SHAKEN: Réplicas. (Parte II)

By mizummi

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Finalmente en paz después de su desastroso primer matrimonio, Lauren Jauregui está preparada para volver a ex... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Epílogo

Capítulo 4

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By mizummi

La locura comenzó el domingo por la tarde cuando Hal llamó para aceptar la oferta de Lauren para trabajar en Premier Motors. Ella lo nombró vicepresidente financiero y le prometió un sustancioso salario. Al mediodía del lunes su empresa de contabilidad le había mostrado la puerta...nada inusual, considerando que su empresa manejaba archivos de clientes confidenciales...y estuvo en el lote a primera hora de la mañana del martes. Ansiosa por poner en práctica su visión para el concesionario, Lauren se reunió con él a puerta cerrada durante todo el día, mostrándole su plan para hacer crecer el negocio y asignándole la multitarea de trabajar con los números para lograrlo.

Para la tarde del sábado, ya tenía su nuevo equipo directivo designado. Brad Stanley, gerente de ventas de toda la vida, fue ascendido a la vicepresidencia de operaciones, antiguo trabajo de Lauren, menos las responsabilidades de marketing, que quería seguir manteniendo para sí misma. Brad se ocuparía de la administración del día a día, como el control del personal y el inventario.

Lucía Vives, contratada el año pasado desde San Diego, comenzaría a hacerse cargo del puesto de Brad como gerente de ventas. Ella sabía más sobre los coches que cualquier otro vendedor en el lote y tenía un verdadero don para cerrar tratos.

Lauren se había aprovechado de la atmósfera informal en Premier para conocer a Lucy fuera de su relación de trabajo y había empezado a pensar en ella como una amiga. Sería una gran aportación al equipo.

Como era de esperar, Mike se había mantenido a raya después de su anuncio de retiro, tomándose toda la semana libre para preparar el crucero. No era consciente de los movimientos importantes que Lauren había puesto en marcha.

Aunque su padre ya no era quien manejaba el negocio, quería compartir con él sus planes antes de que los descubriese por su cuenta. Eso significaba que tendría que atraparlo en su casa esta noche antes que él y Martine se fueran a Grecia.

"Lauren Jauregui, tiene una llamada por la línea uno. Lauren Jauregui, por línea uno"

Lauren había estado recibiendo llamadas de felicitaciones de la comunidad empresarial toda la semana después de la nota de prensa en el Times "Lauren Jauregui"

La voz en el teléfono era profunda y rasposa "¿Qué llevas puesto?"

Le llevó sólo un instante reconocer la travesura de Camila "Es curioso que lo preguntes. No puedo recordar haberme puesto ropa interior esta mañana. Creo que no lo hice"

"Eso es porque he robado todas tus bragas. Tengo un fetiche por las bragas, ya sabes"

"Eso explicaría por qué me las quitas siempre"

"Me gusta olerlas cuando no estás aquí"

Lauren sintió que se ruborizó por la intimidad, con la esperanza de que nadie en Premier tomara accidentalmente la línea equivocada "¿Qué puedo hacer por ti, mi pequeña pervertida?"

"Puedes venir a casa. Acabamos de recibir una invitación de Dinah y Normani para cenar. Dinah está preparando algo que suena a francés"

Lauren miró su reloj y luego la montaña de papeles sobre su escritorio "Eso suena grandioso, pero tengo que hablar con mi padre sobre Sweeney antes que se vaya mañana. Estaba pensando en ir después del trabajo" aguardó, esperando que Camila no estuviese demasiado molesta por llegar otra noche tarde "¿Por qué no vas tú? Terminaré aquí e iré directamente con mis padres. Luego te veré en casa más tarde"

"No tengo que ir. Puedo ir hasta allí y recogerte. Podríamos tomar algo de picar en algún lado y luego ir a casa de Mike para que hables con él"

Ya era bastante malo que Lauren hubiese trabajado hasta tarde todas las noches esta semana. No iba a arruinar una noche de diversión con las amigas de Camila "No, no quiero que hagas eso. Has trabajado muy duro esta semana. Te has ganado una noche de diversión y tienes que ir"

"¿Yo sola?"

"Sí, ve y diviértete. Diles que les mando saludos y que pronto nos reuniremos ¿De acuerdo?"

"Si estás segura..."

"Lo estoy" Lauren sintió que su culpa disminuía. Al menos Camila pasaría un buen rato esta noche

"Estaré en casa a las nueve"

"Está bien, te veré entonces"

Lauren colgó y se echó hacia atrás en su silla. Su primera semana como presidente ejecutivo había sido muy movida, pero casi la tenía superada. Si llegaba temprano mañana, podría tener libre el domingo por la tarde para relajarse. Tal vez ella y Camila podría sacar sus calendarios y encontrar un par de días para escaparse. Pasar la semana del día de los caídos (fecha conmemorativa de carácter federal que tiene lugar en los Estados Unidos de América el último lunes de mayo de cada año, con el objeto de recordar a los soldados estadounidenses que murieron en combate) en Hawaii sonaba cada vez mejor.

Camila se detuvo detrás del pequeño sedán de Dinah, emocionada por ver a sus amigas. A decir verdad, se habría emocionado sólo con ver a un completo desconocido después de una semana entera estando sola. Ella y Lauren no habían compartido ni una comida en toda la semana, su novia salía para el concesionario a las seis y media cada mañana y regresaba exclusivamente para caer en cama agotada. Pero sería sólo temporal...al menos eso era lo que Lauren le había prometido.

Agarró las dos botellas de vino...uno blanco y uno tinto...que estaban en el asiento del copiloto y se dirigió escaleras arriba, hacia la casa tipo rancho de sus amigas.

Dinah le recibió en la puerta de entrada antes que pudiese tocar el timbre "¿Qué es ésto? ¿Dos botellas de vino? "

Camila le saludó con un abrazo, haciendo clic con las botellas detrás de la espalda de Dinah. "No tengo ni idea de que es Tarti...lo que sea"

"Tartiflette. Es un pastel de patata con queso y beicon"

Camila levantó el vino "¿Y eso es mejor con qué?"

La rubia agarró el Chardonnay y dejó que Camila sostuviese el Cabernet sauvignon "Déjame meter esto en el congelador"

"Está bien. Podremos tomar este antes de la cena"

"Seguro...y caer de cara sobre nuestros platos"

Camila le siguió al patio trasero pegado a la cocina, donde Normani estaba dándole los toques finales a la mesa.

"Hey ¿dónde está tu guapísima media naranja?" Normani no escondía su opinión de que Lauren era toda una belleza, excepto la primera vez que compartieron desnudas un baño en el jacuzzi. En esa ocasión se quedó literalmente sin habla.

"Estará trabajando hasta tarde" respondió con un gruñido fingido.

"¿Un sábado por la noche?"

"Sí, no la he visto en toda la semana"

"Supongo que tiene mucho que ver con la jubilación de su padre"

"Él dice que va a trabajar a tiempo parcial. Pero ahora que Lauren está a cargo, está haciendo grandes cambios"

Camila trabajó con el sacacorchos hasta que lo sacó. Luego sirvió tres copas de vino tinto "No se lo digáis a nadie, pero está a punto de hacer una oferta por el concesionario de Volkswagen al oeste de Hollywood"

"¿Y a quién se lo íbamos a decir?" preguntó Dinah riendo.

"A nadie, tonta. Pero quiere mantener las cosas en un perfil bajo hasta que hagan las cosas sin que alguien salte con una puja"

Dinah les guió hacia la sala de estar y le ofreció a Camila un tazón de nueces "Come de esto, así no lo haré yo"

"Con mucho gusto"

"¿Cuánto tiempo va a durar esto de trabajar durante todo el día?"

"Espero que no sea por mucho tiempo o la cambiaré por una novia nueva" Camila tomó un trago de su vino y dejó la copa sobre la mesa de café "Al menos ha contratado un nuevo equipo directivo. Tal vez pueda empezar a tomarse los fines de semana libres"

"¿No sería genial?"

"Realmente lo sería. Podríamos llevar una vida normal"

Normani entró y volvió a llenar el vaso de Camila antes de recoger un puñado de nueces "No hay tal cosa como una vida normal. Pregúntale a Dinah"

La rubia negó con la cabeza "¡No existe! Intenta vivir con una enfermera de urgencias que trabaja doble turno tres veces a la semana"

"No, gracias. Lauren y yo hicimos un trato, que no íbamos a dejar que el trabajo se hiciera cargo de nuestras vidas"

"Entonces ¿dónde está ella?" preguntó Normani con altivez.

Camila se dio cuenta que sus quejas sobre el horario de Lauren habían provocado en su amiga un montón de simpatía "Será sólo por un poco más de tiempo. Ella dijo hace un par de semanas que quería empezar a hacer más cosas con nuestras amigas"

"¿Cómo os fue con la acampada, por cierto?" preguntó Dinah.

"Lo pasamos de maravilla" Camila terminó su segunda copa de vino mientras describía el fin de semana en Yosemite...el conocer a las amigas de Lauren, la caminata hacia la parte baja de las cataratas y cómo Lauren se había adaptado a la montaña "Su perro era tan gracioso.... No dejaba sola a Lauren"

"Yo tampoco me despegaría de ella" broméo Normani ganándose un golpe en el brazo por parte de su novia.

El timbre del horno sonó y Dinah las condujo de regreso a la cocina para comer.

Camila sonrió para sus adentros cuando Normani sacó el Chardonnay para la mesa. Una copa más de vino y estaría divulgando lo que habían hecho en su tienda de campaña. Pero era fin de semana, tiempo para relajarse.

"Las amigas de Lauren tenían noticia frescas. Van a tener un bebé"

"Aw, qué bonito" dijo Dinah.

Normani se estremeció visiblemente "Mocosos"

Camila golpeó el antebrazo de su amiga "Es bonito. Están emocionadas"

"Apuesto que sí" dijo Dinah haciendo caso omiso a la petulancia de su pareja "Mani ni siquiera me deja tener un gato"

"La mejor parte es que Vicki será la que tenga el bebé y lo hicieron in vitro con los óvulos de Carolyn"

"¿Me pregunto cómo un tribunal de Virginia resolvería eso?" refunfuñó Normani.

Fue el turno de Dinah para volver a golpearla "Deja de ser tan mala" se volvió hacia Camila "¿Entonces eso os dio a Lauren y a ti algunas ideas?"

Camila casi se atragantó con el vino "No lo creo. Creo que Lauren ha renunciado a la idea. Solía decir que pensaba que quería un bebé, pero ahora...no sé, tal vez es diferente porque ya no está casada" ahora era decepcionante que Lauren hubiese desestimado la idea de tener un hijo, especialmente después de haber estado tan interesada con Scott.

"Siempre podrías tener uno tú" dijo Sandy.

"Oh, no. Creo que ni siquiera tengo un reloj biológico"

Normani excavó en el plato y se sirvió una porción extra "Los niños son un gran compromiso. Apuesto que la mitad de las parejas lesbianas que cumplen con todo lo establecido para tener niños ni siquiera se quedan juntas para criarlos"

Dinah arrugó la nariz ante la evaluación sombría "Sí, pero sólo porque no permanecieron comprometidas la una con la otra no significa que no estén comprometidas con sus hijos. Camila y yo trabajamos con muchos niños que estarían mejor si sus padres nunca volviesen a verse"

"Mani tiene razón" Camila suspiró y apartó su plato medio vacío alejándolo, su apetito había desaparecido "Si las personas no están seguras de que van a permanecer juntas no deberían tener hijos. No me sorprendería si es por eso que Lauren cambió de opinión"

Dinah dejó el tenedor y miró a Camila con seriedad "¿Pasa algo, Mila?"

"No...no es nada. Yo sólo..." se dio cuenta que quería hablar, pero no quería que Lauren quedara mal con sus amigas.

"Todo está bien, pero a veces siento como que estamos condenadas, todo porque Lauren se quedó muy jodida cuando se casó"

"¿No crees que seguiréis estando juntas?"

"No sé qué pensar. No es que haya nada malo. Es solo que vivimos el día a día"

"Eso es todo lo que cualquiera de nosotras hace" dijo Normani.

"No, no lo es" dijo ella, su voz áspera. Le molestaba que su amiga siempre tratara de llevar la contraria "Vosotras os vais a dormir cada noche sabiendo que vais a estar juntas mañana, y el día después, y el día después de mañana. Yo me voy a dormir preguntándome cuánto tiempo va a vivir Lauren de esta manera, antes de que decida que quiere algo más"

Normani ofreció un molesto encogimiento de hombros desdeñoso y se levantó para recoger la mesa.

"Oh, eso es grandioso, Mani. Sólo sé condescenciente y pedante" Camila tiró su servilleta sobre la mesa y se apartó de la mesa. Inmediatamente se sintió avergonzada por la exhibición infantil. Demasiado vino a veces agriaba su estado de ánimo.

"¡Whoa!" dijo Dinah "Cálmate, Mila. Nadie está tratando de ser pedante ni condescendiente"

Normani se sentó nuevamente y le dio una mirada de disculpa "Todo lo que estaba diciendo era que ninguna de nosotras sabe lo que hay a la vuelta de la esquina. Podemos engañarnos, pero puede pasar cualquier cosa"

Dinah suspiró "Por favor, perdona a mi novia, la fatalista. No siempre es así de deprimente. Creo que entiendo lo que estás diciendo, Camila"

"Las personas quieren lo que piensan que les hará felices" añadió Normani "Para mí, es Dinah. Y para ti, es Lauren"

"Pero no sé lo que es para Lauren"

"¿Has hablado con ella de esto?" preguntó Dinah suavemente.

"¿Quieres decir como lo hice con Beverly justo antes de que me mostrara la puerta?" Camila se estremeció al recordar cómo su ex-novia se había asustado con la idea de hacer un compromiso. Su relación pasó de cómoda a tenue y luego a hostil en cuestión de semanas.

"Beverly era una perra psicópata. Lauren no lo es" dijo Normani.

"Ella tiene razón. Beverly tenía problemas de control. No iba a dejarse atrapar por nada. Lauren no es así en absoluto"

Para Camila, las posibilidades eran aún peores "No, Lauren no se convertiría en una perra. Probablemente se replegaría, defraudándome fácilmente y asegurándose de que estuviese bien. Entonces se iría y se casaría con algún sujeto"

"Camila ¿por qué estás torturándote con esos escenarios horribles? ¿Está pasando algo?"

"¡No!" entonces ¿por qué estaba consumida en esos pensamientos morbosos? "Es solo que la quiero demasiado. No podría soportar que me dejara"

Dinah le apretó el brazo "¿Cuánto tiempo lleváis juntas? ¿Un año?"

"Sí, un poco más de tiempo"

"Y todo ha sido genial ¿no es así?"

Camila asintió.

"Entonces me parece que vas en una dirección perfectamente normal. Esto no pasó de la noche a la mañana y eso es bueno. Los que lo hacen son generalmente los que se separan"

Los argumentos de Dinah tenían lógica, pero sirvieron poco para calmar la ansiedad que Camila había estado alimentando durante el último par de semanas. Carolyn y Vicki le habían mostrado a Lauren la clase de compromiso que dos mujeres podrían tener, pero no le había impresionado en absoluto. En todo caso, parecía estar moviéndose hacia la dirección opuesta, distanciándose a sí misma del deseo de tener hijos y burlándose de la idea de tener otra boda. Y como si eso no fuese suficiente, trabajaba demasiado.

Lauren cruzó el camino de entrada, preparando su disculpa por trabajar hasta tan tarde. A pesar de su promesa de estar en casa a las nueve, eran casi las once. Lo primero que quería hacerle saber a Camila era que esperaba que pronto las cosas volvieran a la normalidad y si las personas se reforzaban en sus puestos de trabajo, eso le permitiría tener más fines de semana libres.

Se sorprendió al encontrar el garaje vacío, aunque eso aliviaba su culpabilidad al darse cuenta que Camila todavía estaba con sus amigas. Al menos no había estado esperando en casa todo este tiempo.

El maletín a su lado, lleno de ambiciones para dar un salto al mañana, contenía las impresiones de Hal sobre las finanzas de Premier. Lauren lo dejó sobre el asiento y salió de su deportivo, repentinamente abrumada por tanta fatiga física y mental. Todo lo que quería era un largo remojo en la bañera con chorros de hidromasaje. Su elección habitual sería el jacuzzi cerca de la piscina, pero sin Camila, usaría la más pequeña en el dormitorio principal.

Pasó por la cocina, mirando por un momento el contenido de la nevera antes de decidirse por lo habitual. Esta era su tercera noche en esta semana que comía sándwich de mantequilla de cacahuete. Como Camila no estaba para hacerle compañía en la cocina, se arrastró por las escaleras para sumergirse en un baño.

El timbre del teléfono le detuvo justo cuando estuvo a punto de entrar en la bañera.

"Hola"

"Lauren, te echamos de menos esta noche"

"Hola, Dinah. Diento no haber podido ir ¿Lo pasasteis bien?"

"Lo hicimos. Pero me temo que no todas lo estamos pasando bien ahora"

"¿Qué?" su estómago se hundió. Ni siquiera se le había ocurrido preocuparse sobre el por qué Camila no estaba en casa "¿Está todo bien?"

"Todo bien, pero Camila no está en condiciones de llegar a casa ¿Quieres venir a buscarla o nos quedamos con ella?" Lauren recordó la diversión que tuvieron la semana pasada al regresar de la cena en Empyre y estuvo momentáneamente tentada por la posibilidad de una repetición "¿Qué piensa Camila al respecto?"

"Ella no puede hablar ahora. Está en el cuarto de baño expulsando de su cuerpo un excelente Tartiflette"

"¿Está enferma?"

"No es nada de qué preocuparse. Sólo unas copas de más. Estuvimos hablando durante toda la cena y creo que se le fue la mano"

Así fue como lo describió Camila la última vez, cuando perdió el control de sus bebidas en la cena antes de darse cuenta que estaba borracha. Esto sonaba más a estar borracha "Tal vez debería quedarse con vosotras ¿Qué piensas?"

"Creo que probablemente es lo mejor, pero quería que tú tomaras la decisión"

Camila probablemente preferiría volver a casa esta noche y dormir la mona, pero egoístamente Lauren quería colapsar en su bañera. Además, si conducía esta noche hasta Sherman Oaks para recogerla, tendría que hacer otro viaje mañana por el X3 y entonces eso alteraría toda su mañana. Dejar que pasara la noche con Dinah y Normani definitivamente tenía más sentido práctico "No, quedaros con ella esta noche. Estoy muerta. Estaba a punto de entrar en la bañera ¿Te parece bien?"

"Por supuesto. Haré que te llame por la mañana"

"Tal vez duerma hasta tarde"

"No va a despertarse muy contenta. Te puedo prometer eso"

Aunque inicialmente irritada por descubrir que el coche de Lauren se había ido una vez más, Camila se calmó y admitió para sí misma que estaba realmente aliviada. Normani le había acribillado esta mañana por haber desperdiciado su cena y Camila no quería oír más de lo mismo de Lauren. Además, necesitaba una ducha de vapor para echar fuera el remanente de un dolor de cabeza.

Se sentía algo culpable por su lloriqueo de anoche, quejándose con sus amigas acerca de la renuencia de Lauren a comprometerse. Su relación estaba bien, avanzando a un ritmo normal, como Dinah había dicho. Siempre y cuando las dos estuviesen felices, no había ninguna razón para mirar hacia el futuro con temor.

Aparcó y entró en la casa, siendo sorprendida repentinamente con el pensamiento de la suerte que tenía. Dos años atrás, nunca se hubiese imaginado a sí misma viviendo en una casa tan bonita en un vecindario como Brentwood o incluso conduciendo un coche de lujo como el X3. Con Lauren haciéndose cargo de sus finanzas en el hogar, Camila ahora tenía un montón de dinero para comprar las cosas que quería y para crear una cuenta de jubilación saludable. Su nuevo estilo de vida era un regalo generoso y Lauren nunca le había hecho sentir como si algo de esto fuese frágil o dado con expectativas.

Pero el hecho era, que si algo le sucedía a Lauren, todo se desvanecería. Había mucho amor y alegría en su vida, pero no tanto en el camino de la seguridad. Y tan rápido como habían cambiado sus emociones cuando descubrió que Lauren no estaba en casa, así cambiaron nuevamente. Esta vez no era irritación sino ansiedad.

Con un ojo en el reloj, se duchó y se vistió escogiendo deliberadamente las cómodas sudaderas que había usado la semana pasada cuando se habían acostado toda la tarde en el sofá. Ella y Lauren merecían otro día así, sobre todo después de la horrenda semana de trabajo que Lauren había tenido.

Desde la ventana del dormitorio principal, comprobaba el camino de entrada cada vez que escuchaba un coche en la calle.

Generalmente Lauren no trabajaba los domingos, por lo que era probable que llegara pronto a casa. De hecho, Camila se dio cuenta, que quizás no estaba trabajando en absoluto. Este era el día en que Michael y Martine salían de viaje y Lauren podría estar llevándolos al aeropuerto.

Después de más de una hora, Camila cedió a la tentación de llamarla. Después de cuatro repiques, su teléfono fue al buzón de voz y Camila colgó. Si no contestaba su teléfono celular, era casi seguro que estaba en el trabajo, ya sea en el lote, en la sala de exposición o en el garaje.

Con creciente frustración, Camila se paseó desde la sala de estar hacia la cocina y viceversa, con el teléfono en la mano. Que Lauren trabajara una vez más después de hacerlo toda una semana quedándose hasta tan tarde en la noche...y en el único día que podrían disfrutar para estar juntas...era más que ridículo. Cuando estuvo segura que su temperamento no sacaría lo mejor de ella, marcó el número del concesionario. No ayudó que fuese puesta en espera durante casi tres minutos antes de que Lauren finalmente se pusiera al teléfono.

"Lauren Jauregui"

"Hola, extraña"

"Hola, cariño. Iba a llamarte ¿Cómo está tu cabeza?"

"Está bien. No estuvo tan mal. Creo que comí algo que no me cayó bien"

"¿Así que te sientes mejor? ¿Y dormiste bien?"

"Dormí muy bien" excepto que lo hice sola "Pero me sentiría mucho mejor si regresaras a casa antes de que olvide tu fea cara"

"Dios, me gustaría poder hacerlo"

"Lo último que escuche es que eras la jefa. Puedes salir por esa puerta siempre que lo desees"

"Hoy no, cariño. He estado reunida todo el día con Hal y..."

"¿Estás haciendo que tu pobre cuñado trabaje un domingo?"

"Tenemos que hacerlo, Camz. Esta oferta tiene que ir con los abogados mañana por la mañana si queremos sacarlo esta semana"

Camila mordió su labio. No era como si Lauren trabajara sistemáticamente todas las horas del día y de la noche. Esta era una circunstancia especial, una que merecía su apoyo y comprensión. Casi odiaba preguntar qué clase de día tendría Lauren

"¿Crees que estarás en casa para la cena?"

"Oh, cuenta con ello. No he tenido una comida decente en toda la semana"

"Entonces voy a asar un pollo...esa receta italiana que te gusta"

"Suena fantástico"

"Y después de eso, voy a llevarte arriba y masajear todo tu cuerpo de la cabeza a los pies" Lauren gimió.

"Y luego voy a hacer lo que quiera contigo"

"...seis en punto ¿Qué más necesitan?" Lauren acunó el teléfono en su oreja mientras escribía notas en su calendario de escritorio. Otra semana había pasado rápidamente. El abogado de Premier, Walter Kaplan, había recibido una respuesta de Sweeney Volkswagen y quería discutir el siguiente paso en sus negociaciones "También quiero a Hal allí...así es. Nos vemos entonces"

Colgó y se dirigió hacia la oficina de su cuñado a seis metros de distancia. Estaba encantada de tenerlo a bordo. Después de sólo dos semanas de trabajo, estaba claro que él había sido lo ideal en sus planes para el crecimiento de la concesionaria.

"Acabo de escuchar a Walter. Sweeney quiere establecer la auditoría. Se supone que debemos estar allí a las seis"

"¿Esta noche?"

"Esta noche. Tenemos que reunirnos antes que el personal de ventas deje de mantener esto en secreto"

"¿Su personal de ventas se va a las seis?"

"Sí. Ahora sabes por qué veo mucho potencial ahí"

Hal suspiró y miró su teléfono "Tu hermana se va a cabrear"

"Lo sé" Lauren tendría que cancelar sus planes de acompañar a Camila a una despedida de soltera de una mujer que se casaba con su jefe.

"Pero mientras más rápido terminemos con esto, más pronto volveremos a nuestras vidas" regresó a su despacho y cerró la puerta. A Camila tampoco le iba a gustar la noticia, pero lo entendería. Marcó el número directo al escritorio de Camila.

"Camila Cabello"

"Hola, cariño ¿Estás teniendo un buen día?"

"No está mal. Todos estamos tratando de darnos prisa para que podamos cenar antes de la reunión ¿Quieres reunirte conmigo en casa a las cinco y media?"

"Uh...es por eso que te estoy llamando. Ha surgido algo aquí. Necesito estar en Sweeney a las seis para una reunión. Probablemente durará un par de horas, así que no creo que logre ir a la reunión"

"¿Vas a reunirte esta noche? ¿No puedes hacerlo durante horas normales de trabajo?"

Lauren reconoció la irritación en la voz de Camila y esperó poder aligerar las cosas con una broma.

"¿Sabes lo apestoso que son los abogados? Es la única manera de reunirnos sin que nadie se entere"

Camila no respondió en absoluto.

"En serio, cariño...esto es bueno. Una vez que tengamos en marcha las auditorías, será sólo cuestión de ponerse de acuerdo sobre un precio. Entonces Walter se hará cargo del papeleo"

Camila suspiró "¿Y tiene que ser esta noche?"

"Sweeney está listo ahora. No le puedo dar mucho tiempo para que piensen sobre esto o empezará a hacer una lista de condiciones"

"Vale"

No sonaba bien "Camz, por favor. Lo siento, pero realmente necesito hacer esto"

"Lo sé. Sólo estoy lloriqueando. No hemos estado juntas durante un par de semanas y estaba deseando que llegaras"

"Voy a compensártelo de formas que no puedes ni imaginar" como Maui.

"Está bien, iré con Lois y Ally. Pero que sepas que estoy aferrándome a la parte de te lo voy a compensar. Será mejor que no planees trabajar mañana por la noche"

Un viernes por la noche en casa sonaba muy bien "Tienes un trato. Que te diviertas"

"Te veré en casa"

"Te quiero" sonrió por lo bien que todos sus planes estaban saliendo. Tan pronto como colgara, llamaría a un agente de viajes para que le ayudara a planear una buena escapada a Hawaii.

Camila salió de su oficina y hacia el pasillo "Ally ¿puedes venir a la oficina de Lois un minuto?"

La secretaria se reunió con ella y siguieron por el pasillo, donde su compañera abogada Lois Miller estaba trabajando en su ordenador "¿Qué pasa, chicas?"

"¿Me preguntaba si queríais que fuésemos juntas a la despedida de soltera de esta noche? Lauren acaba de llamar y está atrapada en el trabajo. Podéis dejar los coches en mi casa y no tendríais que preocuparos por el aparcamiento"

Estaban hablando en voz baja para que Tony no escuchara. En dos días, su jefe podría dejar de ser uno de los solteros más codiciados de Los Ángeles. Colleen Turner, una joven viuda con dos niños pequeños, había solicitado una pasantía en la empresa el pasado otoño, con la esperanza de obtener algo de experiencia práctica con el sistema de servicios sociales. Acababa de salir de la escuela de leyes, pero todavía no había tomado el examen para ejercer. En cuestión de pocos meses, había barrido el piso con Tony.

Lois y Ally le siguieron hasta su casa después del trabajo según lo previsto y subieron al coche de Lois hacia la casa de la hermana de Colleen.

"¿Son estrellas de cine?" preguntó Ally, obviamente impresionada por la mansión de Brentwood.

"No exactamente" dijo Lois. Ella y Colleen se habían convertido en amigas, así que sabía un poco acerca de su familia "Creo que el cuñado de Colleen es un pez gordo en una de las principales compañías de grabación"

La casa era sólo un poco más grande que la "casa grande", así era como Lauren y su hermana nombraban la casa de sus padres en Beverly Hills. Pero Michael y Martine no tenían sirvientes uniformados, como el que les dio la bienvenida en la puerta.

Fueron llevadas a la sala principal de la casa, donde una animada fiesta ya estaba en marcha, con música de piano y un bar abierto. No menos de un centenar de mujeres llenaban el lugar, la charla se extendía hacia el patio. Camila vio a Colleen y siguieron su camino a través de la habitación para saludarla.

Ally se aventuró hacia la barra por sus bebidas, pero regresó con las manos vacías "No tienen nada de vino tinto. Dijo que la empresa de catering olvidó abastecerlo ¿Cuál es tu segunda opción?"

"No me importa" dijo Lois "No me gustan las bebidas dulces"

Camila hizo una mueca "A mí tampoco"

"Probé un martini vodka una vez. Estaba bastante bueno y no era muy empalagoso"

"Lo probaré" Lois se encogió de hombros.

"Yo también"

Camila nunca había sido una gran bebedora de licor, pero encontró la bebida fría sorprendentemente refrescante. Lo que no fue una gran sorpresa fue el mareo que sintió después de la segunda. Pero ¿por qué no celebraría una ocasión tan feliz?

"Esta es una gran fiesta" dijo Lois "Lástima que Lauren no pudiese venir"

"Si...una lastima. Lauren no hace otra cosa que trabajar" dijo ella consciente de que sus palabras no salían claramente.

"Uh-oh" dijo Lois "¿Cuántos de esos llevas?"

Camila volvió a agarrar su copa, la cuarta y se dirigió nuevamente hacia la barra "No los suficiente"

"Espera" Lois le agarró por el brazo, pero Camila se sacudió liberándose y continuando, tropezando contra el respaldo del sofá.

Dejó su copa sobre la barra y pidió uno más, justo cuando Lois la alcanzó.

"Tu novia me va a patear el culo"

"Ella ni siquiera estará en casa"

Camila frunció el ceño. No estuvo segura de lo que ocurrió en los siguientes minutos, pero se encontró en el asiento delantero del coche de Lois.

"Abre la ventana..." dijo Lois con severidad "...no vomites en mi coche"

Vagamente consciente de que Ally estaba en el asiento trasero, Camila contempló la necesidad de vomitar y decidió no hacerlo. El viaje a casa estuvo borroso, hasta el momento en que llegaron a la entrada y vieron la casa a oscuras. Lauren estaba pasando la noche en su oficina. "Joder". 

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