-Ahi viene Romeo- dice Martin mientras camino ( o brinco) con mucha energía a la camioneta.
-Dinos que mínimo ahora tienes su número- dice Isaza con sarcasmo.
-Y su dirección también- digo sonriendo y le mando un mensaje para comprobar que el número que me haya dado sea el correcto, "¿Que te sucede Villa?, tú siempre los consigues"- me digo a mi mismo y hablamos de las grandes fotos que nos tomaron las chicas y que las subiremos en cuanto ellas nos las manden.
Al llegar al departamento notó que no estamos muy lejos de la pelirroja y sus amigos.
-¿Comida a domicilio?- digo tomando el teléfono cuando mi celular comienzo a sonar, sonrió al ver que es Alexa y mi Romeo interior está a punto de salir.
-Sabia que no podías viv...- me detengo ya que ella me interrumpe
-JUAN NECESITO DE TU AYUDA- dice ella con un tono alterado y tomo las llaves rápidamente haciendo que los chicos se levanten y con una seña con las manos intento tranquilizar
-¿Alex, que sucede?- digo
-ES MI HERMANO, NO REACCIONA Y LA AMBULANCIA NO LLEGA, MI PADRE NO ESTÁ Y SE LLEVO EL AUTO JUAN...- se le corta la voz
-Estoy ahí en 5 minutos- cuelgo la llamada y corro
-¿Que sucede?- dice Simón preocupado
-Llevare al hospital al hermano de la Alexa- cierro la puerta y salgo corriendo, el elevador tarda o tal vez no, pero no estoy dispuesto a esperar así que corro todas las escaleras, subo a la camioneta y manejo lo más rápido que puedo. Llego y corro a la puerta donde Alexa me esperaba.
-¿Donde?- digo entrando a la casa
-Lo baje, está en el sofá- Corro y tomo al pequeño niño en mis brazos, es pequeño, delgado como su hermana aunque él tiene el cabello obscuro, su cara está pálida al igual que sus labios y tiene un nebulizador en su pequeño rostro.
Corremos a la camioneta y Alexa se pone en la parte trasera con su hermano, ella solo lo abraza y le susurra cosas. Manejo lo más rápido que puedo, no conozco la ciudad así que me guío con lo que Ale me dice.
A llegar a urgencias salgo corriendo y regreso con doctores y camillas quienes se llevan al pequeño y cuando entran a la sala no nos dejan entrar así que solo tomo a Alex de los hombros y ella busca un lugar para sentarse.
-Estará bien..- digo acercándome lentamente
-Si.. gracias- dice aun en shok.
-Alexa- me inco para estar a su altura y levantar su mejilla y tiene los ojos completamente rojos. La tomo la de las manos y la levantó para darle un cálido abrazo, ella me toma con fuerza y siento sus lágrimas al fin recorrer mi pecho.
-Sin ti...- dice ella con un sollozo.
-No lo digas- se aferra mas a mi cuerpo y sale un doctor, caminamos rápido con él y él parece conocerla.
-Informamos a tu padre, llegará por la mañana, Harry tendrá que quedarse Alexita, ve a dormir, aquí lo cuidaremos- le dedica una sonrisa y ella solo se pone las manos en la cabeza.
-Gracias, me quedaré- me dice y la veo con duda.
-Me quedaré, no puedo dejarte- ella sin más me vuelve a abrazar, después de muchos intentos la convenzo de que nos vayamos a dormir, ya que lo necesita, al fin acepta. El viaje fue callado y al llegar ella pide algo que no pensé pasaría.
-Quédate- dice con la mirada perdida y después voltea a verme.-Lo siento, ni siquiera me conoces y ahora me llevas al hospital, lloro y..
-Me quedaré- ella sonríe y bajamos del auto, entramos a la casa, en verdad es una casa hermosa y muy grande, no había podido apreciarla.
-¿tienes hambre?- dice ello y solo sonrió.
-Eso creí- ella camina a la cocina y voy atrás de ella. Abre cajones y la nevera, voltea a verme y sonríe
-De acuerdo, tengo galletas, leche, puedo hacer licuado, o tengo comida congelada, lo sé, difícil elección- ella me da una media sonrisa
-Ya que al parecer no dormiremos, ¿hamburguesas?- ella ríe y salimos de la casa. Ella sabe donde conseguiremos hamburguesas a la 1 de la mañana así que solo hago caso de sus indicaciones.
En cuestión de 25 minutos estamos de nuevo en su casa, me quitó las botas y ella sube a su habitación, me acomodo y ella baja, tiene su cabello amarrado, uno short gris y una sudadera roja como su cabello. Se acomoda a un lado de mi y comenzamos a comer.
-Así, que ¿color favorito?- ella comienza a reír y niega con su cabeza.
-Vamos, estoy en tu casa y solo se tu nombre- digo y ella sonríe.
-El gris- ella dice
-¿como el de mis ojos?- ella se acerca demasiado a mi cara y siento que puede escuchar mi corazón latir.
-Si, como tus ojos- dice ella y siento mis mejillas rojas. -Tu turno- ella cruza sus piernas y me ve fijamente.
-El verde- digo sonriendo
-¿como mis ojos?- dice ella divertida.
-No, ese verde no, más bien un verde más obscuro- digo riendo y ella rueda los ojos, así estuvimos un rato, nos preguntamos nuestras edad, canciones, comidas favoritas e incluso alergias.
-Alex, ¿donde están tus padres?- digo y su cara cambia a una tristeza impresionante. -Creo que me pase, lo siento- ella niega y me da una media sonrisa.
-Mamá murió y papá está demasiado ocupado para recordarnos, creo- dice ella y baja la cabeza.
-No creo que sea así- digo
-¿entonces donde está?- dice molesta y con los ojos rojos.
-Trabajando para que lo tengan todo- ella relaja su rostro y limpia una lágrima.
-Tal vez...- dice ella y levantó su rostro.
-Es injusto lo bonita que te ves llorando- le digo y ella suelta una carcajada.
-Si, los mocos me van bien- ella ríe al igual que yo y se acomoda cerca de mi.
-¿Cuantos años tiene Harry?- digo acomodándome igual que ella
-seis, es demasiado joven para todo lo que a vivido- digo que si con la cabeza y suspiro, esta chica, no la conozco, ahora estoy en su casa con ella cerca queriendo cuidarla de todos sus males.
(...)
Despierto a dolorido, Alex esta recargada en mi pecho y yo la tengo abrazada, así que intento no moverme demasiado para no despertarla, pero fallo en mi misión.
-Hola...- dice con una voz ronca y sonriente.
-Hola- le contestó y al ver nuestra pose ella se levanta rápido -¿Que hora es?- dice ella buscando su teléfono
-Temprano... creo- digo y ella encuentra su teléfono, me dice que es tarde y necesita irse a buscar a su padre y su hermano.
-Te llevo- digo levantándome
-Ya hiciste demasiado por mi, y supongo estarás ocupado- dice soltándose el cabello
-No, en verdad, te llevo- ella sonríe y sube a su habitación, en cuestión de unos 15 minutos solo se puso unos leggins negros, tenis y se lavó la cara.
En la camioneta ella mueve su rodilla y rompe el silencio
-¿Morat?- dice ella y sonrió
-Mi sueño..- digo y ella vuelve a sonreír.
-Una de sus canciones debería de llevar mi nombre- ella ríe
-Si claro- me da un golpe en el brazo y sonrió
-¿Cuál es tu canción favorita?- digo levantando la ceja y ella lo piensa.
-Creo que Mil tormentas... vaya que les hicieron para escribirla- dice ella sonriendo
-Se rindió- digo sin pensarlo y ella me ve fijamente. Alexa pone música y el camino se hace más corto. Al llegar bajamos de la camioneta y ella me toma del brazo y entramos, al entrar un hombre de cabello negro y traje nos espera, supongo es su padre.
-Alexa- el la abraza, en efecto es su padre.
-El es Juan Pablo, el trajo a Harry- ella me presenta y el señor me da un corto abrazo y un Gracias.
Ellos hablan, o discuten, no lo sé solo me alejo para no incomodar. Sale Harry y abraza a Alexa ella sonríe más que nunca y sonrió a eso, ellos caminan a mi y ella lo carga.
-Harry el es Juan Pablo- el me da su manita y la agarro sonriendo
-Tu novio es guapo- le dice en un susurro
-No es mi novio- ella contesta de la misma manera.
-Hola Harry- el me sonríe y se esconde en el cuello de su hermana.
-Hola Juan- el me dice aun escondido y caminamos a la camioneta donde Alexa lo deja.
-En verdad gracias- me dice su padre.
-No tiene que agradecer- el me sonríe y entra a su camioneta.
-Ahora debes irte- digo sonriendo a medias.
-Puedo ir contigo- ella sonríe.
-Tenemos una cita, ¿recuerdas?- ella sonrie y baja la cabeza.
-Nos vemos en la noche- ella me abraza, me da las gracias y deja un beso en mi mejilla. Sube al carro y ellos se van. Yo camino emocionado a la camioneta, tengo miles de mensajes de preocupación así que solo espero un regaño, pero nada podría arruinar mi día.
Subo las escaleras y rechazo NUEVAMENTE una llamada de Juan Pablo, subo con toda la felicidad que se puede tener y al abrir la puerta.
-Hola Villa- dice ella
-Hola Villa- dicen todos y mi sonrisa desaparece.