Hoy me ha pasado algo muy bes...

By Arawna

369K 1.6K 180

Novela FINALISTA de los V Premios Ictineu en la categoría de "Mejor Novela Fantástica". La novela que estás a... More

Hoy me ha pasado algo muy bestia
Hoy me ha pasado algo muy bestia Cap. 2
Hoy me ha pasado algo muy bestia Cap. 3
Hoy me ha pasado algo muy bestia Cap. 4 y 5
Hoy me ha pasado algo muy bestia Cap. 6
Hoy me ha pasado algo muy bestia Cap. 7
Hoy me ha pasado algo muy bestia Cap. 8 y 9
Hoy me ha pasado algo muy bestia Cap. 10
Hoy me ha pasado algo muy bestia Cap. 12
Capítulo 13
Capítulos 14 y 15
Capítulos 16 y 17
Capítulos 18 y 19
Capítulos 20 y 21
Capítulos 22, 23 y 24
Capítulos 25 y 26
Capítulos 27, 28 y 29
Capítulos 30 y 31
Capítulos 32 y 33
Capítulos 34 y 35
Capítulos 36 y 37
Capítulos 38 y 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulos 42 y 43
Capítulos 44 y 45
Capítulos 46 y 47
Capítulo 48
Capítulos 49 y 50
Capítulo 51
Capítulos 52 y 53
Capítulo 54
Capítulos 55 y 56
Capítulo 57
Capítulos 58, 59 y 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64

Hoy me ha pasado algo muy bestia Cap. 11

12.4K 43 5
By Arawna

Sábado 24 de marzo de 2007, 13:56h - Viaje de vuelta a ninguna parte

Esta noche he matado a alguien. Ha sido en sueños, pero he sentido el sabor de sangre ajena en mi boca al despertar.

Cogía el tren después de un duro día de trabajo y me quedaba dormido. Cuando despertaba veía por la ventana lugares que no reconocía, y el resto de pasajeros estaban levantados, nerviosos. Sus rostros mostraban miedo más que preocupación. De repente, una voz robotizada informaba de que se habían equivocado al poner los destinos en la estación, y que al llegar a la siguiente parada pidiéramos en taquilla un billete de vuelta. Los pasajeros gritaron y protestaron, a la vez que corrían por el vagón y se empujaban. Yo permanecía en mi asiento, contemplando el paisaje extraño, absorto. Una eternidad después, el tren se detuvo. 

La estación estaba en medio de la nada. Prados y bosques la rodeaban, pero no se escuchaba el sonido del viento, ni de los pájaros, ni de nada. Los pasajeros seguían gritando, pero ahora sin voz, y se agolpaban como un rebaño de animales junto al tren a medida que iban bajando. Crucé entre la multitud sin problemas, sin rozarlos siquiera, como si me hubiera convertido en un líquido que se desplazara entre ellos aprovechando cualquier hueco o grieta, y llegué a la taquilla. Un hombre de uniforme, con una de aquellas viejas gorras de jefe de estación, me observaba desde detrás de la ventanilla. Sus ojos parecían los de un traidor, un jugador tramposo o un mentiroso compulsivo: no miraban nunca de frente. Un bigotillo recortado y pulcro terminaba de rematar aquel aspecto de personaje de película antigua, que de repente vestía como un hampón de los años veinte de Chicago y perdía todo el color para pasar a ser en blanco y negro. 

-¿Qué desea? -dijo con una sonrisa falsa, condescendiente y a la vez amarga. 

Le expliqué que tenía que volver a la estación de donde venía el tren que me había traído allí por error, y le mostré mi billete. Su sonrisa se ensanchó aún más y quedó congelado, y yo esperé. Un rato después volvió a la vida y me pidió la documentación. Busqué y rebusqué en mi cartera y no la encontraba, y al mismo tiempo me preguntaba por qué necesitaría mi documento de identidad. Le pregunté si le serviría el carnet de conducir. Siguió sonriendo y meneó la cabeza como restándole importancia. Volvía a vestir el uniforme azul y la gorra y había recuperado el color. Rellenó un impreso a mano, con una pluma, y me lo dio sin dejar de sonreír. 

El impreso decía, en dos líneas:

Vale por un viaje de vuelta. 

Resistente a las balas.

Cuando me di la vuelta el tren ya no estaba, y de los pasajeros que habían llegado conmigo no había ni rastro. El andén estaba desierto. Avancé hasta un banco de madera y me senté a esperar. Me relajé bajo los agradables rayos de sol y me adormecí. Un tiempo indeterminado después un grito de mujer me despertó y reconocí a los dos guardias de seguridad, que ahora vestían monos de mecánico cubiertos de grasa. Estaban golpeando a mi vecina.  

A partir de ahí todo sucedía muy deprisa. Meros esbozos de una violencia bestial. A uno de ellos le arranqué la tráquea a mordiscos y saboreé su sangre espesa mientras el otro huía hacia el bosque. Después hice el amor con mi vecina en el suelo de la estación. 

Llegó el tren en el momento en que me abrochaba el pantalón, anunciando su llegada con un pitido sordo. Una columna de humo blanco delataba en el aire su recorrido. 

Y entonces he despertado. Me volvía a sangrar la nariz y el sabor a sangre llenaba mi boca. He ido al baño y me he limpiado. Creo que he escupido por lo menos medio litro de sangre.

Tengo que llamar a Rafa.

http://hoymehapasadoalgomuybestia.blogspot.com/

arawna@hotmail.es - http://soyunsuperheroe.blogspot.com/

Página de la novela en Facebook: https://www.facebook.com/hoymehapasadoalgomuybestia (se agradecerán todos los "Me gusta" que podáis aportar :))

Ya puedes comprar la novela completa en cualquier librería de España o a través de la web de la editorial Marge Books: http://tienda.marge.es/Hoy-me-ha-pasado-algo-muy-bestia

Continue Reading