Régalame un lápiz: Versión ex...

By littlemaple

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¿La típica historia de amor en donde el chico choca con la chica accidentalmente, se miran fijamente a los oj... More

Sinopsis.
Tu opinión es importante.
Personajes.
Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capitulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
INFORMACIÓN: Inkitt

Capítulo 3.

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By littlemaple

Hoy es un buen día, no tendría que llegar al instituto a las siete de la mañana debido a que el grupo que no había presentado el examen de historia el día de ayer lo haría hoy, por ende los que sí habíamos presentado tendríamos que quedarnos en nuestras casas hasta la próxima clase la cual no empezaba hasta las nueve y media.

Pero todo lo bueno siempre trae algo malo, ¿no les pasa que cuando tienes horas extras para descansar no puedes dormir nada? A mí me pasa, hoy me levanté a las cinco y desde entonces no he podido pegar el ojo, por consiguiente me quedé mirando el techo blanco de mi habitación como si de estrellas en el cielo nocturno se tratara. El blanco puede ser simple, pero muy atrayente.

Para las ocho de la mañana me canso de mirar el techo, por lo que me levanto a duras penas y camino modo zombie hacia el baño, al menos mi hermana no estaría ocupándolo, se supone que ya debería estar en clases. Cepillo mis dientes con lentitud y lavo mi cara, empiezo a bajar las escaleras para caminar hasta la cocina y encontrarme con mamá quien ya me está sirviendo mi desayuno.

—Buenos días, corazón, ¿pudiste dormir?—la sonrisa burlona que está en su rostro me dice que sabe que tengo horas despierta.

—No te burles, mamá.

—¿Yo burlándome? Pero si solo te acabe de preguntar si dormiste bien.

—Eres mi mamá, sabes si duermo o no duermo bien.

Mamá se acerca y besa mi frente con cariño. Adoro con todas mis fuerza a mi papá, pero mi mamá es la mejor y a pesar de sus múltiples ataques de locura, no quisiera cambiarla por nada ni nadie.

—Ya llegó el camión de mudanzas de los nuevos vecinos.

—Me da igual.

—Daisy Gabriela.

Siéntete amenazado cuando tu madre pronuncia tu nombre completo. Si lo dice y no la miras a los ojos estás muerto.

—¡Que emoción, nuevos vecinos!

—Así me gusta.

Apenas se da la vuelta sé que debo huir de ahí, mastico todo lo que hay en mi plato rápidamente y finalmente en menos de cinco minutos subo a mi habitación para buscar la ropa que me colocaría hoy. Me doy una ducha rápida y sin despedirme huyo de casa. Sabía bien que mamá me mandaría a llevar algo a la casa nueva, tal vez si desaparezco hoy podría mandar a Christie.

Llego a Greenwood minutos después y lo primero con lo que me encuentro es un círculo de personas amontonadas en la entrada. Eso era un sinónimo de pelea o simple y llanamente de los intocables.

Me acerco rápidamente a la multitud y sí, estoy en lo correcto. Los intocables volvieron a atacar y esta vez sufrió la ventana del sub director, la cual se encuentra embarrada de una pintura color rosada fluorescente más algunos tampones pegados.

En vez de regalármelos, están algo costosos. La próxima vez que vea a Connor serán lápices por tampones, ¿qué tal?

Si, el no dormir demasiado me afecta.

Aunque me pregunto de donde cinco chicos sacaron tanta cantidad de tampones. Lo más seguro es que algunos de ellos tuviera una hermana o que su madre aún los usara, en últimas instancias, son herederos de una fábrica de tampones, ¿es lógico no?

Pero la pregunta del millón es, ¿cómo no los han expulsado? Los rumores dicen que los padres de los cinco chicos son adinerados y donan mucho dinero al Instituto Greenwood, otros dicen que algún familiar es el dueño del instituto y están los que piensan que Los intocables saben algo tan sucio del director que el mismo deja pasar todas las travesuras del grupo.

Me doy cuenta de que Amy se acerca a mí con una pequeña mueca en sus labios.

— ¿Por qué los intocables serán tan desagradables?—pregunta arrugando su nariz.

—Si tuviera una respuesta concisa a tu pregunta Amy, podría decírtela—murmuro—. Aunque tengo varias teorías y una de ellas es que usaron los tampones porque Connor es heredero.

Cerebro, deja de decir estupideces.

— ¿Qué tiene que ver que sea heredero?

No lo digas, no lo digas, no lo digas.

—Puede ser heredero de una fábrica de tampones, ¿no crees?—lo peor del asunto es que no puedo evitar responder con una sonrisa.

—Estás loca, Daisy.

—Tal vez—me encojo de hombros y empiezo a caminar. Da igual, soy como soy y no cambiaré—. Tengo una especie de taller con el profesor de castellano y no quiero reprobar así que deséame suerte.

—No la necesitas, quisiera tener tu cerebro.

—¿Te quieres adueñar de mi cerebro? —finjo una cara de horror.

—Realmente estás loca. Pero te amo con todo mi corazón, Dai Dai.

Amy finalmente se despide de mí y de mis ocurrencias para después empezar a correr hacia sus clases de física. ¡Gracias a Dios que hoy no me toca esa asignatura, la odio!

Muy alegremente me aproximo a mi salón de clases y al entrar, busco mi asiento. Pero me encuentro con la sorpresa de un Connor Pirce en mi mesa, muy concentrado leyendo el libro de castellano.

—Estás en mi asiento, Connor—Arrojo mis cosas a la mesa, específicamente sobre su libro y debido a eso él levanta la mirada.

—No veo tu nombre por aquí, Daisy—murmulla, saca su libro enterrado debajo de mis cosas y sigue leyendo. Suspiro fastidiada.

—Por favor, Connor, ¿podrías moverte de mi asiento?—Él levanta la mirada y me sonríe.

Mamá me dijo una vez que la amabilidad mata a cualquier imbécil maleducado. Tal vez sea cierto.

—Con una condición—levanta su dedo índice.

— ¿Cuál?

— ¿Me regalarías otro lápiz?—frunzo mi ceño y luego suspiro. Lo que sea por tener mi lugar junto a la ventana. Abro mi cartuchera y saco uno de mis tantos lápices de dibujo.

Si, un lápiz de dibujo, no me maten, no tengo más y realmente quiero deshacerme del intocable.

—No soy una fábrica de lápices, Connor—digo mientras le extiendo el lápiz amarillo.

—Te lo recompensaré. Gracias, Daisy— se levanta y se va a su asiento en la parte trasera del salón.

Connor es molesto, pero Amy me lo advirtió, le tendí la mano para ayudarlo pero el abusó y me tomó todo el brazo.

Eres una mala Daisy,Daisy.     

Hola, hola, cocacola <3

Seguimos viendo cambios, mínimos, pero los hay. Aun no he hecho cambios bruscos xD

Capítulo dedicado a Cecilia <3 Eres una de las personas que me ha apoyado desde el principio, te quiero un montón <3

Las próximas dedicaciones las tomaré desde aquí. La pregunta es: ¿Cuál es el usuario de instagram de Daisy? Escogeré 2 personas completamente al azar entre las respuestas :)

Nos estamos leyendo <3

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