Jungkook hubiese querido fingir que nada había pasado, dejarlo olvidado pero dentro suyo sabía que aquello no sería remotamente posible -¿Por qué nunca nos dijiste? –Jin preguntó. Luego de sentarse en sus respectivos asientos, pasaron varios minutos en los que Seokjin mantuvo sus manos en el volante y una expresión seria, mirando al frente sin decir nada por un tiempo, hasta que lanzó su pregunta.
El adolescente de catorce se hundió más en el asiento trasero, prácticamente se había puesto lo más alejado posible de su padre y hermanos, abrazando lo que quedaba de su mochila. Su padre le miró desde el espejo retrovisor, y más de uno de sus hermanos volteó a verle » ¿Por qué no nos dijeron nada? Yo... no entiendo por qué nos ocultan cosas tan delicadas.
-No lo sabía. –Yoongi habló primero que todos desde el asiento copiloto, suspirando.
-Yo tampoco. –susurró Taehyung.
Jimin escuchó e hizo una mueca, pensando lo mismo que el resto –No nos dijo nada, no sabíamos appa –se giró para ver el perfil de su hermano quien miraba al suelo del carro. Se removió incómodo y enterró su rostro en su mochila-, Kookie, dinos algo.
Pasados unos segundos de silencio la cabeza del peli negro se movió para ver a los ojos de su padre por el espejo. Habló en voz baja, pero el silencio permitió que se le oyera –Ya lo dije todo en la oficina de la directora. –y regresó a su escondite. Jin parpadeó rápidamente y también giró su cabeza, sólo que él miró a la ventada del carro, ocultándole al resto la expresión que tenía y las ganas de llorar.
-Jungkook. –le susurró Taehyung e intentó acercarse para tocarle el brazo, pero él se encogió en su lugar rechazando el contacto. El ruido del motor les hizo saber a los pasajeros que había sido encendido, y segundos después, partieron camino a casa. Ya era algo tarde, había pasado el horario de comida por lo que sus estómagos se hallaban vacíos, pero no había tantas ganas de comer.
Bueno, más de uno pensó que tenía hambre, pero no era el momento.
Llegando a casa, todos ingresaron en silencio, siendo recibidos por los maullidos de Chimmy y los ladridos de Shooky. Apenas Seokjin abrió la puerta, el menor de sus hijos se escabulló escapando de los llamados de su padre -¡Jungkook, espera!
Se oyó un silbido, uno que capturó por completo la atención del can. Este siguió al más joven de sus amos hasta su habitación, donde se encerró con llave. Tanto Yoongi como Jungkook habían vuelto a sus respectivas habitaciones, así que no tuvo problema alguno con meterse junto a Shooky, pero no fue lo mismo para su padre.
A pasos grandes y apresurados, se colocó frente a la puerta y giró el pomo, encontrándose con la sorpresa de que efectivamente se había encerrado » Jungkook, no te encierres, quiero que salgas –habló tocando la puerta. El resto de hermanos vieron la escena desde lejos, preguntándose cómo terminaría aquello-, Kookie, quiero hablar contigo.
-Ya no hay nada de que hablar. –su respuesta hizo bufar a Jin.
-¡No es así! ¡Abre Jungkook! –tenía llave, Jin podía ir a por ella y abrir, pero se mantuvo todo el tiempo frente a la puerta, tocando con su puño. El padre suspiró y giró para ver a sus hijos, los tres en la sala, Yoongi con los brazos cruzados, Taehyung mirándole atentamente con los brazos en su espalda y Jimin estaba hincado en uno de los sillones de la sala con su gato en brazos, también en dirección hacia la habitación de Jungkook- Por favor, por lo menos deja que te ponga algo en tus heridas.
-Ya me dieron algo en la enfermería de la escuela.
Sus directas y bajas respuestas solo desesperaban cada vez más a Seokjin. Necesitaba saber más sobre su hijo, su pequeño, pero este seguía encerrado, acostado en su cama con su perro al lado. En la mente del adolescente no dejaba de repetirse a él mismo que de aguantar un poco más, de haber resistido un poco más sus ganas de golpear quizá estaría haciendo su tarea con calma, o quizá leyendo un cómic, o jugando con Shooky sin problemas, sin escuchar la voz preocupada de su padre y sin saber que tenía una constante expresión llena de angustia.
Por su parte, el adulto decidió no presionar. Acarició la puerta y se apartó un poco, decidido a dejarle su espacio –Cuando llegué tu padre, hablaremos –le avisó. Sin moverse, esperó a una respuesta, una que no llegó a oír-. Perdóname Kookie.
Se disculpó por no haber podido hacer algo para evitar que su hijo pasara por eso. Finalmente se apartó de la puerta, dirigiéndose a la sala donde sus hijos seguían mirándole con atención. Se sentó en uno de los sillones, mejor dicho se dejó caer, su cabeza mirando al techo con una expresión desconsolada, así se quedó unos segundos hasta que su brazo se movió para colocarse sobre su rostro, tapando sus ojos.
-Tienes razón –oyó el susurro de Taehyung-, Kookie es su favorito.
También escuchó un pequeño quejido luego de un golpe -¿Por qué dicen eso, tontos? –reconoció el muy bajo susurro de Yoongi.
-Es que Jimin me dijo que Kookie es el favorito –los susurros de Taehyung eran perfectamente escuchados, en otras circunstancias, Seokjin se reiría de eso-, es que mira cómo se pone por Jungkook, si hubiéramos sido cualquiera de nosotros nos hubiera regañado, y seguramente nos va a castigar.
-¡Pues claro tontos! A ustedes no los golpearon.
-Pero cuando éramos niños, tú defendiste a Hobi hyung y te castigaron, y eso que saliste lastimado, me acuerdo bien, aparte tío Jackson me lo contó el otro día. –Jimin tampoco susurró muy bajo.
Seokjin tenía ganas de reírse y luego de llorar, pero en vez de eso se descubrió y se sentó derecho –Ya les he dicho que no tengo favoritos –volteó a verles, Yoongi se encogió de hombros mientras Jimin se ocultaba avergonzado en su gato y Taehyung le miraba a sombrado por que hubiese alcanzado a oírles. Jin se levantó-, dejen de pensar en eso y mejor díganme la verdad, ¿No sabían nada de eso? –señaló a la habitación de Jungkook.
Yoongi negó haciendo de su boca una línea recta. Jimin habló –No appa, Kookie jamás nos dijo que le molestaban ni lo vimos.
-¿Y cuándo estaba con sus amigos? ¿O alguno de sus amigos les dijo algo? –preguntó de nuevo, haciendo que dos de los presentes casi escucharan que apretaban un interruptor junto a un foco sobre sus cabezas.
-Oh. –Taehyung susurró.
Yoongi lo notó. Se movió colocándose frente a su hermano y preguntó -¿Qué?
-A veces lo veo en el receso –contó-, y pocas veces se junta con alguien. Normalmente se sienta solo a jugar o a comer.
Seokjin se acarició el cuello al tiempo que pensaba en esas veces en las que le sugería a Jungkook que invitara a sus amigos o que saliera con ellos, lo raro que algunas veces se le hacía que se relacionara nada más con Yugyeom. Lo que le quedaba claro es que su hijo estaba sólo, que quería enfrentar esa situación sin apoyo y se lamentaba el no haber podido ver algo.
-Tengo que hablar con su padre –dijo Seokjin sacando su teléfono del bolsillo-, ustedes encárguense de la comida por hoy.
Se dio la vuelta y se subió por las escaleras colocando el teléfono en su oído. Los adolescentes le miraron antes de voltear a verse unos a otros, Taehyung suspirando con pesar –Le he invitado a juntarse conmigo y mis amigos y no quiere.
-Jungkook es necio, les aseguro que por él, nos continuaba ocultando esto aunque le dieran la paliza de su vida –Yoongi opinó mirando a la puerta antes de suspirar y comenzar a caminar hacia la cocina seguido de sus dos hermanos. El mayor se acercó a la lava vajillas para limpiarse las manos, escuchando el beso tronado que le dio Jimin a su gato antes de permitir que se marchara de sus brazos-. Cómo sea, veamos qué podemos comer hoy.
-Hyung va a cocinar. –aplaudió Taehyung contento.
Yoongi se secó las manos y luego fue directo a la alacena para abrirla y buscar los sobres de ramen que habían comprado recientemente. Eran cinco, y consideró que era más que suficiente. Se los pasó a la persona a su lado y siguió revisando qué tenían para agregarle más sabor a su comida -¿Tenemos huevos? –preguntó Taehyung yendo al refrigerador para abrirlo- Yes –celebró sacando algunos con cuidado de que no se le cayeran.
-Bien, hagamos esto rápido que tengo hambre, quizá Jungkook tenga más hambre que orgullo y decida salir. –se rió el mayor de los Kim. Jimin le regañó entre risas sacando una olla para comenzar a cocinar.
Taehyung decidió que por el bien de todos, ayudaría sólo un poco por lo que se sentó dejando a sus hermanos empezar. No era porque no supiera hacer un sencillo ramen, sino porque prefería no estorbar. Dejó que el experto se hiciera cargo. Miró con una sonrisa a Yoongi y a Jimin moverse por la cocina preparando su comida, a ambos les gustaba cocinar así que lo hacían con gusto relajándose luego de la tensa tarde.
Mientras Yoongi movía un poco los fideos, Jimin le preguntó directamente –Hyung, ¿Cree que debamos hacer un código morado? Es que, tengo dudas porque no sé si Jungkook quiera que nos reunamos.
Sin voltear a verle, respondió –Dejemos que se relaje, ya en la noche si nos busca hablamos con él.
-Yo creo que podemos llevarlo mañana a jugar después de la escuela, ¿¡Y si vamos a los bolos?! –preguntó Taehyung apoyándose en la mesa hacia adelante al susurrar para que su hermano no les escuchase desde su habitación. La casa estaba sumida en silencio, quizá podría oírles.
Jimin negó –No nos han dicho pero estoy seguro de que le castigaron, quizá le suspendieron. –ante la posibilidad, Taehyung frunció el rostro y abrió la boca, tan sorprendido como si aquella opción fuese horrible.
Yoongi miró a ambos y negó suavemente con su cabeza, todavía atento al ramen. Guardaron silencio al escuchar que se abría y cerraba una puerta, pero luego de un momento comprendieron que era del piso superior -¿Creen que appa se sienta muy mal? –cuestionó el de sonrisa con forma de rectángulo.
-Espero que no, aunque estoy más preocupado por Kookie –Jimin dijo recargándose contra la pared y cruzándose de brazos con una expresión claramente angustiada-, está sólo, probablemente muy triste, y no dejó que appa viera si estaba muy herido.
-Ya escuchaste lo que nos dijo el maestro, se supone que está bien físicamente. –Yoongi recordó.
Pero no era suficiente, el cachetón negó –Pero no lo vimos, estoy muy preocupado hyung. –Yoongi le miró e hizo una mueca, también estaba preocupado, nadie podría saber qué estaba pasando en ese momento por la mente de su pequeño hermano. El pálido suspiró pensando en Jungkook, en lo fuerte que era y que siempre se guardaba sus sentimientos para él mismo, le recordó llorando en el bus de regreso a su hogar luego de haber ido a buscar a su abuela y hermana, cómo ni siquiera le pidió un abrazo a pesar de lo asustado que estaba por todo lo que habían visto.
Se movió yendo hasta el cachetón y dándole una caricia en el hombro seguida de dos golpes pequeños –Estamos para él, también appa Nam y appa Jin, y tiene a Shooky con él –rió-, estará bien, vamos a animarle y ayudarle. Empecemos por hacerle de comer.
Jimin sonrió asintiendo, rodeando a su hermano mayor para ahora él ponerse al pendiente de la olla con el ramen. El peli negro se sintió aliviado de ver que al menos el cachetón se encontraba sonriendo de vuelta, y cuando volteó a ver a Taehyung, le atrapó mirándole con una gran sonrisa llena de travesura –¿Qué hiciste? –preguntó mirando a su alrededor para buscar evidencia.
Se escuchó la risa de Taehyung, lo que hizo que Jimin también se girara para verle sentado donde mismo, sólo que les señaló con su dedo antes de decir divertido –Parece que son los appas de Kookie –se burló-, appa Jimin y appa Yoongi.
-Oh cállate. –Yoongi se giró para ignorarle, tardando en ver qué podía hacer para ayudar a Jimin. El cachetón sin embargo había tomado un fideo y se lo arrojó en la cabeza al menor quien soltó una fuerte carcajada.
-Es verdad, ¡Hasta están casados! ¡Y juraron cuidar a Jungkookie y darle galletas! –volvió a señalar llevándose el fideo a la boca para comérselo.
El mayor de los tres volteó a verle con una ceja alzada -¿Cómo es posible que casi no te acuerdes de nuestros primeros días con appas pero sí de la "boda"?
-Es que yo los casé, me acuerdo bien, y tomamos ropa de appa para vestirnos ¡Comimos dulces y me acuerdo que Jimin le daba los dulces en la boca a hyung! –apuntó. Jimin iba a volver a arrojarle un fideo pero Yoongi se lo impidió agarrándole de la mano.
-No desperdicies la comida. –y le dio un suave empujón para él revisar el ramen, apagando el fuego segundos después.
Por su parte, el cachetón miró con el ceño fruncido a su hermano menor e hizo el ademán de pegarle mientras Tae seguía riendo por la clara vergüenza por parte de ambos. A él le daba mucha risa recordar aquello porque siempre se ponían demasiado avergonzados los dos –Jimin y Yoongi están casados –cantó en un susurro-, cuidan a Kookie y le dan de sus galletitas.
-¡Tae! –gritó Jimin pidiendo que parara.
-¿Me adoptan?
-Estoy así –Yoongi apenas giró un poco su cabeza para que supiera que le habla a él. Levantó su mano demostrando por el pequeño espacio entre sus dedos la paciencia que le quedaba-, así de aventarte la olla entera.
Tae levantó las manos a la altura de su cabeza, ambas palmas extendidas queriendo demostrar que ya no haría nada. Ante la mirada atenta de Jimin, llevó la derecha a sus labios y deslizó sus dedos por la boca aparentando que era un cierre y que ya no diría nada.
-Uhg, sabes Tae, ya casi terminamos, ¿Por qué no vas y limpias la popo de Shooky del jardín? Ve. –al terminar de hablar, Jimin sonrió con malicia, cruzándose de brazos y mirando gustoso cómo su hermano hacía una expresión ofendida y se levantaba de la mesa para dirigirse a la puerta y salir de la cocina.
Una vez lo perdió de vista, Jimin suspiró y fue a la alacena para sacar los platos que usarían, volteando a ver a Yoongi para verle cortando unas verduras con el ceño fruncido. Antes de poder decirle algo, escucharon pasos corriendo y Jimin apenas se giró para ver a Taehyung pasando sus dedos por sus labios para "abrir" su boca y decirles –¡Jimin y Yoongi son esposos!
-¡Ahora sí! –Jimin dejó los platos para seguir a su hermano quien se alejó corriendo entre carcajadas hacia el patio, donde tomó el pequeño recogedor con popo encima para amenazar con él a su hermano mayor que trataba de alcanzarle.
Yoongi rodó los ojos escuchándoles y se dispuso a servirles a todos, al menos tres platos llenos para ellos, tomándose su tiempo para ir a preguntarles a los otros que estaban en la casa si iban a comer.
*****
Namjoon no podía creer lo que le había dicho su esposo por llamada telefónica, ni siquiera rodeado de su familia, viendo la mochila destrozada podía creerlo –Unos amigos me mandaron una foto de cómo quedó su compañero después de eso, se me muy mal. –Jimin les contó a su familia, recibiendo un pequeño codazo por parte de Yoongi pues creía que no era el momento para que dijera eso. Sus padres parecieron ignorarle mientras Taehyung y Hoseok pedían ver la foto a señas.
Jungkook estaba sentado en el sillón con la cabeza agachada, mirando al suelo y escuchando todo sin decir nada. Había comido con su familia y a partir de ese momento no se había vuelto a encerrar, pero seguía sin decir mucho.
-Kookie –la amorosa voz de su padre más grande no pareció tener un efecto visible en él. Seokjin se hincó en el suelo a su lado para tratar de ver su rostro-, muéstrale a appa tu cara, ¿Sí?
-Estoy bien. –susurró levantando la cabeza para que Namjoon pudiese ver con sorpresa el ojo todavía hinchado.
-Hay que ponerte algo. –soltó la mochila y se acercó a su hijo para tomarle del rostro, pero se zafó volviendo a bajar la mirada.
-No, estoy bien.
Los padres se miraron con la misma expresión preocupada, el mayor de ellos acariciando la espalda de su hijo mientras el peli negro retrocedía solo un paso –Jungkook, por lo menos porte algo para que no te duela.
-No me duele.
Su mentira fue descubierta cuando Namjoon le levantó el rostro y tocó suavemente, sacándole una queja y que se zafara violentamente del agarre. Todos sintieron un fuerte nudo en el estómago, ya fuese por el dolor que sufría el menor de la familia, o por el coraje de imaginarse a alguien golpeando con fuerza a Jungkook causándole ese daño. Más de uno deseo tener enfrente a esa persona para hacerle pagar por su acción.
-¿Qué vas a hacer Jungkook? –la pregunta de Namjoon sorprendió a su hijo, quien levantó la cabeza un tanto extrañado. Esperaba un regaño o algo parecido por destrozar su mochila, o que le presionarán para que les contará porqué le habían hecho.
Se mostró tan confundido que Namjoon repitió su pregunta » Dime, ¿Qué vas a hacer?
Caminó sentándose a su lado, mirándole y esperando con paciencia. Jungkook no comprendía a qué se refería, lo pensó un momento, diciendo lo primero que se le vino a la cabeza –Tengo que cumplir un castigo en la escuela, uhm, me quedaré todos los días por dos semana a ayudar en la biblioteca.
Namjoon rió frunciendo el ceño y luego le dio unas palmadas en la espalda a su hijo –Bueno, ese no es un castigo, apuesto a que te gustará estar ahí –el de 14 sabía que no odiaría estar ahí, luego de pensarlo reconoció que le gustaría bastante. Tampoco lo consideraría un castigo, de momento-. Yo conocí al amor de mi vida en una biblioteca, era un poco mayor que tú para ese entonces.
-Namjoon –Jin le llamó la atención mientras los adolescentes reían, incluso Jungkook por la cara que puso su appa Jin-, ¿Insinúas que conocerá al amor de su vida ahí?
-Solo digo que si ves entrar a una persona hermosa, no te conformes con solo admirarle, conoce un poco de esa persona y quién sabe. –se encogió de hombros, riendo fuerte cuando Jin tomó una almohada y le pegó en el brazo.
Sin darse cuenta, Jungkook dejó de mostrarse tan tenso, incluso se dejó caer en el respaldo del sillón mirando a sus padres forcejear un poco con la almohada hasta que Jin le pegó en la cabeza y se sentó riendo al lado de Jungkook –Ya Namjoon, no es momento para jugar. –dijo sentándose sobre el cojín.
Aceptándolo, Namjoon le sonrió y luego volteó a ver a su hijo sin dejar de sonreír, juntando sus manos para moverlas un poco al hablar –Bueno, el punto de esto es que no creo que la pases mal en la biblioteca, probablemente no te aburrirás si te mantienen ocupado –consideró-. Quizá podrías llamarnos cuando salgas y ya sea appa Jin o yo vamos por ti para que no te vayas solo.
Antes de que respondiera, Jimin se apresuró a agregar -¿Solo? No, Taehyung y yo le esperaremos. –Taehyung asintió con seguridad.
-Sí, los dos esperaremos a Jungkook para irnos los tres, aunque si quieren pasar por nosotros está bien –Tae amplió su sonrisa más al ofrecer- ¡O podemos irnos en las bicicletas!
-Día 1943, Taehyung todavía no acepta que no pueden irse a la escuela en bicicleta. –se burló Hoseok.
El nombrado frunció el ceño y susurró -Tenía que intentarlo.
Luego de pensarlo, Seokjin dijo –Me parece apropiado que los tres esperen y si es muy tarde, yo o su appa iremos a buscarles, sino puede ir directo al restaurante. –no hubo quejas, esa fue la solución definitiva. Jungkook asintió, mordiéndose el labio y mirando fijamente al suelo mientras pensaba sin ser consciente de que más de uno notó su mirada pensativa.
Jungkook pensó en que podría levantarse y dejar el tema ahí, pero una parte de él no quería hacer eso, no quería irse aún. Preguntándose qué causaba esa incomodidad en su pecho, llegó a la conclusión de que necesitaba hablar más, ya no le veía sentido a callar. Pero primero, se prometió a sí mismo –No dejaré que me vuelvan a hacer lo mismo.
Namjoon sonrió y Seokjin se inclinó hacia su hijo para besarle con cuidado la cabeza -Lo sé. –susurró.
-Appas, ellos –comenzó a contar, arrugando la nariz-, no me caen bien, quiero decir, en el salón de clases no me junto con nadie porque no me agradan.
-¿Nadie? –cuestionó Jin preocupado por ese detalle. Su hijo negó seguro, empujando su mejilla con la lengua- ¿Por qué no nos dijiste?
-Porque no me importaba –se encogió de hombros-, yo me junto con unos para el trabajo colaborativo y ya, es todo. Mi mejor amigo es Yugyeom, tengo a mis hermanos, es todo lo que necesito –se acomodó en su lugar, volteando a ver primero a Jin y luego a Namjoon-, pero parece que eso les molesta a mis compañeros. Primero me molestaban porque estaba sólo, luego por mis hermanos, soy el raro del salón –contó tranquilo, nada de eso le importaba realmente-. Pero nunca les hago caso, nunca habían llegado a esto, siempre se quedan callados luego de unos "insultos" y yo me voy.
-Eres vulnerable así, te aseguro que si hicieras amigos que te defendieran, te dejarían en paz. -Yoongi comentó serio.
Jungkook rodó los ojos al escucharle, cruzándose de brazos –No quiero tener amigos en mi grupo, todos son unos tontos. –aclaró. Consideraba a sus compañeros demasiado idiotas, haciendo escándalo por cosas que él consideraba tontas, manteniendo una actitud normalmente que él no soportaba en absoluto. Suspiró cuando Jin volvió a acariciarle la espalda y le animó a sentarse erguido.
-Concuerdo con tu hermano, Jungkook, creo que deberías de darles una oportunidad para ser amigos. –Jin habló.
Namjoon por su parte se recordó de joven, cómo salía solamente con Jackson, como prefería la compañía de ese (en ese entonces) adolescente que la de otros compañeros de su salón. Comprendía a Jungkook, pero también a Yoongi y a Jin, estando sólo, era blanco fácil de burlas y acoso escolar. Con un suspiro, acarició la cabellera de su hijo llamando su atención –No te apartes tanto, sé que no te sientes cómodo con ellos pero, ¿Y sí de vez en cuando te juntas con algunos de ellos? Quizá con el grupo con el que hacen el trabajo colaborativo, dales una oportunidad. Puede que incluso estén preocupados por ti.
El de 14 escuchó » Yugyeom es tu mejor amigo, lo entiendo, te aseguro que él tiene amigo en su escuela y eso no significa que no seas su mejor amigo –continuó diciendo Namjoon, viendo el entrecejo levemente fruncido de su hijo. Casi pudo leer la palabra celos en su frente-. Tranquilo –se rió-, ¿Quieres invitarlo a dormir este fin de semana?
Jungkook lo pensó solo un momento para luego asentir. Fue casi una revelación para él escuchar eso de su padre, poco a poco agachó la cabeza para comenzar a hilar sus pensamientos. No quería juntarse con nadie de su salón porque no eran como Yugyeom, y cualquier intento de amistad lo evitaba porque sólo quería tener un mejor amigo. Suspiró algo decaído al percatarse de todo eso, inclinándose un poco hacia Jin cuando este le acarició otra vez la espalda.
-Lo perdimos otra vez. –susurró Hoseok al ver su expresión ida. Él y Tae rieron mientras Yoongi solo levantaba una de sus comisuras y Jimin seguía algo preocupado, ver el ojo inflamado de su hermano no le permitía concentrarse del todo.
Jungkook parpadeó y volteó a ver a sus cuatro hermanos mayores de pie a unos pasos del sillón mirándole, y también considero que quizá se había encontrado tan cómodo conviviendo con ellos que le hacía pensar que no necesitaba de alguien más en la escuela, un pensamiento que poco a poco ignoró cuando notaba que sus hermanos sí tenían amistades. Aquello explicaría el por qué se apartaba y se forzaba a pensar que no le importaba lo que sus hermanos hicieran en el receso.
-Oh man holy shit. –susurró.
-¡Jungkook! ¿Qué es eso? –preguntó Namjoon frunciendo el ceño. Soltó una risa al ver la expresión todavía ida de su hijo y negó con la cabeza- Bueno, creo que ya es hora de cenar... pediré algo a domicilio, ¿Están de acuerdo? –las exclamaciones afirmativas dieron la respuesta definitiva. Namjoon se estiró antes de dejar otra caricia en los cabellos de su hijo, sonriendo cuando este levantó la cabeza para verle a los ojos. Nam hizo una mueca y señaló a su ojo- Pero primero ven Jungkook, estoy seguro de que tendremos algo para bajar la inflamación y el dolor.
Esta vez, el de 14 asintió levantándose para ir con su padre y dejar que le trataran las heridas.
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Había tenido muchísimas ganas de actualizar así que todo el día de hoy he estado entre escribiendo y votando
NO DEJEN DE VOTAR ARMY
Ihg, ayer estaba despierta para ver todo el desmadre de Ed Sheeran, oh por deos, estoy en el fandom correcto XD Tenía que esforzarme por no reírme a carcajadas.
Pero ya, hoy me dedique mucho a escribir y a votar que ando cansada, igh, pero quería traerles un capítulo. Qué digo de uno... ¡DOS CAPÍTULOS!
Espero que les haya gustado este, nos vemos con el siguiente :D