Hey, Dad. [Larry Stylinson] [...

By fanfics_everywhere

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La vida de un famoso puede ser genial: fiestas, amigos, sexo, drogas y alcohol. Sin embargo, un error del pas... More

»Información poco interesante.
#NC: Libro de entrevistas.
#0: Prólogo.
#1: El niño en mi cocina.
#2: Yo soy tu hijo.
#3: Benjamin ❝El salvador de carreras❞ Tomlinson.
#4: Feeling like Alexis Sánchez.
#5: Desorden en palacio.
#6: Ziam.
#7: Son cosas de niños.
#8: Nightmares.
#9: Ahuyentando a los pretendientes.
#10: La bruja del oeste.
#11: Entre dientes y abuelos.
#12: 'L' de Louis.
#13: Explicaciones para una cabellera rizada.
#14: Memorias de un embarazo.
#15: Stay with me.
#16: Memorias de un padre soltero.
#17: Crazy Little thing called love.
#18: Adore you.
#19: Y ahora, ¿qué?
#20: Memorias de una relación fracasada.
#21: Halcón caído.
#22: Siempre hay motivos.
#23: Un día en la vida de Charlotte.
#24: La creación: Ben Tomlinson.
#25: Un día en la vida de Chris.
#26: Final.
#27: Marzo es sinónimo de escuela.
#28: Cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta.
#29: Ben vs Colegio.
#30: Memorias de un ❝Leeds Festival❞
#31: Zouis.
#33: Niall Horan.
#34: Familia.
#35: I do.
#36: Wedding party.
#37: Un paseo por Venecia.
#38: Pijamadas.
#39: ¿Un nuevo integrante en la familia?
#40: Felicidades, chicos.
#41: Hormonas.
#42: Feliz cumpleaños, Ben.
#43: Final countdown.
#44: Valerie Tomlinson Styles.
#45: Lo inesperado siempre llega tarde.
Epílogo: Hey, dad.
Agradecimientos.
Bonus: baby, I can feel your halo.
cONCHETUMARE !!!!111!!!1!

#32: And I'd marry you, Harry.

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By fanfics_everywhere

                        «Harry había estado nervioso casi toda la semana. Después de que le dijera a Liam que le ayudase a buscar los anillos de compromiso, las tan famosas ilusiones, él y Liam habían estado preparando el escenario perfecto para el día en que Harry le propondría matrimonio a Louis. Iba a ser en la playa, algo un poco cliché, pero muy romántico según él.

Y ahí se encontraba, con el mejor traje que pudo encontrar. El anillo en su caja quemando en el bolsillo de su pantalón. Flores en su mano, y en la otra el celular, revisando la hora en la que él había citado a Louis a ir.

Harry estaba casi muriendo en su sitio por las ansias hasta que vio a su novio aparecer, tan casual como siempre. Sus jeans negros, algún suéter demasiado grande para su pequeño cuerpo y sus vans. Era todo tan típico de Louis que se sentía casi normal. Louis vio a Harry a lo lejos, y le sonrió de lado empezando a correr hacia él. Al momento de llegar, Harry abrió los brazos, sosteniendo a Louis para alzarlo un poco por el aire. Louis rió suavemente, antes de que el rizado lo apoyase de nuevo en la arena para darle un beso corto.

"Hey, ¿por qué me citaste hasta aquí?", Louis comentó.

"Sólo quiero decirte algo", Harry soltó casual, sintiendo incluso más el peso del anillo en su bolsillo.

Louis sonrió, "Pues, vamos, dilo"

Harry sonrió, "Bien, Louis, verás... " empezó "creo que, definitivamente he estado enamorado toda mí vida de ti. Y nunca pude sacarte de mí mente incuso cuando me dejaste es por eso que, quería preguntarte", él se arrodilló, con su sonrisa nerviosa frente a Louis. Abriendo la cajita, colocándola frente a él, tomando su mano. Colocando su corazón en todo eso. Dejando que sus sentimientos salieran de una vez: "Louis, ¿te casarías conmigo?"

La respuesta que escuchó, era completamente diferente a lo que Harry quería oír. Louis lo miró con pánico, casi a punto de echarse a correr, entonces, con voz vacilante y negando con la cabeza, habló: "Lo siento, Harry, pero no"

Eso había sido todo.»

(NA: MUAJAJA)

Entonces, Harry despertó casi de un sobresalto; y cuando lo hizo, fue como caer al vacío después de haber estado volando por horas. Pesado y abrumante, pero a la misma vez, un alivio.

Había sido un sueño. Un maldito sueño. 

—¿Harry? —La voz suave de Louis susurró cerca— bebé, ¿estás despierto?

El rizado soltó toda la respiración que había estado conteniendo, sin saber que lo hacía. Él realmente había estado soñando, más bien, teniendo una horrible pesadilla. Y sólo era eso. Gracias al cielo. 

Fue un sueño.

Eso ya era demasiado, si soñaba con la propuesta y además, era un fracaso, era demasiado. Había tocado fondo. Harry sabía que había estado muy tenso con respecto al matrimonio. Lo sabía, porque también estaba paranoico. Más de lo que alguna vez lo había estado en toda su vida.

Ya había comprado el anillo con el que se le propondría a Louis, con ayuda de Liam, por supuesto. Y por lo general, lo mantenía escondido en la cajita de los recuerdos en su armario, casi al final de ésta. O, a veces,  lo llevaba consigo al estudio o cualquier otra parte en donde Louis no estuviera, en caso de que Ben fuera y se metiera en su armario sólo para hacerle la vida imposible y lo encontrara de casualidad.

Pero era en ese momento cuando se colocaba más paranoico: cuando traía consigo el anillo al trabajo.

Harry llevaba la cajita de terciopelo con el anillo dentro en el bolsillo interior de su blazer, y temía, cada vez que Louis lo abrazaba de sorpresa, que descubriera sus intenciones y que todo se arruinara. Hasta el momento, nada de eso había pasado. Louis no era de esos chicos que revisaban el celular o los e-mails o la ropa de su novio, Louis confiaba con su vida en Harry por lo que hacer eso, lo veía más que innecesario, y además, podía ser algo que afectara la relación. Así que no había pasado.

Harry agradecía en muchas maneras distintas que Louis fuese así. No tanto por esconder secretos, pero si hubiese sido un novio que desconfiara, ya habría encontrado la caja con el anillo y todo se habría ido a la mierda. Y eso no era una buena idea, de todas formas.

El chico de ojos verdes aún mantenía sus ojos cerrados cuando sintió el peso de Louis sobre su cuerpo, los labios del castaño barriendo suavemente en su clavícula desnuda, dejando un rastro casi imperceptible de besos húmedos. Harry sonrió, pasando sus manos por la cintura de Louis, quien estaba sentado en su regazo a horcajadas, acariciando con sus dedos esa zona. El rizado pudo sentir el calor de la sonrisa de Louis incluso cuando no lo estaba mirando.

—Harry, amor.

Louis tarareaba cerca de su oreja, dejando besos suaves ahí. Nada sexual, por supuesto. Sólo besos dulces que hacían que la piel de Harry quemara por más. Harry no quería abrir los ojos. No tanto por no querer ver a Louis, sino, por un tema de sentir sus labios con mayor sensibilidad. Dicen que las mejores cosas se sienten con los ojos cerrados. Así que Harry no quería abrir los ojos sólo para poder sentir completamente a Louis y enfocarse en él y en sus caricias y en la manera en la que lo hacía sentir con tan sólo un roce. Concentrarse sólo en él.

No obstante, si fuera por Harry, él estaría despierto toda la vida mirando y admirando a Louis; sus lindas facciones, sus ojos intensamente azules, la linda curva de su nariz y la forma en que su sonrisa ilumina la habitación; porque Louis es como el sol. Un astro de luz tan grande y brillante. Tanto, que sin él, sólo habría oscuridad en el mundo.

O, al menos, lo habría en el mundo de Harry.

Bebé —Louis habló, entrelazando sus manos—, sé que estás despierto. Tú corazón late muy rápido.

Harry siguió sin abrir los ojos.

—Está así por ti.

—Me sorprende que seas tan cursi a veces. Te superas cada día.

El joven cantante podía sentir la sonrisa torpe de enamorado en la cara de Louis, y aunque negara que él detestaba lo romántico de una manera extraña, sabía que Louis amaba que él le dijera ese tipo de cosas:—Sólo soy así porque estoy enamorado de ti. Y lo sabes.

El rizado sonrió de lado antes de abrir los ojos, llevándose una sorpresa. Louis no estaba sonriendo por sus palabras, y Harry entró en pánico por un momento. Él lo estaba mirando un poco serio, su labio descansando entre sus dientes. Louis lo miraba de una manera indescifrable. Posando sus ojos por todas las partes de su cara. Harry supuso que lo estaba analizando. Pero no era eso.

Louis observaba cada detalle del perfecto rostro de Harry. Desde la raíz de su cabello hasta el último pelo casi imperceptible de su barbilla. El rostro de Harry parecía una pieza sacada de una escultura. Con facciones tan bellas que parecían irreales. Sus ojos verdes llenos de amor, sus labios rosados, su linda nariz y por supuesto, sus adorables hoyuelos. Todas esas cosas haciéndolo más que perfecto. Louis no podía estar más enamorado porque su corazón explotaría.

—Dios, eres tan...—Louis sonrió de lado—, no hay palabras para describirte.

Harry alzó una ceja.

—Dime cursi ahora.

—Idiota, no tienes idea —Louis se puso serio—, no tienes idea de lo mucho que te amo, Harry.

El rizado alzó ambas cejas. Estaba sorprendido, incluso, cuando había escuchado esa dos palabras salir de Louis muchas veces antes. Pero Harry estaba sorprendido; le sorprendió la confianza, la certeza y el poder de las palabras de Louis al decirlas, tan directas y puras. Se sentía como... era como recibir un balazo directo al corazón.

Sólo que no había sangre, y no había heridos, ni muertes, ni personas llorando, ni sirenas de ambulancias, ni policías arrestando a nadie, ni disculpas, ni familiares en crisis, ni personas sacando fotos, ni noticieros, ni encabezados tristes en el diario local. No había nada de eso.

Era como recibir un balazo, pero sólo por la sorpresa que recibirías si alguien apretara el gatillo o por el sonido emitido; por la intensidad en que la bala vendría hacia a ti, te partiría el pecho, y pararía tú corazón en un sólo instante terminando con tú vida. Así de fuerte se sentían las palabras de Louis, haciendo que eso causara en Harry. Estragos y una parálisis en su corazón, de tan sólo unos segundos, que definitivamente no era buena.

Harry sonrió de una manera sobre-humanamente imposible. Aquellas palabras le habían dado la seguridad que tanto le había faltado, destruyendo toda paranoia de que algo se arruinaría, destruyendo todas las malas esperanzas para dar paso a las buenas.

Es que no había nada de lo qué preocuparse. Louis amaba a Harry más de lo que él podía imaginar, más de lo que su pequeño cuerpo podía aguantar y eso estaba bien. Eso era lo único que Harry necesitaba oír, lo único que necesitaba por las mañanas; mucho más que un café cargado un día frío de invierno.



                                                                          -×××-



—Ben, quédate quieto.

El menor se movió nervioso. Tenía una gran sonrisa en su rostro y tarareaba una canción de Harry mientras Louis intentaba arreglar su pantalón, más bien, la correa del pantalón. 

—Pero, papá, papi Harry va a cantar hoy. ¡Será la primera vez que lo veremos!

Louis miró a Ben, sonriéndole con todo su corazón, antes de darle un beso en la frente, terminando con su trabajo:—Así es, amor, ¿estás emocionado?

—¡Mucho!

Y Louis daba fe de ello. Ben había estado más que emocionado desde que Harry invitó a ambos a su concierto de esa noche, la que prometía ser una encantadora, y quizá, agotadora noche. Harry tan sólo a la hora de almuerzo había llegado, saludado a todo el mundo y había sonreído soltando la noticia. Chris había llamado en la mañana para decirle que todo estaba listo para el espectáculo que montaría, así que a Harry le faltaba invitar a su familia para que el espectáculo fuera más que perfecto. Él sólo dijo: "Lou, Ben, esta noche tengo concierto, ¿les gustaría ir?" a lo que Louis y Ben asintieron con mucho entusiasmo, levantándose de sus asientos para abrazarlo y llenarlo de besos. Había sido un lindo almuerzo.

Louis sabía que Harry había estado trabajando por meses en su nuevo álbum, sin embargo, aún le faltaban un par de canciones para que estuviera listo. No obstante, él tenía que dar un concierto esa noche, y todo lo que se recaudaría iría alguna fundación que lo necesitara. Por lo general, los conciertos de caridad, eran de varios artistas, pero Harry a veces daba espectáculos ocasionales solo para ayudar. 

Nadie estaba en desacuerdo con eso, porque caridad es caridad. Funcionaba bien para todos los de la industria musical, y además, habían varios artistas que tenían la misma iniciativa, así que nadie podía reclamar o decir algo en su contra.

Louis estaba también emocionado, pero no lo demostraba tanto como Ben. Él había querido ir a uno de los conciertos de Harry desde que él se había vuelto famoso, pero por problemas de dinero y también, por estar cuidado a Ben, trabajando y estudiando al mismo tiempo, eso no había resultado demasiado bien. Sin embargo, ahí estaba ahora, a punto de ir al concierto de Harry como su novio y con pases vip. E iba a conocer a todas las personas que rodeaban a Harry, él no podía ser más feliz.

Eran las maravillosas vueltas de la vida a las que Louis se aferraba con todo su ser. El castaño miró a Ben correr de un lado a otro, finalmente, subiendo las escaleras quizá para ir a su habitación; hasta que Harry llegó a la sala, Louis se estaba mordiendo el labio casi con agresividad. El rizado se colocó en frente de su novio, tomando su mentón para que lo mirara. 

— Hey, te harás daño.

Louis soltó su labio, colocando su mano en el pecho de Harry:—¿No estás nervioso?

—Siempre estoy nervioso —Harry rió—  ¿Lo estás tú?

El castaño movió su cabeza de un lado a otro, antes de darle una mueca avergonzada a Harry. Louis estaba nervioso, pero no sabía exactamente por qué. Tal vez era porque quizá, no encajaría bien en eso de la fama de Harry, tal vez era porque se sentía un poco como intruso en eso, y nuevo. Era normal, de todas maneras, sentirse así, pero aún le parecía ridículo estar tan nervioso cuando ni si quiera era él el que tenía que estar en frente de tantas personas brindando un espectáculo. Miró a Harry otra vez, intentando sonreír.

—Esto sonará estúpido, considerando que tú cantarás ante muchas personas, pero sí. Estoy algo nervioso.

Harry se acerco a Louis sonriendo, dándole un pequeño beso en los labios, antes de pasar su mano delineando su mejilla suavemente. Quizá, con su toque, Louis se relajaría. Y fue así. Porque todo acerca de Harry  era paz y tranquilidad y seguridad que relajaba a Louis.

—¿Por qué estás tan nervioso, Lou?

—No lo sé exactamente.

El rizado alzó ambas cejas:—Todo estará bien, amor. Tú estarás conmigo, y eso será genial.

Louis soltó una risa de colegiala enamorada antes de tomar la cara de Harry y darle un suave beso. Harry enredó sus manos en la cadera de Louis, atrayéndolo hacia a él con cuidado. Pasó una mano por debajo de la camisa del castaño haciendo círculos imaginarios ahí. Louis sonrió en medio del beso, hasta que ambos fueron interrumpidos.

—Siento mucho hacer esto, en serio —Chris comentó, mirando su celular—, amé la función que estaban dando, pero ya se hace tarde. Y debemos irnos.

El castaño se sonrojó un poco, aunque Chris ni si quiera estaba mirándolos, en ese momento. La rubia había estado cerca de diez segundos observando a la pareja en silencio desde lejos; había sonreído un poco, había anhelado tener una pareja y después se había cacheteado mentalmente por pensar en eso, por lo que decidió interrumpir -antes de que sus pensamientos tomaran un rumbo diferente- sin sonar demasiado hosca como ella era siempre. Esta vez, trataría de ser amable sólo porque la situación lo ameritaba.

Y porque Chris quería a Harry muy dentro de su corazón, y a Louis le tenía respeto, por eso no iba a interrumpir de manera abrupta alguna muestra de afecto de ambos, ya que, al fin y al cabo, Harry había perdido a Louis por ocho años.

Louis le sonrió a Chris de la manera más sincera que pudo cuan ella alzó la vista para ver si todo estaba en orden. Harry aún mantenía una de sus manos en la cadera del chico más bajo, como si estuviera protegiéndolo de algo, siempre. Era un lindo gesto, si Chris era honesta.

—Claro, Chris. ¿El auto está afuera?

La rubia asintió.

—Lo está, es hora de movernos. ¿Charlotte o Nina irán?

Harry frunció el ceño:—No, Charlotte dijo que tenían algo como "la cena mensual", creo que es el único día donde la familia de ella se reúne. 

Chris se encogió de hombros.

—Bien, menos gente —Chris miró a Harry—, lo que encargaste, está listo. Ahora, suban al auto, Stefan los espera.

—Oh, buscaré a Ben.

Louis estaba a punto de ir hacia las escaleras, pero Chris lo detuvo amablemente.

—No te preocupes, yo me encargo. Necesito que estén en el auto por tema de fotógrafos. Llevaré conmigo a Ben junto con un par de guardaespaldas, siempre van por el cantante, así que no nos harán daño a nosotros, ¿está bien?

El castaño titubeó un poco, pero asintió. Chris llevaba mucho más tiempo siendo la acompañante de Harry y mánager. Ella sabía más de eso de lo que Louis alguna vez sabría, así que no valía la pena discutir con ella, de alguna manera. Louis salió primero de la casa antes de darle una mirada apremiante a la mujer, pero Harry esperó hasta que estuviera a una distancia prudente para acercarse hablar con Chris.

—¿Dónde está el anillo?

Chris preguntó inmediatamente cuando Louis no estuvo a la vista de nadie, la sombra de una sonrisa tirando de su boca. El rizado inhaló con nerviosismo.

—Está en mi mesita de noche.

—Hey, Styles —Chris comentó, colocando una mano en el hombro de Harry—, tienes que estar tranquilo; él dirá que sí. Te ama tanto como yo amo los mojitos de Charlotte.

Harry se sorprendió.

—¡Wow, eso es demasiado!

—Estoy de buenas, pero no abuses —la rubia amenazó, severamente—,  me llevaré a Ben en el otro auto. Él tiene que llevar el anillo, ¿verdad?

—Así es, él sabe lo que tiene que hacer. Practicamos.

—Muy bien, todo listo, entonces —y esta vez, Chris sonrió—, ve por tú matrimonio, tigre.

Harry sonrió hacia Chris, dándole una mirada cariñosa, antes de girar sobre sus talones y ponerse en marcha para la que sería la mejor noche de su vida. Aunque, nunca se dio cuenta de que Chris también lo iba siguiendo.

—Styles —La rubia llamó. Harry se dio vuelta, entonces, Chris lo abrazó sólo por dos segundos, antes de darle un ligero golpe en el brazo—, rómpete una pierna.



                                                               -×××-



Todo estaba absolutamente listo en el recinto donde Harry iba a dar su concierto de caridad. Era un recinto grande, para una capacidad de cuarenta mil personas. No era uno de los estadios más grandes que Harry había visto, en comparación de los que él había llenado, pero por lo menos, podía cumplir con las expectativas para donar a caridad. 

Harry ya estaba detrás del escenario, todavía faltaba media hora para el show en sí, pero estaba viendo si todo estaba bien o si alguien necesitaba ayuda con algo, muy típico de él antes de dar cualquier concierto. Louis, por otra parte, se encontraba en la posterior del escenario, en ese espacio donde las rejas separaban a la multitud del cantante, y en donde iban los guardias de seguridad. Harry también pudo ver a Liam y Zayn en primera fila. Ambos llevaban un cartel, Harry casi podía intuir qué es lo que el cartel decía.

—¡Harry!

El rizado se dio la vuelta para encontrarse a Lou corriendo hacia él. La estilista le sonrió y lo abrazó con entusiasmo al estar más cerca. Ambos eran muy amigos desde que Harry empezó su carrera, ella había sido otra parte fundamental en la vida de Harry junto a su pequeña hija Lux. Habían creado un lazo bastante interesante al igual que su amistad.

—¡Lou!

Ella rió, no sin antes darle un golpe en el brazo:—¡¿Me presentarás a tú novio o no?!

Harry rodó los ojos.

—Vamos, te llevaré.



Louis observaba todo con entusiasmo, había estado en varios conciertos, sí. Pero esto era nuevo porque se trataba de Harry, él sabía por internet y por ver algunas de sus entrevistas que la gente lo amaba, y de todas maneras, cómo no hacerlo, si Harry por poco era un santo. Tan bueno, tan amable, tan Harry y ahora, tan de Louis. El castaño sonrió. No había duda, Harry le pertenecía. Él observó todo con detalle, desde la forma de escenario, hasta a las personas que habían ido; las fans llevaban un globo con helio en forma de corazón, Louis supuso que era parte del proyecto para el tema caridad, y toda la cosa.

Estaba tan ensimismado que no notó al chico que estaba a un lado de él hasta que él habló:—Tú eres Louis, ¿verdad?

El castaño miró al chico, tenía los ojos grises, el cabello negro y una sonrisa interesante. No eran de esas sonrisas ambles, o coquetas, o de cualquier forma. Sólo era una sonrisa que no transmitía nada. Louis alzó una ceja, aún no se acostumbraba al hecho de que la gente lo reconociera sólo por ser novio de alguien famoso.

—Sí, lo soy.

El pelinegro sonrió, estrechando la mano de Louis.

—Un gusto, soy Blake.

Harry llevó a Louise del brazo hasta donde Louis se encontraba. Aunque, su sonrisa de felicidad fue reemplazada por una mueca de disgusto cuando notó con quién estaba hablando su querido Lou.

—¿No es Blake? 

La estilista parecía casi tan enojada como Harry.

—Lo es, ¿qué hace aquí?

—Bueno, debió haber pagado por una entrada o algo. ¿Quieres que me encargue?

—No —Harry negó—, yo lo hago. Vamos.

Blake y Louis habían estado hablando como si fueran amigos de toda la vida. Louis se sorprendió al notar que el chico junto a él era agradable, ambos hablaban de fútbol y de ese programa de música que había sido un boom en todo el mundo, pero que a Louis no le gustaba. Blake estuvo en desacuerdo, el programa había sido bueno, pero quizá, las personas que decidían, no tanto. Harry se acercó, su ceño un poco fruncido, hasta que notó que Louis lo vio, su mirada iluminándose y una sonrisa abriéndose paso por su cara. Harry se relajó casi de inmediato.

—Oh, ahí viene tú novio —Blake señaló, mirando a Louis—, fue un placer conocerte, Louis.

El castaño le sonrió:—Igualmente, Blake.

—Te dejo, entonces. Suerte con todo.

El pelinegro se despidió de Louis, encaminándose hacia Harry para irse de aquel lugar. El rizado puso una cara de pocos amigos antes de que Blake se detuviera, en frente de él y la estilista.

—Harry —el chico de ojos gris sonrió sinceramente—, eres muy afortunado. Espero que tus años con él sean prósperos. Adiós.

Y Harry conocía a Blake en casi todas sus facetas. Se sorprendió al escuchar que su tono de voz había sido completamente sincero. Al parecer, esa iba a ser una noche llena de sorpresas.

—Gracias.

Entonces Blake se fue. Lou quedó completamente confundida en su lugar, pero no dijo nada porque Harry empezó a caminar en dirección a Louis. Al llegar a su lado, Harry besó su frente más relajado que antes. La estilista se acercó, quedándose un poco al margen para no interrumpir en la pequeña burbuja que se construía alrededor de la pareja.

—Louis, ella es Lou, mi estilista y gran amiga.

Lou abrazó a Louis efusivamente:—¡Hola! Es un placer conocerte al fin. Harry me ha hablado mucho de ti. Por cierto, Ben está en backstage por cosas de seguridad.

Esa era otra de las cosas que a las que Louis no se acostumbraría nunca: a que Harry le hablara a todos acerca de él. Se sonrojó un poco, devolviendo el abrazo hasta que la estilista lo soltó. Y sintiéndose aliviado por saber que Ben se encontraba bien en la parte de atrás del escenario.

—Es un placer conocerte, Lou.

El celular de la mujer frente a él emitió un sonido. Ella lo sacó, mirando la pantalla con una mueca:—Bueno, debo irme. Nos veremos de nuevo, Louis. ¡Disfruta el show!

-Gracias, hasta pronto, Lou.

Louis vio desaparecer a la mujer, trotando por donde había llegado. El chico de ojos azules se giró hacia Harry, quien parecía estar en su propio mundo, le llamó la atención tosiendo un poco. Harry lo miró, esperando a que hablara.

—¿Y quién era?

—Mi estilista.

—Hablo del chico.

Harry se hizo el desentendido:—¿Quién?

—No te hagas —Louis reclamó— ya sabes, Blake. Venías hecho una furia cuando me viste con él.

El rizado suspiró, pasando su mano por el cuello. No quería mentirle a Louis diciéndole que nadie o que era un amigo, Harry nunca había sido bueno mintiendo, y además, Louis lo conocía tan bien que notaría que lo estaba haciendo. Así que tendría que hablar con la verdad. Eso también construía una buena relación.

—Uh, un ex.

Louis ladeó la cabeza, para después moverla de lado a lado:—Oh. Era lindo.

Harry parpadeó confundido, para dar paso a una gran carcajada. Eso había sido ridículo. Si bien, él sabía que Louis no era del tipo celoso, Harry no esperaba que Louis sólo contestara "Era lindo", él esperaba algo más cortante. Pero no fue así. No. Harry estaba seguro de que Louis era el único novio que contestaría con "Era lindo" ante un ex. Pero no importaba, porque Harry sabía que Louis era único de todas las maneras posibles. Es por eso que estaba ahí, a punto de subir al escenario a pedirle matrimonio.

Le dio un beso antes de soltar sus dos palabras favoritas:—Te amo.



                                                                        -×××-



El concierto ya casi estaba por terminar. La audiencia había estada impecable, cantando con Harry, respondiendo cada vez que él preguntaba algo y Louis no podía estar más orgulloso de él como lo estaba en ese momento. Harry ya se estaba preparando para la última canción. Cosa que significaba que era tiempo de la propuesta. Los últimos acordes sonaron y la multitud gritó. El rizado les dio una sonrisa grande, lanzando besos por todas partes antes de llevarse el micrófono a la boca para hablar y hacerse escuchar.

—Bien, en sus manos tienen globos con helio. Me gustaría que pudiesen levantarlos sin dejarlos ir, ¿está bien?

Toda la multitud chilló cosas que parecían más como gemidos de los zombies en pleno apocalipsis, pero hicieron caso. Todos en el estadio levantaron sus globos, haciendo lo que Harry pedía.

—¡Ustedes son geniales! Bueno, ahora, quisiera hacer algo nunca antes visto en un show en vivo. Hoy me acompañan dos personas muy especiales para mí. Mi hijo Ben, y mí novio Louis.

La cámara enfocó a Louis mostrándose en la pantalla grande detrás de Harry y él sonrió bajando la cabeza, ganándose un suspiro tierno de casi toda la población femenina y un poco, masculina, que estaba presente. Ellos gritaron cosas que no se entendían bien, pero parecían ser cosas buenas. O eso daba la impresión.

—Ahora, quiero pedirle a mí novio, si puede subir al escenario. 

Louis lo miró con cara de "Harry, ¿qué estás haciendo?" Pero era Harry, y Louis iba donde Harry iba siempre, podría parecer torpe, pero Louis amaba tanto a Harry que la necesidad de estar con él siempre era más fuerte ahora que cualquier sentido común. Además, las personas detrás de él gritaban que fuera, que tenía que hacerlo, que ambos eran adorables y él sólo se sonrojó furiosamente antes de ponerse en marcha hacia la escalera que lo subiría al escenario.

La cámara seguía enfocando a Louis en todo momento ahora.

—Recuerdo cuándo conocí a Louis —Harry habló al público—, estábamos ambos en los Leeds, y yo sólo solté una frase basura para intentar coquetear con él. No sé qué vio Louis en mí en ese momento, supongo que le di algo de pena, por eso habló conmigo, se rió y no se fue ante una frase tan estúpida como la que había dicho.

Louis rió, caminando todavía. Él estaba nervioso, por lo que caminaba lento para no intentar tropezar con sus propios pies. De todas maneras, eso le daba tiempo a Harry de dar su discurso y de que Ben subiera al escenario en su tiempo adecuado.

—¿Saben? Nunca me había sentido tan afortunado de tener a alguien como Louis. Tan bueno, tan hermoso. Es mí mejor amigo, amante y fiel compañero. Una de las pocas personas que me conoce realmente, que conoce mis mejores partes, que conoce mis demonios y aún sigue ahí, a pesar de todo, día a día ayudándome a superar cada uno de mis miedos. Si pudiera elegir a alguien con quien pasar mis días otra vez —Harry miró a Louis— te seguiría eligiendo el resto de mí vida. Una y otra vez, siempre.

Se podría decir, que en ese momento, todos estaban llorando. Entre la multitud desenfrenada en gritos y llantos de alegría, se encontraban Zayn y Liam, levantando el cartel que decía "Louis, si dices que no, te mataremos". También, desde el backstage, Chris estaba mirando todo. Sus ojos brillosos, pero no por lágrimas, porque era Chris. La chica sin corazón que rara vez lloraba, ella estaba monitoreando todo, cuando vio que Louis ya había subido al escenario. Hizo una seña hacia Ben, era tiempo de que él también apareciera en escena.

El menor sonrió, mostrando sus hoyuelos, y siendo escoltado por un guardaespaldas, llegó al escenario con el anillo en una almohada blanca mientras Louis aún mantenía toda su atención en Harry.

Louis no sabía qué demonios estaba pasando, y era todo tan irreal que parecía un sueño. Pero no lo era, ahí estaba, en frente de Harry, siendo visto por millones de personas, posiblemente. Estaba ahí, escuchando cómo Harry le declaraba su amor de la manera más linda que él pudiese imaginar.

Ben apareció a un lado de Harry con el anillo, pero Louis ni si quiera lo notó, toda su atención estaba puesta en Harry.

—Y Louis, ahora, quiero preguntarte: ¿Me dejarías tomar tu mano y amarte como nunca te han amado? ¿Me dejarías ser la persona con la que pasarás el resto de tus días? ¿La primera persona que verás al despertar y la última que verás al irte a dormir? ¿Me dejarías tomar cada una de tus partes y reclamarlas como mías? ¿Me dejarías estar contigo hasta que nos volvamos viejos y perdamos pelo y veamos a nuestros nietos jugar en el pasto de una linda casa en el campo? ¿Me dejarías ser ese hombre en tú vida?

Entonces, Louis estuvo más cerca de Harry, soltando lágrimas de felicidad. Y cuando estuvo lo suficientemente cerca, Harry se arrodilló en frente de él, tomando la mano de Louis con su mano libre y mirándolo con todo el amor posible de almacenar en su cuerpo.

—¿Me dejarías ser él? —Louis asintió frenéticamente— Entonces, ¿Louis William Tomlinson? ¿Me harías el honor de convertirte en mí esposo?¿Te casarías conmigo?

La multitud fue un caos, todas las personas estaban gritando como si su vida dependiera de ello. Ben estaba a un lado de sus padres, viendo como todo por lo que había luchado se hacía realidad. Y Louis, Louis era otra cosa, estaba soltando lágrimas como si fuera a morir en cualquier momento y su corazón latía mucho más rápido de lo usual. Eso era mucho para él, no tenía palabras para describir la emoción que lo embargaba, no podía hacer nada más que llorar por lo lindo que había sido todo.

Louis sabía desde aquél primer día en el festival que Harry era su chico. Había hecho conexión de una manera extraña, pero incluso cuando no fue amor a primera vista, él sabía que le pertenecía de alguna forma. Y tenía razón. Louis amaba a Harry con todo lo que podía dar, amaba la manera en la que lo hacía sentir, tan seguro, tan amado, tan especial, tan único. Amaba todo acerca de Harry, amaba la forma en la que se despertaba por las mañanas y le susurraba un "te amo" en la oreja, la manera en la que era tan cuidadoso con él, preocupándose siempre de lo que sentía y de lo qué quería, de lo que le faltaba.

Y si Louis decía que no, sabía que se estaba perdiendo la oportunidad de su vida, porque alguien como Harry no se encuentra dos veces. Era como un comenta, sólo pasaba una vez cada ciertos años y si no alcanzabas a ver cuán hermoso había sido, no lo verías nunca más, incluso si pasaba uno muy parecido.

Louis estaba seguro. Completamente seguro de que quería pasar toda su vida junto al maravilloso hombre arrodillado enfrente de él, esperando por su respuesta expectante, con su gran sonrisa y su maravilloso corazón. Él estaba tan seguro como aquella vez que se entregó en cuerpo y alma por primera vez al mismo chico.

Y a diferencia del sueño de Harry, la respuesta le sorprendió:—Sí, definitivamente, sí. Me casaré contigo, Harry. ¡Claro que lo haré!

Entonces, los globos volaron al techo y papeles cortados empezaron a caer, al mismo tiempo que Harry colocaba el anillo en el dedo anular de Louis. Para después, tomarlo por la cintura, elevándolo al aire, besando su cara como si no hubiese mañana, porque si moría ese día, no importaría demasiado.

Louis había dicho que sí.

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