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11. EL BAILE DE NAVIDAD Y EL BESO
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Al final mi hermana se había comprado un vestido azul celeste largo con volados.
A mi me habían invitado tres chicos a ir al baile pero les había dicho que no cortésmente, la verdad no tenía muchas ganas de ir con pareja. Con Draco habíamos
quedado de vernos a las 22:00 en los terrenos del colegio para pasar parte del baile juntos ya que no nos podíamos divertir en público.
Estaba en la sala común leyendo un libro con Harry que miraba pensativo el fuego cuando de repente el retrato se abrió y apareció Ron con una sonrisa tonta y la mirada perdida.
—¿Qué le pasó? —preguntó preocupado Harry a Ginny.
—Invitó a Fleur al baile —contestó la pelirroja.
—¿En serio? —pregunté asombrada de mi amigo.
—¿Y qué te dijo? —preguntó Harry.
—Que no obvio —dijo mi hermana detrás de mi. Ron negó con la cabeza—, ¡¿Te dijo que si?! —preguntó asombrada tapándose la boca con las manos.
—Ella iba caminando, con lo que me gusta verla caminar. Y entonces se lo pedí —dijo Ron con tono soñador.
—Más bien se lo gritaste —dijo Ginny—, la asustaste —rió.
A la hora Ron dijo que podíamos ir con alguno de ellos, ya que si para una chico es vergonzoso ir sólo para una chica peor. Mi hermana se enojó y explotó diciendo que ella si tenía pareja porque alguien la había invitado y subió a nuestra habitación. Ron se levantó y fue hacía Parvati Patil y le preguntó si quería ir con ella pero esta la dijo que Seamus ya se lo había pedido pero que su hermana que estaba en Ravenclaw no tenía pareja y que le iba a preguntar. Ron volvió feliz a sentarse junto a mi y Harry.
—Oye _______ ¿me podes hacer un favor? —me preguntó de la nada Harry.
—¿Qué quieres Potter? —pregunté entrecerrando los ojos.
—Emmm. —Se notaba nervioso—. ¿T-te gustaría ir al b-baile conmigo? —tartamudeo—. Por favor, soy uno de los campeones y no tengo pareja —finalizó.
Suspiré—. Está bien —dije poniéndome de pie para irme a dormir.
Al día siguiente ya era Navidad y eso quería decir regalos y que hoy era el baile tan esperado por casi todo Hogwarts. Al despertar me di cuenta que en los pies de mi cama había una montaña de regalos. Me senté en la cama y mire a un lado mi hermana también estaba abriendo sus regalos, las otras dormían.
—Feliz Navidad Hermione —saludé a mi hermana.
—Feliz Navidad _______ —me respondió con una sonrisa.
Me puse a abrir mis regalos, la Señora Weasley me había regalado un jersey Weasley de color azul con mi inicial en blanco, Harry me había regalado un colgante de Gryffindor, Ron muchas plumas de azúcar —mis favoritas—, mi hermana me había regalado un libro titulado Quidditch a Través de los Tiempos, los gemelos me habían regalado un surtido de artículos de broma, mis padres una foto en donde salíamos los
cuatro sonriendo, Seamus también me había regalado una foto de nosotros pero en cambio esta como todas las del mundo mágico tenía movimiento y el último regalo que abrí estaba en en una cajita verde con un lazo blanco, al abrirla me encontré con una hermosa pulsera de plata con un corazón rojo en el interior de la caja había una nota que decía.
Para mi leona favorita
D.M
En la tarde los chicos hicieron una guerra de nieve en la que mi hermana y yo no participamos y cundo eran las 5 de la tarde mi hermana dijo que teníamos que ir a prepararnos para el baile.
—Pero si faltan 3 horas —dijo Ron con el ceño fruncido.
—Por eso tenemos que prepararnos —respondí.
Subimos con mi hermana y ella entró primero a bañarse demoró cerca de una hora y cuando salió entre yo, me di un baño de burbujas y a la media hora salí. Mi hermana se estaba pasando un maquillaje discreto, luego me fui a maquillar yo mientras mi hermana se acomodaba el pelo para que la peinara. El peinado que me hice consistía en un moño desordenado pero elegante del cual caían mechones de pelo, mi hermana paso a peinarme a mi, mi peinado era más sencillo iba a llevar el pelo lacio hasta la mitad terminando en ondas y dos trenzas a cada lado.
Al estar ya peinadas y maquilladas nos dispusimos a ponernos nuestros vestidos el que yo me había mandado a hacer a la tienda del Callejón Diagon era la parte de arriba de encaje blanco con una falda de seda verde esmeralda asta el piso, he de admitir que tome el consejo de Draco sobre el color verde.
Cuando estuvimos listas bajamos ella se fue unos minutos antes y luego baje yo. Harry me estaba esperando en el vestíbulo con una túnica de gala verde botella.
—Wow _______ te ves hermosa —dijo Harry al llegar junto a el.
—Gracias Harry, tu también te ves muy bien —dije con amabilidad.
Justo en ese momento entraron los de Durmstrang, adelante del todo venía Viktor Krum y a su lado mi hermana, sonreí orgullosa de mi hermana y Harry a mi lado se la quedó mirando con la boca abierta. Llegó al profesora McGonagall y nos dijo que vayamos pasando al GC que ya estaban todos dentro, nos pusimos en fila quedando Harry y yo al final.
El GC estaba hermoso a los lados los acostumbrados 12 árboles de Navidad reducían, del techo caía nieve pero antes de llegar a las cabezas de los presentes se desvanecía. En la cabecera de el salón había una gran mesa donde nos fuimos a sentar.
Dumbledore se puso de pie e indicó que nos podíamos sentar, cada uno teníamos un menú, Dumbledore se acercó al plato y dijo bien claro lo que deseaba comer y así lo hicimos los demás.
Al finalizar la cena nos dirigimos los campeones y sus parejas al centro y nos pusimos en posición.
Harry se veía nervioso.
—Solo sígueme ¿si? —le dije a Harry y él asintió.
La música comenzó a soñar y nosotros comenzamos a bailar, Harry me piso como 4 veces, definitivamente bailar no era lo suyo.
Luego de el vals le siguió una música más movida y Harry dijo que se iba sentar, yo me quedé bailando con Seamus y Parvati hasta que ella se fue con un chico de Durmstrang.
Le dije a Seamus que iba a tomar algo y vi que Harry y Ron estaban sentados en una mesa y mi hermana estaba allí, pericia que estaban discutiendo —cuándo no—.
—¿Está todo bien? —pregunté con tranquilidad acercándome.
—¡No, nada está bien, estés un idiota Ronald! —exclamó mi hermana enojada mirando mal al pelirrojo—, ¿Quieres venir conmigo y Viktor _______? —preguntó más calmada.
—No gracias Herms, disfruta —dije para dirigirme al "baño". Cuando nadie podía verme salí a los terrenos camino al lago.
Al llegar distinguí la platinada cabellera de Draco recostado sobre un árbol.
—Hola rubio —me acerqué con una sonrisa. Se giró para verme.
—Wow, estas muy linda —dijo con una sonrisa. Creo que de nuevo me había sonrojado
—Gracias, tu no te quedas atrás —le respondí admirando lo bien que se veía.
—Oh eso lo sé —dijo arrogante. Rodé los ojos con una pequeña sonrisa—. ¿Quieres bailar? —me preguntó tendiéndome la mano.
—Claro —tome su mano y me di cuenta de que llevaba el anillo que le había regalado por navidad. Empezamos a bailar, estaba hipnotizada por los ojos color plata líquida de mi acompañante. Bailábamos y cada vez nos íbamos acercando más y más hasta que sentía su respiración y acortando la distancia nos unimos en un dulce beso.
¡Me estaba besando con Draco Malfoy y ésta vez era real! Ahora había confirmado algo me gustaba Draco Malfoy.
Al separarnos del beso Draco sonrió, me tomo de la cintura con ambas manos y se acercó a mi oído.
—Te lo había dicho Granger, eso no se quedaría así —reí ante su comentario y nos volvimos a besar.
Esta noche había terminado mejor de lo que esperaba.