Corazón Vertiginoso (Saga #1)

By montesdeoca26

5.9K 728 161

Dorek Smythe creció en un mundo donde la velocidad y la adrenalina eran algo común en su día a día, pero qué... More

Corazón Vertiginoso
Capítulo 1
Capítulo 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
Epílogo
Tierna ligereza
AVISO
VIVEZA ADORACIÓN

CAPÍTULO 17

143 19 1
By montesdeoca26

Regla #18: Nunca dejes que las nubes más obscuras te impidan buscar el sol.

Mientras mi cabeza era todo un caos en estos momentos, mis amigos decidieron comenzar a discutir sobre que era lo que yo debería de hacer.
Nadia insistía en que si yo me había prestado a ayudarle debería de hacer el trabajo completo después de todo Dorek también me estaba ayudando con mi proyecto. Nico por el contrario decía que no debía de ir, ya que solo me lastimaría a misma al prestarme ante tal situacion.
Yo simplemente los observaba, es como si Nico fuera el angelito que me dice las cosas correctas que debo de hacer y Nadia es el mismísimo demonio que pretende llevarme al infierno.

El sonido de mi celular interrumpe su debate de quien tiene la razón, Nadia me pasa mi celular puesto que aún no me lo había devuelto. Miro la pantalla y veo que es una llamada de Dorek.

Me levanto de mi asiento y respondo la llamada —Hola.

—Hola niña, solo quería saber si puedes acompañarme mañana —escucho como suspira fuertemente— se que podría llegar poniendo el GPS de mi celular —Nico había mencionado eso hace unos momentos— pero necesito de un amigo a mi lado —suspira nuevamente y se mantiene en silencio unos segundos— no se cómo se vayan a poner las cosas por eso necesito de apoyo moral.

Doy un gran suspiro —claro que puedo acompañarte —Nico estampa la palma de su mano sobre su frente— para eso están los amigos.

Nico resopla y se sienta nuevamente en el sofá junto a su hermana, ella me sonríe con aprobación y levanta su pulgar derecho.

—Muchas gracias niña.

—Si sabes que me llamo Vielka ¿Verdad?

Escucho su risa y está me contagia su alegría —si, pero Nico me dará la razón de porque te digo niña.

—No tendré curvas pero soy bonita —repito las palabras que mi amiga dijo hace rato.

—Yo jamás he dicho que eres fea, al contrario siempre he creído que tienes una dulce belleza —mis rodillas se doblan un poco por lo que acabo de escuchar, este hombre va terminar conmigo. Dorek se aclara la garganta ante mi silencio— mañana nos ponemos de acuerdo en la cafetería, ahora te dejo que tengo mucho que estudiar.

—Si está muy bien, hasta mañana entonces.

—Hasta mañana.

Él termina la llamada y me acerco nuevamente al sofá y me dejo caer dramáticamente.

—Haz cavado tu propia tumba.

Nadia le da un manotazo a Nico y este se queja —pase lo que pase aquí estamos para ti.

—Me vas hacer llorar.

—Siempre vamos estar para ti quimera —dice Nico mientras coloca su mano sobre la mía.

—Gracias amigos.

El resto de la tarde la pasé únicamente con Nico ya que Nadia era la única que tenía tarea. Nico no volvió a mencionar nada sobre Dorek.
Después de pasar una agradable tarde con mis amigos Nico me hizo el favor de llevarme a mi casa.

En casa solo estaba Berenice que se encontraba frente a su laptop trabajando, la saludé y subí a mi habitación, lo único que necesitaba en ese momento era mi cama así que me quité mi ropa y me puse mi pijama y en cuanto mi cabeza tocó la almohada me quedé profundamente dormida.

A la mañana siguiente salgo corriendo de casa aún con el cabello empapado. Estaba tan cansada que no escuché mi alarma y mucho menos las cinco llamadas perdidas de Nico, en realidad fue mi padre quien me despertó a las once del día, pude haberme quedado en casa pero tengo una clase a la una con un profesor que es un verdadero dolor de cabeza.

Cuando llego a la universidad es la hora que tengo libre por lo que voy a buscar a Nico a la cafetería, cuando finalmente lo encuentro veo que se encuentra sentado con Dorek, me acerco a ellos y en cuanto me ven se sorprenden.

—¿Qué demonios te paso? —dice mi amigo.

Tomo asiento enfrente de ellos —lo siento me quedé dormida.

Dorek sonríe mientras que Nico niega con la cabeza —yo que tú buscaba un espejo —dice Nico mientras que Dorek me señala con la cabeza y se pasa un dedo por debajo de los ojos, justo donde están sus ojeras marcadas por el cansancio.

Hago caso a Nico y busco en mi bolso un espejo, cuando me miro en este no puedo evitar gritar. Por bañarme rápido y cambiarme para venirme a la universidad se me olvidó por completo desmaquillarme por lo que tengo dos grandes manchas negras debajo de mis ojos.

Nico y Dorek se comienzan a reír de mí, decido ignorarlos y agarro una servilleta de papel que está en la mesita y le arrebato su botella de agua a Dorek, empiezo a humedecer un poco la servilleta con el agua ye empiezo a tallar el área manchada pero lo único que logro es que ser ponga roja la piel donde tallé con la servilleta.

—Ven niña —Dorek saca algo de su bolsillo de su pantalón y me doy cuenta que es un labial para humectar los labios. Él me hace un gesto con su mano para que me acerque, lo hago y él unta un poco de labial en su dedo para después pasar su dedo con mucha delicadeza por mi piel manchada, su rostro está tan cerca del mío y no puedo evitar mirar más de cerca sus labios, estos no son muy gruesos pero algo en ellos me gritan que los bese, de pronto Dorek se aleja de mi y me pasa otra servilleta, esta vez las manchas negras desaparecen.

—Te invito a comer —si yo fuera una caricatura mi mandíbula se habría caído hasta topar con el piso. O yo estaba soñando o ya estaba perdiendo el sentido del oído —después de comer vamos a buscar a Mia —y ahí está mi respuesta, ni estaba soñando ni mucho menos quedándome sorda pero si me estaba volviendo cada vez más estúpida por creer algo más— ¿Te parece?

—Si, si está muy bien —digo torpemente.

Él se levanta de su asiento y sacude mi cabello como si fuera un triste perro que no le dieron su juguete —te veo más tarde entonces.

Yo solo asiento con mi cabeza y él se marcha, las carcajadas de Nico me recuerdan de su presencia en la mesa, me había olvidado por completo de él en cuanto Dorek comenzó a untar de su labial en mi rostro, me había aislado por completo del mundo.

—Hubieras visto tu rostro.

—Cállate, déjame en paz.

—Primero tu rostro era de lujuria pura, después de cachorrito y al final tu cara de decepción fue la mejor.

—Cállate te dije, mejor vámonos al salón.

Las últimas dos clases Nico no había parado de molestarme por lo que había sucedido en la cafetería, lo bueno es que ya se habían terminado las clases y lo vería hasta el día de mañana, lo malo es que Dorek me mandó un mensaje diciéndome que me esperaba en el estacionamiento para irnos a comer.

En un principio creí que ir a comer con Dorek podría llegar a ser algo incómodo pero me sorprendí bastante que fue todo lo contrario, Dorek me había invitado a un Mac Donald's a comer y a pesar del lugar y de la sobre población de niños en ese lugar no la habíamos pasado muy bien. Dorek me había sorprendido mostrándome otra faceta de él, este joven era más alegre y bromista, faceta que únicamente lograba ver cuando estaba en compañía de su familia, de hecho él había cambiado mucho desde que lo había conocido, creo que simplemente nos habíamos juzgado mal el uno al otro.

Después de comer nos fuimos directo a la dirección que me había dado Emanuel, al llegar a esta me sorprendí al darme cuenta que el lugar era un clínica de rehabilitación, por un momento llegue a pensar que nos habíamos equivocado pero para Dorek parecía ser lo más normal por lo que llegue a pensar que tal vez ella trabajaba en ese lugar.
Llevamos quince minutos parados en la cera de enfrente y hasta el momento solo habíamos visto salir niños con muletas o aparatos extraños y un par de adultos en silla de ruedas pero ninguna señal de alguna joven.

Giro mi rostro hacia Dorek y se encuentra recargado en la pared con sus brazos cruzados debajo de su pecho y su rostro se nota tenso e incluso tiene el ceño fruncido.

—Vi que hay una nevería una cuadra atrás, ¿Quieres un helado? —intento moverlo un poco golpeando mi cadera en su costado— tú espera aquí, yo invito.

Su rostro se relaja un poco y asiente con la cabeza —me gusta la de limón

Voy a la nevería que vi una cuadra atrás y compro dos vasos de nieve, uno de chocolate amargo y uno de limón para Dorek.
Cuando regreso le entrego su nieve, él me sonríe en agradecimiento. Comemos la nieve en silencio, cuando terminamos me doy cuenta que han pasado cuarenta minutos y se que Dorek también ha notado que ha pasado mucho tiempo así que se me ocurre la idea de ir a preguntar por ella.

—¿A dónde vas niña? —dice Dorek al ver que voy a cruzar la calle.

—Voy a ir a preguntar por ella.

El asiente con su cabeza —se llama Mia Betancourt.

Alzo mi dedo pulgar y se lo muestro, me giro nuevamente y me cercioro que no venga ningún auto y me cruzo la calle, entro a la clínica y me dirijo a dónde está la recepcionista.

—Buenas tardes, ¿En que puedo ayudarte? —dice la recepcionista en tono amable.

—Buenas tardes, pasaba por aquí y quería saber si mi amiga aún está aquí.

—¿Cuál es su nombre?

—Mia Betancourt.

La recepcionista se muestra un poco sorprendida —ella ya no va venir, el lunes fue su último día.

Siento cierta decepción y en cierta forma algo de alivio escuchar eso —tendré que hablarle por teléfono para verla en otra ocasión.

La recepcionista sonríe —saludala mucho de mi parte, por favor.

—Por supuesto, hasta luego.

Salgo de la clínica y me cruzo la calle para llegar hasta donde está Dorek, el se separa de la pared y se acerca a mi.

—Ella no quiere verme, ¿verdad?

Niego con la cabeza y noto como su mirada se ensombrece —nada de eso —me apresuro a decir— me dijeron que el lunes fue el último día que vino.

Él cierra sus ojos y suspira con alivio —entonces tendré que seguir averiguando donde vive para poder verla.

Poso mi mano en su brazo —te voy a seguir ayudando.

Dorek me sorprende cuando me abraza y coloca su rostro en mi cuello, solo espero que no escuché como se ha acelerado mi corazón —gracias niña, no se que haría sin ti.

Se separa de mi y me sonríe, el observa mis labios y yo no puedo evitar tragar ante la sensación que me genera en la manera en como ve mis labios, el acerca su mano y con su dedo pulgar acaricia mi labio inferior, mi respiración se acelera sin que lo pueda evitar.

Le quiero agradecer a @Valee1102  por la elaboración del nuevo booktrailer.

Si les gustó el booktrailer ella puede ayudarles.

Continue Reading

You'll Also Like

80.5K 4.1K 21
Llantos, sonrisas, abrazos, odio, sufrimiento, amor, besos, complejos, depresión... Dos vidas diferentes marcadas por las malas experiencias que...
54.3K 2.2K 25
Ruth Lee y Jeff Wood son amigos de infancia. Ruth es una chica alegre y centrada. Se dedica a vivir la vida de una perspectiva más sana. Todo lo c...
1.5M 107K 82
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...