N/A: Hola para los que quedaron perdidos en el otro capítulo. ¿Cómo están? Este va hacer un Lauren POV, se va a explicar todo lo que esta pasando por su cabeza y eso. CALMA PERSONAS NO ME MATEN. BUENA LECTURA.
N/T: Gente se que quedaron como wft por el giro que dio la historia en el capítulo anterior, créanme que cuando yo lo leí quede igual asjas pero para que no sufran les daré un capítulo más, aparte que por ahí me convencieron para que suba un capítulo más. Disfruten y gracias por seguir la historia <3
Lauren POV
Hace casi dos años que deje de tomar mis medicamentos para la depresión. Fue cuando hice la inseminación para tener a los gemelos.
En ese tiempo estaba bien, pero cuando comencé a salir con Camila. Ella me hace sentir cosas que nunca había sentido.
Eso me dio miedo, mucho a decir verdad. No miedo por el sentimiento, sino por las consecuencias que este podría traer.
Lo que estaba sintiendo era intenso y bueno, pero por mi experiencia, era terriblemente asustador.
Volviendo al tema de los medicamentos. Tenía que tomarlos para conseguir contralar mis crisis de depresión, pero tuve que parar de tomarlos para alimentar a mis hijos.
Un poco tiempo después de comenzar a salir con Camila, los pensamientos volvieron. Los terribles pensamientos que me atormentaban.
Que Camila me pudiera dejar o se canse de mi, que no era buena o suficiente para ella. Que era muy vieja y ella pudiera querer alguien de su edad.
Sentía que estaba sobrando en la vida de Camila. Pensaba –aun lo pienso– que ella podría aburrirse de mi y me dejaría en cualquier momento.
Lo peor de todo era que me estaba sintiendo una basura por hacer llorar a Camila. Quería abrazarla, besarla, contarle lo que me estaba pasando. Tenerla nuevamente para mi. Pero la maldita depresión que había vuelto no me dejaba hacer eso. No consigo abrirme a ella.
Las discusiones empeoraban y mi mente aun mas. Camila no tenía la culpa. Estaba siendo incluso bien comprensiva, si fuera otra persona en su lugar, probablemente ya me hubiera dejada hace meses. Sí, estoy así hace meses.
Sé que necesito volver a tomar mis medicamentos, pero no tengo ganas para hacer eso. Quienes me hacen salir de la cama eran Renan y Alana.
No consigo mirar el rostro de Camila sin sentir ganas de llorar al recordar como ella termina después de una discusión, con sus ojitos llenos de lágrimas y yo sin ninguna reacción.
Me dolía verla esperando que yo tenga alguna reacción, pero no lo conseguía. Mi cerebro me gritaba que corriera a abrazarla, que le pidiera perdón por hacerle esto a ella, pero mi cuerpo no obedecía, no podía.
Cuando ella me comparo con Megan, eso acabo conmigo. Maldecía a esa mujer todas las veces que oía su nombre.
Imagina que la mujer que tu amas te compare con la otra que acabo contigo, dolía y mucho.
No sabía lo que estaba haciendo o sintiendo.
Antes de que comenzáramos a ser novias, lo que sentía por Camila era totalmente diferente a lo que sentía ahora.
Entre a aguas totalmente desconocidas para mi y tenía miedo de ahogarme.
Antes pensaba que amaba a Camila, aquello era amor para mi. Esto que estoy siendo es mas fuete y devastador si es usado de forma incorrecta.
Siento que este sentimiento al mismo tiempo que me puede ayudar también me puede destruir de una forma imaginable. Eso me da miedo. No sabía el nombre de eso que estaba sintiendo, como había dicho, nunca había sentido.
Cada vez que recuerdo la mirada triste de Camila es una puñalada a mi corazón. Estaba odiándome en estos momentos.
Los gemelos tenían un año y dos meses. Paso muy rápido. Sentía nostalgia de ellos pequeños en mi regazo, ahora estaban bien grandes, no conseguía tenerlos a los dos en brazos a la vez.
Miro la foto que Camila y yo nos habíamos sacado.
Suspiro y paso la mano por la pantalla de mi celular.
Entro en la chat con Camila y veo que ella estaba online.
Lauren: Camz, me perdonas por favor. No puedo...
Camz de Lolo: ¿No puedes qué?, ¿Quieres terminar?, ¿Es eso?
Camz de Lolo: Por favor no me dejes.
Camz de Lolo: Te amo demasiado.
Camz de Lolo: Por favor Lauren.
Camz de Lolo: Estoy yendo para allá.
Lauren: NO VENGAS.
Camz de Lolo: ¿Puedo llamarte entonces? Por favor...
Lauren: No estoy lo suficiente loca como para terminar contigo.
Camz de Lolo: Oh, ignora mi susto entonces.
Camz de Lolo: Prosigue...
Lauren: Quería pedirte que tuvieras paciencia conmigo. No se lo que estaba haciendo.
Camz de Lolo: Esta bien Lolo. Tendré paciencia, ¿ok? Solo me puedes contar lo que te esta pasando.
Lauren: No puedo. Me perdonas.
Camz de Lolo: Cuando estés lista, voy a estar aquí para oírte.
Lauren: Gracias, Camz.
Camz de Lolo: Cuando amas a alguien, necesitas tener paciencia.
Al leer aquello, mis ojos se llenan de lágrimas y me siento aun mas una basura por estar tratándola de aquella forma.
- Mamá. –Renan y Alana entran en mi cuarto. Renan estaba con su osito inseparable y Alana con su unicornio.
Los ayudo a subir a la cama y Renan se sienta entre mis piernas y Alana a mi lado apoyando su cabeza en mi pecho.
- ¿No pueden dormir?. –ellos niegan con la cabeza y veo que Renan estaba sudado. –¿Tienen calor?. –afirman. –¿Quieren dormir con la mamá hoy?. –pregunto encendiendo el aire acondicionado.
Alana me mira con sus ojos verdes brillando y sus pupilas dilatadas, eso pasa cuando ella estaba animada por algo. Después Renan me mira con sus ojos castaños brillando y veo a Camila en los ojos de él haciendo mi pecho doler.
- Vamos acuéstate aquí. –hablo golpeando la mano al otro lado mío para que Renan se acueste allí, él hace lo que le pido. Prendo la TV que esta enfrente de mi cama y coloco la patrulla canina para que ellos la vean.
Prefería que vieran la patrulla canina que peppa pig, aquella puerca me irritaba. La patrulla canina era mas genial.
Renan apoya su cabeza en mi pecho e intenta sacar mi seno para amamantar.
Como aun me salía leche, dejaba que ellos amamantaran, pero tenía miedo de que después fuera mas difícil que ellos la soltaran.
Alana al ver que su hermano estaba amamantando, hace su famosa cara de enfadada y me mira. Saco mi otro pecho y ella amamanta también.
Les hago cariño en la cabeza a los dos, hago una mueca al sentir que muerden levemente mis pezones.
- Cuidado ahí. –bromeo y ellos me miran sonriendo mostrando sus dientecitos y vuelven a mirar la TV.
La sincronía de ellos dos a veces asustaba. Cuando uno se enfermaba, unos días después se enfermaba el otro, a veces hacían el mismo movimiento al mismo tiempo y otras cosas de ese tipo.
Mis hijos eran los que me ayudaban a parar de pensar en aquellos pensamientos que me estaban atormentando.