"El poder de las letras es enorme Taehyung", ese fue el primer consejo que le dio Yoongi a su hermano menor "Nada más lindo que un bello mensaje que exprese por completo tus sentimientos, ya sea por celular o por una carta, creo que eso hará que no pueda resistirse a ti".
Taehyung apreció ese consejo, y decidió ponerlo en práctica. Hizo una carta para ella antes de dormir, y la perfeccionó por días, mejorando cada vez más la presentación. Estaba orgulloso con el resultado, pero no estaba seguro de que fuese suficiente.
En su vida se había confesado a alguien, jamás, y desde pequeño pensó que un bonito detalle sería darle un dibujo. Lo hizo en el trabajo durante su tiempo libre, un simple dibujo de un anime que había escuchado que a ella le gustaba, con su nombre escrito con la tipografía del título. Sus padres ya le habían descubierto, sintiéndose realmente sorprendidos de ver a su leoncito actuando así.
"Sí, las palabras son lindas, pero lo mejor es expresarlas con acciones que escribirlas" fue lo que dijo Hoseok en cuando escuchó a Yoongi aconsejarle lo de la carta. Su hermano de sonrisa de corazón se acercó a Tae y le dijo con seguridad "Sé tú mismo Tae, sonríele y si quieres dale la carta pero lo importante será cuando te le acerques mucho para verla a los ojos y le digas cuánto te gusta, y abrázala como acto final".
Taehyung creía que ambos tenían razón, sus hermanos mayores eran sabios, y él no era ningún cobarde así que haría todo eso que le pidieron.
"Sé un Kim" terminaron diciendo los dos.
El de 15 años decidió dejar pasar unos días del incidente del bote de basura, esperando que fuese olvidado, que ella dejara de verlo solo como el chico que se cayó en la basura. Esos días Tae intentó acercarse, sonreírle de lejos y aprovechar el proyecto colaborativo final (en el que estuvieron juntos gracias a que la maestra armo los equipos) para hablar un poco con ella.
Se sentía muy contento con ver que era tan divertida y agradable con él, no era como si nunca hubiesen hablado pero ahora Tae sentía que era un poco más cercanos. Incluso había comido en un recreo, claro, estaban las amigas de ella y otros de él, pero hablaron mucho esa vez.
Con gusto documentaba sus progresos con sus hermanos, quienes le apoyaban y a la vez se burlaban de él. A Taehyung le gustaba que fuera así, que estuvieran sus hermanos para él y que riesen junto a él.
A pocos días de que las vacaciones llegarán, Taehyung se armó de valor para hacerlo, para confesarse a Danhi, no quería ser de esas personas que se declaraban al final de los cursos. No él no quería eso. Sus amigos también le animaban, le aseguraron que en el receso se encargarían de dejarles solos, o al menos que las amigas de la chica no estuviesen presentes.
Recibiendo todo el apoyo del mundo, Taehyung salió al receso abrazando la carta y el dibujo, llenándose de pronto de nervios. Él jamás había pasado por algo parecido, nunca se había sentido tan asustado, quiso irse corriendo otra vez y encerrarse en los baños, pero con un sutil de uno de sus mejores amigos le animó a ir.
-Ve tigre. –sus amigos rieron junto a él, a lo que Tae volteó a verle.
-León, appa dice que soy un león.
-Sí, león, tú solo ve y consíguete a tu reina de la jungla.
-¡Yah! –gritó apenado, marchándose tras ella quien iba con sus amigas hacia la cooperativa de la escuela. El de 15 apresuró sus pasos hasta colocarse al lado de ella, sorprendiéndola.
-¡Taehyung! –gritó sorprendida cuando le vio, a lo que sus amigas rieron.
-Te vemos después, Danhi. –ella las vio marcharse sintiéndose nerviosa, ya sospechaba de la confesión.
Todo el salón en realidad, era uno de esos eventos que todos sabían, que todos susurraban y observaban a la distancia. Ambos notaron eso, se habían llevado muchas miradas –Caminemos –propuso Tae, a lo que ella asintió, avanzando a su lado. A lo lejos escucharon las porras de los amigos de Taehyung, incluso se oyó un grito de Jimin un poco más lejano.
Ambos caminaron un poco en silencio, apartándose un poco del patio principal donde casi todo el mundo se encontraba. Taehyung, temeroso, le extendió la carta –Las palabras son hiper mega importantes –aseguró, parafraseando lo que le dijo Yoongi, o lo que recordaba- con ellas hablamos y la gente nos entiende.
Ella parpadeó observando el sobre blanco con calcomanías de catarinas. Taehyung proceso lo que dijo, pensando que no tuvo mucho sentido » Quiero decir, que con las cartas nos expresamos y no hay nada más hermoso que esa, esa hermosura tiene un gran poder.
Danhi rió asintiendo, sin dejar de mirar la carta. No sabía si debía abrirla ahora o no. Detuvo su andar, mirando a Tae con una pequeña sonrisa antes de centrarse en la carta y comenzar a abrirla –Gracias por la carta, Taehyung.
-Gracias por abrirla –respondió causando que ella continuara abriendo el sobre. Se sorprendió cuando, al desdoblar la carta, brillantina cayó directo a sus zapatos negros. Ambos soltaron un jadeo por la sorpresa. En su mente, Taehyung pensó que eso le daría un efecto mágico, y no-, lo-lo siento Danhi.
-Está, uh, bien –dijo pero se veía preocupada-. Ojalá no me regañe la maestra, o mis padres.
Taehyung se mordió el labio y miró angustiado a los zapatos antes de mirar de vuelta a la chica. Ella movió su cabeza antes de llevar sus ojos a la carta, desdoblándola esta vez alejando el papel de su cuerpo.
Danhi se puso a leer, una sonrisa pequeña surgiendo de sus labios en ocasiones, sonrojándose un poquito más cada vez que leía algún halago o un "me gustas". La voz de Hoseok se hizo presente en el subconsciente de Taehyung, recordándole que debía hablar, que debía ser directo. En cuanto ella acabó de leer y levantó la cabeza, Taehyung se acercó.
Ella abrió mucho sus ojos ante la cercanía y retrocedió un poco, sintiéndose muy nerviosa –Me gustas –dijo en voz alta-, mucho, y yo –ahora la voz le tembló-, yo... quiero decirte que me gustas.
Sus nervios le traicionaron logrando que hablara raro.
A pesar de haberlo leído, escucharlo logró hacer que Danhi se pusiera mucho más nerviosa –Ay Taehyung, la carta es muy linda y, ah –se cubrió el rostro con una mano tratando de cubrir su sonrojo-, ¿Qué me pasa?
-Te-tengo otra cosa para ti. –le mostró el dibujo. Ella lo tomó con cuidado, observando los coloridos trazos, sintiendo un nudo en su garganta por la incomodidad.
-Dibujas muy bonito, Taehyung –susurró-, me gus-gustó mucho p-pero, yo no soy muy fan de este anime.
Taehyung tuvo que retener las ganas que tenía de irse corriendo y estrellarse contra la pared -¿Eh? Yo pensé que te gustaba.
-Sí, me gustaba, hasta que, uhm, bueno, yo lo vi para tratar de impresionar a alguien y no resulto, me trae malos recuerdos –Danhi susurró mirando el dibujo con una mirada seria, tenía una pequeña sonrisa pero no parecía feliz. Miró a Taehyung-. Dibujas muy lindo, muchas gracias.
Tae se sintió desesperado, quería hacerle sentir mejor para hacerle LA pregunta, quería que sonriera de felicidad. Intentó acercarse otra vez, casi haciendo bizcos de lo cerca que estaba un rostro del otro. Esta vez ella no se alejó, pero sí le miraba impresionada.
-Yo... –pudo casi sentirse como en una caricatura, se sintió como si Hoseok hubiera aparecido en miniatura en uno de sus hombros, y del otro lado, Yoongi. "Háblale desde tu corazón" dijo el mayor, "Abrázala con todas tus fuerzas" ordenó Hoseok. "Sé tú mismo", también recordó eso, así que llevó su mano al bolsillo de su pantalón y sacó la barra de chocolate que el día anterior para la ocasión, el cual ya estaba aguado por haber sido guardado ahí todo el día-, ¿Quieres un poco de chocolate?
Ella retrocedió de nuevo, alternando su vista de la carta, el rostro de Tae y el chocolate, ese último mirándolo con asco, no podía imaginarse cuántas horas llevaba eso ahí dentro. Pasó saliva –Taehyung -empezó a decir, luciendo verdaderamente angustiada-, la carta es linda, el dibujo es hermoso, tú eres genial, eres muy, muy divertido, pero yo no te veo así.
Taehyung ni si quiera se lo había preguntado, ni siquiera llegó a salir esa pregunta de sus labios, y ya había sido rechazado. Danhi se acercó y le regresó la carta y el dibujo » Apenas te estoy conociendo, apenas estamos siendo amigos, no quiero arruinarlo. –Tae no sabía en qué otra parte había oído esa excusa, tal vez en televisión o en un anime, de todas formas no lo terminó por creer.
La miró con atención –¿No te gusto, entonces? –ella negó lentamente, no sabía a dónde mirar.
-Perdón. –se fue corriendo sintiendo una gran incomodidad, buscando a sus amigas para esconderse con ellas y contarles todo, después de todo eran sus mejores amigas.
Taehyung miró el chocolate, el dibujo y la carta, no atreviéndose a tirarlas ni a quedárselos. No sabía qué hacer, solo quería irse a casa. Todo el salón sabía lo que iba a hacer, así que al verle todavía con esos objetos darían una clara respuesta de lo que pasó. Taehyung tenía muchas ganas de llorar.
-¡Tae! –miró a sus amigos acercarse a él, pero él solo se giró, dejándoles en claro que quería estar solo. Tampoco les habló a sus hermanos cuando se acercaron, solo guardó silencio comiéndose él solo el chocolate. Esa fue la primera vez que odio el sabor dulce del chocolate.
*****
Apenas y habló lo necesario. Taehyung se veía realmente decaído, pero no había llorado, simplemente estaba muy serio y respondía vagamente. Evadió las preguntas y momentos a solas con sus hermanos y padre, se mantuvo ocupado en el trabajo de Seokjin a pesar de que ese día no le tocaba ayudar a su padre, pero nadie le reprochó nada.
Seokjin realmente no comprendía qué sucedía, él no estaba enterado de lo que había planeado así que no encontraba razón alguna por lo que su hijo estuviera tan triste. Se preguntó si tal vez habría alguna nota reprobatoria o muy mala que le angustiase, pero lo descartaba al pensar que cuando eso ocurría su hijo no se portaba sí. No sabía qué ocurría.
-¿Qué le pasa a tu hermano? –le preguntó a Hoseok cuando estuvieron solos en la cocina con otros empleados. El adolescente miró por la ventana de la cocina para ver a su hermano menor atendiendo una mesa con una pequeña sonrisa.
-No me lo ha dicho, a nadie realmente appa, pero hoy iba a hablar con Danhi. –Seokjin escuchó, comprendiendo y mirando con preocupación a su hijo.
-Ay Tae. –susurró.
-No ha querido hablar ni con nosotros, pero Jungkook dice que vio que ella ni siquiera le acepto los regalos.
Seokjin se cruzó de brazos, levantando la cabeza para volver a ver al apodado leoncito. Taehyung recogía las tazas y platos de otra mesa –Gracias Hobi, ah, mi bebé. –colocó una mano sobre su corazón, sobresaltándose junto a su hijo cuando una taza se estrelló contra el suelo. Ambos notaron que Taehyung dejaba el resto sobre la mesa antes de agacharse a limpiar.
Jin iba a ir cuando su hijo le detuvo –Yo voy appa. –le sonrió y salió para ir a ayudar a su hermano, llevándose con él un bote de basura.
-Es raro verlo tan callado –dijo un empleado de Seokjin, acercándose mientras se secaba las manos con un trapo-, estará bien, Jin hyung.
-Lo sé, es solo que es la primera vez que lo vemos así y me duele, no quiero verlo sufrir, a ninguno de ellos. –ambos miraron a los adolescentes, viendo como Hoseok le hablaba a Tae intentando hacerle reír, solo logrando obtener pequeñas sonrisas.
-Yo no tengo hijos, pero comprendo ese deseo de cuidarlos todo el tiempo, mis padres eran así –Seokjin escuchó, volviendo ambos a trabajar-. Como hijo te digo que es bueno que viva estas cosas, las va a vivir sí o sí, no hay manera que lo prives de enamorarse y sufrir, ellos lo harán de todas formas. Vamos, tú pasaste por eso, aunque encontraste al amor de tu vida de todas formas has sufrido, pero luego del dolor, viene la alegría. Los tiene a ustedes, él va a estar bien.
Justo se oyó una carcajada de su parte, una que salió de las cosquillas que le hizo Hoseok antes de él tomar las tazas y platos, pidiéndole a su hermanito menor que limpiara las mesas con un pequeño trapo.
*****
-Llegamos. –avisó Yoongi entrando a su hogar con calma, quitándose los zapatos junto a su padre. Se encontraron con todos en la sala, a excepción de Taehyung.
-¿Cómo les fue? –preguntó Jin poniéndose de pie para ayudar a su esposo con el bolso que traía.
-Bien, estuvo tranquilo. –dijo Namjoon, dando un beso en la mejilla del mayor.
-Ajá. –Yoongi asintió, pensando que al menos ese día nadie le miró mal mientras comía solo -¿Y a ustedes?
La pregunta pareció tensar a todos, y los recién llegados lo notaron –Taehyung no se siente bien. –casi al mismo tiempo Yoongi y Namjoon le buscaron en la sala, y al no verle, miraron a las escaleras. Yoongi se encaminó para ir.
-No hyung –Jimin le detuvo, poniéndose de pie para ir hasta él e interponerse entre él y las escaleras-, quieres estar solo, eso me dijo.
-¿Qué tiene? –Namjoon preguntó a su esposo.
Seokjin dejó el bolso de Nam en la mesa cercana a la entrada y le llevó a la sala –No nos ha dicho a nadie, pero creemos que fue por Danhi.
Los puños de Yoongi se apretaron al pensar que desde el principio ella no le agradó, aumentando su desagrado por ella al saber que su hermanito no estaba bien.
Jin le dijo a su esposo –Intente ir y hablar con él, pero cerró la puerta. –con las manos entrelazadas, Namjoon le brindó un suave apretón.
Unos pasos hicieron que todos miraran a las escaleras. Taehyung se detuvo, mirando a todos mientras sostenía en sus manos unas hojas. Le temblaron los labios antes de hablar –Appas –llamó, volviendo a bajar para detenerse en el primer escalón-, ¿P-puedo hablar con ustedes?
Aun cuando todavía no habían respondido afirmativamente los adultos, Hoseok se levantó del sillón tirando del brazo de Jungkook para que le siguiera –Vamos a arriba. –susurró, siendo seguido por sus hermanos, quienes no se fueron no sin antes por lo menos darle un pequeño apretón en el hombro, o un corto abrazo.
Jin fue hasta su hijo y le abrazó llevándolo al sillón, Namjoon caminó para sentarse, observando con atención el rostro de su hijo. Sin duda alguna, estaba triste.
Esperaron a que hablara una vez y se sentaron, sintiendo un vuelvo en sus corazones cuando vieron que Taehyung tenía en la mano el dibujo –Le puse mucho empeño, quería que me saliera bien, y me gusto, pero ya no quiero verlo –susurró, observando el dibujo, y luego la carta-, me esforcé mucho, y no le gusto, yo no le gusto, appa.
Un brazo pasó por sus hombros, apegándole al cuerpo de Namjoon, y Seokjin le quitó el cabello de la frente dejando suaves caricias en su cabello. Todo el día aguantó, intentó guardarlo pero al lado de sus padres se sintió reconfortado y soltó las lágrimas. Dejó caer el dibujo, abrazando a su padre para llorar en sus brazos –Taehyung, estas cosas pasan, mi leoncito. –Jin le dijo acercándose, besando su cabeza.
Taehyung había dado por hecho que no sería así, que ella aceptaría y que ese día llegaría a casa presumiendo que ya tenía novia, pero no, ahora solo no quería regresar a la escuela, tenía mucha vergüenza, todos le habían mirado con lástima o burla, y no quería continuar recibiendo esas miradas.
-L-le ofrecí un chocolate de mi bolsillo –contó-, ¿Fue por eso? Perdón appa, si-sigo guardando dulces en mis bolsillos, perdón appa. E-es muy infantil.
-Hey, no Taehyung –Namjoon le dijo, meciéndolo un poco-, eso no tiene nada de malo, si fuera eso, tu papá ya me hubiese dejado por buscar cangrejos en la playa, ¿No lo crees?
Taehyung sorbió por su nariz mientras Seokjin reía levemente sin quitar su expresión preocupada, continuó dando caricias a su hijo –A-appa dice que e-es tierno. –recordó.
-Imagina, si yo soy tierno haciendo eso, tú eres doblemente tierno Taehyung. –le pellizcó levemente la mejilla mojada.
Taehyung lo pensó, cerrando sus ojos y dejándose abrazar -¿Qué tengo que hacer para dejar de estar triste? –preguntó luego de un rato de silencio. Seokjin volvió a besarle.
-Piensa en que en unos días nos vamos a ir de viaje, ¿Y ya sabes qué haremos allá? –Taehyung volteó a ver a Jin, esperando a que continuara- Nos vamos a divertir mucho, los siete, pasearemos y veremos muchas cosas, ¿Qué lugar te gustaría visitar?
Taehyung se encogió de hombros -¿Un museo?
-Iremos entonces. –aseguró Namjoon abrazando con un poco más de fuerza a su hijo antes de soltarle. Taehyung recogió las hojas cuando se vio libre de los brazos de su padre, observando con tristeza el dibujo y la carta.
Volteó a ver a Jin -¿Podemos quemarlo? –su padre rió al escucharle y asintió.
-Claro, si eso quieres.
-Yo preferiría que solamente lo tiraras si no quieres verlo, no quiero que hagan algo que podría ponerte en peligro. –Namjoon opinó, negando ante la idea de ver a su hijo quemando cosas y provocando un incendio.
-¿Qué tiene de divertido eso? Podemos quemarlo antes de cenar, no pasa nada. –Jin dijo llevándole la contraria a su esposo, riendo junto a su hijo cuando Tae se lanzó a abrazarle agradecido.
Taehyung se le quedó viendo a las hojas sobre la mesa ratona y frunció el ceño, mirando a sus padres antes de agregar –Odio a las niñas, appa.
-Taehyung. –le llamó la atención Namjoon negando con su cabeza, ocultando lo más que podía una sonrisa de diversión, recordando una vez que dijo esas mismas palabras.
-¡Estoy de acuerdo! –Jungkook gritó, logrando que los tres voltearan y vieran que los cuatro hermanos estaban sentados en las escaleras.
-¡Ya nos exhibiste! –le pegó Hoseok en el brazo.
-¡Yo puedo quemar las hojas sin problema alguno! –levantó su mano Yoongi, aceptando el trabajo a lo que Taehyung rió. Se sentía mejor, definitivamente mejor ahí, con su familia.
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¡Doble actualización!
Asdfghjkl, escribí estos capítulos rápido en realidad, jeje.
En el siguiente capítulo vamos a ver a la familia Kim marchándose a América, uhhh, a qué no se imaginan lo que va a pasar allá e.e
Nos vemos pronto n.n