Baby!Laila y Baby!Harry
Los cuatro se tiraron en el enorme sillón cansados, unos segundos antes de que se escuchara un terrible pitido y todos abrieran sus ojos, cansados, y los llantos de los bebés no se tardaran en oír.
—No...—gimió Lily, escuchando el llanto de su bebé de nuevo.
—¿Quien es esta vez?—gruñó James, poniéndose una mano en la frente.
—Te apuesto a que es Harry, mi monstruo grita más fuerte—respondió Elizabeth entre dientes.
—Están poseídos—respondió James negando con la cabeza.
—Son bebés, ¿los bebés lloran verdad?—Sirius preguntó molesto, luego suspiró—. De acuerdo, yo me levanto.
Tomó el vaso de whisky a un lado, en la mesa de noche, y se acercó a la cuna de su hija, los cuatro habían puesto las dos cunas con los dos bebes en la sala de estar de la casa para así mantenerlos vigilados, la apariencia de Laila cambiaba completamente y aveces él cambió le dolía por lo que comenzaba a llorar y por eso Harry comenzaba a llorar, al no reconocerla también, aunque todos estaban contentos de que los bebés se llevaran bien, sentían que los dos tenían una conexión para hacerles la vida imposible y absorberles toda la energia que tenían.
—Oh, cariño no llores...shhh...—Sirius le sonrió a su hija antes de mojar su dedo con whisky y se lo puso en la boca a Laila haciendo que lo comenzara a chupar e inmediatamente se callara, viéndolo con esos grandes ojos azules curiosos, él sonrió somnoliento—. ¿Sabe bien, verdad?
—¡Sirius!—Lizzy se escandalizó sin embargo estaba tan cansada que negó con la cabeza—. Sabes que? Gracias por callar a nuestro...—ella bostezo—. Nuestro angelito. ¿Que hay del pequeño Potter?—murmuró con los ojos casi cerrados.
—Un error—James sonrió yendo hacia la cuna de su hijo, casi tropezándose.
—¡JAMES!—Lily gritó en medio de su cansancio.
—Un maravilloso y hermoso error que amo más que a la vida misma—él sonrió antes de acercarse a su hijo que no paraba de lloriquear, tomó el vaso de whisky de Sirius e hizo lo mismo que su mejor amigo había hecho con Laila. Harry también se calmó.
—¿Por que lloran tanto?—Lizzy exclamó viendo al techo, Como esperando que le respondiera una fuerza divina.
— Tal vez es por ese horrible nombre que le pusiste—Lily trató de adivinar haciendo que su mejor amiga le diera una mirada mortal.
—No se como deje que le pusieras ese nombre a mi bebé...—Sirius susurró.
—¿No pudiste solo llamarla Laila Elizabeth? ¿Tenias que llamarla Laila Elizabeth Fl...
—¡Basta! Eso es algo que vamos a discutir cuando ella pueda hablar y me odie pero ya se hizo—ella se puso una mano en la frente.
—Pobre niña—James suspiró—. La van a molestar en la escuela—Lizzy lo vio de tal forma que se arrepintió de haberlo dicho por lo que tomó en brazos a Harry con una sonrisa—. ¿Pero tú estarás allí para defender a tu amiga, verdad que si?
—¿Estas bromeando? ¿El hijo de James y Lily Potter junto con la hija de Lizzy y Sirius Black en Hogwarts?—Lily río—. Ya veo a la profesora McGonagall pidiendo su retiro.
—Serán los chicos más populares de Hogwarts ¿a que si?—Sirius dijo tomando a su hija en brazos y haciendo que riera—. Y Minnie los adorará.
—Si es que no incendian el colegio primero—Lily dijo.
Se escuchó como la puerta se abría y todos se alertaron, Sirius y James se pusieron detrás de sus esposas, con los bebés en sus brazos, mientras sacaban la varita, y las jóvenes mujeres se levantaron de inmediato y apuntaron con sus varitas a la puerta, listas para aturdir a cualquiera que hubiera entrado.
—¡Ya llegue!—se escuchó una voz haciendo que aunque el alivio se viera en sus caras no bajaron sus varitas—. Pero que...
—Demuestra que eres Peter Pettigrew—Lizzy le demandó, en estos tiempos ya no se podía confiar en nadie, era horrible y peligroso, aveces no podías confiar en que tus mejores amigos fueran tus mejores amigos y no un mortifago con una poderosa poción multijugos.
—Le salvaste la vida a James cuando estaba masticando un chicle y sin querer se lo tragó— Lizzy sonrió al recordar eso pero igual mantuvo la varita.
—¿La contraseña?—Lily pidió aún con su varita apuntándole.
—Travesura realizada—al decir eso todos bajaron sus varitas y lo vieron con un suspiro.
—Pete, ya te he dicho que no puedes entrar así como así—Lizzy le sonrió y le hablo suavemente yendo hasta él y dándole un abrazo.
—Te traje lo que pediste—él dijo elevando la bolsa de pañales.
—Dios, esto es mejor que la navidad—Lily dijo al ver la cantidad de pañales.
—No se ven bien—Peter hizo una mueca, todos se veian demacrados y exhaustos—. Yo...eh...tengo noticias...y...y no son buenas.
Todos fruncieron el ceño y James y Sirius dejaron a sus bebés en las cunas antes de sentarse en el sillón con sus amigos. Eran tiempos oscuros muy oscuros, donde no sabías si antes de salir a la calle sería la última ves que verías a tu familia, habían mortifagos en cada pueblo aterrorizando a la gente, las calles no eran seguras, y la ubicación de James y Lily era completamente secreta. Apenas se podían ver sus amigos, desde que todo el infierno se había desatado los Potter no podían salir de la casa.
—Marlene...Marlene está muerta.
—Oh dios—Lily murmuró mientras James ponía una mano en su hombro y bajaba la mirada. Elizabeth se horrorizó y las lágrimas se acumularon en sus ojos, se cubrió la cara con las manos temblando, Sirius, quien no había fumado desde que su hija había nacido; sacó un cigarro. Los McKinnon no dudaron en mostrar su lealtad hacia la Orden del Fénix y su desprecio hacia los mortifagos; una semana después los habían asesinado a todos excepto a Marlene.
—Le dije...le dije que no hiciera nada estupido—Lizzy murmuró sin parar de temblar. Lily comenzó a llorar junto a James quien la abrazó, tratando de controlarse pero no podía evitar de llorar junto a ella por su amiga de la infancia.
Lizzy quien estaba todavía paralizada por la noticia, apenas moviéndose tomó el vaso de whisky y se lo tomó de un trago.
—Todo se está derrumbando—Sirius declaró, alzando la mirada mientras le tomaba la mano a su esposa—. Está tal vez sea la última vez que nos veamos en un largo tiempo.
—Por lo menos ustedes podrán ir a su funeral—gruñó James, quien odiaba mucho el no poder salir y más al no poder despedirse de su amiga.
—No podremos—Lizzy negó sorprendiéndolos a todos, ella se acercó hacia su hija quien se veía aburrida, le sonrió tratando de no llorar—. Los Mortifagos ya saben lo que hice. Él lo sabe.
—¿Que?—Lily preguntó, completamente aterrorizada por su amiga y ahijada.
—Se enteraron de todo, Lily. Lo que hicimos para poder estar con Laila...—ella suspiró y levantó la mirada para ver a sus amigos—. Saben porque es como es, y la quieren para ellos.
—Habíamos venido aquí para despedirnos de ustedes, ya que no nos veremos en un largo tiempo—Sirius explicó con la voz rota—. No hasta que todo esto pase.
—¿Como lo supieron?
—¡No lo se!—Elizabeth exclamó tratando de no seguir llorando—. Pero todos preguntan por ella; la otra noche no sé cómo...pero la desquiciada prima de Sirius me trató de torturar preguntándome donde estaba la niña. Ya no es seguro tampoco para Laila.
Sin embargo fue interrumpida por un pequeño balbuceo y todos dieron un salto cuando vieron a Laila en el regazo de su padre este de inmediato dejó el cigarrillo a un lado y puso a su hija contra su pecho.
—¿Que demo...
—Ahora también puede hacer eso—Lizzy dijo—. Un día estaba desayunando y Laila quien pensé estaba dormida en su cuna apareció en mi tazón de cereal y leche riendo.
—¿Desde...desde cuando puede hacer eso?—Peter preguntó inclinándose para ver más a la niña.
—No lo se...me dijeron que iba a tener consecuencias pero no...no pensé que fuera así...
Lily se acercó a ella y le tomó la mano.
—Hiciste exactamente lo que cualquier otra madre haría. Yo hubiera hecho lo mismo por Harry.
Laila desapareció del regazo de Sirius y apareció en la cuna de Harry junto a él, ella sonrió divertida y Harry aplaudió riendo. Los dos reían felices, ignorando la tristeza de sus padres , mientras el cabello de Laila cambiaba de color y Harry se veía hipnotizado al verla cambiar.
—Todo lo que hacemos, lo hacemos por ellos, Liz—James dijo yendo hacia su amiga y abrazándola—. Todo es para que Harry y Laila puedan tener una infancia feliz, lejos de toda esta muerte y problemas.
🐾
—Nos vamos a volver a ver—Lily le susurró a su amiga, abrazándola con fuerza—. ¿De acuerdo? Lo prometo.
Lizzy asintió, después de que todos se despidieran de todos, la chica rubia tomó a su hija de la cuna de Harry, ambos beben se veían confundidos y Laila quien estaba en los brazos de su madre le dio una última mirada a a Harry y se despidió moviendo su regordeta mano, en signo de despedida, sin saber que se encontraría con él de nuevo, once años después.
SE SUPONE QUE ESTE IBA A SER UN CAPÍTULO DIVERTIDO PERO SE VOLVIÓ SAD