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22. LA TERCERA PRUEBA
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Llego el día de la última prueba y yo estaba muy nerviosa, esta prueba al contrario de las otras pruebas tendría lugar en la noche.
Ahora mismo estábamos cenando junto a la señora Weasley y Bill uno de las hermanos de Ron que habían venido para ver la tercera prueba y ya aprovecharon y pasaron la tarde con Harry.
—Harry come algo por favor —le dijo mi hermana mirándolo con preocupación.
—No puedo Hermione estoy nervioso —contestó haciendo una mueca.
—Mira Harry necesitas fuerzas, come esto, ¿si? —le dije mientras le separaba la mitad del plato para un lado y la otra mitad para el otro
—Agh, esté bien —dijo accediendo, haciendo que yo sonriera satisfecha.
Miré a la mesa de las serpientes y vi que Draco estaba hablando con Theo pero luego giro la cabeza, me sonrió y me guiñó un ojo, Theo al ver que Draco ya no le prestaba más atención miro donde miraba el rubio y me saludo, yo le devolví el saludo.
—Damas y caballeros —comenzó Dumbledore—, en unos momentos comenzara la tercera prueba les pedimos que por favor vayan yendo al campo de Quidditch que es donde tendrá lugar la última prueba, campeones vayan con los directores de sus escuelas —finalizó, todos nos levantamos, le deseamos suerte a Harry y fuimos hacia el campo de Quidditch que en ese momento estaba irreconocible, el suelo estaba cubierto por un gran seto de aproximadamente ocho metros de alto.
[*¿Qué le hicieron a mi bebé?*]
Nos fuimos acomodando en las gradas mientras esperábamos, vi que Draco y Theo se sentaban unos asientos mas arriba de donde estaba yo con los chicos.
Los campeones junto con los directores de las tres escuelas llegaron a la cancha donde se agruparon en la entrada del laberinto.
El cañón sonó y los primeros en entrar fueron Harry y Cedric, luego entró Krum y por último Fleur, los cuatro campeones ya estaban dentro solo faltaba esperar.
[...]
Ya habían pasado 25 minutos y yo estaba nerviosa, de repente aparecieron unas luces rojas lo que indicaba que alguno de los campeones estaba en peligro, a los minutos sacaron a Fleur la cual estaba con toda la ropa sucia y despeinada, estaba tan nerviosa que decidí bajar a buscar un vaso con agua en una mesa que había abajo de las gradas para los que tenían sed o necesitaban tomar agua.
Cuando llegue a la mesa no había nadie cerca solo estaba iluminada por unas linternas flotantes, agarre un vaso con agua, cuando estaba por tomar sentí que alguien me abrazaba por la cintura y me daba un beso en el cuello, del susto tire el agua que había en el vaso mojándome los pies, inmediatamente me di vuelta encontrándome con unos ojos color mercurio.
—Por el amor a Morgana Draco, me has asustado —dije mientras ponía mi mano en mi pecho y lo miraba.
—Lo siento preciosa, no quería asustarte —dijo agachándose a mi altura y besando mi frente, una sonrisa estúpida se formo en mi rostro al escuchar la palabra "preciosa" era la primera vez que me lo decía.
—No pasa nada, rubiecita —dije mirándolo con una sonrisa—. Por cierto, nunca antes me habías dicho preciosa.
—Pues vas a tener que acostumbrarte porque te voy a empezar a llamar así, pero tu deja de decirme rubiecita —dijo mientras se acercaba para besarme pero lo frene antes—, ¿y ahora qué? —reprocho con un puchero.
—Oh no nada, solo quería decirte que te ves bien —le dije mientras sonreía y me acercaba yo a besarlo.
—Eres cruel _______, te gusta hacerme esperar —dijo mirándome a los ojos.
—Así me quieres —dije con una sonrisa de suficiencia.
—Por supuesto.
—Sera mejor que volvamos —dije mirándolo fijamente
—Sí volvamos —empezó a caminar con su mano y la mía entrelazadas, pero lo frené —. ¿Otra vez? —dijo mientras se daba vuelta
—No podemos llegar juntos, nos vera todo Hogwarts —dije mientras reía por la cara de niño que había puesto.
—Está bien, está bien, nos vemos —dijo dándome un beso en los labios y dándome paso para que suba las escaleras.
Subí hasta donde estaban mis amigos y me volví a sentar, me fijé en que también habían sacado a Krum, ya solo quedaban Harry y Cedric, la Copa sería de Hogwarts.
[...]
Ya había pasado mas de una hora y me estaba comenzando a poner nerviosa.
—Hermione, hace mas de una hora que están ahí no te parece que—
No pude continuar ya que se escucho un ruido muy fuerte, en la entrada del laberinto habían aparecido Cedric y Harry con la Copa, Cedric estaba tumbado en el suelo y Harry sobre él, el primero no se movía. Bajamos para ver que pasaba y escuchamos algo que nos dejo desconcertados
—A vuelto, Voldemort a vuelto, yo lo vi, mató a Cedric, me dijo que trajera su cuerpo —decía Harry llorando todavía sobre el cuerpo inerte del joven apuesto que había sido Cedric.
Quede en shock, esto no podía ser verdad, el profesor Moody se llevo a Harry, sin que nadie lo viera y eso la verdad es que me pareció muy extraño.
—¡Profesor! —le intentaba decir a Dumbledore pero no me prestaba atención —. ¡Profesor Dumbledore, Moody se llevo a Harry! —grite ahora mas fuerte logrando que me escuchara.
Dumbledore se fue junto con McGonagall y Snape corriendo al castillo. Retiraron el cuerpo de Cedric y poco a poco fuimos volviendo al castillo.
[...]
El final del curso llego y fue mucho más sombrío de lo que acostumbraba a ser, Dumbledore dio un discurso en honor a Cedric y le dijo la verdad de como había muerto a todo el colegio. Ya era de tarde y estábamos los cuatro en la sala común sin hacer nada cuando una lechuza golpeó la ventana con su pico, Ron se levantó y le abrió la ventana para que pasara. La lechuza voló directo a mi y la reconocí como la lechuza de Draco ya que me parecía que era la única lechuza totalmente negra. Abrí la nota y decía.
Preciosa
Te veo hoy en la torre de astronomía, quiero pasar la última noche del curso con mi hermosa novia
Pd:Vístete formal, te tengo una sorpresa preparada
D.M
—¿De quien es la nota _______? —preguntó mi hermana.
—De Draco —conteste con una sonrisa tonta.
—¿Malfoy? ¿Y qué quiere? —preguntó ahora Ron.
—Sí Ron, Draco y por lo que dice aquí quiere pasar la última noche del curso conmigo.
—Oh que lindo —dijo mi hermana sonriendo.
—Sip, ¿qué hora es Harry?
—Las 19:15 ¿por qué?
—Ay por Godric me tengo que ir a arreglar, nos vemos chicos —dije y salí corriendo hacia mi habitación.
Lo primero que hice fue darme un baño, no demoré mucho ya que no quería llegar tarde, cuando salí envuelta en una toalla me encontré sobre la cama un hermoso vestido negro con una nota.
Espero que te guste, te lo pensaba dar para una ocasión especial y esta es una de ellas, te verás hermosa.
Te ama tu hermana Hermione
Me puse el vestido y me quedaba tres dedos arriba de la rodilla, me seque el pelo con un hechizo y también me lo ondule en las puntas. Me maquille con brillo en los labios y delineador de ojos, para luego ponerme unos zapatos con un poco de tacón que combinaban con el vestido, me fije por última vez en el espejo, me coloqué la pulsera que me había regalado Draco por navidad y salí. En la sala no había nadie, solamente estaba mi hermana junto al retrato.
—Estas bellísima _______. —Me sonrió.
—Gracias Herms, y gracias por el vestido, me encantó —dije mientras sonreía.
—No hay que agradecer, ahora ve que se te hace tarde y te quedan 7 minutos para llegar.
—Oh si, adiós —saludé y salí por el retrato. Iba caminando por los pasillos con un poco de prisa ya que no quería llegar tarde. Cuando llegue al pie de la escalera que conducía a la torre me encontré con una con una rosa roja, la tomé y seguí subiendo.
Arriba estaba Draco con un traje negro que le sentaba muy bien y sobre el piso había una manta de color verde y roja donde sobre ella estaba servida la cena.
Mis ojos se cristalizaron al ver lo que el ojigris había hecho. Me acerque a el lentamente y lo abrace con todas mis fuerzas para luego besarlo.
—Draco esto es hermoso —dije cuando nos separamos y mientras lo miraba a los ojos.
—Todo por ti preciosa —dijo con una hermosa sonrisa—. ¿Me acompañaría en esta velada bella dama? —habló exageradamente
—Por supuesto apuesto caballero —respondí de igual forma mientras tomaba su mano.
La cena paso entre risas y besos, en una palabra fue perfecta, ahora estábamos acostados mirando las estrellas.
—Oye Draco.
—Dime preciosa.
—¿Nos veremos en el verano? —pregunté mientras me apoyaba en uno de mis brazos para mirarlo.
—Por supuesto, haré todo lo que esté a mi alcance para que por lo menos nos veamos una vez a la semana —me respondió fijando su mirada en mi.
—Genial —dije mientras me acercaba para besarlo, Draco paso una de sus manos por mi cintura y cuando nos falto el aire nos separamos pero nos quedamos con nuestras frentes unidas.
—Te amo —susurró.
—Y yo a ti —dije de igual forma.