Dediqué la mayor parte de mi vida a proteger a Kara. Mi tarea era sencilla, ayudarla a adaptarse y cuidarla. Era una dulce chica que venía de un planeta que acababa de explotar y lo había perdido todo. No había entendido todo lo que eso significaba, simplemente me parecía una huérfana que acabábamos de adoptar en nuestra familia y no fue hasta que vi sus poderes junto a su extraña forma de comportarse ante simples objetos como una licuadora, que entendí que no era así. Nada era como quería creer y lo comprendí desde que vi a Superman aparecer desde mi ventana con una chica. Años después, cuando fui reclutada por la DEO me sentía una heroína cuidando del mundo y mi hermana. Otra vez me había equivocado.
Un alienígena tuvo que sabotear el avión en que iba hacia una misión para que ella tuviera que salir a salvarme junto a todas esas personas. Sé que actué mal en la forma en que le grité ese día pues ella tenía su destino marcado y no había forma de cambiar eso. ¿Pero qué si algo le ocurría a mi hermana y yo no podía hacer nada para impedirlo? Ese era mi mayor temor. Toda mi vida me la pasé luchando contra mis miedos y aún lo sigo haciendo. En este momento me encontraba luchando con el mayor miedo de todos, que algo le pasara a Kara. ¿Por qué? Porque la estaba viendo bailar el vals con su ahora esposa Lena Luthor. Y ese era otro asunto... ¿Cuándo sucedió esto? En un momento estaba notando las miradas entre ellas y para el otro estaban en pareja, Kara había revelado su identidad al mundo y estaban formando una familia. Pasaron tantas cosas y tan rápido que no tuve tiempo de procesar todo. Solo sabía que estaba viéndolas bailar felices y enamoradas mientras mi mente recordaba lo que iba a pasar en el futuro. Kara moría y Lena se encargaba de criar a sus hijos con ayuda de todos nosotros.
Mi sonrisa se eliminó de mi rostro en tanto sentí los latidos de mi corazón consumir todo mi pecho, inundarlo y llegar hasta mi garganta. Tenía la sensación de que un agujero negro se había abierto en mi tórax y estaba llevándoselo todo. Aquí estábamos todos, sonrientes y felices. Tanto de esta tierra como todos los que habían venido desde tierra 1 para estar presentes. Noté a Astra sonreírme desde el otro lado y lentamente acercarse mientras rodeaba la habitación. Cuando la tuve a mi lado se cruzó de brazos y sonrió de costado.
"¿Sabes que si sigues así de seria te van a salir canas no?"
La miré claramente molesta. Elevé mis cejas y le imité el gesto, cruzándome de brazos. Me miró riéndose e hizo un movimiento con su cabeza hacia atrás, indicando cuán desconcertada estaba.
"No me mires así. ¡Estás en una boda! Ya deja de preocuparte, tienes mucho tiempo para eso luego."
"¿Cómo sabes que estoy preocupada?"
Le dije sorprendida y jugó con sus cejas.
"Eres mi madre..." Sonreí al escuchar eso, feliz de nuevo. "Que por cierto... si no sacas a bailar a mamá serás mi única madre. Y créeme... quiero a Sam."
"Hazle caso a tu hija, Alex. ¡Está claro que es una Danvers!"
Dijo mamá y la miré de costado. Astra comenzó a reírse y dio unos pasos adelante para ir hacia Ruby y tomarla de la mano. Las vimos comenzar a bailar y sonreí feliz. Kara y Lena aparecieron frente a nosotras y mi hermana me miró.
"Oye... estás en una boda... ve y lígate a la chica."
Dijo señalando hacia donde estaba Sam y luego se fue con Lena dando un giro, la cual estaba tentada. Pero regresó su mirada a mí e insistía en que fuera a bailar con Sam. Comencé a respirar muy pesado y mi corazón latió con muchísima más fuerza que antes. Caminé hacia Sam a los tropezones y cuando estuve frente a ella me miró sonriente. Estiré mi mano y la invité a bailar. Sonrió con más intensidad a medida que dejaba su mano sobre la mía, aceptando. La llevé a la pista mientras sentía a Ethan tocar la guitarra en una melodía muy dulce. Al parecer, por tradición Kryptoniana la música debía ser instrumental y sin ningún tipo de tecnología. Sam se acercó más a mí y acomodó mi brazo en su espalda mientras me miraba.
"Si vas a bailar conmigo hazlo bien, Alex."
"Quizás debas enseñarme..."
Le dije guiñando un ojo y se acercó a mi oído ocultando una sonrisa.
"Esta noche Ruby dormirá con Alura y Astra... Es una lástima porque quedaré sola."
Mordí mi labio y suspiré. Sam era demasiado hermosa. No sabía que tenía esta picardía guardada dentro de sí. Esta mujer me sorprendía cada día más.
Estábamos bailando cuando Sara nos hizo seña a mí y Sam para que la siguiéramos. Hizo el gesto sin que nadie la notara por lo que vi a Sam improvisar y simular que me quería sacar de ahí. James y Winn nos hicieron un gesto riéndose a carcajadas cuando nos vieron salir y al hacerlo teníamos a Sara que nos hizo un gesto de silencio y nos sacó de ahí. Nos llevó a la sala de entrenamiento de la casa y ahí estaba Oliver con Brainy. No había notado cuando se fueron del salón.
"Tenemos un problema, Alex."
Dijo Oliver y me puse alerta.
"¿Qué sucede?"
Le dije y Sara me miró.
"Felicity estuvo hackeando las redes de seguridad y cámaras de vigilancia de National City desde su celular. Tenemos reportes de gran movimiento en la ciudad."
"¿Qué tipo de movimiento?"
Dijo Sam y Briany la miró.
"Parece que Dream Mistress está juntando un ejército con algunos alienígenas y según lo que identificaron las cámaras de seguridad y verificando los datos del DEO, algunos solían ser prisioneros del fuerte Rozz."
Suspiré y apoyé mis manos en mi cintura, molesta. Esto no podía estar pasando justo ahora. Suspiré, realmente enojada. Sentimos unos pasos y nos giramos para ver que era Clark.
"Ya escuché todo. ¿Qué vamos a hacer?"
"No podemos dejar que esto arruine la boda de Kara y Lena."
Dijo Sam y le asentí mientras volvía a tomar su mano.
"Si Kara se entera cortará todo esto para salir tras Mistress."
Dijo Clark conociendo a mi hermana y nos entendimos con una mirada.
"Y no olviden que ahora no tiene sus poderes."
Nos recordó Sara y le asentí. ¿Qué podíamos hacer? Kara no podía enterarse, de lo contrario la profecía del futuro podría cumplirse.
"Tenemos que distraer a Lena y Kara. Cuando ellas se vayan a tener su noche de bodas podremos salir nosotros y encargarnos de la situación."
Dijo Oliver y le asentí. Protegería a mi hermana a como dé lugar, no importaba qué sucediera. Nadie le cortaría su día de felicidad.
Regresamos lentamente al salón y no se habían dado cuenta que los demás se habían ido. Estaba demasiado preocupada. Temía que algo interrumpiera la boda de mi hermana. Ella no se merecía esto. ¡Estaba tan molesta con Dream Mistress!
Sam se giró y me empujó hacia la pared. Me sorprendí cuando lo hizo y mi corazón se me fue a la garganta cuando me miró a los ojos. No sabía por qué pero era la única persona en hacerme sentir así. Ni siquiera Maggie me hizo latir el corazón como ella y eso que estuve muy enamorada. Aún no había logrado olvidarme de ella del todo y por esa razón temía iniciar algo con Sam.
"Alex, se nota a kilómetros que algo sucede con solo mirarte. Por el bien de Kara tendré que mantenerte ocupada."
Fruncí el ceño sin entender. Se acercó y me besó, aturdiéndome. Ahora entendía... si Kara veía que estábamos besándonos no se fijaría en mí y no sospecharía nada. Me aproveché de la situación y arrimé a Sam más cerca de mí para besarla con más ganas. Solo esperaba que Ruby no estuviera viendo o me moriría de la vergüenza...
***
¿Se puede ser más feliz? No lo creo. O quizás sí, no lo sé con exactitud. Solo sé que este era el día más feliz de mi vida. Me había casado con Lena mediante las costumbres Kryptonianas y con mi familia y amigos presentes. ¿Qué más podía pedir? La sonrisa no se iba de mi rostro y mi humor estaba por los cielos. Lo más sorprendente era que no me importaba el no tener mis poderes, me era más importante el día que estaba viviendo. Cada segundo contaba y por eso animé a Alex para que sacara a bailar a Sam. Vi que se fueron del salón y me distrajo que Lena tomó a James de la mano para que bailara con nosotras. Era tan divertido que me olvidé de todo. De la nada Lena abrió la boca y comenzó a reírse, mirando atrás de mí. Me giré para mirar a la misma dirección y me quedé de boca abierta al ver a Sam y Alex. Sam había arrinconado a mi hermana contra la pared y la besaba con ganas. ¡Oh, por Rao! Esas dos terminarían muy mal. Le pedí a Winn que pusiera música con un estéreo porque no quería cansar a Ethan tocando la guitarra toda la noche. Ya habíamos tenido suficiente de tradición Kryptoniana, era hora de festejar al estilo humano. Hasta habían puesto un micrófono y sabía lo que eso significaba. Me estaba riendo de Ethan que se había puesto a bailar con Barry imitándonos a mí y Lena cuando James me hizo dar un giro y terminé en brazos de Oliver. Me reí y él hizo lo mismo mientras comenzaba a bailar. Una música electrónica comenzó a sonar y una voz dulce inundó el salón. Vi a Oliver sonreír sorprendido y me hizo un gesto para que mirara atrás. Me giré y abrí la boca sorprendida al ver a Kaylee cantando. ¡Definitivamente era mi hija! Estaba feliz de que ambos de mis hijos supieran cantar, me hizo muy feliz.
(Dato, esta es la voz real de Katherine McNamara. La actriz que elegí como Kaylee)
Lena se alejó de James y me hizo un gesto para bailar conmigo mientras mirábamos a Kaylee. Abracé a Lena por la espalda, apoyando mis manos en su vientre. Estaba de poco tiempo de embarazo y aún no se notaba por lo que sentí su escultural vientre bajo mis manos y me acerqué a su cuello para darle besos en un recorrido hasta su oreja. Mi respiración era lenta y dejé salir el aire por mi nariz al mismo tiempo que hacía un recorrido con mi nariz por el contorno de su oreja de forma dulce. Sentí sus manos acomodarse sobre las mías y acariciar mi piel con clara intensidad. Amaba a Lena con cada parte de mi ser y el simple hecho de estar cerca de ella me hacía llegar a las estrellas. Podía cerrar mis ojos y ver a la perfección el universo por el cual viajé por mucho tiempo. Mordí mi labio, deseando poder llevarla a nuestra habitación. La hice girarse lentamente y la quedé mirando mientras acariciaba su rostro con ternura. Se acercó a mí con claras intenciones de besarme y se lo permití. Atrapó mi labio inferior entre los suyos y disfruté de sentir el suyo entre los míos. Con muchísima lentitud me alejé de su toque y abrí mis ojos un segundo para darme cuenta que me miraba con devoción. Volví a besarla mientras sonreía, amando poder ser quien besara sus labios. Me sentía honrada por el hecho de que el anillo que lleva en su mano indica que está casada y nada más que conmigo. Un sentido de posesividad se apoderó de mí y la acerqué más a mí al mismo tiempo que pensaba en que ella me pertenecía, era mi mujer. Ahora tenía el derecho de hacer todo lo que quería hacer con ella y ella podía disponer de mí a su antojo. ¡Y Rao! Me besó con una intensidad única...
No fue apasionada, sino que directa. La seguridad de sus labios me indicaba que claramente sabía lo que quería y eso era a mí. Me transmitió una electricidad por toda mi piel que reflejaba cuánto me amaba y jamás me había sentido así. Mis manos estaban en su cintura mientras los suyos subieron por mis brazos hasta mis hombros, recorriéndolos en una caricia eterna y puntual. Cortamos el beso al mismo tiempo y estuvimos de acuerdo en mirarnos por largos segundos hasta que la tomé del rostro con mis manos y me quedé admirando la emoción que sus ojos verdes me regalaban. Estaba tan hermosa que me hizo olvidar de hasta mi propio nombre y acerqué su frente a la mía para darle un beso. Sentí sus manos en mi cintura al instante y me quedé así por unos segundos.
Pasó un largo rato y una vez que comimos, brindamos y nos divertimos; decidimos que era momento de estar a solas. No necesitamos decir nada, nos tomamos de las manos y ella se encargó de sacarme de ahí con discreción. Salimos del salón y nos dirigimos a la escalera sintiéndonos un poco aturdidas por el sonido elevado de la música del cual nos estábamos alejando. Comenzamos a subir las escaleras y Lena iba delante de mí con su brazo estirado para ayudarme a subir. Se giró un par de veces para mirarme y sus ojos estaban dilatados, apenas se notaba el verde. Una vez en el segundo piso caminamos por el pasillo y me llevó hasta la gran habitación de Lex, que Lena había decorado anteriormente para su uso y gusto. Y ahora que estábamos casadas, era nuestra. Se quedó junto a la puerta abierta y me dio poco espacio para cruzar el umbral, por lo que nos miramos a los ojos con mucha fuerza. Una vez que ingresé se puso frente a mí y cerró la puerta con una mano de forma violenta. Miré sorprendida como me empujó hacia atrás, haciendo que chocara con la puerta de madera. Dio un par de pasos y quedó a pocos centímetros mientras con su mano izquierda se encargó de ponerle cerrojo. Mi corazón latió fuerte y mi respiración se aceleró cuando tuve su boca en mi cuello. Al comienzo suspiré de la felicidad al sentir sus besos, luego me sorprendí de que hiciera recorridos con su lengua sobre mi piel y erizaba mi piel. Fue demasiado, no pude evitar sentir el líquido entre mis piernas. Sus manos bajaron y recorrieron mi silueta. Reí nerviosa al sentir sus manos en mi trasero y mi mundo giró cuando depositó su mano entre mis piernas por la parte interna de mi muslo hasta acercarse peligrosamente a la evidencia de cuánto la deseaba. Su mano libre se encargó de ir a mi espalda y bajar el cierre de mi vestido. Lo tiró al suelo y me miró mordiendo su labio el cómo quedé en ropa interior. Lena me estaba dando una mirada completamente llena de lujuria y era tan potente que me sentí vulnerable... entregada. Me tomó de la mano y me acercó a la cama. Nos quedamos de pie a un lado y no pude evitar mirar sus pechos. Esos hermosos y voluptuosos pechos captaron toda mi atención. Quería verlos así que me acerqué y llevé mi mano hasta su espalda para bajar el cierre lentamente mientras la miraba a los ojos. Usé mis manos para quitar la manga que estaba delicadamente puesta sobre su hombro y de tal forma que cayera pesadamente al suelo. Ambas nos quitamos los zapatos y me hizo recostar en la cama. Quería acercarme para besarla pero en cambio me sorprendió parándose en la cama y comenzó a bailar de forma sensual. Bailaba moviendo sus caderas y manoseando todo su cuerpo, me enloqueció. Tuve que tragar saliva mientras la veía arrodillarse y poner una pierna en cada lado de mi cuerpo. No llegó a sentarse sobre mí pues comenzó a hacer movimientos lentos sobre mi cuerpo de arriba abajo y de delante hacia atrás, bailando. ¿Cómo rayos podía ser tan sexy? La vi estirar sus manos hasta mi pecho y desabrochar mi sostén por la parte de adelante y dejando mi pecho a su merced. Se acercó y se me aceleró muchísimo el pulso cuando comenzó a soplar con muchísima lentitud sobre mis pezones. Me excitó muchísimo y aceleró mi respiración. Especialmente porque tenía su mirada sobre mí. Se acercó y me besó. Su actitud era tan jodidamente sexy que me sentía dentro de la película de 50 sombras de Gray. Sus labios hervían y parecían latir por sí solos. Devoré su boca con fiereza y suspiré con disfrute cuando comenzó a besar mi mentón... el cuello... ahí enloquecí y sentí mis fluídos empapar mi ropa interior. Bajó por mi clavícula y lentamente se acercó a mi pecho. No podía quitar la mirada de sus labios y una ansiedad me apoderó, a quería en mi pezón. Me miró con esos ojos sensuales y seductores al mismo tiempo que ponía mi pezón en su boca. Cerré los ojos y apoyé mi cabeza contra la almohada cuando su lengua comenzó a humedecer mi ahora erecto pezón. Humedecí mis labios entre gemidos y sentí sus manos bajar a mis caderas y lentamente quitar el restante de mi ropa interior. Elevé mis caderas para ayudarla y vi como se alejó de mi seno para desnudarme por completo. Sus ojos fueron a mi entrepierna y no necesitamos palabras para expresar que ambas estábamos disfrutando de este momento. Mordió su labio al notar lo mojada que estaba y me senté en la cama para quitar su sostén. Una vez que lo quité la hice sentarse sobre mí para acercar mi pezón a su boca y disfrutar de él. Sus manos tomaron mi cabeza, arrimándome a su cuerpo y gimiendo. Para mi sorpresa, no necesité mi fuerza de Supergirl para tomar su delgadísima ropa interior restante y romperla. Estuvo desnuda en segundos y abrí mis piernas al mismo tiempo que nos miramos a los ojos. Se acomodó para unir su centro con el mio y ambas gemimos ante la humedad de la otra. Nos quedamos sin movernos, sintiendo el calor que emanaba de la otra y nos besamos con pasión. La sentí comenzar a mover sus caderas en un movimiento lento y lo único que se escuchaba eran nuestras respiraciones pesadas, el sonido de nuestros labios devorándose y el sexy sonido de nuestros fluidos. Era la primera vez que tenía un momento así de erótico con Lena y lo estaba disfrutando con honores. Era nuestra noche de bodas y no tenía mis poderes. Estaba disfrutando su tocar con ganas. Sentí que mordía mi labio con fuerza y me quejé al tiempo que sentía el sabor de la sangre en mi boca. Ignoré la sangre y la tomé de sus caderas, aumentando el ritmo de nuestros movimientos, causando que la cama comenzara a sonar contra la pared. Se presionó con fuerza y degustó la sensación de mi entrepierna que ahora era la dueña. Los gemidos se convirtieron cada vez más altos y ruidosos. La hice salirse y la giré para que se acomodara en la cama. Abrí sus piernas y me acomodé encima. Acomodé mi centro contra el suyo e hice fricción. Cuando los movimientos aumentaron, nuestras pieles mostraron el sudor y me moví con ganas. Lena me hizo alejarme y la vi mirarme con fiereza al mismo tiempo que ponía sus dedos en la entrada de mi vagina. Dejé que ingresara en mi interior y gemí pues se sentía muchísimo más placentero ahora que no me estaba conteniendo por miedo a lastimarla.
"¡Oh, Lena!" Expresé cuando comenzó los movimientos constantes y por instinto, mi cadera se movia hacia su mano para ayudarla a llegar más a fondo.
"¿Te gusta, Kara?"
Me preguntó y la miré para luego asentirle.
"Yo también quiero estar dentro de ti..."
Le dije y moví mi mano para acomodar dos de mis dedos en su entrada. Una vez que ingresé la vi gemir de gran placer, pues lo hice con ganas. Ambas nos estábamos penetrando entre prácticamente gritos.
"¡Oh por el amor de Dios! ¡Kara no te detengas!"
"¡Oh, Rao! ¡Qué bien se siente tenerte dentro, Lena!"
Nos unimos en un beso mientras ambas aumentábamos la velocidad.
"¡Sigue Lena! ¿Puedes ir más rápido?"
Le pregunté entre besos y devoró mi boca mientras asentía.
"Tú también hazlo más rápido y no te contengas de gritar si quieres hacerlo."
Realmente era un verdadero escándalo todo el sonido que salía de la cama y nuestros gemidos. Era la primera vez que estaba verdaderamente sudada y ver a Lena en el mismo estado era aún más hermoso.
"¡Oh, Kara!"
Comenzó a gritar Lena y la tomé con fuerza entre mis brazos, moviéndonos más y más.
"¡Oh, Lena! ¡Voy a llegar! ¡Llega conmigo!"
Grité y fue la palabra mágica. Una corriente eléctrica inundó la boca de mi estómago y llegó hasta la parte baja de mi vientre. Sentí una cantidad enorme de líquido salir de mí y sabía que estaba inundando la mano de Lena, al mismo tiempo que mi mano estaba literalmente empapándose con los fluidos de Lena. Había sido el orgasmo más impresionante de mi vida y por la cara de felicidad de mi esposa, para ella también lo había sido. Nos quedamos quietas un segundo, recuperando el aliento y salimos del interior de la otra con lentitud. Me acomodé sobre el pecho de Lena, agotada.
"Kara Zor-El... realmente te estabas conteniendo."
Me reí y acomodé para mirarla.
"Sí... lo hacía."
Me miró con amor y me arrimó a sus brazos. Nos quedamos mirando y se veía muy hermosa toda sudada.
"Te amo, Kara."
Me acerqué para besarla y susurré en sus labios.
"Te amo, Lena."
Me quedé sobre ella, entrelazada a su cuerpo y besándola lento, disfrutando. No necesitaba más, era el mejor día de mi vida.
***
Una vez que vimos a Kara y Lena irse para arriba, le pedí a Clark que escuchara hasta que subieran. Quería asegurarme que estaban lejos para cortar con la fiesta y explicarles a todos lo que estaba sucediendo. Una vez que él me indicó que ya estaban ocupadas en lo suyo, cortamos la música y todos me vieron sorprendidos.
"¿Qué haces, Alex? ¡Regresa la música!"
Me gritó Winn y Oliver se acomodó a mi lado.
"Es necesario que cortemos esta fiesta. Estamos en problemas."
"¿Qué clase de problemas?"
Dijo Mon-El alarmándose y dando un paso hacia delante, atento.
"Tenemos reportes de mucho movimiento en National city. Dream Mistress está formando un ejército y sabemos que puede atacar en cualquier momento."
"¡Oh, no!" Dijo Ethan y lo miramos abrir los ojos. Se tambaleó hacia atrás y J'onn tuvo que sostenerlo. Al parecer estaba teniendo algo parecido a una visión.
"¿Son recuerdos?"
Le dije y me miró asintiendo.
"Este es el evento... sí mamá se enfrente a Dream Mistress hoy morirá."
Kaylee se encontró con mi mirada y la vi aguar sus ojos. Tragué saliva y todos nos pusimos en movimiento para preparar el plan. Dream Mistress podía tener un ejército. Pero aquí todos éramos un ejército. Oliver y su equipo, Barry con el suyo y todos los Legends que venían con Sara más nosotros. Salvaríamos el día y a Kara.
¡No podía perder a mi hermana! Miré a mi sobrina que estaba junto a Astra y me asintieron, de acuerdo conmigo.
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Hola! Gracias por leer y los comentarios! Se viene un capítulo intenso. Tomé la decisión de publicar una o dos veces a la semana, además de que está historia va por la mitad recién así que no se preocupen que tienen para rato de esto. Disfruten y dejen sus comentarios.
Laureen