Impulsividad

Por himepeti

129K 6.8K 1.9K

ADVERTENCIA: La siguiente historia pueden considerarla erótica "romántica", puesto que tocara el tema constan... Más

Aviso
Recuerdos
Regresando a Konoha
Errores
Nueva oportunidad
Conjeturas
Misiones
Cimientos flojos
Juntos...
Creando eventos desafortunados
Expuestos
Descubriendo Consecuencias
¿Podrías estar embarazada?
Su nombre será Sasuke
Luna rojiza
Confesiones
Decidida a luchar
EPILOGO

CAPÍTULO FINAL

3.6K 251 39
Por himepeti


-Has perfeccionado la técnica sin duda alguna—La voz fue familiar para cierto moreno.

Tras escuchar la frase Sasuke desapareció el chidori que había formado un par de minutos antes, entrecerró los ojos cuestionándose porque no había notado la nueva presencia y lentamente inspeccionó el lugar lleno de verdes y frondosos árboles.

Tenía que dejar de pensar en Hinata, porque de continuar así terminaría en un gran problema.

-Kakashi—Su voz fue plana y la ceja izquierda arqueada fue mucho más reveladora que su propia voz.

-Tenías razón, Hinata estará de tu lado.

El Uchiha dejó salir el aire con obvia molestia y su hastío fue aún más evidente cuando escuchó que la nombró pero el mayor prosiguió:

-Fue a verme en la madrugada...

-¿Qué?—La obvia consternación del moreno no pudo ser ocultada, ladeando un poco la cabeza conectó el hecho, el cuerpo femenino había sido cálido sin embargo el que cayera en un sueño profundo fue un tanto extraño.

El cerebro del Uchiha comenzó a buscar respuestas del comportamiento femenino pero como venía sucediendo desde hace meses no encontró alguna.

-Digamos que puso las cartas sobre la mesa.

-¿Qué fue a decirte?—Presionó molesto con Kakashi, con ella, con él mismo.

Kakashi sonrió y se llevó una mano a la nuca dando pasos hacia el Uchiha.

-Está mañana he hablado con el clan Hyuga para hacer nuevos acuerdos, ustedes podrán quedarse juntos y el clan Hyuga no tendrá ningún derecho externo sobre sus hijos.

-¿Qué diablos prometió?—Siseó.

-Mantenerte a raya.

-¿Qué?

-A veces las palabras son más certeras Sasuke, ella solo las usó.—Explicó.

-¿Qué dijo exactamente? ¿Cuál es el acuerdo completo?—Presionó, no podía quedarse conforme conociendo a Hinata, lo que Kakashi relataba no parecía real.

-Una mujer herida puede ser muy persuasiva, quiere terminar con todo, pero de forma más pacífica.

-Kakashi—Rugió al darse cuenta que el peliplata no le daría ninguna respuesta concisa.

-Solo venía a avisarles, el clan Hyuga no podrá meterse con ustedes, han excluido a Hinata—Expresó al desaparecer en una nube de aire.

Sasuke volvió a gruñir y sin pensárselo dos veces agarró camino hacia la mansión Uchiha, la sangre fluyó por sus venas como lava, no le gustaba para nada el actuar solitario de Hinata, no podía creer que ella hubiese hecho tanto sin dar nada a cambio y esta vez la obligaría a decirle la verdad así tuviese que entrar en su cerebro, el fin justificaba los medios.

xoxoxoxoxo

El llamado distorsionado junto a la mano en su vientre no le permitieron del todo conectar sus ideas, sin embargo supo que nada estaba bien y mientras salía de su sueño con torpeza se aferró a la sábana para asegurar cubrir sus pechos desnudos.

Por un momento en su somnolencia la racionalidad quiso culpar a Sasuke, sin embargo el tacto era distinto, el olor; confusa peleó para lograr ser soltada y se alejó al lugar de la cama de Sasuke, al enfocar los ojos desorbitados de su propio padre solo pudo susurrar aún perpleja:

-¿papá?

El castaño no reaccionó a su leve murmullo, había algo distinto en él, debía ser la leve sonrisa quizás, o esa mirada totalmente distinta, no era severa, sino más bien dulce ¿pasional?

El ceño de Hinata se frunció, su padre no sonreía, además había algo en su rostro, algo que era incapaz de describir. Se aferró aún más a la sábana que cubría su desnudez, paseando su mirar luna por la habitación, ¿dónde estaba Sasuke?

-Cariño.

Los ojos blancos femeninos se abrieron con sorpresa al escuchar el llamado y su mente viajó indiscutiblemente al pasado...

Su padre no sonreía, no era cariñoso sin embargo años antes siendo solo una niña había captado ese inusual comportamiento con su madre.

-¡Papá!—Lo llamó cuando él se inclinó hacia ella en un movimiento que supo nada tenía de paternalista.

En su intento de huir se vio atrapada en las sábanas lo que provocó que cayera al suelo golpeándose la cadera, lanzó un leve quejido, conforme sus manos le servían para incorporarse y tratar de cubrirse.

-¿Cariño te has hecho daño? Ya no estés triste, verás que esta vez funcionará, me darás un varón.

-Papá, soy Hinata—Masculló cuando se dio cuenta que él venía nuevamente hacia ella.

Sin embargo pronto se vio acorralada contra la pared, sentada en una esquina solo pudo ver la imponente figura del castaño ponerse a su altura.

Solo en ese momento reflexionó levemente de la extraña situación, ¿dónde estaba Sasuke? ¿por qué su padre estaba ahí y por qué actuaba tan extraño y no podía reconocerla?

La mano de su padre tocó su mejilla en su primera caricia cariñosa, sin embargo pudo leer que no era para ella y la situación le llenó los ojos de lágrimas.

-Papá—Volvió a llamarlo cuando le notó la respiración agitada, ¿por qué diablos no la oía? ¿Acaso la ignoraba deliberadamente?

Hinata lo tomó de los hombros cuando él comenzó a inclinarse sobre ella en un intento de impedirlo, fue evidente que deseaba besarla y por tal razón casi entró en pánico. Sin embargo una fuerza mayor logró alejarlo.

Aún con la respiración agitada Hinata observó a Hiashi aterrizar a un lado de la puerta, Sasuke lucía desconcertado y su expresión le revelaba que se encontraba furioso.

-¿Qué diablos?—Masculló el moreno mirando al mayor, tenía asuntos que resolver con Hinata pero la situación lo hizo posponerlo momentáneamente.

-Me está confundiendo con mamá—Susurró Hinata en modo de respuesta.

Los ojos negros se entrecerraron mirando de uno a otro, Hinata tenía el semblante triste y desconcertado, Hiashi parecía mirarlos con horror.

Sasuke hizo girar las aspas de su sharingan un simple movimiento que hizo volver en razón a Hiashi. La mirada luna perdió cierto tinte de horror para volverse repulsiva, pareció encontrarse por un momento desubicado y tras notar la parcial desnudez de su hija giró la vista para ignorarla.

Sasuke entrecerró los ojos tratando de analizar la conducta del mayor, sin duda alguna momentos antes se encontraba fuera de sus sentidos, su byakugan experimentado e incluso su propio cuerpo había despertado para protegerse pero el hombre en sí no estaba bien, a simple vista a parecía pelear una lucha interna para explicarse a sí mismo la situación, el por qué estaba frente a ellos y en aquella penosa situación.

Hiashi se levantó lentamente del suelo.

-¿Qué le has hecho a mi hija?—Pronunció con voz ronca.

Volvía a ser el hombre elegante y diplomático que conoció años atrás. Sasuke desvió su rostro y el mayor prosiguió:

-Hinata fue educada para comportarse como una dama pero tú, algo le has hecho para que ella actúe de manera tan vil y repugnante.

-Papá—Hinata lo nombró poniéndose también de pie apenada.

Hiashi levanto su mano ordenándole silencio, aún sin verla, lo siguiente que dijo fue para ella:

-No puedo creer que hayas decidido a apoyar a alguien que no es de tu sangre, que hayas dado la espalda a tu clan y no pienses en el futuro, podría decir que estoy decepcionado de ti pero no es algo nuevo ni para ti ni para mí. Hace tiempo cuando acepté tu decisión creí que te debía algo, que no fui lo suficiente buen guía para ti sin embargo nada se puede hacer si tu misma has decidido zambullirte en el lodo. Disfruten su pequeña victoria, Kakashi no siempre estará en el poder y las cosas eventualmente pueden volver a su curso natural.

-Papá, ¿cómo puedes decir eso? Has estado usándome todo este tiempo, pensabas quitarme a mi bebé...

-Peores cosas se han tenido que hacer por el bien del clan...

-Pero papá...

Hiashi levantó su mano en aquel mohín que le ordenaba silencio y que Hinata conocía a la perfección y que sin querer siguió.

-Cuando naciste no tenías muchas posibilidades de vida, a pesar de encontrarte en tus tiempos. Heredaste la debilidad de tu madre y todo el mundo lo sabía, simplemente y para no obviar la situación decidimos esperar a que siguieras el curso natural de lo que pensamos serían tu efímera vida. Aún así te aferraste y a pesar de saber que tenía que hacer algo al respecto, teniendo a Hanabi como tu reemplazo te deje seguir con privilegios que nunca mereciste, ¿puedes darte cuenta ahora de cuánto me arrepiento de no haber colocado el sello maldito en tu frente?

Hinata agachó la mirada luchando por no soltar alguna lágrima por las crueles palabras recibidas.

-Parece que no te enseñamos la premisa básica de un Clan ninja de Konoha, el sacrificio. Ninjas de renombren lo han hecho antes, cuando van de pelea a una guerra y dejan a sus hijos atrás, el mismo Cuarto lo hizo al sellar al zorro maldito en su propio hijo condenándolo a una vida de desprecios; ese tipo de acciones solo logran hacerlas ninjas de alto nivel y compromiso, te di una oportunidad única, y has luchado contra tu destino. Como kunoichi tenías que anteponer ciertas reglas sobre tus deseos, tu hijo no hubiese sido torturado, sino preparado para una vida de un ninja de alto nivel, uno que pudiese ser cuerpo fuerte de Konoha...

Sasuke chasqueó la lengua en un mohín burlesco por tal razón Hiashi recordó que no se encontraban solos. El castaño con pasos lentos y elegantes se marchó sin decir alguna palabra más.

Los ojos lunas de Hinata terminaron de aguarse sin embargo, el rostro triste se transformó en uno confuso y adolorido cuando fue tomada de los brazos con fuerza innecesaria por el moreno, la mirada desigual de éste volvía a ser colérica y la zarandeó provocando que la sábana que la cubría cayera al suelo, aún así, eso no distrajo al Uchiha.

Hinata apretó sus dientes y miró las manos del moreno sobre su blanquecina piel, la fuerza que ejercían las grandes manos borró la causa anterior de su futuro llanto casi reemplazándolo.

-¿Qué diablos hiciste esta vez?—Le rugió.

Hinata negó con la cabeza.

-Nada, cuando desperté él ya estaba aquí—Respondió enseguida, esperando que eso menguara la furia del moreno.

Sasuke bien pudo poner los ojos en blanco y aplicó más fuerza en su agarre robando un gemidito de la peliazul. Apretó la mandíbula recordando las palabras del patriarca Hyuga, aumento en él el resentimiento.

-Sabes bien que no me refiero a esa mierda...

-Me estás lastimando—Soltó ella y en sus mejillas se dibujó un camino mojado.

Sasuke intensificó su agarré y posó una risa burlesca en su rostro callando todo lo que deseaba decirle, sintiéndose una vez más traicionado por ella. En cambio la arrojó en la cama y caminó como león enjaulado frente a ella.

-Sasuke—Susurró ella sin comprender su comportamiento.

Esta vez fue el Uchiha quien la hizo callar en un simple movimiento de su brazo.

-¿Qué diablos fuiste a decirle a Kakashi en la madrugada? ¿Qué maldito trato se te ocurrió hacer esta vez Hyuga?

Los labios de Hinata se entreabrieron y se llevó ambas manos para masajear sus brazos en búsqueda de sanar el dolor.

-¡Habla de una maldita vez! No tengo paciencia y por lo visto tu maldito clan tampoco te quiere ahora, así que no tienes a dónde largarte ahora.

-¿Tampoco? –susurró al enfocarse en el detalle.

-Hinata ¿vas a decírmelo o quieres que me meta a tu cabeza y me enteré por mi mismo?

No era una amenaza, él nunca lo hacía, ahogando el nudo en la garganta, Hinata finalmente pudo hablar:

-Usé sus remordimientos respecto a ti—Fue un murmullo de voz, agachando la mirada sin atreverse a verlo—Le dije que no haría nada para detenerte si él no cambiaba de postura... lo amenacé diciéndole que harías lo que fuera necesario—Confesó avergonzada.

Después de escuchar las palabras de su padre, se cuestionaba internamente si era cierto, ¿habría sido tan egoísta para privar a la aldea de un ninja poderoso? ¿Tan rebelde para no acatar su destino?

Sasuke entrecerró los ojos con incredulidad, la Hyuga no lo observó, sus lágrimas en cambio cayeron silenciosas en sus mejillas, los brazos le escocían sin embargo eso no fue lo que robó su llanto sino más bien lo alejado y atemorizante que lucía él aunado a su recién regaño.

-¿No vas a decirme la verdad?—Masculló.

Hinata se puso rígida al comprender que el Uchiha no le creía pero ¿qué podía decirle? No había otra verdad.

-Sasuke kun—Susurró, mirando a la altura del abdomen, aún no atreviéndose a mirarle la cara.

El moreno endureció su mandíbula, la inocencia de Hinata podía ser un arma de doble filo, ansiaba tomarla en sus brazos y desatar su furia pero no lo haría, era incapaz de hacerlo por eso mismo se consumía por dentro, porque su otro maldito lado, el dulce, el que pedía a gritos ser cuidada estaba ganando en ese momento.

Hinata negó con la cabeza y se limpió las mejillas húmedas.

-No hay nada más que pueda decirte—Habló levantando la mirada, sintiendo finalmente expuesta al encontrarse desnuda, mirando por la habitación en búsqueda de algo que pudiese cubrirla.

Se sintió tan pequeña cuando la mirada endurecida del moreno la alcanzó.

-Es verdad—Suplicó al ponerse de pie y caminar hacia la sábana.

Sasuke la tomó de la muñeca provocándole una mueca dolorosa.

-¿Cuánto más crees que puedes mentirme? ¿Crees que por ser tú no voy a hacerte nada? ¿Quién diablos te crees?

Hinata tironeó su mano buscando liberarse sin lograrlo, aguantó el quejido que quería brotar de sus labios.

-Sasuke kun, te he dicho toda la verdad. Estaba desesperada, me di cuenta que mis ideas no eran funcionales y que debía ser más radical, también lo vi todo desde un punto de vista distinto... Kakashi san era el único que podía ser neutral por decirlo de alguna manera.—Explicó volviendo a tratar de liberarse del doloroso agarre.

-Vete a la mierda Hinata—Masculló antes de salir encolerizado.

Los ojos lunas volvieron a soltar unas gruesas lágrimas, incrédula de las palabras escuchadas, ¿ése había sido su amado Sasuke? ¿Por qué no le creía? Haciendo un leve puchero se dirigió a la ducha, comenzó a llenar la bañera con agua tibia.

El baño fue silencioso y aunque sanó su cansado y adolorido cuerpo no pudo hacer lo mismo con sus sentimientos, además los brazos le dolían por el agarre del moreno, intentó ignorarlo eficientemente pero su cabeza no se encontraba tranquila, no podía tranquilizarse.

Xoxoxoxo

Naruto volvió a agachar la cabeza y pateó la tierra frente a él, la construcción era enorme y definía bien el alcance del casi extinto clan Uchiha, lanzó un bufido, ladeando el rostro mirando hacia el horizonte donde la tarde comenzaba a instalarse. Se llevó las manos a la cintura y en una actitud nerviosa volvió a llenar de aire sus pulmones, llenándose de valentía finalmente.

Colocó sus brazos tras su nuca queriendo mostrarse despreocupado, no quiso utilizar ningún procedimiento que le diese ventaja, llegaría como un invitado más.

El embarazo de Hinata lo había tomado de sorpresa, comprendía que era un lazo que la unía definitivamente con él pero había un par de cosas que no le gustaban de la forzosa ecuación. Si Hinata estaba embarazada de Sasuke y todo marchaba bien no había porque seguir interviniendo pero si cabía la mínima posibilidad de que ella fuese infeliz o estuviese teniendo un momento complicado, él tenía que actuar, hacer algo.

Y por eso estaba en la mansión Uchiha, enfrentaría de frente a Sasuke, hablaría sin rodeos aunque eso significara que tuviera que aceptar "públicamente" que era verdad, él sentía... que decir, estaba enamorado de Hinata.

Llamó a la puerta mientras intentaba disipar sus temores, después de un rato que le pareció enterno gracias a su hiperactividad y nerviosismo, finalmente abrió ella.

Hinata lucía hermosa, tal como la ultima vez, portaba la ropa que utilizaba para ir de misión, aquella blusa lila tipo kimono, los pantaloncillos cortos, los calentadores; su pelo suelto. Su rostro lucía triste, finalmente se percató de ello por eso entrecerró los ojos furioso con Sasuke, ¿cómo teniéndola podía permitir que ella luciera así?

-Naruto kun—Pareció asombrada, luego miró a los alrededores buscando.

-Hola Hina chan, venía a hablar con el teme.

Hinata lo miró con esos ojos que casi le hacían temblar las piernas.

-Él no está ahora, salió hace un rato.

-¡Demonios! Siempre tiene que arruinarme las cosas—Masculló nervioso y un tanto incrédulo, ¿cómo diablos le hacía el Uchiha para siempre echarle a perder todo? Su valentía se estaba esfumando—¿Estás bien?—soltó de pronto.

Hinata rehusó su mirada aunque fue evidente que quiso fingir una sonrisa mientras asentía sin hacer sonido alguno.

-Pues en realidad te vez triste, esa no debería ser la expresión de una mujer que espera felizmente la llegada de su hijo. Y no es la primera vez que te veo así, dime la verdad ¿el imbécil de Sasuke te la esta poniendo difícil? ¿Te esta lastimado?

Aún sin verlo y después de un leve silencio ella respondió:

-Perdí al bebé.

El simple hecho de aceptarlo frente a alguien diferente provocó que unas lágrimas brotaran de sus orbes. Naruto se quedó perplejo y no supo qué decir pero pronto su imprudencia fue más.

-¿Qué? ¿Cómo? Es decir tú estabas embarazada de Sasuke.

Hinata asintió a la afirmación y luego sin ganas se preparó para hablar.

-Solo pasó Naruto kun—Explicó al encogerse de hombros.—A Sasuke kun, ¿lo necesitabas de urgencia? Él no está bien ahora mismo, si no fuera así ¿podrías esperar a buscarlo?

Los ojos azules bailaron sintiéndose como nunca antes imprudente. Era cierto él no era tan listo para los temas de los sentimientos, pero con tan solo verla podía entender que se encontraba devastada, y conociendo a Sasuke, reconociendo que él también la adoraba quizá igual que él, debería estar igual que ella, habían perdido a su hijo.

-Hina-chan... solo dime una cosa.

Hinata asintió mirando otra vez aunque con los ojos vidriosos.

-¿Él realmente es lo que quieres? ¿Él, estas segura que te ama?

Hinata se mordió la mejilla por dentro, las que calificó ingenuas preguntas de parte del Uzumaki no caían en peor momento porque ahora no tenía nada claro.

-Me ama—Finalmente contesto, aunque no lo creyó del todo, ya no estaba segura de que el amor del Uchiha no se hubiera esfumado con tantos tropiezos que había dado— Pero ahora es un momento realmente difícil para hablar Naruto kun, no pretendo ser grosera, pero no es el momento.

Naruto asintió deseando cubrirla con sus brazos y ayudarle a disipar el dolor. Un nudo en su garganta se formó al encontrarla tan triste pero entonces pudo comprender, él no era la persona que lograría borrarle el dolor, él no era el hombre que ella buscaba para eso, ella amaba a Sasuke, aunque aquel fuese un idiota egocéntrico.

Bien él podía ceder, finalmente comprendía que era amar a una persona a tal grado de ser infeliz para que ella lo fuera a lado de la persona que adoraba.

xoxoxoxoxo

Los ojos jades expectantes buscaban una respuesta, un ligero viento fresco les removió los cabellos, Sasuke paseó su mirada por el campo de entrenamiento, casi nada había cambiado, bueno quizás los postes habían sido reemplazados, o algunas zonas habían perdido pasto y otras más lo habían recuperado.

-¿Dónde está?—La pelirosa volvió a cuestionar cuando no obtuvo respuesta.

Sasuke miró el cielo estrellado sin prestar atención a su acompañante desde hace un par de minutos.

-Tsunade sama me mando a buscarla—Volvió a presionar con recelo, luego puso los ojos en blanco—¿Dónde más si no? En tu casa, ¿no es así?

Sakura negó con la cabeza dispuesta a alejarse tomando su nuevo camino sin embargo Sasuke se lo impidió tomándola de la muñeca.

-¿Para qué mierda la quieren?

-No lo sé exactamente. Su padre fue ingresado en la clínica por la tarde—Después de un momento de duda continuó: -al parecer no ha dormido nada y aunado al estrés tiene ciertas alucinaciones o disociaciones, Sasuke, ese no es mi ramo, simplemente está alterado mentalmente. Y no, no sé para qué Tsunade sama quiere verla.—Repitió al leer la duda en el Uchiha.

-Piérdete Sakura, iré yo a ver que quiere Tsunade.

-Sasuke—Chilló consternada.

El moreno desapareció frente a sus ojos aún así supo que tenía que seguir su orden, buscar a Hinata y llevarla frente a su maestra no era una decisión acertada si lo que buscaba era no crear más distancia entre ella y el Uchiha.

xoxoxoxoxo

Un estremecimiento recorrió el cuerpo de Hinata, hacía frío pero la sensación que le quedó después de la discusión de la mañana no había podido olvidarla, suspiró mirando por el ventanal, afuera reinaba la oscuridad a pesar de tener un cielo hermoso lleno de estrellas. Sasuke no había vuelto ni siquiera para comer, ella tampoco tuvo apetito, aún así la ansiedad comenzaba a alterarla.

Sus ojos lunas volvieron a humedecerse cuando a su mente vino el recuerdo de la fea discusión. Se abrazó a sí misma cuando otro escalofrío la recorrió, ¿cuándo tiempo Sasuke estaría molesto? ¿Pasaría? ¿Algún día ellos volverían a ser aquella pareja feliz, envidiable?

Cerró los ojos con frustración, ¿cómo las cosas volverían a ser como antes cuando tantos acontecimientos los habían marcado?

Se mordió el labio inferior cuestionándose esta vez si ella hubiese aprendido más rápido a lidiar con la perdida de su bebé, ¿Habría sido diferente? Sonrió con melancolía, probablemente, Sasuke había sido tan paciente, amoroso y cuidadoso con ella en ese tiempo pero finalmente se había cansado de ella y su debilidad.

No estaba en casa y cada vez dudaba más que él volviese... con esas lágrimas corriendo por sus mejillas tuvo que aceptar que todo había cambiado entre ellos, su amor si es que era reciproco, era enfermizo; y más allá de ello, nada volvería a ser lo de antes.

Sasuke no volvería a cuidar de ella porque ya no tenía su confianza... finalmente semanas después de la perdida de su bebé podía entender que también lo había perdido a él y no podía culparlo.

xoxoxoixoxo

El olor a lejía pronto inundó sus fosas nasales, hecho que le sorprendió un poco al encontrarse en el consultorio de Tsunade, la rubia elevó la mirada apenas él se hubo materializado y luego dibujó una de sus tantas sonrisas burlonas.

-¿Acompañaste a Hinata?

-¿Para qué diablos la quieres?

La rubia frunció el entrecejo prestando atención en el moreno frente a ella por su actitud era evidente que algo andaba mal. Su humor empeoró, lo que menos quería hacer ahora era lidiar con otro problema más, sobre todo si era causado por ese joven.

-Su padre está hospitalizado, además acabo de darme cuenta que le toca una revisión—Explicó anhelando que el mal humor del Uchiha se debiera a que creyera que le estaban mintiendo.

Sasuke bufó.

-¿Qué se traen entre manos esta vez?—Masculló sin poder ocultar su molestia.

Tsunade en cambio ladeó su rostro sin comprender la actitud del moreno, ¿no debería estar feliz y calmado ahora? El estado psicológico de Hiashi en nada cambiaba la decisión tomada por la mañana.

-A Hinata la quiero para revisión médica, a pesar de las concesiones que se han hecho aún hay cierta papelería que hay que llenar sobre su historia clínica, todo esto Sasuke, es como un experimento, tiene que estar documentado, lo que ocurrió cuando concibieron por primera vez; son simples reglas que hay que seguir cuando un clan se mezcla, son reglas y hay que obedecerlas.

El Uchiha entrecerró sus ojos con incredulidad, ¿qué diablos estaba pasando que todos le hablaban como si nada hubiese sucedido.

La rubia lo secundó casi al instante.

-¿Qué pasa esta vez Sasuke? ¿Qué otro problema quieres causar? ¿No tengo suficiente ya? Lo que le ocurrió a Hiashi en nada afecta la nueva decisión, se equilibró el beneficio que se obtendría. No queremos una pelea interna, es evidente que si se lo propone Hinata no estará sola, tiene tu fuerza, y sus amigos van a ayudarla, ¿realmente crees que la aldea quiere un levantamiento de esa magnitud? Podríamos usar la fuerza militar, si, pero ¿algún clan completo va a querer entrometerse sabiendo que el clan Hyuga busca hacerse de más poder?

Los ojos del moreno bailaron en sus cuencas, su respiración se agitó levemente al procesar las palabras de la exhokage por su actitud exasperada era evidente su estado de furia y cansancio pero no existía un solo rastro de mentira en ella.

-¿Qué diablos prometió Hinata esta vez?—Cuestionó buscando una vez más la verdad.

-Que no harías ningún daño a la aldea. Debo admitir que su persuasión no fue la que esperábamos, pero Kakashi tiene razón ya no tiene nada que perder y está muy dolida, quizá confundida. Es razonable que decida ya no vivir bajo ese miedo y que haya apostado todo.

Por un momento Sasuke dudó, la respuesta simple de la rubia no tenía sentido, él ya había prometido no quedarse tranquilo, luego la palabra "persuasión" tomó lugar. Hinata le había dado aquella respuesta también.

"Remordimientos" ¿Qué habría querido decir Hinata exactamente con ello? ¿Realmente todo se trataba de un juego de palabras bien empleadas para conseguir librarse de los Hyugas?

La rubia lanzó una leve exclamación, sin embargo él fue más rápido buscando en ella la información que corroborara sus palabras, a pesar de ser sacado efectivamente, tuvo el tiempo suficiente para observar los acontecimientos que buscaba.

-¡Mocoso! ¡Como vuelvas a hacer eso no me quedaré tranquila!—Amenazó evidentemente afectada.

Sasuke ya no le prestó atención, todo había cambiado ahora...

xoxoxoxo

Hinata dibujó una sonrisa amarga, ¿Sasuke se molestaría una vez más o aplaudiría su elección? Cual fuera la respuesta tenía que aceptar que su decisión era correcta, en algún momento del pasado ellos cambiaron, dejaron de ser las mismas personas y todo cambió, añoraba volver al pasado, al momento exacto, pero no sabía con exactitud cuándo sucedió, sin embargo cada uno de los acontecimientos había aumentado esa fragilidad que finalmente los estaba separando.

Él tenía razón ahora no tenía a dónde ir pero sin duda alguna mientras recapacitaba en el pasado comprendía que lo que la enamoró de Sasuke no fue lo que ahora tenía de él. Hasta cierto punto su oscuridad e impulsividad era excitante pero cuando se llenaba de maldad, cuando solo existía esa penumbra, era insoportable.

Miró la maleta oscura a lado del closet y luego la cama impecable, había recogido escrupulosamente pero pasar una vez más y una ultima vez la noche en aquella cama rodeada del olor de Sasuke, era irresistible. Estaba cansada anímicamente pero sabía que no podría conseguir el sueño de manera fácil, caminó sin ganas hacia el baño donde Sasuke guardaba las medicinas básicas, después de buscar un poco encontró la botella de jarabe para el resfriado que buscaba sin preocuparse más dio un trago largo, dormiría, mañana con la luz del día iba a reacomodar su vida como pudiera.

xoxooxox

Todas las ganas de esclarecer la situación comenzaron a esfumarse desde que entró a la casa, desde que tenía a Hinata ahí nunca había desorden, pero ahora todo lucía impecable, fue el primer rasgo que le indicó que algo andaba mal, quizá una tonta corazonada en alguien como él.

Al llegar a la habitación la luz de la mesita de noche la iluminaba tenuemente, ella volvía a tener ese aire melancólico, vestía su ropa de misión, aquella blusa lila estilo kimono, el pequeño short y los calentadores, lo hizo fruncir el ceño; ¿acaso le habían dado una nueva misión?

Una distinta tonalidad en sus brazos robó su atención sin darse cuenta llegó hasta ella queriendo descubrir el motivo, los músculos de su cara y del todo cuerpo endurecieron al descubrir con certeza las marcas, la ultima discusión que tuvieron volvió a su mente, sus oscuros ojos vagaron, descubriendo más marcas en las muñecas.

El terror lo envolvió al percatarse que una vez más había perdido el control con ella y la había lastimado, la vocecita de Hinata volvió de sus recuerdos, aquella que le decía que le hacía daño, no la escuchó, la ignoró. Quiso destruir algo pero no quería despertarla. Queriendo huir de las consecuencias de su acto se encontró una más, polémica, definitiva...

¿Hinata pensaba abandonarlo? ¿Por qué? Una sonrisa se formó en sus labios, sabía la respuesta, era obvio el porqué, en todo ese maldito tiempo jamás fue el soporte que Hinata necesitaba, joder, no podía permitir que lo abandonara, de ninguna manera, ¿a dónde pensaba irse? Ya no era parte del clan Hyuga.

Deseó cuestionarle qué había en su cabeza, sin embargo se dedicó a deshacer la maleta y reacomodar la ropa femenina usando sus vagos recuerdos del orden. Hacerlo no lo calmó, aunque conforme el tiempo transcurría el maldito miedo comenzó a inundarlo, la conversación podía ponerse fea, ¿qué iba a hacer si no podía retenerla sin usar la fuerza física?

Conforme las horas pasaron cierta duda lo invadió, ¿por qué no despertaba? Era verdad que estaba acostumbrada a él pero al menos es para que hubiese despertado. Hubiera perdido el control si sus signos vitales no fueran normales.

Conforme la madrugada llegó ella comenzó a despabilarse lentamente, se removió un poco e hizo una mueca dolorosa, llevando ambas manos a sus brazos, se acurrucó dispuesta a no salir del sueño. Sasuke observó el proceso en silencio no pudo evitar que la culpabilidad aumentara.

-Sasuke—La escuchó susurrar, se acercó y se sentó a su lado sin saber qué hacer realmente—Sasuke kun, por favor, no—Susurró otra vez apenas entendible.

-¿Qué cosa?—Cuestionó apartándole el flequillo de la cara, tratando de despertarla.

-Lo siento.

El Uchiha entrecerró los ojos, ¿qué soñaba? ¿Qué mierda le hacía en sus sueños?

-Tranquila, no pasa nada.

De los párpados cerrados salieron dos lágrimas.

-Quiero regresar al pasado, cuando tú me amabas...

-Yo te amo—La interrumpió tomándole las mejillas y limpiándole las lágrimas en el proceso, aun así ella no despertó.

-¿Entonces por qué no somos los mismos?

-Porque soy un estúpido—Le dijo al besarle los labios, otras lágrimas asomaron de los ojos cerrados—Pero te amo.

Hinata pareció volver a perderse, él no pudo decir nada, no quiso moverla, arrancarla de su sueño; sabía que si lo hacía lo negativo que pudiera ocurrir, no sería lo suficientemente inteligente para controlarlo, él no manejaba bien los sentimientos, simplemente no podía lidiar con ellos por más que lo intentara y Hinata era un mar de sentimientos, no quería hacer algo malo que no tuviera vuelta atrás.

Pero había momentos que no podían posponerse y un par de horas después justo a las 8:30am, ella abrió sus orbes claras. Recargado a un lado de la ventana pudo ver cuando parpadeó varias veces, su rostro adormilado lo hizo pensar que era hermosamente tierna.

Ella se sentó en la cama y luego finalmente reparó en él, agachó la mirada de inmediato.

-Hinata, ¿qué estás pensando? –Aunque lo intentó su voz no salió tranquilo sino más bien autoritaria.

Los ojos claros lo atraparon, lucían tristes pero no pudo entender qué pasaba por su mente.

-Tu ropa está en su lugar—Volvió a hablar dándose por vencido ante su silencio.

Ella se sorprendió y frunció levemente el ceño volviendo a encararlo.

-¿Por qué?—Fue apenas un murmullo antes de que él abandonara la habitación.

-En verdad no sé que pasa por tu cabeza, o tal vez si, estás cansada de mí pero no te puedes ir, no voy a permitirlo lo sabes.—Contestó desde su posición sin voltear a verla.

-¡Yo no estoy cansada de ti!—Gritó para hacerse oir—Pero...--Murmuró consciente que él se había detenido a un lado de la puerta—Cada día, nos alejamos más... no nos conocemos ya, y no puedes confiar en mí.

Sasuke retrocedió unos pasos y le dio la cara, Hinata lucía más pequeña que los últimos días.

-Eso es lo que tú quieres ver, porque seguimos siendo los mismos—Sasuke sonrió irónico—Siempre has sabido el monstruo que soy, solo que antes te gustaba. Y tú siempre has sido más sentimientos que músculos y huesos.

Hinata negó atreviéndose a verlo.

-Yo te amo, ¿cuándo dejaras de creer que solo estoy atraída por ti?—Debatió casi furiosa.

-Demuéstramelo—Retó.

Los ojos claros se alzaron al techo, ¿de qué manera podía demostrárselo? ¿No había hecho ya incluso lo imposible? Las lágrimas llenaron sus cuencas.

-Haremos el amor, y tú vas a olvidar todo lo que he dicho el día de hoy, los últimos días... empezaremos de nuevo—Contestó él acercándose a la cama—Si puedes hacer eso, es porque realmente me amas.

Hinata se quedó perpleja, conocía el egoísmo en las palabras masculinas, no es que no quisiese olvidar pero simplemente no podía, ¿Sasuke tendría razón? ¿O simplemente jugaba una vez más como mejor le convenía?

La cercanía y con ello el calor del moreno, le hizo más difícil razonar, él estaba tan cerca, inclinándose sobre ella, acorralándola contra la cama y su musculoso cuerpo.

Sasuke le tomó las mejillas, y la miró directamente.

-Sabes que no quise hacerte daño esta mañana, ¿cierto?

Los ojos negros la consumieron, pudo leer en ellos el remordimiento, la culpa y el amor. Los de ellas volvieron a inundarse e incapaz de hablar por el nudo en la garganta simplemente asintió rompiendo las distancias uniendo sus labios, aceptando que a pesar de todo lo ocurrido no había otra cosa que quisiese hacer, fuese para bien o para mal siempre apostaría por él como la tonta enamorada que era.

Reprimió el deseo de dibujar media sonrisa, en cambio cerró los ojos dándole acceso a su cuello, aferrando sus manos a la ancha espalda masculina. Al sentir los labios masculinos en su cuello aplicó más fuerza en el agarre, su boca por fin pudo soltar sonido.

-¿Tú comprendes que anhelaba darte más que nada al bebé, cierto?

Sasuke se detuvo y se enderezó lo suficiente para ver los bonitos ojos claros inundados en lágrimas. Volvió a acariciarle la mejilla con dulzura.

-Yo no quería que eso pasara...

Sasuke le puso el dedo índice derecho en los labios para impedir que siguiese hablando, apretó la mandíbula quedando por un momento sin palabras, ¿qué podía decirle? Por primera vez comprendía la magnitud del amor de Hinata y hacerlo lo dejaba envuelto en miles de sentimientos contradictorios, Hinata realmente lo amaba, pero de ninguna manera permitiría que ella lo amase más. No se trataba de él y su estúpido deseo de hacer renacer su clan, eso no debió motivarla aunque dentro de ese bondadoso acto estuviera el amor que le guardaba o incluso aquel que creció rápidamente por ese ser perdido.

-Lo sé—Finalmente su voz gruesa y ronca salió.

Sasuke volvió a acariciarle la mejilla observándola directamente a los ojos, perdiéndose en las inmensidades y secretos que podían llegar a guardar.

-Y no es eso lo que quiero exactamente de ti, así que no lo hagamos por mí, sino por ambos. Todo fue tan rápido que no pudimos procesar ni planear nada, la próxima vez, si es que la hay, debe ser distinto. Tú debes estar tranquila, pensando en todos esos detalles que solo las mujeres toman en cuenta.

Hinata le sonrió a la hora se asentirle, acariciándole el rostro. Sasuke se enderezó para quitarse la playera negra que portaba dejando su torso desnudo, inclinándose nuevamente para besarle el rostro, el cuello, infiltrar sus manos en la playera de algodón lila femenina, acariciando su cuerpo, su piel, sus pechos.

Ella hecho su cabeza hacia atrás disfrutando del contacto de las manos del moreno, cerrando los ojos para absorber cada sensación creada.

-Cásate conmigo, quiero que me pertenezcas en cada sentido.

Los párpados femeninos se abrieron de golpe al escuchar la voz ronca y excitada, tenía la respiración agitada, tomó otra bocanada de aire solo para asegurarse que había escuchado correctamente. Los ojos entrecerrados de Sasuke le dieron la respuesta, tembló emocionada y volvió a sonreír abrazándose a él mientras asentía con la cabeza, él dibujó una sonrisa autosuficiente y solo emitió un leve sonido de aprobación.

La soltó para ponerse de pie y sin más preámbulos la desnudó con rapidez y poco cuidado, ella sabía lo que venía así que no se tardó en seguirlo se levantó sobre la cama para quitarse el pescador deportivo y con él las braguitas de algodón negro y el sostén. Quedó desnuda casi al mismo tiempo que él, dio un par de pasos para montarse en él aferrándose con sus delgados brazos y piernas, envolviéndolo con fuerza y necesidad.

Sasuke la detuvo por el trasero besándola con ansias en los labios, la recostó de espaldas contra el colchón sin despegarse pero frotando su potente erección contra su delicado y ya húmedos pliegues de su sexo, le robó en automático un jadeo, su cuerpo se estremeció al imaginar lo que se venía.

Ninguno de los dos podía pensar en nada que no fuese el momento que vivían, sus cuerpos ya estaban acoplados a la perfección. Ella conocía qué hacer ante cada uno de sus movimientos, fuese lento o rápido, se había acostumbrado a corresponder porque no podía mentirse a sí misma adoraba lo que hacían y cómo la hacía sentir.

Hinata apretó sus piernas a su costado, él casi gruñó, peleando con la delicada entrada femenina y luego lo tuvo el acceso, sintiéndose atrapado de inmediato en el estrecho interior, gruñó disfrutando el momento. Hinata relajó su cuerpo soltando un gemido de satisfacción y él lo disfrutó comenzando el leve bombeo, tomando las piernas femeninas elevándolas un poco apretándolas contra su cuerpo, buscando más intensidad, más sensaciones.

La pequeña Hyuga se aferró de pronto a sus hombros arqueándose contra él, dándole más acceso soltando un quejido quejumbroso cuando tocó fondo, él la abrazó con su brazo izquierdo por la cintura buscando la conexión que solo le pertenecía a ambos.

-Quiero vivir el resto de mis días de esta forma—Mascullo con voz ronca envuelta en deseo.

Hinata le sonrió escondida en su cuello, aún así pudo adivinar que ella arqueó sus labios, malinterpretando su confesión.

-No—Se apresuró a corregir avergonzado—No lo que te imaginas, forma parte pero me refiero...

Hinata lo besó en los labios fugazmente, le tomó las mejillas a la hora se asentir y mover sus caderas.

-Estaremos juntos siempre—Murmuró ella con gran dificultad, fundiéndose en otro beso mientras él aceleraba sus penetraciones.

La sacudida que se presentaba cuando ella se aferraba a él con todas sus fuerzas era perfecta, como su futuro podía vislumbrarlo...

FIN

Seguir leyendo

También te gustarán

74.4K 7.6K 22
━━━━━━━━━━ ‹𝟹 ━━━ ⠀⠀⠀⠀𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪, 𝘵𝘶 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘳 𝘦𝘴 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀﹫𝘈𝘬𝘢𝘳𝘪 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪| 2023
596K 94.1K 37
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
167K 23.4K 66
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...