The Things We Lost In The Fire

By sweetgrlx

4.8K 364 121

Arien ha dedicado más de media vida a descubrir cada rincón de la Tierra Media, lo que le ha proporcionado gr... More

Encuentros
Rivendel
Rencillas con los Trasgos
Historias en la noche
Cambiapieles
El Bosque Negro
Confesiones
Gal I
Smaug
Gal II
El pasado
El Despertar
Gal III
El secreto de los recuerdos

Temores

260 28 2
By sweetgrlx


Arien permanecía tumbada con los ojos cerrados entre los henos de paja. No dormía, solo descansaba unas horas mientras los enanos roncaban a pierna suelta. Shanga estaba acurrucado junto a ella y de vez en cuando ronroneaba al soñar.

La elfa escuchó el roce de vestimentas sobre la paja y despegó levemente los párpados.

Bilbo estaba sentado comprobando que todos estuvieran dormidos. Sacó el anillo de su bolsillo y lo contempló durante largo rato. Arien lo observó sin que el hobbit se percatara. Cuanto más observaba ese anillo más sentía su poder. Este era fluctuante, en ocasiones notaba como una fuerza la llamaba y atraía, pero luego de pronto desaparecía como si nunca hubiera existido.

Sin duda alguna no debía posponer el recordarle a Gandalf sobre su pesadumbre.

Sumida en sus preocupaciones notó a Bilbo guardar de nuevo el anillo en su bolsillo y conciliar finalmente el sueño.

Cuando la calma volvió a reinar en la estancia ella permaneció sumida en sus pensamientos.

Llevaban la mitad del camino hasta la montaña recorrido y apenas parecían estar más cerca que cuando salieron de Rivendel. El viaje se estaba complicando por momentos, con Azog y su vástago siguiéndoles la pista muy de cerca Arien tenía que duplicar la eficacia de sus cinco sentidos para intentar prever su próximo movimientos.

Pero lo que la elfa no sabía era que al pálido orco lo respaldaba un poder más grande de lo que ella podía imaginar. Apenas había comenzado a conocerlo.

Unas horas más tarde, la puerta de la casa se abrió y Beorn entro por ella. La elfa se levantó sin hacer el menor ruido y se acercó hasta el cambia pieles

- Mi señora- dijo él saludando con un gesto con la cabeza apenas la vió aparecer en el recibidor- Nunca imaginaría ver a la propia Princesa de Plata en mi casa; es un verdadero honor. Mis disculpas por los acontecimientos de esta tarde

Ella asintió con una sonrisa.

- No sabía que erais vos, Beorn. Había oído hablar del gran oso que cuida estos bosques, pero nunca os había visto en persona.

- Estáis lejos de vuestras tierras, ¿a que se debe?.

- Vengo a ayudar a mis amigos – Arien señaló a los enanos- Espero que no tengáis problemas en que se queden esta noche bajo vuestro techo.

Beorn gruñó.

- No me gustan los enanos, pero si me lo pedís vos no puedo oponerme. Por cierto, ¿no se habrá comido vuestro tigre a alguno de mis animales?

- Os aseguro que no corren ningún peligro, podéis estar tranquilo.

Beorn esbozó levemente algo parecido a una sonrisa.

- Me gustaría hablar con vuestro animal, creo que nos entenderíamos. Por favor- dijo mostrándole el camino – Sentaros conmigo y tomaros algo.

Arien asintió con la cabeza y se dirigió a la mesa

- Os siguen un grupo de orcos, y nada menos que uno encabezado por Azog el Profanador.

- Lo se; desde que salimos de la Comarca. Tuvimos un encuentro con ellos al salir de la cueva del Rey Trasgo.

- ¿Trasgos?- dijo Beorn arrugando la nariz- ¿Qué os ha llevado a introduciros en esas apestosas y sucias cuevas?

Beorn sirvió leche en dos jarras más grandes que las que la elfa puediera haber visto nunca. Le ofreció una a Arien.

- Es... una larga historia. Pero fueron los trasgos quienes avisaron a Azog de nuestra presencia en aquellas tierras.

- Si hay algo que odio más que los enanos son los orcos. Creo que os he librado de ellos por un día o dos; pero debéis andaros con ojo, mi señora.

- Os lo agradezco Beorn. Te lo compensaré.

- Oh no, faltaría más. No necesito que me deis nada a cambio. Haber tenido la oportunidad de ver y ayudar a la Princesa de Plata me es suficiente.

Arien escuchó como algunos enanos empezaban a despertarse. Se terminó la jarra y se puso en pie.

- Gracias otra vez Beorn. Los enanos empiezan a despertar.- le informó- Espero que los trates con amabilidad- el cambiapieles gruño rodando los ojos- Estaré con Shanga visitando vuestro jardín.

Como si hubiese estado esperando a ser nombrado el tigre apareció a su lado restregando su cabeza en las espalda de la elfa

- No serán tan bonitos como los jardines de vuestra tierra pero espero que sean de vuestro agrado

- Estoy segura de que así será. Decidle a Mithrandir que los espero a la entrada del bosque.

:::::::::

Arien llevaba horas mirando hacia la entrada del Bosque Negro. Una sensación extraña crecía en ella cuanto más miraba hacía esos árboles. Una oscuridad habitaba en ese bosque desde hacía unos cuantos años haciendo que enfermara. La ultima vez que estuvo allí era un sitio hermoso y tranquilo, como cualquier otro reino elfo. Pero el Bosque Negro ya no era el de antes.

Los cascos de los caballos acercándose la avisaron de la llegada de la compañía. Pero ella no se movió; se mantuvo en el sitio y cerró los ojos. Una presión en su pecho había comenzado a crecer.

- Has madrugado, Arien – la voz de Gandalf llegó a sus oídos.

- Shanga ha inspeccionado la zona. No hay orcos cerca.

Gandalf se puso a la par. La elfa miró hacia la formación rocosa en la colina del valle para encontrar a Beorn en su forma de oso observando sus movimientos.

- La puerta élfica...- dijo el mago mirando al estructura sobre sus cabezas

- Mithrandir, tengo una sensación extraña sobre este bosque... no me gusta nada.- dijo terminando la frase en un susurro.

- Entiendo tu preocupación, Arien; pero no hay otro camino.

El mago comenzó a andar hacia los enanos pero la elfa posó una mano en su hombro obligándolo a parar.

- Anoche Bilbo estuvo largo rato mirando el anillo. ¿Estas seguro de que no hay que preocuparse?

- De momento no encuentro razón para hacerlo- Gandalf parecía no darle importancia y no dudó en reconducir la conversación - He aquí el camino que cruza el reino de los elfos- dijo dirigiéndose a la compañía y dejando a Arien con una sensación de incertidumbre- ¡Soltad los poneys, que vuelvan con su dueño!

- Este bosque está... enfermo – dijo Bilbo acercándose a la elfa y al mago- Es como si una enfermedad lo asolara

- Antaño fue un bonito bosque – Arien se acercó a uno de los arboles y posó su mano en el tronco sintiendo su escasa energía- Estaba lleno de vida y color...

- ¿No hay otro camino?- preguntó el hobbit

- Si nos desviamos doscientas millas al norte, o quizá el doble al sur – Gandalf se adentró unos metros al bosque

- ¿Tu que opinas? - le dijo Bilbo a Arien mientras observaban al mago.

- No estoy a gusto con la idea de atravesar este bosque, pero no suelo cuestionar mucho decisiones de Mithrandir. – compuso la mejor de sus sonrisas para dedicársela a Bilbo -Venga, te ayudo a quitarle la silla al poney.

El hobbit y la elfa volvieron con el grupo.

Arien dejó que Bilbo la adelantara ralentizando gradualmente sus pasos de forma no intencionada. Algo la retenía. El vello de su nuca se erizó al igual que el de sus antebrazos y su cabeza parecía embotada.

Confundida frunció el ceño.

Una melosa e hipnótica voz llegaba a sus oídos y Arien miraba a todos lados intentando ver de donde provenía aquella voz pero no lograba encontrar su procedencia.

Las palabras que decía eran más seguidas y a su vez se volvían más nítida. Y pronto le permitió comprender la palabra que repetía sin cesar: Burzum, burzum.

Cada vez más alto, cada vez más rápido.

- ¡Mi caballo no! - gritó Gandalf haciendo que Arien volviera en si.

Se percató entonces de Thorin a su lado agarrándola por el brazo y cara de preocupación.

- Mi señora, ¿estáis bien?

- Si - respondió ella con la voz quebrada. Se soltó del agarre de Thorin evitando mirarle, e intentando comprender que la acababa de pasar. El enano se quedó contemplando a la elfa preocupado.

Arien levantó la vista y descubrió a Gandalf encima de su caballo.

- ¿A dónde vas?¿Qué está pasando Mithrandir?- preguntó acercándose e intentando no perder el temperamento.-Tenemos que hablar...

- No tengo tiempo de explicaciones, Arien; ya te las daré a mi regreso. Ahora necesito que me hagas un favor.

- ¿Cuál? – preguntó confundida.

- Tienes que llamar a La Dama Blanca

- ¡¿Q-que?! No he vuelto a intentarlo desde hace décadas, no puedo hacerlo...

- Claro que puedes

Arien contempló los ojos del mago y vio en ellos imperiosa necesidad de creer que por lo menos ese cometido saldría adelante.

- Para ello necesitaría volver a la casa de Beorn. Necesito un lugar tranquilo donde concentrarme.

- Pues hazlo; y que sea rápido.

- No nos acompañaras entonces – dijo Thorin

- Para el atardecer puedo estar aquí – dijo la elfa mirando a Thorin, luego a Fili y a Kili y por último a Bilbo- Seguid el camino del Bosque Negro y os alcanzaremos antes de que se ponga el sol. ¡Shanga! - llamó al animal. Este vino rápido con la elfa. Arien subió a su lomo- Que quieres que le diga a mi madre exactamente, Mithrandir.

El mago la miró fijamente y solo dos palabras fueron necesarias para que un escalofrío recorriera la espalda de la elfa.

- Dol Guldur.

::::::::

Shanga parecía volar por la pradera y las montañas de vuelta a la casa de Beorn. El cambia-pieles, que los había seguido hasta la entrada del bosque, al ver que volvían se había adelantado; y Arien supuso que los estaría esperando a las puertas de su casa.

A la elfa no la hacía ninguna gracia dejar a sus compañeros solos en un terreno tan desconocido como El Bosque Negro, pero era un riesgo que había que correr. Gandalf no la mandaría llamar a su madre si no fuera necesario. Por si no fuera suficiente su preocupación por la compañía, en su mente no dejaban de resonar la palabra que había escuchado provenir de su cabeza hacía apenas unos instantes.

Al traspasar las puertas del muro de Beorn, Arien desmontó del tigre

- Espérame aquí

- A que se debe vuestro apresurado regreso, mi señora- dijo Beorn abriéndole la puerta para que pasara

- Hay una emergencia y Mithrandir necesita mi ayuda ¿Algún cuarto de vuestra casa que pueda usar?

- Cualquiera , mi morada está a vuestra completa disposición

La elfa investigó un poco el interior de la vivienda y encontró una habitación casi vacía. Apenas un escritorio de dimensiones, para ella, descomunales y un banco eran los muebles que vestían dicho cuarto.

Se sentó en el suelo de piedra cruzando las piernas.

Estaba nerviosa. A penas había intentado esto un par de veces y ninguna de ellas había dado resultado.

Entre otras muchas cosas, su madre era capaz de comunicarse a grandes distancias; pero Arien estaba segura de que ella apenas podía aspirar a ser una cuarta parte de lo poderosa que era Galadriel. Sentía que algo la frenaba. Tal vez fuera simplemente que su magia que corría por sus venas era mucho más limitada que la de su madre.

Cerró los ojos cogiendo aire y concentró todo su esfuerzo.

Había perdido la cuenta de cuanto llevaba intentando ponerse en contacto con su madre, pero le daba la impresión de que había permanecido con los ojos cerrados por años.

Los abrió lentamente esperando encontrase con los gigantescos muebles de Beorn, pero se sorprendió al hallarse rente a unos árboles que conocía muy bien. Los altos árboles de Lorien se alzaban ante ella, tan imponentes y puros como los recordaba, pues hacía demasiado tiempo que no los veía. Caminó hacia ellos sin prisa, aprovechando cada minuto pisando aquella tierra.

Estiró la mano para tocar el tronco; pero no sintió nada. Sus manos no conseguían percibir el tacto rugoso de la corteza. Confundida se miró las manos.

- Aún te queda mucho que prender, Iellig (hija mía)

Arien se giró de golpe. Galadriel estaba delante de ella con un vestido blanco que la llegaba hasta el suelo que potenciaba, más si cabía, su belleza.

- ¿Nana? L- Lo he conseguido. Pero por qué...

- ¿Porqué no puedes tocar el árbol? Has dado un gran paso consiguiendo presentándote aquí, pero hace tiempo que no te entrenas, y como todo hay que ser constante. Pero ahora dime, ¿qué te trae aquí?

- Mithrandir me envía- Galadriel frunció levemente el ceño al escuchar a su hija- No me dio mucha información, ya lo conoces. Simplemente me dijo que debíais poner rumbo a Dol Guldur

Su madre la miró extrañada.

- ¿No te dio más explicaciones?

- No; pero por su mirada supe que era urgente. ¿Qué está pasando, madre?- Arien tenía la certeza de que Galadriel sabía más de lo que aparentaba. Pero esa sensación la había tenido siempre. Por eso no mencionó lo sucedido aquella mañana y las voces que había creído escuchar.

- Siempre has sido impaciente – comentó su madre mirándola con ternura. – Pero ahora debes volver, la compañía de Thorin necesita de tu ayuda.

- ¿Nana? ¿NANA?

Cuando quiso darse cuenta la figura de su madre y el bosque de Lorien habían desaparecido, y ante ella se encontraba la gran habitación de Beorn.

Se encontró desorientada unos segundos, y al internar ponerse en pie notó como las fuerzas la fallaban por un instante. No estaba acostumbrada al esfuerzo que suponía aparecerse delante de quien quisiera. 


________________________________

Holiiiiiiii 

POR FÍN SOY LIBRE, ME HE GRADUADO DE LA UNIVERSIDAD Y VOY A TENER TIEMPO DE ESCRIBIR. Mil perdones por haber tardado tanto en actualizar pero llevo un par de meses que no tenía tiempo para nada más que hacer el tfg ; pero no os preocupeis porque he vuelto con más ganas de escribir que nunca!!!

Había pensado en establecer un día (mínimo) semanal para altualizar el fic y había pensado en los domingos ; asique como hoy he subido y es sábado esta semana tendreis doble capítulo!!! (a modo de disculpa por la tardanza ejejejej ) 

Muchas gracias por leer. 

un besi de fresi xx  

Continue Reading

You'll Also Like

501K 51.3K 128
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
788K 118K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
270K 19.1K 35
Con la reciente muerte de su padre el duque de Hastings y presentada en su primera temporada social, Annette empieza a acercarse al hermano mayor de...
186K 10.4K 17
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...