Notita: La verdad que este último tiempo tuve días un poco de mierda y me cuesta horrores encontrar inspiración para escribir,pero me gusta leer huevadas así que no olviden comentar estupideces y votar,me haría muy feliz!♥️
Gracias de corazón a todos los que siguen leyendo esto 😭♥️
POV Taehyung
El tono de llamada incesante resonó por toda la planta varias veces lo que provoco que se despertara un poco; se arrastró entre las sabanas, cogió el celular y distinguió de forma muy borrosa las letras "Pequeña porquería 1".
— ¿Se puede saber que rayos quieres a las 4 de la mañana, idiota?. — contesto molesto con voz ronca mientras se sentaba en el borde de la cama. Podía escuchar de fondo risas juveniles, gritos y un ritmo bajo constante, dedujo entonces que estaba en un bar o en una discoteca.
De por si los vecinos se pasaron las últimas 3 horas discutiendo y rompiendo cosas como siempre por lo que cuando pudo concebir el sueño ya eran pasadas las 2 AM. Hacía días que las discusiones habían ido progresivamente en aumento, y por lo mismo se quedaba dormido a veces cuando le tocaban los turnos de la mañana en el 7-eleven.
— Da la casualidad que coincidimos con tu conejito en la fila de entrada del Euphoria. — Le contesto socarronamente, sabía que, aunque Taehyung no podía verlo seguro le herviría la sangre.
Jong Up últimamente estaba empeñado en molestarlo más que de lo costumbre, disfrutaba hacerlo echar humos; sabía bien de lo que era capaz Taehyung si lo hacía enojar realmente aun a pesar de poseer una personalidad tan serena.
— ¿Qué quieres que haga al respecto? ¿Realmente me llamaste solo para esto? — se levantó de la cama y se dirigió descalzo hacia el baño, chocándose en el camino con los libros que acumulaba en los laterales de la cama.
— Está con un pequeñito rubio, espera ¿no se llamaba Jimin o algo así acaso? — "En qué estarás pensando al ir a un lugar así con él, bobo" se dijo para sus adentros—. No quiero asustarte, pero también vi por estos lados a los idiotas de Thyrfing y específicamente a su líder. — prosiguió, alterándolo un poco en el proceso.
— Mantenle un ojo encima por las dudas, en 30 minutos quizás este por ahí, mientras tanto investiga si han accedido a las habitaciones del quinto piso. — Sabía que Jungkook podía defenderse solo siendo un soldado tan prestigioso, pero Thyrfing seguramente estaba buscando algo importante para aparecer por ahí; y más aun con su jefe.
Apresuradamente busco su ropa y unos zapatos Oxford lisos, tropezando nuevamente con los libros en el camino. Peino ligeramente su cabello aplicando colonia y busco las llaves de su honda CBR en los bolsillos de su cazadora.
Al salir de su departamento y asegurarse de cerrar, se encontró a Sunny, la hija de sus vecinos, durmiendo contra el barandal de las escaleras. Era una niña pequeña de 10 años, y ya era un hábito encontrarla durmiendo afuera cuando sus padres discutían dado que ellos pensaban que así no escuchaba sus discusiones.
Se acercó y suavemente palmeo su brazo hasta que despertó y levanto la mirada con los ojos hinchados, denotaba haber estado llorando hasta quedarse dormida de nuevo.
— Sunny ya puedes entrar, dejaron de discutir hace una hora. — le susurró con cautela mientras le acariciaba suavemente el cabello.
— Gracias Taetae— le contesto somnolienta —. ¿Tienes que cumplir con tu turno? —
— No, tengo que ir a buscar a alguien, por favor ve a dormir a tu cama. Recuerda que puedes tocar la puerta si sucede algo más. — le sonrió suavemente y Sunny asintió con un movimiento leve, luego se reincorporo y sacudió su ropa.
— Buenas noches, no vuelvas muy tarde taetae— dijo mientras le sonreía ligeramente y cerraba la puerta.
El corazón de Taehyung, a pesar de a veces ser un poco insensible podía sentir el gusto amargo de los recuerdos ser desenterrados al verla. Sabía que era pequeña, pero no era tonta; a veces ella solía llamar a su puerta para poder charlar o simplemente quedarse viendo televisión porque sus padres la ignoraban. Entonces Taehyung le preparaba leche caliente y se sentaba a leer con ella.
Tras comprobar que todo estaba en silencio, bajo las escaleras decidido acomodando su camisa, probablemente sería una noche larga.
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El Euphoria era conocido por ser lujoso y de alto nivel dada su frecuente y particular clientela, desde algunos de los empresarios más ricos de Seúl hasta actores o artistas internacionales. No era de esperarse menos; era una innovación arquitectónica ubicado estratégicamente en Gangnam, cubierto completamente de vidrios oscuros reflectivos que daban una apariencia de seriedad y culto.
Sin embargo, el edificio era solamente una fachada, el lugar era conocido por ser a su vez frecuentado por mafiosos que asistían con sus subordinados encargados de vender mercancía como éxtasis y cocaína de la más alta calidad, corrían rumores de secuestros y arreglos entre los barterders para poder drogar a las mujeres. Y, además, era la cuna de los miembros de Thyrfing, la mafia enemiga de Fragarach.
Estacionó su motocicleta en el estacionamiento mas cercano, observando la fila integrada por personas de todas las edades, todos vestidos con ropas ostentosas y joyas vislumbrantes que despedían pequeños brillos cuando eran iluminados parcialmente por las luces de colores del interior.
Marco el número de Jong Up y espero pacientemente a que atendiera mientras formaba fila al final cuando de repente, sintió que alguien le apretaba el brazo.
— Oye idiota deberías haberme avisado que venias en motocicleta; llamamos demasiado la atención — le dijo con una sonrisa burlona Jong up mientras arrojaba el cigarro al suelo y lo pisaba.
— ¿Dónde está? — Taehyung acomodo su cazadora de cuero y su camisa de lino color crema. El peli azul le indico la dirección de la entrada con un movimiento de mentón y soltó el humo por la nariz.
— Entro hace unos 30 minutos, y sospecho que debe estar solo ya que vi a él pequeñito irse muy apurado — le contesto con un deje de molestia.
—Maldita sea...— susurro para sus adentros.
El lugar era enorme, y contaba con múltiples pisos privados con sus correspondientes habitaciones por las cuales los empresarios pagaban cantidades exorbitantes de dinero para poder contratar los servicios de prostitutas manejadas por mafias. Era una de las tantas formas ilegales que utilizaban para poder sustentarse además del narcotráfico y corrupción, aunque muchas de ellas drogaban a sus clientes para poder asaltarlos; era algo limpio dado que después los clientes despertaban desorientados sin poder recordar un ápice de la noche anterior.
— ¿Sabes si esos idiotas alquilaron alguna habitación del quinto piso? —
— Nadie sabe decirme con exactitud, pero escuche que el quinto piso está custodiado con seguridad y no dejan ingresar a casi ninguno, ¿A qué te suena?— le preguntó Jong Up con un deje de sorna.
— A que están planeando algo.— comenzó a encaminarse a la fila de la entrada siendo seguido por el otro más joven — Y no son gente con la que podamos ir tan ligero— musitó.
— Debo irme, me ha sido encargado desde arriba vigilar los movimientos de algunos miembros sospechosos de Thyrfing. — Jong Up le palmeo el hombro amistosamente y luego desapareció entre los distintos autos estacionados en las calles—. ¡Ya sabes qué hacer si sucede algo! — le grito a la distancia.
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Todo el espacio estaba abarrotado de cuerpos jóvenes, con sus pieles brillantes debido al sudor y a los reflectores. El sonido estaba demasiado fuerte y lo aturdía mientras iba pasando y chocándose contra algunas personas,las cuales no parecían percatarse ni tampoco pretendían disculparse.
Al llegar a la barra pidió simplemente un Sex on the beach y se apoyó contra el borde para poder mirar sobre el tumulto de gente. Durante los primeros minutos de observación se dijo a si mismo que sería inútil e imposible encontrarlo en un lugar tan grande y lleno de gente por lo que comenzó a caminar en círculos con el resto.
Después de terminar su segundo trago en lo que pareció un instante, se encontró bailando con una chica con un vestido entubado negro que le quedaba como una segunda piel, resaltando sus prominentes pechos que rozaba descaradamente contra su pecho, y sus manos inquietas le recorrían los brazos.
— Oye chico bonito, nunca te vi por aquí, ¿eres extranjero? — Le grito al oído poniéndose de puntitas dado que Taehyung era mucho más alta que ella a pesar de estar calzando tacones de aguja.
Cuando ella se alejó un poco, pudo vislumbrar a lo lejos un color de cabello que le resulto familiar, instantáneamente se dio cuenta que era Jungkook cuando se volteó sonriendo y conectaron miradas por unos segundos.
Él claramente tenía la vista brillosa, sus mejillas se encontraban hermosamente sonrojadas y algunos botones superiores de su camisa estaban abiertos. Sabía que no era el momento para pensar en el menor de esa forma, pero se le hizo irremediablemente irresistible en ese instante.
Paso del alivio a la preocupación en cuestión de un parpadeo; un muchacho más alto que él lo estaba arrastrando muy lentamente hacia las puertas que llevaban a las habitaciones privadas. Taehyung lo reconoció automáticamente por la manga que trepaba por todo su brazo derecho; era Lee Taeyong, un miembro de Thyrfing especializado en el narcotráfico y a su vez el encargado de las mercancías que se manejaban en el lugar.
La chica noto al instante que él se había quedado mirando algo por detrás de su hombro, pero antes de poder voltearse a ver que miraba el mayor, la tomó de la mano y la miro lascivamente. Ella se mostró un poco sorprendida antes de sentir los círculos que le dibujaba con el pulgar en la palma de la mano.
— No soy de la zona, ¿Qué te parece si nos conocemos mejor? .—le susurró al oído a la vez que se acercaba peligrosamente a ella para ver que efectivamente,detrás de su oreja derecha tenía el característico tatuaje de Thyrfing.
— Claro, sería un placer.— le contesto con una sonrisa que ocultaba dobles intenciones y comenzó a arrastrarlo en la misma dirección a la que fue llevado Jungkook.
Después de adentrarse por unas grandes puertas de madera maciza, ella lo metió prácticamente a la fuerza dentro de un ascensor con suelos de mármol y completo de espejos; luego de apretar el botón del quinto piso lo volteó para comenzar a devorarle la boca desesperada.
"Que desagradable dios mío" se dijo para sus adentros mientras intentaba seguirle el ritmo del beso, hasta que se vieron interrumpidos por el tintineo de la campana del ascensor, indicando que habían llegado.
Al llegar a una pequeña recepción, ella extendió por debajo de una ventanilla oscura unos cuantos billetes que no pudo llegar a contar y una voz grave le indico la habitación 341 entregándole la llave.
Antes de entrar a la habitación, percibió mínimamente por el rabillo del ojo unas puertas más allá a Taeyong intentando forzar a Jungkook a besarlo lo que hizo que le hirviera la sangre de rabia y enojo en su estado más puro, el castaño claramente se estaba resistiendo a duras penas pareciendo no tener fuerza emitiendo quejidos bajos. Automáticamente se dio cuenta de que estaba seguramente bajo los efectos de las drogas y fingió no haberlo escuchado tomando nota mentalmente del número de la habitación.
Al entrar, le dijo a la muchacha pelirroja que debía primero ir al baño, ella refunfuño y se sentó molesta en el borde de la cama. Taehyung entró, preparo un pañuelo con una dosis pequeña de un somnífero especial y lo guardo en su bolsillo.
Al regresar, las luces estaban muy bajas y ella estaba desvistiéndose frente al espejo, por lo que aprovecho para ir detrás de ella y apoyarle el pañuelo sobre la nariz. La pelirroja comenzó a batallar contra los fornidos brazos del mayor soltando alaridos agudos y rasguñándolo en el proceso, hasta que finalmente cayo dormida por lo que la acomodó en la cama y salió de la habitación.
Se dirigió a la habitación donde había visto el forcejeo, pero esta ahora se encontraba custodiada por 2 gorilas vestidos de negro que doblaban su tamaño. Maldijo para sus adentros, solamente cargaba con su navaja y no sabría si eso alcanzaría.
— Necesito hablar con Lee Taeyong, por favor. — pronuncio con voz cansada a lo que los gorilas solamente bajaron un poco la mirada y lo ignoraron.
Podía escuchar gruñidos graves,como si de un animal se tratara viniendo desde adentro de la habitación. Solamente lo peor se pudo cruzar en ese momento por su mente y la ansiedad en conjunto con su molestia aumento.
— Tus asuntos no tienen que ver con nosotros, señor Kim Taehyung —le contestaron.
— A las malas será en ese caso.— susurró.
Todo sucedió en unos pequeños instantes; Taehyung estrello su puño contra la mandíbula el más alto de ellos dándole una patada en el estómago y sacándole la pistola que se encontraba en uno de sus bolsillos, el otro intento dispararle mas no pudo al ser Taehyung quien le disparo primero con un tiro directo en el estómago. Al escuchar la puerta abrirse, tomo al primero entre su codo y ante brazo por el cuello apoyándole el cañón directamente por debajo del mentón.
La puerta se abrió de par en par; Taeyong le estaba apuntando directamente con una 9mm con su pecho al descubierto y el cabello revuelto.
— ¡Que rayos estás haciendo Taehyung! — grito visiblemente molesto, las venas de su frente resaltaban con cada palabra.
— Tienes algo ahí que es mío, dámelo y te doy al gorila.— Le dijo entre dientes y presiono más el cañón en el mentón del hombre.
— ¿Te refieres al muñequito soldado? Dime para que lo quieres y te lo doy— le escupió con sorna, emitiendo una risa profunda.
— Me pertenece, nada más ni menos. Dámelo o le vuelo la cabeza a este gorila con esteroides.— respondió, cansado.
Taeyong lo analizó unos instantes con la mandíbula apretada, hasta que finalmente bajo un poco el arma apuntando al suelo.
— No sé que lo están planeando tú y tus ratas de basural; pero más te vale tener cuidado— amenazó —. Porque cuando menos te lo esperes, lo volveré a drogar para divertirme un rato con su cuerpo como tendría que haberlo hecho con su amiguito.—
La sangre le hirvió nuevamente y decidió dispararle en la rodilla derecha, viendo como el otro se desplomaba en el suelo tirando el arma para agarrarse la rodilla emitiendo un grito ensordecedor. Soltó al guardia de seguridad el cual se arrojó al suelo comenzando a toser desesperadamente por aire.
— ¡Las pagaras caro hijo de puta!, la próxima no te seré tan cordial. — Taehyung dislumbro a Jungkook tirado inconsciente en la cama con moretones por todo su pecho y cuello. Algo por dentro se removió en él al mirarlo en ese estado, tan frágil y tan inhumano, con los labios entreabiertos secos y la piel pálida.
se acercó a la cama para envolver su cuerpo con una sábana y cargándolo entre sus brazos se dirigió a la puerta de la habitación, pasando encima del cuerpo del otro guardia que yacía sin vida en la entrada.
— Pasare por tus gorilas las malditas veces que sean necesarias si vuelven a meterse con nuestros asuntos.— le susurro con mucha cautela antes de mirar por última vez a Taeyong que lo miraba con un odio inhumano y las gotas de sudor cayéndole por los laterales de la cara, y comenzó a caminar rápidamente por el pasillo cargando a Jungkook entre sus brazos.