muchas dudas al escuchar esto, pero quiero que dejes hablar a tu padre y luego preguntes.

- Lo haré mamá.

- Tú sabes que eres diferente, que te suceden cosas "extrañas" cuando te asustas o te enojas. Como la explosión de las ventanas, sé que fue un accidente de parte tuya y tienes que saber que puedes hacer ese tipo de cosas porque eres... eres una-una... bruja - se detiene para mirar mi reacción y en verdad estoy atónita, 

- ¿En serio tartamudeaste? - le preguntó Teddy - En verdad, estabas preocupado.

- Creo que estaba más nervioso que preocupado.

-...lo vi sacar una especie de palillo extraño de su saco y hace unos suaves movimientos con eso para luego hacer flotar la mesita del té - Yo también soy diferente, soy un mago como tú. Antes de que explotes, te explicaré porque te lo hemos ocultado todos estos años.

- Espero que haya sido una buena explicación Freddy, debería ser un delito ocultarle algo así a una niña - le dice James.

- Aún no he echo nada de eso Potter.

- Y no lo harás.

- En la época en la que conocí a tu madre, comenzaba a ser normal las parejas de magos y muggle, nosotros realmente nos enamoramos, pero a la vez, en ese tiempo surgió un mago tenebroso que comenzó a tener mucho poder y seguidores. Ellos odiaban que los magos "de sangre pura" se mezclara y crearan mestizos, entonces mataban a las familias completas para demostrar que ellos eran más poderosos y nadie podía detenerlos. Nosotros no queríamos separarnos y menos cuando nos enteramos de que tu madre estaba embarazada. Por primera vez, sentí mucho miedo porque sabía que estábamos en la mira. Entonces tome a tu madre, unas pocas pertenencias y sin decirle a nadie nos fuimos a América. Me camufle con los muggles y tuvimos paz. Tú naciste y nos diste fuerzas para seguir adelante. Poco meses antes de tu segundo cumpleaños, se expandió la noticia que ese mago tenebroso había sido derrotado, que había desaparecido y que muy posiblemente estuviera muerto, sus seguidores también fueron apresados y la paz volvía a reinar aquí, por eso dejamos que pase un año más para regresar. Me acostumbre a esta vida tranquila para los tres, lejos del peligro de la magia. Cuando mostraste tu primer signo de tener magia, siendo honesto, primero me sentí orgulloso de ti y luego me preocupe. Tu madre ha intentado que te lo cuente desde antes, pero no me sentía listo. Hasta hoy que llego esto para ti - dijo extendiendo el sobre hacia mí - Es la carta de aceptación para el colegio de Hogwarts de magia, es la misma escuela en la que yo estudie.

- El abuelo hizo lo correcto, siempre hay que proteger la familia - les dice mi hijo mayor.

- Pero hay cosas que todavía no encajan... - comenta mi abuela.

- Al final de libro sabrán toda la verdad.

- Debió ser horrible para ellos pasar por eso - comenta Molly.

- Mamá me dijo que los ayudó a fortalecer su matrimonio - le explico.

- ...Sin darme cuenta, abrazo ese sobre contra mi pecho, con temor a que desaparezca. Me siento aturdida con toda la información que me ha dado y sé que debo asimilarla antes de enfadarme con él.

- ¿Iré, verdad? - pregunté casi afirmando.

- Es tu decisión - respondió primero mi madre.

- ¿Estás molesta?

- No papá... bueno tal vez un poco, pero me hubiese gustado que me lo dijeran antes. No saben lo difícil y feo que ha sido asistir al colegio desde que ocurrió lo de los cristales. Hasta los profesores me tienen miedo - respondí tranquila, pero seria - Quiero asistir a este colegio, quiero estar rodeada de chicos como yo y quiero aprender a usar esta magia de manera correcta para que no vuelva ocurrir lo de antes.

- Eras muy madura para tener solo once años - me dice la abuela de Harry.

- Gracias.

- Y bastante racional, yo le hubiera gritado varias cosas por haberme ocultado todo eso - me dice Sirius.

- Sirius, tú gritarías por cualquier cosa ya sea con o sin motivo - le responde Remus.

- Está bien, ¿Entonces podrás perdonarme por habértelo ocultado?

- Solo si prometes que ya no habrá más secretos.

- Solo queda algo por decir, pero aún no. Eres demasiado joven para eso, te prometo que cuando termines este primer año te lo explicare - respondió.

-¿Más secretos? - dice James - ¿Qué más le ocultabas a mi pobre ahijada/nuera?

- Su apellido - le responde Lily con obviedad - Presta atención.

- Mi niña irá a Hogwarts - dijo mi madre antes de levantarse a abrazarme con las lágrimas en sus ojos - Solo te veremos en vacaciones, pero sé que te sentirás a gusto allá.

- Sueno como una madre - dice ella, bastante sorprendida y todos quienes la conocemos la quedamos mirando - Me refiero que ahora estoy sentada en un salón rodeada de personas mágicas y estoy conociendo a mi hija, mayor que yo y a mis nietos... Denme un poco de crédito.

- Tía Marlene, tu serás una madre grandiosa - le dice Ron.

- Es cierto, solo no te olvides de enseñarle a cocinar a Hannah - agrega Fred.

- No voy a cocinarles por mes - le digo a ellos.

- Yo les haré las galletas.

- ¡Mamá!

- Lux nos asesinará por estar perdiéndose de esto - comenta Al.

- ¿Quien es Lux? - le pregunta Charlie.

- Nuestra hermana menor - responde James - Está en primer año de Gryffindor y es la copia miniatura de mamá con los ojos de papá.

- Y el carácter de sus abuelas y madre - agrega Rose.

- Ella es adorable - la defiende Teddy.

- Es tu consentida y tu eres su favorito - le dice Scorp.

-¡Oye! - le dicen los azabaches.

- Es la dura verdad.

- Así que tendremos una hija - me dice Harry y parece tomarlo bastante bien.

-¿Tú tienes más hermanos? - le pregunta Hermione a su hija.

- Sí, Hugo. Tiene la misma edad de Lux y cursan juntos.

Ron luce un poco pálido por las bromas de sus hermanos y Hermione algo sonrojada.

- Continua Herms.

- ¿Es como un internado?

- Mejor de lo que te imaginas, se convertirá en tu segundo hogar y sospecho que vas a estar a gusto - dijo en cambio mi padre - Te iré contando cosas en este tiempo en el que estas de vacaciones, luego del almuerzo iremos al Callejón Diagon para comprar todos tus cosas que necesitaras.

Mi cabeza no paraba de pensar. Eran tantas las preguntas que quería hacer, que no sabía por donde empezar. Creí que leer la carta me ayudaría un poco. Miré el sello de cera púrpura con un escudo de armas; un león, un águila, un tejón y una serpiente, rodeando una gran letra H. Lo despegué con cuidado y saco los papeles de color sepia de su interior.

Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Director: Albus Dumbledore.

(Orden de Merlín, primera clase, gran hechicero, jefe de magos, jefe supremo, Confederación Internacional de Magos)

Querida señorita Gryffton:

Tenemos el placer de informarle que usted tiene una vacante en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Adjuntamos una lista con el equipo y los libros necesarios.

Las clases comienzan el 1° de septiembre. Esperamos su lechuza no más tarde del 31 de julio.

Muy cordialmente

Minerva McGonagall

Subdirectora.

Bien, entonces eso si era real y no un sueño, rogaba que no fuera así. Dejé la carta a un lado y vi que la lista de cosas, era bastante extensa.

Colegio de Hogwarts de Magia y Hechicería.

Uniforme

Los alumnos de primer año necesitaran:

1_ Tres conjuntos de sencillas túnicas de trabajo (negras)

2_ Un simple sombrero puntiagudo (negro) para uso diario.

3_ Un par de guantes protectores (piel de dragón o semejante)

4_ Una capa de invierno (negra, con broches de plata)

Por favor, recuerde que toda la ropa de los alumnos debe llevar etiquetas con su nombre.

Libros

El libro reglamentario de hechizos (nivel 1), por Miranda Goshawk.

Una historia de la magia, por Batilda Bagshot.

Teoría mágica, por Adalbert Waffling.

Guía de Transformaciones, para principiantes, por Emeric Switch.

Brebajes y pociones mágica, por Arsenius Jigger.

Animales fantásticos: dónde encontrarlos, por Newt Scamander.

Las fuerzas oscuras: una guía de autoprotección, por Quentin Trimble.

Otro equipo

1 Varita

1 Caldero (peltre, reglamentario medida 2)

1 Conjunto de ampolletas de vidrio o cristal

1 Telescopio

1 Conjunto de balanzas de lata

Los alumnos también pueden traer una lechuza o un gato o un sapo.

SE RECUERDA A LOS PADRES QUE LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO NO TIENEN PERMISO PARA TENER SUS PROPIAS ESCOBAS.

Esto era una verdadera locura, pero estaba... no lo sé. ¿Feliz? ¿Emocionada? ¿Nerviosa y con miedo de no ser buena en esto? Por supuesto, tenía una mezcla de todo eso en mi interior.

- ¿Tenías miedo de no ser buena en la magia? - me pregunta Fred.

- ¿Tú que eres una de las brujas más poderosa de tu edad? - agrega George.

- Tenía once y apenas habían pasado unos minutos de que supe lo que era, denme algo de crédito.

- ¿Qué un muggle?

- Me sorprende que esa sea tu primera pregunta - confesó mi padre, un poco más relajado.

- Por algún lado debo de comenzar.

- Eres muy lista, me encanta - agrega Lily.

- Tienes razón, hija. Muggle se lo denomina a personas no mágicas como yo - me respondió mamá.

- Aunque también existen magos nacidos de padres muggles, tengo una amiga en el colegio que provenía de una familia así y era la mejor de la clase - agregó mi padre - Quiero dejarte esto en claro corazón, hasta en el mundo mágico existen los prejuicios. Como te explique antes, las familias de "sangre pura" se creen mejores que el resto y la mayoría piensan que tanto los nacidos de muggles como los mestizo, en tu caso, no deberían estar a su altura. Esos pensamientos son pura basura, no dejes que esas opiniones te dañen.

- Esa sin dudas fue la mejor explicación y consejo que se le puede dar a un niño - comenta Remus.

- Es cierto, tomaré nota de eso - agrega James.

- Nos enorgulleces hijo - le dice su padre y él le sonríe.

- Eso es discriminación y es horrible.

- Lo sé amor y me enorgullece que pienses así - dijo mi padre con una dulce sonrisa - Hay un insulto hacia los nacidos muggles que es "sangre sucia" por no ser puros como ellos, es lo peor que se les puede decir. Continua con tus preguntas.

- ¿Lo que tienes ahí es tu varita, verdad?

- Sí, luego iremos a comprar la tuya - me respondió y se puso algo serio - En el mundo mágico también existen las leyes y tenemos nuestro propio Ministerio, a lo que voy es que hasta que no cumplas tu diecisiete años, que es cuando se te considera mayor, no podrás hacer magia fuera de Hogwarts porque sino podrían expulsarte.

- Es bueno saberlo - dije pensándolo con cuidado - Leí que piden un libro de criaturas mágicas, ¿Entonces hay más cosas así?

- Eso voy a dejar que te sorprendas en el colegio, pero sí hay una inmensa variedad de criaturas sorprendentes.

- ¿Cómo es Hogwarts?

- Es un castillo gigante y misterioso, te fascinara - dijo con cierto tono de nostalgia - El colegio utiliza el sistema de Casas. Los estudiantes de Hogwarts se divide en cuatro Casas, las cuales son: Hufflepuff fundada por Helga Hufflepuff, en esa casa son elegidos los alumnos leales, honestos, que no temen al trabajo pesado. Ravenclaw, fundada por Rowena Ravenclaw, a esa casa van los alumnos académicos, estudiosos y que siempre sepan lo que hay que hacer. Slytherin, fundada por Salazar Slytherin caracterizada principalmente por la ambición y la astucia. Y Gryffindor, fundada por Godric Gryffindor, allí van aquellos magos y brujas que tienen valentía, disposición y coraje. El que elige a que casa van a ir es el sombrero seleccionador.

- ¿Tú estuviste en Gryffindor, verdad?

- ¿Por qué lo dices? - preguntó en cambio algo sorprendido.

- No lo sé, cuando escuche las cualidades de las casas enseguida se me vino a la cabeza que perteneciste a Gryffindor.

- Eso era tu legado llamándote - comenta Cedric.

- Probablemente.

- Pues estás en lo cierto, me eligieron para esa casa.

- ¿Crees que yo también vaya a estar ahí? En verdad me gustaría.

- Hay un noventa por ciento de posibilidad de que vayas ahí y un diez en que quedes en Ravenclaw porque eres muy lista.

- No importa en que casa quedes, nosotros estaremos orgullosos - agregó mamá.

- Vas aprender mucho de esto Marlene - le dice su amiga - Pero serás una madre grandiosa.

- Planeo esforzarme mucho para serlo.

- Gracias - respondió con una sonrisa - Aquí dice que debemos enviarle la respuesta con una lechuza... ¿Cómo haremos eso?

- Creo será tu regalo por ser aceptada en Hogwarts, a demás será útil para mantenernos en contacto cuando estés allá, en la tarde te llevaremos a elegirla.

- ¡Genial! ¡Gracias!

Siempre he querido una mascota, aunque nunca pensé en una lechuza, pero me encanta la idea.

- Espera papá, ahí dice que los de primero no podemos tener nuestras propias escobas. ¿Podemos volar con eso?

- Pues claro, sino como jugaríamos al Quidditch.

- ¿Qué es eso?

James es sostenido por Sirius para que no salte hacia mi padre.

- Si no fueras tan buen cazador te sacaría del equipo... creo que está por darme algo - comenta apoyando su mano en su corazón - ¡Poppy, ayuda! ¡Me muero!

- No se lo podía decir - se defiende él.

- Eso no es excusa.

- ¡Oh por Dios! Soy un padre horrible - no le dije nada porque noté que solo lo decía bromeando - El Quidditch es el deporte de los magos y el mejor del mundo. En estos días, me tomare toda una tarde para explicártelo, yo jugué en la escuela y éramos los mejores.

- ¿Los equipos son mixtos?

- Sí, por supuesto. ¿Te interesa jugar?

- Pues primero me gustaría saber como es, pero me llama la atención, si soy buena lo intentaré.

- Creó que tu padre está por llorar de la emoción - nos dijo divertida mamá.

- No es para menos - comenta mi abuelo - A todo Gryffindor nos gusta volar.

- Esperen a que lean como reaccionó al saber que quedo en el equipo - acota Ron.

Para la hora de irnos, luego del almuerzo, el tema de la magia sonaba tan normal como si lo sabría desde años. Papá encendió la radio mientra que conducía por el centro de Londres. Se detuvo sobre la calle Charing Cross Road. Mamá tomó mi mano izquierda y papá la derecha, aunque lo notaba algo nervioso.

-¿Estas bien? - le pregunté.

- Sí, es que es la primera vez que piso el mundo mágico, luego de casi doce años - respondió tomando un poco de aire para calmarse - No te preocupes, todo saldrá bien. Ya hemos llegado al Caldero Chorreante.

- ¿Doce años fuera del mundo mágico? ¿Y sobreviviste así? - le pregunta sorprendido Sirius.

- Al parecer sí.

- Fueron once años y medio, pero mi padre de ese tiempo estaba muy bien adaptado a ambos mundos.

Miré hacia la esquina en la que mi padre observa con nostalgia y era un pequeño local de un aspecto horrible. No dije nada, solo dejé que mis padres me guiaran al interior. Era una especie de bar con problemas de iluminación, el cantinero parecía sorprendido al ver a mi padre.

- Joven...-

- Frederick - lo interrumpió mi padre con una sonrisa - Y ya no estoy tan joven como la última que nos vimos Tom.

- Si, es cierto que lo años nos llegan a todos, pero sigue viéndose igual - le respondió dando la vuelta para estrechar sus manos - Un gusto volver a verla señora Marlene, ¿Quieren tomar o comer algo?

- Será en para otra ocasión, vamos hacia el Callejón Diagon a comprar las cosas para Hogwarts de nuestra hija - su respuesta hizo bajar su mirada hacia mí y me di cuenta de que se veía muy sorprendido.

- Vaya... disculpe a este viejo topo por no haberla notado señorita, soy Tom el dueño del lugar.

- Un gusto, soy Hannah Gryffton - respondo, pero no dejaba de mirarme.

- Tus ojos, cualquiera los reconocería - comenta Molly - Solo Godric lo tenía de ese mismo color.

- Sí, mis ojos no son el único parecido que herede de Godric.

- Bueno... viejo amigo, hay mucho por comprar, nos veremos luego - dijo a modo de despedida mi padre.

Ambos tiraron de mi mano para avanzar, atravesamos una puerta que daba a un pequeño patio. Mi padre sacó su varita y comenzó a golpear unos ladrillos. Cuando terminó, retrocedió y los ladrillos comenzaron a desplazarse para dejar el espacio suficiente como el tamaño de una puerta.

- Bienvenida al Callejón Diagon - dijeron ambos al mismo tiempo.

Era asombroso, no tenía palabras para poder explicarlo. Era.. wou, todas esas tiendas, todas esas cosas raras, hasta las vestimentas de todos me hacían sentir cómoda por primera vez. Quería conocer todo el lugar, de punta a punta.

- Todos hemos querido hacer eso - comenta Lily.

- Iremos primero por tu uniforme en la tienda de Madam Malkin, Túnicas para todas las ocasiones.

Iría hacia donde me dijeran, nada dejaba de sorprenderme. La dueña de la tienda era una bruja sonriente y regordeta que llevaba una túnica de color malva. Nos recibió con una gran sonrisa y hablaba de muchas cosas, enseguida me cayó bien. Me contó que todos los estudiantes compraban ahí sus túnicas para Hogwarts, que disponían de una supertalla, para magos y brujas con sobrepeso, y sus túnicas son autoplanchables y autoreparables. Con eso último, mi madre se sintió más aliviada de que no iba estar con la ropa arrugada para todos lados. Se despidió de nosotros deseándome mucha suerte para ese comienzo de clases. Al salir de ahí, escuché muchos aleteos y muchos aluleos, me acerqué hacia la tienda del Emporio de la Lechuza.

- Entremos así eliges tu regalo - dijo mi madre.

No me hice rogar demasiado. El lugar era una oscura tienda, llena de ojos brillantes, donde se escuchaban aleteos todo el tiempo. Había de muchos colores y tamaño, una que me llamó la atención, era una blanca como la nieve, pero antes de que me pudiera acercar a ella, otra aterrizó en mi hombro. Era bellisima, de un color negro intenso y de grandes ojos color ocre. Me dio una suave caricia con su cabeza en mi mejilla y luego mordisqueó, suavemente, mi oreja haciéndome reír.

- ¿Pusiste primero tus ojos en mi Hedwig?

- Sí y después en el dueño - comenta Ginny riéndose junto a Luna.

- Sí, pero tardaron año en darse cuenta de eso - comenta Ron.

-¿En serio Ron? - le pregunta Ginny - Tú demoraste mucho más.

- Creo que ya tenemos la elegida - escuché comentar a mi padre y volteo a verlo - Es muy bella, van a juego.

- Papá... - protesté.

Todos en la sala se ríen de la actitud de ambos.

- Es culpa de tus abuelos que sea así - se defiende él.

- Lo sé...

- A demás, ella es una nena de papá - comentan los gemelos.

- Jamás lo negué - les digo con una sonrisa.

-¿Qué nombre le pondrás? - preguntó en cambio mi madre.

- Zeus, como el dios mitológico.

Salimos de allí con mi hermoso Zeus en su gran jaula, aunque parecía que querer estar afuera, pero mis padres me hicieron entender que cuando regresemos al auto la podría sacarlo. Luego de allí fuimos a La Botica de Slug & Jigger, a la tienda de Claderos, después a la tienda de pergaminos, plumas y tintas. Fue difícil para mis padres sacarme de la librería Flourish & Blotts, pero mi padre me prometió que me daría su baúl con todos sus libros mágicos que tenía guardados en el sótano.

- Acabas de ganar muchos puntos con tu suegra - me dice Sirius con burla.

- A ella y a Hermione les encanta leer - le dice Harry - Y si no fuera por eso, nosotros estaríamos perdidos desde un principio.

- Eso es obvio Potter - comenta Draco - Todos sabemos que ellas los salvaron en más de una ocasión.

- Y ellos a nosotras - le digo en cambio.

- Como que no me gustara escuchar esas parte - comenta la abuela de Harry y la mía parece estar de acuerdo.

- No, no les agradará.

- Bien, he dejado lo mejor para lo último - dijo mi padre arrastrando mi baúl - Vamos por tu varita con el viejo Ollivander, te parecerá extraño, pero es un buen sujeto.

El lugar tenía un polvoriento escaparate con un simple cojín desteñido de color púrpura con una única varita. Al entrar suena una campanilla, y era un lugar pequeño y vacío, salvo una silla larguirucha. Tenía miles de estrechas cajas amontonadas cuidadosamente hasta el techo. Desde el fondo del lugar apareció un anciano que sonrió al vernos.

- Bienvenidos familia...

- Gryffton - completó la frase por él y el anciano frunció el ceño por unos segundos y ese gesto no me pasó por desapercibido.

- Curiosa por naturaleza - dice Neville.

- Ni lo dudes - agrega Cedric.

- Bien jovencita, sospecho que estas aquí para comprar tu varita para Hogwarts - dijo mirándome fijamente - Es un color muy peculiar el de sus ojos.

- Me lo han dicho seguido. Soy Hannah.

- Le enseñare unas cuantas varitas para que pruebes, pero usted no lo elige sino es la varita es quien elige al mago o bruja que la va a portar - desapareció entre las muchas cajas y regresó con al menos unas diez - Aquí en Ollivander, creamos las varitas usando como núcleo el pelo de unicornio o la fibra del corazón del dragón o la pluma de un fénix.

Cada varita que me entregaba no me producía nada y comenzaba a preocuparme por si no encontraría a la correcta. Sonaba tonto que fuera a ser una bruja sin varita, pero al ver a los ojos del anciano, me daba cuenta que sus pruebas parecían estar confirmandole algo. Desapareció por unos cuantos minutos, para regresar con una caja de madera diferente al resto. Agitó su varita varias veces, como si estuviera quitandole sus protecciones. 

- ¿Es la que creo que es?

- Sí abuelo, lo es.

Con mucho cuidado, sacó la varita de un peculiar color negro. Apenas la sostuve, sentí como una ligera corriente eléctrica me recorrió el cuerpo desde la mano hacia todo el cuerpo. Era una sensación de confort y unión, lo que estaba sintiendo.

- Por tu mirada, sé que ya se han conectado - escuché decir al hombre - No me sorprende en nada que estés destinada a esa varita en particular. Solo existe dos en el mundo iguales, fueron creadas hace mucho tiempo por mi familia y ha permanecido en el anonimato por completo porque su núcleo posee los tres ingredientes anteriores.

- Es imposible - lo interrumpió mi padre.

- Conoces la historia muy bien joven Frederick, la primera varita se encuentra en la tumba de su dueño y la segunda esta en la mano de su hija - respondió con calma - Sabe muy bien que la varita es quién escoge al mago y esta poderosa varita a escogido a su hija como su legitima y única dueña. Está destinada a grandes cosas, de eso estoy seguro.

- Eso es impresionante - comenta la Profesora McGonagall.

- ¿Por qué nunca no lo dijiste? - me preguntan mis hijos.

- No lo sé, tal vez para protegerlos.

- ¿La otra varita es la Godric? - me pregunta Bill.

- Sí, son varitas hermanas o gemelas - le explico.

- Eso es impresionante.

- Yo creo que lo mejor será que paguemos y regresemos a casa - intervino mi madre.

- No se molesten, esa varita ya ha sido pagada por el dueño de la otra varita como regalo para quien sea escogido.

- En todo caso, muchas gracias - respondió ella y jaló un poco a mi padre para que se encaminara hacia la puerta.

- Hasta luego, señor Ollivander.

Al salir, nadie dijo nada. Papá solo se despidió de Tom con un gesto y enseguida guardó todas las cosas en el auto. Con Zeus vamos atrás y no suelto mi varita. Al llegar a casa, me ayudaron a dejar todo en mi habitación. Guardé mi varita en uno de mis cajones con mucho cuidado. Mi lechuza cuando al fin fue libre, se acomodó enseguida en mi hombro y me hizo compañía hasta llegar a la sala. Donde mis padres estaban discutiendo en voz baja y se detuvieron al verme entrar. Me senté, delante de ellos y me tomé un segundo.

-¿Qué sucede? ¿Qué te molesta papá?

- Tu varita causara muchos problemas...-

- No me desharé de ella - lo interrumpí sin darme cuenta.

- Lo sé, jamás podría pedirte algo así, pero quiero que me prometas que jamás se lo dirás a alguien como esta compuesta - me pidió con más calma - Existe muchos magos codiciosos de poder y tu varita lo es, solo prometemelo.

- Te lo prometo papá.

- Poniéndome en tu lugar hijo, comprendo tu preocupación.

-¿Cuánto duro la promesa? - me pregunta Draco mirando a mi grupo.

- Unos meses, tal vez más de medio año - le responde Harry.

- Nosotros no guardamos secretos de magnitud entre los cuatro - agrega Ron.

- Ustedes son como nosotros - comenta Remus - Confiarían su vida entre ustedes.

- Y lo hemos hecho.

- Gracias - dije antes de abrazarme con cuidado de no molestar a Zeus - Me prestarías a tu amigo para que entregue tu confirmación a la escuela.

- Sí... ¿ella estará bien, verdad? ¿No se perderá?

- Me gusta como cuidas de ella - me dice Hagrid.

- Pues gracias a ti y a mi hermanos Charlie, mi amor hacia las criaturas creció bastante.

- Pero no irás acercarte a un dragón - me dice mi madre.

Nadie de mi grupo o el de mis hijos, se atreve abrir la boca para aclararle ese punto. Hermione se apura por continuar con la lectura.

- No, ellas saben muy bien lo que hacen, son muy listas - respondió y le entregó un papel doblado que sujeta con su pico - Entregaselo a Dumbledore.

Zeus abrió sus alas y salio volando por la ventana que esta abierta.

Los días de vacaciones comenzaron a pasar más rápido de lo planeado. Había leído, al menos unas tres veces los libros que usaría ese año y mi padre cumplió con su parte, al entregarme su baúl de libros, con la condición que no intentara hacer ninguno de esos hechizos al menos que sea bajo la supervision de un adulto. 

- ¿Tres veces? ¿Los leíste tres veces? - me dice Sirius como si eso fuera un delito.

- Y también leí algunos de segundo y de tercero - le aclaro - Me gusta aprender y la magia llamaba mi atención.

- Comprendo eso - me dice Lily - Cuando provienes del mundo Muggle y llegas aquí te esfuerzas el doble para no fallar.

- Muy cierto - agrega Herms - No me hubiera gustado fallar.

También me había explicado con sumo detalle como se jugaba el Quidditch y que el fue un gran cazador en su equipo, en verdad, moría de ganas por ver un partido. 

- Debes ser una excelente jugadora.

- Lo es - le responde George - Ella juega al Quidditch y a las atrapadas.

Nuestro grupo ríe por nuestra broma interna, mientras que el resto no comprende a que se refiere.

En una ocasión me anime a preguntarle por como termino aquel mago tenebroso, pero me dijo que no lo sabia debido a que no buscaba involucrarse con el mundo mágico

- Sigo sin entender como lo hiciste - comenta Black.

- Mi amiga lo ayudó bastante, aparte Freddy es muy listo - le responde Lily.

Mi madre, por su parte, era una mezcla entre alegría y llanto porque no me vería en bastante tiempo y porque íbamos a estar alejadas. En mi última tarde en casa, lo pasamos juntas, cocinando lo que me llevaría para comer en el tren, ya que sería un viaje largo. Ella quería que preparáramos bastante para que compartiera con quienes vaya a viajar, a esa altura no podía negarle nada.

Las mujeres de mi familia, de la de Harry y Molly, me dedican una sonrisa tierna, digna de una madre,

Esa mañana me levanté con un nudo en mi estomago y unos cuantos picotasos en mi frente a causa de mi mascota, que se había tomado el trabajo de ser mi nuevo despertador y era al único que debía de guardar para tener todo listo para el viaje. Una vez que me vio despierta, salió volando, seguramente hacia la cocina. Durante el desayuno, mi padre me recordó que a la noche le avisara como estaba, mientras que mamá me trenzaba el cabello. A las diez menos cuarto, ya estábamos todos en el auto, rumbo a la estación de trenes de King's Cross. Al entrar a la estación, varias personas quedaron mirando a Zeus.

- ¿A dónde hay que ir?

- A la Plataforma Nueve y Tres Cuartos - respondió mi padre, entregándome mi boleto.

- ¿Cómo es eso posible?

- Yo pregunte lo mismo - dijo mi madre - Solo obtuve como respuesta: "Ya lo veras por ti misma"

- Y así será - nos dijo él con gracia y al llegar a esa plataforma ambas miramos sin entender - Recuerden que quieren viajar a un mundo mágico, por lo tanto hay que atravesar la plataforma para llegar al tren.

- ¿Dime que solo bromeas? - pidió mi madre.

- No señoritas, sujetense del carrito y si las hace sentir mejor, cierren sus ojos.

Mamá no dudó en hacerlo, pero a mi me ganó la curiosidad y corrí con los ojos abierto hacia el muro de ladrillos. Por un segundo, todo estaba oscuro y luego estábamos entre una gran multitud.

- Mamá ya puedes abrir los ojos - dije al ver que todavía no lo ha hecho.

- En mi defensa, es la primera vez que lo atravieso.

- Eso jamás pasaría - le dice Dumbledore a mi joven madre.

Con Hermione, miramos a los chicos e intentamos hacer nuestro mayor esfuerzo por no reír de ellos y de su pequeño accidente en segundo año.

Con papá solo la miramos divertidos. La imponente locomotora escarlata, captó toda nuestra atención, al igual que la cantidad de jóvenes que irían a ir al Colegio. Papá nos guió hacia los últimos vagones que estaban vacios. Mamá me abrazó muy fuerte y me besó una cuantas veces toda la cara. Muchos dirían que era vergonzoso que una madre hiciera eso en público, pero yo la amaba y me hacía feliz con demostraciones de afecto.

- Ven - les dice la señora Potter a su hijo y a Sirius - ¿Cuál es su excusa?

- No la conocían aún...

- Lo siento papá, pero ellos siempre en todos los años la saludan así a ella y a todos - lo interrumpe Harry - Nadie se queja.

- Es cierto, mi madre también hace lo mismo con nosotros y el resto - agrega Percy.

- Bien, ustedes ganan - dice resignado Black.

- Te veremos en navidad y ten mucho cuidado, te extrañare mucho mi bebé - dijo al darme algo de espacio, me quejaría un poco por lo último, pero yo también la extrañare - Te amo.

- Y yo a ti mamá, prometo escribirte seguido.

Mi padre, me acompañó hasta adentro para subir y acomodar mi baúl, mientras que llevaba la jaula con Zeus y el bolso de comida que preparamos con mamá.

- Diviértete, has amigos y ten cuidado - dijo antes de abrazarme - Tenme informado, te amo hija.

- Y yo a ti papá, prometo que estaré bien.

- Lo sé, encajaras bien allá - fue lo último que dijo antes de marcharse.

- En ese momento comprenderás lo que siento cada vez que te veo subir al tren - le dice su madre.

- Sospecho que sí.

Me senté junto a la ventana y saqué a Zeus de su encierro, para dejarlo acomodarse en mi regaso. No pasó más que unos pocos minutos para que un niño azabache, de brillantes ojos verdes y gafas, se asomara a la puerta.

- ¡Alerta! - dice George.

-¡Potter detectado!

- ¿Te importaría si viajo aquí también?

- Para nada, pasa, hay lugar de sobra - respondí con una ligera sonrisa.

El chico parecía aliviado y abrió la puerta arrastrando su baúl y una jaula con la preciosa lechuza blanca que me había llamado la atención, antes de que Zeus me eligiera. Se acomodó delante mío y parecía tan nervioso como yo.

- Lo estaba - me confirma.

- Lo sé, se notaba a lo lejos.

- ¿También es tu primer viaje? - pregunté - Soy Hannah Gryffton.

- Sí, estoy algo ansioso. Soy Harry Potter - al decir su nombre se sorprendió que solo lo quedara mirando y a la vez lo noté un poco aliviado por eso.

- ¿Les importa? El tren esta lleno - nos dijo un niño pelirrojo desde la puerta.

-¡Alerta, un Weasley a la vista! - dice Neville.

- Adelante hay espacio de sobra - respondió con una sonrisa y se sentó al lado de Harry.

- Yo me llamo Ron, Ron Weasley.

- Soy Hannah Gryffton.

- Y yo soy Harry Potter - la reacción del otro chico al escucharlo, me hizo entender porque estaba agradecido que yo lo tomara con calma. 

- Aquí termina el primer capítulo - nos dice Hermione.

-¿Puedo leer el segundo? - nos pregunta Rose.

- Claro, es un buen capítulo - le digo y su madre le pasa el libro.

- Harry. ¿Tú con quién vivías? - le pregunta su madre y mi novio se tensa por un momento.

- Con tía Petunia y su familia - le responde.

- Pobre niño - comenta mi madre - ¿Dime qué no siempre será así?

- No siempre, pero tendrán que esperar para saber.

- Ella odia la magia - dice Lily, realmente preocupada - No debió hacerte las cosas fáciles.

- No, pero dejó de importarme cuando entre a Hogwarts - le dice con calma.

-¿Y quién te acompañó a comprar tus cosas? - le pregunta su padre.

- Hagrid, él me buscó, me llevó al banco y me acompaño a comprar todo - le responde con una sonrisa - Y me regaló a Hedwig como obsequió de cumpleaños.

- Gracias Hagrid - le dicen los Potter y Lily.

- Son mis amigos y su hijo parece ser un buen muchacho.

- También eres nuestro amigo Hagrid - le dice Ron - Vamos seguido a visitarte.

- No tienen que estar preocupados por mí, tuve muchas personas buenas a mi alrededor - les aclara - Sigamos con esto.

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