La diferencia de horario seguía siendo pesada para la familia pero poco a poco se acostumbraban. Desde la mañana, Namjoon y Seokjin se llevaron a sus hijos con ellos para pasear por la ciudad, recorrer las calles norteamericanas tomando foto de todo y todos.
En el paseo de la fama se tomaron fotos con las estrellas de sus artistas preferidos, aplaudieron las presentaciones callejeras que se encontraron y comieron en un puesto de hot dog, entre risas.
Hacía calor, pero eso no arruinó su día, de hecho estaban agradecidos con pasar unos días calurosos, todo lo contrario a cómo estaba Corea de momento.
Llamaron a sus familiares, mandando saludos y asegurando que se estaban divirtiendo en su viaje familiar. La estaba pasando increíble.
-¿Y ahora a dónde vamos? –preguntó Jungkook mientras la familia avanzaba entre cientos de personas, pasando cerca de un centro comercial.
-¡Vamos a comprar ropa! –Taehyung pidió señalando el edificio enorme mientras tomaba la mano de Namjoon, incluso avanzó unos pasos tirando de la mano del adulto quien solo rió volteando a ver a su esposo.
Negó antes de abrazar a su hijo cambiar su dirección –No, hay un lugar al que quiero ir y apenas vamos a tiempo.
-¿Un museo? –Yoongi intentó adivinar.
El adulto movió su cabeza de un lado a otro, rechazando esa idea, ese lo visitarían el día siguiente. Faltaba poco para que el cielo comenzara a pintarse de tonos anaranjados llamando a la noche en Los Angeles. Namjoon había visto ese lugar cuando lo visitó hace bastantes años atrás, y estaba ansioso por que sus hijos lo vieran.
-No, hay que apresurarnos o se perderán de una hermosa vista.
Tomaron un taxi para ir hacia el lugar, con Namjoon en el asiento copiloto manteniendo una conversación con el chófer, quien aseguraba que nunca había visto a una familia tan numerosa de origen asiático.
Mientras se trasladaban a su destino, Jimin iba pensando en cierto chico. Apenas habían hablado más, sus idiomas natales eran una gran muralla entre los dos que intentaban ignorar. Lo poco que sabían el uno del otro realmente no les importaba, su atracción era más física y aunque no había hecho más que hablar e intentarse entender, Jimin estaba seguro de que Tony era un chico genial.
Este parecía sentirse encantado por Jimin y sus mejillas, incluso ya le decía "Chimchim".
Sus encuentros solamente habían sido en la piscina, rodeados de más personas por lo que se dedicaban nada más a hablar, a conocerse un poco el uno del otro, y a mentirse. La primera mentira que Jimin dijo fue porque se dio cuenta de que Tony tenía 21 años, eso sin duda alguna sorprendió a Jimin y por alguna razón le hizo mentir sobre su propia edad, poniéndose 19 años. Luego, le hizo creer que era un chico rudo que no obedecía a sus padres, aunque eso no se lo creyó el mayor, no del todo.
Sus hermanos ya sabían, le vieron conversando con él y cuando le preguntaron antes de dormir Jimin soltó todo, emocionándose mientras les hablaba del mayor.
Taehyung notó que Jimin sonreía a la ventana y rodó los ojos, pesando que se veía realmente tonto actuando así.
Conforme se acercaban al destino yendo por calles desconocidas para la mayoría de los pasajeros, vieron desde la distancia una rueda de la fortuna que les avisó a dónde se dirigían –Welcome to Santa Monica Pier! (¡Bienvenidos al Muelle de Santa Mónica!) –exclamó el chófer, mientras los adolescentes sonreían emocionados.
Con la noche cercana, las luces ya estaban encendidas dándole un aspecto maravilloso a las atracciones del muelle, el mar y la playa, todo se veía hermoso a los ojos de los turistas. Mientras Namjoon pagaba, el resto agradeció y salió del vehículo en el que viajaron apretados, esperando ansiosos a sus padres para avanzar.
Seokjin tomó fotos de sus hijos ahí, brincando y sonriendo para la cámara, Jungkook tomó también la cámara para tomarles algunas a sus padres con sus brazos entrelazados mientras iban todos hacia donde estaban los puestos y juegos.
A pesar de recién haber comido, a más de uno se le hizo agua la boca al ver los dulces y deliciosos algodones de azúcar rosados, morados y azules, los salados pretzel y las coloridas donas que ofrecían los distintos puestos. Pero más que hambre, Jungkook sintió una presión en su estómago bien conocida.
-¡¿Puedo subirme a ese juego?! –señaló con emoción dando brincos, tirando de la manga de la camisa de Seokjin. Todos voltearon a ver la como el carrito pasaba con velocidad, con personas gritando sobre él. Jungkook se sacudió emocionado, como si un escalofrío recorriera su cuerpo.
Sus padres aceptaron, y no solo se subió él, toda la familia se subió y se tomó fotos antes de que el carrito arrancara » ¡TENGO LA MEJOR FAMILIA DEL MUNDO! –gritó Jungkook levantando los dos brazos al cielo mientras el resto gritaba una sola vocal.
Pronto se vieron solo pocas estrellas en el cielo gracias a la contaminación en la ciudad, pero las luces de los juegos ayudaban mucho a embellecer la vista. Probaron su habilidad en los juegos de azar, siendo solo Taehyung y Jungkook los que sostenía pequeños peluches que se ganaron. Más fotos fueron tomadas, y también cada quien comió algún aperitivo, conversando y admirando el lugar mientras se los acababan.
-El mar se ve aterrador a esta hora. –Jimin señaló apoyándose en la cerca del muelle, apuntando al océano nocturno.
-Parece que el agua es completamente negra, ¿Creen que haya tiburones nadando ahora? –preguntó Taehyung mirando con curiosidad el agua.
Gritó cuando Jungkook fingió empujarle, ambos riendo después y pegándose con el gato y el pikachu de peluche.
-Creo que ya va siendo hora de volver –Seokjin opinó al ver que Yoongi había bostezado y Hoseok se había restregado un ojo. Habían estado desde la mañana fuera y lo mejor sería llegar a descansar-, vámonos.
-¡No, appa! –Jungkook gritó- ¡Un juego más!
Al mismo tiempo apuntó a la enorme rueda de la fortuna. La pareja miró a la atracción pensando que no podían irse sin estar en la cima de eso, era parte del viaje. Pronto estaban en la fila bastante larga, sin importarles demasiado todo ese tiempo que tendrían que esperar.
-Tal vez podamos entrar todos al carrito. –Hoseok pensó en voz alta cuando estaban cerca, viendo que el espacio que ofrecía no era pequeño.
-¿No se va a caer por el peso? –cuestionó Taehyung a sus padres, ignorando que otros de sus hermanos comenzaban a susurrar detrás suyo, planeando algo para cuando se subieran.
Namjoon se rió y le explicó a su hijo que no pasaría, solamente debían mantenerse tranquilos dentro del carrito. Cuando llegaron al final de la fila, y eran los siguientes, Jimin distrajo a sus padres mientras Yoongi hacía algo a escondidas.
Cuando las otras personas salieron del carrito y el trabajador invito a las siguientes personas a entrar, entre todos empujaron levemente a sus padres para que entraran primero, cerrando la puerta cuando solo estaban ellos dos dentro -¡Oigan! –Jin se sobresaltó viéndolos reír.
-¡Nosotros subiremos al siguiente! ¡Adiós appas! –gritó Taehyung moviendo sus brazos junto a sus hermanos.
Namjoon y Seokjin se sentaron cuando el hombre se los pidió, entonces avanzaron, viendo a sus hijos reír despidiéndose y tomando fotos de sus padres –Me siento preocupado –Seokjin dijo mirando a sus hijos subirse al siguiente, los cinco luciendo emocionados y risueños, contentos de haber logrado su objetivo. Jin suspiró-, bueno, no se perderán.
-Así es –Nam le dio la razón, viendo también a sus hijos antes de (al mismo tiempo que el otro) sentarse correctamente y dejar de ver a los menores para centrarse en su pareja. Sentados el uno al lado del otro, se sonrieron, disfrutando de ese momento a solas-, hola guapo.
Seokjin rió entrelazando su mano con la de su pareja, besando cortamente sus labios, escuchando los reclamos de sus hijos que les podían ver gracias a que aún no subían mucho. Los dos rieron, el menor colocando su cabeza sobre el hombro ancho de su esposo » Hace bastantes años vine por trabajo y me trajeron aquí junto a todo el equipo para festejar que la gira había terminado –contó Namjoon-, me subí aquí con varios amigos y no pude evitar pensar que adoraría que estuvieras aquí conmigo. Me alegra haberlo cumplido, casi olvido ese sueño.
Seokjin sonrió volteando a ver hacia el exterior. Ya estaban casi a la mitad de altura, podía verse el obscuro mar y todos los puestos del muelle. Su mano libre acarició el brazo de su pareja –Gracias por estas vacaciones, mi amor –susurró besando la cabeza de su marido, sobre la gorra que cubría sus cabellos negros. Namjoon sonrió mirando en la misma dirección que el mayor, la vista nocturna del muelle-, eres el mejor hombre del mundo.
Namjoon rió, negando con su cabeza –Yah, Jin –se apartó de su hombro para verle-, basta.
-Lo eres.
Colocando una de sus manos sobre la mejilla de Seokjin, susurró –No hay mejor hombre que al que amo, y soy afortunado al recibir su amor.
Mirándose a los ojos, sonrieron más antes de besarse una vez más, cortamente antes de mejor centrarse en admirar las vistas en silencio uno al lado, sus manos unidas con fuerza, tomándose unas fotos después con sus móviles.
Al llegar a la cima, el matrimonio decidió tomar una foto a sus manos unidas, presumiendo también su anillo y de fondo la hermosa vista que les ofrecía el punto más alto del muelle de Santa Mónica.
–¿Estás cansado? –preguntó Seokjin a su esposo cuando notó que estaban por llegar de vuelta al suelo. Namjoon negó sonriendo y cerrando sus ojos, sacando una risa del mayor-. Bien, porque hoy nos dormiremos tarde. –susurró besando su hoyuelo.
Namjoon festejó tomando el rostro de su esposo y volviendo a besarle la boca y luego las mejillas, finalizando con su cuello para sacarle risas escandalosas.
-Te amo. –dijo antes de besar los labios de Seokjin una vez más.
*****
Al hotel llegaron ya tarde, la familia dirigiéndose al elevador con sonrisas satisfechas luego de un día completamente divertido y maravilloso. Hablaban sobre cómo Hoseok "enfrentó" a un bailarín callejero cuando las puertas se abrieron.
Jimin enseguida reconoció la alta figura. Tres muchachos entraron provocando que quedaran un poco más apretados, y para más de uno de los hermanos fue notable como Jimin se apegó "accidentalmente" con uno de ellos. Casi les separan a la fuerza pero intentaban actuar tranquilos con sus padres presentes.
Fingieron no conocerse, apenas regalándose una sonrisa amable, y cuando llegaron al piso que les correspondía, Jimin bajó hasta al final para despedirse con un ligero movimiento de mano al igual que Tony. Taehyung tomó de la mano de su hermano y tiró de ella para llevárselo.
Quedándose un poco atrás, Tae preguntó -¿De verdad te gusta de gustar?
El castaño rió, denotando entonces sus mejillas sonrojadas -¿Qué cosa? –se hizo el tonto.
Taehyung reconoció esa mirada, hacia bastante tiempo que no veía a su hermano así –No me digas que... -Jimin soltó una carcajada como si le acabara de contar un chiste y luego le susurró a su hermano.
-Admite que se ve muy atractivo. –Tae escuchó, frunciendo el ceño.
-Buenas noches. –ambos oyeron como se despidió Namjoon de sus hijos, besando sus cabezas y dándoles un pequeño abrazo mientras Jin abría la puerta de su habitación.
Seokjin le imitó dándoles un beso en la frente a sus hijos, deseándoles buenas noches y esperando a ver que sus hijos entraran a su habitación antes de él entrar a la suya. Solos los cinco, más de uno volteó a ver a Jimin -¿Qué?
-Jimin, lo conoces de hace nada, contrólate por favor. -pidió Hoseok cruzándose de brazos.
-¿Controlarme? ¿Qué he hecho? -preguntó tomando su pijama y su cepillo de dientes- Tony es alguien muy atractivo y si quiero ser su amigo estas vacaciones así será, tranquilos, no me escaparé en la madrugada con él.
Dicho eso, se retiró al baño, dejando a los cuatro hermanos con un presentimiento no muy bueno.
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Good night my cookies
Me marchó a cenar, sí, súper tarde pero quería traeles este capítulo hoy, jeje, espero que les haya gustado ese pequeño momento Namjin y el Tonymin (?
Para quienes no le conozcan aquí van una serie de gif para que vean lo tiernos que son (eran)
Ya ni sé cómo se llama el ship :/
Y como dice Jiminnie: