Katsuki se quedo esperando a que el pelirrojo empezara a hablar pero este estaba reacio a hacerlo, suspiro frustrado el imbécil no quería decir nada.
— Idiota... — dijo Katsuki.
— En verdad no puedo — suspiro Eijirou más relajado — es algo que quiero olvidar, de sólo recordarlo me siento asqueado — tapo su rostro limpiando el rastro de lágrimas — en verdad lo siento Bakugou — murmuró.
— ¡Aah!, esta bien — suspiro resignado — de todos modos no nos conocemos como para que me cuentes algo así — dijo entendiendo al chico — cuidate de ellos, se ve que no son muy amigables — suspiro saliendo.
Kirishima aun estaba en el piso sentado agarro su cabeza con ambas manos, estaba confundido, asustado, molesto, no sabía como sentirse, después de unos 30 minutos salió de la bodega viendo a lo lejos al rubio atendiendo a una anciana.
Se acerco a él llamando su atención y le sonrió levemente, Bakugou lo observó sin entender que le pasaba.
— Gracias por lo de hoy — dijo sonrojado.
— No te fijes en pequeñeces — murmuro dando el cambio a la Sra.
— ¿Quién atendió mientras no estábamos? — cambio de tema.
— El encargado, después de darme el sermón del día se largo — suspiro — ponte a barrer cabello de mierda, que no nos pagan por estar sin hacer nada — ordeno.
Kirishima suspiro tranquilo buscó la escoba para empezar a barrer toda la tienda, hizo el trabajo tranquilo, pero no dejaba de tener un sentimiento de inquietud atravesando su cuerpo.
A la hora de cerrar el rubio hizo el control del día mientras Eijirou cerraba la puerta y acomodaba algunas cosas, después ambos chicos salieron del lugar empezando acaminar.
— Tranquilo idiota, te acompañare — dijo el rubio sin expresión alguna.
— No tienes porque hacerlo puedo irme solo — se sorprendió por lo que dijo el rubio.
— Uno nunca sabe — se encogió de hombros y sonrió.
— Oye... ¿Te gustan los animales? — pregunto iniciando una conversación.
Katsuki permaneció callado sin la intensión de contestar, volteó a ver el cielo con estrellas ya visibles, puso su mirada al frente notando unas siluetas cercas de donde debían girar para llegar a la casa del pelirrojo.
— Vamos por acá — tomo la mano de Eijirou cambiando de dirección.
— ¿Qué sucede?, ya estabamos por llegar — dijo sonrojado.
— Maldición — dijo molesto — esos idiotas de antes estaban esperando — dijo apretando los dientes.
— ¡En serio? — exclamo sorprendido y asustado — pero, ¿Si eran ellos? — recibió un asentimiento aunque el rubio no estaba seguro — como supieron donde vivo — sentía ganas de salir corriendo.
— No se, pero no han de querer nada bueno, mañana cambia de dirección cuando vayas al trabajo — lo miro a los ojos.
— De acuerdo, pero... — murmuro sonrojado — perdón por meterte en problemas — suspiro.
— Ya te dije que no te fijes en pequeñeces idiota — golpeo su cabeza levemente sonrojando más al pelirrojo.
Caminaron tranquilamente volteando a los alrededores para asegurarse que no los estuvieran siguiendo, cuando llegaron a la casa de Eijirou se despidieron y este entro.
Bakugou se quedo unos minutos fuera viendo a lo lejos la silueta de los chicos esperando a que él se fuera.
Camino como si no supiera nada regresando por donde vino, al llegar a la esquina se oculto, espero un momento viendo como los 4 chicos se paraban frente a la casa del pelirrojo.
Salió de su escondite quería saber que demonios sucedía con esos imbéciles, cuando llego hasta ellos los sorprendió tomo a uno del cuello de su camisa y lo levanto del suelo, el chico sólo sonreía.
— ¿Qué demonios hacen aquí? — pregunto molesto.
— Es obvio — soltó una risita — no importa si lo cuidas no estaras con él todo el tiempo — dijo sonriendo.
— Así es y cuando eso suceda allí estaremos — dijo Kosuke riendo.
— ¿Por qué hacen esto? — empezó a molestarse.
— No me digas que no te ha contado nada, ese es nuestro Kiri — celebro Shiota.
— Basta de juegos dime ahora mismo porque jodidos le hacen esto... — dijo sumamente molesto perdiendo casi la paciencia.
— Es divertido jugar con él — dijo Issei.
— Si después de lo que paso — soltó Kisugi.
— HABLEN — la paciencia se estaba llendo al carajo.
Los chicos soltaron una risa un poco escalofriante, vieron como el rubio estaba molesto.
— Sólo dire que tengas cuidado o va a querer tu salchicha — soltó una carcajada lo cual hizo que los otros también rieran.
— ¿Mi qué...? — pregunto confundido más calmado.
— ¿Quieres saber porque lo molestamos?, ¿Quieres saber todo de él?, ¿Quieres enterarte? — susurro en preguntas.
— Si... quiero saberlo todo... — no estaba muy convencido.
Se voltearon a ver decidiendo con la mirada si decir su secreto o no, Katsuki los veía sin decir nada, tan malo era lo que esos imbéciles le hicieron a Eiji para que sean así.
Soltó a Shiota viendo como este feliz caminaba hasta llegar con sus amigos, decidieron decirle que más daba eso sería divertido y entre más personas odiaran a Kirishima mejor para ellos.
— Esta bien te diremos — dijo Issei.
— Pon mucha atención — se cruzo de brazos Kisugi.
— En secundaria todo era normal hasta que nos enteramos por fuentes sumamente confiables que Kiri estaba enamorado de mi amigo Kosuke — sonrió mientras el nombrado hizo un gesto de asco — bueno quisimos comprobarlo, enviamos mensajes diciendo que era Kosuke y efectivamente cayo redondito en la trampa — soltó una risita.
— Recuerdo que esa vez nos reímos tanto que nos decían que estábamos locos y tal vez lo estemos — agarro su estómago Issei mientras reía.
— Fue la mayor vergüenza de mi vida saber que un chico estaba enamorado de mi, ¿Por qué no fue una linda y tierna jovencita? — pregunto desanimado.
— Porque eres un asco de pareja Kosuke — dijo Shiota — bueno después de eso pasaron más cosas... — suspiro recordando sin quitar su sonrisa.
— ¿Por qué le decimos todo esto? — intervino Kisugi.
— Que importa si lo sabe, a mi me da igual que haga con la información — rió Issei.
—¿Quieres saber más? — pregunto sorprendiendo al rubio.
Bakugou estaba asombrado no creía que existieran personas sin corazón aunque él no era el mejor, nunca lastimaría a alguien sólo por diversión, pensó unos momentos y decidió ya no saber nada sino terminaría peleando con esos chicos y estaba cansado.
— No ya no, pero me hago una idea — suspiro.
— ¡Enserio!, que decepción — suspiro — quería contarte lo que le obligamos hacer — sonrió.
— ¿Qué...? — pregunto sorprendido.
— Nada ya nos vamos hasta pronto rubio — se despidió Shiota llevándose a los chicos.
Bakugou confundido los vio irse volteando a la casa de Eijirou cuando estos desaparecieran. Aunque no sabía que habían hecho quería saber, "¿Por qué me interesa lo que le haya pasado al idiota?", se pregunto confundido.
Empezó a caminar con dirección a su casa, cuando llego se dio cuenta que no vivían tan lejos uno del otro, subió a su habitación y se acostó, quedándose dormido al instante.
Continuara