Narra Spiderman
Silencio total. Trataba de no mirarlo por vergüenza, pero él no apartaba la vista de mí. Me ponía cada vez más nervioso.
-Su pedido.
-Oh, gracias *por salvarme de esta incómoda situación*.
Le dí un primer sorbo al frapuccino, y casi me desintegro la lengua. ¿Lo habían calentado en el horno del infierno? Miré a Wade para comprobar si se encontraba en la misma situación que yo. Dió un pequeño sorbo a su café con leche, pero nada más ocurrió.
-¿Qué ocurre?
-¿No te quema?
Narra Deadpool
Sentía como si hubiese bebido lava.
-*Hazte el cool, hazte el cool...* ¿Qué? A mí no me lo parece.
Ni siquiera notaba la lengua al hablar.
-Quizás solo abrasaron el mío.
Se dispuso a mirar el frapuccino, como si eso sirviese para enfriarlo. Hinchó los cachetes, y apoyó el mentón en sus manos. Se veía adorable.
Sin darme cuenta di otro sorbo al café.
-*¡Ah, jodeeeeer!*
Por fuera era como un templo, pero por dentro me estaba muriendo.
-Sabía que también te quemaba.
Bueno, al menos lo había intentado.
Peter se reía, de mí, pero se reía. Era precioso.
-*¡Wade, que se te escapa la homosexualidad! ¡Contrólate!* Bueno y... No sé, cuéntame algo de ti.
-De mí... Pues la verdad es que no hay mucho que contar. Tengo una vida bastante aburrida.
-Oh, vamos. Eso es imposible. Tienes fotos impresionantes de Spiderman. ¿Nunca has hablado con él?
Se quedó mirando fijamente al frapuccino. ¿Había dicho algo malo?
Pareció salir del trance, y volver a centrar su atención en mí.
-Pues... La verdad... No. Solo tengo suerte de estar en el momento y lugar adecuado en el que él aparece.
-Supongo que tienes razón... Pues no sé... Tienes una vida poco interesante, según tú, y tampoco te interesan las relaciones. ¿Qué haces para no aburrirte entonces?
-Mmmm... Pues voy a la uni, estudio, hablo contigo, con Mary Jane, y... Poco más.
-Que decepción de adolescente.
-¡Hey! Ya soy un adulto.
-... Pues pareces un prepúber. El caso es, que hasta los 35 eres un adolescente por la ley de Wade Wilson, yo os declaro, marido y mujer.
-¿Qué?
-Nada, se me hizo la picha un lío...
-¿L-la qué?
-La picha, el pitilín, el pito, la salchichita, ya sabes... El pollón.
-Que basto eres.
Y aún así, se rió.
Tras media hora de charla, ya podíamos tomarnos aquellas bebidas infernales sin temor a morir en el intento.
Pagué por los dos, a regañadientes por parte de Peter, y salimos a la calle.
-¿Qué quieres hacer ahora?
-Bueno, no tenía pensado nada más. Iba a regresar y estudiar.
-Ah, no, ni de broma. Hoy te voy a enseñar a desmelenarte.
-Wade, no creo que sea necesario...
-Hazme caso, te lo pasarás bien.
Traté de hacer mi mejor sonrisa, pero pareció no convencerle del todo.
-No creí que tuviese que llegar a esto pero...
Me agaché hasta llegar a su oído.
-Voy a salir corriendo, y me desnudaré en medio del parque, a no ser que me detengas.
-Espera, ¿qué vas a hacer qué?
Dicho y hecho, salí corriendo, con Peter muy cerca de mí.
-¿¡Estás loco!?
-¿Esa pregunta va en serio?
-¡Te encerrarán por escándalo público!
-¡Entonces párame antes! ¡Todo depende de tí!
Habíamos llegado al parque entre jadeos.
-*Estoy demasiado mayor para estos trotes*.
Iba desabrochando los botones de la camisa a la vez que corría. Aunque no lo creáis, era bastante difícil.
-¡Wade, ni se te ocurra!
Había pocas personas, pero aún así todas centraban la atención en los dos locos que se dedicaban a correr y a gritar.
Hice un ángulo de casi 90 grados, para perder a Peter, pero en lugar de eso, me resbalé con el aire, o algo, y para caer sobre algo blandito (mi culo) me dí la vuelta. Daba la casualidad de que Peter estaba lo suficientemente cerca de mí, como para agarrarlo por impulso.
Acabamos los dos en el suelo, al pie de un enorme árbol.
Peter había impactado de lleno contra mi pecho, mientras que mi espalda sufría por las raíces desiguales del maldito árbol.
-Mierda... Peter, ¿estás bien?
-Ah... Sí...
Aquello había sonado de otra forma muy fuera de contexto, al menos para mí.
Trató de erguirse, pero por instinto, lo abracé.
-¿Qu-qué haces?
-No tengo la más mínima idea.
Nos quedamos unos segundos solo mirándonos.
-Wade...
-¿Sí?
-Tu mano... Está sobre mi trasero.
-Oh, lo siento, fue un accidente.
-...
-...
-Wade, tu mano sigue en mi culo.
-¿Otro accidente?
Noté su molestia impactando de lleno en mi cara.
-Oh, lo siento, eso también fue un accidente.
Se levantó, molesto. Colocó sus ropas, dispuesto a irse.
Sujeté con fuerza su tobillo.
-¡No, por favor! ¡No te vayas! -me llevó a través de casi todo el parque- ... Ahora entiendo lo que significa ser un arrastrado.
Se detuvo en seco. Suspiró, y tras masajearse las sienes, me tendió la mano.
-Levántate, das vergüenza ajena.
-¿Sabes? Hace menos de una hora, creía que eras adorable.
-Hace menos de diez minutos, no te veía capaz de hacer nada de esto... ¡Ni me lo había imaginado!
-¿Sirve de algo si me disculpo?
Narra Spiderman
No sé que trataba de hacer con la cara, pero parecía que estaba estreñido.
-¿Q-qué haces?
-¿No te doy pena?
-No la que pretendes darme.
-¡Oye! Eso ha sido muy cruel, y ha herido mis sentimientos.
-Pues perdona.
Me dí la vuelta, y traté de regresar a mi casa.
-Perdonado... Espera, ¿era sarcasmo? Peter, no te imaginaba así.
-Yo tampoco esperaba que fueses a tocarme el culo en la primera cita.
Me tapé la boca de inmediato. Lo miré esperando que no respondiese alguna estupidez.
- Tienes razón, el beso va antes.
Me separó la mano de la boca y me plantó un beso. Sentía como mi estómago se volvía débil, y como me inundaba un sentimiento placentero.
Me desperté del trance, y le metí una patada en la entrepierna. Se dobló en el acto, y cayó al suelo.
-¿¡Pero a tí qué te pasa!? ¡Se supone que estoy enfadado contigo!
-Que se suponga no significa que sea así...
Se le escuchaba medio sin aire.
Iba a irme y dejarlo allí, pero mi conciencia no me lo permitió.
-Te llevaré a casa.
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¡Lo siento! ¡Jenny se disculpa! Tenía muchos exámenes y mi cabeza no daba para más...
Espero que os haya gustado este Peter, aunque haya quedado un poco brusco (está inspirado en hechos reales de la serie, hay momentos en los que parece bipolar 😂).
Y sin más preámbulos, ¡qué siga la historia!