Getenic - Camren©

By SophieAlwman

124K 6.6K 1.6K

―Pero mi padre sabía que era mío. ―dijo molesta Lauren―. ¿Qué demonios se supone que haré? ―Yo, yo...yo cuida... More

1
2
3
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
Epílogo

4

7.7K 505 127
By SophieAlwman

Ese beso que le había dado a Camila le había llenado el cuerpo de alegría, tanto que en su consultorio sin importarle el cadáver que estaba abriendo, y que tenía cámaras de seguridad, se puso a bailar la conga, tomó como compañero de baile a su esqueleto de muestra que tenía junto a la ventana.

Señorita ¿Se encuentra bien? ―dijo la vocecita de su secretaría.

―¡Ahhhh! ―dijo soltando el esqueleto que cayó como un montón de cosas inservibles al suelo.―¿Qué? No, nada, nada , si yo, si,¿Qué haces aquí?

Aquí...bueno, la señorita Gomez la busca...

―Así que sí existe. ―dijo Lauren extrañada, la mujer ya dudaba por el estado mental de Lauren―¿Quién es?

Es una policía, viene para cotejar algunas cosas de este, hombre que ha muerto.

Okay...hemm...está bien, déjala pasar.

―Bien. ―dijo mientras Lauren recogía avergonzada a su pequeño y delgado acompañante de baile. La mujer Gómez, era una delgada oficial con mirada dura que sostenía una pequeña agenda electrónica, era muy hermosa, con un largo cabello negro y ojos verdes.

Señorita Jauregui, la he estado llamando a la Mansión Cabello, pero me han dicho que ha estado ocupada. ―dijo con tono molesto. Lauren sonrió, claro que había estado ocupada eligiendo ropita de bebé hasta muy tarde por internet.

Pues, me disculpo, no pensé que la policía de Miami necesitaba de mi ayuda, el cadáver llegó hace 12 horas. No hago nada Judicial este caso es especial.―dijo con amabilidad acercándose al cadaver.

Entonces, dígame de que murió. ¿Hubo crimen o no? ―dijo sin dejar de ver al hombre.

Pues... ―Lauren recordó el beso― Eso fue un crimen....

―¿Qué?

Lo que quiero decir...―dijo enfocando otra vez su mente― Es, bueno el individuo murió hace 2 días, tiene dos cortés en el cuello, dos articulaciones rotas de la pierna y tres costillas rotas por un fuerte apretón, al parecer, fue atropellado, contra una pared, encontré residuos de cemento en las heridas del pecho cerca de las costillas rotas y pintura de auto en la espalda.―dijo con voz profesional, muy seria, la policía sonrió― Lo tiraron luego al agua y por eso su estado azulado, además. —Lauren se interrumpió al ver que la policía le sonreía .— ¿Qué? .—Fruncio un poco el entrecejo.

Entonces es verdad, es la mejor, además de hermosa, la más brillante.

Miré. ―dijo Lauren tomando aire― No tengo tiempo para usted, más que para darle el informe, así que ahórrese los chantajitos y halagos ―dijo Lauren muy seria.

Okay. Envíeme el informe a la jefatura señorita Jauregui, es un gusto trabajar con usted. ―dijo anotando cosas en su agenda― Pero en caso que le aburra la chica castaña embarazada... Yo la espero en mi oficina, su secretaria tiene mi contacto. ―dijo con una sonrisa, saliendo de ahí.

―¿Aburrirme de la castaña?. ―dijo clavando sin querer el bisturí al cadáver el brazo, se dio cuanta de ello cuando el filo de la cuchilla sonó al tocar la mesa―¿Será otra amiga de Laura?

Lauren tuvo que ponerle puntos al brazo del tipo asesinado intentando no recordar a la prepotente policía. "Aburrirme de la castaña, ya deseara ella y medio Miami" pensó molesta Lauren. Luego salió a tientas, entró a toda velocidad a su McLaren ya que estaban todas las modelos amigas de Laura haciendo alboroto en la entrada. "Demonios, ¿Qué hice para que esa tonta cabeza de paja se fijara en mi?" dijo saliendo a toda velocidad.

Otra vez se sentía muy cansada, al llegar cenó sola en la cocina ya que la madre de Camila estaba en casa de unas de sus amigas y como era de imaginar Camila debería estar encerrada en su estudio haciendo ejercicios o bien leyendo.

Lauren se quitó la ropa de trabajo, se bañó y bajó a ver la televisión en la sala de estar, le dolía un poco el cuerpo y no tenía ganas de moverse, se quedó dormida con el televisor encendido.

Camila miró que en la sala había luz cuando salió de su estudio, lo divertido de aquello era que pensaba que estaba sola, así que con una terrible y peligrosa almohada se acercó a ver quién era, llevaba en alto la almohada, y al descubrir a Lauren dormida como roca, se le ocurrió lo más chistoso, gritó y le tiró la almohada.

―¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ―dijo Lauren saltando.

―¡aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ―Gritó Camila.

―¡DIOS! ¿Ya viene la bebé? ¡OH! ¡Dios! ―dijo Lauren cayendo por detrás del sofá dándose un buen golpe―¡AUCH!

―¡Lauren!

―¡Ricitos!―si que será tarada Lauren, ni en esos momentos dejaba de decirle ricitos.

―¿Te has lastimado?―Lauren salió de detrás del sofá sobando su cabeza,le dolía mucho.

―Eso creo... ¿Tú estas bien? ―dijo alarmada. Camila se empezó a reír de muy buenas ganas.

―Te caíste. ―le dijo señalándola― Estuvo tan chistoso... Por fa, cáete otra vez... ¿Sí?

Camila no es gracioso. ―dijo sobando su cabeza, le dolía mucho.

Huy, estás molesta.―Lauren no dijo nada, sí que estaba molesta la cabeza le iba a estallar, y en la frente sentía una presión terrible, eso no era nada bueno― Ya, lo siento, no debí...―Lauren le hizo señas para que se callará, y luego rodeó el sofá poniendo sus manos sobre su rostro para intentar aminorar la presión de su frente. Camila se preocupó y se sentó junto a ella.― ¿Te lastimaste, mucho?

No, me duele la cabeza desde en la tarde ―dijo ella con voz nasal, cubriendo su rostro.

Te traeré algo de tomar...―dijo Camila.

No, esta bien iré a dormir. ―dijo sin moverse, Camila no se movió, y abrazó a Lauren, esta no se movió― Estoy bien...―pero se quedó callada al verse las manos, la presión que sentía aminoraba pero era por la cantidad de sangre que salía de su nariz.

―¡Dios!―chilló Camila preocupadísima― Recuesta un poco la cabeza hacia atrás... No te muevas. ―dijo saliendo a la cocina y regresó con paños fríos, limpio a Lauren que estaba como anestesiada y coloco los trapos en su frente y en el cuello. Poco después dejo de sangrar― Me has dado tremendo susto, ¿Cuánto hace que sangras por la nariz?

Es la tercera vez. ―dijo por fin Lauren― Pero nunca tan abundante. ―La chica miró la ropa de Camila― Te has ensuciado...

No importa. ―le dijo abrazando a la chica. Su vientre se movió un poco Lauren la rodeó con sus brazos―Promete que descansarás más...

Lo haré.―dijo la voz de la chica― Oye... Si existe la tal señorita Gomez... Hoy la conocí.

―¿De veras? ―dijo soltando a la chica casi de improvisto, Lauren la miró dolida.

Si, es una policía... Quería saber sobre un tipo que abrí esta mañana.

―¿No es arquitecto? ―dijo extrañada.

No... Mira ricitos, no es una de las novias que me inventas, es una chica que se las cree...―dijo Lauren tomando otra vez su frente.

¿Te duele?

―No... ―dijo abrazando otra vez a Camila― Quiero estar contigo... ¿Vemos algo en la tele?

―Es muy tarde. ―dijo Camila nerviosa y soltándose de Lauren― Mañana tengo una reunión muy temprano y quede de ir con mi madre por ropa para la bebé.―dijo.

―¿Puedo ir?

―Si me dejas de llamar... Interrumpío Lauren.

―Eso es un no. ―dijo ella poniéndose en pie, pero Camila la detuvo, la haló hacia el sofá, Lauren miró ceñuda a la castaña― ¿Qué pasa?

Pero no tubo respuesta solo los dulces labios de Camila, encontrándose en los suyos, con suavidad respondió al beso, la tomó en brazos, haciendo que Camila se sentará sobre sus piernas y acarició suavemente su vientre. Camila detuvo el beso.

―¿Dejo de ser ricitos?

Eres y por siempre serás mi ricitos ―dijo Lauren sin dejarla de abrazar, Camila sonrió y se soltó lentamente.

Bien, me rindo, nos vemos mañana a las dos. ―dijo esto, se puso de pie lentamente y se fue.

Lauren se quedó como piedra. Camila se había desquitado el beso de la tarde.

Vaya que es mala, sabiéndose una diosa, juega con esta pecadora, pensó Lauren mientras el dolor de cabeza amainaba mientras descansaba en su cama.

***

Durante la mañana Camila hizo, como que Lauren era parte del mantel, pero no dejó de sonreír cuando, supuestamente leía el diario puesto al revés, cuando su madre se lo hizo saber, ella la ignoro diciendo que completaba el crucigrama y se fue con paso rápido en busca de su auto para ir a trabajar medio tiempo.

Por su parte Lauren, había tenido una batalla campal en la ducha, tenía un frío inexplicable al ver la regadera, se despertó con un poco de fiebre y la menstruación, su humor no mejoró al comprobar que el agua estaba tan fría como lo había imaginado.

Luego sus cereales favoritos se habían acabado y como postre Camila la ignoró olímpicamente, era el record mundial para hacerse que no has visto a alguien, subió a su coche y rezó por no tener que encontrar a esa metida policía, aunque sabía que su secretaría había enviado todos los análisis y pruebas como ella había dicho.

Cada semáforo estaba en rojo, casi no encuentra parqueo frente a su consultorio y se tropezó con las escaleras. Su secretaría le dijo que la tal señorita Laura la esperaba hace una hora en la sala de espera.

Lauren maldijo por lo bajo, tenía que matar a su padre, pues él se la había presentado en una de sus tantas cenas de gala. Ella estaba parada mirando un cuadro y sosteniendo un gran ramo de rosas. Lauren estaba por maldecir en voz alta, odiaba que le dieran rosas, era alérgica a ellas.

―¡Lauren! ¡Cielo mío que cara! ―dijo con su voz de circunstancias melodramáticas. Lauren cerró fuertemente los ojos antes de hablar.

Soy alérgica a las rosas, ni se te ocurra acercarte a mí.―dijo poniendo sus manos como escudo, la bella rubia tenía unos ojos color miel, los cuales brillaron de enfado.

Si compartieras más tiempo con tu novia lo sabría.

―¿Cuál novia? ―dijo molesta―¿Por qué todo el mundo me inventa novias?

―¿Así que solo soy un invento?

―El problema es, que tú te lo has inventado, no recuerdo haberte pedido que fueras mi novia ―dijo Lauren entrando al laboratorio y poniendo su portafolio pesadamente en su escritorio.

―Pero juraste que saldríamos, ya que te pones de rogar yo te lo pediré.

―Mi respuesta es no. ―la interrumpió Lauren seria y tajante con la respuesta.

―¿Por qué? ―chilló ella frente a su mesa.

No me gustas, no te entiendo, no me agradas, eres tonta, yo soy muy inteligente, eres una ofrecida y yo muy seria para esas tonterías. ―dijo Lauren muy seria y perdiendo la paciencia como siempre lo hacía, la chica chilló furiosa.

―¡Eres una idiota!―dijo ella― Me cambias por esa tarada que tu padre te ha puesto a cuidar.―Lauren se ponía tranquilamente su chaqueta y la miró molesta.

―¿Cómo sabes que la cuido?

―Está en el diario, tu padre lo publicó hace dos días, que está "Colaborando con la investigación" toda Miami lo sabe. ―dijo ella impaciente.

Así que sabes leer. ―dijo Lauren burlonamente.

Imbécil. ―dijo y le arrojó las rosas, Lauren las esquivó para que no la tocaran y la vio irse, sintiendo que al fin la dejarían en paz, pero cuando su secretaria recogía el desastre de las flores, la oficial Gómez apareció dándose aires de suficiencia.

Así que nada bien con el amor. ―dijo viendo las rosas en el suelo.

―¿Qué hice para merecer esto?―se preguntó Lauren impaciente― ¿Qué es lo que quiere esta vez?

―Solo vengo a invitarte a salir.

―No puedo. ―dijo ella. Empezando a buscar sus instrumentos― Te pido el favor que te vayas tengo miles de cosas que hacer.

―Claro, debes estar muy ocupada. ―dijo viendo como salía la secretaria con los restos de las rosas― Haber, dime, no te gustaría, tú sabes. ―dijo poniéndose sexy al sentarse en el escritorio. Lauren, la miró horrorizada, la verdad que ese no era su día.

Oficial Gómez, creo que he sido muy... ―la chica se desprendió los botones de la camisa y dejó ver un poco sus senos cubiertos por un delicado sostén negro― ¿Qué demonios piensas que estas haciendo? ―dijo Lauren escandalizada.

Solo quiero jugar un rato. ―le dijo pasando sus dedos sobre el sostén, Lauren se quedó helada. — No sabes, lo aburrido que es estar todo el tiempo en la jefatura, investigando, y viendo cadáveres todos los días. La miró fijamente, mordiéndose el labio inferior suavemente.

¿Qué demonios tenía para que las chicas se le ofrecieran de esa manera tan vulgar? ¿Qué ella aparentaba que era vulgar? Camila siempre le había dicho que tenía un aire de inalcanzable que hacía que todas quisieran con ella, pero lo que Lauren pensaba, era que su ancha cuenta bancaria tenía también mucho que ver y el hecho de que ella misma había admitido (solo para herir a Camila), que se tomaba la vida con calma y más aún a las mujeres, eso había sido hace dos años, cuando Camila le restregó en la cara una novia seria que tenía en el Japón, pero nadie había comprobado nunca esa actitud que ella decía y pensó que lo habían olvidado, vaya que estaba equivocada.

La chica la sacó de su estado de distracción al halarla de la chaqueta y besarla. Lauren de inmediato reaccionó y la empujó contra la mesa para liberarse de ella.

Vamos no te hagas de rogar, se que quieres, ¿No es así? ―Claro que no quería, Lauren estaba furiosa.

―¡VETE! ―rugió, la cabeza le daba vueltas― ¡No quiero que me toques maldita desgraciada!―dijo.

―Esa castaña. ―dijo en voz espeluznantemente tranquila.

Es la mujer que tu algún día desearías ser.

Eres una idiota, solo nos divertiremos por un rato,nadie tiene que darse cuenta. ―dijo ella intentando abrazar a Lauren.

Si me vuelves a tocar te juro que te golpeo. ―dijo Lauren retrocediendo, con cara de pocos amigos― Así que hazme el favor de irte o bien llamaré a los de seguridad. ―dijo con frialdad. La chica acomodó su blusa y la miró llena de odio.

Bien, eres una tonta, no sabes de lo que te pierdes. ―dijo dando la vuelta y marchándose. No, para nada, la que no sabía lo que se perdía era ella, Lauren Jauregui era mujer de solo una mujer.

Al verse sola, tomó furiosa el teléfono y le gritó a su secretaria que ninguna mujer entrara a su despacho, a menos que sea una vieja horrible y gorda, con un muerto en estado de putrefacción.La chica nerviosa dijo que sí y Lauren se puso a maldecir en su despacho, al no sentirse con nada de ánimos para trabajar y con esa maldita fiebre que tenía decidió marcharse y le dejó dicho a su secretaria que si había alguna emergencia que la llamara a su celular y que si era una mujer, a menos que fuera una gorda y llena de barros, la pasara a su celular ¡Ah! Y que si Laura o la agente Becky Gómez llamaban, Lauren había salido del país.

***

Llegó a la mansión con mucha suerte, en su estado, ya que sufrió un pequeño desmayo justo en el jardín, la ama de llave la ayudó a entrar y Lauren le pidió que cerrara la puerta, las ventanas y todo lo que dejara entrar luz al cuarto para dormir, luego le dijo que no le dijera a nadie lo de su desmayo para no preocupar a nadie y luego se quedó dormida como una piedra.

A Camila le extrañó que Lauren no llegara, tenía ya una hora de retraso, no había llamado, así que se fue con su madre a buscar ropa de bebé. Camila estaba molesta con Lauren, casi no ponía atención a la que su madre le estaba enseñando. Miró molesta su celular y le comentó a su madre lo mal que le había quedado Lauren, con los controles y con eso de no comprar ropa con ellas. Sinu conociendo a su hija y supuso bien que estaba molesta y probablemente celosa, le dijo que la llamara, que tal vez lo había olvidado.

Pues será mejor que no lo haya olvidado. ―dijo molesta Camila, marcando el número de la oficina de Lauren― No hay nada más importante que compartir con la madre de tu hija. ―dijo lo último para sí misma.

Esperó, hasta que reconoció la voz de la secretaria de Lauren, que saludó amablemente.

Si, bueno, habla Camila Cabello, quisiera saber si Lauren se encuentra.

―No, estimada señorita. ―dijo la secretaria reconociendo a Camila, ya que algunas veces Lauren hablaba de ella― La señorita, salió esta mañana de regreso a su casa, no sé, al parecer no se sintió bien con las visitas que tuvo esta mañana. ―dijo.

―¿Qué visitas? ―preguntó Camila celosa.

La señorita Laura y la Señorita Gómez ―dijo esta un poco dubitativa.

Hummm ¿Qué hacían ellas ahí?

Bueno, Laura Ivannók vino solo a usted sabe, ella quería salir con Lauren, pero, pero...

―¿Pero qué? ―dijo impaciente Camila.

La señorita Jauregui la mandó directito para la calle. ―Camila rió con mucho gusto.

―¿Qué pasó con la otra?―preguntó Camila.

Bueno, ella se encerró con la señorita. ―dijo esta metiendo la pata, Camila palideció― Ella, bueno salió rápido luego, de unos minutos y parecía muy agitada.―Camila quería matar a Lauren Jauregui.

Gracias. ―dijo colgando y mirando a su madre llena de rabia, Sinuhe se quedó esperando algo― Tengo que regresar a la mansión, ahora mismo. ―dijo Camila seria.

―¿Qué pasa?

―Lo que pasa es que soy una idiota y Jauregui una desgraciada. ―dijo tomando furiosa sus cosas y yendo a su auto para regresar a la mansión, en compañía de su madre que parecía extrañada.

Camila no dijo nada durante unos minutos y aceleró, Lauren iba a saber quien era Camila Cabello, se iba a dar cuenta que con sus sentimientos no se juega, ¿Quién demonios se creía Lauren? Primero jugaba a la dura, pero buena persona con ella, para luego revolcarse con otra en su propia oficina, era una degenerada, era verdad que no se tomaba nada en serio más que su carrera y nada más, la gente era solo para jugar en el mundo de Jauregui.

Camila dejó su Volvo como fuera en el jardín ni siquiera esperó a su madre para nada, corrió a la entrada y preguntó a la de servicio si Lauren estaba, esta nerviosa, por como había visto a Lauren desmayarse dijo que esta no quería que la molestaran.

Pues resulta que esta es mi casa y si quiero saber en donde está me dirás...

―En su cuarto. ―dijo ella nerviosa― Pero no se veía nada bien, creo que es mejor que duerma...―pero Camila no la escuchó y caminó al cuarto de Lauren. Estaba furiosa, cuando pensaba en amar nuevamente a la madre de la bebé, esta lo arruinaba todo, Lauren no merecía su amor, si un día antes había besado con tanta sinceridad sus labios y luego lo echaba a perder de esa manera, era una mentirosa.

Camila caminó hasta el cuarto de la chica, que estaba todo oscuro, abrió las ventanas automáticamente con un interruptor y la vio, estaba boca abajo en ropa interior, se miraba que estaba sudando, extrañada se le quedó viendo mejor, parecía dormir pesadamente, pero luego recordó que estaba furiosa. Tomó las sábanas y se las quitó de golpe, el tirón hizo que Lauren despertara y cayera al suelo. Esto se va a poner buenísimo.

―¿Con un demonio que no se puede dormir tranquila en esta casa? ¡Por el amor de Dios! ―dijo levantándose pesadamente del suelo.

―¡ERES UNA CÍNICA JAUREGUI! ―chilló Camila dolida.

―No me grites. ―dijo Lauren poniendo las manos en sus oídos, la cabeza le estaba por estallar―¿Qué demonios te pasa ricitos?

―¡DEJA DE LLAMARME DE ESA FORMA! ―dijo dandole una bofetada a Lauren, quien la miró horrorizada aquello era demasiado.― ¡ASÍ QUE TE LA PASAS ACOSTANDOTE CON LA QUE SE TE PASE POR EL FRENTE! ¿ME HAS VISTO LA CARA DE IDIOTA?

―No se de que me hablas. ―dijo calmada Lauren, sobando su rostro.

―¡HABLO DE REBECKA! ―dijo Camila furiosa dando un empujón a Lauren.

Ricitos, cálmate, te hará daño, no sé de que demonios me hablas... ¿Qué? ¿Acaso ella te llamo? ―preguntó Lauren, haciéndola parecer culpable.

―¡ERES UNA DESGRACIADA LAUREN! ¡NO TE MERECES NADA! ¡ALEJATE DE MÍ Y DE MI HIJA! ¡NO QUIERO SABER NADA DE TI!

―Camila, cálmate. ―dijo Lauren seria― No me vas a alejar de la bebé, así que cálmate, ¡Y DEJA DE GRITARME! No tengo nada que ver con Becky, ella llegó esta mañana e intentó sobrepasarse, pero no la deje, no la deje ricitos, tienes que creerme y sino te traigo la cinta de seguridad...

―¿Por qué? ¿Porque no la dejaste?

―Esa pregunta es estúpida. ―dijo Lauren empezando a marearse, se miró a si misma y se vio semidesnuda frente a Camila― Me duele que no me creas, me duele que no quieras ver, eres muy tonta. ―dijo seria empezando a ver turbio― Llama a tu madre ―dijo antes de desplomarse inconsciente.

Camila corrió hasta ella y la vio muy pálida, no hubo necesidad de llamar a la madre de Camila, esta al escuchar los gritos de Camila corrió a ver que pasaba.

Dios, deja llamo a un médico, deja. ―dijo al ver a Camila junto a Lauren llorando y abrazando a la inerte chica― No hagas fuerza, ella va estar bien.

―Es mi culpa. ―dijo Camila llorando.

Pocos minutos después llegó la ama de llaves con el médico, quién las ayudo a levantar a Lauren.

Cariño, ven. ―dijo cuando ya habían a costado a Lauren junto con la ama de llaves, que les contó como la vio desmayarse en la mañana y como le había hecho prometer que no le diría a nadie― Dejemos el médico la vea.―dijo haciendo que Camila se tomara un té y luego esperaron.

Bueno. ―dijo el galeno saliendo del cuarto de Lauren― Tiene una profunda anemia y cansancio extremo, le recomiendo reposo, ¿Alguien sabe porque tiene rojo una parte del rostro? Parece un golpe, ella tiene un pequeño problema con los vasos sanguíneos de la nariz así que cuando se le sube la presión o se enfada o la golpean. ―dijo mientras Camila ocultaba las manos― Está de inmediato sangrará, cuando entré, tenía las almohadas empapadas de sangre, que salía por su nariz...

―¿Es grave?―preguntó Camila.

Bueno, ella estaba consciente y ya había intentado detener el flujo, eso le ha causado la anemia que tiene ahora. ―la mucama salió con las almohadas y estas parecían dos bultos sangrientos. Camila palideció― Pero no se preocupe ella está otra vez dormida. Y un poco mejor. Solo hay que dejarla descansar.

―Muchas gracias. ―dijo Sinuhe acompañando al hombre a la salida. Cuando regresó Camila lloró en el regazo de su madre como una niña.

No quise escucharla me porté pésimo. ―dijo avergonzada Camila.

Ella entenderá y te perdonará ahora cálmate y descansa, no es bueno para tu bebé.―Camila asintió y con la bebé agitada intentó descansar ya que tenía que ver a Lauren.

Lauren despertó ya muy avanzada la noche, tenía frío y recordó todo, se enfadó un poco pero luego lo pensó mejor. Ya sabía que tenía que hacer, se levantó un poco cansada y se vistió con una pijama de los que le quedaba grandes, camino en silencio hasta el pasillo y entró silenciosamente hasta el cuarto de Camila, la castaña dormía intranquila así lo vio Lauren, se acariciaba el vientre inconscientemente y cuando se acercó pudo notar que había llorado, acarició suavemente el delicado pómulo de Camila apartando sus "Ricitos" y muy lentamente entro en la cama junto a ella, Camila al sentirla se volteo un poco asustada y al reconocerla en medio de la oscuridad lloró, Lauren susurró un "Tranquila casi inaudible y la abrazó.

Ricitos, eres muy celosa. ―dijo en voz baja abrazando a la chica.

Y tú eres una tonta. ―dijo dolida Camila guiando las manos de Lauren a su vientre― ¿Por qué no me dijiste que estabas tan cansada ?

―Será porque casi me matas. ―dijo Lauren con una risita maliciosa, mientras con mucha ternura acariciaba su vientre.

―Lo siento. ―dijo Camila sincera. Acoplando su cuerpo con el de Lauren.

No pasa nada, te falta mucho para matarme. ―dijo dando un suave beso a Camila en el cuello. Camila sonrió ante ese tacto de sus labios contra la sensible piel de su cuello.

―¿Qué hacía Becky entonces en tu laboratorio?―le dijo con una vocecita un tanto celosilla.

Lo que te dije Ricitos, la idiota es una ofrecida, pero la mande a volar con las alitas que ella se puso...―la bebé se movió con suavidad dentro de su madre― Hola princesa. ―dijo Lauren en susurró poniendo con delicadeza la palma de su mano en donde podía ser su cabeza.

Ella te siente. ―dijo Camila acariciando la mano que Lauren tenía sobre su vientre.

Muero por verla, debe ser que será muy hermosa como tú. ―dijo la voz ronca de Lauren en el oído de Camila― Ella me siente, eso es maravilloso.

―Sí. ―dijo Camila― Tu voz molesta la intranquiliza, pero si estas tranquila ella también.

―¿En serio? ―preguntó emocionada.

. ―dijo Camila volteando para ver a los ojos a Lauren, sus hermosos ojos verdes brillaban mientras acariciaba su vientre― Ella te ama Lauren... Nunca la alejaré de ti ―dijo Camila acariciando la mejilla de Lauren. Esta intentó besarla pero Camila la detuvo― Espera un poco Lauren. ―dijo ella, volviendo a la posición original. Dándole la espalda a Lauren― Creo que debemos ir despacio.

―¿Me estas dando una oportunidad?

―Sí.―dijo Camila abrazándose un poco la almohada― Quiero ir mañana de compras contigo ¿Vamos?

―Será genial. ―dijo Lauren sonriendo.

Bien, es mejor que nos durmamos. ―Lauren hizo el ademán de irse, pero Camila no la dejó y volteo inmediatamente tomando la mano de Lauren.― ¿Para donde crees que vas? ―preguntó sin soltar a Lauren de las manos― Tú te quedas a tranquilizar a la pequeña que no me deja dormir ―dijo.

―Me encanta la excusa ricitos. ―dijo ella acariciando el vientre de Camila y besando su cuello haciendola estremecer.― Buenas noches, Camz.

Igual Lern. ―le dijo esta relajándose y ambas se durmieron. Esa fue la primera noche desde que la bebé se movía, pero que Camila no la sintió patearla.

Continue Reading

You'll Also Like

Maid By EasyEasy

Fanfiction

33.3K 2.7K 11
Conseguir una sirvienta podría ser sencillo para algunos, difíciles para otros. Pero usualmente son las personas que tienen dinero las que tienen la...
843K 125K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
46K 4.1K 44
Una niña alejada de su entorno familiar es acogida por una adolescente en su nueva escuela y crearán un lazo que no se romperá, ni con el paso de los...
334K 12.8K 44
Lauren Jauregui de 29 años de edad es la mejor escritora del mundo. y dueña de la cadena de uno de los mejores hospitales más importantes de Miami el...