Alaska
|Star city|
Está lloviendo. Justo para hacer mi escena dramática, esa en dónde debo llorar por todo lo que me ha pasado. No será hoy. Hoy es el día que Oliver separa sus asuntos empresariales de los de Ronald, cosa que me pone un poco alegre.
Dinah me hizo pensar en mucho, al igual que Oliver, ¿por qué estalló en furia? Tal vez por mi actutud de mierda. Pero el enojo es algo que no puedo sacar de mi sistema, aún no.
Veo por mi ventana todo el paisaje, el perfecto jardín y más al fondo puedo ver parte de la ciudad. Una vista hermosa. Por alguna razón, observe los arbustos, se movian y no por la lluvia, sino que había alguien ahí.
Podría distinguir esa chaqueta de cuero en cualquier lugar y a cualquier hora. Jason estaba escondido en los arbustos, como en los viejos buenos tiempos. Un momento...¿qué hace Jason en los arbustos?
Me pongo un sueter, para abrigarme aunque sea un poco. Abrí las puertas del balcón, hay cámaras, por fuera. La lluvia empezo a entrar a mi habitación, los truenos y rayos tomaban fuerza, por acción diviba supongo. Creo que Jason se oculta de las cámaras. Me asomo por el balcón.
Las gotas de la lluvia empezaron a cubrirme totalmente. Luego de un trueno, la luz se fue totalmente. Jason aprovecho y subió de alguna manera a mi balcón. Tenerlo frente a mí. La lluvia ya había hecho de las suyas con él y conmigo. Ambos empapados totalmente, no me preocupa que alguien aparezca para ver si estoy bien, estoy sola en casa.
—¿qué haces aquí?—le pregunto con alegría honesta, de la que no me había salido en semanas.—eres un idiota creí que te habías olvidado de mí...
—si algo he aprendido en estos años, Alaska, es que jamas me puedo olvidar de ti.—contesta. Con sus manos toma mis mejillas, haciendo que lo vea a los ojos, esos ojos verdes tan maravillosos.—¿ya me recuerdas con totalidad?
—recuerdo todo, Jason.—digo.—a ti, a mi, lo mucho que te amo...
Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Tengo frío y posiblemente me enfermaré por estar de dramática bajo la lluvia.
—yo tambien te amo, Alaska Queen.—dice, haciendo un enfasis en mi apellido nuevo.—siempre estuvo frente a nosotros, ¿no?
—siempre.—murmure.—debemos entrar, tengo frío.
—no sin antes darte el mejor beso bajo la lluvia de toda tu vida.
—jamas me han besado bajo la lluvia.
—tu primer y mejor beso, ¿qué tal?— pregunta en tono presumido. Aún tiene sus manos en mis mejillas, de algún modo, logró colocarlas en mi cintura, se acerca a mí, demasiado cerca. Me mira a los ojos y luego a la boca, yo también lo hago. Puedo sentir su respiración mezclándose con la mía. Él corta esa distancia. Su boca y la mía parecen moverse a una misma sintonía. No puedo evitar sonreír a medio beso.—algo me dice que fue el mejor beso del mundo.—habla Jason, separándose un poco.
—tenemos que hablar sobre todo esto.— digo, recordando que me olvido por toda una semana.—hay que entrar antes de que...
—¿Oliver llegué?—me pregunta algo burlón.—tardara más de lo planeado.
—o Dinah, o Connor.—agrego.—¿por qué tardara más?
—ponche sus llantas, tardara más.—dice, como si ponchar llantas no tuviera nada de malo. Yo entro, porque sé si no lo hago él tampoco.
Estoy empapada totalmente, deje un leve rastro de agua en el suelo, Jason ya está cerrando las puertas del balcón. La luz no ha vuelto.
—¿de qué quieres hablar?— pregunta, tomando asiento en mi sillón.
—¿de qué quiero hablar? ¿en serio? No es como que me importe que me hayas dejado aquí y luego de unas semanas te aparezcas como si nada, realmente ni lo noté.—digo con sarcasmo. Jason ríe con la cabeza abajo, para que no me de cuenta.—eres un Dios en ser discreto.
—me parece tierno que quieras que este visitandote todos los días.—habla él, con esa sonrisa perfecta en su cara.—y tienes razón, te deje y luego no me interesé en verte. Lo siento.—agregó, ya con algo de seriedad.—siento que creas que te abandoné, jamas te haría eso, no a ti.
Puedo ver su mirada llena de honestidad, no puedo evitar relacionar lo que dijo con lo que le paso hace algunos años.
—te perdono, Jason. Aunque creo que no debo perdonarte nada.—admití.— creo que sólo estaba preocupada.
—¿por qué estabas preocupada, Blondie?— me pregunta, usando ese apodo tan raro.
—de que perdieras la razón.—contesto, Jason me mira como si no entendiera nada.—¿los enfermos de Arkham? ¿O ya olvidaste que los liberaste?
—¿qué te hace creer que fui yo?—dice, trata de fingir que él no lo hizo.
—apareció en las noticias que no había rastro de quién los libero, y Ollie dice que alguien llamado Red Hood está atacando y atentando contra la ciudad desde hace un mes...
—bien. Fui yo.—confiesa, cosa inútil pues ya sabía que era él.
—¿por qué estás matando personas?
—son críminales, amor.—contesta como si nada.—hace un bien a Gotham que esa escoria no este...
—dime que te olvidaste del plan de destruir la zona pobre.—hablo con ya algo de enojo y exigencia.
—¿por qué te preocupa Gotham si ya no vives ahí?— pregunta, no contesto lo que dije.
—no respondiste, Jason.—digo en voz neutra. Jason me lanza una mirada que no pude interpretar.—sigues con esa jodida idea, ¿no es cierto?
—mira, cariño, me di cuenta de que Gotham está lleno de críminales, y Batman adora su ciudad.—comienza a explicar lo que creo es su plan.—sabiendo eso, ¿cómo puedo eliminar críminales y de paso lastimar a Batman?
—destrozando la ciudad.—complete en un susurro, que Jason pudo escuchar.
—tin tin tin, tenemos una ganadora.—dice con una gran sonrisa.
—largo de aquí.—ordeno con una voz lo suficientemente alta. Jason me mira como si no entendiera que ocurre.—vete, mientras sigas con esas ideas no quiero verte.
—te quiero, Alaska, no lo olvides.—dice, para luego salir por el balcón. Yo camino y cierro esas puertas.
[...]
E
stuve pensando en mi charla con Jason. Si su plan es destruir Gotham, ya debe tener casi todo listo, recuerdo que Ronald tenía en su laboratorio algunos planos de bombas. No creo que Jason piense en eso. Me asusta la idea de que sea capaz de destruir una ciudad entera sólo para vengarse.
Estoy de acuerdo con que Bruce le falló, el Joker lo asesinó, pero Ronald es el autor de todo esto. El único que merece algo malo es Ronald.
Jason no debe hablar en serio. El Jason que conozco jamas haría algo tan descabellado y estúpido.
Pensé en lo que me dijo Dinah, eso que es sobre la venganza que te lleva a perder tu alma. Tengo miedo de que Jason este por perder la suya, ó peor, que ya la haya perdido.